Disclamer: Digimon y Digimon 02 no me pertenecen, son propiedad del grupo de creativos llamado Akiyoshi Hongo (que son: Aki Maita, Akihiro Yokoi y Takeishi Hongo.) al igual que todos los personajes de esta obra son propiedad de ellos y Toei animation.
N/A: Vamos a dejar claro unos puntos... Esta es una secuela de mi anterior Fic, que encontrarán en mi perfil, y esto se ubica cronológicamente tan sólo dos años antes del epílogo de 02 (donde vemos a todos adultos) obviamente con las modificaciones que habrá sobre algunas parejas (claramente aquí el Taimi/Michi, Daikari son mis Otp, y el Sorato y Kenyako permanecen canon como en el anime) y añadiré algunos otros detalles y referencias de demás animes.
También les aviso que aquí, Digimon Tri nunca pasó y no es canon, solamente mantendré el hecho de que existe Mei Mochizuki... Kizuna lo tomare como canon aún, pero solamente, ya que The Beginning no pienso mencionarlo porque no se como rayos encajaría.
Sin más que agregar, vamos a comenzar.
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Cap 1: Génesis.
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"El Necio da rienda suelta a toda su Ira,
Más el sabio al final la sosiega"
Proverbios 29:11.
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Se había declarado estado de emergencia en la ciudad de París, las calles parecían una zona de guerra, las autoridades estaban tratando de evacuar a las personas lo más pronto posible, mientras personas con Digimons intentaban aminorar el caos, pero no había suficientes para detener el caos que había llegado a la ciudad.
La antigua catedral de Notredame ardía en llamas mientras el pánico se esparcía, solamente se escuchaban los incesantes estruendos de una batalla que estaba dejando diezmado el lugar, y es que a pesar de que los contrincantes de la bestia trataban de evitar más caos, el simple hecho de enfrentar al Digimon causaba más destrozos.
Entre todo el lugar solo se podía ver la forma en que muchas personas inocentes salían heridas, y la tragedia aumentó, cuando los tres Digimons con Jogres cayeron al suelo de manera totalmente violenta, causando aún más destrozos...
Sobre los tres Digimons, habían seis humanos que estos también cayeron resultando heridos, y tras un resplandor, solo se veía en cada cráter a dos Digimons y dos humanos en cada uno.
— Ah... V-Mon... V-Mon... ¿estas bien?
— Davis... no puedo... moverme... – Decía el Digimon azul a su compañero, un hombre adulto con gafas naranjas que estas yacían rotas, mientras él estaba en el suelo
— Wormmon... amigo... despierta... ahh – Ken estaba en el suelo junto a Davis pero este sostenía en sus brazos a un inconsciente Wormmon y con una herida en su pierna.
— ¿Joley?... ¿Hougmon?... oigan – En otro cráter, Kari, herida y sangrando de la cabeza estaba tratando de despertar a su compañera y al Digimon.
— Kari... debemos irnos... – Gatomon trataba de levantarse pero también estaba muy herida...
— No los podemos dejar aquí... no podemos... – Decía llorando la mujer, mientras sostenía una roca en su mano.
— T.K... levántate... vamos – Patamon lloraba sobre el cuerpo de su compañero.
— Estoy bien Patamon... – Mentira, el rubio estaba con una enorme herida en su pecho y sentía que su brazo izquierdo probablemente estaba roto.
— Cody... Armadillomon... – T.K susurro y miró a un lado y vio a los otros dos totalmente inconscientes.
El Digimon en el aire rugió de forma violenta y esta energía comenzó a destrozar más la ciudad, mientras este mandaba algunas ondas de energía.
— Davis... yo... no puedo más... lo siento – V-mon cayó inconsciente.
— Amigo mío... saldremos de esto... saldremos de esto – Al final Davis también quedó inconsciente.
— Davis... no... — Ken al final también se desvaneció sosteniendo a Wormmon.
Quedaban solo conscientes T.K y Kari, mientras Patamon y Gatomon miraban al cielo con preocupación al Digimon maligno que estaba destruyéndo todo.
— Gatomon... debo volver con mis hijos... no puedo abandonarlos... — Decía entre lágrimas Kari.
— Kari... – Murmuró Gatomon.
— Patamon... siempre hemos creído en la esperanza... hoy no será diferente – T.K se puso de pie.
— T.K...
La esperanza y el resplandor se pusieron de pie y ambos Digimons a su lado se prepararon para una batalla final.
— Ahora, van a desaparecer... – Dijo con una voz tenebrosa a los dos humanos el Digimon maligno.
— ¡Te regresaremos al Dark Area Demon! – Dijeron al unísono los dos.
Entonces un resplandor enorme se formó en Gatomon y en Patamon, era la digievolucion más poderosa que tenían, Seraphimon y Magnadramon.
— ¡Vamos T.K!
— ¡Peleemos Kari!
Los dos humanos se subieron a sus dos Digimons en su última etapa, para así dar el último golpe, mientras la roca que sostenía Kari brillaba en el símbolo que tenía.
— ¡No van a ganar! – Demon preparó su ataque – ¡Llamarada del caos!
La llamarada color púrpura atacó a los dos ángeles, pero estos lograron evitarlo, aunque los daños en la batalla y lo cansados que estaban los hizo sentir que casi morían en ese ataque.
— ¡Vamos Seraphimon! – Gritó T.K
— ¡Séptimo Cielo! – Las siete esferas de energía salieron disparadas.
— ¡Ataca Magnadramon! – Kari sostenía la roca mientras trataba de sujetarse de su Digimon.
— ¡Flama celestial! – La flama enorme salió disparada.
