Capitulo II

La flor del norte

La mañana esparció la tenue neblina lentamente de las tierras heladas, dos puntos negros entre la blancura de la tierra muerta se movían, uno detrás de otro.

-¡Es imposible!- gritó

-No pienso hablar más de ello-

-No cambies el tema, me prometiste que yo les acompañaría, hemos entrenado juntos desde niños, somos un equipo, ¿Por qué me sacaron? ¿Por esto? -Se señaló el pecho.

-No es por que tengas… aaaaggh, eres tan terca- se llevó las manos a la cien nervioso.

-No me hagas esto Kakashi- sus ojos esmeralda comenzaban a llenarse de lágrimas.

-¿Por qué insistes tanto en ello Sakura?-

-Tú sabes por qué…,yo, yo solo quiero estar con mi equipo- La furia se callaba en los pliegues morados que eran sus labios ahora.

El hombre de cabello gris la miró con tristeza.

-Solo hay una forma de que seas parte del equipo ahora que la diferencia de capacidad por no decir altura es más notoria- Sakura levantó la mirada con ilusión

-¿Por qué no me lo dijiste?-

-Porque quería evitarlo, obviamente, eres mi alumna, se que eres fuerte pero eso no significa que quiera que te lastimen-

-¿Lastimarme? ¿Dudas de mi capacidad de nuevo?- lo miró furiosa.

-No lo hago, ya te lo dije… la misión de la guardia es llevar a Hinata a salvo al castillo oeste, hay muchos peligros que acechan en el camino pero nada para lo que no estés preparada- suspiró –ese no es el problema…- la miró. –tienes que vencer a Pain ya que esta misión no se trata de equipos, se trata de fuerza-

-Lo haré- respondió decidida, Kakashi sabía que a estas alturas no podría detenerla.

-Arreglare todo… mañana pelearas contra el tercer guerrero más fuerte después de Naruto y Sasuke- se sobo las cienes - Él no es como ellos, así que no pienses que se dejara ganar solo por tu lindo rostro y… -

-Lo conozco mejor de lo que crees…- susurró lastimada pero con una llama encendida en sus ojos haciéndolos vibrar.

-Lo hago, es por eso que temo, se que querrás ganar aun que de eso dependa tu propia vida-

Sakura sonrió- No moriré, mi equipo me necesita viva para acompañarlos, empuño su blanca mano con determinación.

La misma noche que despedían hace unas horas era la misma que ahora se abría paso colándose a las orillas del sol. Haciendo bajar la temperatura.

La pelirosa quien llevaba solo unos minutos de pie afuera de aquella casa enlocetada dudaba si lo que haría sería una buena idea, miró el techo con aquella chimenea sacando humo a borbotones. Enfundo sus mangas y trepó como cuando niña aquellas paredes de piedra, oculta por la noche, desechando que fuera una mala idea del todo.

-Pss… - siseo sosteniéndose de unas piedras que sobresalían de la pared – Naruto- tocó nuevamente. El rubio que se encontraba dentro del cuarto se asomó curioso y sorprendido, justo cuando abría la ventana una loza que recibía el mayor peso de la mujer cedió a la presión y cayo haciendo que Sakura se tambaleara.

-Pero que… ¡¿Sakura?!- se apresuró a sostener a la chica con fuerza, su rostro asomaba mil emociones, pero el miedo era el protagonista. –Ven acá- la tomó de la cintura bajándola con cuidado, ignorando la cercanía que ello provocaba, Sakura aún más ajena a sus emociones se apoyo en su pecho acercando su rostro inocente. Naruto la soltó nervioso.

-¿Qué rayos haces aquí Sakura?- el tartamudeo de su voz fue imperceptible para ambos.

-Tienes mucho que explicarme Uzumaki- fue ella quien lo retó, pasando por alto darle las gracias –Sasuke me dijo lo de Hinata- -¿Qué esta pasando entre ustedes? ¿Por qué no me lo contaste?- Soltó con tristeza, fingiendo saber más de lo que realmente sabia.

-No esta pasando nada…-

-Naruto….- insistió -Creí que era tu mejor amiga, si vas… - tragó con un nudo en el estómago – Si vas a ser el próximo rey al menos deberías contárselo a tu mejor amiga- Su intento por sonar burlona y juguetona fue reemplazado por una tristeza desconocida. Camino hasta la pequeña cama de su compañero y se sentó frotándose las manos.

