- ¡Se sentía muy raro! - Gritó Orihime una vez fuera de la clínica - fué como si todo diera vueltas, y todo se distorcionaba, luego todo se veía negro, y ¡pam! Ya no veía nada - decía mientras hacía extrañas señas con sus manos.

Isshin la había de examinado, al parecer todo seguía con normalidad, la temperatura de su cuerpo volvió a su estado normal, y al parecer ya nada le daba vueltas, les dió el alta, salieron de la clinica, y ahora caminabas a su hogar.

- Debiste tener miedo - Ichigo estaba entretenido por la forma en la que su esposa contaba las cosas, las hacía parecer hasta una pelicula de fantasía.

- ¡Si, mucho! - bajó la mirada al recordad esa sensación de soledad, odiaba sentirse sola - Pero eso no importa, ahora estoy aquí - Miró a su esposo a los ojos que hacían que todo ese miedo se disipara como neblina.

- Y eso me alegra - Ichigo se agachó a la altura de Orihime, en respuesta ella cerró sus ojos, esperando el suave contacto de sus labios junto los de ella - Entra - dicho contacto nunca llego - ¿Qué pasa? ¿Te mareaste?

- ¿Eh? No, nada, E... Estoy bien - el un pequeño color rosado se pintaba en sus mejillas, pasó por delante de el cruzando el marco, se agachó para quitarse los zapatos en lo que el ponía el seguro.

- Hime.

Su voz ronca llamandola hizo que levantara la cabeza, la suya solo se encontraba a unos pocos centimetros de la de ella, el rose de sus dedos en su mejilla hizo que se estremeciera, era un tacto delicado apesar de los callos en sus palmas, cerró sus ojos cuando el contacto con sus narices llegó y sus respiraciones se entrecortaban, la mano de Ichigo acariciaba tiernamente su mejilla, orejas y mandivula. Poco a poco sus labios de tocaban entre sí, regalandole así, un beso tierno, dulce y fugaz.

El pasar del tiempo no cambiaba el como se daban esas pequeñas muestras de afecto, era algo que disfrutaban y adoraban del otro.

Soltó un pequeño suspiro, el color rosado en sus mejillas se había vuelto más intenso una vez concluido el beso, abrió los ojos y se encontró con su esposo incado frente a ella, viendola a los suyos con una sonrisa, le encantaba su seño fruncido, pero su exprecion sonriente probocaba que su corazón se acelerara.

- Me alegra que aún te sonrojes por cosas como estas - sus manos se dirigieron a sus zapatillas a medio cambiar, tomó su pie y retiró el calzado con delicadesa.

Orihime veía como el la "ayudaba" a cambiar de zapatos. El acariciaba su empeine, provocandole que sacara unas pequeñas risas.

Al ver su reacción acercó sus labios y depositó un beso casi impersiptible en la zona para después colocarle un par de sandalias de casa que se encontraban ahí.

Después de quitarse su propio calzado, la ayudó a levantarse, colocó su mano a su cintura acariciando su espalda baja y acercandola poco a poco hacia el. Orihime lo rodeo con sus brazos acercandoce jugando con sus narices y disfrutando el momento junto a el otro.

- ¿Cómo te sientes? - Preguntó Ichigo en su voz se podía distinguir cierto tono protector.

Orihime meditó su respuesta un poco - ¡Bien! - dijo al fin dedicandole una sonrisa transmitiendole confianza.

- ¿Bien, "bien" o bien "más o menos"? - le cuestionó divertido.

- Bien, bien - una risa salió de su boca.

- ¿Bien para comer o bien para ir a dormir un rato más?

Esta vez pensó un poco más su respuesta, eran alrededor de las 8 de la mañana en fin de semana, y la ultima vez que comieron fué la cena en casa de su suegro y cuñadas.

- Bien para comer - contestó ella.

- Esperaba que dijeras eso - sin soltar su agarre, Ichigo empezó a dar pequeños pasos en dirección a la sala - ¿Qué se te antoja? ¿De que tienes ganas?

- Mmmm... No lo sé, ¿qué tienes en mente? La verdad no tengo ganas de cocinar. - miró con complicidad mientras de dejaba guiar por su esposo hacía el sillón de la sala.

- Podemos pedir a domicilio - Se sentaron en el sofá, acomodando a Orihime sobre sus piernas, pasando las de ellas por sus costados quedando frente a frente.

- ¿Cómo qué?