Demon se cubrió con sus alas para evitar el impacto, el cual colisionó, pero el Demon lord apenas y fue dañado, cuando abrió las alas los dos Digimons no estaban.
Pero enseguida Magnadramon apareció y lo aprisionó con su longitud, para después morder su hombro, por lo que Seraphimon invocando dos espadas las clavó en el pecho del Digimon maligno, el cual solo rio, pues a pesar del daño directo no parecía estar muy herido.
— ¡Ahora T.K!
— ¡Kari! – Los dos Digimons dieron la señal.
Demon miró como los dos humanos aparecían escondidos de entre los Digimon, se posicionaron a la altura de su pecho, y al ver la roca en la mano de Kari, el Digimon aumentó su energía dañando a los humanos y sus compañeros, pero estos no cedieron.
— ¡No vamos a rendirnos! – Kari tomó la roca mientras T.K sostenía a la mujer de sus hombros, empujándola.
Magnadramon apretaba más con su cuerpo y su mandíbula, mientras Seraphimon trataban de hundir más sus espadas, pero Demon aumentó su energía y comenzó a herir a los humanos.
Kari resistió, estaba cerca de lograr el objetivo.
— ¡No importa si logran hacerlo! ¡Los Digimons y humanos no van a detenernos! – Demon aumentó más su poder y logró quitarse a los Digimons, dejándolos a ambos heridos al ser atravesados por un rayo.
Pero en ese instante, Kari logró poner la roca en el pecho del Demon lord, y entonces el Digimon comenzó a ser arrastrado a un portal, el cual iba al Dark área.
La misión se logró, Kari y T.K se dejaron caer heridos y casi a punto de desmayarse, pero Seraphimon y Magnadramon los lograron sujetar para así evitar que se lastimaran, por lo que ambos Digimons cayeron al suelo de forma estrepitosa.
Demon comenzaba a ser arrastrado por el portal, y unas cadenas salieron de la roca en su pecho, comenzando a apricionarlo.
— Jaja... ¡no importa que me sellen! ¡Ellos aún están haya afuera! ¡Y no van a detenerlos! Jajaja – El Digimon demonio fue arrastrada por al roca hasta entrar al portal y así desaparecer por fin.
Pero el daño era tal, que no se podía considerar una victoria, el Digimon había hecho una destrucción enorme, y con dificultad habían podido detenerlo.
Kari, Gatomon, T.K y Patamon estaban en el suelo, heridos y sangrando con probables heridas en sus frentes, mientras los Digimons yacían inconscientes al lado de ellos.
— Hermano... les dejamos el resto – Dijo T.K al desfallecer por fin.
— Tai... hermano... te encargo a mis hijo... por favor – Suplico Kari al quedar inconsciente también.
El mal se había desatado, y la esperanza del mundo quedaba en las manos de los que fueron alguna vez los primero "niños" elegidos... ahora, la lucha comenzaba.
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[Si quieren sentir esto como una nueva película o temporada nueva, aquí entraría el Opening jeje chequense estas dos versiones que a mi me gustaron
Japonés: https/youtu.be/Y0d8NYSVv5E?si=OkFGnh00UK3R4xSs.
Español: https/youtu.be/NPeotcaKS3g?si=5thgyzvQvs6Nd-k2]
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3 Días antes.
Han pasado ya 24 años desde que los niños elegidos habían logrado traer paz al Digimundo y a la tierra tras derrotar a Malomyotismon, y once años desde la última batalla donde se vio involucrado Lui Owada, ahora, los no tan "niños" elegidos, habían logrado hacer sus vidas, establecerse cada uno con el futuro que habían deseado y planeado, encontrando en el proceso no solo la felicidad si no el amor.
Los Digimons que alguna vez perdieron, habían vuelto, y esto debido a que sus lazos no se habían ido, estaban siempre presentes, logrando regresar, algo que aún carecía de explicación pero no era un motivo por el cual ellos estuvieran siempre cuestionándose, pues habían tenido la dicha no solo de formar familias, si no de tener de regreso a sus viejos compañeros.
A pesar de este periodo largo de felicidad y gran paz, el mundo había cambiado enormemente, puesto que la existencia de los Digimons y el ser reconocidos por los gobiernos del mundo había traído un gran cambio puesto que se trataba de un nuevo mundo, donde se trataba de encontrar él equilibrio.
Había personas con compañeros Digimons, niños y adultos por igual, pero para los gobiernos del mundo esto aún representaba un mundo sin explorar, ya que había incertidumbre.
¿Los Digimons salvajes no serían un peligro?, ¿habría más amenazas como las de Odaiba, Hikari Gaoka, Tokio y al rededor del mundo como en 1999 y el 2001? Aún no se podía asegurar nada, además de que también habían humanos que siempre querían aprovecharse de los Digimons y su poder, sometiendolos a experimentos, aprovechándose de ellos y usándolos para crear caos.
Afortunadamente al rededor del mundo, habían fuerzas del bien, los gobiernos habían implementado una fuerza policiaca especial llamada "Departamento de Control Digimon" la DCD, para detener a estos humanos sin escrúpulos o poder neutralizar y calmar Digimons peligrosos, esto con ayuda de humanos con Digimons camaradas, además de que se creaban leyes nuevas con el fin de regular esta nueva era, pero aún faltaba mucho camino por recorrer, a pesar de que todo parecía ser "estable" hasta ahora, existían gobiernos que aún temen a los monstruos digitales, o peor, algunos que querían aprovechar su poder.
Por tal motivo, la sociedad intentaba cada día adaptarse a esto. Y claro, así como había detractores y también personas que sacaban provecho, existían personas que estaban listas para defender esta paz.
