Agosto continuo su rumbo tal y como tenía que ser. Durante ese mes, Liam, Emma y Dalia crecieron un poco más, solo uno o dos centímetros. Liam ya era de la altura de la profesora, aún que al chico le siguió pareciendo mucho más grande que él, tal vez sería por el cargo que ocupaba la profesora, o por la admiración que Liam le tenía. Fuera como fuera, Liam ya se había acostumbrado a ver a la profesora desde abajo, pues desde los once años lo hacía, y ahora que la veía a la misma altura, notaba que era mucho más bonita, y mucho más interesante, pues la profesora ahora le contaba cosas que no le contaría cuando tenía once años. Aún que Liam ya fuera de la misma estatura que la profesora Amelia, todavía no pasaba al profesor Forker, aún que estaba próximo a hacerlo. Por su lado, Emma también podía presumir de ser de la misma estura del profesor, y eso a Liam le gustaba mucho.

Julie también había crecido, como una niña sana y normal de dos años tendría que hacerlo. La pequeña pasaba sus días divirtiéndose con los chicos, era como si fuera el paraíso para Julie. Por otra parte, la otra menor del grupo, Dalia, estaba muy contenta, pues se acercaba cada vez más su cumpleaños, y los mimos y la atención estarían asegurados.

El día llegó, Dalia por fin cumplió los quince años. Ese día, 16 de agosto, Liam se aseguró de que Dalia fuera muy feliz, pues le preparo un bonito pastel de galleta, el favorito de la chica. Incluso recibió regalos, de unas lechuzas muy apresuradas. De parte de Jack, la chica recibió un bonito vestido casual, que le gustó mucho a Dalia. De parte de Tom, recibió una copa de Quidditch de chocolate, con dulces dentro, y que Dalia había visto hacia algunos ayeres en Hogsmeade, mientras ella y Tom paseaban. Su amiga Cinthya le regaló un libro de aventuras, "El viaje de Katie" de Jacob Fisher, por qué cuando fue a comprar sus útiles de Hogwarts, se lo encontró en Flourish y Blotts, y pensó que sería un excelente regalo para Dalia. Emma y Liam decidieron regalarle a Dalia un kit de pelotas mágicas, extra rebotadoras, adjuntas a una bolsa entera de bombas fétidas. Liam, como había prometido, llevo a Dalia a su habitación y la dejo escoger un peluche.

-veamos… – Dalia veía atentamente las estanterías de los peluches de Liam – el de pez? – dijo apuntando a un peluche de pez gato

-ese me lo regaló Emma – suspiro Liam

-hmmm, y que tal ese? – apunto a un peluche de pez koi

-ese me lo regaló Amanda

-puedes deberías desacerté de el – gruño Emma – odio que tengas cosas de ella

-vamos, ella está ahí, pero tú estás en mi corazón – le dijo Liam

-no me quieras calmar con palabras bonitas – dijo Emma cruzando los brazos

-bonitas? Las únicas palabras bonitas aquí son las que tú dices – Liam miro a Emma con devoción

-ugh, está bien, yo también te quiero – Emma sonrió un poco

-qué problema – suspiro Dalia – hmm… ya se! ¡El de jirafa!

-bueno – Liam se estiró un poco y tomo el peluche de jirafa – aquí tienes

-GRACIAS! – Dalia tomo el peluche y abrazo a Liam – te quiero mucho!

-me quieres? – dijo Liam un poco confundido

-sí! – Dalia asintió con la cabeza – eres como mi hermano mayor, como Jack!

