POBRES RIDER
Secuela de Kamen Rider Pegasus
Idea original de Ninja Britten 11
Guión de Yuzu Araki
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La bebé Hikari se había quedado dormida mientras chupaba del pecho de Dokuro, de hecho, esa era una costumbre que la pequeña tenía cuando alguien le caía muy bien. La infante posteriormente fue dejada en los brazos de Candy quien miraba con ternura a la pequeña que estaba en los brazos de Morfeo mientras tenía una pequeña sonrisa, aquello le causó ternura ante la mirada de la rubia.
Dokuro y Sachi estaban tratando de buscar algo en la televisión hasta dar con el noticiero, exactamente con un suceso que dejó sin palabras a ambas chicas sobretodo a la pequeña peliverde. Akari mientras tanto estaba leyendo uno de los libros que le dio Candy, de hecho, era uno de los libros de aquel médico extraterrestre llamado Siebold.
En las últimas noticias, a través de su cuenta oficial de Twitter, el actor de voz Toru Furuya admitió que un reporte reciente por parte del medio japonés Bunshun Online estaba en lo correcto cuando se trató el tema de que tuvo una relación de infidelidad con una de sus fanáticas.
Furuya, quien es reconocido por una carrera en la industria de la actuación de voz de más de 50 años, admitió que había tenido una relación romántica con una fanática durante cuatro años y medio, hasta que la finalizó en septiembre de 2023. El actor de voz señaló que se había interesado mucho en una fanática que le había apoyado durante años, y que la contactó directamente para iniciar una relación de infidelidad.
Lo que es más, Furuya también admitió que en una ocasión tuvieron una discusión que lo llevó a usar la fuerza contra ella, y que incluso la había dejado embarazada, aunque esto fue interrumpido porque él la obligo a realizarse un aborto. Finalmente, Furuya se disculpó con esta mujer por causarle daños físicos y psicológicos, así como también se disculpó con sus fanáticos por decepcionarlos, traicionar su confianza y ensuciar el prestigio de los personajes que ha interpretado hasta la fecha.
Furuya concluyó diciendo que pasará el resto de su vida intentando reparar los daños que causó, y que está dispuesto a pagar las consecuencias de sus actos. Por otra parte, Furuya tiene una increíble trayectoria en la industria de la actuación de voz, incluyendo a personajes como Amuro Ray de "Mobile Suit Gundam", Mamoru Chiba de "Sailor Moon", Tooru Amuro de "Detective Conan", Seiya Pegasus de "Saint Seiya", y Yamcha de "Dragon Ball", solo por mencionar algunos.
-Ja, maldito viejo verde ese- murmuró la pequeña Sachi- Se hizo Canon, le entró como Yamcha pero como peor persona.
-No creo que el tipo seguirá como si nada- Comentó Dokuro- Lo que cometió es grave, la maltrató físicamente y hasta la hizo abortar. Ese tipo de crímenes se condena por lo que creo que ese será el fin de su carrera.
-Proverbios 6, versículo 32 dice, "Mas el que comete adulterio con una mujer carece de entendimiento;corrompe su alma el que tal hace".- Dijo Candy mientras tenía en brazos a la pequeña Hikari.
-Bien dice que una sola traición basta para empezar a desconfiar hasta de los más fieles... Tenerlo todo pero nunca es suficiente por lo que jamás entenderé a los adultos- Dijo Akari luego de cerrar el libro de Siebold y dejarlo sobre la mesa del kotatsu.
Dokuro apagó la televisión y con una sonrisa, observando en el proceso a la pequeña pelirroja de pies a cabeza y al final le preguntó.
-Akari. Ya que nuevamente estamos hablando... ¿Cómo fue exactamente que conociste a Honoka?
La pelirroja sonrió como si aceptara hablar con Strongest ya que le caía muy bien.
-Verás, cuando conocí a mi sensei, yo llevaba tres o cuatro meses viajando en busqueda de Kurobe y como si fuera la mera casualidad...
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FLASHBACK
Akari estaba cabalgando en su caballo, todo parecía normal, además de que la paz que se respiraba daba algo de miedo. En un determinado momento, la pequeña pelirroja se detuvo a descansar en un lago cercano en donde dejó a su caballo Hayabusa comer algo de pasto mientras ella decidió tomar un baño.
