Era una tarde tranquila, medianamente tranquila para Ichigo ya que tenía un montón de papeles por traducir y la fecha de entrega estaba proxima.
- Maldita sea, no debí aceptarle ese trago a Keigo el otro día - dijo para si mismo mientras se lamentaba por el hecho de haber perdido un día de trabajo.
Mientras terminaba de editar uno de los parrafos un pensamiento pasó rapido por su mente.
- ¡Hime! ¿Te tomaste mas vitaminas? - su tranquilidad se vió afectada al no escuchar una respuesta rapida a su llamado - ¿Hime?
Se levantó de su lugar y salió de su oficina dejando las pilas y montañas de papeles sobre el escritorio, buscó a su esposa con la mirada aumentando su preocupación al no verla en la sala, caminó a su habitación y la buscó nuevamente esperando verla tomando una siesta, no fué así.
Iba a buscarla en el baño pero un sonido llamó su atención y activó sus alertas, un pequeño suspiro.
Su querida esposa se encontraba en esa habitación pero ¿dónde?, caminó un poco para ver el otro lado de la cama y un pequeño flashback pasó por su cabeza al verla tendida en el piso de costado.
- ¡Hime! - rapidamente se arrodilló junto a ella, tomó su cabeza y trató de ver si aún respiraba - Por Dios ¿qué pasó? - el sudor frió y el miedo comenzaban a imbadirlo.
Cuando iba a levantarla sus ojos se abrieron poco a poco dejando ver ese color almendrado que tanto adoraba ver, la chica lo vió con confución.
- ¿Ichi? ¿Qué pasa? ¿estas bien? - la chica rapidamente se incorporó y se sentó aun en el suelo.
La miró perplejo mientras analisaba rapidamente alguna indicación de malestar pero al ver que daba un bosteso se tranquilizó un poco.
- ¿Que si yo estoy bien? Tu eras la que estaba tirada en el piso - dijo aun tratando de mantener un tono de voz desente.
- ¿En serio? - miró el piso bajo sus dedos y luego volvió a verlo - debí quedarme dormida.
- ¿En el suelo? - conociendola no le sorprendería que así fuera pero igual le presultaba extraño.
Le tendió la mano para ayudarla a levantarse y ambos se sentaron en ma cama.
- Si... creo que... - puso su dedo indice en la comisura de su labio mientras miraba el techo, como si ahí se encontraran los recuerdos de hace unos instantes - se me cayó uno de mis broches y me agaché a buscarlo, el piso estaba tan fresco que me quedé dormida, estaba tan agusto - admitió con total sinceridad.
Su ritmo cardiaco volvió poco a poco a la normalidad al ver su linda sonrisa.
- Bueno... - se agachó para ver el broche perdido y se lo dió - creo que descansarías mucho mejor si te quedas en la cama.
- Tal vez tengas razón - subió sus pies al colchón y recargó su cabeza sobre la almohada - ultimamente me siento tan cansada, apenas hago algo y siento el cuerpo exausto - reprochó.
- Es normal... - tomo una sabana y la cubrió con esta - estas creando una vida Hime.
- Si, si, pero igual es raro - cayó unos segundos antes de hablar - ¿Qué ocupabas antes de despertarme Ichigo?
- ¿Uh? - se le pasó por alto su objetivo principal - Ah si, ¿ya te tomaste las vitaminas?
- Si.
- ¿Y el acido folico?
- Tambien.
- ¿Comiste?
- Contigo... si - Contestaba divertida.
- Bien.
- Bien.
Se quedaron callados unos segundos.
- Bueno, volveré al trabajo, tu descansa.
- Pero no es justo que tu estes trabajando y yo acostada.
- Si es justo porque yo no estoy creando a un bebé.
Se río ante su comentario - pero aún así.
- Sin peros - se levantó de la cana y apagó la luz antes de voltearla a ves y salir - Descansa princesa.
- Si...
A su cuerpo no le costó mucho hundirse en su sueño profundo.
Ichigo apagó la luz y salió del cuarto mas relajado, por un segundo el miedo lo invadió.
- ¿Otra vez asustado Rey? - El hollow en su interior habló con tono burlón dentro de el.
- Ahora no - Murmuró entredientes.
- Solo decía... con ese miedo nunca podremos defender a nuestra Reina, deberías dejar de ser tan cobarde - Comentó por ultimo antes de dejarlo con sus propios sentimientos.
Pero las palabras del hollow hacían eco en su mente.
