Buenas, lo prometido es deuda y aquí les tengo el capítulo 8 (bastante tarde, pero bueno, el regreso a la uni me movió todo) con el combate que tanto esperaban.

Por cierto, si quieren comprender mejor las autoridades de Issei (especialmente [King of the Storm] y [Fake Reality]) les recomiendo darse una vuelta por mi perfil, hasta el final agregué un apartado para las explicaciones más detalladas de las autoridades y como funcionan.

En fin, ¿Listos? Pues en ese caso, (Modo Jag Duran = ON) cinturón de seguridad y, vamos para allá.

-Diálogos- / -Pensamientos- / -*Diálogos en otro idioma o por medios de comunicación*-

[Seres sellados en SG] / [Autoridades nombradas por la Booster Gear (BG)]

-Dioses, hechizos y canticos- / -Pensamientos de dioses, hechizos y canticos mentales]

(Lugares, momento) / (N/a: nota de autor)

Capítulo 8: Dragones y dioses.

-Una te ordena, dragón, entrega a una su serpiente-.

Esas fueron las palabras de la diosa [desencadenada] que había aparecido de la nada en el cielo, una diosa que tenía el aspecto de una inofensiva joven en crecimiento. Pero esta imagen no podía engañar a Issei ni a ninguno de los presentes, no cuando el poder divino se filtraba de ella en grandes cantidades, y los instintos del castaño, enfocados en combatir a deidades y seres a la altura de estos solo lo confirmaba.

Ella era una diosa poderosa, y muy peligrosa.

Nadie dijo nada, la mayoría estaban paralizados ante la súbita aparición, pero aquellos con un instinto de combate más desarrollado (Issei, los 4 magos con el título de [Great Knight], Kiba, Xenovia y Akeno) se mantenían tensos y listos, aun cuando los inundaba el miedo (salvo a Issei y en menor medida a Erica) y sabían que solo uno de ellos podía hacerle frente.

[Booster Gear]

En un destello rojo el guantelete legendario se manifestó, llamando la atención de la diosa.

[Pensar que una diosa de la tierra de tan bajo nivel se atrevería a darme órdenes, a mí y a mi portador]

-Ese guantelete, esta sensación... ¿el Welsh Dragon en un asesino de dioses?-.

[Correcto, y, sin embargo, te atreviste a ordenarnos, siendo que el único control que pudieras tener como diosa de la tierra sobre mi raza se limita a dragones menores que no estén bajo la autoridad de un Rey Dragón o superior, aprende tu lugar y actúa acorde a tal]

-Tonterías, una es la madre tierra, una es la serpiente alada, toda serpiente y dragón obedece a una-.

[Todos excepto los que tengan algo de orgullo]

-¿Te atreves a hablar así a una, Welsh Dragon?-.

[Agradece que estoy siendo educado, serpiente]

-…ya veo, una tendrá que enseñarte-.

[Veamos si puedes hacernos bostezar siquiera]

-Eh, ¿Draig? ¿de qué va esto?-.

[Simple socio, vamos a demostrarle a esta serpiente con sobredosis de autoestima una prueba de lo que es un VERDADERO dragón]

-¿Perdón?-.

-Prepárate, asesino de dioses- habló la diosa descendiendo al suelo, sus alas desvaneciéndose en oscuridad que rápidamente formó una magnifica hoz tan negra como el cielo nocturno que sujetó casualmente –una porta el título de Atenea, ahora, asesino de dioses, preséntate ante una-.

-¿Atenea?- preguntó confundido Issei, reconociendo el nombre.

Aun siendo un japonés nacido y educado en la fe sintoísta, conocía el nombre, no por nada la mitología griega era una de las más regadas a lo largo del mundo (siendo las otras dos (posiblemente al menos) la egipcia y la nórdica) gracias a todas las historias de ficción que la habían tomado como base. Era por eso que hasta él podía reconocer a la diosa de la sabiduría del panteón griego.

Saliendo de su estupor, finalmente fue capaz de comprender lo que la diosa había dicho –mi nombre es Hyoudou Issei-.