Congreso de la Naciones Unidas, Nueva York.
— Damas y caballeros, ante la creciente preocupación de los países en el mundo, se entiende que se quieran tomar medidas para evitar conflictos con los Digimons que coexisten con nosotros en el mundo digital, pero si algo estoy seguro, es que el camino que queremos tomar no va dirigido hacia el control total de estos mismos...
Un hombre de de entre 37 años, de tez morena y cabello castaño oscuro, hablaba por un micrófono, presente en esa reunión donde diferentes senadores, congresistas o diplomáticos del mundo se encontraban ahí.
Él era Japonés, pero gracias a la tecnología, los hombres y mujeres de otros países podían escuchar la traducción en los audífonos con los que contaban en sus lugares respectivos.
— No son animales, que simplemente pueden mover a un santuario o a un zoológico, no, ni tampoco son bancos de datos simples que pueden ser almacenados en computadoras, los Digimons están tan vivos como nosotros, y son tan conscientes de sí mismos como nosotros, que no podemos tomar a la ligera la socialización que podríamos lograr de manera pacífica. – El hombre tomó una breve pausa, esperando algún comentario, pues por la expresión de algunos presentes, sabía que sería así.
— Señor Yagami, entendemos su punto, y entendemos que para usted quizás se trate de simple socialización, pero ¿que nos asegura, que al tener este nivel tan complejo de existencia, no puedan ser un riesgo de seguridad mundial? Tomando en cuenta incidentes pasados, se sabe que hay Digimons que tienen poderes inconmensurables, comparables con una bomba atómica, ¿No cree que su nivel de conciencia parecida a nosotros es una razón para preocuparse? – Un hombre mayor, canoso y con lentes sentado con la bandera de Inglaterra fue quien habló.
— Con todo respeto, senador Dursley, pero estos seres no están interesados en derrocar gobiernos, ellos buscan La Paz con nosotros, y si, hay algunos que pueden ser riesgosos, pero en su mayoría, muchos de ellos son Digimons con instintos salvajes de su programación antigua, la investigación del señor Izzi Izummi, la cual presenté hace unos momentos nos habla de que estos Digimons tiene una antigüedad semejante a la tierra, en un tiempo cronológico distinto pero parecido, han tenido siglos de evolución para ellos y muchos de ellos han desarrollado una capacidad de adaptabilidad como para lograr coexistir...
— Disculpe que lo interrumpa señor Yagami, creo que usted pierde de vista la realidad de esta reunión, no estamos discutiendo la antigüedad o complejidad de estos seres, con todo respeto usted no nos ah hablado de porqué no deberíamos preocuparnos por una amenaza latente entre Digimons que no sean tan, benévolos — Está vez fue una mujer, la cual tenía la bandera de Korea en su lugar.
— Creo que esa respuesta ustedes ya la habían encontrado hace un año, cuando votaron por crear la DCD... Cuando yo y otros expertos, les dijimos que crear una unidad de respuesta solo ocasionaría otros conflictos... – Tai respondió esta vez un poco más serio, disgustado más que nada.
— La DCD, fue una iniciativa para poder saber afrontar estos asuntos, señor Yagami – Una voz un poco más joven pero algo altanera se oyó – Incluso dejando que personas con camaradas Digimons se unieran a esta unidad, a petición suya, pero creo que quizás usted aún quiere ver una utopía, cuando la realidad nos está abrumando cada día. – Uno hombre de cabello negro, de no más de 38 o 40 años estaba sentado con la bandera de Japón.
— Senador Nagano... La realidad que me importa, es poder hallar una forma de evitar más incidentes como en en 1999, o lo ocurrido en en 2001, 2005 y 2012... Afrontar la fuerza con la fuerza no siempre termina en algo positivo...
— No es un secreto señor Yagami, para nadie, que usted y su grupo de amigos de la infancia, alguna vez fueron quienes nos salvaron de todos esos desastres, y ante eso, el gobierno de Japón y muchos gobiernos que están presentes hoy aquí, les tendrán una enorme deuda por pagar... pero, no quita el hecho de que quizás su vínculo con estos seres, no le deja abrir los ojos a lo que realmente pasa.
La voz del hombre era muy suave pero la intención agria de sus palabras había tensado a Tai, el cual solo suspiraba para mantenerse en calma.
— Los Digimons, son criaturas que aún no podemos tener la certeza de que podamos confiar o coexistir... y mientras sea así, solo nos queda, siempre estar un paso adelante y saber cómo vamos a poder detenerlos ante una posible crisis global... Ante tal situación, la petición que usted ah hecho en este congreso de derogar la ley de "registro Digimon", quedará sometida a votación...
El hombre miró con intensidad a Tai, el cual solo apretó las manos en su lugar mientras veía como todos los presentes murmuraban.
Al final de la reunión la votación claramente había sido negativa, y la ley de registro se había aprobado provisionalmente.
— Burócratas cretinos... – Murmuró Tai mientras se limpiaba con una toalla el agua de la cara luego de enjuagarla en el lavabo del baño donde estaba.
— ¿Que esperabas? Se ah avanzado mucho en estos últimos años... pero aún hay gente que va a temerles – Un pelirrojo vestido con un traje elegante se encontraba junto a él recargado en el lavabo de brazos cruzados.
— Solo quieren ver la manera de sacarles provecho... Kioshi Nagano, cuando lo conocí en la facultad de ciencias políticas se mostraba muy interesado en los Digimons, me preguntaba mucho de ellos, se interesaba y siempre se veía animado... debí darme cuenta que su intención siempre fue ver cómo sacarles el potencial máximo – Comentaba molesto Tai.