Las ultimas dos semanas (desde que se enteró que Orihime estaba en cinta) algo lo a dejado intranquilo con lo que respecta a la noticia, y sus arduas investigaciones acerca del estado actual de su esposa no lo han logrado mantener más calmado.
Digamos que su esposa es... Inquieta. Depende del la forma en la que lo veas puede ser bueno o malo, para el. El lado bueno es que le gusta hacer muchas cosas y le da la oportunidad de ser muy creativa, sin mencionar el sexo, y el lado "malo" es que no se está sentada nunca.
Que ahora estuviera dormida, quieta y descansando en su cama era un milagro porque si encontrara una pequeña chispa de energía dentro de su cuerpecito ahora mismo estuviera limpiando la parte de arriba del refrigerador (cosa que ya ocurrió) y preferiria que se quedara descansando en casa en lugar de hacer cosas tan peligrosas, un día lo matará de un susto como el de hace un rato.
Su nube de pensamientos se dicipó al escuchar como tocaban la puerta muy fuertemente, levantó la mirada y corrió hacia la entrada rezando por que el ruido no despertara a la Orihime y dispuesto a matar a la persona que provocaba ese ruido.
Abrió la puerta esperando ver al joven con gorra de la paqueteria pero en su lugar miró a una piña roja y a una persona mas chaparrita, se lamentó al avandonar la idea de matar ya que eran sus amigos y que su pila de papeles tendría que esperar.
- ¡Hola Ich...! - gritó Rukia siendo interrumpida.
- ¡Shhh! - con sus dedos entre sus labios cayó a su amiga ganandose una mirada de confución - Orihime está dormida.
- Ohhh - con un tono de voz más bajo llegando casi al susurro entraron a la casa - Perdón, perdón - se disculpó - necesita ahorrar energías.
Ichigo la miró con confución, el estaba seguro de que Rukia no sabía que Orihime estaba embarazada.
- ¿Para qué?
Rukia se le erizó la piel, ella aun no sabia y si el sabía que Orihime estaba embarazada.
- Ehh... Pues porque... - sabía que su amigo no era tan idiota y si no daba una respuesta indagaría más - Porque ya va a ser su cumpleaños, y necesita energía para recibir a toda la sociedas de almas, todos están emocionados - dijo con una gota de sudor en su frente.
Renji que estaba aun lado retuvo una risa burlesca recibiendo un golpe por parte de su esposa.
- ¿Y tu por qué no hablas? - dijo Ichigo dirigiendose a Renji.
- Esta molesto porque lo dejaste plantado en la batalla el otro día.
- Orihime se sentía mal Renji - lo miró con desprecio a aquel que llamó amigo - no puedo creer que no entiendas eso.
- ¡No fué por eso! ¡Me colgaste muy feo! - dijo subiendo el tono de voz ganandose asi otro golpe por parte de su esposa.
- Ya ya pues... Pero deja de subir tanto la voz, de verdad deseo que descanse un poco.
No quisieron preguntar el porque ya que eso los llevaría a hablar más sobre el tema así que pues mejor cambiaron de tema, mas vale prevenir que lamentar.
Los tres se dirigieron a la sala de estar mientras, Ichigo se volvió con ellos con dos vasos de jugo.
- Bueno ¿A que vinieron? - dijo toscamente entregandoles los vasos.
- Me ofende que pienses que solo venimos a pedirte algo - dijo Renji haciendo un drama en el sillon actuando indignado.
- ¿Y no es así? - preguntó Ichigo dando un sorvo a su jugo.
- Bueno... Aparte de que venimos a visitarlos porque son nuestros amigos venimos a pedirte una cosa en nombre del capitan en jefe y del resto de los capitanes gotei 13 - habló Rukia en un tono un poco más formal.
- ¿Kyoraku? ¿De que se trata? - dijo ahora un poco más interesado.
- Pues verás, como ya te habrás dado cuenta ultimamente se han dado más apariciones de hollows este ultimo mes, ha veces muy seguidas y a diferentes horas del día - Comentó Renji.
- Aun no sabemos que los atrae a Karakura ya que son en diferentes momentos y no siguen un patrón en especifico pero los del departamento de investigación y desarrollo tienen la sospecha de que puede que sea un alma con mucha preción espiritual.
Ichigo habrió los ojos sorprendido, ¿podría ser que lo buscaran a el? El juraba que ya había aprendido a ocultar su preción espiritual seguido.
- Invetigamos si eras tú pero no, entonces no saben aún que pueda ser, Urahara ya está investigando.
