Abril comenzó al final de las vacaciones de pascua, y Liam empezó a planear la próxima gran celebración. Cuando llegó el día de regresar a Hogwarts, Liam dormía, era de mañana y Emma no estaba a su lado. De repente, la puerta se abrió, y Emma encontró con una bandeja, le había preparado el desayuno a su ser amado. La señora Baker acompañaba a Emma, y la misma le había ayudado a preparar la comida.

-Liam, Liam… – Emma meneo un poco al chico, y Liam despertó

-ay, ¿sí? – Liam se estiró

-buenos días – le dijo Emma

-buenos días – Liam se acomodó en la cama y se tallo los ojos – eh? ¿Qué pasa?

-te traje el desayuno! – dijo Emma con una sonrisa

-ah… gracias – Liam sonrió, y Emma le puso la mesita en las piernas

-adelante – dijo Emma

-es que… – Liam miro a su madre, que le hizo una seña para que comiera. Liam suspiro y tomo el tenedor, pico la salchicha y se llevó un trozo a la boca, de inmediato un sabor agrio le llegó

-cómo está? – Emma miro emocionada a Liam

-delicioso, cada vez me superas más – Liam sonrió forzadamente

-bien! – Emma dio un saltito

-muy bien, ahora desayunemos todos juntos – dijo la señora Baker – pero yo abajo, ustedes pueden desayunar aquí… ya me voy

-muchas gracias – dijo Emma mientras la señora Baker salía de la habitación – bien, Liam, desayunemos y preparémonos para nuestra educación!

-estas emocionada? – Liam miro como la chica traía la silla del escritorio y se sentaba a su lado

-claro, casi es mi cumpleaños, ya casi soy mayor de edad! – Emma tomo un tocino – y voy a poder hacer el examen de aparición!

-que envidia – suspiro Liam – yo también quiero

-al menos ya puedes aparecerte y eso – dijo Emma comiéndose el tocino – hmm, que rico! Si que fue buena idea ponerle limón

-si… ejem, pero tú eres la mejor apareciéndote – Liam sonrió. Era verdad, Emma había sido la segunda en aparecerse después de Amanda, aún que fue tres semanas después

-tienes la mejor novia del mundo, ¿verdad? – Emma sonrió orgullosa

-sí, la mejor – dijo Liam contento – gracias por el desayuno

-no hay de que – Emma acaricio la mejilla de Liam – oye, este año… bueno, como seré mayor, pues… me gustaría… celebrar aquí

-ah, claro Emma – Liam asintió con la cabeza – podemos decirle a mamá

-sí, pero… también quisiera… no sé, estar… a solas contigo – dijo Emma un poco sonrojada

-conmigo?

-sí! – Emma sonrió – ya sabes, aún que todavía falta para que seas mayor, pero… ya sabes, Liam

-sí, entiendo – Liam sonrió – de acuerdo, creo que pueden dejarnos solos

-así es! – Emma tomo la mano de Liam – nuestra primera noche solos!

Liam río un poco, y los dos jóvenes siguieron desayunando.

El viaje de regreso a Hogwarts estuvo como siempre. Aún que cuando Liam se encontró con Tom y Sofía, los dos estaban bastante contentos, con una sonrisa permanente y muy cariñosos el uno con el otro.

Raine estaba bastante desanimada, era definitivo, había roto con Anne, aunado a que era su último trimestre. Liam y Emma trataban de animar a la chica, con dulces, videojuegos, chistes etc. Pero nada funcionaba, Raine no quería hacer nada.

-LIAM! – Noach entró de repente al compartimento en el que estaba el chico, estaban ya por llegar a Hogwarts – adivina de lo que me acabo de enterar

-qué pasa? – dijo Liam consolando a Raine

-pues… que pasa? – Noach miro confundido a Raine – estás bien?

-tú que crees? – Raine miro a Noach con los ojos rojos y cristalinos

-ay, pues… – Noach miro a Liam y Emma, que también consolaba a Raine – puedo pasar?

-sí – suspiro Raine

-qué pasa? – dijo Noach ocupando un lugar al lado de Raine, Liam y Emma habían pasado al asiento de enfrente.

