El campeón del pueblo, el campeón de Copper
Campamento 98.7
Mirando por la ventana del autobús, Uzi se vio perdida en sus pensamientos.
El día anterior había sido intenso, no necesariamente para ella, sino para N.
Incluso después de que él se desahogara, siguió notándose afectado por el asunto de sus memorias.
La obrera no podía imaginarse por lo que él estaba pasando.
Ahora sabían que los drones de desmontaje antes fueron drones de trabajo, y que tuvieron sus propias vidas.
Pero N no recordaba absolutamente nada de aquellos tiempos, o al menos no recordaba los sucesos.
Porque sus emociones recordaban demasiado bien sus relaciones personales.
V aparentemente recordaba, pero por un motivo u otro se negaba a compartir lo que sabía.
Eso realmente la molestaba.
Su amigo estaba sufriendo, y esa… perra se negaba a decirle más que lo "justo y necesario".
Tomó una bocanada de aire.
No debía dejarse llevar, eso podía traerle problemas con los poderes de robo-Satán si todo el anime pirata que vio le había enseñado algo.
En lo que ahora debía concentrarse era en buscar pistas o información sobre el "Absolute Solver".
Tenía que encontrar algo que le explicase qué es lo que eso provocaba en los drones.
Doll aparentemente desarrolló una necesidad de alimentarse de otros drones, y Uzi empezaba a desarrollarla también muy para su horror.
Debía detener eso a toda costa.
Por eso le pidió ayuda a N para distraer a sus compañeros de clase.
Por mucho que quisiera tenerlo a su lado mientras investiga (definitivamente porque era más seguro tener un dron armado hasta los dientes a su lado, y no porque apreciara su compañía o alguna cursilería del estilo), necesitaba que alguien evitara que el resto anduviera de metiches.
Y muy para su pesar, N era el más indicado para ese trabajo.
– al menos así tendrá su mente distraída con algo – pensó con algo de optimismo mientras miraba el paisaje nevado por la ventana del autobús.
Con suerte todo resultaría bien.
– ¿en serio, en serio tenemos que usar esto? – preguntó V mientras se sujetaba el sombrero de campaña que llevaba sobre su cabeza.
Mientras que por lo general sólo usaba su abrigo negro sin mangas, en este momento portaba ropa más adecuada a una jefa de exploradores.
No es que realmente le molestara el color, o que ahora lleva pantalones, pero su compañero se había mostrado extremadamente insistente de que se vistiera así.
– vamos V ¿no disfrutas cambiar un poco la rutina? – preguntó el dron masculino – además, así al menos los obreros no se asustarán al vernos… espero – murmuró lo último.
N llevaba un conjunto similar al de ella, con la principal diferencia siendo su camisa de un color marrón verdoso y el pañuelo amarillo de rodeaba su cuello.
– como digas – rodó los ojos, no compartiendo ni su entusiasmo ni su optimismo – ¿y me recuerdas por qué estamos arrastrándolo? –
Ambos en estos momentos tenían sus alas desplegadas, y cada uno sostenía con ambos brazos unas cadenas que se conectaban a un trozo de metal sobre el que Atom estaba sentado.
– es que Atom no es muy veloz que digamos – susurró cubriendo su boca para que el boxeador no lo escuchara – si lo dejamos por su cuenta llegaría mañana con suerte –
La albina rodó los ojos, pero tampoco negó lo que escuchó.
El lado bueno era que al menos no tenían que cargarlo, eso habría sido más difícil considerando que se supone que pesa media tonelada.
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Uno pensaría que volar a través de un bosque lleno de árboles (que por algún motivo la radiación residual de la explosión del núcleo no asesinó) sería difícil y lleno de giros bruscos.
Y habría sido así de no ser porque ambos albinos fueron listos y siguieron la misma ruta que tomó el autobús escolar.
Incluso considerando que estuvieron arrastrando a Atom por todo el viaje, lograron llegar justo mientras los estudiantes empezaban a bajar del vehículo.
– genial, ahora sólo debemos presentarnos y- – empezó a decir N.
– espera – lo interrumpió V – mejor esperemos un poco, y haremos una estrada dramática – sugirió con una sonrisa mientras sacaba un chicle de uno de sus bolsillos y lo colocaba en su boca.
– uh, claro – respondió su compañero con una sonrisa.
El boxeador se levantó por mientras, y ladeó la cabeza con aparente confusión o curiosidad al ver al dron sobre el autobús con lo que parecían ser unas riendas en sus manos.
– entonces ¿sólo vamos a estar sin supervisión? – oyen preguntar a un dron.
– y esa es nuestra señal – murmura V mientras le guiña el ojo al albino de manera cómplice.
Ella inmediatamente se eleva, siendo seguida por N, y entonces ambos salen disparados hacia el grupo, aterrizando frente a ellos y provocando un ligero retumbar en el suelo.
Atom, inconsciente o ignorando ese evento, simplemente camina a paso relajado hacia su "mánager".
– ¡bienvenidos campistas! – saluda el albino con ánimo.
V a su lado hace un pequeño globo con el chicle que masticaba.
– ¡hagamos un conteo! ¡uno…dos…! – se señala a sí mismo y luego a su compañera, para entonces quedarse callado mientras esperaba a que el resto de estudiantes continuara.
Pero nadie habló debido al miedo que sentían.
N hizo una mueca, notando que los atuendos realmente no los estaban tranquilizando como él esperaba.
Quizás necesitaban algo para romper el hielo.
BANG
Uno de los drones recibió un disparo en medio del visor y cayó muerto, muy para el horror del resto.
Inmediatamente los estudiantes aún vivos se pusieron firmes uno al lado del otro e hicieron un saludo militar con ojos temerosos, para que entonces cada uno gritara un número.
No era lo que él esperaba, pero también sirve.
– ¡esos son todos! – anunció animado mientras escribía en una libreta (en realidad estaba dibujando un perro) – menos uno… – le susurra a V dándole una mirada de reproche.
Ella sólo lo ignora con una expresión aburrida.
