¡Hola a todos! ….Paren ya con las cartas de amenazas escritas con sangre, ya actualice la historia.
Bueno, dejando las bromas a un lado, la verdad es que me sorprendió ver que fuera tan bien recibida, casi tanto o inclusive más que "Dead Zone", ¿tendrá que ver con la fiebre de historias de DXD que ha estado vigente desde hace unos meses? En fin.
Me disculpo por la tardanza, pero repito, esta es una historia muy compleja de escribir, especialmente porque, por más que lo intento, no puedo dejar de pensar en capítulos con combates épicos contra deidades, Campione, héroes, y la lista sigue y sigue. Es decir, no me llega a la cabeza capítulos que no tengan combates, tendré que respaldarme y mucho de las LN para sortear ese problema, pero en los próximos capítulos serán muchos combates, espero que no los malacostumbre por eso.
Una prueba de eso será este capítulo ya que les traigo la razón de que Issei sea un Campione, es decir, el combate entre Verethragna y Melkart, y también la intervención de Issei. Para esto volví a leer el tomo 3 de Campione!, aquellos que sigan la LN sabrán que en ese tomo se muestra el nacimiento del 7° rey de reyes, y que es mucho más épico que el anime, no que el anime este mal, pero todo un tomo (que podría considerarse com capítulos del anime en una situación normal) se resumió en un solo capitulo, se perdieron muchos detalles, detalles que quiero aprovechar, aunque para que todo encaje en la historia sin usar demasiado las llamadas "licencias artísticas" o como prefieran llamarlas pues tendré que limitarme (por ejemplo el tiempo, en la NL Godou y Erica persiguieron a Verethragna por varios días, pero por la situación de Kuoh, y que Rias y el resto lo esperan en Japón, pues no me queda de otra que tomar el tiempo del anime para que así no esté más de una semana alejado de ellos, ya entenderán más al leer este capítulo), así que no me sorprendería que reconozcan más cosas del anime que de la LN (los que la estén siguiendo), en fin, ¿listos?
-Diálogos-
-"Diálogos por comunicadores mágicos o tecnológicos"-
-Hechizos, canticos, efectos o dioses hablando-
[Diálogos de seres sellados en Sacred Gears]
-Pensamientos-
-Hechizos, canticos mentales o pensamientos de dioses-
[Pensamientos de seres sellados en Sacred Gears]
(Lugar, momento, indicaciones)
(Comentarios)
… creo que uso demasiadas indicaciones en esta historia, ¿ustedes no creen lo mismo?, ah, al diablo, empecemos ya.
Capítulo 2: Historias del ayer, leyendas del mañana, ¡El nacimiento de un rey!
Era el día siguiente al combate contra el dios malvado Loki en la casa Hyodou y Azazel, Odín, Sirzechs, el arcángel Miguel (estos dos para sorpresa de Rias y su sequito) y casi los involucrados del combate con excepción a Tannin, Saji, Vali y su equipo, estaban en la mesa del comedor tomando el desayuno. Al lado de ellos había, no una, sino dos maid de pie, esperando con paciencia por alguna solicitud de parte de ellos.
Una ya la conocían Rias y su sequito, era Grayfia, la esposa del Maou Lucifer. La otra por el contrario, era nueva para ellos. Se había presentado como Ariana Hayama Arialdi, la maid de Erica. Era una hermosa chica joven que parecía tener la edad de Rias, de cabello negro medianamente largo y ojos negros con un toque azul.
Cuando Rias, Asia y Akeno entraron a la cocina para preparar el desayuno se habían topado con ella quien ya había preparado el desayuno para todos por si sola. También había arreglado la mesa, con 3 lugares más de los que ellas pensaban poner.
Uno debía ser para Issei, quien se suponía despertaría pronto, pero no comprendían de quien era los otros, hasta que un círculo mágico de transportación apareció en la sala, mostrando al Maou Lucifer y a su esposa. A los pocos segundos un segundo circulo había aparecido, este era un circulo de los ángeles y de él había aparecido el actual líder del cielo.
Tras salir de la sorpresa y saludarlos, Rias había tratado de indagar más en el tema del Campione, pero su hermano le había convencido de que eso podía esperar al despertar de Issei, resultando en lo que pasaba ahora mismo.
-Esto esta delicioso- comentó con su carismática voz el arcángel, dándole una suave sonrisa a la maid humana –permítame felicitarla, Ariana-san, su cocina es formidable-.
-Muchas gracias, Miguel-sama- agradeció la joven con una inclinación antes de ir a la cocina.
-Ariana es muy eficiente, es buena con las labores del hogar y su cocina es mejor que la de muchos chefs gourmet, lo único que no puede hacer bien son guisos y sopas, y su conducción es algo temeraria, pero uno se acostumbra- comentó Erica antes de que la mencionada regresara llevando un cesto de mimbre pequeño que dejo al centro de la mesa, abriéndolo y sacando de su interior un bollo caliente que sirvió en el plato de la rubia.
-Es una lástima que no pudiera traer a mi [As], le gusta probar platillos deliciosos por todo el mundo para aprender las recetas, estoy seguro que le habría encantado conocerla y preguntarle algunas cosas-.
-No se preocupe, Ariana y yo permaneceremos aquí, puede enviarlo cuando guste- aseguró la rubia con tranquilidad y una encantadora sonrisa, para molestia de las chicas por esa afirmación de su estadía, pero no dejaban de sorprenderse ante el hecho de que pudiera hablar con tanta tranquilidad con alguien como Miguel.
Para Rias era una sorpresa completa, es decir, ella había sido educada desde niña para que mantuviera la compostura ante seres de gran importancia, pero no podía evitar sentirse un poco intimidada ante alguien de semejante importancia y poder, ni que decir cómo se sentía en momentos como ese, compartiendo mesa con los tres principales líderes de las tres facciones católicas y un dios del calibre de Odín.
Claro, ya tenía tiempo tratando con seres de esa importancia, pero para ella era imposible (al menos de momento) ser tan casual con alguien como Odín y Miguel con los que apenas y había tratado, a diferencia de otros con los que ya tenía mucho tiempo conviviendo como Azazel, su hermano y la Maou Serafall.
Por cosas como esa sus preguntas no hacían más que aumentar, pero no podría responderlas hasta que Issei despertara.
(Habitación de Issei)
Mientras esto ocurría, Issei empezaba a despertarse lentamente como indicaban los temblores en sus parpados. Con pereza, abrió uno de sus ojos, topándose con la ya conocida vista del dosel de su enorme cama.
-Estoy, ¿en mi cuarto?- pregunto con voz somnolienta sentándose y quitándose las sabanas que los cubrían, mostrando su torso completamente sano y sin siquiera cicatrices del día anterior.
[Al fin despiertas compañero]
-Draig- musitó el castaño mirando el brillo verde en el dorso de su mano -¿Qué pasó?, lo último que recuerdo es que peleaba contra Loki-.
[Es simple, fuiste un temerario idiota, sobrecargaste tu cuerpo con la autoridad del caballo y varios impulsos, tuviste suerte de que logré activar la autoridad de la oveja por ti antes de que murieras]
-Entiendo, gracias, Draig- empuño su mano derecha y la observo -¿esto que siento…?-.
[Si, mataste a Loki] le aseguró [ahora baja, los demás deberían estar desayunando, y tienes que responder muchas preguntas]
-Supongo que sí, espero que Buchou y los demás no estén muy molestos, y que Erica no empeore las cosas- comentó soltando un suspiro de cansancio mientras salía de la cama, pero se detuvo al escuchar un sonido como de piezas de cerámica chocando entre sí.
Confundido, levanto completamente las sabanas, sorprendiéndose al ver lo que estaba sobre su cama.
-Esto, será complicado- suspiró nuevamente el castaño.
[Sin lugar a dudas]
Finalmente bajo de su habitación vestido con un pantalón de mezclilla y una playera roja simple. Se detuvo unos momentos frente a la puerta del comedor, antes de suspirar y entrar.
-Buenos días-
-¡Ise/Issei/-san/-kun!- exclamaron varias voces al tiempo y el castaño se encontró sepultado bajo varios cuerpos, más específicamente, había sido tacleado y derribado por Rias y Akeno, seguidas de cerca por Asia, Xenovia, Irina, Koneko y Gasper que se les habían lanzado encima.
Aun lado, Kiba estaban de pie, viendo con una sonrisa al castaño al igual que el resto que se mantenía en sus respectivos lugares, aunque cierta rubia se notaba algo irritada.
-¡Ise!, ¡nos tenías tan preocupados!- le reprochó Rias ocultando su rostro en su pecho, abrazándolo con fuerza.
-Yo, lo siento Buch…- respondió apenado tratando de devolver el gesto a todos, pero se cortó el mismo, mostrando dudas, antes de terminar con otra palabra completamente distinta a la que pensaba usar –Rias-.
Al instante la cara de Rias se fundió con su cabello por el sonrojo, irguiéndose de inmediato para verlo con una expresión de sorpresa y alegría pura. El resto también se había separado por la sorpresa, mirándolo con la boca abierta.
-Ise, tu, ¡me llamaste por mi nombre!- exclamó ella sin poderse contener.
-Sí, lo siento si es una falta de respeto pero, creo que ya no puedo llamarte Buchou- se disculpó mientras le daba un pañuelo con algo envuelto dentro.
Ella lo tomo curiosa y lo abrió, mirando incrédula su interior, en completo shock saco del pañuelo una pieza de ajedrez, un peón carmesí que irradiaba poder demoniaco y podía sentir que dicho poder era similar a suyo, en otras palabras, uno de los peones con los que lo había reencarnado en demonio, y el resto estaba en el pañuelo.
-Pero, ¿Cómo?, ¿Qué está pasando?- alcanzó a musitar Rias.
-Bueno…- empezó el castaño rascándose la nuca.
-Hablaremos de eso luego, por ahora terminemos de desayunar- les corto Erica que justo estaba al lado de ellos, mirándolos con su expresión de siempre.
-Ah, sí, tienes razón- reconoció Issei mientras Rias y los demás se ponían de pie, pero cuando estuvo completamente erguido Erica lo tomo rápidamente del cuello de la camisa y le plantó un rápido beso en los labios, sonrojándolo en el acto y despertando la ira de la mayoría de las féminas presentes -¡Erica, ¿pero qué…?!-.
-¿No recuerdas lo que te dije en Italia?, siempre que estuviéramos juntos quería un beso de buenos días y uno de buenas noches- le recordó coqueta y un poco roja, haciendo que el castaño recordara –ayer no me quedó de otra más que resignarme, pero nada evitara que los obtenga de ahora en adelante- le aseguró, apenándolo.
Más no pudo estar mucho tiempo así antes de que una aterradora intensión asesina se hiciera sentir completamente enfocada en él.
Con miedo, giro su mirada, topándose con las furiosas miradas de Rias y las demás, clavadas en él como si quisieran que se encendiera en combustión instantánea ahí mismo, todas ellas envueltas en un aura de muerte, excepto Asia, ella simplemente se veía como si fuera a llorar de un momento a otro.
-¡ISE!- exclamó furiosa Rias, antes de que su hermano la detuviera con una mano en su hombro.
-Dejemos eso para después, dado lo que paso ayer, estoy seguro de que Issei-kun necesita un buen desayuno-.
Aunque Rias no estaba conforme, no le quedo de otra más que aceptar y volver a su asiento junto con el resto, notando muy tarde que Erica guiaba del brazo a un apenado (e intimidado) Issei para que se sentara en el único lugar libre de la mesa, que justamente quedaba junto al de ella.
El resto del desayuno ocurrió en silencio y sin ningún percance, dejando de lado que, pese a que comió mucho, el castaño lo hizo completamente incomodo ante las miradas afiladas como cuchillas que recibía de las chicas, cosa que empeoro cuando Erica termino de comer y abrazó con cariño su brazo izquierdo, usando su hombro de almohada.
Varios minutos después, tiempo en el que Sona, su sequito completo y la Maou Serafall se les había unido, todos se movilizaron a la sala de estar. De un lado estaban Irina junto a Rias, Sona y sus respectivas agrupaciones ocupando dos sofás grandes con varios de pie junto a los muebles.
En otro lado, sentados en grupos de dos en sofás más pequeños estaban los Maou con Grayfia detrás, los cadre, el arcángel y el dios con la semidiosa tras ellos, Issei y Erica sentados en otro más con Ariana detrás. Sobra decir que Erica se mantenía aferrada al brazo del castaño, mirando a sus "rivales" con una expresión de burla y victoria.
-Bueno, empecemos por lo básico- empezó Azazel, volviéndose el centro de atención –la razón por la que existen las [sacred gears] y los Campione-.
-¿la razón por las que existen?, acaso, ¿están relacionados?- pregunto seriamente Sona.
-Sí, esto se remonta a miles de años atrás, cuando una de las primeras civilizaciones del mundo humano estaba en su apogeo, estoy hablando de los sumerios- explicó el cadre con tono serio –en aquellos tiempos sucedió algo que no tenía precedentes y que puso en alerta a todos los seres mitológicos, el dios An tuvo un combate a muerte, contra sí mismo-.
-¿Qué?- preguntó confusa Rias, y no era la única, todos los que estaban de su lado estaban igual.
-A eso mismo, dime, ¿nunca te has preguntado cuanta influencia tienen los humanos en realidad?, sus ambiciones les dan energía a ustedes los demonios, a los ángeles los sustenta la fe, y todas las mitologías es su momento usaron la fe de los humanos para su beneficio, pero nunca comprendimos bien cuanta influencia tenían realmente hasta que, sin quererlo, crearon a un nuevo An-.
-Pero no era simplemente otro An, era distinto- continuó Miguel –a diferencia del verdadero, ese An era idéntico a lo que decían sus mitos, su actitud, sus poderes, todo coincidía, y su sola presencia afectaba al mundo de los humanos-.
-¿a qué se refiere?-.
-En su mito, An es el dios del cielo, el rey de los dioses y aquel que tenía el poder para juzgar a los criminales y castigarlos con sus soldados que eran las estrellas. Cuando el segundo An estaba en la tierra su presencia los obligaba a hacer juicios, inclusive los grupos de criminales se juzgaban los unos a los otros, dictaban la sentencia, y la llevaban a cabo- explicó Miguel –era común que los propios hijos mataran a sus padres a modo de castigo, y muchas cosas más, la cantidad de muertes y torturas que pasaron en su presencia fue enorme- esto dejo los estupefactos, pensar que solo por estar ahí provocara tales atrocidades.