-Hace tiempo que no tenía un baño de este tipo… realmente extraño tomar baños en mi casa– susurró la pelirroja quien solo vio al cielo pensando en su familia.
Aunque su momento se vio interrumpido por una explosión cerca de donde estaba por lo que sin perder tiempo, la pequeña ninja salió del lago y se puso su ropa rápidamente.
(...)
Corriendo hacia donde estaba, Arashi se encontró con una gran bestia la cual lucía bastante extraña, no era como algún ninja metamórfico de los cuales había enfrentado. Esta bestia era una especie de gato mecánico, pero no solo eso, sino que estaba peleando contra alguien que igual le estaba dando batalla.
-¡Miau!– El maullido de ese gato era algo anormal ya que sonaba como algo salido del infierno.
La persona con la que estaba peleando seguía dándole varios golpes al gato mecánico el cual lucía bastante molesto por la tremenda paliza que se estaba llevando de parte de su combatiente.
-¡Oye! – Akari fue corriendo hacia donde estaban.
-¡No vengas, es peligroso niña!
-¡Miau!– ahora el gato monstruo fue hacia la pelirroja la cual cuando estaba por ser atacada, dio un gran salto evitando el golpe de esta bestia.
-Increíble, lo pudo esquivar como si nada.
La pequeña ninja acabó parada en el suelo y esta hizo su pose clásica, estirando sus brazos y agitándolos como si fueran alas de águila y al final, terminó juntándolas sobre su vientre.
-¡ARASHI!– Su cuerpo mutó hasta que alcanzó su forma de transformación con la cual ya estaba lista para pelear.
-¡Miau! – el gato fue hacia la ninja metamórfica, pero con su velocidad ésta pudo contrarrestarla, ni que decir cuando su amigo equino le ayudó corriendo en su lugar.
No solo eso, sino que la persona con la que estaba peleando se le unió montando una moto la cual tenía una forma extraña y con eso, entre las dos, lograron poner contra las cuerdas al gato mecánico.
-¡Hasta aquí llegas!– Exclamaron ambas al mismo tiempo.
-¡MIAU!
-¡Enif Kick!/¡Córtalo!– Ambas féminas con sus ataques, hicieron un gran trabajo ya que al final el enemigo que tenían delante, acabó explotando detrás de ellas.
Cuando todo se calmó, ambas personas se miraron por un momento, aunque rápidamente se dieron cuenta de que no eran enemigas y se quitaron sus transformaciones.
-Vaya, no pensé que habría alguien como yo, pero dime, ¿eres una ninja metamórfica?– preguntó Akari.
-No, no soy una ninja, simplemente poseo un cinturón con el cual puedo adquirir esta transformación– exclamó la chica que poseía el cabello jengibre con varios mechones de color rubio, así como los ojos azules y una buena condición física– Un gusto, soy Kousaka Honoka.
-Ichikawa Akari.
-Ichikawa-san, ¿Qué es eso que puedes hacer?
Ambas chicas hablaron un poco sobre sus poderes y es que se dieron cuenta de que poseían muchas cosas en común. No solo eso, sino que al darse cuenta del pasado de la pelirroja, Honoka sintió pena por ella.
-Lamento que hayas tenido que pasar eso, no puedo llegar a pensar que tan duro debe ser perder a tus padres y toda tu familia.
-Es duro… me he quedado sola en el mundo– Susurró la pequeña ninja– Además, tengo un hermano mayor que no sé dónde está.
-Te entiendo, puede que no haya perdido a un familiar, pero si he visto como muchas personas han muerto y yo he sido la que los ha mandado al otro mundo– La pelijengibre exclamó– Pero todo fuera por un bien mayor.
-Por cierto, ese cinturón, ¿Qué es?
-Es el Driver Pegasus, lo obtuve hace tiempo por unas amigas y me volví una guerrera la cual batalló contra muchos enemigos y ganó, pero a un precio alto, por eso tengo estos mechones rubios– La chica se señaló los cabellos– Pero al final, no me importa, seguiré peleando contra el mal hasta que todo esté terminado y vuelva a casa.
-¿Qué era eso con lo que estabas peleando?– preguntó Akari, Honoka se quedó pensando un momento antes de responder.
-Es un Lost.
-¿Un Lost?
