Parte 7: ¡QUÉ SEMANA TAN EXTRAÑA!
Entró a su departamento, dejó su bolsa en una pequeña mesa, se dio una ducha, se colocó su pijama, se sentó frente al espejo para secarse el cabello y se detuvo un momento, notó que últimamente estaba más estaba más pensativa y analizadora que de costumbre, pero eso no era malo, había algo, o, mejor dicho, alguien que rondaba en su mente casi todo el tiempo y ahora por fin sabía su nombre: Yulia Volkova, y no era la primera vez que se veían:
"Hace varios años, después de una de las primeras oportunidades que sus padres le permitieron entrar a un quirófano a asistirlos, una inexperta y tímida Lena Katina estaba atenta a la retroalimentación que su padre le daba sobre el procedimiento, pero alcanzó a ver como al fondo del pasillo su madre daba informes a los familiares de la paciente que acababan de operar, entre ellos había una chica de cabello oscuro algo despeinado, se veía muy linda y pequeña
¿Me estas escuchando? – preguntó Sergey
Ah si papá, lo siento – se excusó Lena
Bien cómo te decía, debes asegurarte de colocar bien la pinza para hacer hemostasia antes de que… - Sergey seguía hablando y Lena optó por mejor concentrarse en lo que su padre le decía; desde entonces no la había vuelto a ver."
Volviendo a la actualidad, Lena repasaba como había estado su semana: el domingo anterior recién regresó de San Petersburgo, finalmente había decidido poner en venta la casa en la que ella y su exesposo una vez vivieron, ya no volvería a habitarla, además de que solo le traía malos recuerdos, para ella jamás fue un hogar, lo mejor era deshacerse de ese lugar de una buena vez, así que fue por unos días a buscar una inmobiliaria que se encargara de la venta. También había aprovechado para visitar a Tasya y a Vadim, a veces ella viajaba a San Petersburgo solo para verlos y a veces ellos venían a Moscú para visitarla, se habían vuelto sus mejores amigos, Lena contaba con ellos para lo que fuera, de hecho, habían acordado que el viernes siguiente irían a visitar a la familia de Vadim a Moscú y aprovechando que el cumpleaños de Lena estaba cerca, a escasas 2 semanas, pasarían por ella para ir a celebrar, tal vez ir a bailar o algo, a ellos les gustaba mucho andar en bicicleta, salir a patinar, ir al cine, etc.
La pelirroja disfrutaba todo esto y le servía para desestresarse, los últimos meses solo se enfocaba en su rutina que consistía en salir a correr todas las mañanas al parque Gorky, por ser el más cercano a su departamento, después ir a desayunar algo al café 'Luna', luego se arreglaba para ir a clases, por las tardes consultaba pacientes, y también frecuentemente realizaba cirugías de ella o ayudaba de vez en cuando a sus padres con las suyas. El lunes por la tarde, después de salir de su consultorio, decidió ir al café, los empleados la conocían muy bien debido a sus frecuentes visitas, así que después de saludarlos Lena subió al segundo piso, como ya era su costumbre, a beber un café y leer un libro que Tasya recién le había regalado, un rato después sintió que la observaban levantó la vista y vio a una chica de cabello oscuro un poco largo, que la miraba embobada, Lena trató de volver a su lectura pero ya no pudo concentrarse, la chica seguía mirándola y eso la hizo sentir extraña, miró su reloj, se estaba haciendo tarde, estaba cansada así que recogió sus cosas y se marchó, al salir del café sintió la necesidad de mirar atrás y ver si aun la observaban pero optó por no hacerlo y regresó a su departamento el cual estaba a escasas 5 cuadras de ahí.
El martes por la mañana se levantó temprano y salió a correr, inesperadamente la chica de cabello negro también estaba en el parque, Lena al principio no le prestaba mucha atención, pero poco después, al llegar al café la chica también apareció ahí
¿Acaso me está siguiendo? – se preguntaba a sí misma.