– tenemos muchas actividades distractoras planeadas – anuncia – así que nada de escabullirse a escondidas para investigar – dice entre dientes mientras mira de reojo a Uzi.
Ella nota eso y desvía la mirada con un leve sonrojo, notando entonces que Atom se había puesto a su lado.
La obrera ahuecó los ojos por un instante, no esperando que el boxeador se acercara tan sigilosamente a ella ¿tan distraída estuvo?
Aunque admitía que N no se veía nada mal con ese atuendo de explorador…
Agitó la cabeza, tenía que concentrarse.
– suena bien N-minem – fue sacada de sus pensamientos al escuchar a Thad llamando al albino por ese curioso apodo.
– cualquier cosa por mi amiguis – Lizzy también se acercó cuando terminó de saquear el cadáver.
El ver a los dos chicos populares del salón acercarse con tal confianza a los drones asesinos pareció tranquilizar a sus compañeros.
Quizás también debería aportar su grano de arena.
– uh, s-sí – al decir eso se gana la atención del resto, quienes la miran con ojos ahuecados – ellos son, uh, mis amigos también, así que… son cool – nunca en su vida se había sentido tan avergonzada como en ese momento.
Hay un ligero silencio que le hace notar que todos sus compañeros la miran de forma temerosa, para entonces salir corriendo asustados hacia los albinos.
No puede evitar molestarse y deprimirse un poco ante eso, pensar que le temen más a ella que a los que literalmente son sus depredadores "naturales".
Unas palmaditas en la cabeza le hacen recordar que el gigante metálico sigue junto a ella, y la tranquilizan un poco.
Aunque sí le molestó ver cómo una de las chicas tomaba la mano de N, mientras que otra pareció tratar de actuar "linda" tras que V revelara que él era un piloto.
Sacudió la cabeza para regresar al mundo real, y notó que N la miraba preocupado.
Con unos gestos le dijo que iría a investigar, y que confiaba en él para mantener a los estudiantes ocupados.
Tras verlo asentir, se dio media vuelta y comenzó a caminar, siendo seguida por Atom.
Tenía cosas que investigar.
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La caminata fue tranquila, sólo oyéndose el sonido del viento y las pesadas pisadas de Atom sobre la nieve.
No les tomó mucho tiempo llegar hasta una instalación en decadencia en medio del bosque.
Al llegar a la puerta, Uzi notó un candado que la trababa y mantenía cerrada.
Parecía que lo que hubiera dentro era importante, por lo que decidió entrar.
– COMANDO: JAB – ordenó, a lo que el campeón derribó la puerta sin mayor problema, asustando a una pequeña cucaracha robot que merodeaba el interior del lugar.
Ella pudo haber usado su poder para romper el candado por su cuenta, pero había cierta satisfacción en ver a Atom rompiendo cosas.
La obrera ingresó sin mucho problema, pero el autómata tuvo que agacharse para caber por el portal de la puerta.
Usando una linterna que levitaba con el Absolute Solver, empezó a examinar el lugar.
No había mucho que ver, y se notaba que nadie había estado allí por años (si el gran agujero en una de las paredes era un indicativo).
Vio un papel colgado en una de las paredes que llamó su atención, y lo levitó hacia ella para ver su contenido.
Era lo que parecía ser un calendario con fotos de perros, y algunas fechas estaban tachadas y otras tenían escritas algunas órdenes o planes.
"EVACUAR A TODOS LOS PERROS/ sólo en caso de que algo pase YQS"
"GENIAL/ hicimos eso / es canon"
"¡ADEMÁS TODOS LOS PERROS AHORA SON INMORTALES! ¡Gracias a poder de la CIENCIA!"
Parecía que quien fuera que solía estar aquí era amante de los perros.
Uzi no recordaba haber visto animales en las memorias de Atom en Copper, pero claro, tampoco habían visto mucho sobre el asunto debido a las revelaciones de V y el "quiebre" de N.
Suspiró al recordar eso.
Todo el asunto del tal "Tobías Kenton" parecía ser algo muy fuerte para ellos dos.
No le sorprendía tanto de su amigo, él era bastante sentimental para ser un dron de… para ser un dron la verdad.
Pero con la albina, verla tan afectada emocionalmente por algo era muy raro.
Ese humano en serio debió ser importante para ella si el mero recuerdo la hizo reaccionar así.
Un ligero sonido metálico llamó su atención y la hizo mirar hacia otra habitación.
No vio nada, pero no se convenció tan fácilmente de que no había peligro.
Siguió mirando con sospecha, hasta que vio que por la pared se asomó una mano blanca.
Del susto desactivó el Absolute Solver, soltando la linterna.
Reaccionando rápidamente pudo atraparla en el aire, pero cual película de terror empezó a fallar y se apagó por un instante.
Asustada, Uzi le dio varios golpes hasta que se volvió a encender.
Volvió a apuntar con la linterna, ahora en sus manos, hacia la habitación que antes estuvo mirando.
Unos sonidos de pasos pesados la hicieron dar un salto, y apuntó con la luz hacia el sonido.
Sólo para encontrarse con Atom acercándose a ella con aparente preocupación.
– ugh, Atom, no me asustes así – se quejó, pero internamente estaba agradecida de su presencia.
Tenerlo cerca la tranquilizaba.
– ¡AHHH! – se oyó repentinamente un grito proveniente del exterior.
Viendo una ventana, la pelivioleta se acercó velozmente para ver lo que pasaba.
Sólo para encontrarse con la vista de sus compañeros de clase sobre unas canoas en el lago congelado.
El grito anterior se convirtió en risas mientras aparentemente todos se divertían.
Dos drones que cargaban una canoa sobre la que estaban V y Lizzy se acercaron al bote en el que N y otros drones estaban, y de una patada hicieron que todos se cayeran.
Excepto que N se movió lo suficientemente rápido para detener la caída de una de las drones (Rebeca cree que se llama), a lo que ella pareció reaccionar nerviosa pero feliz.