-El propio An bajó para solucionar las cosas, y tras una batalla brutal venció al An "falso", ese fue el primer combate entre un dios real y un dios [desencadenado], como se decidió llamarlos ya que no parecen conocer limites- al ver las caras llenas de dudas de los jóvenes, Azazel suspiró y continuó –en el mito, An podía comandar las estrellas, algo que no pasa en la realidad, el verdadero An tiene poderes y ataques que recuerdan a las estrellas en apariencia, pero no controla las verdaderas estrellas, el An [desencadenado] tomó una estrella del cielo, la contrajo, redujo su poder y la lanzó de la misma forma en que Issei usa un Dragon-shoot, también obligó al verdadero a esquivar ataques de fuego provenientes del propio sol-.
Eso en verdad asusto a Rias y al resto, pensar que un ser creado de la conciencia humana podría hacer tales cosas.
-Fue por aquel tiempo que el viejo empezó a crear las [sacred gears], ya que aunque los ángeles y algunos dioses se decidieron a enfrentarse a los dioses [desencadenados], él quería crear herramientas que los humanos pudieran usar para sobrellevar las catástrofes que suponía el surgimiento de un [desencadenado], que lo llevó a la cumbre de sus creaciones, las [Longinus], aunque logró crearlas un poco tarde- dijo Azazel antes de que Sirzechs continuara.
-Uno de los dioses que se había enfocado en acabar con cuanto [desencadenado] pudiera era Ares del panteón griego, él pasaba la mayoría del tiempo en la tierra esperando por que alguno surgiera, pero pasó algo que nunca pensamos que sucedería, y que en verdad espantó a todos los panteones, Ares fue corrompido y se volvió un [desencadenado]- explicó Sirzechs con voz seria para incredulidad de los jóvenes frente a ellos.
-Ahí empezamos a entender cuanta influencia tenían en verdad los humanos en nosotros, por lo que todos los seres mitológicos se aislaron por completo del mundo humano, tratando de volverse independientes de ellos y de encontrar una forma de protegerse de la posibilidad de volverse un [desencadenado]. Nos llevó tiempo, pero ahora solo los ángeles, los demonios y algunos panteones de Asia siguen recurriendo a los humanos, el resto encontró otras maneras de obtener poder, también encontramos formas de evitar volvernos [desencadenados], lo que le permite al viejo Odín y a cualquiera de nosotros estar aquí ahora mismo sin preocuparnos por eso- procedió Azazel, señalándose a sí mismo, a Baraquiel, los Maou y al arcángel al decir lo último.
-Pero mientras nosotros nos enfocábamos en eso, Ares provocaba desastres por todo el mundo, por donde pasaba dejaba guerras y masacres, antiguos aliados se lanzaban al combate sin miedo ni remordimiento, ciudades saqueadas y destruidas eran el pan de cada día, mientras el mismo Ares, incapaz de dejar el plano terrestre, masacraba ejércitos enteros y cuanto [desencadenado] o [bestia divina] aparecía- continuó Miguel.
-Sin embargo, otro dios del panteón griego se decidió a actuar, ese dios fue Prometeo, uno de los dioses más inteligentes y astutos que han existido, el descifró la influencia de los humanos mucho antes que cualquiera de nosotros, pero enfocó todos sus esfuerzos en usarla para crear un arma que cualquier humano pudiera usar para detenerlos- explicó Azazel. –El bastardo era un genio, se aprovechó de la influencia humana para crear un grimorio de piedra que usara una [autoridad] (el poder de un dios [Desencadenado]) basada en su mito, la [autoridad] de robar el poder de un dios, pero no fue tan fácil de hacer, al final, bajo a la tierra junto a su hermano Epimeteo y su cuñada Pandora, hicieron un ritual que acelero su conversión en un [desencadenado] y se selló a sí mismo en la tabla, haciendo un equivalente a una [Longinus] que no está limitado a un solo portador de por vida o a las razas, yo mismo puedo usarlo sin mayor problema-.
-Siguiendo las instrucciones de Prometeo, Epimeteo tomo el grimorio y se lo llevó a uno de los sacerdotes de su hermano, fingiendo ser Prometeo, le dijo que fuera donde Ares, se ganara su favor, lo suficiente para que pudiera estar en su presencia y que lo guiara a donde Prometeo había descifrado que aparecería un Tifón [desencadenado]- siguió Miguel.
-Como planeaba Prometeo, Ares venció al Tifón, pero quedo débil. Aprovechando su debilidad y que había pasado el tiempo necesario junto a él, le sacerdote usó el grimorio para arrebatarle su poder, lo usó en su contra y lo mató, pero como un humano, él no podía soportar ese poder, ni siquiera podía soportar el poder del grimorio al expulsarlo, por lo que murió al instante con sus órganos calcinados y su cuerpo empezó a desintegrarse lentamente- continuo Serafall con un tono serio que resultaba muy raro en ella.
-Epimeteo bajó para recuperar el grimorio, pero notó que de alguna forma el poder de Ares estaba en el ambiente, y la propia alma del sacerdote seguía ahí, así que se le ocurrió una idea problemática, llamo a su esposa y juntos hicieron otro ritual para revivir al sacerdote, dándole un nuevo cuerpo prácticamente inmortal y los poderes de Ares, prácticamente lo adoptaron como su hijo, fue el nacimiento del primer Campione- explicó Odín.
-Los demás dioses no lo vieron con buenos ojos y se decidieron a acabar con ambos para evitar el nacimiento de otro "asesino de dioses", pero ellos se encerraron en un plano dimensional entre el olimpo, el inframundo y la tierra para que pudieran continuar con su tarea autoimpuesta por la eternidad, de alguna forma volviéndose ambos un punto intermedio entre dioses normales y [desencadenados], con Epimeteo usando su poder para evitar que alguien entre sin su permiso y con Pandora estando atenta de posibles nuevos "niños"- terminó Sirzechs.
Toda esa información dejó en completo shock a los estudiantes, apenas y podían creer que algo como eso era posible, pero la prueba irrefutable era Issei, quien mostro un enorme poder que nunca habían visto (dejando el juggernaut drive de lado) y, según Erica, que había obtenido apenas unos días atrás cuando fue a Italia.
-Entiendo, ciertamente todo suena bastante serio, pero mi duda es, ¿Cómo es que Hyodou-kun se volvió un Campione?- preguntó al cabo Sona ajustándose las gafas.
-Bueno, eso me toca explicarlo a mí- empezó algo apenado Issei antes de raspar un poco su garganta y empezar a explicar –el día siguiente al festival escolar, un abogado vino a cumplir con la última parte del testamento de mi abuelo…-.
(Flashback)
-Pero, mi abuelo lleva muerto varios años, y ya habían leído su testamento- comentó confuso el castaño.
Se encontraba sentado en la sala de estar de su casa con Rias justo a su lado, ambos con el uniforme de verano de su escuela, frente a ellos estaba un hombre vestido con un traje formal, que llevaba un portafolio y que se había presentado como el abogado de su abuelo, indicando que venía a cumplir con su última voluntad.
-Efectivamente, la mayor parte del testamento de su abuelo, Hyodou Ichirou, se cumplió a los pocos días de su deceso, pero una parte tenía una instrucción específica para realizarse- explicó mientras tomaba un papel de su portafolio y empezaba a leer –"Cuando mi nieto, Hyodou Issei, se encuentre cursando el segundo año de escuela preparatoria y durante las vacaciones de verano", traté de contactar con usted hace semanas, pero no se encontraba en su domicilio-.
-Ah, fue cuando estaba en el inframundo- pensó Issei –entonces, ¿Qué dice el testamento?-.
-Es una especie de tarea que le encomendó a usted- explicó el abogado sacando de su portafolio un paquete bastante grande de papel, del que saco una extraña tabla de piedra con grabados de aspecto bastante antiguo y una carta sellada –el deseo de su abuelo es que realizara un viaje en solitario a una isla llamada Cerdeña, en Italia, y le entregue esta tabla a su vieja colega, una mujer llamada Lucretia Zola, aparentemente le explica sus razones en esta carta, pero su deseo es que no revise su contenido hasta que se encuentre en Cerdeña-.
-¿a Italia?- pregunto curioso Issei tomando la tabla, sintiendo algo raro de ella.
-Pero, ¿Por qué una tabla?- pregunto curiosa Rias, observando la tabla en las manos del castaño con detenimiento, sintiendo lo mismo que él.
-Mi abuelo era etnólogo, viajó por todo el mundo y muchas personas le daban cosas como estas, supongo que es algo que quiere devolver esa mujer, pero, ¿por qué ahora y por qué yo?-.
-Como ya dije, su abuelo explica sus razones en esta carta, pero debe abrirla cuando esté en Cerdeña- repitió aquel hombre.
Issei meditó la respuesta por unos instantes antes de asentir -¿Dice también como y cuando debo de ir?-.
-Según las instrucciones de su abuelo, debe partir en avión al día siguiente que aceptara viajar, a primera hora- explicó mientras cerraba el portafolio y se ponía de pie al igual que los jóvenes frente a él–prepararé su vuelo, vendré por usted mañana a las 8 de la mañana, siendo todo por hoy me retiro, que tengan un buen día- se despidió con una leve reverencia que fue respondida por ambos antes de que lo acompañaran a la salida.
-Issei, ¿estás seguro?, viajar a un país extraño tu solo- comentó dudosa Rias una vez que el abogado se había retirado.
-No te preocupes Buchou, mi abuelo me contaba muchas cosas de Italia cuando niño y ahora que soy demonio el lenguaje no será problema- le aseguró con una sonrisa de confianza.
-Pero, no sabemos si [Khaos Brigade] pueda tratar de hacer algo estando tú solo- insistió.
-No hay problema- los interrumpió Azazel a sus espaldas haciendo que ambos se giraran –lo escuche todo y ya lo hablé con Sirzechs, está bien que salgas de Japón pero completamente solo, por medios humanos y con un sello que bloqueara la firma de energía de la [Booster gear], no podemos permitirnos que sepan que estas fuera ni enviar lejos a nuestros efectivos, pero te daremos una línea de comunicación en caso de emergencia-.
-Eso fue rápido- comentó sorprendido Issei al igual que Rias, en cuestión de minutos habían decidido tanto.
-Hey, te conocemos ¿sabes?, aceptarías sin dudas cumplir la última voluntad de tu abuelo, inclusive podrías tratar de escapar para hacerlo si te prohibiéramos hacerlo, lo mejor es apoyarte y arreglar las cosas para que no nos de problemas- aclaró el ángel caído –además, es mejor que esa tabla se mantenga alejada de los tres bandos durante las negociaciones de paz- pensó con seriedad.
(Dos días después, Cagliari, Cerdeña, Italia)
Tras una despedida bastante emotiva (y un tanto problemática en cuanto a las chicas que se negaban a dejarlo ir solo, especialmente Asia, Xenovia e Irina que insistían en acompañarlo bajo la excusa de que ellas "conocían muy bien Italia") de sus compañeros, un casi interminable vuelo de 20 horas y casi un día más de viaje en barco, Issei caminaba por las calles de la capital de la isla, una ciudad costera en el lado sur, vestido con unos tenis blancos, unas bermudas claras y una playera sin mangas roja, con una maleta deportiva negra al hombro y sosteniendo el sobre de su abuelo que le había entregado el abogado, deteniéndose en un parque.
-Bien, supongo que ya puedo abrirlo- murmuró para sí mientras se sentaba en una banca, lo abría y tomaba la carta en su interior.
"Issei, si estás leyendo esto significa que me fui antes de lo que me hubiera gustado, la verdad quería pedírtelo en persona, pero supongo que la vida es inclemente e incierta en este tipo de cosas.
Pero estoy seguro que te habrás convertido en un joven del que podría enorgullecerme de llamar nieto, aunque uno pervertido, no puedo negarlo"
Ante ese párrafo, el castaño soltó una risa avergonzada antes de seguir.
"Ahora debes de estar por entrar al `mundo de los adultos´, ¿no es así?, ya va siendo hora de que pienses en que harás en el futro, a que de dedicaras, inclusive donde vivirás, si pasaras tu vida al lado de alguien en especial, si formaras una familia, esas y muchas otras cosas deben de ser preguntas que tendrás que responder pronto, pero siento que antes de responderlas tienes que vivir, experimentar, explorar, y aprender.
Quiero darte una ayuda con eso, ¿y qué mejor forma que enviarte a un lugar como Italia? De los países en los que estuve, Italia tenía algo que siempre me incitaba a volver, tal vez fuera su gente tan animada y confiable, tal vez la belleza de sus lugares, tal vez la historia que tiene, tal vez un poco de todo.
Espero que este viaje te ayude a ampliar tus horizontes, a disfrutar más de la vida. Estoy seguro que te encantara Italia tanto como a mí, principalmente por sus mujeres (te conozco bien), los italianos son muy apasionados y las mujeres tienen un encanto particular, especialmente mi vieja amiga Lucretia, quien pese a que tiene una edad similar a la mía, bueno, dejémoslo en que sé que disfrutaras tu estadía en Italia jejeje, ¡nunca digas que no te di nada, Issei!
Bien, es todo lo que tengo que decir, disfruta de tu viaje, y gracias por acceder mi última petición, aun si lo hago para darte una experiencia, digamos interesante, es un hecho que esa tabla es muy valiosa, fue un regalo que Lucretia me hizo en nuestra última despedida, y ahora que yo me marcho del mundo quiero devolvérsela, cuento contigo, Issei.
Hyodou Ichirou"
-Gracias, abuelo, ¿pero a que te refieres con eso?- se preguntó al no comprender por qué decía eso al mencionar a su amiga, pero ya lo sabría cuando la conociera –pero no puedo negar, ¡que me está gustando Italia!- pensó con una expresión pervertida, viendo a las hermosas mujeres jóvenes que pasaban por las calles con ropa ligera por el ambiente que tenían, y en la zona cercana al puerto una buena parte de las mujeres (generalmente jóvenes entre 16 y 30 años de lo que notó) que pasaban por ahí vestían simples trajes de baño o similares, no tenía mucho tiempo en Italia, pero sin lugar a dudas ya amaba ese país tanto como a Japón, y a Cagliari tanto como a Kuoh.