Por la tarde, mientras estaba en su consultorio entró una de sus pacientes acompañada ni más ni menos que por la misma chica, Lena saluda a ambas chicas, pero de nuevo no le presta mucha atención, además la chica de cabello negro no hizo nada por presentarse y prácticamente ni habló, tampoco parece creer el hecho de que ambas se estén viendo nuevamente y esta vez más de cerca, después de atender a la paciente las chicas se marcharon y Lena se quedó pensando
Volkova, ese es el apellido de mi paciente, ¿entonces la otra chica será su hermana, su prima, su cuñada, o solo una amiga?, físicamente no se parecen en nada, pero vaya que tiene unos lindos ojos – Lena rio un poco al decir esto último.
La mañana siguiente vuelve a ver a la chica en el parque, ya son muchas coincidencias como para solo ignorar el asunto, aunque Lena tenía sus dudas respecto a la chica, ella no le parecía ser alguien con malas intenciones. Después de correr un poco, decide ir a desayunar al café, al llegar se pone a platicar con una de las empleadas, acto seguido la pelinegra aparece, justo como Lena lo deseaba, no lo admitía, pero una parte de ella sentía curiosidad por la chica y quería verla, ¿o quizás algo más que una simple curiosidad?, esta vez la chica le sonríe y después de pagar su café se retira, Lena se sintió un poco decepcionada, esperaba poder iniciar una conversación con ella pero no reaccionó a tiempo, había desperdiciado su oportunidad.
El jueves Lena comenzó su recorrido deseando que la chica apareciera, de pronto la vio al otro lado de la fuente, ese atuendo deportivo color negro la hacía ver tan sexy, Lena notó que sus pensamientos la estaban llevando hacia otra clase de pensamientos más inquietantes así que subió el volumen a sus audífonos y se dispuso a correr más arduamente para tratar de distraerse, esto provocó que se agitara y se despeinará más de lo habitual. Después se dirigió al café y la pelinegra ya estaba ahí, Lena se sintió un poco apenada por su aspecto tan alborotado así que inmediatamente después de ordenar subió al segundo piso a desayunar. Un rato después miro su reloj, bajó, pero ya no vio a la pelinegra, se despidió de los empleados del café, y salió del lugar, ese día sería muy ajetreado para ella, había muchas cosas por hacer y además pasaría esa noche en el hospital, había intercambiado guardia con uno de sus compañeros para tener el fin de semana libre para estar con Tasya y Vadim.
Al salir de guardia ese viernes por la mañana, estaba muy cansada y fue directo a su departamento a dormir, despertó a las 3:00p.m. y recibió un mensaje de Tasya diciendo que ya habían bajado del avión y verían a Lena en un restaurante en una hora, Lena se alistó rápido y acudió al encuentro.
Al llegar al restaurante se saludaron como si tuvieran años de no verse, así era siempre, ella realmente se sentía feliz con su compañía, comieron y platicaron de lo que habían hecho esa semana, luego de un rato fueron al cine y saliendo Tasya tuvo la idea de ir a un karaoke, algo que no habían hecho en mucho tiempo, buscaron en el mapa del teléfono cual era el más cercano y al llegar al lugar ordenaron unas bebidas; luego de un rato en el que reían y ocasionalmente Tasya subía a cantar, finalmente pudieron convencer a Lena de que también lo hiciera, eligió una canción tranquila y algo romántica; la pena la invadía pero aun así empezó a cantar, a lo lejos sus amigos la animaban, de pronto, su mirada se cruzó con la de alguien más, a pesar del cambio de aspecto de la chica y de que la mayoría de las luces del lugar, excepto las del escenario, estaban apagadas, Lena supo exactamente de quien se trataba, ahora solo se miraban una a la otra, parecía que Lena cantaba exclusivamente para esa chica, después de terminar su canción bajó del escenario y volvió con los Makarov quienes la felicitaron.