Ver eso le trajo ciertas molestias en su núcleo, aunque no entendía el por qué.
Pero tampoco tuvo tiempo de pensarlo, dado que repentinamente el símbolo del Absolute Solver se manifestó en su ojo izquierdo y quebró la ventana.
Uzi retrocedió asustada, para inmediatamente empezar a sentir dolor por el sobrecalentamiento que empezó a experimentar.
Entre el cartel de "temperatura alta" pudo ver que Atom se acercaba hacia ella.
– ¡SAL DE AQUÍ! – le gritó mientras se quitaba su mochila.
El boxeador se detuvo y la miró.
– COMANDO: SAL AFUERA – ordenó.
Sin poder resistirse al comando de voz, el autómata obedece.
Uzi lo último que quería era que Atom presenciara lo que estaba por hacer.
Abriendo su mochila, la obrera vio un brazo de dron que había tomado de la casas de Doll antes del viaje.
Jadeando fuertemente por el sobrecalentamiento, estiró su mano para alcanzarlo.
– ¿qué tenemos por aquí? –
Esa conocida voz la hizo sentir pavor, y al levantar la mirada la vio: V.
Se estaba asomando por una madera de soporte del techo de la cabaña.
Mientras ella bajaba del techo con ayuda de sus garras, Uzi velozmente cerró su mochila y la arrojó a un costado.
– hey… idiota – intentó actuar normal – uh ¿no estabas con-? – no llega a terminar porque es interrumpida.
– ¿no nos habías dicho que ibas a buscar pistas en este campamento? Yo te veo simplemente espiando por la ventana como una inadaptada social – cuestionó.
La obrera francamente quería interpretar eso como una burla, pero la mirada seria que le estaba dando la albina sumada a sus manos en su cadera la hacía dudar.
– estoy investigando – se defiende mientras le da la espalda – simplemente estoy… feliz de que ustedes estén haciendo amigos – dijo tratando de sonar honesta.
No tuvo mucho éxito.
– ptt, es más como cuando los humanos juegan con las ovejas, alguno de ellos será mi comida esta noche – admite la asesina – pero por otro lado, tú y yo tenemos que hablar –
Cuando la pelivioleta se giró para verla, se encontró con una mirada seria.
– ¿qué hay que decir? – responde de forma agresiva.
V suelta un suspiro, nada emocionada por la conversación que estaban por tener.
– mira tostadora – juntó sus manos en un ligero aplauso – no voy a dar muchas vueltas con esto, no te agrado ni tú me agradas, y créeme que si pudiera ya te habría arrancado la cabeza –
– "no me digas" – responde con claro sarcasmo.
– pero eres importante para N – continúa, ignorando el comentario – y créeme que eso es lo único que me hace frenarme –
– tengo a Atom – se defiende.
La albina no dice nada en respuesta.
En su lugar, cambia su brazo derecho por una familiar máquina.
Un cañón EMP.
La obrera ahueca los ojos al ver eso.
– seme honesta ¿en serio crees que él, que fue creado hace 1000 años, podría resistir un pulso electromagnético? – amenazó – tal vez no lo destruya en sí, pero sin dudas lo dejará muy afectado –
Uzi retrocede un paso por reflejo, antes de agitar la cabeza y ver molesta a la asesina.
– bien, probaste tu punto, eres taaaaaaan superior y debemos besarte las agujas que tienes por pies y bla-bla-bla – se cruza de brazos.
Fue entonces que se acordó de un pequeño detalle.
– espera, si tienes eso igual que J ¿por qué no lo usaste en la pelea contra Doll? – preguntó molesta.
Eso habría sido demasiado útil para derrotarla y luego atraparla para sacarle respuestas.
– en ese momento mis reservas de aceite no estaban en su mejor punto – explica – si lo intentaba no tendría un buen rango y corría el riesgo de sobrecalentarme demasiado, no gracias – rueda los ojos, para entonces sacudir la cabeza y guardar el cañón – pero ese no es el punto –
Entonces ambas cruzan miradas.
– deja de usar ese programa – ordena.
– ¿qué? – de todas las cosas que V podía decirle, esa no era una que se esperara.
– ese programa, A-S porque me niego a pronunciar su nombre, que tú y la rusa poseen… no lo uses –
– espera – puso sus manos frente a ella a modo de énfasis – finalmente tengo una forma de defenderme ¿y quieres que no la use? –
– no tienes idea de lo que eso puede provocar – advierte.
– ¿y tú sí? – pregunta molesta.
– sé lo que le hace a drones idiotas que juegan con lo que no deben –
– ¡¿puedes dejar de ser vaga y críptica!? – Uzi se estaba hartando de los misterios – ¡si sabes algo dímelo de una buena vez! –
La albina guarda silencio pero mantiene su mirada seria.
– hace décadas, una dron con el A-S fue la que provocó un genocidio en la mansión donde yo trabajaba – reveló, muy para la sorpresa de la pelivioleta – yo era una dron de trabajo, ni siquiera era una obrera, así que te imaginarás qué tan útil fui en aquel momento – pasa de largo de ella para ver por lo que queda de la ventana el cielo nocturno.
– ¿y N no…? –
– no lo recuerda, no – confirma – ya fuera por acción directa de esa dron, o porque él mismo las selló para olvidarlo todo, no tiene memorias de aquel suceso, o los eventos anteriores –
– … ¿por qué me cuentas esto? –
– querías que dejara de ser "vaga" y "críptica" ¿no?, entonces soy directa – vuelve a encararla – ese símbolo es la causa de varias cosas de las que actualmente me arrepiento, y si tengo que matarte para asegurarme de que no se repita – saca sus garras y coloca una en el cuello de la obrera – lo haría con placer –
Ella en respuesta le da un manotazo al apéndice y retrocede.
– pero como dije antes, N te adora, y eso es lo único que te está salvando de momento –
Uzi apretó los dientes.