-¿Me pregunto si podré convencer a Buchou de conseguir una casa por aquí? Podríamos venir todos los del club en las vacaciones- pensó mientras volvía a caminar, adentrándose en las calles, entrando a una tienda para turistas que le llamó la atención.
Minutos después salía con varios recuerdos para sus amigos en Japón, deteniéndose un momento en la acera para tratar de meterlos a su maleta, teniendo que sacar la tabla de su abuelo al no tener espacio para todo, por lo que terminó llevándola en las manos.
-Bueno, ya casi es hora de tomar el tren- pensó viendo el reloj de su celular, ubicando con el GPS la estación que buscaba y encaminándose hacia ahí.
-¡Oye tú!-
Un grito en italiano a sus espaldas lo detuvo, girándose confundido, se topó con una hermosa joven rubia vestida con un vestido rojo que, por alguna razón, lo miraba molesta.
-eh, ¿yo?- preguntó confundido señalándose con una mano, y un poco sonrojado, aquella chica era muy hermosa.
Aunque se sorprendió al ver como ella sacaba un cuchillo y lo amenazaba con él.
-¡Entrégame ese grimorio en este momento!- exigió la joven.
-¡Wow!, ¡espera un segundo! ¿Qué grimorio?- preguntó confundido Issei levantando las manos en un gesto de paz, no que la chica lo notara ya que apenas había terminado de hablar había saltado por sobre él, aterrizando a su espalda y poniendo el cuchillo justo en su nuca.
-¡No te hagas el idiota! ¡Hablo de la tabla de roca que sostienes!-.
-¡¿Esto es un grimorio?!- preguntó sorprendido el castaño, mirado en shock la tabla -¿Qué no los grimorios son libros de hechizos?-.
[La mayoría, pero los más antiguos son como este, aunque este de aquí es algo especial]
-Entonces por eso me daba esa sensación- pensó el castaño, antes de reaccionar –un momento, si ya lo sabias ¿Por qué no me lo dijiste antes?-.
[Azazel me pidió por medio de Fafnir que no te lo dijera, esa tabla es problemática para las negociaciones de paz, a cambio él me haría un favor]
-¿Peligrosa para la paz?- se preguntó confundido el castaño viendo la tabla, pero la chica a sus espaldas parecía molesta por ser ignorada.
-¡Tu!, ¿te atreves a ignorarme, a mí, Erica Blandelli, [Great Knight] de los caballeros de la [cruz de cobre negro] y futura [Diavolo Rosso]?- espetó molesta, hundiendo levemente la punta de su cuchillo en su piel.
-¡Espera, no sé nada de caballeros ni libros de hechizos, solo vine a regresar esta cosa a una tal Lucretia Zola!-.
-¿Lucretia Zola?- preguntó en apenas un murmuró la rubia, bajando el cuchillo.
Issei soltó un suspiro de alivio, lo último que necesitaba era pelear con algún miembro de alguna organización humana, especialmente por el brazalete que Azazel le había dado y que llevaba en su muñeca izquierda.
Ese brazalete bloqueaba todo lo referente a la [Booster gear], incluyendo a Ascalon, solo permitiéndole hablar con Draig. Lo único que le permitieron conservar fue lo que todo demonio tiene, magia y alas, lo que es lo mismo que decir que lo limitaron a volar ya que también le habían prohibido usar [Dress Break] y [Billingual], que eran habilidades muy relacionadas con él.
Pero apenas se había relajado un poco cuando una horrible sensación inundó el ambiente, sintiéndolo casi al instante el castaño, era como si algo feroz y enorme quisiera aplastarlo ahí mismo. Erica también pareció notarlo mirando a sus espaldas exaltada al igual que Issei. Apena lo hicieron, un ensordecedor y temible rugido llegó a sus oídos y la tierra tembló con ferocidad.
A lo lejos, por sobre los edificios, ambos divisaron un gigantesco jabalí negro envuelto en un aura carmesí que rugía una y otra vez de una forma que hacía temblar a ambos. Pese a la incredulidad de Issei ante semejante ser, Erica solo se mostró apurada.
-¡¿Qué es eso?!-.
-Una bestia divina- aquel murmullo llamo la atención del castaño, pero cuando estaba por preguntar a qué se refería, empezó a correr en esa dirección a la vez que gritaba -¡Ariana!-.
Casi al instante un auto rojo estacionado cerca de ellos arranco a gran velocidad y se posiciono al lado de ella, permitiendo que saltara sobre el techo antes de que acelerara.
-¡Aun está en el puerto, apresúrate!- ordenó aquella intrépida joven.
-¡Si, Erica-sama!- respondió la conductora del vehículo al tiempo que este se movía más rápido.
-¡Espera!, ¡¿a qué te refieres con una bestia divina?!- gritó el castaño pero si ella lo escuchó, lo ignoro por completo. Por suerte para él, tenía un compañero muy confiable.
[Una bestia divina es una criatura de gran poder al servicio de un dios]
-¿Un dios?- preguntó incrédulo antes de reaccionar y correr en dirección al puerto.
[No es buena idea acercarse socio, aun no estas al nivel de pelear contra un dios que pueda invocar a esa cosa, y con la [[Booster gear]] sellada aún menos]
-No pienso pelear, pero ella es una humana, puede ser hábil y sentí que tenía mucha fuerza, pero si ahí está un dios, ella no podrá sola, será un suicidio-.
[No muy diferente a lo que harás si te acercas demasiado]
-Tranquilo, no peleare, solo le daré apoyo si lo llega a necesitar-.
En ese momento uno de los edificios en a un lado suyo se derrumbó, haciéndolo tropezar con un trozo de escombro y caer al suelo, soltando el grimorio que tenía en sus manos.
Se levantó con rapidez y se dispuso a recuperar la tabla, pero se detuvo al ver a un chico de cabello negro, probablemente menor que él por un año, extremadamente apuesto (lo que le dio un pinchazo de ira como era normal en él), vestido con una túnica y un manto de colores claros, sosteniendo su tabla con tranquilidad, pero había algo raro en él, si tuviera que decir el qué, solo podría decir que le daba la misma sensación que le había dado Odín cuando lo conoció unos días atrás, pero mucho, mucho más intensa.
Uniendo piezas, se puso instintivamente en una pose de defensa, listo para activar la [[Booster gear]] en caso de emergencia, pero aquel chico no se mostraba afectado.
-¿esto es tuyo?- preguntó calmadamente.
Aunque algo renuente, Issei respondió con cautela -Si-.
-Fufufu, que interesante- murmuró divertido.
-Tú, ¿Quién eres?-.
-¿Yo?, yo soy el victorioso, el más poderoso de todos, aquel que derrota a cualquier enemigo-.
Por alguna razón, esa respuesta puso nervioso a Issei, y no era el único.
[El victorioso, un jabalí, compañero, si es quien creo que es, es mejor retirarnos, ahora]
-Yo había venido aquí, con la intención de encontrar la derrota al menos una vez en mi larga vida, reviví a un antiguo rey de dioses y vine a enfrentarlo, pero aunque fui herido y dividido, aun no soy derrotado-.
-¿Reviviste, dices?- preguntó un tanto asustado el castaño.
-Dime, joven dragón- esa palabra sacó de balance a ambos -¿viniste atraído por la presencia de dos poderosos dioses?-.
-¿Cómo sabes que soy un dragón?- preguntó nervioso el castaño, incapaz de reaccionar de otra forma.
-Eh combatido a los de tu estirpe en múltiples ocasiones, incluso los más débiles de tu raza han mostrado una fuerza temible cuando alcanzan la madurez, y yo terminé memorizando la sensación que provocan tus congéneres, puedo notar que eres uno muy joven, probablemente no tienes mucho de haber nacido, ¿no?, pero sin dudas eres muy fuerte, pese a no haberte desarrollado por completo, y por alguna razón, me das una sensación nostálgica, ¿no serás descendiente de alguno de los dragones que maté en combate? Pero antes respóndeme, joven dragón, ¿has venido a comparar tu fuerza con la mía o la de mi oponente?-.
Esas palabras lo hicieron tragar con fuerza, pero de alguna manera, aunque tanto él como Draig estaban listos para usar todo su repertorio y huir, logró abrir sus labios para responder.
-No, lo que me trajo aquí es esa tabla, vengo a entregarla a su nuevo dueño-.
-¿esto?- pregunto curioso aquel joven mirando la tabla, antes de empezar a reír, primero con una risa normal que rápidamente paso a ser una estruendosa carcajada- ¡Muy bien, es muy interesante!, ¡Parece ser que eres un buen muchacho y un buen guerrero!, ¡Te lo dice este héroe!-.
Aquello, aunque había espantado un poco a Issei, también lo había calmado de alguna forma.
-¡Bien, entonces te lo devuelvo, junto con un pequeño regalo!- indico mientras un potente brillo surgía de la mano que sostenía la tablilla y, de alguna forma, se introducía en esta haciéndola resplandecer en blanco y dorado antes de volver a la normalidad y que la arrojara en dirección al castaño que por la sorpresa apenas y la pudo atrapar -¡ahora vete y sigue con tu camino, joven dragón, crece, vuélvete fuerte y regresa a enfrentarme cuando estés completamente desarrollado!- ordenó aquel misterioso chico antes de desaparecer en un remolino de viento.
Issei miró aquel fenómeno en shock, notando que el remolino parecía ir en dirección a donde se suponía estaba el jabalí gigante. Reaccionando a eso, el castaño se apresuró en esa dirección corriendo.
[¡Espera socio!]
-¡No hay tiempo! Si ese tipo va a donde el jabalí esa chica estará en problemas, tenemos que sacarla de ahí- apenas había terminado de responderle a Draig, cuando diviso como dicha chica, ahora vestida con un conjunto completamente distinto (N/a: su ropa de combate) y empuñando un estoque plateado, volaba por los cielos de espaldas, como si la hubieran lanzado, apunto de estrellarse contra el suelo a varios metros frente a él. Al instante, sacó sus alas de demonio y voló lo más rápido que pudo, logrando atraparla apenas a un metro del suelo, por lo que aterrizó al instante y oculto sus alas.
-¿pero qué?- se preguntó confundida la chica antes de notar que había sido atrapada, giro su cabeza y se topó con el mismo chico al que había amenazado -¿tu?-.
-¿Te encuentras bien?- preguntó Issei preocupado.
Ahí fue cuando notó que la sostenía al estilo nupcial, revolviéndose rápidamente y empujándolo, cayendo de pie y encarándolo molesta -¡Tú!, ¿Quién te dio el permiso de sostenerme de forma tan vergonzosa?-.
Antes de que el castaño pudiera responder, un feroz rugido los distrajo. A lo lejos, el inmenso jabalí había sido rodeado por un remolino de viento, antes de desaparecer sin dejar rastro.
(Horas después, mansión de Lucretia Zola)
Tras una explicación sobre los dioses [heréticos] (que luego sabría eran llamados [desencadenados] por los seres mitológicos) de parte de Erica, y un muy accidentado viaje en auto con Ariana como conductora, habían llegado al domicilio que indicaba la carta de su abuelo, siendo recibidos por un gato negro que había hablado con la voz de una mujer y los había dejado pasar.
Ahora mismo, ambos estaban frente a la dueña de ese lugar, que contra todo pronóstico por parte de Issei y sus amigos den Kuoh, era una hermosa y bien dotada mujer, vestida con un sensual conjunto de lencería morada.
-Lo siento, cuando usas la magia para todo tiendes a volverte algo holgazán- se disculpó recostada en un sofá y acariciando la cabeza de su gato.
Dirigió su mirada a ambos jóvenes, topándose con una disgustada Erica, y un Issei sonrojado, babeando y luchando contra la hemorragia nasal que amenazaba con salir.
-¿sucede algo?- preguntó curiosa.
-Ah, no, es solo que en la carta de mi abuelo mencionaba que tenían casi la misma edad, así que…- se excusó el castaño con una expresión algo avergonzada.
-Bueno, es cierto que en comparación a alguien normal mi edad es bastante avanzada, pero aún no estoy en decadencia- respondió coqueta antes de tomar una postura aún más sensual, moviendo levente una de las piernas y usar una voz seductiva –está por anochecer, dime, ¿quieres probar este cuerpo, joven?-.
-¡Fuaaajaah!- balbuceó Issei con una monumental hemorragia en su nariz y una expresión que parecía gritar "¡DEMONIOS SIIIIIIII!", recordando la carta de su abuelo -¡Abuelo, no me cabe duda alguna, eres, el, MEJOR!-.
-Pervertido- murmuró molesta Erica a su lado, haciéndolo recuperarse y rascarse la nuca mientras daba una leve risa penosa.
-Vamos, es normal que un joven sano de su edad tenga un libido como este- la calmó Lucretia mientras se sentaba y tomaba la tabla que Issei había puesto en una pequeña mesa entre los tres –el grimorio de Prometeo, que nostálgico- murmuró.
-¡Prometeo!- murmuró incrédula Erica al lado del confundido castaño.
(Interrupción de flashback)
-¡Un momento!- exclamó Ras deteniendo al castaño, pese a lo molesta que estaba con el encuentro de esa tal Lucretia, se había logrado mantener en calma, hasta la mención del nombre del objeto -¿Esa tabla era el grimorio de Prometeo?-.
-Si- fue todo lo que respondió Azazel.
-Pero, ¡Si era un objeto tan poderoso ¿por qué querían entregarlo?!-.
-Porque es un obstáculo para las negociaciones- respondió Sirzechs al instante –esa tabla puede robar el poder de un dios, ya sea uno [desencadenado] o un dios normal, y solo hay dos formas de que lo haga, que el propio dios lo permita, o que el portador pasara mucho tiempo con el dios, ¿entiendes?, en este momento, tanto Azazel, como Miguel, Serafall y yo podemos usarla, no solo contra Odín, sino también contra Hades, Zeus, Poseidón, contra cualquier dios con los que hemos discutido para obtener la paz y es seguro que se enterarían de que la tendríamos por lo que estarían renuentes a negociar, no podíamos conservarla ni ocultarla, solo llevarla lejos de nosotros y mantenerla bajo vigilancia, no es algo que deba caer en malas manos-.
Rias lo pensó por unos instantes antes de asentir, permitiendo que Issei continuara.
(Reanudando Flashback)
-¿Qué hará, señora Lucretia?- preguntó Erica.