-Son humanos quienes han tenido esas medallas de constelaciones perdidas y que ya no existen en el firmamento, eso es algo con lo que he peleado estos últimos meses– Dijo la pelijengibre mientras estaba mirando al cielo.
Cabe decir que la chica estaba llevando una camiseta a cuadros como la de los leñadores, así como un pantalón jeans ajustado y unas botas cafés. La pelirroja al ver fijamente a la pelijengibre quedó embobada pero se sacudió la cabeza. Bien dicen que la belleza de una mujer puede ser un hechizo bastante mortal.
-Demonios, ¿medallas con ese poder?
-Sí– La guerrera le mostró un bolso que estaba en su moto en donde sacó 5 medallas negras las cuales poseían imágenes extrañas– He vencido a cinco Losts este tiempo, no sé cuantos más queden, pero sé que hay cosas extrañas en este mundo.
-¿Qué cosa?
-Creo que vienen por mi cabeza– Honoka se puso de pie– Siento que hay personas de alto mando que quieren venir por mí por vencer a personas que quieren hacer el mal.
-¿El gobierno?
-No lo sé… no te sabría decir– Akari se quedó callada un momento ante lo que la pelijengibre decía.
-Yo por mi lado seguiré batallando hasta dar con mi tío Kurobe, debe pagar caro por lo que le hizo a mi familia, no permitiré que se salga con la suya.
-Lo entiendo, pero si quieres, te puedo acompañar a la aldea que está aquí cerca, sigo buscando a ver si hay algún Lost
La pequeña pelirroja asintió.
Ya con su nueva compañera, fueron hacia la aldea más cercana, Akari montando a su caballo Hayabusa, mientras que Honoka iba en su siempre confiable moto, Tenma.
(...)
Obanazawa, prefectura de Yamagata.
Toda la aldea estaba totalmente en silencio, era algo que se podía ver ya que parecía que no habitaba nadie ahí.
"Que raro, es como en la aldea anterior en la que estuve, no hay nadie, pero acabé con el jinete y su caballo", pensaba Akari en su mente.
-Esto si está bien raro – Honoka se detuvo en cuanto vio como había una niña que estaba llorando y frente a ella, estaba un cuerpo.
-Mierda – Akari fue con Honoka a ver como estaba esa niña, ambas llegaron a donde se encontraba la infanta llorando.
-Niña, ¿Te encuentras bien?
-¿Estás bien?
Antes de que pudieran recibir respuesta, dos cuerdas salieron hacia los cuellos de ambas chicas quienes se vieron incapacitadas ya que esto fue algo que las tomó por sorpresa.
-¡A ellas!
Los habitantes salieron con armas hacia las dos chicas y estando en el suelo, se fueron contra ellas dándoles con todo tipo de armas.
Akari no podía transformarse ni Honoka podía usar su Driver por lo que les fue imposible poder transformarse del todo y así acabar con eso. La moto de la pelijengibre fue confiscada por algunos de los pobladores, pero antes de que pudieran hacerlo, el caballo de Akari golpeó con sus patadas a varios habitantes causándoles heridas graves.
Al final, ya las dos chicas estaban inconscientes y con muchas heridas en sus cuerpos. Sus cuerpos fueron llevados hasta que se miró que habían sido colgados boca abajo, amarradas para ser dejadas ahí como si fueran sacos de boxeo.
(...)
Mientras tanto, los aldeanos seguían su vida como si nada, aunque se interesaron en parte por la moto de la pelijengibre, pero el caballo de Akari se la había llevado sin querer. Estos se dedicaban al cultivo, incluso a la ganadería ya que poseían muchos toros los cuales andaban libres por los campos, arando la tierra.
-¡Ya llegó el viejo!– Decían algunos mirando a un hombre entrado en años quien fue guiado hacia el árbol en el que quedaron atadas boca abajo, ambas chicas.
-Aquí están.
-Ya veo– El anciano se quedó callado un momento– Así que estás son espías del gobierno o delincuentes, ¿qué son?
-Ni idea, pero el hecho de que no sean de aquí es sospechoso, además, nadie las conoce por lo que hay algo que huele mal.
- Hm, realmente es algo sospechoso– El viejo miró a las dos chicas que seguían inconscientes– No entiendo cómo es que dos jóvenes andan aquí, además, por sus ropas, parecen de Tokio.
-Sí, no parecen chicas de pueblo.