Mmmm... Tal vez... ¿Alguna ensalada? - la chica lo vió haciendo un ligero puchero - Bueno, ensalada no, ¿que tal... Hamburguesas?

- ¡Si! - dió un pequeño brinco sobre las piernas de Ichigo - ¡Eso me agrada!

- Entonces, yo las pido mientras tú te das un baño ¿Si?

- ¿Oh?

- Estuviste sudando, no me molesta, pero estarás más cómoda si te bañas, así comes más agusto ¿está bien?

- Bieeen... - Orihime se levantó con cuidado de no lastimarlo y caminó hasta la entrada de la habitación - ¿No me acompañas? - dijó en modo juguetón desde el marco.

- Hime, es mejor si no, si voy no comeremos hasta medio día - se levantó igual del sillón y sacó su celular de su pantalón.

- Bien pues, como tu quieras - habló de forma golpeada rodandole los ojos y se fué sin regresarle mirada.

El chico levantó la vista del teléfono altamente confundido, ¿acaso ella estaba molesta? ¿molesta con el? Si hace unos minutos se encontraba felíz por comer ¿Se enojó por que le dijo que no se bañarían juntos?

Ahora que lo pensaba un poco, la actitud de Orihime estas ultimas semanas la ha notado muy cambiante, los días que llega del trabajo, llega más cansada de lo normal, ya no disfruta sus extrañas convinaciones alimenticias como antes, suele ir al baño muy seguido por las mañanas (cosa que antes no hacía) actuando como si no quisiera que el no se diera cuenta, sus cambios de humor eran mas seguidos, y ahora tenía una extra forma de recibirlo del trabajo, la cual terminaba con ambos acostados en la cama, sudados, transpirando y cansados.

Aparte de que ultimamente la a notado más inquieta, varias veces la a visto perdida en sus pensamientos, la ha visto mordiendo sus uñas dejandolas lo más cortas que sus dedos lo permitian, cuando le hablaba cuando estaba distraida se brincaba del susto y se le notaba nerviosa.

Sin contar el colapso que tuvo en casa de su padre.

Después de que su mente divagara unos minutos ante la actitud de su querida esposa molesta, regresó rapidamente a lo que se encontraba haciendo hace unos minutos, pedir su comida, y de paso ordenó una docena de donas de diferentes sabores para ella.

Solo esperaba que el baño bajara su mal humor.

- Necesitamos averiguar que es lo que atrae a los Hollows a Karakura - Mencionó un hombre en bata

- En esta ultima semana se a registrado alrededor de 35 hollows atacando la ciudad, todo en puntos muy especificos - Dijo otro.

- Esto se está volviendo un tema más serío.

- ¡Señor! Hemos registrado un aumento de energia espiritual, pero aún no encontramos la fuente.

- Encuentrenla, sigan investigando.

- ¡Si señor!

El agua le sentó muy bien a su cuerpo, sus musculos y articulaciones se sentían super bien, su humor mejoró y se sentía revitalizada.

- ¿Cómo te sentó el baño? - preguntó Ichigo cerrando unos cajones de la alacena.

- ¡Ahhh... ~! ¡Suuuper bieeen! - estiró sus brazos relajando sus hombros.

- Qué bueno - De la cocina tomó unas bolsas - Ya llegaron las hamburguesas.

- ¡Yei! Jaja - como si fuera una niña chiquita corrió hacía el comedor mientras su marido sacaba las bolsas.

- A ver... - miró el contenido de las bolsas y le tendió una - Esta es la tuya.

- Gracias - tomó la bolsa y comenzó a sacar el contenido - ¿qué me pediste?

- Lo de siempre, hamburguesa doble carne, con salsa de wasabi, pepinillos, cebolla extra, y salsa BBQ - cada que mencionaba alguno de los ingredientes su cara hacía una mueca - Sigue sonando raro, pero si te gusta, ¿que se le hace?

- ¡Gracias! - comenzó a desenvolver su camida y el poco comun platilli estaba desbordando de los distintos tipos de ingredientes y extrañas convinaciones - ¡Se ve deliciosa!

- Si tú lo dices - Ichigo sostenía una hamburguesa sencilla. Estaba más tranquilo al verla con más animos.

Orihime tomó su comida y la aplastó ligeramente, los distintos tipos de salsas caían de los bordes embarrando sus dedos y un aroma dulce salió de esta.

Sintió como su estómago se estrujia dentro de ella, y una sensación de desagrado se plantaba en su paladar.