Conforme Raine le contaba, Noach escuchaba atento. Cuando Raine termino, Noach empezó a aconsejarle, pero muy poco, o al menos a oídos de Liam, pues justo habían llegado a Hogwarts. Ya cuando bajaron, Jack y Dalia estaban esperando a Liam y Emma.

-LIAM! – Dalia se lanzó a abrazar al chico – adivina de que me enteré!

-es algo malo? – suspiro Liam preocupado

-no, pero es genial – dijo Dalia con una sonrisa – verás, McGonagall salió el miércoles de su despacho, pero dejo la puerta abierta, y yo andaba curioseando por ahí porque… no, mejor no te digo

-tú sabes, Jack? – Liam miro a Jack

-no tengo idea, está niña no me quiere decir nada – Jack suspiro

-ES QUE ES GENIAL! – Dalia salto emocionada – ¡pero ya verán, y será aún más genial cuando se enteren!

Liam suspiro, y los chicos se pusieron de camino al castillo.

El primer día del tercer trimestre del año fue altamente informativo, para empezar, en todas las salas comunes se asomó el anuncio del examen de aparición, 23 de abril. Después de ese anuncio, las clases dieron comienzo. Defensa contra las artes oscuras fue por demás entretenida, el profesor Forker había abierto de nuevo el club de duelo, para que los alumnos practicarán los hechizos vistos desde primer año. Ese día, Harry Potter estaba por la clase, era un día tranquilo, así que fue para divertirse junto a los jóvenes estudiantes.

-FLIPENDO! – conjuro Liam, como siempre, y al poderoso rayó dejo fuera de combate a Odette

-bien, muy bien! – el profesor Forker aplaudió, mientras Jack y Emma apartaban a Odette – ya van… siete victorias, ¿quién se ofrece a derrotar a Liam?

-no, no, estoy cansado – dijo un chico de Hufflepuf que estaba siendo empujado por sus compañeros

-si… mi muñeca está algo mala – alego una joven de slytherin, también presionada por sus compañeros

-yo lo derrotare – Amanda se puso al centro de la habitación

-eso ya había pasado – dijo un chico de slytherin – no se van a hacer nada!

-que no peleen! – dijeron los de Hufflepuf, y la clase entera alegó

-ya, ya, tranquilos – el profesor Forker puso calma – a ver, van a pelear?

-supongo – dijo Liam encogiendo los hombros

-sí – Amanda saco la varita

-bueno, adelante, entonces – el profesor Forker se apartó

-Des… – antes que Liam terminara su conjuro, Amanda vatio la varita y Liam salió volando – auch, bueno – Liam se puso de pie – ¡Tarantela!

-Protego! – Amanda bloqueo inusualmente bien el maleficio de Liam

-que tenso – le dijo Harry a el profesor Forker

-y que lo digas – suspiro el profesor Forker

-Accio! – Liam apunto a un libro en la estantería, que acudió rápidamente, entonces Liam movió de nuevo la varita, y el libro fue a pegarle a Amanda – Levicorpus!

-Liberacorpus! – conjuro Amanda antes de que diera la vuelta, entonces cayó al suelo – Sectumsempra! – la varita de Amanda soltó chispas, y el hechizo pego en una ventana, que se quebró

-oye! – protesto Liam – Expeliarmus! – su varita también saco chispas, y la varita del profesor Forker salió volando por ahí

-maldito Liam! – dijo Amanda poniéndose de pie – ni siquiera me puedes hacer nada!

-que te pasa? – dijo Liam un poco exasperado y confundido

-TE VOY A MANDAR A LA ENFERMERÍA! – le grito Amanda, movió la varita y los vidrios rotos se alzaron

-que? – Liam miro sorprendido a Amanda – oye, deja eso!

-cállate! – Amanda mando los cristales hacia Liam, el chico movió la varita y los cristales rebotaron en una barrera invisible

-FLIPENDO! – conjuro Liam con fuerza, a la par que Amanda movió la varita, entonces paso de nuevo

El rayó rojo de Amanda chocaba contra el verde de Liam. A los dos segundos se formó una cúpula dorada, sin que ninguno de los dos chicos pudiera controlarlo. Amanda tomo ventaja sobre Liam, y el rayo verde se hizo cada vez más pequeño, dejando salir al profesor Forker sin varita, a Amanda colgando un segundo de su tobillo, y a Odette completamente cansada, todos en forma de vapor.

