Parte 8: CONOCIÉNDONOS MEJOR
Los siguientes días Lena estuvo muy ocupada, no había visto a Yulia, pero mensajeaba con ella en los pocos tiempos libres que tenía y antes de irse a dormir, Yulia por su parte no quería ser una molestia para Lena, pero extrañaba verla y no sabía cómo decírselo. El miércoles Yulia ya se sentía mejor, podía caminar y bajar escaleras con cuidado, tenía raspones, pero sanaba muy rápido, anhelaba ir a correr, pero prefería seguir las indicaciones de Lena, no quería desobedecerla, ¿Por qué?, ni ella lo sabía, después de pensarlo se animó y buscó el contacto de Lena, la llamó para invitarla a salir, pero la pelirroja le recordó que debía esperar un poco más antes de salir a caminar tanto, al escuchar esto Yulia pensó que la rechazarían, pero luego Lena sugirió mejor solo ir a tomar un café, lo que alegró a la morena, acordaron de verse al día siguiente a las 5:00p.m.
'Yulia besa el cuello de Lena, a la vez que coloca las manos en su cintura, comienza a levantar la blusa de la pelirroja y…' un ruido la despierta, era su madre que tocaba la puerta.
Adelante – dijo la morena algo modorra
¡Buenos días, Yulia! Discúlpame por despertarte solo quería decirte que estaremos fuera todo el día, pero si necesitas algo puedes llamarnos – dijo Larissa
Si mamá, de hecho, yo también saldré por la tarde, ¿puedo usar el auto? – preguntó Yulia
Claro hija, siempre que quieras, ¿pero te sientes bien para conducir o para caminar? – preguntaba Larissa un poco preocupada
Si mamá, sin problemas, además no caminaré mucho, solo iré a tomar un café con alguien, tengo ganas de salir – respondió Yulia
Bueno hija diviértete y cualquier cosa por favor nos llamas a tu padre o a mí… por cierto, antes de que se me olvide, te llamó una amiga hace un momento, dijo llamarse Allison y que te estuvo llamando a tu celular, pero que estaba fuera de servicio – explicó Larissa y luego salió de la habitación
Yulia se movió un poco para tratar de levantarse cuando sintió algo en su entrepierna, descubrió que había tenido un sueño húmedo, eso no le había pasado en años, la escena que acababa de soñar con Lena provocó todo, se sentía tan aliviada de que su madre no la hubiera descubierto, ¿Qué era todo eso?, ¿Qué es lo que le pasaba con Lena?, sacudió su cabeza tratando de no pensar más en el asunto, luego tomó su celular y vio que estaba descargado, pensó que se trataba de algo importante, así que después de conectarlo inmediatamente llamó a Allison, afortunadamente no era nada relevante, ella solo quería saber sobre Yulia, no habían hablado en varios días, Yulia agradeció el gesto pero le pidió no volver a llamar directamente a casa de sus padres ya que podría preocuparlos innecesariamente, Allison se disculpó, platicaron un poco más y luego la morena se despidió, no le mencionó nada de lo que le había pasado en la pista de hielo.
Por la tarde, Yulia conducía en dirección al café, se estaciona frente al lugar y en ese momento ve a Lena bajar de un taxi, se acerca a ella y las chicas se saludan, entran al café y los empleados las reciben muy amablemente, a pesar de que la pelinegra decía no tener problemas con subir al segundo piso Lena insistió quedarse en la planta baja por el bien de Yulia, ordenaron un par de cafés y postres, luego Yulia le preguntó a la pelirroja por su auto, imaginaba que este estaba averiado o algo, pero Lena le explicó que solo lo usaba de vez en cuando ya que prefería viajar en metro o caminar ya que todo lo quedaba muy cerca de su departamento, pero ese día salió tarde del consultorio por lo que tuvo que tomar un taxi para llegar a tiempo. Las chicas platicaban y de vez en cuando había silencios para nada incómodos en los que solo se quedaban mirándose una a la otra por quien sabe cuánto tiempo hasta que alguna de las 2 decía algo para continuar con la conversación, por accidente la cuchara que Lena usaba cayó de la mesa y las chicas trataron de levantarla al mismo tiempo lo que provocó que sus manos se tocaran inesperadamente, luego ambas levantaron la vista dándose cuenta de que estaban muy cerca una de la otra, se sonrieron, el momento se vio interrumpido porque una de las empleadas se acercó para ofrecerles su ayuda, las chicas reaccionaron, Lena ordenó está vez un té y después la empleada regresó con su pedido, ni Lena ni Yulia mencionaron nada de lo que acababa de pasar
Tu collar es muy lindo – dijo Yulia
Gracias – decía Lena a la vez que jugaba con el dije – me lo regalaron hace tiempo -
¿Tu esposo? – preguntó Yulia
Esta pregunta sorprendió a la pelirroja, nadie le mencionaba a Sasha, a excepción de sus padres quienes siempre hablaban de él con mucho gusto como si fuera una de las grandes maravillas del mundo, aunque realmente a Lena él no le interesaba en lo más mínimo.