-No seas ingenua, eso es imposible- Naruto giró los ojos y con la delicadeza de un guerrero se hinco frente a ella y comenzó a calentarle las manos como si de una niña se tratase.

-Todos sabemos de los sentimientos de la princesa por ti, eres un guerrero fuerte- susurró perdida en la caricia de la que era receptora, misma que expresaba más de lo que ella pudiera comprender.

-Sakura… te hice una promesa- Se miraron, la llama de la chimenea vibro en los ojos azules.

-No puedo creer que recuerdes esa tonta promesa- Soltó un bufido mientras apartaba sus manos y se sacaba los guantes poniéndose de pie y dándole la espalda mientras se acercaba a la chimenea.

-No digas eso, no lo es- Sus orbes azules fijos en cada detalle suspiraban palabras inaudibles.

-Sé que las cosas cambiaron, y no quiero que te preocupes por eso Naruto- Lo miró de reojo -… yo tengo mis propios planes, solo te pido que no le digas a nadie de ello, ¿vale?- Naruto la tomó del brazo y la acerco haciendo que su nariz rozara la frente de ella, Sakura parpadeo sorprendida, Naruto se veía molesto.

-Te hice una promesa, no lo he olvidado- Su aliento fresco la hizo temblar por unos segundos, cuando el ambiente comenzó a sentirse extrañamente embriagador y pesado la soltó temeroso de la poca voluntad con la que contaba cerca de ella.

-Creo que el destino de cada uno de nosotros ya está escrito, siempre creí que tu futuro sería prometedor, y no me equivoque- sonrió melancólica -Tu futuro está aquí, eres un gran guerrero, quizá próximamente la mano derecha del Rey-

-¿Lo crees?- soltó irónico mientras se cruzaba de brazos.

-Lo sé, quizá… las cosas no iban a funcionar así, si Hinata te elije a ti puedes hacer mucho más por nosotros que de cualquier otra manera- Sus propias palabras salían ajenas a su voluntad, permitiéndole a una oscura parte de ella misma expresar quizá los temores que guardaba en el corazón.

-¿Te parece que es lo que quiero?- busco sus ojos en la semi-penumbra, deseando ver si quiera un atisbo de dolor o inconformidad en el jade de ella.

-Naruto… el rey necesita un heredero-

-No seas tonta Sakura, el rey ya tiene sus planes para Hinata, y yo estoy feliz por esos planes-

-No será difícil para ti ganarte su aprobación- insistió

-¿Por qué insistes tanto en ello? ¿Es lo que quieres?- Sakura lo miró dolida pero no tanto como él la miraba a ella.

-¿Por qué haces esto más difícil?- susurró evitando mirarle.

-Eres tú la que lo complica todo, se bien lo que debo hacer, solo te pido que esperes- Un sonido escaleras abajo alertó a los jóvenes.

-¡Naruto!- Era Kakashi.

-Quédate a cenar- Le tomo la mano, la ojiverde lo miró dubitativa restándole importancia a su gesto.

-No creo que sea correcto… a estas horas no debería estar aquí- se llevó tímidamente un mechón tras la oreja.

-Espera, te acompaño a tu casa- Sakura se soltó nerviosa

-No, está bien así… Naruto yo…- bajó la mirada sabiendo lo que se avecinaba, movió los dedos inquieta -mañana me enfrentare a Pain- Alzó la vista para encontrarse con la mirada en shock del rubio. La tomó de los hombros con violencia y la obligo a mirarlo.

-¿¡Qué demonios sucede contigo¡?- gruño bajo,Sakura se soltó ofendida.

-Antes que mujer soy una guerrera, y si muero mañana será con orgullo, y si vivo… seré parte de su equipo- de un ágil salto se posó en el marco de la ventana, Naruto la tomo del brazo nuevamente.

-No lo hagas- le suplico arrastrando cada palabra.

-Puedo ganarle, deja de mirarme como si estuviera muerta, les demostrare que no soy una mujer débil-

Continuará…

Proximo capitulo, Sakura vs Pain

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