Fue entonces que Liam ejercicio más fuerza, y el rayo verde recupero terreno, y de la varita de Amanda salió Liam, y después de él, salió el padre de Amanda, el señor Hill. Aquel fantasma del señor Hill se lanzó contra Liam, mientras otros dos señores Hill salían de la misma varita. Aún que aquel señor Hill no se veía como siempre, Liam notaba más malicia de la normal en los vaporosos ojos del hombre. Cómo todos aquellos fueron una y otra vez contra Liam, el chico perdió terreno, y sintió que su varita estaba a punto de explotar. Y casi fue así, con un estallido, Liam salió disparado hacia atrás, la conexión se rompió y Liam cayó con fuerza.

-que paso? – dijo un alumno de Slytherin

-comparten los núcleos de sus varitas? – pregunto Harry

-no que yo sepa – contesto el profesor Forker

-DESMAIUS! – grito Amanda, y otro rayó rojo impacto en Liam

-ya basta! – dijo Emma corriendo hacia Liam – que carajos te pasa?

-sí, que pasa? – pregunto Erika – pensé que te gustaba

-sí, le gustaba! – dijeron los alumnos

-silencio! – Amanda alzó de nuevo la varita, pero antes de que la moviera de nuevo, Harry la desarmó, aún que Amanda se lanzó de nuevo por su varita, y Harry la maniato con otro movimiento de varita

-ayúdame, Anthony – dijo Harry – vamos a ver qué pasa

-claro – el profesor Forker se acercó a Amanda, que se revolvía en el suelo

-a ver… – Harry alzó a Amanda, y la vio a los ojos

-Liam, levántate! – dijo Emma meneando al chico, que estaba totalmente inconsciente – Liam!

-llévenlo a la enfermería – ordenó el profesor Forker – y quince puntos menos para Gryffindor

-vamos – Erika se acercó a Liam, mientras Jack tomaba la varita de Liam, y Emma cargaba al chico

-ya, ya sé que pasa – Harry salto a Amanda – chicos, termino la clase, pueden irse

-pero queremos saber! – dijeron los alumnos

-ya, fuera! – dijo el profesor Forker, los alumnos protestaron y salieron del salón – que pasa? – dijo en cuanto el último alumno se fue

-la maldición Imperius – contesto Harry, movió la varita y Amanda se retorció

-como que la maldición? Por qué alguien quería hacerle una maldición a… ella – suspiro el profesor Forker

-no lo sé – respondió Harry – pero creo que alguien odia mucho a Liam

-que? – Amanda termino de moverse – que Liam qué?

-hola eh… Amanda, ¿verdad? – pregunto Harry

-sí? ¿Por qué estoy atada? – Amanda miro el salón – uy, ya regresamos

-sí, disculpa, tu y Liam comparten núcleo de varitas? – dijo Harry tranquilamente

-ah, sí, es genial – Amanda sonrió – tenemos el mismo pelo de unicornio, y nuestras varitas se conectan! Es muy romántico, ¿verdad?

-no lo diría así – suspiro Harry

-por qué pregunta?

-qué es lo último que recuerdas? – Harry pregunto de nuevo

-pues… estaba en mi casa y mi papá… oh… – Amanda miro preocupada a la ventana – creo que tengo que decirle algo

El día continuo, y Liam se perdió Encantamientos, también Amanda. Emma se aprendió bien el tema de encantamientos, y se lo explicaría a Liam en cuanto lo viera. El chico apareció en la cuarta clase, Cuidado de criaturas mágicas. Ese día vieron una criatura muy divertida, se llamaba Jarvey, y era como un hurón, pero con la cola tupida y muy inquieto.

-eres una niña tonta! – le dijo el Jarvey a Emma, que lo sostenía curiosa, ya que los Jarveys hablaban como humanos – idiota!

-que grosero te volviste, Liam – Emma río

-me cae mal – dijo Liam mirando con atención al Jarvey

-tu tampoco me caes bien niñita – dijo el Jarvey enseñando los dientes

-como sea, ten – Liam le dio un ratoncito

-no me voy a hacer tu amigo si me das tu comida, estúpido! – el Jarvey gruño

Liam miro exasperado al Jarvey, que lo insulto otra vez. Emma no supo ni como paso, pero cuando se dio cuenta, el Jarvey y Liam, en su forma de hurón, estaban peleando a mordidas. Los alumnos se juntaron a ver, mientras Emma trataba de separar a Liam del Jarvey.

