Capítulo XVIII

Sin Rumbo

La pelinegra tomo su capa con capucha y subió a su caballo "Pimienta" ya que era negro como la noche. Aturdida aún por las claras palabras de su madre y su padre en la puerta. ¿Quién era el padre de Shina? ¿Su papá no amaba a su madre?... no podía pensar con claridad eso era seguro, pero tampoco podía esperar respuestas ya que había temas que nunca hablaban con ella. Tendría mas de lo mismo. Lo de siempre. Estaba harta, solo quería despejar su mente, pero nunca imagino lo que le esperaba más adelante.

Las trompetas se dejaron escuchar haciendo eco en el roció de la mañana, anunciando la partida de tropas del sur en modo de rescate. Sasuke estaba encargado de dirigir la búsqueda hacia el sureste y Shina al suroeste.

Me sentí completamente inútil cuando me prohibieron ir en búsqueda de mi propia hija.

¡Tú te quedaras aquí!, fin de la discusión- grito Sasuke mientras tomaba su armadura y su espada. Las lagrimas habían hecho estragos en mis ojos y en mi tez pálida. Parecía que iba a desvanecerme en cualquier momento.

Pensé entre mi, ¿de que me sirvió entrenar tantos años si ahora no puedo proteger a mi propia hija?.

Bendije la búsqueda con aparente calma, despidiendo a Shina y a Sasuke con la serenidad de una mujer resignada. Sasuke me miró desconfiado. Me conocía bien después de todo.

-No hagas alguna tontería- me dijo mirándome de reojo atento a que nadie más lo escuchara. Se marchó a galope.

Avanzó sin rumbo perdiéndose en los caminos que muchas veces anduvo con su padre a caballo, caminos que conocía perfectamente y que le resultaban decepcionantemente familiares, no quería recordar la mentira de su vida, sus recuerdos con su padre estaban siendo mancillados, para ella en su tierna infancia no había pareja más perfecta que ellos dos, una hermosa pelirosa y el apuesto príncipe de cabello negro. Todo era una maldita mentira, y odiaba recordarse a si misma viviendo esa fantasía. Tomo la primera desviación que encontró en el camino iluminado solamente por la tenue luz lunar. Sarada se sabía tranquila, serena y prudente, pero justo en ese momento ni una de esas cualidades se hacía presente, es como si un ente se hubiera posesionado de ella haciéndola vacilar y precipitarse a un camino desconocido, internamente la niña de 15 años sabía que no podía llegar muy lejos pues siempre había un límite, pero no sabía que su vida daría un giro inesperado cuando una sombra brinco sobre ella siendo esquivada ágilmente, su caballo se levantó en dos patas asustado. Sarada trago fuerte y tembló cuando todo a su alrededor se pintó de un color grisáceo y las figuras comenzaron a danzar. Golpeo al caballo con ambos pies alentándolo a avanzar y así poder perder esas figuras extrañas. El miedo comenzó a recorrer su espina y el sudor a empapar sus manos conforme avanzaba, sentía un escalofrió pues parecía que alguien o algo la perseguía. A su alrededor todo era desconocido y la oscuridad no menguaba, nuevamente sintió el temor correr por sus venas cuando miró a su derecha y vislumbro una figura negra con dientes amarillos escurriendo de saliva acercarse. Agito las riendas queriendo apresurar a Pimienta, pero la figura se hacía cada vez más horripilante y siniestra. Estaba tan absorta que no vio cuando el camino dejo de ser camino y se volvió completa oscuridad, escuchó el relinchido de su caballo seguido de perdida de gravedad y un terror apoderarse de su cuerpo, había caído a un precipicio.

Había pasado poco tiempo cuando su esposo y su hijo habían partido, el sol no terminaba de salir y aun había vestigios de la noche. La pelirosa agarró su capa, buscó entre la armería cerca del establo su daga que siempre la acompañó y las botas más pequeñas que encontró.

A una guerrera del norte no la pueden detener, y mucho menos si se trata de su propia hija.

Subió a su caballo a hurtadillas andando por un lado de la vereda cuando un guardia la vio, la detuvo con urgencia al no reconocerla.

Golpeo al caballo tomando desprevenido al guardia quien mando llamar a otros inmediatamente sin poder alcanzarla.

No podía estar de brazos cruzados mientras su hija estuviera desaparecida.

Una suave y fresca brisa movió unas hebras de cabello sobre sus pestañas y su nariz haciéndola fruncir, sin abrir los ojos podía sentir una paz inundando su pecho, el sonido del agua golpeando suavemente las piedras arrullaba sus sentidos, su cuerpo se sentía cálido y en paz, no quería abrir los ojos ya que una parte de ella quería mantenerse así, inmutable. Abrió los ojos y lo primero que vio fue la copa de un árbol, los rayos del sol se colaban traviesos haciéndolas doradas a la vista. Las hojas se movían suavemente y al sonido del agua se unieron el canto de las aves. En su corta edad no podía pensar en algún momento que se sintiera más serena. Era casi mágico. Quizá en algún momento en el regazo de su madre cuando se acostaban en el jardín y la escuchaba atenta cuando le contaba historias de un guerrero de cabellos dorados que hacia todo tipo de hazañas para salvar a su princesa… era muy parecido pero el clima era más fresco y el aroma a flores era mucho más intenso en ese lugar… "ojala mamá estuviera aquí" pensó… mamá… termino de abrir los ojos de golpe al recordar, se incorporó abruptamente acostumbrando sus ojos a la luz y comenzando a hiperventilar. Se vio obligada a entrecerrar los ojos cuando vislumbró un rio dorado extendiéndose frente a ella, embelesada y absorta recorrió la orilla con los ojos buscando su caballo por algún lado comenzando a dudar si todo había sido una terrible pesadilla cuando sus orbes se toparon con el perfil de un hombre robusto y alto que parecía muy concentrado mirando su caña de pescar. Sarada contuvo el aliento, atónita por la presencia masculina, era un hombre realmente apuesto y no podía apartar sus ojos de él, el sol le regalaba una vista casi etérea de su perfil sereno y su mandíbula fuerte y tensa. El extraño sintió la mirada atenta de su acompañante y se giró regalándole la más hermosa de las sonrisas haciendo el corazón de Sarada latir como loco.

¿Es esto,amor?

Hola chicos, lamento muchísimo la demora, y lamento mucho más que el capítulo sea tan corto pero a penas y me he inspirado en escribirlo. Sé que ya tiene un montón que no actualizo, pero sigo leyendo sus reviews que es ciertamente lo que me trae de regreso, saber que hay algunas personas que siguen esperando actualización. Mi vida ha dado tantos giros que escribir era lamentablemente la última de mis prioridades, ando que voy y vengo y sigo luchando por un poco de estabilidad en mi vida. Hoy finalmente me senté y abrí mi laptop y no les mentire, tuve que leerme varios capítulos para retomar la historia como Dios manda, no quiero dejar huecos argumentales y pues ya casi un año o más de la última actualización.

Espero que les haya gustado el capítulo, y me gustaría decirles que se acerca el final, pero la verdad es que lo bueno a penas se viene. Les prometo que en cuanto pueda esclarecer mi vida y mis planes me hare un huequito para seguir con la historia.

Espero leer si te gustó el capítulo, realmente me alegra y me motiva leerlos. Espero todos se encuentren bien con todo esto que esta aconteciendo. Les mando mucha fuerza y amor.

Darling