Remus está ahí enfrente de la tumba con cara de circunspecto. Como siempre.
—¡Lunático! —le llama cuando llega, yendo hacia él.
Remus sonríe y se gira a él pero es RARO que se vea y escuche como si mismo.
—La encontré —le muestra la botella, sonriendo.
—¡Hombreeee! —Remus la toma y saca la varita para destaparla. Hay dos copitas ya transfiguradas sobre la tumba de James.
Sirius las nota y se queda congelado al leer las lápidas.
—Q-Qué… ¿estás bien? —Remus suspira al mirarle la cara.
Sirius pasa los dedos sobre el nombre de James y se le humedecen los ojos, hasta que se sorbe los mocos y se limpia los ojos lo más disimuladamente que puede.
—No necesitas disimular —Remus le pasa una mano por los hombros.
—No estoy... —se le nota que se le quiebra la voz, el mismo lo nota y por eso se calla
—Sirius….
Le mira de reojo y le cae una lagrimota traidora enorme de un ojo.
—Lo sé… lo sé. Lo sé —Remus le abraza con fuerza del todo.
Él le abraza de vuelta y la verdad se le hace raro ser de su tamaño y no quiere llorar, pero es que ...
—Nunca pensé que esto pasaría —susurra Remus, al que le parece esto más fácil si no le mira.
—Es súper injusto.
—Lo es, realmente lo es… es una mierda.
Sirius toma aire para intentarse calmar porque no cree que James quisiera que estuvieran aquí llorando.
—James… Sería un mocoso ahora mismo si apareciera tal como…
—¿Eh?
—Estaba imaginando a James a los veintiuno.
Sirius se limpia la cara con la manga y le mira para que le cuente que pensaba.
—Y le pareceríamos unos viejitos tontos llorones por estar aquí —Remus también se limpia los ojos.
—No querría que lloráramos.
—Seguro se burlaría de nosotros… y nos pediría que cuidáramos a Harry.
—De hecho nos reñiría porque Harry está con la imbécil de Petunia.
—Ya sé… aunque no sé si… preferiría que estuviera conmigo.
—¿Por qué no iba a preferir que estuviera contigo?
—Pues yo soy un hombre lobo…
—Sí, bueno. Y por otro lado... Me hicieron a mí su padrino, si yo no hubiera ido a prisión, no sé qué esperaban que pasara.
—Pues que te quedarás a Harry.
—Y no creo que esperaran que te dejara a ti para ello.
—O-Oh.
—De hecho, Lily especificó muy claramente que esto solo era efectivo si yo estaba contigo porque por lo visto... Harry iba a necesitar una figura responsable y madura en su desarrollo.
—¿L-Lo hizo?
—¡Sí! ¡Varias veces! Fue un poco insultante...
—Es que tú solo… —Remus sonríe un poquito.
—¡Puedo ocuparme de un niño yo solo!
—Pffffffff
—¡De que te ríes! ¡Díselo, Cornamenta! —le da una palmada a la lápida.
—Es que no podrías. Al día dos hubieras ido a conseguirte tres elfos.
—A ver, porque... Oh, discúlpame Mr. Austero, a mí me prácticamente crio Kreacher también y mira que bien he salido —se señala a sí mismo—. ¿O qué te crees? ¿Que LA SEÑORA BLACK iba a limpiarme la caca del culo, a bañarme cubierto de vómito o a acunarme por horas en la noche? No, yo solo era el perfecto heredero de la casa Black cuando estaba peinado, vestido y limpio. Para las fotos y las visitas. Pero... ¡No tiene nada de malo tener ayuda!
Remus se ríe con el discurso de Sirius.
—No te rías, ¡que lo digo en serio!
—Ya, ya me imagino que lo dirás en serio, por supuesto.
—No lo digas —le advierte, señalándole con el dedo.
—Yo tampoco podría ocuparme de un niño yo solo… —Remus me mira con media sonrisa.
—Ay, claro que sí —Se gira a por la botella, siguiendo como si nada ya que no lo ha dicho.
—¿Y la luna llena?
—Pues lo dejarías con una canguro.
—Sería un peligro y un problema. Menos mal que…
—¿Una canguro? ¿Por?
—¡¿Qué tal que no encuentro una!?
—Además tienes la poción.
—Ahora… deberíamos aprender a hacerla.
—No sé cómo no sabes hacerla desde pequeño...
—Es una poción muy cara, Sirius… y aún no estaba del todo desarrollada.
—Es una pena... Lily te hubiera enseñado a hacerla en un instante —mira la lápida de reojo y suspira, yendo a servir las copas—. A mí me salvó de suspender pociones más de una vez.
—Lily me hubiera ayudado a hacerla aún mejor que Severus.
—Ella era mejor que él en eso...
—Ella era mejor que él en todo.
—Bueno, sí. Lo decía porque como ahora es profe de pociones... ¿Fue al funeral?
—Sí. Impávido, serio, pálido, pero el si me miró un segundo con una mirada extraña y… me pareció que nos entendíamos, por una vez.