-Entonces andaban en algo malo, es bueno que hayan procedido como siempre– Dijo el anciano. Esto era porque cuando aparecía alguien sospechoso, le caían a golpes ya que podría ser algún delincuente– Es mejor prevenir que lamentar.
-Lo entendemos.
-Pero, ¿están muertas?
-No, todavía no, aun respiran, aunque con esas heridas, no creo que duren mucho tiempo.
-Es una lástima que las hayan herido de esa magnitud– El viejo exclamó– De lo contrario, hubieran servido como sacrificios para el Dios Toro.
-No se preocupe anciano, ya tenemos listo el sacrificio.
-¿En serio?
-Sí, capturamos a un hombre y una mujer quienes estaban rompiendo la ley y se estaban viendo a escondidas, cuando nos enteramos, los agarramos.
-Muy bien, entonces así será– En eso, apareció un hombre el cual por su cara, no parecía ser muy listo– Oh, ¿Cómo estás Ushimatsu?
-Jejejejeje– El extraño solo río y echó mirada hacia Akari y Honoka, pero este solo siguió con su compartimiento y se fue de ahí dejando a las dos chicas colgadas, lo mismo que los demás hombres.
(...)
Unos momentos después, toda la aldea se encontraba frente a una gran estatua de un toro dorado, con antorchas a su alrededor. En el suelo, se encontraban dos personas, un hombre y una mujer, estos lucían muy asustados ya que se hallaban amarrados.
-Tenemos los sacrificios al Dios Toro y que mejor que dos pecadores– el anciano miró a las dos personas– Que mejor ofrenda que esa.
-¡No, por favor no!
-¡Tengan piedad! ¡Por favor!
-Háganlo
-¡Sí!
Primero tomaron al hombre y se lo llevaron hacía en medio. Amarraron sus piernas con sogas y las pusieron alrededor de los cuernos de dos toros a lados contrarios. Para desgracia del hombre, los toros fueron ordenados a que jalaran con fuerza y eso fue doloroso para el hombre, sus gritos desgarradores se escucharon en todo el pueblo.
Debido a la enorme fuerza de los toros, las piernas del hombre fueron arrancadas de su cuerpo, sus gritos fueron todavía más fuertes mientras se desangraba.
Ni que decir que la mujer pasó el mismo destino, sus piernas fueron arrancadas al igual que las del hombre y el tiempo fue clave para que estas dos personas murieran desangradas. Para colmo, el anciano hizo que sus cuerpos sin vida fueran decapitados y sus cabezas se colocaron frente a la estatua del toro dorado.
-¡Dios Toro, espero que este sacrificio sea de tu agrado!
-¡Larga vida al Dios Toro!
Por su lado, tanto Akari como Honoka seguían colgadas en esa posición, no obstante, sería cuestión de tiempo para que despertaran y se dieran cuenta del infierno que esa aldea vivía con esta extraña deidad.
(...)
Un sacrificio se había hecho de forma hórrida hacía una deidad llamada Dios Toro, el cual era una estatua de oro con la forma de un bovino por lo que todo era un caos. Ambas chicas fueron emboscadas y golpeadas hasta el punto en que quedaron inconscientes y colgadas de un árbol.
Una joven iba por ahí mirando hasta que se encontró con los dos cuerpos colgando, esta no aguantó más y se puso a llorar por tal horrible espectáculo.
-Esto es horrible… ¡¿Cómo pueden hacer esto?! Realmente no lo entiendo, esos pobres jóvenes violaron una ley, pero no se merecían semejante destino, ¡es muy cruel! – la joven seguía viendo a las dos chicas, no obstante, esta parecía que las logró despertar del todo.
-Ah…
-¿Eh? No puede ser… ¡siguen vivas!
-M-Mi… cabeza…
-E-Esperan, las bajaré de ahí– La chica fue hacia la cuerda que las tenía así, pero la fuerza fue demasiado para ella y ambas chicas cayeron al suelo– ¡Lo siento! No pude sostener la cuerda, ¿se encuentran bien? ¿Se pueden mover bien?
-Ah…
-D-Demonios…
-Vengan conmigo, las matarán si las encuentran aquí, tienen que huir cuanto antes– La chica llevó a las dos jóvenes tomadas de cada brazo.
(...)
