Capítulo 03

Los años venideros

Reaprender lo aprendido es difícil, jugarle bromas a los adultos no

Hikarigaoka verano 1992

Si alguna vez te dicen que ser un bebe de nuevo pero con consciencia y mente de adulto seria genial, abofetéalo de mi parte, uno pensaría que lo mejor de ser un bebe es que hagan todo por ti, que te alimenten o que te lleven a todos lados, pero créeme, no es nada genial, cuando lo único que puedes comer por dos año, son papillas, cosas echas puré y casi nada sólido, acabas sintiendo náuseas y no querer comer más – Pero claro que más podría comer si apenas me habían salido los dientes, dios como extrañaba comer cosas solidas – mire con frustración al cielo - ¿a quién le estoy hablando? – pensé por un momento, negué con la cabeza mientras volvía a mirar el cielo del exterior.

Habían pasado tres años desde que llegue a este mundo, tres años algo aburridos, aun soy muy pequeño para salir solo a la calle, asi que me quedaba en casa todo el tiempo, a no ser que mi madre me llevase al parque, y también cabe destacar que estamos en 1992, asi que no hay smartphones, ni pc gaiming, ni nada de entretenimiento de mi época, y lo peor de todo, no puedo escuchar música, estaba la radio sí, pero no es lo mismo, lo cual me hizo deprimirme – Si no me equivoco en el 95 se crearon los mp3… les pediré uno a mis padres por mi cumpleaños, o para superar el "trauma" del "atentado" lo que llegue antes – pensé mientras me reía entre dientes, no me juzguéis, estaba acostumbrado a tenerlo todo a mi alcance, que me lo quiten asi fue chocante, pero ya me he acostumbrado más o menos, crecer sin todas esas cosas también tiene su parte genial.

Otro tema era hablar y comunicarse, no puedo simplemente hablarles en mi antiguo idioma, asi que poco a poco voy aprendiendo japonés, al principio pensé que costaría mucho, pero quizá oír a tus nuevos padres día tras día hablar en japonés sin parar ayude.

El problema viene cuando me dejan solo en mi habitación por un rato, como no tengo nada que hacer, me pongo a repasar en voz alta las palabras que se en japonés, intento ser cuidadoso de que no estén mis padres presentes, pero esta mañana mientras hacía lo mismo, me descuide y me pillaron, levantado de mi cama, de pie, hablando solo, mientras miraba la ventana al girarme y verlos, me asuste y me resbale dándome un pequeño golpe, evidentemente al ver eso, mis padres hicieron lo más normal, llevarme al médico – Siendo sinceros, si yo viera eso, también llevaría a mi hijo al médico – pensé mientras me reía infantilmente mirando una mariposa pasar.

Me encuentro en Hikarigaoka, en el 26 de junio del verano de 1992, tengo tres años actualmente, y quedan justo tres años para el incidente donde todos estaremos conectados, pero eso no importa ahora mismo, porque ahora mismo voy a uno de los pocos lugares donde me lo paso bien, el médico, me reí con maldad en voz baja, la mayoría de los niños odian los hospitales y médicos, pero yo me lo paso genial, ¿y por qué? Porque poner paranoicos a los médicos que me atienden, hablándoles en otro idioma, o haciéndoles preguntas o respuestas difíciles y luego fingir inocencia cuando mis padres están prestando atención, es mi malvada pasión.

- Ya hemos llegado – dijo mi madre, era una mujer joven no muy alta, de pelo castaño y ojos marrones – cariño – dijo mirándome, yo la mire a su llamado – pórtate bien ¿de acuerdo?.

- Si – dije asintiendo.

La pregunta ofendía, yo siempre he sido un buen chico, no hago travesuras a mis padres – soy todo un niño ejemplar – pensé mientras elevaba el pecho con orgullo.

Al entrar dentro de la consulta, me senté junto a mi madre en uno de los asientos y eche un vistazo a mi alrededor, había personas mayores y adultos, y algún que otro joven mirando el reloj de vez en cuando, yo negué con la cabeza – me esforzare por no ser un salariman, no quiero acabar asi – suspire ante el pensamiento.