-Veamos, ¿Qué haré con esto?- se preguntó la bruja viendo fijamente la tabla –será problemático si la conservo, atraerá a todo tipo de personas, lo mejor sería deshacerme de ella- se quedó pensativa un momento antes de dirigirse a Issei -dime joven, aparte de esta señorita, ¿te topaste con alguien en especial en tu camino aquí?-.
-Sí, un aterrador y maldito chico guapo que desapareció en un remolino- respondió él pensando algunas palabras, provocando que Erica lo mirara sorprendida y furiosa.
-¡No me dijiste nada!-.
-¡No me preguntaste, además apenas y te conozco, y cuando nos conocimos me amenazaste con un cuchillo!-.
-Ya veo- murmuró Lucretia deteniendo la pelea entre ambos –bien, te obsequio esto, joven- decidió lanzándosela al castaño, quien apenas y pudo atraparla.
-¡Un momento!, ¡no puede darle un grimorio tan poderoso a alguien que desconoce de la magia!- reclamó de nuevo la rubia.
-No puedo hacer nada, es el dios quien quiere que él conserve la tabla- respondió Lucretia con un movimiento de hombros que parecía decir "no es mi problema ahora".
-Tch, no lo acepto- terminó Erica, pero pese a sus palabras, solo cruzo los brazos molesta.
Resuelto el asunto, Lucretia les había ofrecido pasar la noche en su hogar, ambos aceptaron y Erica le había pedido a Ariana preparar la cena para los 4. Varias horas más tarde, Lucretia (ahora vestida con un vestido morado), tras ver como Erica caía dormida en un sofá tras acabar con varias botellas de vino tinto por sí sola, había hechizado a la ebria pero aun consiente Ariana para que se dirigiera a una de las habitaciones de su mansión a descansar.
Ahora estaba sola con Issei, quien se mostró nervioso por eso.
-Bien, Issei, dime, ¿Cómo es que el nieto de ese sujeto, terminó envuelto en un mundo de magia, y convertido en un demonio?- le preguntó casualmente para sorpresa del castaño.
-Un momento, ¿Cómo sabe que soy un demonio? Se supone que este brazalete evita que alguien lo note-.
-Fufufu, soy una bruja con mucha experiencia a mis espaldas, ¿sabes?, aunque es un buen hechizo para ocultar la firma de energía de un ser el que tienes ahí, y siento que hay algo más que no logro identificar, sigue habiendo formas de saber esas cosas, por ejemplo, una seria observar tu boca, aunque te escucho en italiano, tus labios se mueven como si hablaras en japonés-.
-Bueno, es una historia bastante larga, una que creo no puedo contarle ahora- respondió algo inseguro, mirando fijamente el grimorio en sus manos.
-Ciertamente, no parece que lo que pasa ahora de tiempo de hablar de nada, así que centremos, ¿te parece?- le preguntó al tiempo que se erguía en su asiento y tomaba una expresión algo seria –ese grimorio tiene la capacidad de robar los poderes de un dios-.
-¿Robar los poderes de un dios?- preguntó incrédulo el castaño.
-Sí, lo usé una vez en el pasado, un dios menor bastante débil estaba dando problemas en una ciudad hace mucho tiempo, y en esos momentos, tu abuelo y yo estábamos estudiando los mitos y las civilizaciones del lugar, llevábamos tiempo de haber encontrado esa tabla, y yo sabía lo que era, así que fui una noche a donde estaba ese dios, dialogue con él por horas hasta que se cumplió el requisito y pude usarla para dejar al dios tan débil que no podría hacer nada en mi contra, en cuanto a su poder dejé que se deteriorara en la tabla para evitar que volviera en un buen tiempo, y para cuando eso pase su memoria estará tan deteriorada que no recordara nada sobre mí-.
-Sorprendente- murmuró Issei.
-El asunto es, que aunque el poder de aquel dios se desvaneció hace mucho tiempo, esta tablilla ya tiene otro poder dentro, la encarnación del caballo blanco perteneciente al dios persa de la victoria, Verethragna, una encarnación capaz de generar un poderoso ataque de fuego con la intensidad del sol, y es de un solo uso-.
[Justo como temía]
-¿Ya tiene un poder?, un minuto, ese chico, ¿en verdad era un dios?, pero si el requisito para que funcione es pasar tiempo con él, ¿Por qué tiene su poder dentro?-.
-No, engañar al dios (y por ende, pasar tiempo junto al dios) es el requisito para robar su poder, pero si el dios lo sede por voluntad, no hay nada que lo evite, ahora, él te dio una de sus mejores armas, ¿tienes idea del por qué?-.
-Él dijo que quería experimentar la derrota por una vez, creo que pensó que yo debía de hacerme más fuerte, y darle un buen combate-.
-Interesante, casi ningún demonio puede igualar a un dios menor, ya ni se diga a uno tan poderoso como él, pero si él te dijo eso y te dio parte de su poder, es porque tiene esperanza de que puedas retarlo- dijo mirándolo como si quisiera analizarlo por completo –pero el problema sería que usar el poder dentro de esta tablilla es muy difícil, cuando yo robe el poder de aquel dios, estaba segura que usarlo podría matarme, y te puedo asegurar que no soy un humano normal en cuanto a resistencia aun si prefiero permanecer sin actividades rigurosas, con excepción de cierto tipo de "actividades"- dijo giñando un ojo, haciendo que la mente pervertida de Issei trabajara rápidamente y que se sonrojara, antes de continuar con el tema justo a tiempo para evitar que la imaginación del castaño le provocara otra hemorragia -pero, siendo de un dios tan poderoso como lo es Verethragna, y una encarnación tan temible como esta, es seguro que morirás al usarla, aunque, dado que eres un demonio, si quisieras tener una diminuta oportunidad de sobrevivir tendrías que usarla estando en tu mejor forma, sin una gota de cansancio y sin un solo rasguño- sentencio la bruja, haciendo tragar al castaño quien se hundió en sus pensamientos, hasta que un aplauso de la mujer lo hizo reaccionar -bien, es hora de dormir, joven, ¿podrías llevar a la señorita a una de las habitaciones?, hay una que debería estar disponible subiendo las escaleras, la segunda puerta a la derecha- indicó con una sonrisa inocente.
-¿Eh?, ¿por qué yo?- reclamó el castaño que después de semejante día solo quería ir a dormir.
-Porque los demonios tienen más fuerza que los humanos y no puedo hechizarla como a la sirviente porque esta inconsciente- se excusó.
Con un suspiro, el castaño se resignó y procedió a cargarla escaleras arriba, recibiendo fácilmente la deliciosa fragancia del perfume que ella usaba. La rubia pareció espabilar un poco cuando subió las escaleras, por lo que la puso cuidadosamente de pie y pasó uno de sus brazos por su espalda, guiándola torpemente hacia la habitación que le habían indicado.
-Ariana, mi espalda- murmuró Erica apenas consiente cuando habían entrado a la habitación y el castaño había cerrado la puerta sin notarlo.
-¡¿Eh?!- respingó sorprendido el castaño en voz baja y sonrojándose al enfocar el cierre del vestido, entendiendo lo que quería la rubia.
-¡Rápido!- exclamó molesta la rubia en un momentáneo arranque de energía.
Completamente nervioso, el castaño tomó el cierre con sumo cuidado y, con una lentitud casi tormentosa para sí mismo, empezó a abrir el vestido, tragando profundamente al captar la curva de la espalda de Erica por el movimiento del cierre.
Al abrirlo por completo, aquel vestido cayó al suelo, mostrando la lencería blanca bastante provocativa que ella vestía.
FIZZZZ!
Sin poderlo evitar, un chorro de sangre a presión salió de su nariz, por lo que la soltó rápidamente y trato de cubrir su nariz, solo que al soltarla Erica se inclinó sobre la cama, cayendo en esta y quedando profundamente dormida al instante, en una postura que no ayudaba para nada a que Issei recobrara la calma.
Usando todo su auto control (y pensando en la soberana paliza que le darían las chicas cuando volviera si hacia algo pervertido y se enteraban), logró quitarle todo lo que la perturbaría en su sueño (los zapatos, las mangas y el cuello "del" vestido) y la cubrió con una sábana hasta el cuello. Con un suspiro, se dispuso a salir, topándose con que la puerta había sido cerrada con llave.
-¡¿Pero qué?!- exclamo alterado tratando sin mucho éxito de abrirla.
[Compañero] lo llamó Draig haciendo que se detuviera [parece que hay un hechizo en la habitación que bloquea los poderes demoniacos]
Rápidamente, se dirigió a la ventana y trato de abrirla, obteniendo el mismo resultado. Desesperado empezó a golpear el cristal con fuerza, pero no le hacía ni una grieta.
-¡¿Qué rayos pasa aquí?!- preguntó apurado.
[Parece que la bruja es traviesa, te está obligando a que pases aquí la noche]
Con el rostro azul de miedo, el castaño dirigió su mirada a la durmiente Erica y pensó -¡me matara cuando despierte!-
[Sin lugar a dudas]
Mientras tanto, completamente ajeno al castaño, el gato negro le entregaba a Lucretia una llave que tenía en la boca, esta lo tomo divertida antes de hablar con voz risueña mientras miraba en la dirección a donde estaba Issei.
-Esfuérzate, Hyodou Issei, tienes la misma edad de tu abuelo cuando él era un casanova- fue lo que dijo antes de mirar una fotografía en la pared junto a ella en la que se veía a ella acompañada de un hombre muy parecido a Issei pero de cabello negro y con algunos años más encima –una lástima que no heredaras su cabello- comentó levemente deprimida.
Así, la noche paso sin mayores incidentes, lastima para Issei que la mañana siguiente no sería así.
SMASH!
El sonido del golpe resonó por toda la mansión, despertando tanto a Lucretia como a Ariana. En la habitación donde estaban Erica e Issei, la primera estaba de pie, cubriéndose con una sábana que sostenía con su brazo izquierdo y el derecho lo tenía alzado con el puño cerrado, tenía la cara bastante roja y se veía muy, muy enojada.
Al otro lado estaba Issei, quien en contraposición estaba algo azul del miedo y con la mejilla izquierda bastante inflamada.
-¡Muere aquí mismo!- exclamó en verdad enojada Erica.
-¡Espera, no hice nada!- trató de defenderse Issei señalando el rincón donde había dormido.
-Por supuesto, si me hubieras atacado aun dormida te habría roto el cuello-.
Aquella frase, pese a que parecía liberar de la culpa al castaño, lo asustó aún más, especialmente por la seguridad con la que lo decía pese a su vergüenza.
-¿entonces…?- tanteó dudativo.
-Eso no quita el hecho de que me viste en una situación vergonzosa- aclaró antes de mirarlo con una expresión que recordaba a un juez sádico dictando sentencia –por lo que mereces la muerte al menos mil veces-.
Eso lo asustó aún más, pero antes de que pudiera hacer algo, un poderoso trueno resonó por todo el lugar, estremeciendo los cristales de toda la mansión mientras una poderosa tormenta se hacía notar.
Olvidando por completo el asunto y vistiéndose rápidamente con un círculo mágico, Erica salió de la habitación (que sorpresivamente ya no estaba sellada) corriendo con el castaño siguiéndolo de cerca, ambos salieron apresuradamente de la mansión. Pero apenas habían avanzado unos cuantos metros cuando ambos se detuvieron de golpe ante la poderosa presencia que estaba prácticamente junto a ellos.
Con temor, ambos se giraron en dirección a donde la sentían, observando a un gigante que desbordaba una inmensa aura divina y que caminaba con la vista fija en la distancia, ignorándolos por completo y sin que pareciera importarle que cada paso suyo dejaba en un estado terrible la tierra por la que caminaba. Su piel era gris, dando la ilusión de estar hecho de piedra, su vestimenta consistía de una túnica con algunas partes de una armadura rudimentaria de color marrón. Tenía una cabeza bastante pequeña en proporción a su cuerpo, rodeada por una mata de cabello y una barba de color blanco. Llevaba una corona de aspecto osco también color marrón y portaba dos inmensos garrotes.
-¡¿Otro dios?!- pensó espantado Issei. Puede que fuera un demonio reencarnado, poseedor de uno de los dragones más poderosos que jamás han existido y habrá conocido a uno de los dioses más poderosos y visto un poco de lo que era capaz (Odín), pero la sensación que le daban estos dioses era mucho más brutal que la que le dio el padre de todos.
Puede que sea porque estos tipos no tienen el más mínimo interés en reprimir su presencia, su poder y sus ganas de pelear, o puede que fuera por el pensamiento o sensación de que estos dos podían ser tan poderosos como el Maou Lucifer. Poco sabía él, que eso que sentía en ese momento, no era nada más que el efecto de la presencia de un dios [desencadenado] en alguien que tenía conocimiento de lo sobrenatural.
Un humano normal, sin conocimientos de lo sobrenatural sentiría temor, pero más que nada, adoración por el dios que, a sus ojos, fuera más majestuoso o imponente, aunque en realidad seria la influencia del desencadenado afectando su conciencia. Pero para alguien con conocimiento de lo sobrenatural, la sensación que daban los [desencadenados], seres capaces de los actos más increíbles aun y entre las distintas facciones, lo que más llegaban a sentir era un profundo terror.
Por lo mismo, los actos de Erica eran sencillamente increíbles.
Sacudiendo la cabeza con fuerza, la rubia avanzó un par de pasos, con una extraña mezcla de determinación y miedo dado que temblaba como una hoja agitada por la tormenta.
-¡Por favor, espere un momento, dios!- llamó en un grito para incredulidad de Issei, misma que se volvió en sorpresa y miedo al ver que aquel titánico ser se detenía y los observaba. Y aunque uno pensaría que es difícil definir su estado de ánimo por la barba que cubría una buena parte de su rostro y que parecía estar hecho de piedra, aquel dios se notaba molesto ante las acciones de la espadachina.
-Tú, una simple humana, ¿te atreves a interrumpirme en mi sagrada tarea?, ¿a mí, un dios?- habló aquel ser con una voz tan poderosa y sonora como el trueno que habían escuchado minutos antes, Issei se preguntó si su voz no era un trueno en sí.
-¡Por favor, pido disculpas ante mi atrevimiento, oh benevolente rey del mediterráneo, su majestad Melkart!- habló Erica humillándose al arrodillarse e inclinar la cabeza.