-Hyoudou Issei, que nombre tan raro, ¿es un nombre de oriente, no es así? Una lo recordará- afirmó ella antes de entrar en posición de batalla –ahora, empecemos, asesino de dioses-.

-¡Un momento!- le detuvo Issei alzando las manos –yo necesito, eh, ¡Preparar el campo de batalla!- inventó rápidamente.

Atenea lo miró fijamente por casi un minuto, antes de asentir, pero no relajó su postura.

-Draig, llama a Azazel-sensei por el enlace, tengo que consultar algo- Rápidamente se giró a sus amigos, específicamente al ángel presente –Irina, ¿sabes si Miguel-san está en el Vaticano?-.

-Ah, no, me comuniqué con él antes de salir de Japón y me dijo que estaría en el cielo por una semana-.

-Rayos- masculló antes de girarse a los tres [Great Knight] que se notaban nerviosos y confusos –empiecen con la evacuación de todos los humanos cercanos al monte de Palatino, trataré que la pelea no vaya más allá pero no puedo garantizar nada, si necesitan ayuda con eso acudan al Vaticano y pidan refuerzos, expliquen lo que pasa aquí y digan que Hyoudou Issei solicita su apoyo-.

Aunque confundidos, asintieron antes de salir apresuradamente del lugar.

Finalmente, el enlace con el líder de los caídos se estableció y pudieron conversar-*Issei, Draig me comentó que apareció un dios [desencadenado]*-.

-*Si, por eso quería hablar con usted, Azazel-sensei, es un dios del panteón griego y la alianza está tratando con ellos...*-.

-*Y como tú eres un importante aliado de la alianza sería problemático que lo mates de la nada, bien pensado, esto podría causar que los griegos dejen las negociaciones o inclusive que fueran a la guerra, dependiendo de que dios se trata y de si el dios verdadero está muerto o no*-.

El castaño asintió mientras devolvía su vista a Atenea que, si bien había dejado su posición de batalla y esperaba pacientemente, estaba completamente alerta, lo sentía.

El principal problema aquí era si la verdadera Atenea estaba viva o no, ya que los [desencadenados] eran la salvaguarda de los dioses. Era un poco complicado, pero tras una explicación de Azazel y el apoyo de Draig, Issei sabía en que consistía todo eso.

Cuando un dios moría era posible que volviera a la vida tras un tiempo, dependiendo de que tan adorado o conocido sea, pero siempre volverían como [desencadenados], aunque podrían volver a su forma original entinto pasaran por un ritual de [encadenamiento].

Así como el ritual [desencadenador] permitía que un dios normal pasara a ser un dios [desencadenado] al perder todo límite que no fuera su mito mismo, el ritual de [encadenamiento] era el método por el cual volvían a limitarlos, permitiéndoles regresar a sus formas originales de dioses.

Sin embargo, esos rituales eran bastante complejos ya que requería de tres puntos fundamentales:

El primero, el dios en cuestión debía estar muerto (lo que evitaba que, por decir un ejemplo, hubiera dos verdaderos Odín).

El segundo, el dios [desencadenado] debía de volver al reino del panteón al que perteneciera (en este caso, el olimpo).

Y el tercero y generalmente el más difícil de todos, el [desencadenado] debía pasar por el ritual por su propia voluntad.

Si cualquiera de estos puntos fallaba entonces el ritual no se completaría.

-*¿Y bien? ¿Qué dios es?*-.

-*Atenea*-.

-*...No sé si es buena o mala suerte*- suspiró antes de seguir -*lo bueno es que si conserva algo de su forma de ser, es una diosa con la que puedes llegar a un acuerdo, lo malo es que no puedes matarla*-.

-*¿Entonces la verdadera está...?*-.

-*Muerta, si, hace poco más de mil años hubo una revuelta en el olimpo, Ares [desencadenado] volvió a surgir y trataron de [encadenarlo], pero las cosas se salieron de control, terminaron perdiendo a Atenea y sellando al Ares [desencadenado] en el [cocito]*-.