- ¿Mi hermanita está bien? – pregunto un niño saliendo de una de las consultas, tendría unos dos años más que yo más o menos, con una mata de pelo alborotada y una gran sonrisa, cuando se acercaban a nosotros, me le quede mirando con curiosidad, me recordaba a alguien y lo siguiente que oí me dejo impactado.

- Si Taichi, está creciendo fuerte y sana – dijo su madre sonriéndole.

Al oír tal cosa baje de mi asiento impactado y le mire fijamente con los ojos muy abiertos, al hacer tal acto Taichi y su madre se me quedaron mirando con curiosidad.

Yo no podía creerlo, ósea se en que mundo me encuentro pero… es increíble verlo en persona, aunque aún sea un niño pequeño, es inconfundible.

- ¿Te pasa algo? – pregunto el niño.

Yo grite como colegiala en mi interior – ¡me está hablando! – grite de nuevo en mi mente, reaccionando rápidamente volví a la realidad.

- Emm.. yo… soy Touma… Touma Matohara, es un placer – dije haciendo una leve referencia.

Taichi no reaccionó de inmediato sorprendido por mi presentación formal, pero su madre le dio un leve empujón para que reaccionara.

- Yo soy Taichi, dime Tai – dijo sonriéndome y alzando su mano, yo sé la estreche sonriéndole igual con ilusión – es un placer Touma – dijo sonriendo de nuevo.

- Ramnesis si me oyes, ya soy feliz, me puedo morir de nuevo en paz – pensé al tiempo que soltaba la mano de Tai, y entonces mire a su madre, que se encontraba hablando con mi madre, entonces mire sus brazos, y vi que cargaba una pequeña niña de cabello castaño y ojos marrones tendría tal vez un año menos que yo, y me miraba fijamente con curiosidad – ¡Maldita Hikari! incluso siendo una niña pequeña eres adorable – grite en mi mente.

Su madre al notar mi mirada en la niña, me miro y luego sonrió – Taichi, ¿no me vas a presentar a tu nuevo amigo?.

Él es Touma mama y… – dijo Tai iba a decir algo más pero al darse cuenta que no sabía nada más se me quedo mirando confundido.

Al notar todas las miradas fijas en mí, me asuste por un momento, ¿Cómo explicar esta situación? – Sí, mire señora, conozco a sus hijos desde otra dimensión y los vi crecer y pelearse con monstruos y soy su fan – ya, eso no colaría, al no tener idea de que hacer dije lo primero que se me ocurrió.

- Yo… solo… sentí que debía hablar con Tai, perdón – dije hablando lo mejor posible, baje la cabeza y toque mi cuello.

Tai me miraba fijamente pero luego sonrió satisfecho con esa explicación, por otra parte las madres se miraron entre sí y luego asintieron sonrientes, y estuvieron hablando un rato entre ellas, al tiempo que Tai me presentaba a su hermana pequeña Hikari, y después hablábamos de cualquier cosa para romper el hielo.

- ¿Matohara…. -san? – un médico hablo desde una de las clínicas.

Los demás giraron al oír el nombre, pero yo mire a Hikari, y esta me devolvió la mirada y sonrió feliz, sabiendo que dentro de unos años viviría mil aventuras con ellos, sonreí feliz al pensar en eso.

- Bueno es hora de que nos vayamos Taichi, ellos deben entrar – dijo su madre mientras agarraba la mano de su hijo.

El asintió mirándola y luego me miro a mí y sonrió – Ya nos veremos, Touma – dijo mientras me sonreía y se despedía con la mano mientras se alejaba con su madre.

Yo me despedí igualmente con la mano y le sonreí de vuelta, mi madre vio esa interacción feliz, mientras me llevaba hacia la consulta, pues por fin había hecho un amigo, no es que sea antisocial o no quiera hacer amigos, pero si todos los chicos de tu edad se meten el dedo en la nariz y luego se llenan la ropa de arena, entenderás que no me interesa realmente hablar con ellos.