-¿oh?, no pensé que en esta tierra impía aun quedaran humanos que recordaran mi glorioso nombre- comentó el recién reconocido Melkart con una voz que detonaba satisfacción –es bueno encontrar a un seguidor de mi glorioso ser, antes de renovar esta tierra-.
-¿Renovar?- preguntó en un murmullo Issei, uno tan bajo que ni siquiera Erica, que estaba a su lado pudo escuchar, pero sí lo hizo el dios.
-Sí, esta tierra, mi reino, se ha vuelto impía en mi ausencia, incluso ha cometido el grave crimen que es olvidar mi nombre, ¡Yo, el rey de la tormenta, no puedo permitir tal ofensa!, ¡es por eso que reduciré a la nada esta isla, y la reedificare en su antigua gloria!- exclamó con su voz de trueno y alzando aún más las corrientes de viento que había.
Eso espanto a ambos, especialmente por que sentían que él era capaz de hacerlo. Pero antes siquiera de que pudieran decir algo más, un rayo cayó en dirección al gigante, más fue neutralizado con uno de los garrotes.
-Tú y tus molestas encarnaciones- comentó despectivo el gigante viendo al cielo.
En una pequeña parte despejada del cielo, dos inmensos ojos de pupila rectangular se mostraron por un instante, los ojos de una cabra.
-Primero me encargaré de ti, maldito arrogante- determinó el dios antes de seguir con su camino, ignorando completamente a los dos jóvenes que se quedaron paralizados, recuperándose de la impresión que les había causado.
Erica fue la primera en recuperarse, apretando los dientes sacudió la cabeza y cambió su vestido por su atuendo de combate con magia, haciendo reaccionar al castaño.
-¡Espera!, ¡no pensaras seguirlo, ¿verdad?!- preguntó alarmado.
-Tengo que, si dos dioses pelean, Cerdeña desaparecerá en el fondo del mar- respondió escuetamente mientras se giraba a Ariana que recién salía apresurada de la mansión –ve por el auto y avisa a la orden, necesitamos a Sir Salvatore-.
-¡Entendido, Señorita Erica!- exclamó apurada la sirvienta antes de volver dentro a gran velocidad.
-¡¿No lo entiendes?! ¡Lo que quieres hacer es un suicidio!- le reclamó el castaño.
-Lo sé, no hay forma de que sobreviva a la ira de un dios, menos aún a dos dioses que desean combatir- reconoció con voz solemne antes de mirar a los ojos al castaño, que se sorprendió al ver la determinación en su mirada –pero si no hago algo, todos los habitantes de Cerdeña morirán, debo entretenerlos lo más que pueda hasta que Sir Salvatore llegué-.
-¿Salvatore?- murmuró confundido Issei, ¿Quién era ese tal Salvatore en el que está orgullosa chica ponía semejante confianza?
-Mantente alejado, esto no es algo con lo que puedas lidiar, aun si tú tienes esa tabla- le indicó Erica antes de que Ariana apareciera derrapando en el auto y pasando junto a ellos a gran velocidad, saltando con agilidad al techo del auto y manteniéndose sobre él.
Issei miró eso con la boca abierta, incrédulo ante las decisiones que había tomado esa orgullosa joven. Apretando los dientes, Issei entró corriendo a la mansión, llegando a la sala donde habían hablado con Lucretia la noche anterior.
Dicha bruja ya estaba ahí, mirándolo sería desde su sofá.
Sin mediar palabra el castaño se acercó a la mesa donde estaba el grimorio de Prometeo y lo tomó.
-No pensaras hacer una locura, ¿o sí?- preguntó seria la bruja.
-Sin lugar a dudas es una locura, pero no tengo de otra, ¿o sí?- respondió a su vez el castaño mientras se quitaba la pulsera de Azazel ante la vista de la bruja que se sorprendió al sentir el sustancial incremento del aura del chico.
[BOOSTED GEAR]
La sorpresa se volvió incredulidad al ver el intimidante guantelete rojo que había aparecido en un destello carmesí y jade.
-¡El Welsh Dragon!- murmuró sorprendida sin despegar la visa del castaño.
-Draig, ¿puedes introducir el grimorio en la [Boosted Gear] como hiciste con [Ascalon]?- preguntó serio al legendario dragón.
[Puedo, pero será mejor si usas la [Dividing Gear] para eso, es más compatible con el grimorio, ambos tienen el principio de [Absorber] como su habilidad después de todo, inclusive podría hacer un poco más fácil usar la [Dividing Gear]] respondió el dragón mientas la gema del dorso brillaba para incredulidad de la bruja.
Dado que el dragón había respondido de forma en que ella pudiera escucharlo, había captado 2 cosas que la sorprendían demasiado, uno, que pese a que era el dragón emperador celestial rojo y un demonio reencarnado, tenía en su poder a una de las más legendarias y poderosas armas sacras mata dragones, si no es que era la más famosa y poderosa, y lo segundo, [Dividing Gear], ¿sería posible? ¿Lo que estaba pensando que era, era posible?
-¿Enserio?, bien, ¡intentémoslo!- exclamó el castaño antes de tomar la tabla con ambas manos y cerrar los ojos, concentrándose.
Segundos después, ante la incredulidad de la bruja cada vez mayor, su brazo derecho resplandeció de color blanco y apareció un guantelete idéntico a la [Booster Gear] pero completamente blanco y con las gemas de color azul zafiro.
-¿¡[Divine Dividing]!?- murmuró la bruja mirando su brazo derecho –no, tiene la firma energética de la [Divine Dividing], pero mucho más débil y mezclada con la firma de la [Booster Gear], como si hubieran tomado una parte del Vanishing Dragon y la hubieran asimilado, pero eso es algo imposible, dos poderes tan opuestos no deberían de poder converger en el mismo cuerpo sin destruirlo-.
Los pensamientos de Lucretia fueron cortados en el acto cuando un poderoso brillo ilumino toda la habitación, haciéndole cerrar los ojos por reflejo. Cuando volvió a abrirlos el castaño observaba el dorso de su mano derecha satisfecho. No se veía la tabla por ningún lado.
-Funciono- dijo contento antes de dirigirse a la sorprendida bruja –le explicare todo después, ahora no tengo tiempo de nada- fue todo lo que le dijo antes de salir corriendo, apenas salió de la mansión activo su Balance Breaker, extendió sus alas de dragón y salió disparado a gran velocidad por los aires en dirección a donde había ido aquel gigante. Mientras volaba, usó el hechizo de comunicación para emergencia que le había dado Azazel, apareciendo un círculo mágico junto a su oído por debajo de la armadura.
-"¿Ise?, te dije que esto es solo para emergencias, ¿pasa algo?"- se escuchó la confundida y algo tensa voz del cadre desde el otro lado de la línea.
-¡Azazel-sensei!, ¡Dos dioses van a pelear en Cerdeña, uno de ellos piensa destruirla después!-.
-"… ¡Espera!, ¡¿Qué?!"- exclamó exaltado el cadre.
-¡Dos dioses, Melkart y Verethragna, pelearan y la isla podría ser destruida!- repitió el castaño apurado.
-"¡¿Melkart?! ¡Pero se supone que está muerto!-."
-¡Verethragna lo revivió, deben de estar combatiendo ahora!-.
[Azazel, ambos son [Desencadenados]] comentó con cierto apuro Draig usando el enlace de las sacred gear que ambos poseían, confundiendo al castaño por el término usado, pero no le dio importancia.
-"¡¿Dos [desencadenados]?! ¡Qué suerte de mierda tienes!"- exclamó en verdad alarmado el cadre.
-¡Eso no importa ahora, si no hacemos algo Cerdeña será destruida!-.
-"Cierto, bien, espera unos momentos, llamaré a Miguel y a Sirzechs, ¡y por ahora aléjate de ellos, no tienes ni la más mínima oportunidad de sobrevivir si haces algo!-"
-¡No puedo hacerlo, una maga fue a retenerlos hasta que un tal Salvatore llegué, si la dejo sola morirá! ¡Iré a ayudarla!-.
-"¡Espera Ise!"- exclamó el cadre pero ya era tarde, el castaño había cortado la comunicación y acelerado un poco más.
(Varios kilómetros a la distancia, minutos antes)
-Tiempo sin verte, Melkart- saludó aquel joven de cabellos negros en una pose tranquila, a varios metros del suelo con su manto ondeando por el feroz viento, frente a él, mirándolo directamente a los ojos, estaba el gigante sosteniendo sus garrotes con firmeza.
-Me cansé de esperarte, Verethragna- respondió a su vez el gigante.
-Veo que tus heridas no se han recuperado por completo- comentó viendo las "grietas" que surcaban los brazos del gigante, que también tenía otra más en la mejilla.
-Me reviviste por tu arrogancia y tu deseo de pelear contra alguien fuerte, unos simples rasguños como estos no me detendrán, por otro lado, tú sigues incompleto, siento que solo tienes 8 de tus encarnaciones-.
-Ahora son 9- comentó con calma observando un remolino que avanzaba en su dirección, notándose en su interior lo que parecía ser la silueta de un ave colosal, casi tan grande como el gigante frente a él. Levantó una mano y la dirigió hacia el tornado que pareció torcerse y contraerse junto al ave, entrando por su palma. Al instante, un enorme sello apareció en sus espaldas, un círculo con 10 picos, 8 de los cuales tenían un círculo más pequeño en la punta, y en uno de los picos sin círculo se formó uno rápidamente con el dibujo de un ave –Más que suficiente para lidiar contigo-.
Ante esas palabras, el gigante alzó su mazo derecho listo para golpearlo, pero un círculo mágico rojo apareció justo frente a ambos, haciéndolo detener por la confusión.
-¡Esperen por favor!- ambos escucharon el grito femenino, girándose intrigados en su dirección de origen, mirando a Erica a varios metros de ellos con un escudo negro y rojo en manos.
-¿Una hechicera?- murmuró intrigado el pelinegro.
-¡Por favor, oh grandes dioses, les suplico detengan este combate!- rogó la rubia tratando de guardar la compostura pero con un ligero tono de desesperación en la voz.
-Esta tierra será el lugar donde nosotros saldaremos cuentas de una vez por todas, desiste, humana- sentenció el gigante.
-¡Por favor dioses, tengan piedad de los habitantes de esta isla!- suplicó de nuevo, temblando visiblemente.
-Hechicera, alabo tu valentía al desafiarnos de tal forma, tu, que eres una simple humana- empezó Verethragna con algo de admiración en su tono, antes de cambiar una voz libre de sentimiento alguno –pero, deja de interrumpirnos, actúa como lo que eres-.
Apenas dijo esas palabras, un rayo descendió del cielo en dirección a la rubia, quien saltó de espaldas para evitarlo. Varios rayos empezaron a caer en su dirección ante la inmutable vista de ambos dioses, uno finalmente alcanzándola en el aire y que fue recibido por el escudo mágico que sostenía, pero que le fue arrebatado de las manos por la fuerza del impacto y ella misma fue derribado estrepitosamente a la tierra.
Desde el suelo observo como un rayo más caía con la intención de convertirla en cenizas, y siendo incapaz de evitarlo, cerró los ojos y espero su final.
Más no sintió las feroces descargas circulando por su cuerpo, más bien, sintió que era cargada y que se movían a una velocidad enorme mientras se alejaban de lo que se escuchaba como una explosión pequeña. Confundida, abrió los ojos y se topó cara a cara con el intimidante yelmo de una armadura carmesí de "ojos" esmeralda y con un par de protuberancias filosas de color dorado en ambos costados del rostro. Tan versada como ella era en lo sobrenatural, no le fue difícil reconocer esa legendaria armadura de dragón.
-El dragón emperador celestial rojo- murmuró con apenas fuerzas antes que el yelmo se desvaneciera y le dejara ver quién era el que portaba el Longinus y la cargaba al estilo nupcial.
-¡¿Te encuentras bien?!- preguntó apurado Issei.
-¡Tu!- exclamó ahora incrédula la rubia.
-¡Ya veo!, con razón me dabas una sensación tan familiar, eres el dragón emperador celestial rojo- comentó Verethragna con un tono levemente animado al reconocerlo -¿o prefieres que te llame Sekiryuutei?, así te dicen en tu tierra natal, ¿no?-.
Con un leve asentimiento en respuesta, Issei descendió y dejó a Erica en el suelo antes de encarar a ambos dioses, se notaba nervioso, pero si Erica había tenido el valor de encararlos, él no podía hacer menos, su orgullo como hombre se lo dictaba.
-¡Por favor, paren esto, no hay necesidad de combatir!-.
-¿Parar? Este bastardo arrogante me revivió por su deseo de combatir contra alguien fuerte, ¡no hay forma de que yo tolere semejante ofensa!-.
-Eh pasado decenas de años sin un combate decente, inclusive más, ¿y tú quieres que me detenga ahora que por fin tengo un oponente digno frente a mí?-.
-¡Si lo que quieren es combatir, entonces únanse a la alianza de las tres facciones contra el grupo terrorista [Khaos Brigade]!-.
-¿las tres facciones?, ah, ya recuerdo, escuche por ahí que los ángeles, los ángeles caídos y los demonios habían llegado a una tregua, y que un grupo trataba de desatar la guerra entre todos los bandos- comentó Verethragna.
-¡¿Yo, unirme a los malditos que se atrevieron a degradar mi gloriosa imagen a la de un vil demonio que gobierna sobre las moscas?!- rugió furioso el gigante -¡jamás haría semejante cosa como aliarme a esa escoria emplumada, apenas acabe con este arrogante y reforme esta tierra, arrasaré con los ángeles! ¡Les haré pagar por su osadía!- sentenció con ira en la voz.
-¿degradar su imagen?- se preguntó confuso el castaño.
[La evangelización cristiana termino volviendo a varios dioses de otras mitologías en demonios, por ejemplo, Melkart dio paso al demonio Beelzebub, "el señor de las moscas"] explicó Draig [Pasar de un rey de dioses llamado "Señor de la gran morada" a un demonio regente del inframundo llamado "Señor de las moscas" es una gran ofenda, como pasar de ser el Sekiryuutei a ser el Chichiryuutei, la verdad, simpatizo con él] declaró, con la voz bastante apagada al decir lo último.
-Draig, enfócate- le reprochó Issei.
-Sinceramente, no me interesa unirme a nadie, y si estalla una guerra, los más fuertes dioses entraran al conflicto, así que tendré muchos oponentes fuertes, me agrada la idea- comentó el dios persa, para incredulidad del demonio.