Mientras iba caminando, ella se lamentaba de vivir en ese sitio, pero tenía miedo de irse ya que sabía que podría servir como sacrificio para el Dios Toro. Mientras llevaba a Honoka y Akari, esta se encontró con el mismo sujeto con el que se había topado antes, el que tenía cara de tonto.
-Uf, me asustaste Ushimatsu.
-Jejeje.
-Por favor, no le digas a nadie de esto, tienes que guardarlo como secreto.
-Weje.
-Eh, ¿Y él quién es?- Preguntó la pequeña pelirroja.
-No te preocupes por él, todos lo llaman Matsu el idiota ya que dicen que tiene algo malo en la cabeza– la joven que las ayudaba seguía hablando– Esta aldea tiene una ley y es que nadie puede estar casado a menos que el Dios Toro lo haya aprobado… las personas que acaban de asesinar fueron mi hermano y su pareja, ellos se enamoraron, pero quebraron esa ley y ahora… terminaron así.
- … - Las dos chicas no decían nada.
-Otra de las leyes es que no puedes irte de la aldea sin permiso, si lo haces, terminarás asesinado por ellos.
Las dos jóvenes no decían nada, no obstante, en un momento sintieron como una niebla poco a poco las iba envolviendo, dificultando un poco la vista, aun así, el camino todavía se podía ver. No obstante, algo si fue visible.
-¡No puede ser! E-Es el Dios Toro– La chica que las ayudaba exclamó y eso las despertó un poco más por lo que se pusieron atentas a eso.
-¡…!
-E-Estamos condenadas, ¡Nos atraparán! ¡Nos destruirá y nos asesinará de forma horrible!
-Shh, guarda silencio – Honoka exclamó y junto con la joven y Akari, se fueron a esconder detrás de unos árboles.
Desde la niebla, se fue revelando la figura de esa deidad que tenía a la aldea con esa locura. Resultó ser un toro humanoide, de color dorado en todo su esplendor y no solo eso, sino que fijó su mirada en el árbol en el que se habían escondido.
-E-Es el Dios Toro Dorado – susurró la chica.
-¡Ustedes, vuelvan a la aldea!– La voz de la deidad bovina era grave y no solo eso, sino que sonó un bufido fuerte.
-N-No puede ser…
-¿Y si nos negamos?– Akari preguntó mirando fijo al toro dorado.
-Aquellos que quebrantan la ley… ¡morirán!– Tanto Akari como Honoka se vieron mutuamente por lo que ya no había forma en que huyeran así como así, sino que debían pelear con todo.
La primera en reaccionar fue la pelirroja quien sacó su espada y dio un gran salto dirigiéndose hacia el toro, no obstante, al querer cortarle uno de sus cuernos, el metal de la espada solo rebotó. Intentó hacerlo por el otro cuerno aplicando más fuerza para ver si lo podría cortar, pero no fue así, fue el mismo resultado, por lo que aterrizó mirando molesta a su enemigo.
Honoka decidió atacar, pero esta vez, hizo uso de su Driver con el cual unió las partes de una medalla con la imagen de un Pegaso en ella.
-¡Henshin!– Su cuerpo mutó adquiriendo su forma Rider, con su cuerpo de color plateado, detalles de alas en las piernas y cabeza, así como sus ojos azules– ¡Luchemos!
La pelijengibre chocó sus puños con el dios toro, pero ahí se dio cuenta de que la dureza de este era superior, aun así, no se dejó intimidar.
-¿Osas pensar que me ganarás?
-Hace tiempo ya batallé contra alguien que era igual a ti, poseía una medalla y salió el Horóscopo de Tauro, así que no es la primera vez que batallo contra alguien como tú– exclamó la Kamen Rider.
A pesar de eso, los golpes de la Rider no fueron suficiente para detener al toro dorado, de hecho, este solo se reía.
-Jajajajaja, son ineptas ustedes dos, ¡mi cuerpo está hecho de oro! ¡Así que es resistente ante todos sus ataques!– la "deidad" fue hacia Honoka a toda carrera embistiéndola con fuerza y la lanzó hacia unos árboles, destruyéndolos por el impacto.
Akari decidió ayudar a su compañera, pero cuando el toro vio las intenciones de la pelirroja, hizo lo mismo con ella, aunque la pequeña ninja se agarró de sus cuernos, la fuerza de este fue tanto que al final salió volando.
-¡Prepárense para la muerte!– El ser de oro estaba sonriendo confiado de que les había ganado.