Al entrar en la consulta el medico estaba sentado en su silla, mi madre me sentó en una de las sillas y ella se sentó al lado, el medico era un hombre alto, con gafas redondas, de cabello azul largo atado en una pequeña coleta, si no fuera porque se en que año me encuentro diría que es Joe, niego con la cabeza – Quizá él sea su padre… - pensé mientras giraba mi cabeza hacia un lado y justo al lado del médico había otro niño mirándome con curiosidad, era muy parecido al médico, pero con el cabello más corto y con gafas cuadradas.

- Joe hijo, ve a sentarte en la camilla mientras les atiendo – dijo el médico mayor con una voz tranquila.

- ¿¡Me estas jodiendo!? – pensé asombrado, mientras seguía con la mirada a Joe mientras iba a la camilla, y él me miro de reojo con una tímida sonrisa.

Tai y su madre no habían entrado en esta consulta, pero si estaban en el mismo edificio, ¿Cómo de conectados están todos, incluso antes de estarlo?.

- Bien, Matohara-san, dígame ¿Cómo se encuentra su hijo? – pregunto el padre de Joe mientras miraba entre mí y mi madre.

Yo volví mi mirada al médico, recordando porque me encontraba aquí, entonces una pequeña sonrisa apareció en mi rostro, sé que no debería volver locos a los médicos, pero es divertido, y si, él es el padre de Joe, pero vamos - ¿Quién no lo haría en mi situación? – pensé mientras me reía como todo un villano en mi mente.

Volví a prestar atención a la conversación – Y eso es lo que ocurrió – termino de hablar mi madre mientras me acariciaba la cabeza con cariño, y yo le sonreí encantado – Da gusto que te den afecto cuando nunca estuviste acostumbrado a ello – pensé y miré al médico, que me miraba con suma curiosidad.

Yo le sonreí y dije entre labios – nos mudaremos en 3 años por un monstruo.

El parpadeo confuso, como si me hubiese entendido, negó con la cabeza olvidando el tema, yo mientras sonreía con malicia.

- Muy bien vamos a inspeccionarlo – dijo el médico que se levantó, le hizo un ademan a su hijo para que bajase de la camilla, al mismo tiempo que mi madre me cargaba y me subía encima de la misma, asi el medico empezó a inspeccionarme el cuerpo, solo tenía un pequeño moratón en el brazo que apenas notaba, mi madre por otra parte estaba preocupada – Dime, pequeño… - Touma – le corregí sonriendo, el medico me miro y asintió sonriendo – bien Touma-kun, ¿te encuentras bien? ¿te duele algo?.

Yo mire a mi madre por un momento para comprobar si nos estaba mirando, al ver que estaba hablando con el joven Joe de algo, volví a sonreír y mire fijamente al médico – Estoy bien Dock, es que me tropecé por jugarle al vergas y me partí la madre - dije en mi antiguo idioma con una sonrisa burlona, dejando de lado el japonés. El parpadeo dos veces sorprendido - ¿Qué has dicho? – pregunto en un tono alto, sorprendido, llamando la atención de los demás, se acercaron a ver qué ocurría, - Dije, que estoy bien… Kido-san – dije con timidez, volviendo a mi torpe japonés.

Mi madre y Joe miraron entre mí y el Doctor Kido con confusión, yo ladee la cabeza a un lado mientras miraba al padre de Joe, el mismo por otro lado, estaba mirándome a mi fijamente con una cara de asombro y confusión, cerro los ojos y negó con la cabeza, quizá no dándole importancia a lo que había pasado, me sonrió de nuevo y pregunto – Esta bien Touma-kun, no parece dolerte el golpe, y pareces estar bien físicamente, ¿tienes algún problema o dolor de algún tipo?.

Yo negué con la cabeza mientras mi madre se ponía a mi lado, ella se puso a hablar con el padre de Joe, mientras el me miraba de reojo, aprovechando eso volví a sonreír y dije entre labios – tu hijo medico, será un veterinario digital.

El parpadeo como si me hubiese entendido, pero antes de que pudiese hacer o decir algo me baje de la camilla y me acerque a Joe entre risas disimuladas.

- ¡Hola! – dije sonriente – soy Touma.

- Joe Kido, es un placer – dijo el joven de 6 años algo nervioso.