— No puedes cambiar el mundo Tai... solo podemos irlo mejorando un paso a la vez.
— Lo se Izzi... todo era más fácil cuando éramos niños, jeje – Bromeó con melancolía el moreno.
— Salvar al mundo en ese entonces parecía más fácil, jaja cosas de niños – Le siguió o pelirrojo.
— Si... gracias por venir hasta Nueva York a apoyarme hoy, siempre me encanta contra contigo cuando se trata de investigación Digimon.
Tai e Izzi salieron del baño mientras caminaban por el pasillo dentro del edifico, en dirección a la salida, mientras un mar de personas con trajes y maletines se movía por todo el lugar.
— Bueno, ¿entonces que pasara con está nueva ley? – Preguntó Izzi.
— Se tratará de registrar en una base de datos internacional a cada Digimon con un camarada humano o Digimons que estén habitando la tierra de forma "ilegal"
— Tener toda esa información... cielos
— Así es Izzi, eso es lo que me preocupa... tu tenías la base de datos de los elegidos en el mundo, y mira lo que pasó por tener todo eso en un solo lugar cuando Menoa lo robó... por eso la destruimos, darle eso a los gobiernos del mundo sería darles el catálogo completo para destruirlos, o peor, usarlos...
— La ventaja es que es provisional, tenemos tiempo para evitar que se legitimice
— Bueno... otro congreso de las Naciones Unidas tardará meses en concretarse... hay que estar atentos
— ¿Estas insinuando que debemos de estar atentos para pelear? – Dijo de manera algo incrédula Izzi
— Habló de buscar bases sólidas para poder convencer a más naciones Izzi – Comentó con una sonrisa el castaño.
— Por un momento creí oír al viejo Tai
— No, esos días ya son historia amigo, ahora somos adultos y con familias, dejemos la DCD haga el trabajo, es bueno saber que por lo menos Ken se unió a ellos para poder tener un ojo sobre ellos
— Tienes razón, bueno, voy a estar atento a cualquier avance que tenga sobre la investigación y como poder usarlo en una corte
— Ese es el Izzi que me cae bien, nos vemos amigo – Tai e Izzi se abrazaron mientras tomaban otros caminos.
— Saluda a Mimi ya los niños de mi parte – Comentaba Izzi mientras extendía la mano.
— ¡Lo haré! – contestó Tai.
El moreno salió del edificio y se dirigió a su auto, una vez dentro de él, Tai se aflojó la corbata y dando un largo suspiro se relajó en el asiento, mientras miraba al techo.
En estos años no solo había dedicado su carrera a ser un diplomático en la política para crear leyes a favor de las relaciones entre Digimons y humanos, también había logrado invertir en empresas que le habían ayudado a consolidar una buena base financiera, claro, esas empresas eran las de sus amigos Izzi y Davis.
Y claro, ahora era padre de Familia, por lo que su vida ahora se reducía a su trabajo y su hogar, mientras quería convencerse de que aún salvaba al mundo, pero claro, ya no como antes lo hacían con sus amigos, pero sabía que la forma en que ahora lo hacía estaba correcta... pero a veces, mientras se tomaba esos minutos en su auto saliendo de su oficina o de alguna reunión, simplemente suspiraba se quedaba ahí y veía el espejo retrovisor mirando su rostro, ya no tan joven ni tan aniñado, era la cara de un adulto, además de su cabello corto luego de años de haberlo dejado rebelde, los días del Tai cabeza de Googles habían acabado.
— Apuesto a que dirías que soy un aburrido... – Se dijo a sí mismo.
— ¿Quien es aburrido? – Agumon apareció detrás de él, dándole un susto — ¿Como estuvo el trabajo hoy Tai?
— Cielos... Agumon, te eh dicho que no te subas al auto sin que me entere, te aburres aquí solo y yo tardo mucho trabajando
— Pero igual me aburro mucho en casa, Palmon esta con Mimi en el trabajo también, Kai y Denji en la escuela y cuando me acabó la comida que me dejan me da hambre – Se quejaba Agumon de forma casi adorable para el chico.
— Jeje esta bien, vamos por los niños y por Mimi y Palmon y pasaremos comprando algo en el camino, ¿te parece? – Decía Tai arrancando su camioneta
— ¡Excelente! – Exclamó alegre el dinosaurio amarillo – Espero que el trabajo no te haya quitado el apetito Tai, trabajas demasiado a veces
— Bueno, que te digo... Salvar al mundo es trabajo difícil – Dijo Tai mientras comenzaba a conducir.
En otro lugar, más precisamente en una enorme plaza comercial en la zona de Time Square, dentro de un local de libros, un gran cúmulo de personas estaban reunidas, además de unos cuantos Digimons también ahí.
Dentro, habían un buen número de pie y otros estaban sentados en sillas plegables, al parecer en una especie de evento en el cual muchas mujeres estaban con libros en mano.
— Es agradable saber que hoy no solo tenemos la oportunidad de conseguir una copia del exitoso libro de cocina y repostería llamado "La pureza al cocinar" y firmado por su autora, si no que la mismísima Mimi Yagami se encuentra presente para otorgarnos unos minutos y saber de dónde salió todas sus recetas...
La mujer sentada frente a todos los presentes era una mujer afroamericana, en sus 45 o 46 años ya, cabello rizado y bastante abundante, con un gafete que decía "prensa" y claro con un camarógrafo con ella y un micrófono de solapa.