Pero no fue el final ya que en un momento, algo pasó. El bovino dorado se detuvo en seco y se agarró la garganta, emitiendo algunos sonidos extraños como de ahogamiento y sin más, se fue huyendo de ahí. Ni que decir de las dos chicas quienes se levantaron, confundidas por lo que acababa de pasar.
-¿Por qué huyó así como así?
-No entiendo, bien nos pudo haber matado y no lo hizo, eso sí es extraño– Las dos notaron que la joven que las había ayudado estaba tirada en el suelo por lo que fueron a ayudarla.
(...)
Una vez que no notaron la presencia de su enemigo, estos se fueron al bosque para esconderse un momento, así como descansar un poco por lo que pasó.
-Dime, ¿Cómo fue que inició todo esto?
-Sí, ¿Por qué los aldeanos tienen tanto énfasis en complacer a ese Dios Toro?
la chica se quedó un momento callada antes de responder a las preguntas de las guerreras.
-La verdad es que no sé desde cuándo comenzó, pero desde la primera vez que el Dios Toro apareció en la aldea, la ha gobernado con mano de hierro. Bajo sus órdenes, nuestro trabajo principal ahora solo es cavar en la montaña en busca de oro.
-¿Qué hacen con el oro que encuentran?– Honoka preguntó.
-Todo el oro que extraemos es procesado en barras y cada tres meses llevamos todo lo reunido a un templo en las afueras de la aldea, allí es donde el Dios Toro se alimenta del cargamento por 3 meses – la chica decía – tal parece que el oro es lo que único que come.
-No puedo creer que en serio pase eso.
-¿Los aldeanos realmente creen en eso?
-Después de haber visto a un toro dorado y muchas otras cosas extrañas suceder, ¿Cómo esperan que no creamos en eso?– Tanto Akari como Honoka se quedaron en silencio, pero asintieron.
-Iremos a ver qué pasa.
-¡No vayan!– La joven les advirtió– Cualquiera que ha ido para investigar ha sido asesinado, dicen que ya 7 personas han perecido.
-No importa, iremos a ver qué pasa.
-¡Por favor, huyan conmigo! ¡Ya no quiero permanecer en esta aldea más! Además de que nos hemos alejado de la aldea.
-No haré eso, como Rider, no puedo permitir dejar desamparados a seres inocentes- Dijo Honoka.
-¡Al menos deberían volver con refuerzos!
-No somos delincuentes ni nada, además, si unimos nuestras fuerzas y las llevamos al límite, podremos ganar– Akari exclamó a lo que la ojiazul asintió.
-Por favor – la joven abrazó a ambas féminas– ¡No me importa que son! ¡Mi único hermano fue asesinado y ahora ya no tengo a nadie! ¡Por favor, ya no sé en quien confiar! ¡Huyamos de aquí, por favor!
-… - Las dos chicas se miraron entre ellas, era una pena por la chica, pero tanto Honoka como Akari tenían un deber que cumplir.
-Nos vamos– Las dos chicas fueron tomando camino hacia el lugar en donde estaría.
-¡Las esperaré! ¡Por favor, regresen por mí!
(...)
Tal y como les había dicho la muchacha, la montaña ahora era una explotación minera de oro en donde los aldeanos estaban trabajando duro para conseguir el metal dorado. Honoka y Akari fueron escurridizas y no dejaron que las descubrieran, fue tanto así que en un momento, se fijaron en el tonto Ushimatsu el cual solo andaba por ahí.
Eso les extrañó un poco a la ninja y la Rider, pero decidieron seguirlo a escondidas y no fue hasta que este llegó a un lago pequeño en donde se bañó. Todo parecía normal, pero de repente, el cuerpo del sujeto fue cambiado, el brillo dorado prevaleció, así como la aparición de los cuernos en su cabeza, revelando su identidad como el Dios Toro.
-Hm, parece que ahora sabemos tu identidad– Honoka decía saliendo junto con Akari.
-Lo que quiere decir que ya sabremos a quien es que vamos a derrotar.
-Malditas– Sin pensarlo más, el toro fue hacia ellas y golpeó la pared de piedra que había, pero ambas chicas lograron esquivarlo a tiempo.
Esto continuó así, pero a medida que pasaba el encuentro, la pelirroja se fue dando cuenta de algo y es que parecía que el cansancio le estaba pasando factura.