-otra vez aquí? – dijo la enfermera Pomfrey, Liam tenía mordidas y rasguños por todas partes

-ese Jarvey tuvo la culpa! – alegó Liam

-ok, recuéstate ahí – suspiro la señora Pomfrey, apuntando a una cama vacía

-Liam? – Amanda estaba en la cama de al lado, le hablo cuando Liam se recostó

-tú que, idiota? – gruño Emma, acomodándole la almohada a Liam – ya terminaste de ser una puta?

-oye, no me digas así – suspiro Amanda

-que te paso, Amanda? – Liam miro a la chica – sé que estabas molesta conmigo, pero no sabía que era para tanto

-no, no fue eso! – dijo Amanda acomodándose el cabello – Liam, Emma… tengo que confesarles algo…

-habla – dijo Emma molesta

-me… me hicieron la maldición imperius – dijo Amanda apenada

-QUE?! – Liam se levantó sobresaltado – quién te la hizo?!

-papá – Amanda bajo la mirada – mi… mi propio padre me la hizo – la chica empezó a llorar

-ya veo, por eso salió cuando nuestras varitas se conectaron – dijo Liam molesto – seguramente te defendiste, ¿verdad?

-sí, lo hice – Amanda se apartó las lágrimas – Liam, yo no quería hacerte daño, te lo juro!

-está bien – Liam se acercó a Amanda y la abrazo

-creo que lo mejor será que no regreses a tu casa en el verano – dijo Emma – ven a mi casa, creo que estarás más segura ahí

-pero… que te dijo? – Liam miro a Amanda

-está muy molesto – explico Amanda – escuchen, el… él sabe de la piedra – empezó a susurrar, y Emma se acercó – la está buscando, cree que es su derecho tenerla, porque también sabe lo de los ancestros

-entonces también debería de atacar a Adelaine, ¿no? – pregunto Emma

-no, Adelaine es mi prima, así que técnicamente no es descendencia directa – dijo Amanda – por eso acudió a mí, me dijo que me alejara de la piedra, que como era una niña no la necesitaba… y… el… se llevó el diario de Ember

-demonios! – dijo Emma, Amanda bajo la mirada– pero no tienes la culpa, te estaba controlando

-y que hizo tú mamá? – pregunto Liam preocupado

-no estaba en casa – suspiro Amanda – es que está viendo a alguien más, pero no en ese sentido! Me refiero a una amiga, se encontraron y ahora no pueden dejar de hablar, porque ella se había ido al extranjero y se están poniendo al día

-entiendo – Liam asintió con la cabeza – tenemos que hacer algo

-VOLKS! – grito Emma, un "zas" sonó, y el elfo doméstico apareció

-buenas tardes, señorita Emma – Volks se inclinó

-hola Volks, dime, como vas con la búsqueda? – preguntó Emma

-creo que estoy cerca, señorita – contesto Volks – estoy encontrando las habitaciones más antiguas, y les eh hecho inspecciones profundas

-bueno, muchas gracias Volks – dijo Emma – cualquier cosa, nos informas, puedes irte

-así lo haré señorita – Volks se inclinó de nuevo y desapareció

-bien, así que enviaron un elfo – dijo Amanda impresionada

-creemos que la piedra puede estar oculta en mi casa – dijo Emma

-entiendo – Amanda suspiro un poco – perdón por todo

-no te preocupes, Amanda – Liam le dio la mano a la chica – es verdad lo que dice Emma, deberías de pasar el verano con ella

-sí, está bien – Amanda sonrió – y a ti que te paso?

-me peleé con un Jarvey

-ah, con razón, son bastante molestos – Amanda río un poco – en Ilvermorny me encontré con muchos, supongo que se llevarán bastante mal con los hurones de verdad

-bueno, "de verdad" – dijo Liam haciendo comillas con los dedos

-oigan, por cierto, ya le dije a Harry y… van a buscar a papá – Amanda bajo la mirada – están buscando a papá – volvió a soltar lágrimas

-tranquila – dijo Emma – sé que es difícil, pero lo que te hizo fue demasiado, por Merlín, la maldición imperius a su propia hija, ¡¿quién haría eso?!