Yo… no estoy casada - dijo Lena algo triste
Yulia notó la expresión y el cambio en el tono de voz en la pelirroja, la morena se disculpó, era obvio que algo había pasado, pero ese no era el momento para hablar de ello.
Discúlpame, no lo sabía – explicó Yulia
No te preocupes, pero dime ¿qué hay de ti?, ¿tienes pareja? – preguntó Lena, prefirió usar la palabra "pareja" dejando abierta la posibilidad de que la respuesta de Yulia aclarara si ella estaba interesada en hombres o en mujeres.
No, bueno…. digo, si he tenido un par de novias en mi vida, pero hace mucho que no estoy en nada serio con nadie – respondió la pelinegra, esperando alguna reacción negativa o mínimo de sorpresa por parte de Lena, pero no la hubo.
Siguieron hablando y poco a poco se fueron conociendo mejor, Lena le contó a Yulia que a finales de febrero terminaba su subespecialidad, le habló un poco sobre la investigación en la que trabajaba, y a la vez, Yulia le platicó sobre sus viajes y sobre como era su vida en Estados Unidos, le habló de su trabajo, y un poco de sus amigos.
Siempre he querido viajar por el mundo, desafortunadamente no he tenido la posibilidad – dijo la pelirroja
¿Jamás has salido de Rusia? – preguntó Yulia
Pues, hice los primeros 6 meses de la sub en Alemania, fui de intercambio y me encantó, y también hace como 10 años fui con mis padres a un crucero en Noruega, pero no hemos salido desde entonces, ellos siempre están muy ocupados– explicó Lena
Así como tú – afirmó Yulia
Si, algunas veces no te niego que estoy saturada de trabajo, pero también tengo mis momentos en los que me alejo de todo y hago cosas que me gustan -
¿Qué tipo de cosas? – preguntó la pelinegra
Pues me gusta mucho leer, sabes Yul, no solo leo libros de medicina, también me gusta escuchar música y salir a correr todas las mañanas me ayuda a desestresarme –
Sobre eso… lo siento mucho -
¿De qué hablas? – preguntó Lena
Bueno yo no quería que pensaras que estaba siguiéndote o algo así, te vi muchas veces en el parque y aquí en la cafetería, o sea si me llamabas la atención, pero de verdad que todas eran solo coincidencias – explicó Yulia, esto hizo reír a Lena
No te preocupes Yul, no pensé nada malo de ti – aclaró la pelirroja
Yulia no solía permitir que nadie le pusiera apodos o la llamara de otra manera, solo dejaba que Dasha le dijera Tía Yuli, pero por alguna razón le estaba gustando que Lena la llamara 'Yul', se empezaba a sentir muy cercana con ella. Se estaba haciendo tarde, era hora de irse, Yulia se ofreció llevar a Lena a su departamento y regresó a su casa, antes de dormir hizo videollamada con sus amigos de Estados Unidos, quienes se sorprendieron al ver a la pelinegra con una venda en el brazo, Yulia solo les dijo que se había caído patinando pero que no había sido nada grave, se despidió de ellos y de pronto escuchó el timbre de su teléfono, llegó un mensaje:
'Buenas noches Yul' -
En otro lado de la ciudad, Lena estaba en su departamento revisaba su celular antes de dormirse, cuando recibió un mensaje:
'Buenas noches Pecosa' -
Sonrió al leerlo, Yulia le había respondido, ella era linda, su aspecto rebelde le daba un tono rudo a su personalidad, pero contrastaba con su tamaño que la hacía ver muy tierna y pequeña, la pelinegra recién le había confirmado que le gustaban las mujeres, ¿y a Lena?, pues a ella también le gustaban, pero es algo que siempre ocultó, recordó algo que había pasado en su adolescencia:
"En un internado exclusivo para mujeres en Nizhni Nóvgorod, Lena esperaba asustada afuera de la oficina de la directora, escuchaba como sus padres discutían con la mujer, el motivo: Lena había sido encontrada besándose con otra chica en el baño
¡Usted está loca! ¡¿Cómo se atreve a hacer semejante acusación?! – gritaba Inessa furiosa