— Es un halago de tu parte Ruth, y les agradezco a todos, estoy bastante feliz de que mi libro les gusto tanto jeje – Mimi se mostraba como siempre fue ella, alegre y extrovertida, pero ya era toda una mujer, vestida con un pantalón café acampanado y una blusa blanca con un escote discreto pero bastante elegante, su cabello corto ahora después de años de tenerlo largo y claro tan hermosa mente maquillada como siempre.
— Dime Mimi, ¿de dónde vino la inspiración para hacer tu primer libro de cocina? – Cuestionó la mujer.
— Verás, cuando tienes una empresa de venta de accesorios y cosméticos en línea, tienes mucho tiempo libre jeje, aunque en realidad es porque cuento con extraordinario equipo de trabajo y yo solo me encargo de firmar facturas y nóminas – Los presentes rieron ante la manera tan adorable y ocurrente de ser de la mujer.
— Pero, más que el tiempo libre, si algo te da motivación de aprender a cocinar Ruth, es tener un esposo, dos hijos y un par de Digimons que adoran la comida jeje – Risas nuevamente – Pero más que eso, esa necesidad de cocinar se volvió para mi un hermoso hobbie, crear comida y recetas de cocina es maravilloso, porque es como saber vestir a la moda, tienes que hacer que no solo sepa rico, si no que luzca hermoso.
La mujer guiño el ojo a los presentes, donde las mujeres se identificaron con el sentimiento, y los hombres suspiraron ante el coqueto gesto de la hermosa mujer ahí.
— Entonces ¿cual es el siguiente paso? ¿Un segundo libro? ¿Un programa de cocina?
— No se, si tengo la oportunidad de ambas, ambas serán, aunque no lo prometo, ser mamá es mi trabajo principal y el que más amo — Dijo con todo el sentimiento Mimi.
— Debe ser un cambio radical, después de que fuiste una de las "elegidas" que salvaron el Digimundo y nuestro mundo en incontables ocasiones, y ahora eres una madre, empresaria y escritora, ¿Alguna vez haz extrañado pelear contra los malos con tu compañera Digimon?
La pregunta tomó por sorpresa a Mimi, quien se tomó unos segundos meditando la respuesta, tratando de encontrar la manera adecuada de responder.
— Bueno... El mundo es distinto, y estoy segura de que ya no hago falta para esas emergencias, así que me preocupo más por mi familia y mi vida profesional – Mimi mantuvo su sonrisa, y claro intentando no sonar irrespetuosa.
— Y no cabe duda que nadie lo merece más que ustedes, bueno ahora pasaremos con la ronda de preguntas de los presentes – La entrevistadora y Mimi voltearon a ver a quienes estaban en el lugar, y varias mujeres levantaron la mano.
Minutos después Mimi se encontraba guardando los libros en la parte de atrás del local, donde el dueño había permitido que colocara todas las copias, obviamente ante la publicidad para el local y la ventas que el libro generaría, el dueño sabía que debía darle un espacio a la mujer, y claro todo gracias al contrato que Michael había conseguido para Mimi para hacer la firma del libro en el lugar.
— Mimi, ya termine de guardar los libros de este lado – Palmon estuvo todo el tiempo en la bodega esperando a que Mimi terminara, mientras comía unas golosinas que ella había preparado.
— Perfecto, igual estoy terminando acá – Contesto la mujer.
— Vaya que tuve lugar lleno hoy, incluso vendí libros de otro tipo – El dueño del local, un hombre mayor de unos 50 años o más estaba acomodando otras cajas ahí.
— Le agradezco bastante la oportunidad señor Daniels, y me alegra que haya tenido buenas ventas – Agradeció Mimi mientras hacía una reverencia, una costumbre de Japón que no podía quitarse aún viviendo en america.
— Quería preguntarle, si puedo dejar un par de cajas más aquí, se que no están inventariadas y no las podrá vender, pero prometo que mañana pasaré por ellas
— Sin problemas señora Yagami, adelante, estarán bien aquí.
— Le agradezco, vámonos Palmon. – La mujer salió seguida de su Digimon, saliendo así del local que ya estaba prácticamente con los últimos clientes.
Mimi salió del lugar y una vez fuera de este saco su celular para poder enviarle un mensaje a Tai, para avisarle que ya podía venir por ella.
— Oiga... – Una manita tiraba del pantalón de Mimi y ella y la Digimon voltearon a ver – ¿Usted es la héroe una quien salvó al mundo?
— ¿Como? – La castaña vio que era una niña de al menos unos 8 años, y venía acompañada de un peluche de un Kapurimon que tenía en brazos
— ¿Yo también podré salvar al mundo con mi Digimon? – La niña levantó con sus manos al Digimon peluche.
— Jeje, quizás si... pero debes de crecer más jeje – Respondió Mimi acariciando la cabeza de la niña.
— Deben de ser fuertes y comer muy bien para poder salvar al mundo – Secundo Palmon con una sonrisa
— ¿Y usted ya no es quien salva al mundo verdad? ¿No lo extraña? – Preguntó con inocencia la niña.
Mimi no supo cómo responder a eso, era la segunda vez que le cuestionaban la misma situación en un mismo día, y no sabía como sentirse ante esa pregunta.
Habían pasado años desde la última vez que se vio involucrada en una batalla, y la realidad era que después de haber perdido a Palmon en aquella ocasión y haberla recuperado unos años después, estaba totalmente segura de que no estaba interesada en nunca más volver a involucrarse en algo como eso, ella misma se repetía que no era necesario que peleara más, pues ya no hacían falta, además, Kari y Davis estarían para eso junto a los demás chicos.
