Los ojos verdes ven la notificación cuando recibe un mensaje nuevo en whatsapp, apenas al poco tiempo de que su hermana haya traído a Scott Kirkland a su casa.

Él se quedará a cenar, aunque aún sean las cinco y estén pensando en tomar el té, lo decidieron así desde ahora. Se siente una espía enviándole mensajes a la rubia sobre qué están haciendo ambos. A veces cree que es demasiado, la Kirkland había dicho que es para ser la primera en enterarse si su hermano la caga y reírse de él apenas llegue a casa luego de la cita fallida, pero Chiara no le cree pues aun si siempre dice que odia a su hermano mayor, es la primera en estar ahí si piensa que algo malo le pasa. Todo esto en realidad es porque se preocupa por él, de cierto modo.

Por el momento Felicia y Scott están hablando cerca de la encimera, sin que se estén besando, quizás sea porque su hermana menor está cocinando o porque la ojiverde pasa muy seguido con la excusa de buscar algo, lo que sea, y lanzarle una mirada a la de ojos ámbar para que no se pongan melosos allí. ¡No en la cocina de su madre! Aún no los ha visto, pero mejor prevenir. No podría volver a usar la cocina si los ve compartir fluidos, aun si no fuera la primera vez que su hermanita hace tal cosa allí con alguien, ya pelearon por eso una vez...

Chiara. Sería más sencillo si hubieras venido, ¿sabes?

Alice. Iba hacerlo, pero el estúpido de Scott le dijo a mi mamá y me castigó por meterme en su vida personal.

Alice. Cree que tengo celos de tu hermana. ¡NO ES ASÍ!

Los ojos verdes miran a otro lado a pesar de no tener a su amiga delante, se hubiera puesto a la defensiva si también la acusaran con lo mismo, aunque en su caso no sería mentira. Es difícil ser hermana de Felicia y no sentir celos.

Alice. ¿Qué hacen ahora?

Chiara. No te va gustar.

Alice. ¿Qué?

Chiara. Acaba de sacar scones del horno.

La castaña parpadea al ver que se tarda en responder. Como dos minutos enteros.

Alice. Por Dios, Chiara. ¿Por qué iba molestarme por eso?

Chiara. ¿Apropiación de tu cultura?

Alice. Ja, ja… Sabes, necesito hacer algo. Te hablo luego.

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Alice gritó contra una almohada siendo observada por su hermano Dewi que pasaba por el pasillo y la vio por la puerta abierta.

—¿Alice, estás bien? —preguntó el rubio.

—¡Lo está haciendo a propósito, lo sé!

No está molesta por la ¨apropiación cultural¨, sino que haga algo en lo que Felicia piensa -sí, piensa… ¡porque claro que Alice sabe cocinar scones!- que se le da fatal.

Lo peor es que seguro el idiota de Scott le está contando más historias vergonzosas sobre ella, como si la Vargas no supiera suficientes cosas de ella.