- ¿Y eso como me incluye a mí? - preguntó levantandose para traerles más juvo al ver que ya se lo acabaron.
- El Capitan Kyoraku queria saber si contariamos con tu ayuda en caso de que se requiera y necesitemos de ayuda extra - dijo Rukia.
- Ya saben que si, me gusta ayudarlos, no tienen que pedirlo.
- Así como cuando me dejaste platado - murmuró Renji voltendo hacia otra dirección.
- Te dije que estaba molesto - se burló su esposa de el.
- ¡Rukia! - gritó en reproche.
- ¡Shhhh!
- ¿Ehhh~? Rukia, Renji, hola ¿cuando llegaron? - Orihime con el pelo ligeramente enmarañado y dando un bosteso salió de la habitación.
- ¡Idiota! ¡La despertaste! - Dijeron los dos al mismo tiempo mientras Rukia le daba otro golpe ahora en la cabeza.
- ¡Perdón! - dijo con vergüenza.
- Orihime, ve a dormir un poco más - Ichigo se acercó a ella tratando de evitar que el poco cansancio que aun quedara en su cuerpo desapareciera.
- Pero no tengo sueño - le sonrió pasando por un lado de el.
Maldijo en voz baja mientras la veía saludando a sus amigos.
- ¡Orihime! Un rato sin verte - saludó Rukia.
- Si, ya tiene un poco - los miró a los dos y notó que faltaba algo - ¿E Ichika? ¿No la trajeron?
- No, perdón, mi hermano se la quedó en la mansión, si quisimos traerla pero dice que es peligroso que un bebé cruce el Senkaimon - dijo la chica.
- Solo son pretextos, ama quedarse a cuidarla - continuó Renji - lo que se le agradece, ya casi cumple los dos años y está en la edad exploradora.
- Si, a sido un dolor de cabeza.
- Más si es hija de Renji - comentó Ichigo llegando con ellos.
- Callate idiota, lo entenderas cuando tengas el tuyo - dijo en contrataque.
Rukia lo miró con furia, eran palabras que aun no podían decir.
- Si... el nuestro - Ichigo trató de evitar el tema.
- Oh Rukia, te quería preguntar, ¿que tan normal es que duerma mucho desde que estoy embarazada o no?
Ichigo y Rukia quedaron como piedras en su lugar, no sabían como reaccionar, ¿se le había salido la información o no sabían que el otro sabía esa información?
- Espera Orihime ¿ella sabe? - preguntó Ichigo tomandola del hombro.
- ¿Y el sabe? - dijo Rukia preventiva.
- ¿Eh?, así, ya se lo dije - contestó a su amiga para voltearse a su marido - Rukia se enteró el día que vinieron de visita.
Ichigo pensó en sus palabras, y haciendo cuentas... en ese entonces no se había enterado, y Rukia lo supo antes que el, una pequeña daga se clavó en su corazón.
- Oh... Ya veo.
- Fuaaa... se me estaba volviendo tortuoso no poder hacer alguna broma sobre esto - suspiró Renji.
¡Hasta el lo supo antes que el! Faltara que Tatsuki tambien lo supirera. Esa herida tardaría en sanar.
- Bueno, ahora si puedo hablar con libertad y en vista de las circunstancias- se levantó Renji.
Se acercó a su amigo y se puso firme frente a el, Rukia e Ichigo lo veía de forma extraña, ni su esposa sabía que trataba
Renji abrió sus brazos frente a Orihime que lo miraba confundida, se acercó un poco más a el y le dió un abrazo a lo que Orihime lo aceptó con gusto
- Muchas felicidades Orihime - dijo Renji.
Detras de el Rukia se levantó y se acercó a Ichigo dandole un abrazo.
- Felicidades a los dos - se acercó a Orihime despues de Renji - de verdad espero que sean felices y que el nuevo integrante llegue sano y gose de buena salud.
Los ojos de Orihime comenzaron a llenarse de lagrimas las cuales limpió rapidamente con el dorso de su brazo.
- Muchas gracias a los dos - dijo ella cubriendose el rostro con las manos.
- Hey, no llores - Dijo Ichigo como consuelo en lugar de una orden dandole una sonrisa.
Ichigo pasó su brazo por sus hombros y la acercó a ella sobandole el hombro consolandola mientras sus amigos lo miraban orgullosos.
- Disculpen, de verdad, no quise llorar - las lagrimas no paraban de salir de sus ojos - he estado muy sentimental estas semanas - tomó el papel que le tendía Rukia y se limpió las lagrimas - me sentí muy feliz.