– ¿crees que voy a terminar como esa dron? –
– tal vez… o tal vez no – admite – por eso te digo que no lo uses, y sólo entonces quizás aún haya salvación para ti –
– ¿ni siquiera estás segura? –
– eres la primera con la que tengo esta consideración, al resto las eliminé sin dudar –
La obrera quedó muda ante eso, un ligero malestar se empezó a formar en su interior.
– ¿como la madre de Doll? ¿Como mí madre? – pregunta enojada.
– vi una obrera con un símbolo demasiado familiar para mi gusto en su ojo y la seguí hasta su hogar, la pequeña obrera en el armario se salvó de suerte – admite – ¿pero tu madre? No fui yo quien lo hizo –
– ¿por qué debo creerte? –
– porque estás viva –
Eso la dejó callada.
Su padre nunca le dijo quién había sido el dron que inyectó a su madre.
Temía enterarse sobre quién fue el que realmente lo hizo, por lo que culpar a V era la idea que más le gustaba.
– ¿ni siquiera sientes empatía? – preguntó – todos los drones que asesinaste sólo porque eran un peligro potencial ¿no te provocan anda? –
– lo único que siento, es el aceite chorreando por mis garras – dijo de forma fría – y no pienso disculparme –
– claro, porque no tienes idea de lo que es perder a alguien que amas sin poder hacer nada – escupió.
Eso pareció generar un cambio en la albina.
Antes su mirada era seria y casi indiferente.
Pero ahora sus ojos se veían fruncidos y ahuecados.
Uzi sonrió un poco, de forma apenas perceptible.
Parecía que había tocado un punto sensible.
– tú no sabes nada – dijo de forma lenta, amenazante.
– si no sé "nada" ¿entonces por qué pareces afectada? – la obrera sintió que volvió a tomar las riendas.
Silencio fue todo lo que recibió como respuesta.
– es gracioso, pensar que incluso tú te preocupas por alguien ¿eh? ¿Señorita "y aun así no siento nada"? ¿O acaso te refieres a J? Porque de eso no pienso disculparme – repitió sus mismas palabras.
– no me importa que hayas matado a J – respondió finalmente – ella fue la tonta que se distrajo y te dio la oportunidad de defenderte – desestimó mirando sus garras.
Desconocido para Uzi, V por dentro estaba resistiendo el deseo de decapitarla en ese preciso instante por lo que estaba diciendo.
Ella estuvo por casi 20 años lastimando sin parar de forma indirecta a alguien a quien tanto estima, solamente para que no descubriera la verdad y fuera herido incluso más.
N no debía recordar a Cyn por nada del mundo. No debía recordar todas las atrocidades que aquella dron que veía como una hermana pequeña cometió.
No debía recordar lo que pasó en la mansión aquel día.
Tomando aire y soltándolo todo con un suspiro, la albina relajó su mente.
Por N, por su compañero, tenía que tratar de convencer a esa terca dron de dejar de usar ese maldito programa.
No quería que volviera a pasar por algo similar a lo de la noche anterior.
La moradita y ella eran sus únicos pilares que lo mantenían cuerdo actualmente, si una llegaba a desaparecer y la otra era la causa de ello…
No quería ni imaginarse lo que podría pasar.
– Tobías Kenton – dijo, llamando la atención de la obrera – él fue quien me rescató y reconstruyó después de que fuera enviada a ser desensamblada, él y su prima Tessa –
– ya sé eso – recriminó Uzi.
– sabes que pasó ¿pero sabes lo que significa? –
Ante eso la dron edgy no pudo responder.
– prácticamente obtuve un nuevo cuerpo, nuevo software… lo único que conservaba de antes eran mis memorias – explicó – prácticamente fue como volver a nacer –
– espera… ¿estás diciendo que…? –
– Tobías prácticamente fue mi padre – asintió, desviando la mirada.
Uzi no sabía qué decir al respecto.
– la última vez que lo vi nos había pedido que cuidáramos de su prima, antes de que fuera enviado a alguna de las colonias humanas en otro planeta… aunque nunca supe a cuál – admitió.
La obrera pudo ver cómo apretó las garras tras decir eso.
– había mantenido la esperanza de que quizás algún día podría volver a verlo, no me importaba si se enojaba conmigo por las cosas que he hecho, si me regañaba… sólo me hubiera gustado volver a verlo –
Soltando un suspiro, dejó caer sus hombros.
– no fue sino hasta ayer que descubrí que había sido enviado a este sucio planeta minero – dijo mientras pateaba un trozo de madera rota en el suelo – y sabes cómo terminaron todos los humanos que habitaban aquí –
No hacía falta decir más, era literalmente el evento más relevante que ocurrió en ese planeta.
– así que sí, sé perfectamente lo que es perder a alguien que amas, y enterarte sólo cuando ya es demasiado tarde para hacer algo al respecto –
Tras eso, un silencio inundó la cabaña.
– supongo… que realmente ninguna tiene el terreno alto aquí ¿eh? – habló finalmente la obrera.
– cállate, no estamos teniendo una conexión emocional – recriminó la albina.
La dron edgy frunció el ceño al oírla, sintiendo un extraño deja vú.
– ugh, bien, intentaré no seguir usando el Absolute Solver, en tanto pueda evitarlo al menos – concedió – PERO después de esto vas a contarme todo lo que sabes, nada de ser críptica ni misteriosa ¿entendido? –
En serio que empezaba a odiar los secretos tanto como ese maldito planeta.
– bien – acepta – pero nada de lo que te diga debe llegar a N ¿entendido? –
Uzi asintió, y extendió su mano.
V guardó sus garras, y ambas estrecharon las manos.
No se agradaban, pero compartían aprecio por el mismo dron.
– N ya hace todo lo que puede por protegerte, y mientras no uses esa cosa entonces yo también trataré de evitar que salgas lastimada – aseguró la asesina.
– si me consiguen materiales y una buena fuente de energía entonces podré recrear mi railgun, y con tal potencia de fuego no lo voy a necesitar –
– …lo tendré en cuenta – asintió, para luego darse la vuelta – mejor regreso antes de que N piense que vine a atacarte – se trepa al techo y sale por el agujero por el que entró.