-el – dijo Liam – no te preocupes Amanda, estamos contigo

-sí, y pronto esto se acabará – le dijo Emma – ay amiga, yo que quería pasar mi verano tranquila

-va a ser divertido – Amanda sonrió

Las chicas siguieron hablando, hasta que la enfermera Pomfrey curo las heridas de Liam, después de eso, el día continuo.

El rumbo de abril fue lineal, hasta que llegó el 15 del mes. Cómo era viernes, no había tantas clases, solo había una clase. Transformaciones nunca se vio tan pesado para Liam, pues solo esperaba el sonido de la campana del fin de clase. Cuando sonó, Liam y Emma salieron como un rayo del salón de clases. Corrieron y corrieron, Jack y Amanda alcanzaron a la pareja en los jardines de Hogwarts, y los chicos abrieron la reja de Hogwarts. No importaba mucho, tenían el permiso especial para salir, como cualquiera podría sacarlo si lo necesitara. No tardaron en encontrase a la señora Baker, que los tomó de la mano y cuando todos estuvieron juntos, se desapareció.

-FELIZ CUMPLEAÑOS! – grito Liam apenas vio el jardín de su casa – YA ERES MAYOR!

-YA SOY MAYOR! – Emma celebró dando vueltas con Amanda

-hazlo – le dijo Jack

-sí, hazlo! – Liam miro emocionado a Emma

-de acuerdo – Emma paro, saco la varita y miro a los chicos – Wingardium Leviosa! – conjuro, y una pala apoyada en la valla empezó a levitar

-pero aquí no cuenta – dijo la señora Baker – claro, es la casa de una bruja, acompáñenme

-vamos, vamos! – dijeron Liam y Jack, nuevamente tomaron a la señora Baker y desaparecieron, justo para aparecer en el valle de Godric

-hazlo! – dijo Liam

-Wingardium Leviosa! – conjuro la pelirroja, y la mochila de Liam empezó a flotar. Los chicos miraron por todos lados, no había ninguna advertencia

-ya puedes! – dijo Liam emocionado

-MAGIA FUERA DE HOGWARTS! – dijo Jack emocionado

-SIIIII! – todos empezaron a dar vueltas, muy contentos

Regresaron a la casa de los Baker, y los preparativos se pusieron en marcha. Liam salto a la cocina, y la señora Baker lo acompaño. Cocino y cocino, y a todos se le hizo agua la boca con los olores que salían de la cocina. La comida quedó lista por fin, Liam salió de la cocina y se dirigió a la sala, en donde estaba Emma, mientras los demás preparaban la mesa.

-todo bien? – pregunto Emma

-sip, ya casi comemos – Liam sonrió contento

-oye, Liam, ven – susurro la chica

-sí? – Liam hizo caso, entonces Emma lo aprisiono contra la pared

-ya tengo diecisiete – susurro – como te sientes saliendo con alguien mayor?

-no sé, es peligroso, tal vez deberíamos dejarlo – Liam rio un poco – salir con menores es incorrecto

-incorrecto y peligroso? – Emma sonrió y se acercó más a Liam – pues a mí me gusta lo peligroso

-EY! – la señora Baker grito, en la sala, Emma y Liam saltaron del susto – ya está todo listo, vengan

-ya vamos – dijo Emma sobresaltada

-sí, ya vamos – Liam se tapó la cara, estaba rojo como tomate

Los dos fueron al comedor después de un minuto, todavía sonrojados. La comida estaba deliciosa, pues ese día Liam le puso especial dedicación, mucho más de la que siempre le ponía, pues sería para su ser amado. La comida favorita de Emma abundaba, pasta, carne, pan, y agua de sabor. La chica se dio un festín, y Liam se sentía feliz cuando Emma estaba feliz.

Cuando llegó la hora de los regalos, la señora Baker saco una cajita muy bien decorada, pero antes de que Emma la abriera, aparecieron los señores Brown, aún que fuera de la casa. Liam los recibió en la puerta, y Emma apenas los vio, salto del sillón de la sala, James también venía con ellos.

-FELIZ CUMPLEAÑOS! – dijeron los padres de Emma, y James balbuceo lo mismo

-ay, no sabía que iban a venir! – Emma miro emocionada a sus padres

-teníamos que estar aquí, ¿verdad? – la señora Brown miro contenta a su hija

-hermana, hermana! – James se soltó de la mano de su madre – cuánto cumples?