- Siempre me cayó bien Joe, es un chico ejemplar, aunque sea miedoso, cuando se le necesita siempre está ahí para ti, y eso es más de lo que se puede decir de mucha gente – pensé mientras miraba al peli azul.

- ¿Por qué estás aquí? – pregunte curioso.

- Bueno.. mi madre tuvo que salir por una emergencia, y no tenía con quien quedarme, asi que estoy aquí hasta que termine – dijo Joe.

Yo asentí entendiendo, cuando iba a responderle vi un espejo detrás de Joe, me acerque al espejo lentamente y me quede mirándome fijamente – sé que solo llevo 3 años en este mundo, pero no me acostumbro a verme en este nuevo cuerpo – pensé mientras tocaba mi reflejo.

Cualquier rastro de mi antiguo yo, ya no existía, frente a mi había un niño japonés pero con rasgos occidentales, lo suficiente para destacar, ahora tengo el cabello completamente plateado, y lo tengo corto con unos mechones cubriendo mi frente, tenía los ojos de un color azul intenso, pero con toques grises. Y una curiosa marca en forma balanza sin base, en mi brazo izquierdo, que sabia o intuía, que aquella marca era la que la diosa me dio para protegerme.

Mi cabello lo había sacado de mi padre, y me parecía mucho a él, por otro lado, mis ojos parecían venir de mi abuela. Mis abuelos paternos, a los que nunca conocí, eran europeos, luego ellos vinieron a vivir a Japón antes de que naciera mi padre y se quedaron aquí, hasta que fallecieron antes de que yo naciera - Mi padre siempre dice que me parezco mucho al abuelo, habría estado bien conocerlos – pensé mientras seguía mirándome al espejo con la mirada perdida.

- ¡Touma! – oí un grito y me di la vuelta de un brinco, el que grito fue Joe que me miraba con preocupación, y detrás de él estaba mi madre y el padre de Joe mirándome fijamente.

- ¿Te encuentras bien? Te veías raro – pregunto Joe con preocupación.

- ¿Eh? Ah sí, estoy bien – dije sonriendo – solo me fijaba en las cosas del reflejo del espejo – mentí mientras miraba el reflejo de las cosas con una mirada inocente, esto calmo a los adultos, pero pude ver en Joe que no termino de creerme.

- Bien entonces, su hijo está bien, Matohara-san, conforme me ha descrito la situación, no creo que haga falta preocuparse, este atento de su hijo y que tenga cuidado – dijo el Doctor Kido mientras miraba a mi madre, esta asintió y asi la visita al médico termino.

- Rayos apenas me pude divertir – pensé mientras hacia un mohín de rabia.

- Ya has oído Touma-chan, es hora de irnos – dijo mi madre mientras me sonreía, yo asentí y agarré su mano.

Antes de salir me gire y mire al Doctor Kido y le guiñe el ojo con picardía, y luego mire a Joe – ha sido un placer Joe, nos vemos – le sonreí y asi nos fuimos de ahí.

POV Joe

- Que chico más extraño – comento mi padre en voz baja, yo le mire curioso.

- A mí me ha parecido un chico agradable, y para ser tan pequeño se ve maduro – dije sonriendo a mi padre.

El me miro por un momento y luego asintió – volvamos al trabajo, tu madre estará por llegar – yo asentí feliz y me senté al lado de mi padre.

Fin POV Joe

Ya fuera de la clínica volvíamos rumbo a casa, estábamos a 15 minutos caminando asi que no había prisa.

- ¿He sido un buen chico? – pregunte mirando a mi madre con cara de ángel, pero mi yo interior tenía cuernos y se reía malvadamente.

Mi madre me miro con una sonrisa y asintió – has sido muy buen chico – dijo mientras me daba palmaditas en la cabeza, yo sonreí feliz.

Seguimos caminando durante un rato y durante el camino, aun por la zona comercial, nos encontramos con mi padre, era alto y algo musculoso, con el cabello plateado peinado para atrás y vestía con un traje formal, y al vernos, yo corrí hacia él, y él me abrazo encantado levantándome en el aire.

Asi recorrimos los tres el camino a casa, pasamos por distintas tiendas, a las que no preste atención, pero hubo una de ellas que me hizo girar la cabeza y posteriormente, detenerme. Mis padres al ver esto se detuvieron y miraron en la dirección que yo miraba.