—¿Tú crees? Siempre piensas esas cosas de él y luego es un imbécil.
—Yo creo que sí le dolió la muerte de Lily…
—Pues claro, si se corría solo con verla.
—Pues por la razón que fuera… —Remus se ríe con la tontería de Sirius.
—Bastante le jodió cuando empezó a salir con James, ¿te acuerdas que se enfadaron y se pasó sin hablarle como todo un curso?
—Sí, luego se hablaron otra vez y luego es que Snape se metió más y más con los Mortífagos.
—Pues como Regulus. Lo que me jode es que asumieron que yo era igual solo por el puto apellido Black de los cojones.
—TODO el mundo, Sirius… les pareció SÚPER fácil decir que sí que eras tú.
Suspira y mira su copa
—¿Sabes? Sí puedes tener mi apellido —concede Remus.
Él le mira, sonríe un poco y se sonroja otro poco.
—Creo que lo mereces completamente. Si quieres, de verdad, lo haremos en cuanto sea posible.
El ex presidiario desvía la mirada y asiente un poquito, suave, pero firmemente. Luego nota la lápida otra vez.
—¿Qué te parece, Cornamenta? Se aprovecha de que estoy sensible... ¿y tú sigues diciendo que no es demasiado listillo?
—¿Decía que no soy demasiado listillo? Jo.
—No. Me decía, "Pues es que Canuto, tío, ¿qué esperabas? Es que tú a veces parece que solo pienses con tu pito."
—En eso tenía razón —le mira de reojo.
—¡Claro que no! —protesta.
—Siempre has pensado con eso.
—¡No es verdad! Además... si acaso lo es, no era yo el único.
—James también pensaba un poco con eso solo que Lily… no le dejaba.
—¿Cómo no?
—Pues siempre lo ponía en su sitio. Tuvieron suerte los dos.
—Hacían muy buena pareja, daban un poco de asco.
—Sí que lo daban —Remus se ríe.
Sirius levanta el vaso para brindar con él y Remus le mira a los ojos.
—Te quiero, Sirius
—Y yo a ti. Brindemos por eso —se ríe.
—Aunque es raro que te veas como yo.
—Ya, ya... luego me llaman narcisista a mí y tú eres el que espera a que tome poción multijugos para proponerme matrimonio.
—¡Venga ya! —protesta.
Sirius se ríe dando un traguito del lambrusco y luego lo aparta de sus labios porque... No. James. NO. Esto es una mierda digas lo que digas.
—¿Está igual de dulce que te siempre? —pregunta Remus al verle la cara.
—Puaj. Sí —protesta sacando un poco la lengua y limpiándose los labios.
—A mí no me disgusta tanto —se ríe probándolo y luego arruga la nariz igual… porque lo recordaba menos feo
—Otro que no tenía ni idea. Lily y yo teníamos un alijo secreto debajo del fregadero de la cocina de Cabernet-Sauvignon para estos casos.
—¿Quieres ir a la casa?
—Sí. Vamos. Seguro seguirá ahí —la verdad, echa en contenido del vaso sobre el lado de James, en la tierra.
—Siempre me hizo gracia la rara relación que tenías con Lily… además de amarla en secreto.
—¡Oh, cállate! —protesta con ello—. Es que yo le gustaba a ella.
—Yo no puedo criticarla por ello se encoge de hombros.
—Además, no es como que tú...
—¿Yo?
—No la amaras en secreto también.
—Yo no la amaba en secreto pero es interesante el "también"
—Oh, ¡claro que sí! ¡Lo confesaste el otro día! Y yo... no la AMABA, fue un... crush un poco tonto de un par de días.
—Tú dijiste que la amabas TAMBIÉN.
—Lo que digo es que nada de eso tiene ninguna importancia ahora ya —suspira.
—Mira tú —se ríe—. Igualmente tenían una relación… peculiar. Nunca te llevaste DEMASIADO bien con ella en la escuela y luego tenían botellas bajo el fregadero.
—Porque ella fingía que yo le caía mal.
—Ya… —Remus se ríe—. Un poco mal si le caías.
—¡Que va! Lo que pasa es que nos parecíamos mucho.
—¿Se… parecían?
—¿No? Yo creo que sí. Y por eso chocábamos un poco.
—Yo creo que los dos además querían muchísimo a James y se ponían los pelos de punta por eso hasta que aprendieron a usarlo a su favor.
—Sabes que cuando supo... esto —se señala a él y luego a Remus un par de veces—. Me preguntó si alguna vez... yo y James...
—Uhhh, ¿en serio? ¿Y alguna vez…?
—¡No! ¡Claro que no! —hace hasta cara de asco.
—Bueno yo tampoco hubiera querido nada con James…
—Ah, ¿no? Eso me parece más raro. O sea, en mi caso es que... hubiera sido como pensarlo con Regulus. Aunque por otro lado pues el gen incestuoso Black... pero tú... me parece que James tenía muchas cosas que tú valoras en un tío.
—¿Cómo cuáles?
—Pues... era... muy popular y tenía bastante sex appel.
—¡Yo no valoro esas cosas!