-¡Es igual a Vali!- exclamó ahora incrédulo y frustrado el castaño.
-¡Basta de charlas, terminemos con esto de una vez, Verethragna!- rugió el gigante blandiendo su mazo derecho rodeado de rayos contra su oponente.
-Sí, concuerdo contigo- dijo el persa moviéndose a gran velocidad para esquivar y materializando una enorme espada de oro con la que arremetió en su contra, pero se vio obligado a retroceder ante los feroces vientos que habían sido arrojado en su dirección por el mazo contrario. Apuntó con un brazo al gigante un rayo cayó contra él, más nuevamente fue bloqueado por el mazo derecho. Los constantes ataques no hacían más que empeorar el clima, desatando cada vez más rayos y aumentando la ferocidad del viento y la lluvia, agitando ferozmente los arboles del área.
-¡¿Por qué me topo siempre con fanáticos de las peleas?!- gritó exasperado el castaño alborotando su cabello con ambas manos e ignorando todo esto -¡Primero Kokabiel, luego Vali y su equipo, los descendientes de los Maou y Khaos Brigade, y ahora estos dos! ¡Kuso! ¡¿Por qué yo?! ¡Yo solo quiero una vida tranquila rodeado de mujeres con las que hacer cosas Ecchi!-.
Erica miraba en shock como aquel que consideraba un simple joven sin conocimiento de la magia pero que resultaba ser el portador de uno de los dos dragones celestiales relacionado con ángeles, ángeles caídos y demonios y que había retado a dos dioses, hacia una rabieta de frustración y gritaba cosas vergonzosas sin importarle que ella lo escuchara, era demasiada información que asimilar de golpe para ella que hasta unos momentos estaba por morir fulminada por un rayo.
-Erica- la llamó el castaño haciéndola reaccionar –dijiste que necesitarían a un tal Salvatore, ¿Quién es?-.
-Ah, el señor Salvatore Doni es el sexto Campione perteneciente a Italia- respondió.
-¿Campione?-.
[Un humano normal que mató a un dios y tomó su poder para sí mismo, si hay alguien capaz de enfrentar a un dios [desencadenado] entre los humanos son los campiones y los portadores de una [Longinus] completamente desarrollados] explicó Draig exaltando a Erica al escuchar la voz del legendario dragón.
-¡¿Un humano normal puede matar a un dios?!- exclamó incrédulo.
-Es algo imposible, es por eso que el nacimiento un campiones es considerado un milagro, porque contra todo pronóstico, los campiones derrotaron a un dios y tomaron sus poderes para sí mismos, son los reyes de la humanidad- explicó Erica tras recuperarse de la sorpresa.
[Básicamente, son como los Maou de los demonios, solo que ellos gobiernan sobre los humanos]
-Increíble- murmuró sorprendido Issei antes de sacudir la cabeza para despejarse -¿Cuándo llegara ese Campione?-.
-Por desgracia, Sir Salvatore esta fuera de Italia y es difícil de contactar en estos momentos, no sé cuando llegué, puede que le tome alrededor un día-.
-¡Eso es demasiado!- exclamó Issei antes de girarse hacia los dioses en combate –ya pedí ayuda yo, deberían de llegar en un tiempo, quédate atrás, Erica- le dijo dando un paso hacia ellos.
-¡Espera, no pensaras en pelear contra ambos ¿verdad?! ¡Aun si tienes la [Booster Gear] es una locura!-.
[Escúchala socio, apenas estas fortaleciéndote, no puedes con uno de ellos a la vez, menos aun con los dos].
-¡Ya lo sé!, pero, no puedo quedarme de brazos cruzados, si se llegan a alejar de aquí, podrían destruir una ciudad o un pueblo, ¡tengo que entretenerlos lo más que pueda!- exclamó al tiempo que su casco volvía a aparecer y extendería sus alas, saliendo disparado en dirección a los dioses, dejando a una sorprendida Erica que hacia todo lo posible por mantener su vista sobre él.
Por su parte, el castaño enfocó al gigante que chocaba su mazo derecho rodeado de electricidad con la espada dorada del persa. En preparación, abrió la zona de la boca de su yelmo sin disminuir su velocidad.
¡Boost!
¡Boost!
¡Boost!
¡Boost!
¡Boost!
¡Boost!
¡Boost!
¡Boost!
¡Boost!
¡Boost!
Retrasando su puño derecho con una enorme cantidad de energía tras cargar 10 incrementos, genero una incandescente esfera de poder dragoniaco -¡Dragon-Shoot!- disparó casi a quemarropa en la cara de Melkart, produciendo una explosión considerable y generando una nube de humo que engulló su cabeza, girándose, abrió su boca y soltó un torrente de poderosas llamas directo contra al confundido Verethragna.
Se alejó varios metros antes de detenerse en él aire y girarse a ver a ambos dioses, perdiendo el aliento al ver que Melkart apenas y tenía unas leves manchas de suciedad en la frente mientras que Verethragna estaba intacto.
-Sabía que no les haría casi nada, pero, ¿ni un rasguño?- pensó incrédulo.
[Te dije que no estabas listo para enfrentarlos, compañero] comentó Draig con un tono de voz levemente decepcionado.
-¿Qué se suponía que debía hacer eso?- preguntó claramente confundido Verethragna.
-… ¿herirlos, aunque sea un poco?- preguntó tentativamente el castaño con una sonrisa nerviosa bastante visible al tener la boca descubierta.
Los dioses se le quedaron mirando por unos segundos, antes de estallar en una estruendosa carcajada.
-¡Hahaha!, ¿eso?, ¿herirnos?- preguntó entre risas el persa –Vamos, joven dragón, sé que reconocí que eras fuerte para tu edad, pero aun te falta mucho para que puedas llamarte el Sekiryuutei o supongas un reto interesante-.
-¡Pensar que el actual Sekiryuutei tendría tal capacidad!, dime chico, cuando termine con este bastardo, ¿no te interesaría convertirte en mi sirviente y bufón personal?- preguntó de buena gana el gigante.
Esas palabras solo lograron apenar y deprimir al castaño, aunque estaba cumpliendo con su propósito de entretenerlos hasta la llegada de Azazel, no era lo que había pensado.
[Compañero, sé que tienes buenas intenciones, y eres muy valiente y todo eso, pero, ¿podrías dejar de hacerlo?, estas hundiendo más mi nombre, algo que no creía posible después de lo de Chichiryuutei] pidió deprimido Draig.
-Bueno, ya hemos atrasado esto mucho tiempo, continuemos- comentó el persa antes de lanzarse de nuevo contra el gigante con su espada en lo alto, cruzando un tajo con uno de los garrotes que su rival había abanicado en respuesta y dejando una hendidura considerable en esté.
-Kuso- murmuró por lo bajo el castaño antes de enfocarse de nuevo –Draig, ¿Cuántos impulsos puedo soportar ahora?-.
[Por favor compañero, retirémonos, no podré soportar más vergüenzas]
-¡Draig!-.
[(Suspiro) Estimo que unos treinta más, cuarenta en total, pero el tiempo del [Balance Breaker] se reducirá a solo 20 minutos restantes]
-¿Qué hay de la [Dividing Gear]?-.
[Esta operativa pero no recomiendo que la uses, reducirá más el tiempo del [Balance Breaker] y el aura de esos dos es divina y sacra, es muy difícil de lidiar con eso aun y para Albion y sus portadores, especialmente en el caso de Verethragna, no podrías soportar ni un poco de esa energía]
-20 minutos- murmuró pensativo –espero que sean suficiente- suspiró antes de cerrar su casco de nuevo.
¡Boost! ¡Boost!
¡Boost! ¡Boost!
¡Boost! ¡Boost!
¡Boost! ¡Boost!
¡Boost! ¡Boost!
¡Boost! ¡Boost!
¡Boost! ¡Boost!
¡Boost! ¡Boost!
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¡Boost! ¡Boost!
¡Boost! ¡Boost!
¡Boost! ¡Boost!
¡Boost! ¡Boost!
¡Boost! ¡Boost!
¡Boost! ¡Boost!
¡Jet!
Con todo el poder que podía soportar, se lanzó nuevamente al ataque a máxima velocidad. Ciertamente, la diferencia debía ser muy notoria, porque ambos dioses se detuvieron y miraron en su dirección un poco sorprendidos. Esta vez, conecto un poderoso golpe al pecho del gigante, haciéndolo dar un par de pasos torpes hacia atrás. Se giró al persa que se aún estaba sorprendido y cargó otra esfera de poder dragoniaco, esta vez mucho más grande e intensa que la anterior.
-¡Dragon-Shoot!- el torrente de poder dio de lleno contra el dios y siguió de largo por unos segundos. Pero cuando detuvo su ataque notó que apenas había lo empujado algunos metros y que se resguardaba tras el enrome filo de su espada levemente humeante.
-Jeje, jejeje, no está mal, tal vez te subestime un poco- comentó el persa bajando su espada –ese fue un buen ataque, aún está lejos de hacerme verdadero daño, pero sin lugar a dudas fue mucho más fuerte que lo que usaste antes, aunque, tenía esperanzas de que te desarrollaras un poco más antes de pelear contigo, pero dudo mucho que te retires por ahora, ¿no?-.
-… Si, aun si son mucho más fuertes que yo, no puedo permitir que destruyan esta isla solo por una pelea- respondió el castaño –si quieren que me retire, ustedes tendrán que cambiar el escenario de su combate por uno deshabitado-.
-Tienes muchas agallas, dragón- comentó Melkart haciendo que el castaño se girara –mira que no solo atacarnos en medio de nuestra disputa, interrumpiéndonos, sino que también te atreves a darnos órdenes pese a ser tan débil-.
-Ciertamente es débil, pero tiene un potencial interesante- comentó el persa –Dime, rey Melkart, ¿te molesta si lo dejamos mezclarse en nuestro combate?, su poder actual es insuficiente para participar en esta pelea de primera mano, pero podría hacer las cosas más interesantes, además, no parece que vaya a desistir en su intento de interrumpirnos, así al menos no nos detendremos por sus acciones-
-Hum, no me importa, aun siendo una cría para su título, ¡no podría ser mejor para mí glorioso regreso, que derrote al victorioso persa y uno de los dragones celestiales a la vez, sin lugar a dudas hará que todos vuelvan a adorar mi sagrado ser!- exclamó en respuesta -¡adelante dragón, que tu terquedad y estupidez sirva para mi resurgimiento, de la misma forma que la arrogancia del victorioso!- sentenció el gigante abanicando su garrote derecho con ferocidad, enviando un rayo en dirección a Issei quien apenas y había podido evitarlo.
Melkart volvió a alzar su mazo, esta vez para bloquear un corte de Verethragna, quien agacho la cabeza para que el Dragon-shoot de Issei pasara de largo, girando con gracia esquivó el segundo garrote y trato de conectar un corte en Melkart, pero este se alejó, apenas y recibiendo un pequeño corte en su túnica.
Sin mirarlo, Verethragna apuntó su mano libre a Issei que volaba en su dirección a toda velocidad, obligándolo a esquivar uno de sus rayos. Rápidamente usó esa misma mano para detener con facilidad uno de los garrotes del gigante y empujarlo de regreso, asiéndolo dar un par de pasos torpes hacia atrás, cosa que fue aprovechada por Issei que cargó a toda velocidad contra una de sus piernas, golpeándolo tras la rodilla.
Siendo esa la pierna con la que se soportaba en ese momento, Melkart cayó de espaldas generando un temblor considerable y lanzando trozos de roca y lodo por todos lados. Issei cargó tan rápido como pudo otro Dragon-shoot y lo lanzó en su cara, antes de que una corriente de aire de Verethragna lo lanzara a tierra de forma brusca.
Siguiendo con sus actos, el persa caía en picada contra Melkart, apuntando con su espada al centro del pecho, pero un rápido garrote rodeado de corrientes de aire lo lanzó de lado a varios metros. Apenas estaba deteniéndose en el aire cuando un segundo garrote, esta vez rodeado de rayos, lo golpeó brutalmente lanzándolo cual meteorito a tierra, enterrándolo un par de metros.
Melkart colocó uno de sus garrotes a sus espaldas, recibiendo con él un feroz golpe de parte de Issei que provoco una onda de viento por la colisión, empujando momentáneamente las gotas de lluvia a su alrededor lejos de ellos. Antes de que se girara o lo empuja lejos, Verethragna salió disparado de la tierra, conectando un combo de potentes patadas en su rostro antes de terminar con un ponte golpe al centro del pecho, lanzándolo junto a Issei a varios metros, dejándolos aturdidos en el suelo.
Alzando una mano, una fisura dimensional apareció sobre él y de esta salió aquel aterrador jabalí que Issei había visto apenas unos días atrás. Dicho ser dio un potente rugido que despejo temporalmente la lluvia antes de empezar una estampida contra ambos, destruyendo la tierra a su paso y provocando un temblor.
El castaño esquivo rápidamente, pero Melkart lo recibió de frente, con su maza izquierda rodeada de viento golpeó los colmillos de la bestia por debajo, frenándolo momentáneamente y haciendo que levantara la cabeza por un segundo, antes de reventar su cabeza contra el suelo con un feroz golpe de su centellante garrote derecho.
Mientras el jabalí se desvanecía Verethragna cargó de frente cual jabalina con la espada frente a él, por lo que Melkart se cubrió con ambos garrotes, frenándolo nuevamente, pero era claro que tantos embates estaba pasándole factura a sus preciadas armas, tanto Yagarish como Ayamari tenían múltiples muescas a lo largo de sus dimensiones, pero aun resistían contra aquella espada que cortaba la divinidad. Sin lugar a dudas, el trabajo que el dios Kothar había hecho al forjar aquellas armas en el mito de Melkart era digno de alabanza.
Desvaneciéndose en una falta de definición, Verethragna esquivo otra embestida de Issei, quien al fallar se había girado y lanzado contra Melkart otro Dragon-Shoot que fue lanzado al mar por uno de los garrotes, provocando una explosión de agua enorme. Antes de que Issei pudiera reaccionar, Verethragna había aparecido a sus espaldas a toda velocidad, golpeándolo en su espalda con una fuerza mucho mayor a la que había sentido de Koneko o inclusive de Tannin, pero antes de que saliera disparado Verethragna había girado y conectado una patada en su espalda justo donde lo había golpeado mandándolo cual meteorito a tierra, formando un cráter al impacto.