-diecisiete – contesto Emma cargando al pequeño James

-diecisiete…. – James contó con sus dedos – es mucho!

-jaja, no tantos – Emma río un poco

-regalo! – dijo James – te quiero regalar algo

-genial, me gustan los regalos – Emma sonrió

-ay, Ruby, ya les dije que pueden aparecerse en el jardín – la señora Baker recibo a la pareja

-segura? ¿No es muy molesto? – dijo el señor Brown

-para nada! – la señora Baker sonrió

-gracias, pero además no nos aparecimos, vinimos por red flu, James es muy joven todavía para la aparición conjunta – explico la señora Brown

Una vez los señores Brown de acomodaron en la sala, la hora de los regalos continuo. La señora Baker le regaló una caja de ingredientes ultra raros, para las mejores pociones. Jack le dio a Emma una canasta de sus dulces favoritos de Honeydukes, aún que James atacó primero que Emma. Amanda tomo una caja enorme, pero cuando Emma abrió el regalo, descubrió que solo era un zapato. Emma le dijo un par de bonitos insultos, endulzados para los oídos de James, mientras Amanda reía animadamente. Aún que al final, Amanda le dijo que hiciera un hechizo revelador, Emma así lo hizo y descubrió un hermoso vestido verde, sin mangas y con brillos en la parte inferior, le encantó a Emma, aún que Liam tenía muchas más ganas de verlo en acción. Y hablando de Liam, el chico le presento su ofrenda a Emma.

-para ti – Liam le extendió una cajita

-que pequeño – dijo Emma – está bien, veamos que es – Emma abrió la caja y se encontró con un pequeño mameluco azul – y esto?

-vamos a ser papás – dijo Liam

-QUE?! – los padres de Emma abrieron los ojos tanto, que casi se les salían

-jaja, no es cierto – Liam río contento – es un mameluco que tenía de niño, me lo encontré en vacaciones mientras limpiaba mi clóset, bueno, si no lo quieres dármelo, en realidad te daré mi regalo más tarde

-pues ahora me lo quedo – Emma sonrió – es bastante bonito, tal vez en el futuro sí que lo usemos de nuevo, ¿no?

-sí, seguro lo usaremos – Liam suspiro con una sonrisa

Para culminar, James le entrego su regalo a Emma. Aquel regalo era una muñeca, era de trapo y tenía el cabello rojo, con un bonito vestido clásico. Según James, lo había visto en una tienda en el callejón Diagon, y le había pedido a su madre comprarlo, pues le recordaba a la chica. Los padres de Emma fueron los últimos en entregarle su regalo, ellos le dieron el clásico regalo de la mayoría de edad, el reloj de oro.

-ejem, mamá – Liam se acercó a la mujer, y le susurro algo

-oh! ¡Claro! – la señora Baker asintió con la cabeza – bueno, chicos, es hora de irnos

-irnos? – Jack y Amanda miraron confundidos a la señora Baker

-sí, ya los llevo yo a casa – dijo la señora Baker, tomo a los chicos del brazo y salió al jardín, basto un segundo para la desaparición

-bueno, los dejamos – dijo el señor Brown – feliz cumpleaños hija, muy feliz

-gracias – Emma sonrió contenta

-te vemos luego, hija – la señora Brown tomo a James y se dirigió a la entrada de la casa

-adioooos! – James se despidió muy animado, y así los señores Brown salieron de la casa

-bueno… – Liam se meneo de atrás a adelante – estamos solos…

-sí – Emma suspiro – y… oh! ¡Estamos solos! – Emma miro emocionada a Liam – ESTAMOS SOLOS! Ok, ok, ¡espera! ¡Tengo… AY! – la chica se lanzó a abrazar a Liam

-jaja, tranquila – Liam correspondió el abrazo

-hay muchas cosas que quiero hacer – Emma se separó un poco de Liam – es como si viviéramos juntos! A ver… yo voy llegando y tú me recibes, ¿sí?