Akari pensó en algo, entonces fue donde descubrió lo que pasaba con el bovino.
-Ahora entiendo todo– la sobreviviente de los Arashi exclamó– dime, ¿Por qué no regresas a tu forma original?
-¿Ichikawa-san?
-Lo comprendí Kousaka-san, es por culpa del oro que tiene su cuerpo– Akari seguía explicando– Él no puede resistir mucho en esa forma ya que el oro que no lo deja respirar, los poros de su cuerpo están cubiertos por lo que no puede sudar, eso lo ahoga.
-Ahora entiendo, creo que tendremos que volverlo a ser como era antes y tengo la solución.
-¿En serio?
-¡Forma Zeus!– Activando su cinturón de vuelta, el cuerpo de la peli jengibre evolucionó hasta volver color dorado, además de poseer un rayo en su mano.
-¡Arashi!– Akari no se quedó atrás y adquirió su forma de pelea por lo que sin más, ambas lucharían.
Honoka se lanzó primero y el toro había disminuido un poco su fuerza, esto debido a que no parecía aguantar mucho el poder de su transformación. La Rider aprovechó esto para cargar todo su poder en el rayo que tenía y lo lanzó con fuerza hacia el toro el cual fue electrocutado fuertemente.
-El oro es conductor de electricidad, por lo que esto te afectará – y la oji azul tenía razón ya que el poder fue tanto que la transformación se perdió– ¡Ichikawa-san!
-¡Hasta aquí has llegado, ninja metamórfico!
Con una fuerte patada de Arashi, Ushimatsu salió volando y aterrizó en donde fundían el oro, lo que le provocó una muerte lenta y horrible ya que su cuerpo fue calcinado hasta que no quedó nada de él, sus restos se unieron con el oro.
Habían acabado con el Dios Toro.
(...)
Las dos chicas abandonaron esa aldea, la muchacha que las esperaba siguió en eso, pero tanto Akari como Honoka decidieron seguir adelante, aunque les doliera un poco. De suerte, no tardaron en encontrar al caballo de Akari y la moto de Honoka por lo que ya tenían sus medios de transporte con ellas.
-¿Qué harás ahora Ichikawa-san?
Akari solo sonrió.
-Es más que obvio, seguiré en la lucha hasta que encuentre al asesino de mi familia, Venenum caerá.
-Lo entiendo, yo por mi parte seguiré peleando contra las amenazas que tenga Japón, además de que a lo mejor vuelva a mi hogar una vez que mi lucha acabe.
-Está bien, espero que te vaya bien, Kousaka-san.
La sonrisa de Akari le dio un recuerdo a la oji azul, recordando a su vieja compañera de armas.
-Maki-chan...– Honoka sonrió– Entonces nos vemos… Ninja Arashi
-Lo mismo digo, cuídate… Kamen Rider Pegasus
Las dos chicas se dieron la mano y sin más se fueron en sus respectivos vehículos, cada quien por su lado.
Este encuentro magnifico no sería el único entre ambas, ya que el destino las volvería a juntar en el futuro.
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-Y luego de eso, escuché que hubo una masacre en Yamagata donde toda una aldea fue eliminada. Supongo que debió ser la aldea que adoraba al Dios Toro. Espero que la chica que ayudamos haya salido con vida e hiciera su vida en alguna parte- decía la pelirroja mientras Dokuro y compañía sonreían.
-Es sorprendente lo que nos acaban de contar. Definitivamente alguien como tú merece tener como guía a alguien como Honoka- dijo la pelinegra de mechones azules.
-Pero eso sí, tu encuentro con Honoka-ya no es tan mejor como el mío- dijo Candy mientras sonreía un poco triunfante.
-Ya que andas de presumida, monja karateca, ¿Puedes decirnos como fue que se dieron rollito entre ustedes dos?
Akari quedó roja como una manzana mientras que Candy con una seguridad en su rostro dijo...
-Bueno, verás enana... Todo comenzó cuando luego de que Honoka me diera una mano contra unos monstruos satánicos de Yohane, conocí a esta linda cerecita y bueno... Pasaron muchas cosas y ahí estamos.
La pelirroja solamente se cubrió la cara con sus manos producto de la verguenza.
"Un día de estos le cortaré la cabeza... En serio".