(N/a: El cocito es el rio del Hades por donde el Caronte navega para llevar las almas de los muertos al inframundo, en el mundo de DXD es tomado como una prisión eterna hasta que el carcelero (Hades) decida liberarlo)

-*Entiendo, trataré de que no pase a mayores, pero avise al olimpo*-.

-*Estoy en eso, suerte*-.

Finalmente volvió a encarar a la diosa, que reaccionó.

-¿finalmente estás listo, asesino de dioses?-.

-Si, pero antes me gustaría saber, ¿Por qué quieres el [Gorgoneion]?-.

-¿Por qué, preguntas? Eso es simple, la antigua serpiente le pertenece a una, es parte del ser de una-.

-¿Parte de ti? Pensaba que el Gorgoneion tenia la faceta de Medusa…- murmuró confundido antes de mirar seriamente el grimorio en su mano izquierda –lo siento, pero aun si en verdad es tuya, no puedo entregártela-.

Dicho esto, un intenso brillo jade salió de la jema del [Booster Gear] obligando a la mayoría a desviar la vista, solo el Campione y la diosa pudieron ver como el grimorio era absorbido en el guantelete. Para cuando el brillo cesó, ya no había rastro del Gorgoneion.

-Hyoudou Issei, ¿debe una tomar esto como una declaración de guerra?-.

-…supongo que si, no te lo entregaré, pero prefiero evitar pelear, si fuera posible, ¿podrías renunciar al Gorgoneion y retirarte pacíficamente?-.

-¿Un hijo del tonto y la bruja buscando evitar una lucha con una? Eres un asesino de dioses raro, Hyoudou Issei-.

-Prefiero la paz a la guerra, ademas soy parte de la alianza de las tres facciones católicas que busca la paz entre las mitologías, y estamos tratando con el panteón griego, si peleamos las negociaciones terminarían y podría haber guerra, por eso, ¿podrías renunciar a pelear y volver al Olimpo?-.

-…ciertamente, un combate entre dioses y asesinos de dioses suele traer profunda pena a ambos bandos, y si lo que dices es cierto, un combate nuestro desatará peores cosas…-empezó, provocando que Issei sintiera esperanza –pero una no puede renunciar a su serpiente, ni tampoco puede volver al olimpo, donde el padre de una gobierna-.

Confundido ante lo último, Issei pasó por alto el hecho de que ella se estaba acercando, y que en respuesta, sus amigos retrocedían con miedo y preocupación.

-Es una lastima, Hyoudou Issei, eres un hombre muy pacifico y amable para ser un asesino de dioses o el portador del Welsh Dragon, sin embargo, sigues siendo un guerrero, y al pesar de una, un rey. Podrías haber surgido como un gran héroe y líder una vez ganaras experiencia, pero tristemente tal día no llegara, por favor, disculpa a una-.

Ahí fue cuando notó que ella estaba justo frente a él, que había rodeado su cuello con sus brazos y que estaba acercando su rostro al suyo.

[¡Compañero!]

[Balance Breaker]

Actuando por sus instintos y la voz de Draig, levantó rápidamente su armadura, por lo que Atenea besó la mascarilla que cubría su boca. La diosa reaccionó rápidamente alejándose de un salto y materializando su hoz de nuevo, tanto ella como Issei tomando posturas de combate.

-Una te subestimó, Hyoudou Issei, aunque te falta mucha experiencia como rey, una puede ver que tienes mucha experiencia como guerrero-.

-Si- respondió el conteniendo su molestia y tratando de pensar en como salir de esto sin condenar el mundo ni provocar una nueva guerra –tendré que derrotarte y hacer que vuelvas al olimpo-.

-Esa es una posible solución, pero la pregunta es, ¿podrás hacerlo?-.

-Lo haré- declaró mientras sus alas de dragón se expandían en su espalda. En respuesta, las alas de ave volvieron a surgir tras la diosa -¡Manténganse a cubierto!- indicó a sus amigos antes de salir disparado contra la diosa.

Issei trató de conectar un golpe frontal, pero Atenea golpeó el dorso de su puño con un extremo de su arma, desviándolo a un lado antes de girar hábilmente la hoz y tratar de cortar al castaño, solo para que este esquivara violentamente en el aire y se girara abriendo su mascarilla, lanzando un poderoso torrente de llamas.