Rapidamente tomó el vaso con soda que venía con su medido y le dió un pequeño sorbo para amortiguar la sensación. Dejó la comida en su plato intacta y respiró ondo.

- ¿Estás bien? - Ichigo la veía con preocupación, de repente había dejado de comer cuando textualmente había dicho que su comida se veía deliciosa - ¿Te sientes mal? ¿Llamo a mi papá? - intentó levantarse pero la chica se lo impidió.

- No no no, estoy bien, solo me dió asco - el chico la miró con seño fruncido inconforme con su respuesta - Quiero decir... Creo que ya tengo hambre, y la falta de comida me revolvió el estómago - mintió.

- Pues come, no quiero que te desmayes denuevo - dijo el, viendola esperando que diera un mordisco.

Tomó nuevamente la convinación de carne, verdura y salsas entre sus manos, lo veía, no sabía ni por donde empezar, sentía la mirada de Ichigo puesta en ella, la sensación de estrés y el no saber que hacer la mareaban.

- ¡Un paquete para el Sr. Ichigo Kurosaki! - un grito desde la puerta llamó la atención de ambos.

- Uf... Ese chico me quitará más años de vida si sigue llamandome Señor - se levantó de la mesa y fué a la entrada - ¡Voy!

Lo vió irse hasta que lo perdió de vista, volvió a su misión, vió la hamburguesa, respiró ondo y con los ojos cerrados le dió un mordisco.

Su paladar se inundó de una convinación de sabores agradables, al menos para ella.

- Ya se le está haciendo costumbre preguntar por tí - llegó con un paquete en manos y lo dejó en una mesita que esta por ahí - ¿Comó está? - preguntó al ver que ya estaba empezando a comer.

- ¡Deliciosa! - sus ojos reflejaban su felicidad mientras daba otra mordida.

- El chico que atendió la llamada ya no se sorprende por las convinaciones - dijo divertido.

- Ya se acostumbró - dijo entre una mordida y otra.

- Si, lo más seguro - Orihime estaba a punto de darle otra mordida - Creo que se me olvidó decirle lo del tomate.

Una textura arenosa se disolvió en su paladar, la sensación de ascó volvió rapidamente y pudo sentir la bilis recorrer su garganta.

- Perdón, se que no te... ¿Orihime? - sus sentidos solo pudieron detectar la silla del comedor golpendose contra el piso, las pisadas de la chica corriendo al baño y la puerta de este siendo abierta fon brusquedad - ¡Ey!

Se detubo unos segundos y solo se escuchaban las arcadas de la chica en el baño. Después el pitido de su placa de segador llamaron su atención, un hollow - mierda, no pueden hacer nada por ¿si solos? - su tono de llamada comenzó a sonar en sus pantalones, era Renji, al instante contestó - Renji, no puede ir, encargense solos, Orihime se siente mal.

- Esp... - Colgó.

Su cuerpo se sentía debil, sus brazos se sentian como gelatina, sus piernas le hormigueaban, estaba embarrada de su propia bilis, se sentía tan debil, se sentía pequeña, tan humillada, desde la sala podía escuchar las palabras de Ichigo, odiaba ser una carga, odiaba sentir el hecho de que lo estuviera molestando, odiaba tener que mentirle.

Las lagrimas no tardaron en aparecer.

- ¡Orihime! - Ichigo llego al baño, tan rapido como llegó se incó junto a ella y trató de tomar su cabello.

- N... no... dejalo, estoy bien - Debilmente levantó su mano alejando la de el de su cabello - Ve... Ve con Renji y los de... Agh - otra arcada impidó que hablara.

- ¿Qué? Estas loca, no me voy a ir, ellos pueden hacer eso solos - acercó sus manos a su cabello y se lo apartó de su rostro bañado en sudor.

- Ichi... Agh.

- No hables, termina.

Sentía su cuerpo horrible, ¿Esto era normal? ¿Es normal que se sintiera así? ¿Esto consistía en traer un bebé? Un bebé... su bebé

Cuando el vomito sedió, tomó el trozo de papel que Ichigo le tendía, y se limpió las comisuras de sua labios, cerró la tapa del baño y posó su cabeza sobre esta, estaba cansada, trataba de recuperar el aliento.

- Hime... - Ichigo seguía ahi, acompañandola, sobando su espalda- ¿Mejor?

Levantó un poco su cabella hasta que lo vió, con una mirada de preocupación pero dandole una sonrisa.

- S... si...

- Llamaré a mi papá, no estás bien, me estoy preocupando, es imposible que solo el tomate te haya hecho vomitar.

