Nos conocimos en otoño, me enamoré en noviembre cuando el aire fresco rosaba tu pálida piel. Entregué con absoluta devoción mi amor y pasión un día de primavera y odié tu existencia en otoño. Volví a la oscuridad en invierno cuando la esperanza había consumido mi alma y cuando pensé que te había perdido fue ahí que volví a la vida una vez más en primavera.

Remus se fue a una misión el jueves 05 de octubre de 1981, cuando la luna era un cuarto creciente, regresó el día 28 cuando la fase lunar cambio a luna nueva. Su regreso se retrasó ocho días. No fue un gran suceso, solo fue el comienzo de una nueva vida, también fue la confirmación de una traición en el corazón de sus amigos. Con el corazón vacío se tuvo que enfrentar a la desconfianza del hombre que una vez juro amarlo sobre todas las personas y de una forma cruel la vida le recordó que para personas como él la felicidad era algo pasajero.

No había imaginado lo complejo que sería amar al heredero de los Black, porque para Remus, Sirius era solo el amor de su vida, su alma gemela, era su todo y su única razón de agonía en su vida.

Siempre pensó que ser un hombre lobo era una maldición, pero cuando fue lo único que le permitió tener un poco de Sirius dejo de ser una maldición y se convirtió en una bendición, que iluminaria sus días más oscuros.

No iba ser sencillo, no tenía la menor idea de lo significaba ser padre y más aún cuando tu pareja te abandona y se convierte en un traidor, un asesino y aun a pesar de todo amarlo como el primer día.