Doctora Katina le pido que se tranquilice y me escuche, la profesora de su hija la sorprendió con otra de sus compañeras mientras… – explicaba la directora
Debe ser un error – interrumpió Sergey
Doctor Katin no hay ningún error, esa clase de comportamientos inmorales no son aceptables en esta institución, me temo que tendré que suspender a Elena durante una semana por comportamientos indebidos – dijo la directora
¿Nos han hecho venir hasta acá para hablar de algo tan asqueroso? ¿Qué clase de escuela es esta?... Mi hija es incapaz de cometer esa clase de aberraciones ¡Ella no es anormal! – recriminó Inessa
No tiene que suspenderla, mi hija no necesita rodearse de gente mentirosa como ustedes, ¡Nos vamos de aquí ahora mismo!... Ella no volverá a este lugar – dijo Sergey al momento que salía de la oficina seguido de su esposa, después tomó a su hija del brazo y la llevó hasta la camioneta y subió sus pertenencias.
El camino de regreso fue muy incómodo, Lena aguantó todo el tiempo las ganas de llorar, mientras escuchaba a sus padres discutir y maldecir, pero no la reprendían a ella, creían que toda la culpa era de la escuela, y a pesar de que extrañaría a la chica que había besado, eso no era lo que le preocupaba, lo que realmente le había dolido fue escuchar palabras como 'Inmoral… Asquerosa… Aberración… Anormal…', ¿Eso era lo que sus padres pensaban de una chica a que le gustaban otras chicas?, si ese era el caso ella jamás podría tener la libertad de decirles la verdad, de confesarles que a ella le gustaban las mujeres, prefirió callar, prefirió mantener las apariencias, prefirió seguir así por años y casarse con alguien a quien no amaba en un acto que más pareció un matrimonio arreglado y que la destruyó casi por completo".
Si yo pudiera elegir libremente como vivir mi vida, ¿también podría estar con la persona que me gusta… podría elegir a quien amar? – dijo para sí misma antes de quedarse dormida.
Lena estuvo muy ocupada todo el viernes, pero eso no impidió que ella y Yulia mensajearan, quedaron de verse al día siguiente. Ese sábado se vieron a las 3:00p.m. y pasaron toda la tarde juntas, Yulia propuso ir al cine y al salir fueron a comer hamburguesas a Lena le parecía gracioso cómo una chica tan pequeña como Yulia fuera capaz de devorar el combo más grande del restaurante
¿Entonces ya te cansaste de la comida rusa? – preguntó Lena
No, para nada, es solo que me gusta la variedad y bueno, no saben cómo las de allá pero tampoco están nada mal – decía Yulia mientras se limpiaba el cátsup
¿Te quedarás mucho tiempo aquí? – preguntó la pelirroja
Lena empezaba a darse cuenta de que sentía algo más que simple curiosidad por Yulia, pero no tenía caso decírselo o insinuárselo si ella como quiera se iría de su vida, es más, quizás Yulia ni si quiera se sentía atraída por ella, temía ser rechazada; por otro lado, Yulia se sorprendió por la pregunta, inicialmente el plan no era durar más de 10 o 15 días en Moscú, pero ahora todo estaba cambiando
Aun no lo sé, mi familia tendrá unas semanas muy ocupadas por un evento en la empresa, quizás me quede un poco más para cuidar a Dasha mientras eso pasa -
¿Qué hay de tus negocios? – preguntó Lena
Mis acciones las puedo manejar desde aquí, y mis amigos me mantienen al tanto de lo que pasa allá, así es como manejo también mis inversiones y negocios en Munich, Roma y esos lugares, de esa manera puedo permanecer más tiempo en Moscú sin problemas –
Lena se sintió un poco aliviada, había una pequeña posibilidad de que Yulia se quedara en Moscú, Yulia se levantó para ir por otra orden de papas fritas y al volver a la mesa Lena hablaba por teléfono, alcanzó vagamente a escuchar que la reservación para su cumpleaños ya estaba lista:
Está bien mamá nos vemos el siguiente sábado – dijo la pelirroja y terminó la llamada.