—Era una segunda buena opción.
Cuando cruzan la plaza donde está la escultura de los Potter, Sirius levanta las cejas y detiene a Remus porque es... un completo despropósito. Está Lily sujetando a Harry en brazos con James a su lado y... Peter del otro.
—Oh… está estatua no la había visto —Remus mira a Peter y aprieta los ojos—. Pero ahora tiene otro…. Ugh.
—Yo la vi en el periódico cuando la hicieron —frunce el ceño—. No es que pudiera hacer muchas más cosas en prisión. Bastante rabia me dio.
—T-Tiene sentido que esté Peter aquí.
—No, no lo tiene —mira la escultura y saca su varita.
—¿Qué vas a hacer?
—Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas —asegura en un tono medio sombrío.
Remus se ríe malévolo con eso y Sirius hace explotar al imbécil de Peter, eso es lo que hace, con cero discreción.
—¡Siriuuuus! —Remus mira alrededor porque el SONIDO.
—¡No creerías que iba a dejarlo ahí!
—¡Podrías haberlo desaparecido silenciosamente!
—Pues pon un hechizo para que todo el mundo piense que nunca estuvo ahí.
Remus se humedece los labios.
—Vale… eso puede ser interesante que hacer —ahí empieza a decir algunas cosas entre dientes para hacerlo.
Sirius le mira, esperando... si no podía convencer a todos de que Peter era el traidor, por lo menos que no estuviera en la maldita escultura como un héroe.
—A-a ver… intenta ponerla otra vez.
—¿Por?
—Para ver si funcionó.
Sirius mira la estatua de reojo y... lo que hace es... añadir a Remus. Más o menos. O sea, pues todo lo bien que lo hace alguien que no es un escultor profesional pero es bastante bueno en transfiguraciones.
Igualmente… la estatua se cae unos segundos más tarde.
—Por lo menos no van a poder construirla de nuevo —le mira, satisfecho con eso.
—Pues a menos que traigan a Dumbledore para hacerla —se encoge de hombros.
—No creo... —pone un poco los ojos en blanco porque como si Dumbledore fuera el único mago poderoso del país, pero bueno.
—Ni yo —le sonríe.
—Y... —levanta la varita y procede a vandalizar la estatua dibujándole a James unos bigotes negros todo retorcidos—. Porque si crees que James Potter se contuvo alguna vez de vandalizar los cuadros que mi madre nos obligaba a hacernos a mí y a mi hermano, es que no le conocías... y si crees que yo no voy a devolverme aunque ya esté muerto, es que no me conoces a mí.
Remus se ríe un poco sacando su propia varita y pintándole a Lily unos bigotes bastante elegantes. Sirius sonríe con eso y le pone un sombrero de copa y una corbata de payaso a James.
—¿Por qué nunca he visto esos cuadros?
—Están en Grimmlaud place.
—¡¿En dónde!? Yo quiero verte con bigotes —sonríe.
—Mi madre les borraba los bigotes cuando se daba cuenta y me gritaba a mí —sonríe de ladito.
—No me molestaría verte de nuevo de adolescente peleando con Regulus
—Cuando podamos volver ahí los buscaremos, ¿vale?
—Listo —Remus asiente y mueve su varita para ponerle a Lily unos lentes como dibujados en el aire.
Sirius le sonríe a él y luego vuelve a mirar las esculturas.
—Ojalá pudiéramos traer a Harry aquí alguna vez —suspira Remus.
—Bloody hell... —protesta Sirius apretando los ojos.
—¿Qué? —le mira de reojito
—Esto. Todo esto es una mierda. Tendríamos que estar aquí con ellos burlándonos de... no sé, alguien más en esa estatua. Yendo a comer al italiano del final de la calle habiéndole comprado a Harry una escoba o una moto o el juguete que Lily me prohibió expresamente comprarle. Y James tendría que reñirme por ello y decirme que hiciera el favor de respetarla, aunque no le saldría del todo bien, tú también tendrías que haberte puesto de su lado y yo os haría los ojos en blanco a todos... Y... Y teníamos que estar buscando nosotros adoptar a una niña y James diciéndome... chistes inapropiados sobre que no podría acostarme con mi hija adoptada y Lily le gritaría a él y tú le dirías que eso estaba fuera de lugar y yo le defendería diciendo que siendo Black, cierta razón tenía y tú y Lily dejaríais de hablarnos a los dos por el resto de la comida.
Remus suspira porque… es que Sirius tiene razón.
—Es bastante injusto ser de los más jodidos de todo el conflicto… Todas las vidas destrozadas. La de ellos, la tuya.
—Es que... es estúpido todo. Teníamos esa conversación a medias, ¿Te acuerdas?... tenías que ayudar a James a acabar convencer a Lily de decorar el cuarto de Harry con un millón de cosas de Gryffindor mientras ella seguía diciendo que ninguna casa era mejor que otra y que eso era una tremenda presión para él y luego decirnos que qué tal que era un Slytherin y yo decirle que en ese caso íbamos a desheredarlo... e íbamos hacerle el dibujo aquel de los dos ciervos y el lobo y el perro en la pared junto a la cuna. Y... y... James y tú teníais que ir a devolver las cortinas esas color mostaza que comprasteis que eran feas de cojones y yo te dije que NO quería y la idiota de Lily se rió una hora por que ya las habíais hasta colgado.