Se trataba de una tienda de instrumentos musicales, no era demasiado grande, pero eso no me importaba, me solté de las manos de mis padres y corrí hasta el escaparate de cristal, y desde fuera se podían ver una gran cantidad de instrumentos, yo estaba absorto mirando los instrumentos, siempre quise aprender a tocar algún instrumento, pero nunca tuve ni me dieron la oportunidad – se ven geniales – pensé sonriendo. Mis padres se acercaron a mí y al ver mi sonrisa se miraron entre ellos y asintieron en silencio.

- Touma – llamo mi padre, yo le mire de vuelta - ¿te gustaría entrar a ver?.

Yo no dije nada, pero mi sonrisa creció mucho y mis ojos brillaron de ilusión, mis padres sonrieron y juntos entramos dentro de la tienda.

Era un local cuadrado, lleno de instrumentos enormes para mi tamaño actual, e intimidaba un poco ver tantas cosas enormes, estuve mirando cada instrumento completamente quieto, no queriendo tocar nada, entonces la dependienta de la tienda se acercó a mis padres preguntando si necesitaban ayuda, ellos dijeron que entraron por mí, que tenía curiosidad, a lo cual, la dependienta se percató de mi presencia, ella puso una cara de incredulidad, pero cambio su cara rápidamente.

- Y díganme, ¿saben si su hijo está buscando algo en particular? – mis padres negaron con la cabeza – en ese caso, ¿Qué tal si echan un vistazo? No tenemos muchas cosas que él pueda tocar, pero seguro encuentran algo – dijo sonriendo profesionalmente.

Mis padres asintieron y la seguimos, ella explicaba cosas sobre los instrumentos, yo no preste demasiada atención, pues sabia lo suficiente y miraba a mi alrededor. Guitarras, tambores, violines, pianos, había gran cantidad de cosas.

- Me fascina el piano, pero me encantaría que fuese algo fácil de llevar, y poder llevarlo al DigiWorld seria increíble – pensaba mientras veía más instrumentos demasiado grandes, entonces vi algo que me llamo la atención, y lentamente fui hasta ahí, los adultos me vieron y me miraron fijamente curiosos.

Me quede mirando un instrumento parecido a una flauta, pero era más grande y diferente.

- ¿Xaphoon? – dije notando que era un nombre en inglés.

Note como se acercaban a mi mis padres y la dependienta, me gire para mirarla - ¿es una flauta? – pregunte.

Ella se sorprendió por un momento, pero luego negó con la, cabeza.

- Eso es un xaphoon, es un instrumento de viento algo curioso, tiene una forma que recuerda a una flauta, pero realmente es una especie de mezcla entre flauta y saxofón, algunos lo llaman saxofón de bolsillo – dijo la mujer, más a mis padres que a mí, asumiendo que no iba a entender palabras tan complejas.

Yo mire al instrumento de vuelta tanto curioso como maravillado – es portátil, y suena como un saxofón… interesante – me disponía a agarrarlo, pero recordé que podía traer problemas, y mire a la dependienta – ¿puedo agarrarlo? – pregunte lo mejor que pude.

La mujer dudo por un momento, pero accedió asintiendo lentamente, ante su afirmativa, agarre el instrumento, pesaba un poco, pero teniendo en cuenta mi edad es normal, mire por un segundo a la dependienta, preguntándole con la mirada si podía tocar con él, ella entiendo que quería decir asintió.

- Apenas recuerdo como tocar la flauta de cuando iba a la secundaria y tampoco es exactamente lo mismo… pero hay que intentarlo.

Asi lentamente, y fallando al principio intentando recordar las malditas notas, empecé a tocar poco a poco el estribillo de "Hallelujah", el sonido que salía me embriago, era muy relajante, sonaba como un saxofón pero no exactamente igual, aun asi sentí que no estaba tocando del todo bien, y tampoco aguanté mucho, pues apenas recordaba las notas, pero me esforcé lo mejor que pude.

Al terminar y bajar el instrumento, suspire satisfecho - No ha estado ma…. – mis pensamientos se pararon al ver la cara de incredulidad de mis padres y la dependienta que tenía una cara muy graciosa en mi opinión.