Uzi miró eso con una mirada plana.
– ¿no le gusta usar puertas o algo así? –
Fue a buscar su mochila, y encontró una robo cucaracha aplastada.
Ella hizo una mueca, y se preparó para usar el Absolute Solver para repararla, sólo para detenerse en seco.
– perdón amiguito – se colocó la mochila en su espalda y caminó por la cabaña.
Notó entonces que en cierta zona sus pasos sonaban diferentes.
Se agachó y dio un par de golpes a la madera.
knock knock knock
Era hueco.
Su primer instinto habría sido usar su poder para romper la madera, pero se contuvo.
No podía romper el trato a menos de 5 minutos de haberlo formado.
Se preguntó cómo podía abrirlo, hasta que sus ojos se abrieron y se dio una palmada en el visor.
– dúh, tengo un maldito campeón de boxeo en marcado rápido – se recriminó a sí misma – COMANDO: VEN AQUÍ –
El gran robot no se hizo esperar, llegando rápidamente hasta ella.
Aparentemente se había tomado literal la parte de "salir afuera", porque sólo salió por la puerta y no se alejó más.
– anciano astuto – murmuró – COMANDO: ROMPE EL SUELO – señaló la zona que descubrió que era hueca.
Atom miró a donde ella apuntaba y levantó el brazo, entonces lanzó un puñetazo mientras reacomodaba una de sus piernas para mantener el equilibrio y la fuerza.
El gran apéndice robótico atravesó sin problemas la podrida madera del suelo, y Uzi aprovechó el nuevo agujero para seguir sacando madera hasta formar un agujero lo suficientemente grande.
Una vez abierto el suelo, se encontraron con un obrero muerto rodeado de varios papeles con notas y/o dibujos similares a los que su madre hizo.
Se metió en el agujero para tratar de ver mejor los papeles, llevando su linterna también.
Se encontró con dibujos inentendiblemente siniestros, y un papel rasgado donde se leía "marcado para desensamblar, forma apropiada para deshacerse de IAs".
Había otras cosas más escritas, pero por el aceite no se llegaba a leer.
Notó algo atravesando el papel y lo volteó para ver qué era, encontrándose con una especie de "garra" insertada en este.
También tenía escrito "este lado fue intencionalmente dejado en blanco", pero lo ignoró.
Colocó su linterna en su boca para liberar su mano y entonces sacó la garra para verla mejor.
Pero rápidamente tiró los papeles y agarró la linterna, pues era incómodo.
Sintió entonces algo trepando por su brazo, y al mirar se encontró con una robo cucaracha con luces verdes.
Sintiéndose ligeramente asqueada le dio un manotazo, pero al sacar su mano vio que el insecto no sólo había esquivado el golpe, sino que también se había trasladado a su otro brazo.
Al hacerlo manifestó un holograma con forma de cuadro de texto, habiendo enviado un ":(".
Confundida, Uzi lo acercó a su cara para intentar verlo mejor, pero en ese momento el pequeño bot pareció escanearla.
Al terminar se enderezó y mostró otro holograma que se asemejaba más a un cuadro de chat.
"BIENVENIDA DE NUEVO [002]"
"¿en qué puedo ayudarte hoy?"
Se leía sobre el chat, y entonces aparecieron cuadros de mensajes con diferentes opciones.
"PROPORCIONAR TARJETA DE TIEMPO"
"RACLAMAR PTO"
"REGISTRAR QUEJA SOBRE LA CÁMARA DE TORTURA"
"ACABA CON MI SUFRIMIENTO (OFERTA PROMOCIONAL DESCONTINUADA)"
"LLAMAR ELEVADOR"
Tras leer las opciones, la que más le llamó la atención fue la última (también la cámara de tortura, pero eso sería luego).
– ¿"elevador"? – murmuró sin entender.
Pero el insecto pareció interpretar eso como una respuesta, pues la pregunta "¿elevador?" apareció en el chat.
No tardó mucho en aparecer una respuesta.
"ACÉRQUEME AL SENSOR DE PROXIMIDAD (LABORATORIOS SÍNDROME DE CABAÑA)"
– ¿dónde queda eso? ¿Qué eres tú? –
Ambas preguntas aparecieron en el chat, y tras unos segundos su respuesta apareció.
"RESPUESTA INVÁLIDA"
Uzi supuso que no obtendría respuestas del insecto, pero quizás conocía a alguien que sí.
Se dio la vuelta para tratar de salir del agujero, y notó entonces que Atom se había volteado y se puso en guardia por alguna razón.
– ¿Atom? – eso pareció llamar su atención, pues se giró para mirarla.
La obrera no estaba segura de qué había pasado, pero podría averiguarlo luego.
Siempre podía ver sus memorias.
– COMANDO: AYÚDAME A SALIR – comandó mientras levantaba los brazos.
En respuesta, Atom se agachó y estiró sus brazos para alcanzarla… y entonces la sujeta por debajo de los brazos.
– ¿eh? – preguntó confundida mientras el boxeador la levantaba.
Una vez de pie, la obrera ganó un sonrojo de vergüenza por el cómo la sostenía.
– ¡b-bájame Atom! – gritó mientras intentaba zafarse del agarre del gigante, quien en respuesta sólo ladeó la cabeza.
Si alguien los viera en ese momento, no sería raro que pensara que eran padre e hija compartiendo un lindo momento.
.
.
.
Momentos atrás
Atom estaba observando a su "mánager" mientras ella buscaba algo entre los papeles que había en el agujero que ambos cavaron juntos.
¿para qué eran? No lo sabía.
Pero él estaba ahí para ella.
Él no era un robot sapiente, no tenía una IA capaz de realizar pensamientos complejos.
Sólo era un robot luchador.
No.
Sólo era un robot de entrenamiento.
Un robot hecho para ver y aprender.
Y algo que aprendió, fue el cubrir los puntos ciegos.
Fue por eso que sintió cuando ella apareció.