—Sí, sí que me acuerdo. Pasé años diciéndole a mi padre que no podías haber planeado esto así por este tipo de cosas, pero… Mucho tiempo me imaginé escenarios distintos en los que Ya sabes Quién no iba por James y Lily ESE DÍA, y seguíamos haciendo una vida normal… una semana más aunque fuera de estar todos juntos y bien. O tener UN día más con ustedes, donde podía preverlo y cambiar las cosas. O que te caías de la moto y no llegabas a tiempo y nadie te llevaba a la cárcel y yo tenía que irte a contar al hospital que se habían muerto. Solía hacer esto mismo, repasar mentalmente el cuarto de Harry, o la cocina, Lily riéndose mientras me hacía ese pastel de chocolate…
—Yo me... me reprochaba todo el tiempo haberle dicho a James que... es que Peter. ¿Cómo se me pudo ocurrir? Soy tan imbécil.
—Si hubiera salido bien… era un buen plan.
—Es que debimos verlo. Cada vez venía menos y siempre estaba ocupado cuando una de las misiones de la Orden eran con los Mortífagos. ¿Te acuerdas? Visto en retrospectiva no podría haber sido más obvio.
—Visto en retrospectiva y teniendo todos los datos… —Remus aprieta los ojos—. Peter no tenía lo que se requería…
—Casi no contaba nada de lo que hacía todo el día y siempre se ponía nervioso si le preguntábamos, es que había un montón de señales.
—¿Pensaste algún día decirle a James que fuera YO?
—Remus, yo... —se humedece los labios, porque ya medio confesó eso es casa de Andrómeda, pero no habían vuelto a hablar de ello.
Remus le mira de reojo.
—Yo... pensaba que tú... La verdad, no pensaba que fueras a traicionarles pero... sí pensé que ellos vendrían por ti. Que intentarían reclutarte o tal vez torturarte como hicieron con los Longbottom.
—Pensaste que sería menos probable que Peter…
—O sea, es que... Tú... Luego tenías esas idea sobre tu lugar en el mundo y cómo no merecías nada de todo eso y si no sería mejor...
—Entiendo… —Remus suspira.
—Sí, ya lo sé. Os traicioné a todos en ese momento —aparta la mirada.
—No, yo no diría que nos traicionaste.
—Bueno, yo sí.
—Eran tiempos difíciles, Sirius… y traicionarnos implica hacernos daño a propósito. Creo que… en ese momento tomaste decisiones malas. James te escuchó también y le pareció razonable lo que decías.
—¡No vas a culparlo a él además de esto! —frunce el ceño.
—Tiene tanta culpa como tú. Yo… si mostrara un poco más de carácter alguna vez, quizás podrías haber considerado que yo podría ser más fuerte —admita bajando la cabeza.
—¡Tampoco vas a culparte a ti mismo!
—Me preocupa que no hayas confiado en mí —le mira.
—Estaba... equivocado —admite tragando saliva.
—No te lo estoy echando en cara, pero… Si me pregunto si ahora mismo volviera a ocurrir, si no….
—También tenía miedo que alguien descubriera que eras tú y te... torturaran. No solo era que fueras a ser débil. O sea, mira como quedaron Frank y Alice.
—Y no es como que Frank y Alice no fueran tipos duros. Tampoco es como que a ti no fueran a torturarte.
—Yo... Soy un Black. Era. ERA un Black antes de ser un Lupin. No es tan fácil conmigo.
—¡Y yo soy un hombre lobo!
—Ya, pero no tienes detrás un clan de racistas al que es mejor no cabrear.
—Quizás debiste darme tú el nombre.
—Ugh, no. Y menos ahora que sí están ya todos muertos.
—Debiste, en su momento —aclara sin mirarle.
—Vale, vale —Sirius le mira de reojo y se sonroja, porque sí se siente culpable por eso y más aún desde que supo lo que paso con Remus cuando a él lo metieron a prisión—. Ya te dije que fui un idiota.
—Aun así, hay cosas que no pasaron. Sorprendentemente nadie fue detrás mío con mucho ahínco —Remus se encoge de hombros.
—Menos mal...
—Algunas cosas que pasan no están tan mal —sonríe para animarle.
—¿Cómo cuáles? —le mira de reojo.
—Pues como que no me persigan los mortífagos hasta intentar matarme.
—Pues... no, a mí me está persiguiendo el gobierno para lo mismo, pero es mejor.
—Ugh, no lo es, pero al menos no todo el mundo nos persigue.
—Tan optimista —se encoge de hombros sonriendo de ladito porque le gusta cuando lo es y le hace un cariñito—. Anda, vamos a la casa —añade, haciendo un gesto con la mano.
—Vamos —Remus se sonroja.
Sirius se dirige hacia ahí mirando alrededor, la parte buena es que no parece haber tanta gente por la calle.