Preocuparlo, era lo que menos quería, ser una carga, no podría seguir ocultandolo, no más, quería buscar el momento indicado pero... ¿cuando llegaría ese momento? ¿Cuándo ya le esté creciendo la barriga? ¿Cuando su cuerpo ya esté casi a punto de parir? tiene que se ahora, no puede, su corazón no puede seguir mintiendole.

- Ichigo... yo... - habló con debilidad y tomó su mano con la que estaba apunto de tomar su celular.

Hubo un silencio, el chico la veía con curiosidad, viendo como tomaba su mano con la suya temblorosamente, poco a poco la asercaba a ella y la diriguia a su vientre, posandola sobre esta, el cerebro de Ichigo no procesaba la información al instante y la veía con confución hasta que habló.

- Estoy embarazada... - las lagrimas de Orihime salian como cascadas de sus ojos, tenía miedo, el miedo la invadía, no veía ningún gesto en el rostro de Ichigo.

Hubo una ocasión cuando eran jovenes en la que el había dicho que el nunca tendría hijos... pero... eso pudo haber cambiado ¿no? ¿La gente cambia?

Silencio

Más silencio

Y más.

Estaba en completo estado de Shock.

Ichigo no lograba entender por completo, que estaba pasando, ella estaba en el piso del baño, temblando asustada mientras lloraba, y su cuerpo no se movía.

- ¿Que pasó Rey? Te ves como un inutil ahí sentado mientras nuestra Reina llora - Habló el Hollow en su interior.

- Muévete idiota, está llorando, muévete, tiene miedo ¡¿Por qué no puedo moverme?! - Pensó.

- Ichigo... - la voz de Orihime lo sacó de sus pensamientos - Tengo miedo...

Esas eran las palabras que su cuerpo necesitaba para caer en su realidad, esto estaba pasando, la chica se avalanzó sobre el con las pocas fuerzas que le quedaban, rapidamente abrió sus manos y la abrazó.

- ¿Hace... cuanto lo sabes? - fué lo primer que se le ocurrió preguntar.

Las lagrimas salieron aun más y sus gimoteos se hicieron más fuertes.

- Desde la semana pasada, el día que fuí al hospital...

¿Una semana estubo sufriendo sola? ¿Por que no se lo había contado?

- ¿Desde hace tanto lo sabías? ¿Porqué no me lo dijiste?

- ¡Tenía mucho miedo! - undió su rostro en su pecho, lloraba de forma desconsolada - ¡Quise decirtelo, pero no sabía como, ni cuando! Tenía miedo de tu reacción.

Sus palabras fueron como su varias estacas se clavaran en su corazón, la persona que juró protejer, amar y respetar estaba llorando enfrente de el por su culpa.

- De verdad Ichigo... si quise decirtelo.

- Te... te creo, pero - Embarada... su esposa esta embarazada, eso sigificaba una cosa - Eso quiere decir... ¿Qué seré papá? ¿Vamos a ser papás? - un pequeño brillo ya hacía en sus ojos, este nuevo camino que iban a empezar juntos era emocionante y a la vez tenebroso.

Orihime lo vió con asombro, no estaba enojado, no estaba molesto, estaba felíz, su cuerpo comenzaba a dejar de temblar y un sentimiento calido inundó su pecho.

- Si Ichigo, vamos a ser papás ¡Voy a ser una mamá!

Ichigo tomó su rostro con sus manos y la acercó a sus labios depositando besos en sus lagrimas y sus ojos, evitando los labios. La tomó con fuerza y la levantó del suelo, abrazandola y amandola.

- Hime, prometeme que no me guardarás ningún secreto, y menos cosas como estas - con su rostro en su hombro asintió con la cabeza - somos un equipo y no tienes que pasar por este tipo de cosas tú sola.

- Está bien...

- Te amo Hime, te amo demasiado - dijo Ichigo.

- Y yo a tí.

- Gracias mi Hime, ya no me guardes ese tipo de secretos.

ESPERO LES GUSTE ESTA ACTUALIZACIÓN

Apartir de aquí, trataré de hacer capitulos llevande el embarazo de Orihime semana por semana, (obvio va a ver capitulos que no) entonces pues ajá.

Desde un principió planee que la revelación fuera algo así pero no sabía como llegar a eso. Y esperé hasta eo capitulo 7 porque ez mi numero favorito :D

Bueno, nos vemos en la siguiente actualización, baaaay