Volteándose velozmente, levantó la guardia y encaró al enemigo.
La misma dron de ojos rojos que hacía unos días le fue comandado el derrotar.
Doll.
Ella no pareció esperarse la presencia del boxeador, y antes de que este siquiera pudiera intentar atacar la rusa se desvaneció.
Atom mantuvo la guardia en alto, habiendo aprendido lo que la dron podía lograr cuando desaparecía tras ver que reaparecía en otro sitio para atacar.
Pero nada pasó por unos instantes.
– ¿Atom? – oyó a su "mánager" llamándolo.
Ella era capaz, él vio que ella no estaba indefensa, y era por ello que sabía que con ella atenta el peligro disminuía.
Con eso en cuenta, bajó la guardia y se volteó para verla.
Ella le ordenó sacarla del agujero.
Una pequeña memoria apareció en su CPU, una muy vieja memoria aprendida hacía más de 1000 años mientras estaba en modo de imitación.
Fue por esa memoria que se agachó y tomó a su mánager por debajo de sus pequeños brazos.
La última vez que hizo eso recibió una sonrisa como respuesta.
Y por eso se confundió cuando vio a su "mánager" pataleando entre su agarre.
¿Había hecho mal?
– ¿estás segura de esto? –
J no es alguien que suele cuestionar las decisiones de sus superiores, más cuando dicha persona es un familiar de su pa- creador.
– ¿de qué hablas? – preguntó Tessa como si nada.
– pedirle ayuda a esa dron ¿te parece que es buena idea? – aclara.
Cuando se encontraron con aquella obrera de habla rusa, el primer instinto de J fue intentar asesinarla.
Y cuando reveló no sólo la capacidad de utilizar el Absolute Solver, sino de tener cierto dominio sobre el mismo, directamente se preparó para sacar su cañón EMP.
Esa era su mejor arma contra drones infectados, pues era lo único que ese condenado programa no podía bloquear.
Sin embargo, Tessa la detuvo antes de poder hacerlo.
Viendo que aquella dron, Doll, puede usar el Absolute Solver para teletransportarse, la humana le sugirió un trato: conseguirles cierta llave y a cambio la ayudarían a curarse de los efectos de ese programa.
Claro que nunca le contaron que no había cura.
La rusa se había mostrado desconfiada al principio, cosa lógica para J dado que sin dudas ve a los humanos como los responsables de todo, pero finalmente aceptó.
Tessa animada le agradeció por aceptar y le envió las coordenadas de los laboratorio.
Con eso de paso podrían averiguar qué tan poderosa es esa teletransportación, saber si con unas coordenadas era suficiente o si se necesitaba algo más.
Y viendo cómo Doll se había retirado caminando, supusieron que era el segundo caso.
De igual forma, J no se fiaba de esa dron.
– oh, para nada – responde Tessa totalmente serena.
– ¿entonces por qué-? –
– ¿-le pedí ayuda? – la interrumpe – para empezar nos hubiera tomado demasiado tiempo el llegar a ese campamento y aún seguimos preparando varias cosas para la expedición a los demás laboratorios… ni siquiera sabemos cuántos son – explica – por no mencionar que esa dron tiene el solver, nos ayudará a tener una mejor idea sobre a qué nos enfrentamos –
Aún no muy segura de esa idea, la dron de coletas asintió.
Recordando algo se llevó una mano a su mentón.
– quizás haya otra – mencionó, llamando la atención de la humana.
– ¿otra qué? –
– otra dron con el Absolute Solver – aclara.
Si bien no podía ver la cara de Tessa debido al casco, con su lenguaje corporal podía hacerse una buena idea de la expresión que mostraba en ese momento, así de bien la conocía.
Y ahora seguramente estaba parpadeando.
– y no lo mencionaste antes porque… –
– no estoy segura si realmente lo tiene – admite – es una suposición basada en mis borrosas memorias de cuando me enfrentó, cuando le disparé estoy casi segura que algunas balas se desviaron antes de impactar –
– huh… supongo que eso explica por qué te mataron – reconoce la humana.
J en respuesta rueda los ojos.
– no fue sólo por ella, de hecho estaba a punto de asesinarla si no fuera por ese boxeador – gruñe por lo bajo.
– ¿"boxeador"? – pregunta confundida.
– era un robot, no dron, muy grande de quizás poco más de 2 metros, robusto para ser fuerte y resistente pero no demasiado como para perder velocidad… en lo que a mí respecta ese es un modelo de robot boxeador – explica.
– definitivamente es un robot boxeador – asiente la humana – no recordaba que hubieran traído de esos aquí… puede ser un problema si uno es infectado – dice preocupada, pero la dron niega con la cabeza.
– no creo que pueda infectarse, era un modelo viejo, probablemente de hace unos siglos atrás… definitivamente de mucho antes de que tuvieran conexión inalámbrica abierta –
– ¿será por eso que lo habrán traído? – pregunta al aire – no sé qué es lo que hacían en los laboratorios, pero si involucran al Absolute Solver entonces tendría sentido que tuvieran algunos bots que no pudieran ser infectados – teoriza.
– difícil saberlo – la albina se encoge de hombros.
– pensar que vería un robot boxeador después de tantos años ¿uh? – comenta al aire – de seguro a Tobi le hubiera gustado… – mira en dirección a la cápsula.
O más concretamente, al pedazo de cemento que J cortó con su láser para darle forma de lápida.
– Tessa… – murmuró la dron.
– estoy bien – asegura – sólo algo… nostálgica, supongo… –
.
.
.
– oooook… con cuidaaaaado… con cuidaaaaaaaaaaado – murmuró una Tessa de 10 años mientras caminaba con un libro sobre su cabeza y una copa fina llena con agua.
– vamos Tess, tú puedes – alienta Tobías desde una distancia que no la pusiera incómoda – trata de concentrarte en el libro sobre tu cabeza, y luego en la copa – aconseja.
Por supuesto que sus padres no se habrían conformado con que caminara con buena postura y sostuviera una copa elegante, sino que querían asegurarse hasta no tener dudas de que pueda hacer ambas cosas a la vez.