—No me acuerdo de la última vez que vinimos aquí los dos... así —Remus se guarda las manos en los bolsillos caminando a su lado. Sirius suspira intentando recordar—. Es decir, no recuerdo ni siquiera qué hacíamos. Seguro fue algún día de estos que vinimos con James a ver a Harry.
—Pues esto fue por Halloween, debió ser... ¿cómo al final del verano? ¿O fue por el cumple de Harry?
—Ah, al cumple de Harry sí que vinimos, pero creo que... vinimos otra vez solo nosotros y Peter.
—¿Sí? Ah, después de vacaciones, sí —asiente recordándolo.
—Peter se sentó con nosotros a sabiendas de lo que iba a hacer —suspira.
—Aun no era el guarda secretos entonces —le recuerda, mirándole de reojo.
—Pero igual me parece que sabía que en cuanto tuviera oportunidad iba a... hacer eso —frunce el ceño.
—Sí, eso sí —suspira.
—Aun así, me alegra que estemos aquí —vuelve a sonreír.
—Ni siquiera sé cuánto tiempo llevaba con esto, igual y se metió en esto cuando Regulus y Snivellus y esos.
—No tenía la marca en el brazo
—¿Cómo lo sabes? —le mira.
—Bueno, no puedo asegurarlo, pero creería que si le vimos el brazo... entre sexto y séptimo... ¿no? —le mira también.
—No tengo ni idea, no era en él en quien me estaba fijando yo a ver si se le veía un centímetro más de piel —cejas, cejas.
—Ya, bueno... ehm... —Remus se sonroja—. No es que yo estuviera revisando a Peter, pero n-nos hubiéramos dado cuenta.
—No creo que tú estuvieras mirando a Peter en lo absoluto —sonríe de ladito.
—Pues es que estabas tú ahí, era difícil.
—Exacto —le mira de reojo con su media sonrisita molesta.
—Ñañaña... eres insoportable —protesta sonrojándose igualmente y sacándole la lengua un poco.
—Qué va. Anda, vamos —vuelve a hacer un gesto de la mano, riendo un poco.
—Es que es increíble que incluso con mi cuerpo... ugh.
—Bastante me jode que no funcione todo lo bien que debería —da dos pasos adelante y se gira a mirarle, caminando de espaldas.
—¿Qué más quieres?
Saca un poquito la lengua y hace un gesto con el brazo, apretando el puño y subiendo el antebrazo como si fuera un miembro viril.
—Ughh! No seas insufrible.
—Pues... —se encoge de hombros y casi se tropieza con algo así que se da la vuelta para volver a caminar de frente. Remus se ríe de él—. Te ves más cool... con tu cuerpo.
—Eso es porque se me da mejor ser cool en mi cuerpo.
—Eso es porque tienes un muy buen cuerpo.
—Y a ti te poneee —canturrea burlón.
—¡Qué va! No es mi culpa que... ugh, seas como eres.
—Ah, claro que sí —le hunde un dedo en la mejilla.
—¡¿Ahora es mi culpa?!
—Nah, lo que digo es que sí te pone —se detiene frente a la casa.
—Eso no lo voy a negar —se gira a la casa.
Sirius también lo hace, viendo la casa todo desconsolado... y luego se gira a la calle.
—¿Estás bien? —Remus suspira, mirando a Sirius, que niega con la cabeza, así que le pone las manos en los hombros y traga saliva, acercándose a él.
—Yo estaba... ahí —señala un lugar en la calzada. Remus lo abraza por la espalda.
—Aja… —susurra alentándole a que le cuente más porque él también necesita oírlo.
—Aparqué la moto justo ahí... —señala echándosele un poco encima inadvertidamente y mirando al rededor intentando recordar—. Y... Y Peter... Peter estaba...
—¿En dónde? ¿Qué te dijo? ¿Cómo te lo dijo? —Remus aprieta los ojos
—O-O sea... —mira alrededor un poco confundido y se gira hacia él, tomando a Remus de los hombros ahora para moverle hasta el lugar—. Aquí. Yo estaba aquí —le pone en posición y luego se da la vuelta para cruzar la calle en dirección a la entrada de la casa—. Y él estaba aquí.
Remus le mira hacer, serio.
—Le vi a él primero, antes que la casa... y los muggles estaban ahí —vuelve a señalar donde, acercándose a Remus otra vez—. De hecho, algunos estaban en el callejón, así que ahora que lo pienso desde ahí nunca podría haberlos matado yo.
—Nada de todo lo que pasaba tenía algún tipo de lógica…
—Y todo esto era el agujero que hizo... o sea, ves donde el asfalto es de color distinto, porque lo pusieron después —señala el suelo de la calle.
—¿Qué hechizo fue?
—Pues una bombarda —se acera a él de nuevo.
—El bestia —aprieta los ojos.
—Casi me da a mí también, tuve que saltar y apartarme.
—¿Crees que te hubiera querido matar?
