Descripción: Edward es el soltero consumado, siempre dispuesto a cerrar el trato y pasar al siguiente. Bella es su socia y está enamorada de él. Una noche de fiesta lo cambia todo. ¿Se habrá vendido Bella a sí misma o Edward saldrá finalmente del mercado? Capítulos cortos y ligeros.


Descargo de responsabilidad: No soy la autora original de la historia "Off the Markett", escrita por justaskalice y SunKing bajo el penname JustAskSunKing, ni tampoco tengo derechos sobre el universo de Twilight al que pertenece. Todos los derechos de autor y propiedad intelectual corresponden a sus respectivos dueños. Esta traducción ha sido realizada por mí, EriCastelo, sin ánimo de lucro. Si tienes alguna pregunta o inquietud sobre esta traducción, no dudes en contactarme. ¡Espero que disfrutes leyendo "Off the Markett" en su versión traducida!

Disclaimer: I am not the original author of the story "Off the Markett", written by justaskalice and SunKing under the penname JustAskSunKing, nor do I own any rights to the Twilight universe to which it belongs. All copyrights and intellectual property rights belong to their respective owners. This translation has been done by me, EriCastelo, on a non-profit basis. If you have any questions or concerns about this translation, please do not hesitate to contact me, and I hope you enjoy reading "Off the Market" in its translated version!


¡Gracias, Sully!


.

Capítulo 8

.

—Oh, Dios. —Una sonrisa se dibujó en mi rostro justo antes de que mi cabeza se partiera en dos.

Intenté tapar la luz con las manos, pero fue inútil. El sol se colaba obstinadamente por el hueco entre las cortinas, extendiéndose sobre la cama y resaltando el lugar desaliñado y vacío a mi lado.

No era raro que me despertara solo, pero algo me decía que faltaba un cuerpo. A través del chirriante dolor de cabeza, intenté recordar qué había sucedido para causar tanto dolor sin dejar de esbozar una sonrisa.

Bella.

Había traído a Bella a casa después de besarla profundamente y de forma inapropiada en el sofocante Old Oak Room. De un modo muy poco propio de ella, me había metido las manos en los pantalones en el taxi antes de arrastrarme hasta la puerta. Entonces procedimos a rellenar todas las piezas que faltaban en nuestra amistad... varias veces. Kate en la oficina, Pippa en la cama.

Jesús, ella había estado gloriosa.

Pero se había ido.