Con un aleteo la diosa se alejó del camino del fuego y señaló a su oponente con una mano. Tras ella surgieron búhos y lechuzas prácticamente de la nada y cargaron de frente contra Issei prácticamente volviéndose ases de energía oscura, quien esquivó algunos antes de lanzar un Dragon-shoot destruyendo a varios, obligándola a retroceder de nuevo.

Mientras ambos peleaban en el aire, los jóvenes en tierra se apresuraban por los antiguos terrenos del monte, esquivando los torrentes de energía divina y dragoniaca que ambos lanzaban.

-¡No se detengan!- indicó Erica moviéndose con su magia de salto mientras llevaba a Yuri, con el resto siguiéndoles volando.

-¡¿Por qué nos vamos?! ¡Debemos ayudar a Issei!- exclamó Xenovia, con el resto asintiendo en concordancia, salvo las que comprendían más las existencias que eran los [desencadenados] (Erica, Yuri, Rossweisse).

-¡No tiene caso, ninguno de nosotros puede hacerle frente a Atenea!- negó la valquiria.

-¡Solo Ise puede, si permanecemos muy cerca solo le estorbaremos!-.

-¡Pero…!-.

-¡No nos iremos, solo tomamos distancia prudente!, ¡Observaremos desde un lugar seguro en caso de que Ise nos necesite!- explicó Erica mientras descendía a los pies del coliseo.

Todos aterrizaron junto a las humanas con la vista fija en ambos combatientes.

-Solo resta observar, estén listos para actuar si es necesario-.

(De regreso al combate)

-¡Es muy ágil!-.

Issei seguía con sus envites, pero la diosa lograba esquivar con facilidad cada uno de ellos antes de contraatacar, obligándolo a alejarse.

[No por nada es una diosa de la guerra compañero, tendremos que subir de nivel si quieres reducirla]

-Supongo que no queda de otra- masculló viendo que la velocidad de la diosa era superior a la suya -¡Aquellos que son malvados, y los que son fuertes, todos ellos me temen por que tengo alas! ¡Por que mis alas los castigaran por su maldad! ¡Y los que son malvados no podrán tocarme!-.

[Persian Warlord: Bird of Prey]

Atenea abrió los ojos desmesuradamente ante la vista de su oponente desapareciendo. Tomada por sorpresa, no pudo evitar el puño que se enterró en su abdomen, mandándola a tierra con ferocidad, generando un cráter al impacto.

Levantándose del cráter, la diosa enfocó a su enemigo, el cual estaba estoico frente a ella en el cielo, mirándola hacia abajo, cosa que en verdad la molestó.

-Lo pediré una vez más, por favor, retírate y regresa al olimpo-.

Sin embargo, ella no respondió con palabras, en su lugar alzó la mano en dirección al castaño y cientos de búhos y lechuzas hechos de oscuridad cargaron contra el campione que empezó a esquivarlos velozmente.

Aprovechando la distracción de las aves, Atenea voló sigilosamente sobre su veloz oponente con su hoz en lo alto, descendiéndola en un fluido movimiento.

Gracias a la encarnación del ave, Issei fue capaz de reaccionar al ataque, pero estando rodeado de cientos de aves no pudo moverse de su lugar.

[Sword]

Expulsando a Ascalon logró bloquear efectivamente la cuchilla que descendía contra él, pero eso lo distrajo lo suficiente para que un ave le impactara en la espalda, empujándolo de frente algunos metros. Apenas se estaba recuperando cuando un torrente de oscuridad pura lo empujó violentamente contra el suelo, destruyendo algunas construcciones en el monte.

-Kuso, eso dolió- masculló levantándose de entre los escombros.

[Socio, si no quieres matarla guarda a Ascalon, los dioses serpientes son débiles ante las armas Dragon Slayer]

-Entendido, pero, pensaba que pelearíamos contra Medusa, no contra Atenea- respondió mientras su espada volvía a desaparecer dentro del [Booster Gear] y el se elevaba, volando a toda velocidad contra Atenea con sus puños listos.