Había logrado establecer su venta de cosméticos en línea con buenas ganancias y sobre todo logrando ser una marca líder, recientemente su libro de recetas que acaba de ser un éxito, además de socia mayoritaria con la empresa de Davis al igual que su esposo, y claro, su matrimonio con Tai, volviéndola la señora Yagami, y sus hermosos hijos Kai y Denji, sumando la alegría que era para ella haber recuperado a Palmon.
La vida de Mimi podría decirse que era perfecta, pero, no sabía porque a veces sentía que algo hacía falta, que algo en su vida estaba sin completar y que quizás también resultaba en un sentimiento de monotonía... no sé mal entienda, ama su vida y a su familia, pero estaba convencida de que algo hacía falta.
— Bueno... – Mimi intentó responder pero fue tarde.
— ¡Yoshino! ¡Es hora de irnos querida! – La madre d ella niña de cabello pelirrojo la llamo.
— ¡Ya voy mami! – la niña se fue corriendo enseguida, dejando a Mimi con la respuesta inconclusa, aunque la mujer solo sonrió.
Mimi aún así quedó con esa sensación en su estómago, mientras se preguntaba si... a caso la vida de adulto comenzaba a aburrirle.
El Espacio, Órbita espacial de la Tierra.
Mientras tanto, en la estación espacial de Japón, órbitando la tierra, un hombre rubio flotaba mientras revisaba de manera rutinaria todos los controles y sistemas de la estación espacial.
Aunque llevaba dos meses ahí, afortunadamente estaba acompañado de su compañero Digimon, el cual también lo ayudaba organizando las provisiones con las que se alimentaban.
— Control, aquí Ishida, sistemas en orden y en línea, no hay novedad – Reportó a través de su intercomunicador que tenía en la oreja.
— Enterado comandante, cualquier cambio o novedad estaremos al pendiente. – Respondieron de regreso con el rubio.
— Oye Matt, ¿Donde guardo las bolsas con galletas? – Preguntó Gabumon.
— Si no caben en el compartimento, ponlas en la parte de arriba – Respondió el hombre flotando hacia el Digimon
— De acuerdo Matt.
— Solo un mes más aquí arriba Gabumon y vamos a regresar a casa – Comentó mientras se acercaba a la ventana para ver la tierra. – Estaremos con nuestra familia.
— ¿Has hablado con Sora hoy? Ella no te ah llamado desde hace dos días
Matt tensó la mandíbula ante eso, mientras miraba por la ventana, y sentía que llevaba arriba más de dos meses, quizás era porque últimamente tenía ciertos conflictos con su esposa, y es que aunque sabía que habrían baches con respecto a la naturaleza de su trabajo, lo cierto es que no imagino que sería tan complicado.
— Quizás le llame después Gabumon... – Comentó de manera suave el rubio.
Mientras veía por la ventana, este creyó haber visto algo haya afuera, pero ante la inconmensurable oscuridad del espacio y el reflejo del son en el planeta tierra, Matt no creyó que hubiera algo ahí realmente y había sido solo su imaginación, pero no quizo quedarse con la duda.
El muchacho encendió el equipo de detección de radiación, esperando que quizás haya sido solo su imaginación eso que creyó ver.
— Solo un mes más amigo mío... – Dijo Matt Ishida luego de quedarse observando el monitor.
De regreso en el planeta Tierra, Sora se encontraba en casa, trabajando en su estudio de diseño, el cual había construido con May hace unos años cuando llegó el primer bebé, ya que Sora tendría que trabajar más tiempo en casa.
La mujer estaba dibujando, intentando mantener su vista enfocada, aunque su mente se dispersaba a momentos y tenía que volver a iniciar, arrugando el papel en una pelota y lanzándola al cesto de basura.
Eran ya casi las 11:00pm de la noche en Tokio, y ya era tarde mientras ella trabajaba, aunque la razón de su desconcentración no era por la hora, si no por su esposo.
Sora y Mat habían decidido encarar esta situación que los aquejaba desde hace meses, antes de que él se fuera a su actual misión, pero para la pelirroja ya no era fácil esperar a que su esposo regresara a casa, el peso de esta angustia, su trabajo y cuidar ella sola a los niños la hacía sentir que no podía más.
— ¿Mami? — La mujer escuchó la voz de uno de sus hijos, el cual era el mayor.
— Kyotaro, ¿Que haces despierto aún mi amor? – Dijo la mujer, mientras se giraba en su silla e iba por su hijo, abrazándolo y levantándolo en brazos.
— Tenía sed... – Dijo el niño rubio mientras se tallaba sus ojos.
— Vamos por la cocina por un poco de agua – Unos minutos después, la mujer arropaba a su hijo en la habitación donde otro niño más pequeño con el cabello igual al de Sora dormía plácidamente.
— Bien cariño, ya está todo listo, ya es hora de dormir – Le dijo mientras acariciaba su cara
— Mami...
— Dime
— ¿A papá le aburre estar con nosotros? – Preguntó con inocencia el Niño.
— ¿Porque dices eso?
— Casi nunca está, y cuando está, parece estar siempre con sueño, no juega con nosotros
Las palabras de su hijo enternecieron a la mujer, por lo que simplemente se limitó a besar la frente del Niño para después mirarlo con amor.
— Corazón, tú padre los ama con su vida, y jamás se aburre de ustedes, es solo que él necesita estar fuera en su trabajo y cuando está en casa, el está cansado por el trabajo, por eso papi duerme mucho a veces
— Entonces ¿papá no se aburre de mí o de Ejiro?
— Claro que no mi amor, a veces papá no se da cuenta de lo que hace... así que no lo hace por lastimarte
— Ya quiero que venga del trabajo – Dijo el niño.