Yulia se sintió un poco decepcionada de sí misma por no haberse tomado la molestia de preguntarle a Lena algo tan importante como lo era su fecha de cumpleaños, Yulia debía hacer algo, ¿Qué regalo podría darle a la pelirroja?, ¿Qué podría gustarle? ¿Qué podría comprarle?
¿Yul?, ¿Yulia? – la llamaba Lena
¿Uh?... Disculpa, me distraje – respondió Yulia
No hay problema, pero quería hacerte una pregunta -
¿De qué se trata? – preguntó la morena
¿Tú tocas algún instrumento… lo que estaba en tu habitación es un teclado? – preguntó la pelirroja
Si, es mi viejo teclado, fue de las pocas cosas que conservé, esta vez me lo llevaré a Estados Unidos cuando regrese – respondió la pelinegra
Yulia le preguntó a Lena si ella tocaba algún instrumento o practicaba algún deporte, pero Lena negó con la cabeza.
Cuando era niña mis padres me inscribieron en clases de ballet, aunque en realidad a mi jamás me agradó ir – dijo la pelirroja
¿Alguna vez se los dijiste? – preguntó Yulia
Si, pero no me escuchaban, decían que me veía muy linda y que tenía mucho talento, además mi madre también tomó clases cuando era joven, ella era la más emocionada en que yo aprendiera –
Lena le contó a Yulia que sus padres solían estar muy ocupados y muchas veces no tenían un horario establecido para estar con ella, el personal de la casa y el chofer se encargaban de cuidarla y llevarla a sus actividades desde que era pequeña, pero Lena ansiaba que llegaran las vacaciones de verano, solía pasar esos meses en casa de su abuela paterna a las afueras de Moscú, la mujer amaba a su nieta y pese a ya ser muy mayor jugaba con ella, siempre la escuchaba, la llevaba a explorar al bosque, le enseñó a cocinar ya hornear, etc., y cuando Lena le dijo que de grande quería ser cantante la mujer la llevó a clases de canto, todo esto a escondidas de sus padres, también aprovechaba la navidad y otras vacaciones para estar con ella; a la edad de 12 años todo cambió, Lena fue enviada a un internado para mujeres en otra ciudad, meses después su abuela enfermó y al poco tiempo falleció, la pelirroja se lamentaba y se culpaba a si misma por no estar con ella para cuidarla, sus padres la consolaron y le explicaron que su abuela ya estaba muy grande y que la muerte es parte de la vida, Lena sufrió mucho y recordar todo en ese momento provocó que se le salieran las lágrimas enfrente de Yulia, la morena se acercó a ella y le dio un fuerte abrazo lo que poco a poco ayudó a Lena a tranquilizarse, después Yulia tomó un puño de papas fritas y se las ofreció a la pelirroja acto que la hizo reír, Lena abrió la boca y comió las papas de la mano de Yulia, a ninguna le importó que alguien las viera.
Lena tienes una voz muy bonita – dijo Yulia
¿En serio lo crees? – preguntó Lena
Si, hasta mis amigos lo notaron, nos dejaste asombrados a todos, me encantaría volver a escucharte cantar algún día – respondió la pelinegra
Las chicas pasaron una buena tarde juntas, antes de despedirse Yulia preguntó si podrían verse al día siguiente, pero Lena explicó que el domingo tendría guardia durante el día y se desocuparía muy tarde, la morena estaba sintiendo un poco de tristeza
¿Qué te parece si el lunes nos vemos en el parque Gorky para ir a correr, pero solo si ya te recuperaste por completo? – preguntó la pelirroja
¡Claro que sí! – dijo Yulia emocionada.