- ¿Hice.. hice algo malo? – pregunté preocupado.

No hubo respuesta a mi pregunta por unos momentos, pero después reaccionaron y se acercaron a mi rápidamente, cosa que me asusto un poco.

- ¿¡Como has hecho eso!? – pregunto la dependienta sin creérselo - Aunque no fue perfecto, es increíble que hayas tocado el estribillo tan casualmente.

Yo la mire sin entender del todo, entonces mire a mis padres, mi madre sonreía muy complacida y feliz, y mi padre parecía orgulloso.

- Has estado genial hijo – dijo mi padre asintiendo – pero como supiste tocar eso – pregunto curioso.

Entonces me di cuenta de mi error, tengo tres años, no he tocado un instrumento en mi vida, y mucho menos saber de notas musicales o partituras, al darme cuenta trague saliva - me deje llevar y no pensé bien lo que hacía – pensé.

- Yo.. vi en la tele que sonaba esto… - dije lentamente – y solo toqué…

- ¿¡Pero que porquería de respuesta es esa!? – pensamos tanto yo como la dependienta al mismo tiempo.

Mis padres se miraron por un momento y luego a la dependienta que aún estaba en shock, asi asintieron a mi respuesta – Esta bien – dijeron – ¡¿LO ESTA!? – nos preguntamos de nuevo, tanto yo como la dependienta.

- ¿Te gusto tocarlo? – pregunto mi madre señalando el instrumento en mis manos.

Yo miré al instrumento y luego a mi madre y asentí sonriendo, ellos asintieron y se levantaron junto a la aun shockeada dependienta.

- Nos lo llevamos – dijo mi padre mirando a la dependienta que asintió recuperando la profesionalidad.

Asi, salimos de aquella tienda, el día había sido mejor de lo esperado.

- He vuelto medio paranoico a un médico y una dependienta, he conocido a Tai y a Joe en un mismo día, y he conseguido este instrumento musical – pensé repasando el día, mientras iba camino a casa junto a mis padres.

- Aún quedan 3 años para que suceda el incidente de Hikarigaoka y 7 para que todo cambie para siempre… voy a disfrutar esta nueva oportunidad al máximo – pensé mientras sonreía.

Asi con ánimos, asentí, y sin más me dirigí junto a mis padres y la puesta de sol, hacia mi nuevo hogar, desconociendo que pasaría en todos estos años, pero sabiendo una cosa.

Que aprovechare esta nueva oportunidad.

¡Hola! Espero que hayáis disfrutado leyendo el capítulo 3… que para la página es el 4, pero bueno. Este capítulo, como veis, por fin ocurre en el mundo humano del mundo Digimon… es raro, asi que lo llamare mundo real y DigiWorld para evitar confusiones.

Acabo de empezar como escritor aquí, asi que obviamente no espero recibir muchos comentarios ni nada por el estilo, pero si tenéis alguna duda, o alguna sugerencia o mejora para la historia, o para mí como escritor, sois más que bienvenidos a hacerlo, estaré encantado de leeros. Con eso, quiero aclarar, que el tema del tercer deseo aún está abierto, aún queda un capítulo más en el mundo real, para que todos vayan al DigiWorld, asi que en el capítulo cinco, empezara la… ¿línea canónica de la serie?. Bueno vosotros entendéis.

También quería hablar de los honoríficos (-kun, -san -chan, etc.), lo estuve pensando varios días, y lo consulte con amigos y otras personas/paginas, he decidido que solo usare los honoríficos, en adultos a los niños y viceversa, no he visto Digimon Adventure en japonés, y tal vez me equivoque, pero no creo que entre los niños elegidos se llamen con honoríficos, los veo demasiado unidos entre ellos como para eso, pero repito, quizás me equivoque. Siendo asi cuando hablen entre ellos (niños elegidos) no usare honoríficos, pero cuando hablen con adultos, u otras personas, sí que lo usaran.

Eso es todo de mi parte, dadle a favoritos y seguir historia para no perderos de los capítulos, gracias a todos por leer.

Un saludo y nos vemos en la próxima.