-supongo…

-es como si tuviera dos hermanos mayores – la chica sonrió – es muy divertido

-Tom tiene dos hermanos mayores – dijo Liam pensativo – y yo soy el hermano menor de Raine… hmmm, curioso

-son una familia grande – comento Emma – incluso Julie, que es la menor de todos

-y cuando tengan hijos, me van a decir tía Dalia! – dijo emocionada

-bueno, también, pero si algún día te casas con Tom…

-ay! – Dalia se sonrojo – te imaginas? Yo casada con Tom… vaya…

-no te ves ahí? – le pregunto Emma

-bueno… supongo que no como ustedes – Dalia miro a ambos chicos – es que Tom… él… no lo sé, él quiere… ya saben, con Sofía…

-ese Tom… – suspiro Liam – tengo que hablar con el hoy, espero que no sea solo una calentura de esas

-creo que no – dijo Dalia apenada – pero está bien, ojalá ella y el…

-no te desanimes – Liam le dio palmaditas en la espalda a la chica – a la mejor hay otro chico por ahí

-no, la verdad no me importa ya – Dalia suspiro un poco y alzo la mirada – es el año de los TIMO, así que quiero estar concentrada en eso

-bien dicho – sonrió Liam – eso me recuerda a Jacob, aún que… bueno, no importa, dejemos ese tema a un lado de momento, ahora que les parece si salimos un rato?

-espero que la profesora nos deje – dijo Dalia – no nos deja ir a ningún lado!

-tranquilas chicas – Liam río un poco – iremos a ver a Adrel, pero para eso… caray, Amelia es muy estricta

-pero tú eres su niño especial – dijo Emma – eres su primogénito!

-a ver si puedo lograr que nos deje salir – suspiro Liam

Los chicos bajaron, mientras la profesora Amelia buscaba un libro en su enorme estantería. Liam le empezó a pedir permiso para salir, pero la profesora se negó, aún que al final Liam saco su carta secreta.

-quieta, Julie! – dijo Liam poniéndole su gorro de lana a la pequeña, ya afuera de la casa, y con la profesora Amelia y el profesor Forker subiendo contentos las escaleras

-no quiero! – Julie negaba con la cabeza

-vamos, así estarás calientita – sonrió Liam, y Julie se quedó quieta – eso, muy bien!

-vaya que esos dos se quieren mucho – suspiro Emma

-como tú y yo, ¿no? – río Liam

-sí, jeje – Emma sonrió pícaramente

-ay, esto del amor es un problema – suspiro Dalia sacudiéndose un poco la falda

-pues yo creo que no deberías cerrarte al amor – le dijo Liam mientras caminaban – el amor es muy bonito, y todos deberíamos vivirlo!

-tú crees? – dijo Dalia metiendo las manos a los bolsillos de su polera, de color rosa, que Liam le había regalado por qué si, y además por qué combinaba con su falda negra

-lo creo! – sonrió Liam – puedes amar a quien quieras, como yo y Emma, o como Raine y Anne! O también como Oliver y Ethan

-tus compañeros de habitación? – pregunto Dalia

-esos mismos – contesto – Jack te hablo de ellos?

-sí, los menciono – Dalia asintió con la cabeza

-bueno, al final de quinto empezaron a salir, eso está bien, a Oliver le gustaba mucho Ethan, pero Ethan casi no se daba cuenta jaja – Liam río un poco – al final, Oliver se armó de valor

-qué bonito – dijo Dalia – no lo sé, tal vez encuentre a alguien

-aja, ya habrá un chico, o una chica que te quiera mucho – le dijo Emma

-una chica? – Dalia pensó un poco – bueno… ah, es una pena que no sea con Tom

-no todo se puede – comento Liam – tampoco puedes obligar a Tom a estar contigo, pero ya habrá otro amor correspondido

-ojalá Amanda aprendiera eso – suspiro Emma – de verdad, tiene que dejarte en paz, Liam

-bueno, la entiendo – Liam movió un poco a Julie – ella y yo… bueno… como decirlo…

-déjalo ya – Emma negó con la cabeza – a ver, Amanda te ama, yo te amo, a quien de las dos amas tú?

-a ti – respondió Liam

-y si me quedo como Amanda? – dijo Dalia preocupada – no quiero ser una acosadora!

-Amanda no es… bueno tal vez un poco – suspiro Liam

-no te preocupes Dalia, no eres como ella – río Emma, y se detuvo junto a Liam y Dalia, habían llegado a una cafetería, La bruja Cafetera

-buenas tardes! – dijo Liam entrando a la cafetería

-buenas ta… oh, vaya! – una mujer los miraba desde la barra, aquella mujer tenía el cabello negro azabache, ondulado y con un característico corte Bob, su nombre era Adelaine Palmer – no pensaba verlos tan pronto!