- No te disculpes Orihime, son las hormonas, es normal - comentó Rukia.
- Si, hubieras visto como se ponía Ruk... ¡Agh! - se irrumpió al morderse la lengua por el golpe que le dió en el mentón.
- Pero igual, muchas gracias.
Ichigo los miraba con felicidad pero manteniendo su seño ligeramente fruncido, algo seguía ahí en su cabeza que le causaba tanto ruido.
- ¡Hollow, hollow, hollow!
- Esa maldita cosa, me desespera el tono - gritó Renji.
- Ni que lo digas - Ichigo tomó su placa y la pegó en su cuerpo, y le se la dió al pelirrojo para que hiciera lo mismo - me tengo que ir.
- Con cuidado - le dijo Orihime a su marido y se hacercó a darle un beso en sus labios.
- Sabes que si.
- Ahora vuelvo - le dijo Renji.
- Si mueres, mi hermano cria a Ichica - dijo Rukia haciendole una media burla a su marido.
- Yo tambien te amo - acarició au cabeza y salió.
- Con cuidado, iria con ustedes pero se que pueden con esto.
Se vieron antes de salir por la ventana del lugar.
- ¿Y bieen? - Rukia se acercó a su amiga dandole una mirada curiosa, al ver que no entendía de lo que hablaba agregó - ¿Cuantas semanas tienes?
- 6 semanas - agregó feliz, comenzaba agradarle el tema de su embarazo.
- ¿Como se lo tomó el?
- ¿Ichigo? - meditó su respuesta unos segundos - pues creo que bien.
- ¿En serio? Digo, no es que crea que sea el tipo de persona que se asusta con el tema pero ¿no ha actuado diferente?
- ¿En que sentido?
- No lo sé, cuando yo me embaracé de Ichika, Renji era muy delicado, como si fuera de porselana, ¡y ni se diga de cuando se enteró que era una niña! - dijo en tono de queja.
- Pues nada en especial
- "Ni cuenta se ha dado" - pensó.
- Pero estoy muy feliz - agregó - Ichigo es muy amable conmigo.
- Eso es obvio, eres tú, no tienes idea de cuanto te quiere.
- ¿Y como fué? - al ver el rostro de duda de su amiga continuó - Con tu embarazo, de Ichika.
- Ah... pues, sinceramente mejor que con cualquier mujer con la que he hablado respecto al tema, la verdad el personal de la mansión fueron de mucha utilidad y ayuda durante el proceso.
- ¿En serio? ¿Y como es? Ya sabes, el parto.
- Si ne estas preguntando si duele, si, si duele y mucho - el rostro de Orihime palideció - pero nada que una mujer no pueda soportar, despues te traeré unos documentos que me dierin las parteras.
- Muchas gracias Rukia.
- No es nada, son mis amigos, y cualquier cosa vamos a estar para ustedes.
- Sabes Rukia... alguna vez estube celosa de ti
Los ojos de la mas bajita se abrieron, se esperaba cualquier comentario menos ese.
- ¿Cómo?
- Se que sonará mal, pero me daban celos que siempre estuvieras al lado de Ichigo, y que el siempre estuviera preocupado por tí - hundió su rostro colorado en sus piernas ocultando au vergüenza - se que por las circunstancias era normal, pero no pude evitar eso.
- Orihime... - quedó sin palabras ante su confeción - ¿Hace cuanto fué eso?
- Poco antes del insidente de los Arrancars, cuando entrenabamos juntas.
- ¿Te sigues sintiendo así?
- No...
- Entonces pasado pisado.
- ¿No estas molesta?
- ¿Por qué lo estaría? Eso ya pasó y nunca nos afectó, ¿te sientes mejor sacandolo?
- la verdad si.
- Perfecto, es mejor así, los bebes sienten lo que siente la madre, tienen una conección.
- ¿de verdad? - Orihime llevó su mano a su vientre, apesar de tener 6 semanas aun estaba muy plano, se preguntaba si de verdad estaba un bebé ahí dentro.
- Eso dicen - dijo ella, apreciando el gesto de su amiga - así que se muy feliz, para que ese bebé cresca sano, fuerte y feliz - acarició el brazo de su amiga dandole seguridad.
Se que tardé muchisimo en actualizar peeero, se vienen cositas.
Me operaron, y me mudé, entonces fueron una semanas dificiles.
Espero les guste esta historia, y este capitulo, recuerden que en wattpad se actualiza antes de Fanfiction.