Generando una segunda espada, Verethragna se lanzó contra Melkart, empezando un feroz choque de armas que generaba feroces corrientes de viento.
Erica se apresuró a saltos al considerable cráter que había generado el castaño al impactar. En el centro, con la armadura destrozada casi en su totalidad, solo conservando las alas y los dos guanteletes (siendo en ese momento que noto que el derecho era blanco con gemas azules en lugar de rojo con jemas verdes), se encontraba el castaño luchando por respirar.
-¡Issei!- exclamó antes de lanzarse al cráter, aterrizando con gracia justo al lado del castaño que ya se erguía hasta estar sentado en la tierra.
-Maldición- murmuró con apenas aliento el castaño, una mano en su pecho y la otra tan cerca cómo podía al centro de su espalda, donde había recibido los embates del dios persa.
[Si no fuera por la armadura, por todos los impulsos que tienes cargados y por ser un demonio, esos golpes no solo te habrían matado, te habrían desmembrado]
Temblando, el castaño apoyó sus manos en el suelo y se levantó lentamente, perdiendo fuerzas a la mitad y cayendo de cara a la tierra, o eso habría pasado si no fuera porque Erica lo había atrapado y ahora lo sostenía desde su costado.
-Es suficiente, ¡no puedes hacer nada contra ellos!- le reclamó Erica molesta y preocupada.
Por su parte, Issei plantó sus pies en la tierra lo más firme que pudo y se separó un poco de Erica, tratando de mantenerse de pie solo, antes de dar un torpe paso al frente, nuevamente casi cayendo, pero Erica lo había atrapado a tiempo una vez más.
-Tengo, que mantenerlos aquí, hasta que lleguen, los refuerzos- balbuceó adolorido.
-¡¿Cómo piensas hacerlo en tu estado actual?! ¡Apenas y te estás en pie, y aun con todo el poder que mostraste apenas y les causaste algunos rasguños!- Issei solo la ignoró y cerró los ojos, calmando el punzante dolor que aun sentía en su espalda y pecho.
Por lo que sentía, varias de sus costillas se habían fracturado casi por completo al impactar en la tierra, era un milagro que no estuvieran rotas y perforaran sus pulmones, y su columna dolía horriblemente, aun con lo que había dicho Draig, se sorprendía de que no estuviera hecha polvo. Abrió los ojos ya algo recuperado y trato de separarse de Erica, pero esta se lo impidió.
-¡¿Qué no entiendes que es inútil?! ¡Se supone que la mejor arma contra un dios en una Longinus, y aun cuando tú tienes una no lograste nada contra ellos!-.
[Escúchala socio, si vuelves ahí, no saldrás con vida]
Issei sabía eso y lo sabía muy bien, el dolor en su torso y espalda eran un muy buen método para saberlo, pero simplemente no podía quedarse quieto, no ante lo que pasaba. Levantó la vista y la dirigió a los dioses que seguían en su combate. La tierra a su alrededor estaba completamente destruida, árboles y otras plantas de las cercanías habían dejado de existir y los robustos arboles a la distancia se sacudían como simples arbustos ante la lluvia. Miró al mar tan cerca de ellos y notó no solo que gran parte de la roca y tierra del barranco se había perdido en la profundidad del mar sino que este se agitaba de la forma más salvaje posible.
Y apenas había comenzado el combate de estos dos dioses. No podía permitir que esto siguiera así, el cataclismo que esos dos hacían podría destruir fácilmente esa isla y todo lo que estuviera cerca de la costa. Si lo veía bien, casi toda Italia seria destruida si esto empeoraba. Pero, ¿Qué podía hacer? Azazel se estaba tardando mucho, aunque recordando el tiempo que Sirzechs se había tardado en enviar refuerzos cuando Kokabiel había atacado Kuoh, y considerando que estaba muy lejos de Japón, probablemente faltaba una hora más para que llegaran los refuerzos, y eso en el mejor de los casos.
-¡¿Enserio no hay nada que pueda hacer?!- pensó frustrado, antes de abrir los ojos de golpe y mirar su mano derecha fijamente.
Erica lo miró extrañada, pero Draig comprendió muy bien lo que estaba pensando.
[¡Compañero no, olvídalo!, ¡La bruja dijo que si querías sobrevivir tendrías que estar en tu mejor forma, y no lo estas ni de broma, por si fuera poco faltan 5 minutos para que el [Balance Breaker] se acabe, cuando eso pase tu cuerpo colapsara de cansancio!]
-¿De qué habla?- preguntó extrañada Erica.
-Del grimorio de Prometeo, lo tengo aquí- explicó mientras levantaba su brazo con la [Dividing Gear] –dentro tiene una de las encarnaciones de Verethragna, y una muy fuerte, creo que podría terminar con esto si la uso-.
-Pero, si la usas, ¿no morirás?- pregunto ahora preocupada.
-Lucretia-san dijo que podría sobrevivir ya que soy un demonio reencarnado- respondió el castaño sorprendiendo de nuevo a la rubia.
-¿Demonio?- murmuró ella.
[¡Si estabas sano y descansado, no exhausto y con medio esqueleto hecho trizas!]
-Pero ella no sabía que también soy parte dragón, eso significa que soy más resistente de lo que ella creía, ¿no?-.
[¡No puedes saber eso!, ¡en tu estado actual puede que no sirva de nada que seas mi portador!]
-Draig, era lo mismo en mi primer combate contra Vali, ¿recuerdas?, se suponía que si trataba de mezclar el poder de la [Divine Dividing] con mi [Booster Gear] moriría, y lo logré- dijo levantando su brazo derecho -¿recuerdas lo que dijiste?, ¡la estupidez puede pasar a través de lo imposible!, ¡y yo soy un gran estúpido!- exclamó animado.
-Ciertamente eres estúpido- comentó Erica a su lado en un tono de molestia y resignación, de alguna forma había recuperado la calma –me recuerdas a Epimeteo-.
-¿Epimeteo?-.
-El hermano de Prometeo, mientras que su hermano era el sabio que pensaba antes de actuar, Epimeteo era el idiota que actuaba sin pensar- le explicó.
-Bueno, supongo que si soy como Epimeteo- murmuro algo avergonzado antes de separarse de la rubia, se preparó para formar de nuevo la armadura a su alrededor, pero se detuvo al sentir como Erica lo jalaba con fuerza del brazo, haciendo que se inclinara hacia ella, facilitándole que le diera un beso en la mejilla.
La sorpresa se apoderó del rostro del castaño junto a un sonrojo bastante notorio. Se giró hacia la chica, notando que también estaba roja y miraba en otra dirección, con una expresión de molestia bastante linda.
-¡N-no te hagas ideas raras, no hay forma de que me guste un vulgar demonio pervertido!- exclamó enojada aun sin verlo -¡E-ese fue un, un amuleto de buena, de buena suerte!- tartamudeó ahora mirándolo a los ojos sin cambiar de expresión -¡E-es apresurado pero debería ser muy efectivo ya que solo he besado a mi tío y a mi padre hasta ahora!-.
-¡¿la primera vez que besas en la mejilla a un hombre que no es tu familia?!- exclamó incrédulo (y considerablemente emocionado) el castaño, en verdad consideraba como algo imposible que una chica tan hermosa y coqueta como ella nunca hubiera dado un simple beso como ese -¡Yosh! ¡Con ese amuleto, no hay forma de que pierda!- exclamó a toda voz con una emoción completamente palpable (que logró apenar más a la rubia) al tiempo que en un intenso brillo la armadura era reconstruida y salía disparado en el aire a toda velocidad.
Tras cubrirse de la intensa corriente de viento que había generado al elevarse, Erica observo con detenimiento al cometa carmesí que se elevaba en el aire.
-¡Draig, ve preparando la tabla, liberaremos el poder en el último momento!- exclamó el castaño cuando alcanzo una gran altura y empezó a descender en picada en dirección a los dioses en combate.
[¡Tú de verdad que quieres matarte!]
-¡No voy a morir aquí, te lo dije aquel día, aun no eh tomado la virginidad de Buchou, no hay forma de que muera hasta después de hacerlo!, ¡así que tranquilízate y hagamos esto!-.
[¡Más te vale sobrevivir, compañero!, o no dejare descansar a tu memoria por el resto de la eternidad]
-¡SI!- gritó el castaño estando a mitad de camino de llegar a con los dioses, apuntando especialmente a Melkart – ¡Ahora!-.
Un incandescente brillo surgió de la gema principal del guante derecho e instantes después, un enorme y majestuoso caballo blanco y dorado hecho de flamas salió y rodeó por completo al castaño antes de "contraerse" y que solo fuera visible la armadura, pero que ahora brillaba de la misma forma que lo hacia el caballo.
-¡Kuso, esto sí que arde!- gritó de dolor el castaño -¡Quema más que las llamas de Tannin-ossan!-.
Pero no se detuvo. La idea de detenerse no se le pasó por la cabeza. Ese era su último movimiento y tenía que salir bien. Y para asegurarse…
¡Explosión!
…tenía que usar todo su repertorio.
Por un momento, el castaño desapareció en un destello dorado. Inclusive los dioses, que habían sentido aquel aterrorizante poder que habia desplegado lo habían perdido por completo.
Los dioses, que permanecieron presionando sus armas uno contra otro por la impresión, habían levantado la vista al lugar en donde el castaño habia liberado la encarnación del caballo, pero siendo esta una encarnación solar que ahora trabajaba en conjunto a la armadura legendaria que el demonio portaba, le permitió al castaño moverse temporalmente a una velocidad cercana a la de la luz, por lo que Melkart no pudo hacer nada para evitar que impactara de lleno en su espalda.
Verethragna, por su parte gracias a su encarnación del ave logró identificar a tiempo la posición del castaño, pero solo eso, no pudo actuar debido a la sorpresa, a la incredulidad que lo invadió al ver como el pecho y torso de su rival se volvía rojo incandescente y como parecía querer expandirse en su dirección.
La piel se rompió al ritmo que aquella tonalidad ardiente se extendía por todo el cuerpo del gigante que junto a su apariencia "rocosa" daba la sensación de que se estaba fundiendo al instante. Lo siguiente que el persa vio fue el puño derecho de Issei, seguido del propio castaño, atravesando al gigante, emanando aquel atroz calor propio de su encarnación, la misma que habia confiado a ese joven. Buena parte de la armadura se veía dañada, con grietas y partes fundidas, su casco habia desaparecido por completo y la propia piel del castaño se veía quemada de gravedad, pero no vacilo ni un segundo.
Su puño golpeo los mazos cruzados, destrozándolos, golpeó sus propias espadas doradas, destrozándolas también, pero no lo golpeo a él, en su lugar, el castaño tenía preparado su puño izquierdo para eso.
Reconociendo que aquel dragón, el mismo que habia considerado débil y que no podrá darle un combate decente, lo habia atrapado con la guardia baja. El victorioso no pudo evitarlo, sonrió de satisfacción y miro a los ojos, que en ese momento eran de color jade, a aquel que lo habia derrotado, el primero en hacerlo.
-Bien jugado, Sekiryuutei- dijo con voz calmada.
-¡Ascalon!- rugió el demonio al tiempo que extendía su puño izquierdo, expulsando la sagrada hoja al tiempo que su puño golpeaba el tórax del dios persa, atravesándolo de lleno.
-Muy bien jugado- alcanzó a decir el dios antes de que una poderosa explosión solar se los tragara a los tres, generando un viento como no se habia visto en la pelea hasta ahora y un calor infernal.
-¡Issei!- gritó alarmada la rubia, cerrando los ojos por la explosión y usando por reflejo su escudo mágico.
Tras unos angustiosos instantes, la explosión cedió, y la rubia pudo observar estupefacta el formidable cráter que habia generado, reaccionando y apresurándose al él, esperando encontrar al castaño vivo.
(Lugar desconocido)
-Pensar, que esta pequeña cría de dragón podría darme aquello que tanto deseaba, la derrota- comentó con un tono de voz satisfecho el propio Verethragna, parado junto a Melkart y a un gigantesco dragón rojo de ojos jades, los tres observando la forma inconsciente y completamente sana del castaño que yacía frente a ellos.
Los tres estaban en un lugar que solo podía definirse como "etéreo", completamente blanco, no se distinguía nada, no se sentía nada, no se oía nada, era como si, además del suelo, solo existieran ellos.
-Debo admitirlo, dragón gales, tuviste un portador formidable- reconoció Melkart.
-Sí, puede que no fuera tan hábil o poderoso como él resto de mis portadores a su edad, y que ha degradado mucho mi nombre, pero sin lugar a dudas Hyodou Issei es el mejor de todos mis portadores hasta ahora- dijo Draig con cierto orgullo y melancolía.
-Jeje, no sé por qué dices eso, pero es una lástima, me hubiera gustado volver a enfrentarlo una vez que reviviera, pero con él muerto supongo que perderé mi oportunidad de una revancha- comentó el persa –¡siéntete feliz, Hyodou Issei, eres el primero en derrotarme y te mantendrás invicto en nuestra disputa!-.
-Ara, ¿a qué te refieres con eso?- comentó una dulce voz tras ellos, haciéndolos girarse, sorprendiéndose al mirar a la hermosa joven (aunque podría ser llamada niña por su aspecto) de cabellos lilas peinados en dos coletas laterales, lindos y brillantes ojos verdes vestida con un sencillo pero hermoso vestido blanco.
-¡Pandora!, ¡¿Qué haces aquí?!- exclamó sorprendido Melkart.
-Vengo por mi nuevo niño por supuesto-.
-¡¿Qué?!- exclamó Draig por los tres, estando todos igual de confundidos -¡pero me tenía a mí, y era un demonio!-.
-Correcto, un portador de un Longinus que fue reencarnado en demonio- aceptó la diosa avanzando al castaño inconsciente –pero se te olvida, de que apenas y tenía unos cuantos meses de reencarnar y de despertarte y que apenas hace dos meses habia usado por primera vez en [Balance Breaker], aunque le tomó otro más usarlo a voluntad, pero aun entonces aún estaba muy limitado, sumando que su desarrollo era mucho más lento que el resto de tus portadores y que su energía vital estaba muy mermada por entrar al [Juggernaut Drive]- explicó ella llegando hasta el castaño, arrodillándose junto a él y poniendo su cabeza en su regazo, mirándolo con ternura maternal.