—Sí, al principio, sí... —asiente mirando alrededor—. Porque no debía querer que nadie supiera que había sido él, pero luego se le debió ocurrir lo de usarme mejor de chivo expiatorio.
—Es una idea… muy buena para que se le ocurriera así —inclina la cabeza, incrédulo.
—Peter no era tan tonto, lo que tuvo es más suerte incluso de la que él pensaba que tendría. Si hubieran hecho una investigación normal a todo esto hubieran visto claramente por el impacto del hechizo que era imposible que lo hubiera lanzado yo.
—¡Es que es MUY ESTÚPIDO que no la hayan hecho! —protesta pellizcándose el puente de la nariz.
—Vamos a colarnos en la casa —suspira.
—Lo siento.
—¿Qué sientes? —le mira de reojo.
—Que todo esto pasara y no haber estado ahí. No sé si podemos entrar.
—Bueno, yo te mandé a por el disfraz de Harry que debí haber recogido yo...
—Eso lo sé. Aun así, no sabías que esto iba a pasar y yo… no sé, debí insistir en un juicio.
—No podías insistir si había una confesión, Remus.
—Es que ¿qué haces confesando un crimen que no cometiste? —Remus aprieta los ojos.
—Pues yo no estaba confesando, pero por lo visto ¡nadie lo entendió así!
—"Yo los maté" no deja mucho lugar a dudas.
—Pues es que ¡yo lo hice al ponerlos en manos de Peter!
—A estas alturas… esto ya no tiene ningún… sentido —Remus suspira—. No creo que se pueda entrar.
—Claro que sí, ya verás —Sirius se gira a la casa, yendo a ver por donde entrar.
—Supuestamente no se puede, lo dice en una placa. Yo quise entrar una vez…
—Ya, bueno, yo no pienso hacerle caso a la placa, obviamente.
—Siriuuuus...
—¿No te sabes otra palabra?
—Blaaack
—Gracias —sonríe un poco el muy cínico y ahí se va a mirar a ver por donde entrar.
—Quizás la parte de atrás… —Remus le sigue, poniendo los ojos en blanco.
—Buena idea, vamos —gesto con la mano.
—¿Crees que… debe haber protección mágica? Es… inaudito que…
—La romperemos —sonríe, caminando hacia el otro lado.
—El prófugo se la justicia ha hablado —se burla un poco, Remus.
—Pues es que... —igual le echa una miradita por encima del hombro—. Si pude salir de Azkabán, no voy a poder entrar a la casa de mi mejor amigo...
—Show off —sonríe Remus.
—Pues... —se ríe encogiéndose de hombros.
—"Soy más listo que todos y me escapo de prisión" —le imita burlonamente.
—Soy el primero en logarlo, puedo permitirme estar un poco orgulloso de ello —le recuerda.
—En realidad… Estaba muy orgulloso de ti cuando lo leí —admite.
—Claro, como que me voy a creer eso. Debías estar cagado de miedo literal. Si acaso no estabas cagándote en mi por haber elegido justo el año que conseguías un trabajo en Hogwarts. Si es que lo habías conseguido ya para ese momento... el caso es que seguro había mierda por en medio.
—Cagado de miedo nunca estuve… ¿dices por si venías tras de mí a hacerme algo? Si me pareció tremendo que esto pasara el año en que volvía a Hogwarts, me jodía más que pudiera arruinarse, pero…
—No te creo que no tuvieras miedo.
—¿Por qué iba a tenerlo?
—No lo sé, porque tú siempre tienes miedo como primer instinto.
—Ah… eso. Vamos, que fuera del miedo constante con el que vivo no tenía un miedo ESPECIAL de ti como si creo que debe tener Peter —se encoge de hombros.
—¿No pensabas que estaba loco y que iba a querer matarte a ti también?
—A veces pensaba que lo merecía —Remus suspira.
—Ah, sí. Hacer drama es como tu instinto siguiente —se burla asintiendo.
—¡Que exagerado! —protesta.
—¿Ves? —sonríe, vencedor.
—No se puede hablar contigo —vuelve a protestar, cruzándose de brazos.
Ooojos en blanco, pero sonríe un poquito y Remus hace un poco de Jum. Ahí va Sirius a girarse a la casa intentando ver por donde entrar.
—Mmm… crees que… voy a intentar abrir, ¿vale? A ver qué es lo que me detiene y cómo podemos librarlo.
Asiente.
Ahí va a intentarlo Remus y Sirius le mira inclinando la cabeza, esperando, hasta que Remus sale volando por los aires y se cae de culo.
—¡Uhhh!
—¿Estás bien? —se le acerca aun riéndose de él y le tiende la mano para ayudarlo a levantarse.
—Fuera del culo adolorido y el orgullo herido… —le da la mano
—¿Sabes cuál es el hechizo? —Hace una risita y tira de él.
—Es uno de los que tenía la casa de los sustos si intentabas ir por fuera —explica sobándose un poco el lugar donde ha golpeado con el suelo.
—Ah, ese no afecta a animagos... voy a entrar como perro y te abriré desde dentro —sonríe, encantado.
—Ugh, la absoluta Injusticia —protesta sacudiéndose el polvo.