-hola! – Liam entro contento

-vaya, vaya, pequeño – río Adelaine – ni tan pequeño, vaya qué creciste, hmmm, ven aquí

-qué tal? – dijo Liam acercándose a Adelaine

-jaja, que lindo – Adelaine tomo un mechón de pelo de Liam y se lo enredo un poco en el dedo

-hola! – dijo Julie con una sonrisa

-hola, niña – suspiro Adelaine

-ey! – Dalia se acercó rápidamente

-que los trae por aquí? – pregunto Adelaine

-es el cumpleaños de Dalia – dijo Liam

-sí, así es, así que denme mimos y cariño! – Dalia sonrió contenta

-claro – Adelaine apartó la mirada – oh, mira esto – alzo la mano izquierda, un reluciente anillo de compromiso estaba en el dedo anular de la mujer – me voy a casar!

-la profesora nos lo dijo – Liam analizo el anillo con la vista – ah todo esto, donde está Adrel?

-ADREL! – grito Adelaine, y un hombre castaño salió de la cocina

-que pasa, cariño? – dijo el hombre, con apariencia cansada

-mira quien está aquí – Adelaine señaló a los jóvenes

-eh? – Adrel los miro – vaya! ¿Qué hacen aquí?

-vivimos aquí – respondió Emma – bueno, no, en realidad solo Liam, pero nos estamos quedando con el

-se mudaron aquí? – dijo Adrel sorprendido – vaya, me preguntó por qué Beatriz no ha venido a verme…

-no es eso – suspiro Liam – técnicamente vivo con la profesora Amelia, por qué mi habitación está en su casa, pero en realidad sigo viviendo con mis padres

-que complicado – Adrel río un poco – oye, ya te conté que…

-se van a casar – completaron los chicos

-lo sé – sonrió Liam – está muy bien, a ver si así dejas de verle el pecho a mi mamá

-yo no le veo… no le veo nada! – Adrel se sonrojo un poco

-claro, y yo no le veo el trasero a tu prometida

-que tú qué?

-uy, vaya, Liam! – Adelaine río contenta – no sabía que te gustaba mirarme, jeje, puedes seguir haciéndolo si quieres

-no, no lo va a seguir haciendo – gruño Emma – tiene uno mucho mejor, y para él solito

-bueno, no importa – suspiro Liam – hoy es el cumpleaños de Dalia, puedes traerle algo, Adrel?

-supongo – Adrel pensó un poco – me van a pagar?

-no

-bueno – Adrel entro a la cocina, y un poco después regresó con un plato de pay de limón

-uy, que rico! – dijo Dalia contenta

-feliz cumpleaños Dalia – le dijo Liam y le acaricio un poco la cabeza a la chica

-me encanta este cumpleaños! – Dalia sonrió y corto un poco de pay – ahora, por favor todos hablen de mi

-ok – Liam se sentó al lado de Dalia – Dalia, eres muy bonita

-Dalia, eres hermosa – le dijo Emma

-eres divertida – le dijo Liam

-me gusta tu sombra de ojos – Emma sonrió

-y también me gusta cómo me dejaste las uñas – dijo Liam levantando la mano derecha, sus uñas estaban pintadas de color lila, aún que las de la mano izquierda también estaban pintadas de ese color, que le quedaba muy bien

-oye, es verdad – dijo Adelaine viendo las uñas de Liam – se te ven muy bien

-y todo gracias a Dalia – Liam asintió con la cabeza

-eso es – Emma meneo un poco la cabeza – Dalia es la mejor!

-Dalia! – dijo Julie, repitiendo el nombre, muy contenta

-sí, sí, así me gusta – dijo Dalia sonrojada – es mucha atención, me encanta! ¡Estoy enamorada de la atención, denme más!