Y resultaba en una ardua tarea para la pequeña niña.
Afortunadamente tenía a su primo junto a ella para darle ánimos, y no a alguno de sus padres quienes criticaban cada mínimo detalle.
Dejó de caminar de golpe cuando sintió que el libro se tambaleaba.
Tobías vio eso con algo de alarma en su mirada, pero le dedicó una sonrisa y un pulgar en alto.
Tessa agradeció con su mirada el gesto (porque si asentía temía que el libro se cayera) y retomó su atención en mantener su equilibrio.
Odiaba estos "entrenamientos", pero tenía emociones mezcladas cuando su primo estaba presente.
Por un lado, su presencia los volvía más amenos, pero por el otro, le sacaban tiempo que podría usar para disfrutar más la compañía de su primo.
Por estar metida en sus pensamientos casi pierde el equilibrio, pero logró evitar caer o tirar el libro.
Sin embargo, hizo un mal movimiento con su mano izquierda.
Por el dolor cerró los ojos y movió la cabeza, tirando el libro sobre su mano derecha y haciéndola soltar la copa.
CRASH
– ¡Tessa! – su primo se preocupó al ver eso y se acercó.
– ¡e-estoy bien! – trató de disimular, pero Tobías no le creyó.
– y yo soy un androide – dijo con ironía – ¿qué pasó ahí? –
– y-yo… – desvió la mirada.
Su primo siguió mirándola por unos instantes, para entonces soltar un suspiro.
– iré a buscar una escoba, mejor que tus padres no vean esto – miró los escombros del piso para luego caminar hacia una de las puertas.
La niña agachó la mirada, odiaba tener que mentirle a Tobías.
Se frotó su muñeca izquierda intentando mitigar el dolor causado por las marcas que le dejaba la cadena con la que al ataban en su habitación a modo de castigo.
Si su primo se enteraba se preocuparía, y si él se preocupaba ella se pondría triste.
Por no hablar que sabía que él era un tanto impulsivo, y no había forma de saber qué haría si se llegaba a enterar.
Tratando de aclarar su mente de esos pensamientos, se agachó para levantar su libro.
Y justo en ese momento la puerta de la sala se abrió.
Sus hombros se enfriaron cuando vio de quién se trataba.
Era su madre.
Al principio se presentó con su usual mirada seria elegante, pero frunció el ceño cuando vio los restos de cristal en el suelo.
– Tessa James Elliott Kenton – la llamó, y al instante ella se levantó derecha.
– s-sí madre –
– ¿qué es esto? – señaló al suelo.
– y-yo… – frotó sus manos entre sí.
Su corazón latía a mil kilómetros por hora debido a su nerviosismo.
Sabía lo que le esperaba.
– ¡hey Tess! – oyó de repente la voz de Tobías – mira, esta vez seguro me sale –
Eso atrajo la atención de madre e hija, quienes se giraron para ver al joven.
Louisa frunció aún más el ceño mientras que Tessa abrió los ojos con alarma.
Ahí estaba su primo que originalmente fue a buscar una escoba, y ahora avanzaba con la mirada en alto manteniendo el equilibrio con una copa encima de su nariz.
Y para añadir preocupación al corazón de la niña, tenía otras dos copas llenas, una en cada mano.
– te lo dije, nada que dijeras iba a impedirme intentarlo – declaró, aparentemente no viendo a la mujer adulta.
Y hablando de su tía, ella estaba perdiendo la paciencia.
– mira, seguro que puedo dar una vuelta a la sala – avanzó, pero aparentemente perdió el equilibrio y se resbaló, cayendo sobre su espalda y tirando las copas.
CRASH
La niña se llevó sus manos a la boca en señal de preocupación.
– biscuits… – dijo adolorido pero igual levantó el pulgar – estoy bien –
– Tobías Kenton – llamó finalmente Louisa.
– ¿uh? – con lentitud el joven se levantó – oh, hola tía, no te vi entrar, perdón – se rió de buena manera.
– ¿de qué se trató eso? – preguntó ignorando su saludo.
– oh, simplemente me aburrí de estar viendo a Tess con su práctica – explicó con simpleza – ella me dijo que no lo hiciera, incluso más luego de romper la primer copa, pero como si dejara que una niña de 10 años me dé órdenes – se cruzó de brazos con una sonrisa de suficiencia mientras caminaba hacia ellas.
La niña temió cuando vio a su madre entrecerrar los ojos y abrir su abanico.
– sepas que te esperará un castigo –
– ¡genial! Con dos más el siguiente el gratis ¿verdad? – preguntó con aparente emoción.
SLAP
Los ojos de Tessa se abrieron con horror cuando vio a su madre darle una cachetada a Tobías.
– que te sirva de lección, tu padre no está aquí para protegerte hoy – cerrando su abanico, se retira de la sala.
Pero la atención de la pequeña está centrada en el adulto joven, quien se frotaba la mejilla con dolor.
– ugh, me mordí el cachete por dentro – se quejó.
– ¡¿por qué hiciste eso!? – grita la niña tras acercársele.
– meh, mi tía de por sí odia mis agallas, que se mantenga enfocada en mí por el momento – le resta importancia.
– Tobi… – Tessa se mostró triste.
Recibió ese golpe por su culpa.
– hey, vamos, no pongas esa cara – le coloca una mano en la cabeza – además, practico boxeo, golpes como ese no me hacen gran cosa – le revuelve el pelo.
– ¡hey! – se queja la niña.
– jaja, perdón, es que no me pude contener –
– no soy un perro – recriminó, a lo que Tobías levanta las manos en señal de rendición.
– jaja, no puedo evitarlo, soy un acariciador compulsivo, veo algo pequeño y adorable y no puedo evitar ponerle la mano encima… eso no se oyó bien – perdió su sonrisa.
Tessa ladeó la cabeza, confundida.
– ¿a qué te refieres? –
– te lo diré cuando crezcas – responde rápidamente.