Le manda un beso y se convierte en perro, él si pudiendo entrar a la casa.
Remus bufa esperando a Sirius, que ahí va, hecho humano de nuevo a abrirle la puerta y hacer un gesto teatral para que pase.
—Esto es súper injusto —Remus le sonríe, protestando y entrando.
—Llorón —se burla.
—No dirías eso si tu hubieras salido volando —insiste en protestar.
—Tú no protestarías tanto si te hubieras hecho animago en su momento.
—No podía… hubiera sido altamente útil.
—¿Por qué no?
—¿No te acuerdas de lo del problema de la hoja en la boca mientras era hombre lobo?
—Aun creo que podrías haberlo hecho igualmente.
—¿Crees que no lo hice por tonto?
—Pues podríamos haberlo intentado.
—De haber sabido, nunca debimos enseñarle a Peter —Remus suspira.
—No había forma...
—Ya lo sé…. Ya, ya lo sé —mira alrededor pasándose las manos por el pelo y por un momento imaginando a Lily salir de la cocina, por el pasillo, para saludarles—. Una vez pensé venir a vivir aquí.
—No habrías podido entrar —Sirius se humedece los labios porque ha entrado y ni siquiera ha mirado nada.
—Y me pareció tremendamente tétrico —añade.
—También... mira esto, ni siquiera han recogido las cosas —señala el suelo lleno de cristales rotos y algún que otro mueble destruido.
—Es que… es… Cómo viajar en el tiempo —Remus traga saliva.
—Es que mira cómo está todo... te juro que como encuentre sangre en la moqueta alguien me va a oír.
—Avada Kedavra no deja sangre… espero.
—Ya lo sé, sabes a lo que me refiero... —recoge algo del suelo y lo pone en su sitio.
—En realidad, estoy empezando a temer yo también encontrar… restos de alguno. Si recogieron los cuerpos, ¿verdad? —pisa algo sin querer y da un salto.
—Ugh, es que... —toma una foto y la mira, suspirando... y luego la saca del marco dispuesto a llevársela.
Remus suspira también recargando el culo en la mesa del comedor.
—¿Te acuerdas de esto? —se la muestra. Remus se acerca a mirarla—. Fueron a Paris de luna de miel y James quería que me fuera con ellos porque mi madre me obligó a aprender francés cuando éramos niños con todo eso del "Tojours purs" aunque sabía que lo odio. Y luego os pasasteis como quinientos años burlándoos de mí por eso, aunque ninguno de vosotros sabía francés
—Ahh, Lily estaba ESCANDALIZADA con la idea porque James parecía estar hablando especialmente en serio —asiente acordándose.
—Tío. YO estaba escandalizado con la idea.
—James casi… empieza a hacer planes para ustedes en Paris —Remus se ríe un poco con eso.
—Lo sé, creo que le gritamos así como... todos.
—Y James ahí con cara de espanto —se ríe un poco recordando su cara
—Era más tonto... —sonríe un poco con nostalgia—. Luego vino conmigo a la cocina a decirme que todo era muy divertido y que seguro estaba de broma pero que como se me ocurriera acostarme con Lily me iba a romper la cara, porque yo le dije que si no quería que hiciera eso también.
—Y ahora sé que mientras tanto tú pensabas, ojalá pudiera acostarme con Lily pero "bros before hoes"
—Ay, claro que no, ¡no seas idiota! —protesta con eso.
—Admítelo —Remus se ríe más.
—¡Que no!
—Me acuerdo del día que compraron la casa —cambia de tema, aun riéndose un poco y mirando el cuarto.
—¡Deja de reírte! Anda que no iba a darte un buen susto si te digo que sí —sigue protestando de lo anterior.
—Ehh! ¡No! —Deja de reírse de golpe.
—O que en realidad si me la tiré —le mira intensamente encogiéndose de hombros.
—No le hubieras hecho eso a James —frunce el ceño.
—Tú mismo lo has dicho —insiste.
—Bros before hoes… pero yo era bro y hoe.
—Y por eso ibas primero que todos —le saca la lengua.
Remus sonríe un poco con eso y
—Entonces... ¿Cuándo compraron la casa...? —Sirius se gira a... buscar algo mas, un poco nervioso.
—¿Te acuerdas? Cuando vinimos a verla solo con James —Remus se le acerca.
—No...
—Nos trajo a ti, a Peter y a mí para ver si sí se la enseñaba a Lily.
—Ah, sí... aunque ella quería una en la playa.
—No me extraña, era muy bonita la de ella… pero cara. De haber sabido… debieron comprar la de la playa —Remus se pasa una mano por el pelo.
—No sé en realidad si hubiera servido de algo —suspira otra vez.
—Al menos la hubieran disfrutado el poco tiempo que tuvieron. ¿S-Subimos?
Asiente, haciendo un gesto de que vaya delante y ahí va Remus, que tiene que suspirar un poco antes de subir las escaleras porque el cuarto de Harry y las cosas de James le dan… terror.
Sirius le sigue, mirando aun alrededor e imaginándose a Voldemort subiendo por aquí a por ellos...