Liam y Emma continuaron agrandando el ego de Dalia, pero estaba bien, por qué era su cumpleaños, y como negarse. Después de aquello, Adrel y Adelaine siguieron dando detalles de su compromiso, y Dalia, que tenía suficiente atención por un buen rato, se dedicó a seguir pidiendo pedazos de pay.

-y cuando va a ser la boda? – pregunto Liam

-el próximo mes – sonrió Adrel – están invitados, claro

-ay, ¡qué bien! – dijo Emma emocionada – hace mucho que no voy a una boda, a la última que fui fue a la de la profesora Amelia, y a la de mis padres, supongo…

-se casaron después de tenerte? – pregunto Dalia

-no, es que se casaron sin que supieran qué yo estaba en el vientre de mamá – dijo Emma apenada – creo que se adelantaron un poco a la noche de bodas…

-que cosas – dijo Adelaine – hmmm, ahora que dicen eso, Adrel, te gustaría tener un hijo?

-claro que me gustaría – contesto – y a ti?

-sí, si – Adelaine sonrió – creo que ya es tiempo, ya tengo cuarenta y uno…

-no estás tan vieja – le dijo Liam – además te ves hermosa, como de veinte años, y tienes esa carita muy bonita que… – Liam sintió la furia de Emma sin necesidad de mirarla – y… eh…

-jaja, gracias pequeño – Adelaine río un poco

-nada de gracias – gruño Emma – usted es una vieja arrugada!

-Emma! – Liam miro rápidamente a la chica

-porque la defiendes?! – Emma le dio un golpe a la mesa – es que acaso quieres hacerle…

-ya! – Liam le tapo las orejas a Julie – basta, no es momento de decir esas cosas

-ugh – Emma fulmino a Liam con la mirada – ya veremos cuando lleguemos a casa

-tranquila – le dijo Adelaine – lo que pasa es que los chicos están en esa edad en la que…

-y vaya que lo están – gruño Dalia – los chicos son unos tontos, no piensan!

-oigan – Liam suspiro cabizbajo – nunca me dejan ser feliz

-ya, ya – Emma le dio unas palmaditas – mira, para que veas… – la chica se acercó y le susurro algo al oído

-oh, vaya! – Liam se sonrojo mucho – de verdad?

-aja – Emma asintió con la cabeza – pero hablemos de eso después

-está bien – dijo Liam con una sonrisa

-hmmm, que cosas – suspiro Adrel mirando el reloj – lo siento chicos, ya es hora de cerrar

-oh, bueno – Liam se llevó la mano al bolsillo – tres galeones

-dame – Adelaine extendió la mano, y Liam le dio el dinero – muy bien, tengan buena tarde!

-Dalia, llévate el pay – dijo Liam, y Dalia apartó la vista del pedazo de pay que tenía

-y si se cae?

-pues velo comiendo – Liam río un poco

-y si nos quedamos otro rato más? – Dalia miro al pay

-bueno, en lo que limpio, pueden acabar, supongo – dijo Adrel

-bien! – Dalia continúo comiendo

-jaja, que chica tan agradable – sonrió Adelaine, mientras Adrel iba hacia la cocina – dices que te llamas Dalia?

-chi! – contesto la chica con la boca llena

-es un bonito nombre – dijo tranquilamente – ah, oye, Liam

-sí? – el chico miro a Adelaine

-cómo me voy a casar con Adrel, ya no te tienes que preocupar por tu madre! – dijo Adelaine contenta

-lo se! Muchas gracias – Liam sonrió contento

-chócalas! – Adelaine le puso la palma de la mano, y Liam choco los cinco con la mujer

-ya verás – le dijo Emma – cuando tengamos hijos, no van a dejar que te acerques a Amanda

-supongo – suspiro Liam – y que hay de ti? ¿Debería sentirme celoso de alguien?