Yulia dejó a Lena en su departamento y volvió a su casa. El domingo transcurrió de lo más normal para la morena, pasó el día con sus padres, jugó con Dasha y luego salieron todos en familia a cenar, ansiaba que llegara el lunes, ansiaba ver a la pelirroja, todo el día contuvo las ganas de enviarle mensajes, pero Lena posiblemente estaría ocupada, la pelirroja le había explicado a Yulia que aunque no estaba permitido que trabajara mientras estudiaba la subespecialidad, sus padres habían movido algunos contactos para que a Lena le dieran permiso, por eso ella podía dar consultas y realizar cirugías en la clínica de sus padres, además de que solía cargar en su auto una pequeña maleta con estetoscopio, abatelenguas y material de curación para cuando se ofreciera alguna consulta general a domicilio, (esto último llevaba años haciéndolo ya que empezó a atender pacientes a domicilio a los pocos años de iniciar a estudiar medicina, siempre le gustó ganar su propio dinero), también, como parte de la subespecialidad debía realizar guardias de 12 horas de vez en cuando en el hospital general, incluso algunas veces se quedaba de postguardia a doblar turnos para cubrir a sus compañeros, quienes también la cubrían a ella cuando lo necesitaba; así que dedujo que ese día no sería buena idea interrumpirla. Al fin llegó el lunes, Yulia se levantó más temprano de lo normal, estaba emocionada por ver y abrazar a la pelirroja, condujo al parque y estacionó su auto, pero no veía a Lena por ningún lado
Quizás aun es muy temprano – decía mientras revisaba su teléfono a la vez que buscaba con la mirada alguna señal de la pelirroja, miró la hora y apenas eran la 5:00a.m.
Finalmente la vio venir a lo lejos cargando una maleta deportiva de esas como las que se llevan al gimnasio, la morena se acercó a ella y pudo notar evidentes signos de cansancio en el rostro de la pelirroja, Yulia estaba preocupada.
Mejor dejamos esto para otro día, necesitas descansar – dijo Yulia
Yul estoy bien, solo tuve un poco más de trabajo, ven empecemos – insistía la pelirroja
¡Nada de eso! Te llevaré a tu departamento para que duermas – decía a la vez que quitaba la maleta del brazo de la pelirroja, dándose cuenta de lo pesado de dicha carga.
Yulia llevó a Lena al auto y condujo al edificio de la pelirroja, la última vez la dejó en la entrada, pero esta vez presentía que Lena se caería de sueño en cualquier momento, así que por precaución le ayudó a entrar a su departamento, la llevó a su habitación y la sentó en la orilla de la cama, le quitó los tenis, y estaba a punto de marcharse cuando sintió la mano de la pelirroja tomando la suya
Yul… quédate conmigo… por favor… – dijo la pelirroja en un tono triste y suplicante
Yulia asintió, se acercó a la pelirroja, y se acostó a su lado quedando frente a ella
Por favor Yul… No te vayas… No me dejes sola… - dijo Lena e inmediatamente se quedó dormida
Yulia no tenía claro si Lena estaba consciente de lo que acababa de decir o si solo era efecto del cansancio; miró a la pelirroja, se veía hermosa durmiendo, uno de sus característicos rizos rojos estaba en su rostro y Yulia lo hizo a un lado con mucho cuidado para no despertarla, se acercó lentamente a los labios de Lena, estaba a escasos centímetros de ella, pero en ese momento sonó su teléfono, el ruido de la notificación hizo que Lena se moviera y se girara hacía el lado contrario dándole la espalda a Yulia, revisó su celular para ver de qué se trataba y solo era un correo electrónico de Sam, nada urgente, lo atendería más tarde, volvió a mira a Lena, decidió que lo mejor era no intentar nada y dejar a la pelirroja dormir, silenció su teléfono, cubrió a Lena con una manta y la abrazó por la cintura, después durmió junto a ella.