—S-Sirius… —susurra Remus y este levanta la cabeza saliendo de sus pensamientos.
Remus se le acerca, y le abraza. Sirius parpadea un poco descolocado sin esperarse eso
—Este sitio… —susurra Remus un poco tembloroso.
—¿Estás bien?
—Ya no te ves como yo… —le susurra y asiente con la cabeza.
—¡Oh! Bueno... cuando salgamos me tomare más poción.
—Está casa da un poco de miedo —Remus le aprieta más contra sí y Sirius le acaricia un poco la espalda—. Seguro James me estaría riñendo por hacer tanto drama…
—¿Y quién no?
—Ugh… vale, vale, ya no hago. Pero les imaginas aquí tranquilos y de la nada…
—No. Eso sigue siendo dramático —protesta apretando los ojos.
—Ugh, vale, vale… ¿t-te acuerdas de… la última fiesta?
—El cumple de Harry.
—Sí, estábamos todos… es que ni idea de nada de lo que iba a pasar. Y lo pasamos TAN bien —Remus sonríe, separándose un poco de Sirius
Sirius suspira y va a ir a meterse al cuarto de James y Lily
—La cama de la pasión… —recuerda como la llamaba James, sonriendo de lado. Sirius la mira y sonríe un poco también
—No vamos a acostarnos aquí, Remus... límites.
—Venga ya, ¡no estaba pensando en eso! —se sonroja.
—Aunque insistas —niega yendo al armario.
—Ugh… Podríamos quitar el polvo.
—Ni siquiera con tus dobles sentidos —se ríe con eso.
—¡Siriuuus!
—Ni suplicas.
—¡No estoy suplicando! —protesta.
—¡Y sigues!
—¡Uuuugh! ¡Siriuuus! —lo hace más bajito, la verdad, poniéndose más nervioso.
Se ríe
—James… diría…
—¡Espera! —se gira a mirarle y Remus levanta las cejas dando un saltito—. ¿Le...?
—¿Le…?
—¡A él!
—L-Le… ¿Qué? ¡N-No le hice nada! —Remus parpadea—. ¿Qué estás pensando?
—Si alguna vez... —Sirius entrecierra los ojos
—¿Me gustó?
—Le besaste
—Ohh…
—¿Lo hiciste?
—¿Por qué iba yo a besar a James? —sonríe un poquito poniendo los ojos en blanco.
—Pues qué sé yo, en un juego de la botella —no le mira.
—¿No crees que hubieras estado? Aunque una vez…
—Yo qué sé qué hacíais cuando yo estaba por ahí.
—Seguro besarnos… —se le acerca.
—Pues... —no le mira.
—Espera… tú le… ¿¡tú le besaste a él alguna vez?!
—Pues... no en un beso de verdad.
—Pero ¿sí en un beso de botella?
—Eh... sí.
—No, ese "ehh" no es convincente
—¿Por?
—Cuéntameeeee —Remus le mira acercándosele más.
—Pues... es solo eso. Un juego de botella, sí.
—Algo no me estás contando.
—¿El qué?
—Pues ¡ojalá supiera!
—Solo es que a algunas chicas les iba ese rollo... por suerte no era lo más común.
—Ohhh… ¿¡O sea fue para atraer chicas?! Ojalá les hubiéramos gustado tú y yo.
—Bueno, eso pasaba a veces, pero tú nunca querías venir a las citas conmigo.
—Claro que no iba a ver cómo hacías el tonto con las chicas.
Ojos en blanco de Sirius.
—¡Pues! ¿Y cómo fue el beso?
—Bastante raro, pero un beso es un beso.
—¿Ahora lo disfrutaste? —le mira, poniendo un poco los ojos en blanco y sonriendo de ladito.
—¿Celoso, Lupin? —le mira de reojo con una sonrisita burlona
—No me hables así si no quieres… —Remus se sonroja más.
—¿Aja? —sonríe de ladito.
—E-Eso.
—¿Si no quiero qué? Si deje de hablarte así como... a la segunda semana de primero —probablemente le llamó así hasta como mitad de curso.
—Porque eras un BORDE. Recuerdo haberle escrito a mi madre sobre ti. "Lupin", estuviste todo el año llamándome así casi.
—¡Que va! ¡Qué exagerado! —Pone los ojos en blanco—. Y claro que le hablabas a tu madre de mí.
¿Quién no? —sonríe el muy creído.
—No le hablé precisamente bien. En esa ocasión no, al menos,
—Eso no importa, la cuestión era que hablaras de mi.
—¿Bien o mal, daba igual? ¡No es así!
—¡Claro que sí!
—No funciona así. ¡Jum!
—Anda... creo que... será mejor que nos vayamos. Quizás algún día podamos traer a Harry aquí y que se lleve las cosas de sus padres.
—Va-Vale —Remus suspira sonrojándose más aún con la mención de Hwry y lo que el estaba imaginando. Se aclara la garganta porque si estaba pareciéndole Sirius sexy y hacía rato que estaba pensando en… cejas, cejas.