[Los llaman [desencadenados] por que no están sujetos a la lógica del mundo ni a la realidad, ni si quiera están sujetos a la forma de ser de sus contrapartes verdaderas, para que ella tenga propiedades de una diosa de la tierra quiere decir que hay algún mito de otra religión que hizo que fuera así]

Asintiendo al comprender lo dicho por su compañero, Issei siguió intentando golpear a la diosa, pero esta seguía esquivando con maestría sus ataques y limitaba sus movimientos con cientos de aves nocturnas que atacaban desde todas partes.

-¡Que molestas!- pensó frustrado mientras generaba un circulo mágico de fuego en cada mano -¡Igneøs Kjede!- exclamó mientras giraba, generando un enorme disco de intenso fuego en el aire que incineró a todas las aves.

Pero perdió de vista a Atenea.

-¿Dónde…?-.

Sin que pudiera reaccionar, Atenea surgió de una sombra en su espalda con una maza de combate con la cual lo golpeó en la espalda, nuevamente mandándolo a tierra adolorido.

Levantándose del pequeño cráter que había generado al caer, Issei levantó la vista, topándose con la vista de la diosa empuñando un magnifico arco negro apuntando una flecha en su dirección.

Atenea liberó la flecha que voló rauda contra él a una velocidad imposible. Esto no seria un problema ya que podía esquivar una sola flecha con facilidad gracias a la encarnación del ave. El problema era que a mitad de camino la flecha se dividió en decenas de proyectiles de oscuridad.

Maldiciendo, Issei usó su autoridad al máximo para esquivar todos los proyectiles que impactaron inmisericordemente en el terreno tras él, por lo que una muy extensa zona terminó devastada, como si múltiples bombas o granadas hubieran explotado ahí.

Pero no terminó ahí, otras tres flechas que volaban contra él se dividieron en el aire, y los proyectiles se habían mezclado con varias aves de energía que también volaban contra él…

-…Kuso- masculló antes de volar a toda velocidad, tratando de evitar todos los proyectiles que le seguían, pero Atenea seguía disparando flecha tras flecha, y cada saeta que esquivaba destruía cada vez más el campo de batalla -¿Qué hago?- pensó molesto, antes de que un intenso dolor en el pecho le hiciera desacelerar, había llegado al limite con el ave de caza.

Debido al dolor no fue capaz de esquivar los constantes ataques que iban contra él, por lo que recibió una gran cantidad de golpes en la espalda que explotaron violentamente, mandándolo a tierra una vez más con las aves y el resto de proyectiles siguiéndolo de cerca, bombardeándolo en tierra.

Cuando impactó el último proyectil Issei, en su armadura con fracturas por todas pates, alzó la vista para enfocar a la diosa, pero lo único que vio fue una lanza negra volando rauda contra él, directo a su pecho. Rodando por el suelo logró evitar sufrir una herida mortal, pero aun así aquella lanza conectó en su costado izquierdo, destruyendo la armadura y atravesando su carne.

Llevándose una mano a su herida, Issei hizo amago de levantarse, pero Atenea descendió ferozmente sobre él con su hoz en manos y clavó la cuchilla sin misericordia alguna en su mano izquierda, perforando la gema del guantelete.

-¡Agh!-.

-Por fin- comentó Atenea con su vista fija en la cuchilla perforando la gema, observando el intenso brillo que irradiaba, antes de extraer su arma, solo que no fue lo único, el Gorgoneion también salió de la gema y se mantuvo flotando a un par de centímetros del arma.

Desvaneciendo la hoz y tomando el grimorio entre sus manos, Atenea retrocedió un par de metros con una sonrisa en su rostro.

-Por fin eh recuperado la antigua serpiente, con esto una puede volver a ser la verdadera Atenea, la desafiante Atenea- continuó mientras alzaba en lo alto el grimorio y la oscuridad empezaba a arremolinarse en torno a ella.

Issei se irguió y trató de avanzar contra ella, pero los intensos torrentes de oscuridad y niebla que parecían tomar toda señal de vida de las plantas que les rodeaba le impedían acercarse por lo que solo pudo observar mientras reparaba la armadura para protegerse del miasma.