-Pero, si sabe todo eso, ¿entonces por qué…?- siguió Draig antes de que la diosa lo interrumpiera.
-Vamos Draig, ¿no lo captaste? Apenas y habia entrado al mundo sobrenatural, su poder distaba mucho del de cualquier dios, con suerte se compararía a un dios menor débil, ni siquiera se acercaba al de un dios mediano, de los diez mil años que viven los demonios solo le quedaban cien por el [Juggernaut Drive], y su dominio sobre la [Booster Gear] no distaba mucho del de un novato, y pese a eso, logró derrotar, no a uno, si no a dos poderosos dioses en combate al mismo tiempo, y aun cuando sabía que podía morir, siguió adelante- explicó la diosa acariciando los cabellos castaños del chico –Todo eso es suficiente para que lo considere como mi querido hijo, el primero con una Longinus-.
Apenas terminó de explicarse, colocó una mano en la frente del castaño. Este empezó a revolverse y a quejarse del dolor.
-Hoho, ¿es doloroso?, ¡Sopórtalo, ese dolor es el precio por alcanzar la más alta de las cumbre!- dijo con cariño la diosa antes de hablar a los poderosos seres frente a ellos-¡Entonces, todos los presentes otorguen su bendición y su odio a este hijo mío!, ¡El séptimo Campione, poseedor del destino del joven rey demonio, por favor, otorguen las sagradas palabras de hechizo a este niño!-.
-¡Maldita seas bruja, tú y ese bastardo hijo tuyo que ha impedido mi gloriosa resurrección! ¡Juro que apenas ponga un pie en la tierra, lo primero que haré será enterrarlo inmediatamente!- rugió furioso Melkart.
-¡Muy bien, Hyodou Issei, yo te doy la bendición mía, tú, que has renacido como el nuevo rey asesino de dioses!, ¡Tú eres la primera y única persona que usurpa la autoridad mía, la autoridad del dios de la victoria!, ¡Vuélvete más fuerte que cualquier otra cosa! ¡Hasta el día que yo luche contra ti de nuevo, no te atrevas a perder ante nadie!-.
-Ja, jaja, ¡Jajajaja! ¡Nunca dejas de sorprenderme, compañero! ¡Con seguridad puedo decir, que no he tenido ni tendré mejor portador que tú!- exclamó extasiado Draig.
(Cerdeña, lugar del combate)
Erica observaba la inconsciente figura del castaño que usaba su regazo de almohada. Cuando habia llegado se habia espantado al verlo tan mal herido y que no respiraba, pero su temor se convirtió en asombro al ver como volvía a respirar y como las profundas heridas y quemaduras de primer grado empezaban a sanarse lentamente, permitiéndole comprender lo que pasaba pese a lo imposible que sonaba.
-un demonio reencarnado portador de una Longinus se ha vuelto un Campione, entre todos los que ha habido, no hay ninguno tan increíble como él- murmuró la rubia mirándolo con ternura y acariciando sus cabellos.
En ese momento, varios seres llegaron volando a gran velocidad. Ángeles, ángeles caídos y demonios por lo que sus respectivas alas decían. Destacando entre todos, estaban tres hasta el frente dela comitiva, cada uno con 12 alas de sus respectivas razas.
-¡Ise-kun!- exclamó alarmado Sirzechs bajando a toda velocidad seguido del arcángel Miguel y del cadre Azazel.
-Ustedes, ¿son aliados de Ise?- preguntó calmadamente Erica para la silenciosa sorpresa de ella misma. Esos tres eran poderosos, podía sentirlo, tanto como Melkart o inclusive más, inclusive tanto como Verethragna, y sin embargo, no temía ni se sentía nerviosa. Tal vez era porque Issei habia dicho que pidió refuerzos, o el hecho de que uno de ellos fuera un ángel. Aunque lo más probable, aunque ella misma no sabía el por qué, era por el recién nacido Campione en su regazo.
-¿Ise?- preguntó divertido Azazel antes de soltar una carcajada -¡jaja, ese chico lo ha vuelto a hacer!-.
-Ahora no Azazel- lo cortó Sirzechs antes de dirigirse a la rubia recuperando suporte elegante de siempre al ver que Issei parecía estar vivo–Lo somos, vinimos a lidiar con los dioses [Desencadenados] Melkart y Verethragna, ahora, dinos quien eres- ordenó con seriedad de tal forma que la mayoría se espantaría.
Pero eso no pasó con ella, que se mantenía tranquila mientras seguía acariciando los cabellos del castaño, pero alguien más habló antes de que ella pudiera siquiera abrí la boca
[Yo se los diré] habló Draig desde la mano izquierda de Issei [Esta chica es una hechicera de la orden de la [cruz de cobre negro], se llama Erica, y mi compañero derrotó a esos dos tipos, y se volvió un Campione] fue todo lo que dijo, pero se notaba el deleite en su voz, especialmente ante la incredulidad que se apodero del rostro de los tres líderes.
(Fin del flashback)
Silencio, eso era todo lo se escuchaba en la habitación. Los jóvenes demonios miraban incrédulos a las importantes eres frente a ellos y al castaño. Por su parte, todos los que estaban enterados se mantenían expectantes, esperando a que reaccionaran. La primera fue Sona.
-Déjame ver si entendí- empezó quitándose las gafas y masajeándose el puente de la nariz –fuiste a Italia con un poderoso grimorio que contenía un dios, te encontraste con una espadachina y hechicera y con una bruja, peleaste contra dos dioses, moriste al tiempo que los matabas y reviviste como un Campione, ¿me dejo algo?- pregunto de forma retorica tras volver a ponerse las gafas y mirar al castaño a los ojos.
-No- respondió Erica divertida.
-Bien, si fuera posible, ¿podrían explicar lo que pasó después?- volvió a preguntar la Sitri.
-Pues- empezó el castaño –cuando desperté me enteré de que estábamos en una sede de la orden de Erica, Oni-sama, Azazel-sensei y Miguel-san habían cubierto todo para que no se enteraran de lo que pasó y luego sellamos mis poderes de Campione hasta que fueran necesarios y luego regresé-.
-Se te olvida que te enfrentas de al rey de la espada, el Campione Salvatore Doni- le recordó Erica a su lado.
-No me recuerdes a ese maldito chico guapo obsesionado con las peleas y las espadas- mascullo enfadado Issei mientras hacia un berrinche con cascadas de lágrimas en los ojos -¿Por qué no dejo de atraer a malditos chicos guapos y obsesos de las peleas?- se lamentó.
-¡¿Peleaste contra otro Campione?!- preguntó sorprendida Rias quien al fin pudo reaccionar.
-Esa es una historia para otro día- cortó Sirzechs antes de girarse al castaño –por ahora, lo más importante es saber que [autoridad] robaste de Loki-.
El castaño asintió antes de levantar su brazo izquierdo.
[Booster Gear]
-Draig- indicó el castaño mirando su guantelete.
[Entendido. Ya termine de analizarlas. La autoridad que tomaste de Loki es una ilusoria, no siento que tenga condición ni límite de uso como las de Verethragna, pero si tiene contra golpe, como la de Melkart, si tuviera que darle un nombre, creo que sería [Fake Reality]]
-¿[Fake Reality]?- preguntó intrigado Azazel.
[Si, parece ser que es una habilidad en verdad fuerte de ilusión, al punto de que puede crear ilusiones reales por un tiempo]
-¿Ilusiones reales?- preguntó confundido el castaño al igual que algunos más como Saji y Asia, pero los que entendían de que iba todo lo miraron sorprendidos.
[Si, por ejemplo, podrías usar esa [autoridad] para hacer una ilusión de una simple taza, y solo sería la ilusión de una taza, pero si usaras todo tu poder sería una taza normal completamente tangible hasta que lo desactivaras. La contra seria que, mientras más grande y complejo sea la ilusión, y más tiempo la mantengas, más carga le darás a tu cerebro, en el peor de los casos podrías terminar inconsciente por un tiempo por sobre esfuerzo] explicó, ahora entendiendo todos.
-Increíble- murmuró Issei mirando su mano derecha.
[Ahora, las [Autoridades] de Sköll y Hati…]
-Espera, ¡¿Qué!?- exclamó alarmado Issei, y no era para menos, todos lo veían incrédulos, específicamente, a su brazo izquierdo donde Draig soltó una risa divertida antes de explicarse.
[Parece ser que tu segunda madre considero que era apropiado al ver que tenían una relación directa con Loki, aunque más que [autoridades] es [autoridad], y básicamente tienes nuevos compañeros que invocar como al jabalí]
-¿Puedo, invocarlos?-.
[Si, pero estos si tienen condiciones, es casi imposible que invoques a los dos a la vez, para invocar a Sköll tiene que ser de día o tienes que estar peleando contra algún dios solar, para Hati tiene que ser de noche o que pelees contra un dios lunar]
-¿Qué condiciones son esas?- se preguntó Issei extrañado.
-Ya veo- murmuró Erica a su lado antes de explicarlo –En el mito del Ragnarok, Hati perseguiría a la diosa lunar Máni y Sköll perseguiría a la diosa solar Sól-.
-Así que Ise no puede invocarlos a no ser de que un dios equivalente o el propio significado tras el dios este presente- completó Rias pensativa.
[Correcto, si tuviera que nombrarlo, lo llamaría [hunters of astros]]
-Hohoho- se rio Odín –sin lugar a dudas eres un mar de sorpresas- dijo mientras se levantaba –bien, la conferencia fue un éxito gracias a ti, Campione, y antes de partir, ¡daré una vuelta más por los bares de Japón!-.
-¡Jajaja!, ¡Sabia que dirías algo así!, ven, vamos una última vez viejo- exclamó contentó Azazel levantándose también y acompañarlo fuera –por cierto, luego revisare esas [Evil pieces], pero sospecho que es por liberar su condición de Campione- dijo despreocupadamente.
-¡Mi señor Odín, espéreme!- replicó la valkiria antes de que el dios la detuviera sin prestarle atención.
-Ya te dije que junto al mocoso de Azazel no hay necesidad de que me sigas- dijo saliendo de la casa y dejando a una deprimida valkiria atrás.
-¡Bien, aprovechando que estoy aquí, pasare tiempo con mi querida So-tan!- exclamó contenta Serafall levantándose de golpe y lanzándose sobre su apenada hermana menor, abrazándola -¡Tengo unos trajes de chicas mágicas que quiero usar con So-tan!-.
-Lo siento onee-sama tengo que irme- respondió rápidamente ella separándose de golpe y desapareciendo en un círculo mágico junto a todo su sequito.
-¡So-tan!- exclamó apurada la Maou desapareciendo en un círculo mágico también.
-Serafall es muy animada como siempre- comento suavemente Miguel mientras se ponía de pie –me gustaría quedarme, pero tengo asuntos que atender-.
-También yo, tengo que regresar al inframundo ya- dijo a su vez Sirzechs levantándose –Rias, Grayfia se quedara a explicar cualquier duda que tengas, ¿está bien?-.
-Sí, oni-sama- accedió la mencionada.
Dicho eso, ambos desaparecieron en círculos mágicos quedando solos.
-Adriana- llamó Erica recibiendo un asentimiento de la maid -¿ya avisaste a mi tío y trajiste mis cosas?-.
-Sí, empezare a desempacar en la habitación de Issei-sama- respondió la maid antes de retirarse.
-Espera, ¡¿Qué?!- exclamó alterada Rias, y no era la única, todas las chicas de su sequito e Irina estaban igual.
-¿Tiene algo de raro que me mude a la casa de mi amante y que duerma con él?- pregunto con inocencia fingida mientras se aferraba al castaño, que empezó a sudar nervioso al ver las furiosas miradas que le dirigían las chicas.
Fin del capítulo.
¡PUFF! ¡El capítulo más largo que eh escrito! ¿Cómo le hacen tipos como Boobie Loving Alien para escribir algo tan extenso? ¡Con razón se tardan tanto en actualizar!
Sin embargo, tengo que admitir que da satisfacción poder subir un capitulo así, espero les guste. Ya para terminar, respondamos review:
Light 11: Thanks, its good to know that you liked, and its true, the most of the crossovers are focused on Godou, and I like Godou, but for my idea I need Issei. I hope you can understand this, your review looks like it was translated by Google Translate, if is the case you can write your review in english, I am learning so i think I can answer you in your language, although I can be wrong, but this will work like practice.
DemianSparda: pues quería actualizar pronto, pero quería explicar todo en un capitulo para no dejarlos en las dudas, aunque siento que el final fue algo apresurado. En fin, espero lo disfrutaras.
Soul of Demon: gracias, me alegra que te gustara, y si, se viene lo feo con ambas novelas. Por cierto, les di un vistazo a tus retos, pero la verdad no creo que pueda hacerlos, no ahora al menos, y no conozco a nadie que pudiera, pero gracias por la oferta.
Yesuso17: Jeje, me alegra que te gustara, y aquí se explicó de todo. Si, Erica Vs Rias, aquí lloverá sangre, te lo puedo asegurar. Por ahora, Issei ya no es un demonio, pero no se le subirá a la cabeza lo de rey de reyes, quiero hacer que mantenga su esencia.
Kminari: espero que con esto ya no tengas dudas, igual y te respondí por PM, pero si tuvieras alguna más no dudes en preguntar.
Guest: Si y no solo de él, ¿Qué te pareció? Es bueno saber que te gusta, y la verdad adoro a Erica, así que te entiendo a la perfección, aunque mi favorita de DXD es Xenovia.
Miguelzero24: Gracias, te aseguro que me esforzare, espero te guste este también.
Neopercival: Jeje, espérate a que llegue a la escuela, ahí sí que se las verá negras. Disculpa la tardanza, en compensación, un capitulo el doble de largo.
Maestro della fiamma oscra: Gracias, me alegra que te gustara. Espero que aquí tus dudas se fueran por completo, aunque igual y te respondí por PM antes. Espero que este también te gustara.
Danxd1507: Jaja, me alegro saberlo, disculpa la tardanza pero en compensación es el doble que el anterior, disfrútalo.
Bien, es todo por hoy, a los que me siguen, a finales de mes debería de venir una actualización doble de Dead Zone y A new Legend, así que espérenlo con ansias. Lo malo que este fic probablemente se vuelva mensual, pero bueno, ¡nos vemos!