-ok – dijo Liam con una risita, entonces Emma corrió a la entrada

-holaaaa, ya llegué! – Emma volvió con Liam muy contenta

-bienvenida, cariño, como te fue hoy? – le dijo Liam con una sonrisa, y Emma estallo de felicidad

-muy bien! – dijo Emma sin poder contener la emoción

-genial, cuéntame más mientras te preparo algo – Liam camino hacia la cocina, y Emma hablo muy animada

Durante el resto del día, Emma se la paso jugando con Liam, siguiendo la temática de ser un agradable matrimonio. Incluso había un bebé, la muñeca que le había regalado James a Emma, así que Liam no podía quejarse de que Emma no tuviera imaginación. Por la tarde, Liam y Emma le dieron de comer al bebé, después la llevaron a acostar y se quedaron muy contentos, hasta que recordaron que era una muñeca. Ya para la noche, cuando Liam y Emma vivieran todas las experiencias matrimoniales necesarias, hasta las peleas, entraron a la habitación de los padres de Liam.

-mira! – dijo Emma alzando un cuadro de la mesita de noche – son tus padres!

-a ver – Liam se acercó, era una foto de la boda de sus padres, la señora Baker se veía muy bonita y feliz, igual que el señor Baker – creo que este es mi origen

-que divertido – Emma sonrió y dejo la foto en su lugar – me imaginas a mí con ese vestido?

-me gustaría verlo – Liam sonrió – pero bueno, quieres dormir aquí?

-si jeje – Emma se tumbó en la cama matrimonial – ven, ven!

-de acuerdo, aún que no duermo aquí desde que tenía cuatro – Liam se acostó al lado de Emma

-ven aquí! – Emma se subió encima de Liam – ahora si me vas a dar mi regalo, UN ENORME REGALO!

-Emma, espera, espera! – Liam se sacudió un poco, y Emma empezó a hacerle cosquillas – JAJAJA, ESPERA, ¡ESPERA!

-ahora estás bajo mi dominio! – dijo Emma maliciosamente, y continúo molestando a Liam

Mientras tanto, el señor Baker volvía cansado a casa, apagaba el coche en la entrada de la cochera, y se disponía a entrar a su casa. Cómo era viernes, tocaba noche de películas con su esposa, así que el hombre estaba muy emocionado, al fin y al cabo, había sido una dura semana.

-cariño, estoy en casa! – anunció el señor Baker, pero nadie contesto, sin embargo, arriba se escuchaban a dos personas

El señor Baker dejo el portafolio en la mesa de la cocina, subió las escaleras y las voces se hicieron más intensas. Y llegó al final del pasillo, giro el picaporte y abrió.

-cariño? – pregunto el señor Baker entrando, entonces Emma y Liam se quedaron completamente quietos. Se hizo un silencio incomodo, y Emma volteo lentamente

-ah… hola… – saludo Emma

-que… está pasando? – el señor Baker miro confundido a Emma

-es que…

-hola papá – saludo Liam

-que están haciendo aquí?! – dijo el señor Baker exaltado – y dónde está tu madre?

-buena pregunta – contesto Liam

-Liam… – antes de que el señor Baker continuará, su teléfono empezó a sonar, lo saco de la bolsa y contesto – hola?!

-hola, cariño – dijo la señora Baker desde el otro lado – llegaste bien a casa?

-como sabes que estoy aquí?

-bueno, siempre llegas a la misma hora – contesto la señora Baker – además puse un encantamiento anti intruso y me acaba de avisar que estás en casa

-ah, sí, claro – el señor Baker suspiro – en donde estas?

-en el lugar de la otra noche, te estoy esperando – dijo la señora Baker – y apresúrate a venir, me siento muy solita

-sabes por qué Liam está en casa? – pregunto el señor Baker corriendo a su mesita de noche

-ah, no te preocupes por él y Emma, déjalos vivir su vida – la señora Baker río un poco – ah, y para que te apures, tengo puesto el de color azul

-ok te veo ahí – el señor Baker colgó, guardo el teléfono y otra cosa en su bolsillo – ah… eh… duerman bien y cuídense, adiós!

El señor Baker salió rápidamente de la casa, muy contento, Liam y Emma se quedaron muy confusos.

Conforme pasaban los días, una preocupación de Liam se hacía presente, el examen de aparición. Emma estaba muy emocionada, pues podría hacer el examen junto con los de séptimo y otro par de sexto de cada casa. Había pasado una semana desde el cumpleaños de Emma, y el próximo día sería el examen. Ese día Liam paseaba solitario por los jardines de Hogwarts, fue entonces que alguien acudió al joven.