¡Lena tienes una voz hermosa! – dijo Vadim, mientras le acomodaba la silla para que Lena se sentara
¿Lo ves?, ¡Te dije que no era tan difícil! – le decía Tasya muy emocionada
Me estaba muriendo de nervios allá arriba – dijo Lena
Pues a mi parecer los nervios no te duraron mucho ¿o sí?... ¿A quién mirabas? – Tasya esbozó una sonrisa retadora, a la vez que le daba un golpecito a la pelirroja con su codo
¿De qué hablas? – preguntó Lena
Lena estuviste mirando hacia el otro lado todo el tiempo, ¿qué fue lo que tanto te llamó la atención?... ¿Un chico… una chica? – Tasya tomó las manos de Lena y se acercó a ella esperando su respuesta, de no ser por la poca iluminación del lugar hubiera notado que Lena tenía la cara muy roja.
No, a nadie, solo me quise concentrar en un punto especifico del bar para no sentir la mirada de todos – dijo la pelirroja
¡Ajá claro! – dijo Tasya en un tono irónico.
Obviamente Tasya no le había creído, pero prefirió cambiar de tema, siguieron pasándosela bien y un rato más se retiraron del lugar. Al día siguiente volvieron a reunirse, pasaron toda la mañana juntos y por la tarde fueron a una pista de hielo a patinar; de pronto, visualizó a la chica de cabello negro que casualmente también estaba por ahí divirtiéndose, la pelirroja solo la observaba, a pesar de su look tan rebelde, su estatura la hacía ver tan tierna, y era muy buena patinando. Un rato después, estaban a punto de irse, y Vadim sugirió tomarse una fotografía antes de salir de la pista, él sostenía el celular y las chicas se acomodaron a su lado, en ese momento Lena pudo ver de reojo como un chico venía directo a ella sin poder frenar, Lena no pudo reaccionar a tiempo solo alcanzó a cerrar los ojos, de repente se escuchó un golpe muy fuerte, pero a ella no le había pasado nada, abrió los ojos y descubrió que alguien se interpuso, era la chica de cabello negro. Vadim estaba enojado y se lanzó sobre los chicos que habían provocado todo, Tasya abrazaba a Lena para hacerla reaccionar.
¿Estas bien?, ¿No te pasó nada? – preguntó Tasya preocupada
No… Estoy bien – dijo Lena para tranquilizarla.
Mientras tanto, veía como entre Vadim y otro chico levantaban a la pelinegra y la sacaban de la pista llevándola a una banca, la chica se veía mal. Vadim regresaba con ellas
¿Tasya, Vadim, les molesta si voy un momento a revisar a… a la chica? – preguntaba Lena en un tono muy preocupado
Adelante, de hecho, nosotros ya debemos irnos, debemos regresar a casa de mi suegra queremos llevarla a cenar – dijo Tasya
Aquí nos despedimos, nuestro vuelo sale mañana a las 8:00a.m. discúlpanos por no estar el día de tu cumpleaños contigo Lena – dijo Vadim, los Makarov tenían un caso muy grande y estarían ocupados por los siguientes meses
¿Qué dices?, Me alegra que hayan estado aquí, me hace muy feliz verlos, ya han hecho bastante por mi – dijo la pelirroja
Te queremos mucho Lena, avísanos si ocupas algo, cualquier cosa, no importa si es pequeño – dijo la rubia, los 3 se abrazaron muy fuerte y se despidieron.
Lena se dirigió con la pelinegra, después de presentarse y conocer su nombre, le hizo un chequeo rápido, la chica se reusó a ir a un hospital entonces Lena se ofreció acompañarla a su casa para atenderla ahí, la pelinegra aceptó, al llegar fue guiada por sus amigos hasta la habitación de ella y cuando por fin las dejaron solas Lena por fin encaró a Yulia sobre lo que había hecho, la regañó por ponerse en peligro pero a la vez estaba agradecida con ella, ahora la veía fijamente a los ojos, había algo en el azul de ellos que era tan hipnotizante, después de atender a Yulia se quedaron platicando y comieron con los amigos de ella. Más tarde llegaron los padres de la morena, antes de marcharse solicitó a los Volkov permiso para volver al día siguiente a revisar a Yulia y ellos aceptaron encantados.