— Pronto Kyotaro, pronto, ya es hora de dormir – la mujer volvió a besar en la mejilla al niño, tapándolo con su cobija mientras este se quedaba dormido.
Sora salió de la habitación y cerró la puerta de manera lenta y suave para no despertarlos de nuevo.
Después fue directo a la cocina, saco una botella de vino de su alacena y una copa, la cual llevo a su habitación.
Al entrar en ella, Biyomon que estaba dormida simplemente despertó y la vio, y al percatarse que es lo que traía la Digimon simplemente se limitó a tener una expresión de angustia por su amiga.
— ¿No has llamado a Mat Sora? – Preguntó la Digimon pájaro
— Yo lo llame la última vez... creo que le toca a él – Dijo la pelirroja al momento de sentarse en la cama con la botella y la copa aún en mano.
— Pero eso ya fue hace dos días... quizás ah estado ocupado – Biyomon y intentaba alentar a Sora.
— Bueno... quizás le llame mañana – Al decir esto Sora sirvió la bebida y se sentó mientras encendía la televisión y comenzaba a beber.
Su amiga se limitó nuevamente a verla con angustia, ella siempre estaba para ella, la apoyaba y le daba ánimos en cualquier situación, pero en la situación de su vida marital, la Digimon tenía muy poca experiencia o concejos, por lo que solamente podía cuidar de ella cuando lo necesitara, y pensaba que le daría una buena reprimenda al rubio cuando esté volviera.
Del otro lado del mundo, Taichi iba en la camioneta directo a la escuela donde estudiaban sus hijos, luego de haber ido por Mimi, quien venía con él y los dos Digimons.
— ¿Como estuvo la conferencia? – Preguntó la mujer mientras miraba a su esposo conducir.
— Tensa... No voy a poder detener esa nueva ley por el momento, y una conferencia nueva sería fuera del país, ya que esta vez Nueva York fue la cede.
— Se que lo solucionarás mi amor – La mujer puso la mano sobre la de Tai, tratando de animarlo, lo cual funciono porque el sonrío.
— Bueno, al menos pude incomodar como siempre jeje – Bromeó el.
— Esa es tu naturaleza – Ella le siguió el juego.
— Tai siempre ah llamado la atención en todas partes, lo hacía de Niño y ahora de adulto – Dijo Agumon mientras se comía su tercera hamburguesa.
— Eso suele seré bastante real, al menos ya no es impulsivo jeje – Bromeó Palmon.
— Gracias chicos – Dijo con sarcasmo Tai — ¿Y que tal estuvo la firma de libros? ¿Fue entrevista en vivo o podré que verla esta noche?
— Me parece que fue en vivo... y me fue bien, hubo buenas ventas y muchas firmas, aunque esperan ya el segundo jeje
— ¿Y lo habrá? – Preguntó Tai con genuino interés.
— Aún no lo se... – Dijo con honestidad ella, pero la conversación se vio interrumpida por el tono de mensaje de ambos en sus celulares.
— Ay no... – Dijo Mimi con una cara de angustia en su cara
— ¿De la escuela? – Dijo Tai después de haber visto el mensaje en el suyo.
— Si...
— Bien... – La expresión de preocupación de Mimi y de molestia de Tai sólo pudieron darle a los Digimons idea de que era lo que pasó.
Unos minutos después Tai estaba en la oficina del director de la escuela, junto a su hijo Kai, y afuera de la oficina Mimi estaba sentada junto a Denji.
— ¿Porque no dijiste a un profesor que te molestaban Denji? – Preguntó Mimi mientras acariciaba el cabello alborotado de su hijo menor, el cual era la viva imagen de Tai.
— Porque sólo me golpearían más… Denji no debería ser castigado… solo me defendió ¿eso es malo? – Dijo el pequeño con un tono triste.
— Lo se mi amor, pero… bueno, no es malo, pero no debió golpear a alguien más. – Mientras Mimi hablaba con el pequeño, en la oficina del director.
— Señor Yagami, entiendo que su hijo solo trató de defender a su hermano, pero no podemos dejar pasar por alto lo ocurrido… el niño que Kai golpeo no quiso que llamáramos a sus padres solo por vergüenza… ya que era un niño mayor que Kai – Explicaba el director.
— Entiendo señor director, no se porque Kai hizo esto – Tai tomaba los hombros de su hijo, mientras este se mostraba molesto – Solo quiero creer que él tuvo una buena razón para recurrir a la violencia.
— No lo malinterpreta señor Yagami, Kai defendió a su hermano de un chico que le robó su almuerzo, no es algo malo, pero quisiéramos que evitara volver a reaccionar con golpes… el final podría meterse en problemas al herir por accidente a alguien.
— Y me encargaré de que sea consciente de eso… – Dijo Tai mientras tomaba la mochila de su hijo — Vamos a casa Kai.
— Kai… – La voz del director llamó la atención del chico de cabello castaño claro – No voy a castigarte, porque es noble lo que hiciste, pero si vuelves a cometer lo mismo, estarás en detención durante una semana… no lo hagas nuevamente.
La familia ya estaba en el auto, con los dos niños en la parte de atrás, los Digimons con ellos, y Tai y Mimi delante. Él también te era tenso, y Mimi sabía que Tai no estaba enojado, pero si preocupado, porque a pesar de que Denji era la viva imagen de él, Kai tenía más del carácter y personalidad de Tai.
— Kai… Pelear, no es siempre el camino… – Comenzó Tai.
— ¿Debí dejar que le robaran a mi hermano? – Regreso con una pregunta el comentario el chico con una voz seria.