-hola – le dijo una voz femenina

-sí? – Liam se dio la vuelta, y encontró a Annelie ahí – ay!

-qué tal? – la mujer sonrió

-qué haces aquí? – dijo Liam acomodándose el cabello

-pues trabajando – respondió Annelie – como tenía que hacer unas cosas en hogsmeade con lo de mañana pues vine un rato a ver a mi pequeña y eso

-ah, ya – Liam suspiro – bueno, hasta luego

-oye, y tú? Que estás haciendo tan lejos de tu noviecita – Annelie río un poco

-ah… nada – Liam se ocultó detrás de su cabello – ya, adiós

-espera! ¡Tranquilo! – Annelie le apartó el cabello a Liam – ya sé por qué estás tan deprimido, y yo te puedo ayudar

-no creo – suspiro Liam

-olvidas en donde trabajo? – Annelie río – mira, puedo mover unas cosas de aquí y haya, tu solo preséntate mañana con los demás

-eso suena a corrupción – Liam negó con la cabeza

-tal vez, bueno, no importa, quieres aparecerte, ¿verdad? – Annelie le puso la mano en el hombro – vamos, sé que tú quieres

-eh… pues… no, me niego! – dijo Liam y se apartó

-bueno, solo piénsalo – Annelie se dio la vuelta – si cambias de opinión…

Annelie se fue tranquilamente, y Liam se quedó pensando.

Era un nuevo día, y los alumnos estaban preparándose en hogsmeade. Emma estiraba las piernas, y en eso, Liam se le acerco.

-uy, y tú? – dijo Emma sorprendida – me vienes a apoyar con el examen, ¿verdad?

-aja! Con que aceptaste al final – Annelie se acercó a Liam – bueno, vamos a empezar el examen

-empezar? – Emma miro a Annelie

-así es, así que será mejor que ninguna parte de tu cuerpo este fuera del aro, Brown – Annelie tomo a Liam y lo alejo de Emma

Annelie coloco a Liam a su lado, mientras otro par de magos del ministerio acomodaban a los demás. Después de cinco minutos, el examen de aparición comenzó, los de séptimo no tenían ninguna dificultad en aparecerse, pues dos años de cursos eran efectivos. Pero los de sexto año estaban un poco más nerviosos, un chico de Hufflepuf casi se desmaya, pero fue el primero de sexto en aparecerse correctamente. Sebastián y Sofía se aparecieron a la vez, lo cual fue una lástima, pues los dos dejaron atrás la oreja izquierda de parte de Sebastián y la derecha de parte de Sofía. Por su lado, Emma se apareció muy bien, aún que Annelie le reprocho por qué su pie tocó un poco el aro de madera, aún que otro trabajador del ministerio abogó por ella, un amigo del señor Brown. Pero, por otro lado, Liam inicio su prueba, era un poco más oprimente hacerlo por el mismo, y cuándo por fin se apareció dentro del aro, noto que dejo atrás un cabello, simple y solitario.

-bueno, un cabello no es nada – dijo Annelie – felicidades Liam, pasaste el examen!

-PERO LE FALTA UN CABELLO! – alego Emma – EL EXAMEN TIENE QUE SER JUSTO!

-lo es, por eso pasaste, ¿verdad? – Annelie miro de soslayo a Emma, pues estaba rellenando el permiso de Liam – oye, Liam, ¿cuántos años tienes? Diecisiete, ¿verdad?

-supongo – dijo Liam

-oye! – Emma sacudió a Liam

-ya, tranquilos – Annelie quitó un papel de su tablilla – aquí tienes, tu permiso para aparecerte, y aquí está el tuyo – dijo dándole su permiso a Emma

-pues voy a poner… – Emma miro su permiso – bueno, está bien, al final Liam ya tiene diecisiete, ¿verdad?

-así es, ahora vayan, aparézcanse por dónde quieran – Annelie río contenta

-vamos, Liam, vamos a presumirle a Jack – Emma río contenta

Liam le siguió la corriente a Emma, aún que no le presumió nada a Jack, empezaba a sentirse culpable, incluso antes de dormir se aseguró de no tener deseos contra los muggles.