¡Qué semana tan extraña! – dijo la pelirroja frente al espejo, terminó de secar su cabello, y se acostó a dormir.
A la mañana siguiente estaba organizando unas cosas en su departamento cuando de pronto escucha que su celular estaba sonando, vio que se trataba de un número que no estaba en sus registros, es más, el numero ni siquiera era de este país
¿Aló? – dijo la pelirroja
¿Doctora Katina? – dijo una voz que Lena en seguida reconoció
Si ella habla – dijo Lena
Doctora, soy Yulia Volkova… -
¡Yulia, buenos días!, ¿cómo estás?, pensaba ir por la tarde a revisarte ¿pasó algo?, ¿te duele mucho? – preguntó la pelirroja -
No, no, no, para nada, es solo que… quería invitarla a mi casa para que me acompañe... digo… nos acompañe… bueno… mis padres quieren invitarla a comer para agradecerle su ayuda… mi padre preparará carne, y mi madre hará ensalada… o no sé si usted ya tiene planes para hoy – decía la voz al otro lado del teléfono
Acepto encantada – dijo Lena muy segura
Perfecto entonces la esperamos a las 2:00p.m. –
Terminó la llamada y Lena no paraba de sonreír, inicialmente el plan era solo visitar a Yulia, revisar las heridas e irse, pero ahora podría pasar más tiempo con ella, inicialmente se había sentido avergonzada por estar en una casa ajena pero al parecer a los Volkov eso no les había enfadado, aun así, Lena no quería ser una molestia para nadie, terminó de organizar sus cosas, se dio una ducha, y se puso algo casual pero lindo, arregló su cabello, tomó su bolso y decidió detenerse en una pastelería, no quería llegar con las manos vacías
¿Qué podría gustarle a ella? – se preguntaba a sí misma, una empleada se acercó a ayudarle y después de pagar se dirigió a la casa de Yulia.
Al llegar tocó el timbre, Oleg y Larissa le dieron la bienvenida y la invitaron a pasar, de pronto Dasha se acercó, y Lena se agachó para estar a su altura
Soy Dasha Volkova – dijo la pequeña mientras extendía su mano
Hola Dasha, soy Lena, gusto en conocerte – la pelirroja le devolvió el saludo
¿Qué es eso? – preguntó la pequeña señalando la caja que Lena cargaba
¿Te gusta el ptichie molokó? – le preguntó la pelirroja
¡Siii! – dijo la niña muy emocionada
Doctora Katina usted es nuestra invitada, no tenía que tomarse la molestia de traer algo – decía Larissa
No es ninguna molestia, pueden decirme Lena, y soy yo quien debería agradecerles por invitarme – dijo la pelirroja mientras se volvía a poner de pie.
Acompáñeme, la llevaré a la habitación de Yulia – dijo Oleg mientras le recibía la caja a Lena
¡Yo la llevo! ¿Abuelito me dejas a mí llevarla?, ¡¿Por favor?! – preguntaba la niña muy insistente
Oleg asintió y Dasha tomó la mano de Lena para guiarla, subieron las escaleras y la pequeña iba dándole un tour por la casa, la pelirroja había estado ahí el día anterior así que recordaba cómo llegar, pero le gustaba todo lo que Dasha le iba diciendo, llegaron a la habitación de Yulia, la cual estaba al final del pasillo Dasha abrió la puerta y Yulia estaba con el cabello mojado, denotando que recién se había bañado
Tía Yuli mira, ella es Lena, vino a verte – dijo Dasha mientras entraba a la habitación
Hola Yulia ¿cómo te sientes? – saludó Lena
Mejor, no me duele nada – respondió la pelinegra
Vamos a revisarte –
Lena sacó de su bolso el material de curación y procedió atender a Yulia, Dasha observaba atenta todo lo que hacía y luego ayudó a Lena a colocarle un vendaje a Yulia.