-no – contesto la chica con sinceridad – la verdad es que no me interesa ningún chico, ni lo hacía antes ni lo hará después, a excepción de ti, claro

-awww, eso es muy dulce – Liam se sonrojo y sonrió

-jaja, supongo – Emma río un poco – por ejemplo, antes de que me gustaras, yo no tenía interés alguno en los chicos, ni las chicas, ni siquiera por el profesor Forker, y ya ves que él les gusta a todas las chicas

-oh, de verdad? – dijo Liam sorprendido

-sí, eh incluso ahora, por qué el año pasado que fuimos a la playa, no me fijé en ningún chico, no lo sé, simplemente no me interesa – explico Emma

-ya veo – Liam pensó un poco – y yo?

-bueno, tú eres la excepción – sonrió Emma – me gustas mucho, incluso más que cuando descubrí que me gustabas

-tú también me gustas mucho – Liam sonrió de vuelta – aún que… bueno, ahora me siento culpable, yo sí me fijo en otras chicas y chicos

-no te preocupes – Emma le dio unas palmaditas – espera, como que chicos?

-sí, Jacob, por ejemplo – Liam se sonrojo un poco – digamos que, si estudiara con él, no me molestaría ayudarlo con su tarea de encantamientos

-y con razón – suspiro Adelaine – él era muy guapo, pero como siempre estaba con esa tonta de Annelie, nunca salió con nadie más, aparte de mí, claro

-así es – Liam asintió con la cabeza

-eres como una chica, Liam – dijo Dalia – seguro que no eres una chica?

-seguro – río Liam

-es verdad – Emma suspiro un poco – tú te ves como una chica, no te gustaría ser una?

-pues… estoy cómodo siendo un chico – Liam pensó en voz alta – pero supongo que ser una chica tampoco me molesta, y tal vez me vea como una chica, pero me gusta cómo me veo, de verdad!

-está bien – le dijo Emma – y además te queda el cabello largo

-gracias – sonrió Liam – oh, por ejemplo, Odette me contó sobre un chico de Ravenclaw que ahora es una chica, eso está bien, no creen?

-lo es – dijo Adelaine – al final son simples apariencias, lo que importa es como somos

-así es – Liam asintió con la cabeza

Un poco después, Dalia termino su pay, y los tres salieron de la cafetería. El sol ya estaba cayendo, y el cielo adquiría su tonalidad morada. Los chicos regresaron a casa, aún que se sentaron un rato fuera de las escaleras.

-sexto año – suspiro Emma – tan pronto?

-ah pasado tiempo – dijo Liam – es algo difícil pensar que pronto saldremos de Hogwarts

-aún les quedan los dos años – dijo Dalia

-sí, pero… no lo sé – suspiro Liam – Raine se gradúa este año, ja, parece como si todavía estuviera en cuarto año, cuando la conocí…

-como pasa el tiempo – Emma miro al cielo – incluso Julie cada vez está más grande

-Julie grande! – dijo la pequeña – Julie es niña grande!

-lo eres – río Liam – aún que… a veces también me olvidó que Tom ya no es un niño de diez años

-no lo es – dijo Emma

-tiene quince años! – dijo Liam – ja, incluso ahora podría jurar que me dice "como es Hogwarts?" o "ya quiero entrar a Hogwarts!" jaja, pero… ya no lo hace

-así es la vida – suspiro Emma – y nosotros también crecemos

-supongo – Liam abrazo a Julie – me asusta pensar que algún día está pequeña tendrá nuestra edad

-y algún día nosotros tendremos la edad de los profesores – dijo Emma – algún día…

-pero para eso falta mucho – dijo Dalia

-si… – Liam suspiro

-pero recorreremos el camino juntos – le dijo Emma – verdad?

-claro – Liam miro a Emma

-lo haremos – Emma le dio la mano a Liam

-sí, lo haremos – el chico sonrió – tú, yo, Jack, Dalia, todos

-jaja, gracias – sonrió Dalia – ya es el año de los TIMO, y yo todavía no se a que dedicarme

-no te preocupes, los profesores nos ayudan a eso – le dijo Liam – incluso nosotros te podemos ayudar

-gracias – Dalia asintió con la cabeza

Los chicos se quedaron viendo al horizonte, hasta que el sol desapareció, y la luna ocupo su lugar en el cielo.