-Una canta el himno de las diosas de la trinidad. Conectado a los cielos, a la tierra y la oscuridad, reencarnación de la sabiduría

-Una canta la melodía de la diosa degradada. Nacida como reina aunque vista como la serpiente de la prohibición, en agravio de la reina.

-Una canta la balada de la diosa traumatizada. Deshonrada por su estimado padre, cayó a la humillación como madre.

-Una, llamada Atenea, hija de Zeus, patrona de Atenas, doncella eterna.

-¡En el pasado, era la madre tierra nutriendo a todas las cosas!

-¡En el pasado, era la amante oscura del inframundo!

-¡En el pasado, era la encarnación de la sabiduría celestial de la iluminada diosa!

-¡Una se compromete, Atenea pronto volverá a la Atenea original!-.

Rodeada por la oscuridad mientras entonaba ese himno, Atenea empezó a crecer, dejando atrás su inmaduro aspecto para tomar en su lugar el de una hermosa mujer joven que aparentaba 18 años con una figura algo modesta pero elegante. Sus ropas fueron reemplazadas por una inmaculada túnica blanca de antaño, con una tiara de hojas de laureles sobre sus blancos cabellos, un collar y unas pulseras de oro se veían en sus muñecas y cuello.

-Maldición- masculló Issei con su armadura reconstruida mientras despejaba con sus alas la niebla oscura que los rodeaba, su vista fija en el cielo donde, justamente encima de Atenea, un punto de oscuridad surgía y empezaba a expandirse por todo el firmamento a gran velocidad, parecía que la noche estaba reemplazando el día –ya tienes lo que querías, si te detienes ahora y vuelves al olimpo para que te regresen a la normalidad, no te atacaré-.

-Dices tonterías, Hyoudou Issei, finalmente eh recuperado la serpiente de una y eh vuelto a mi antiguo ser, antes de ir ante el padre de una y purificar este mundo con la oscuridad, me gustaría jugar un poco, así que sigamos con nuestro combate- respondió ella con soberbia.

-¡¿Consideras esto jugar?!- reclamó incrédulo – ¡todos ustedes son maniacos de las peleas! ¡Bien, si eso quieres, jugaré contigo, y después tendrás que volver pacíficamente al olimpo! ¡Todo pecador tiembla ante mi poder, ahora es el momento en el que obtengo la dureza de diez montañas, la fuerza de cien ríos y el poder de mil camellos! ¡Sobre mi poderoso ser, llevaré el símbolo del furioso camello!-.

[Persian Warlord: Camel]

Con un aleteo salió disparado contra la diosa, rápidamente se colocó frente a ella con su pie derecho en lo alto. Generando un escudo griego con la cara de medusa la diosa se apresuró a bloquear la poderosa patada que descendió contra ella, logrando protegerse, pero la fuerza la hizo arrastrar los pies en la tierra, generando una enorme y muy larga zanja.

Apareciendo una lanza en su mano derecha mientras sostenía el escudo con la izquierda, Atenea cargó contra Issei quien también se acercaba a ras de suelo. De pronto, ambos abrieron los ojos ante el feroz grito de sus instintos. Rápidamente ambos patearon el suelo, deteniéndose de golpe y retrocediendo varios metros en un instante, justo al tiempo que algo impactaba con una fuerza tremenda en medio de ambos y generaba una explosión de escombros y tierra en todas direcciones.

Cuando la tierra se asentó, pudieron ver una flecha clavada en el enorme cráter frente a ellos.

-Fufu, justo como pensaba, si había vuelto a aparecer aquí, sin lugar a dudas una serpiente tenia que haber surgido- habló una voz en el aire.

Ambos miraron en la dirección de donde vino, y se toparon con algo que no esperaban ver.

-…Odio, mi, suerte-.