Listo, solo no apoyes demasiado tu pie los siguientes 3 días, toma los medicamentos hasta que la inflamación desaparezca y nada de salir a correr durante una semana – dijo esto último mientras le sonreía, luego desvió la mirada hacía Dasha – Que lindo peluche de tigre ¿Cómo se llama? – preguntó Lena
Tigre, me lo trajo mi tía Yuli de Estados Unidos – decía la pequeña
¿Dasha te gustan los animales? – preguntó la pelirroja
Si mucho, me gustan todos – respondió Dasha
¿Qué te gustaría ser de grande? – preguntó Lena
Quiero curar animales – respondió muy segura la pequeña
Ella quiere ser veterinaria – dijo Yulia
Chicas es hora de comer – interrumpió Larissa desde la puerta
Ya vamos mamá – respondió Yulia tratando de ponerse de pie
Déjame ayudarte – le dijo Lena
No te preocupes, ya vienen los hombres más fuertes del mundo – dijo Larissa riendo, en ese momento Oleg y su hijo entraron
Doctora Katina un gusto saludarla como siempre – dijo Oleg Jr. a la vez que hacía una reverencia, luego él y su padre se acercaron a Yulia y sin problemas la levantaron y la llevaron al jardín, donde ya todo estaba listo.
Dasha llevó a Lena hasta una silla que estaba frente a la de Yulia, todos empezaron a comer, bromeaban y de vez en cuando las miradas de Yulia y Lena se cruzaban, pero al darse cuenta de esto, ambas volteaban hacía otro lado, Lena se sonrojó un par de veces. Todos quedaron encantados con Lena, la chica supo ganarse muy bien a la familia Volkov, le hacían algunas preguntas sobre su trabajo y le preguntaron también por sus padres, quedaron impresionados con ella, al mismo tiempo Lena pudo conocer un poco sobre la empresa de la familia de Yulia.
Mamá ya terminé ¿puedo comer pastel? – preguntó Dasha
¿Pastel? – preguntó Yulia
Si la Doctora Lena lo trajo – dijo Oleg Jr.
Tamara trajo el postre y todos comieron, realmente estaba delicioso. Pasaron la tarde entre risas y pláticas, hasta que de pronto el celular de Lena sonó
¿Aló, mamá? – dijo la pelirroja
Lena necesito que me ayudes en una cirugía en la clínica, tu padre está ocupado en otro procedimiento, no puede venir y necesito apoyo ¡Me urge ya! – dijo Inessa al otro lado del teléfono
Claro mamá, ya salgo para allá – dijo Lena, después terminó la llamada – lo siento mucho, surgió algo y debo irme -
Lena se despidió de la familia Volkov y agradeció su amabilidad, antes de irse, ellos le dijeron que ella era bienvenida en su casa y que esperaban que volviera pronto. La pelirroja condujo a la clínica, al llegar se encontró con su madre quien evidentemente estaba molesta. Ambas se estaban lavando las manos para entrar a cirugía
Es domingo, ¿en dónde estabas? – Inessa inició con su interrogatorio - no te vimos en todo el día, ni en la iglesia, hace mucho que no vas y esta semana casi no supimos de ti –
Lena se disculpó con su madre y se excusó diciendo que todo era por la subespecialidad y el trabajo, Inessa hacía más preguntas para indagar en la vida de su hija y Lena buscaba la manera de evadir cada una de ellas; entraron al procedimiento y a pesar de que tardaron un poco más de lo previsto todo salió bien al final, al salir Inessa le propuso a su hija ir a cenar juntas, pero Lena se negó argumentando que estaba muy cansada y necesitaba dormir, en realidad solo quería evitar el interrogatorio de Inessa; madre e hija se despidieron y Lena regresó a su departamento, después de darse una ducha y ponerse su pijama, un mensaje llegó a su teléfono, descubrió quien lo enviaba y sonrió sin notarlo, era Yulia, quien le preguntaba ¿cómo estaba y cómo había salido todo?, Lena le respondió el mensaje y sin darse cuenta había pasado ya 1 hora mensajeando con Yulia, no quería que eso terminara pero estaba cansada y tenía mucho que hacer al día siguiente, se despidieron y la pelirroja se fue a dormir.