Esa NO era una conversación que quería tener con una niña de 10 años, mucho menos si esta era su prima.
– en fin – se levanta y se sacude la ropa – juntemos los fragmentos y luego… ¡vamos a ver boxeo! Grabé la repetición de la pelea de anoche – alzó el puño.
– ¿estás seguro? Podríamos meternos en problemas –
– vaaaaaamoooooosss – rogó como un niño pequeño, provocando una risa en su prima.
A veces le costaba creer que él fuera mayor que ella.
Tobías fue a buscar una escoba y una pala de plástico para juntar las copas rotas.
Desafortunadamente para Tessa, cuando intentó levantar la pala sintió nuevamente dolor en su muñeca izquierda.
– ¿Tess? –
– ¡n-no es nada! –
Su primo le dio una mirada plana, y la pequeña se rindió.
Con suavidad, el varón le tomó la mano y levantó la manga, pudiendo ver la piel irritada en la muñeca.
Tessa pudo ver claramente cómo la mirada preocupada de Tobías cambiaba a una molesta.
– esto es demasiado – murmuró.
– descuida… estoy acostumbrada – trató de tranquilizarlo.
No lo consiguió.
– eso sólo lo hace peor – apretó los dientes – maldita familia rica – murmuró con veneno.
Incluso si la sociedad avanzaba, algunos viejos problemas nunca desaparecerían.
Una familia adinerada como lo son los Elliott podía siempre salirse con la suya sin importar qué es lo que hicieran.
Sólo era cuestión de darle el suficiente dinero a la gente adecuada.
Si intentaran llamar a servicios infantiles, podrían sobornarlos para que hicieran la vista gorda.
Si iban con la policía, más de lo mismo.
Si quisieran incluso podrían echarles la culpa a los Kenton de los abusos de la pequeña, pero eso traería ciertas controversias que no les convenían.
Con Tessa siendo tan joven, nadie tomaría su palabra en serio.
Tobías sabía bien todo eso, y lo molestaba más que cualquier otra cosa.
– vamos por el botiquín, no es bueno dejar eso sin tratar –
– eso no es… – trató de decir, pero su primo no pensaba darle la chance.
– y una mierda no lo es – contradijo – vamos a mi habitación temporal, le pediré a V que busque el botiquín, J ya debe estar preparando las cosas para ver el show –
Tessa agachó la cabeza, aunque sonrió un poco ante la preocupación genuina de su familiar.
– ¿sabes? Iba a dejártelo de sorpresa – eso le llamó la atención – pero la próxima vez que venga traeré un dron designado para desensamble… y dejaré que tú misma lo repares como desees –
Su prima lo miró con ojos bien abiertos.
– ¡¿de verdad!? – preguntó con total emoción.
– claro – asintió – luego de que me ayudaste con V opino que ya estás lista para-UFF – fue interrumpido por un fuerte abrazo.
Aunque inmediatamente ella lo soltó debido al dolor de su muñeca.
– jeje, mejor vamos por ese botiquín –
.
.
.
– ¡jefa! – la voz de J la sacó de sus pensamientos.
Al girarse a verla, ella señaló a la dron de habla rusa que apareció como si fuese un glitch de vídeo.
Y se veía nerviosa, o asustada.
– hey hola, veo que regresaste ¿tuviste suerte? – preguntó animada la humana mientras se acercaba.
Doll le dio una mirada enojada, para entonces hablar.
– Я нашел ключ, но первым его нашел другой дрон (encontré la llave, pero otra dron la encontró primero) –
Gracias al traductor integrado del casco que transcribió las palabras a su idioma, Tessa pudo entender lo que dijo.
– ¿y cómo es eso un problema? – preguntó.
– Я был не один, я был рядом с этим гигантским роботом (no estaba sola, estaba junto a ese gigantesco robot) – explicó – тот же, кто победил тебя (ese mismo que te derrotó) – miró hacia J.
– ¿esa cosa vieja? – preguntó incrédula – ¿tú tampoco puedes contra él? –
– ничто из того, что вы в него бросаете, не сможет сделать больше, чем заставить его отступить (nada que le lance puede hacerle más que obligarlo a retroceder) – se justificó – и я тоже не могу это контролировать, оно слишком старое (y tampoco puedo controlarlo, es demasiado antiguo) –
– huh, supongo que acerté – reconoció la humana – ¿entonces ese robot es demasiado para ti? – la dron de ojos rojos asintió.
– Если бы не тот Атом, он, несомненно, смог бы забрать ключ у Узи (si ese tal Atom no estuviera presente, sin dudas habría podido arrebatarle la llave a Uzi) – aseguró, no notando cómo los hombros de la humana se tensaron – Она была одна, без него у нее не было бы никаких проблем (ella estaba sola, sin él no habría tenido problemas) – desvió la mirada con frustración.
Pero al volver a mirar al frente, se encontró con que la humana se había acercado demasiado a ella.
Por reflejo retrocedió, viendo sus propios ojos ahuecados reflejados en el casco de la mujer.
– ¿Tessa? – preguntó J sin entender.
La humana se quedó en silencio por unos instantes, hasta que finalmente encontró la voz para hablar.
– ¿acaso dijiste… "Atom"? –
Cap número 11 damas y caballeros :D
La verdad maldije bastante mientras escribía este capítulo, Word decidió empezar a trolearme dejando de funcionar varias veces luego de escribir como 2 páginas sin guardar :'c
Pero dejando de lado mis traumas, toca hablar del capítulo.
Las cosas empiezan a cambiar ligeramente: V trata de hablar con Uzi sin amenazarla abiertamente, y esta parece empezar a limitarse un poco con el Absolute Solver ¿será suficiente como para evitar la masacre de Te- *ejem* del campamento?
Doll parece haber quedado traumada tras casi morir a manos de Atom (comprensible) mientras que Tessa parece haber hecho un descubrimiento.
¿qué pasará ahora? Quédense acá para averiguarlo.
Sin más que decir.
Hasta la próxima.