— Debiste buscar otra forma de evitarlo… pero no golpear a alguien – Tai esta vez puso más rígida la voz.
— No se porque es algo malo… mamá y tú siempre pelearon cuando salvaban al mundo… a menos que sea mentira las historias que contabas.
Mimi miró con una mirada algo culpable a su esposo, el cual solo se mordió la lengua ante la respuesta del niño, dejando claro que quizás tenía un poco de responsabilidad sobre sus acciones, pues durante toda la infancia que va del niño, Tai le lleno la cabeza con las historias de cómo peleaban contra Digimons malos él, su esposa y sus amigos.
— Kai… hijo eso es diferente, enfrentábamos amenazas que podían ser peligrosas y defendíamos nuestro mundo… tú defendiste a tu hermano y eso no está mal, pero no golpeas a un niño por eso… No quiero que tu primer opción siempre sea golpear a la primera.
— No vamos a castigarte porque hayas ayudado a Denji mi amor… pero no queremos volver a la escuela por algo como esto – Mimi trato de mediar la situación.
— Lo lamento… – El chico miró al suelo y decidió ceder.
— Hermano… – El péquelo Denji puso su mano en el hombro de su hermano mayor.
Tai y Mimi se miraron y sabían que su hijo había comprendido, pero también sabían que no podían dejar pasar su acción de haber defendido a su hermano menor, así que ambos sonrieron.
— Bueno… si es así, creo que ahora podremos ir a comer algo, quizás un poco de, hummm no se… ¿Pizza? – al oír esa palabra los dos niños sonrieron enseguida.
— ¡Siiii! ¡Comidaa! – Agumon se emocionó más que los niños provocando la risa de todos.
— Bueno, vámonos – Tai encendió su auto y la familia se dirigieron a la pizzería más cercana, pero mientras el auto avanzaba, en el cielo de Nueva York, comenzaban algunas personas a percatarse que había una especie de anomalía… una especie de destellos negros, parecidos a los que vio Mat en el espacio.
En alguna parte del Digimundo.
— ¿Q-Que… Que significa… esto? – La voz incrédula y con algo de terror de un hombre se escuchó ante una puerta.
— Esto es el peor temor que teníamos - Pi – La voz llena de angustia de la criatur rosa y con alas secundo al hombre.
— Los Dark Masters, Apocalymon, Vandemon, ni siquiera la amenaza de Ordinemon… Son tan peligrosos como ellos… Piximon, tenemos que advertirles
— Las runas no están en las rocas - Pi, pero si las rocas, podemos aún sellarlos - Pi…
— No sabemos cuánto tiempo han estado fuera… cuando se liberaron o que planean… no podemos tomar a la ligera esto
El hombre vestido con un ropaje curioso y con una cola en el cabello se acercó a la puerta, y al poner la mano en ella, un destello oscuro emanó q como una descarga eléctrica violenta, lanzando al hombre un par de metros.
— ¡¡Aaagh!! – Gimió de dolor.
— ¡Genai! ¿Te encuentras bien? - Pi – Cuestionó el Digimon mientras se acercaba al hombre.
— Si… – Genai se reincorporó – No cabe duda… este residuo de energía es de ellos… los 7 están libres…
— Y su influencia comienza a sentirse - Pi… – Piximon y Genai miraron a su alrededor, como los Digimons del Dark Área comenzaban a acercarse a ellos, de no ser por el poder del Digimon hada, estos los atacarían.
— Sácanos de aquí Piximon… ya
El Digimon incrementó su poder envolviendo a Genai con el, y comenzando a salir del lugar oscuro a través de un portal, el cual los llevo directamente a la Isla File.
Al lograr llegar, los dos sintieron como la atmósfera del Digimundo se había tornado más lúgubre, como si toda la alegría del planeta se hubiera esfumado.
— Están en el Digimundo… – Dijo con sudor frío Genai.
— Pero aún no lo destruyen - Pi… esto no es usual en ellos - Pi…
— En el mejor de los casos, simplemente se van a tomar su tiempo…
— ¿Y en él peor? - Pi
— Su objetivo no es el Digimundo… si siguen aquí, es porque quieren buscar la manera, de ir a la tierra… y esa no es la peor situación.
— La peor situación, es que ellos…
— Si Piximon… han elegido trabajar juntos…
Genai y Piximon se tensaron ante la posibilidad, pero ¿que había ocurrido en su? ¿Porque Genai y Piximon no ataban en el Dar Área mirando una puerta?
La respuesta, era la más tenebrosa de todas, y quizás la única amenaza que realmente no podrían detener… solos.
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N/A: Bueno Bueno Bueno Bueno… espero que este primer capítulo les haya gustado, voy a ser muy claro… aquí si tardaré en actualizar jaja quizás de uno a 3 días… o más… pero les aseguro que tengo una gran idea para esto.
Este primer Cap está largo, pero será el único (tal vez) porque como tal metí el prólogo de la batalla de Los Ángeles, y pues me enfoque en dar una especie de base en las problemáticas personales de las parejas "protagonistas" por así decirlo, aunque los demás elegidos tendrán su momento de aparecer y tener sus propios asuntos complejos.
Los hijos de ellos aún no tienen Digimon, pero recuerden que respetar a un 90% el canon, así que no desesperen, y como quizás notaron (y si no, lema de nuevo) deje ahí un pequeño cameo/referencia a otra temporada de Digimon, y habrán muchas más durante este Fic.
Así que sin más que decir, les agradezco que lo hayan leído, espero que les guste y espero sus comentarios con todo el gusto del mundo, hasta el siguiente capítulo, bye.