[Esto ya es demasiado, hasta para ti]

Sobre ellos se erguía orgullosa la brillante imagen de un Pegaso blanco que brillaba con la intensidad del sol, apartando algo de la oscuridad que la presencia de Atenea generaba, pero lo verdaderamente alarmante era el jinete. Un apuesto hombre que aparentaba 20, de cabello rubio que casi llegaba a sus hombros, sus brillantes ojos azules estaban fijos en ambos y en su rostro se veía una sonrisa de superioridad.

Vestía un conjunto de armadura, túnica y capa blanca que parecía resplandecer con más intensidad que el propio Pegaso, y en su mano derecha llevaba un magnifico arco dorado, toda su imagen y su presencia gritaba "divino".

-Ya veo, así que fuiste invocado por la reunión de una y la antigua serpiente, ¿no es así, asesino de serpientes?-.

- ¡Correcto, ante el resurgimiento de mi ancestral enemigo, yo, Perseo, eh descendido para derrotar a la vil serpiente una vez más!- exclamó orgulloso el recién identificado dios –Aunque ha sido una sorpresa el también reunirme con el Dragón Gales, pero no cambia nada, ¡Yo los eliminaré a ambos, ya que ese es el propósito de mi ser!-.

-¿Draig?-.

[No te preocupes compañero, Perseo no es un dios propiamente dicho, más bien es un héroe que fue convertido en [desencadenado], a él si lo puedes matar]

-Al menos no tengo que contenerme con él también- pensó aliviado mientras tomaba de nuevo posición de combate, ya era mucho tener que enfrentar a una diosa sin poner en riesgo la vida de ella.

(Con el resto)

-¡¿Otro más?! Y se llamó a si mismo Perseo- exclamó sorprendida Erica –Issei si que atrae problemas…-.

-¿No deberíamos ayudarle?- preguntó Kiba con una espada en manos, listo para pelear al igual que el resto.

-No, aun no al menos, aun si peleamos todos no hay forma en que podamos ser un reto para cualquiera de esos dos, no de forma directa, debemos esperar un poco más-.

Aunque no les gustaba eso, todos asintieron mientras seguían observando lo que pasaba.

(De regreso a los combatientes)

Issei fue el primero en moverse, volando a gran velocidad contra Perseo, tratando de conectar una feroz patada, pero maniobrando sobre su montura logró esquivar el ataque antes de desmontar y aterrizar en la tierra, desapareciendo el arco y generando un sable con el cual desvió la lanza de Atenea y lanzó su propio ataque, que fue bloqueado por el escudo que esta cargaba.

Descendiendo, Issei lanzó un dragon-shoot. Atenea se alejó de un salto, pero Perseo solo encaró el ataque y lo partió a la mitad con su espada antes de dar un paso al costado, permitiendo que la patada de Issei pasara de largo sin tocarlo y en su lugar impactara en la tierra, mandado tierra y rocas en todas direcciones.

[Sword]

Expulsando una vez más a Ascalon Issei logró bloquear la espada que venia por su cuello, deteniendo los movimientos del dios por un momento por lo que pudo patearlo con fuerza en el abdomen, mandándolo hacia atrás varios metros y generando un camino de destrucción por donde cayó.

Agachándose, el castaño evitó la estocada de Atenea por un par de centímetros y rápidamente trató de contraatacar con una patada, pero su pie fue detenido nuevamente por el escudo. Resistiendo el feroz ataque Atenea logró mantenerse en su lugar, pero sus pies se hundieron en la tierra por eso.

Empujando al campione con el escudo se apresuró a bloquear la descendente espada que amenazaba con cortarlos a ambos. Su lanza fue reemplazada con una espada griega que usó para tratar de cortar a Perseo, pero este retrocedió un poco por lo que solo recibió un corte menor en el pecho.

Entrecerrando los ojos al ver esto y a Issei recuperándose de su empuje, Atenea apretó su agarre sobre sus armas –Parece que, una tendrá que subir el nivel- comentó mientras su poder divino aumentaba y se filtraba en la tierra que la rodeaba.

La tierra bajo ella se elevó y tomó forma, rápidamente generando una gigantesca serpiente de escamas oscuras con brillantes ojos rojos que siseaba ferozmente con su vista fija en los enemigos de su creadora. Bufando, la serpiente envió una onda de poder divino directo desde sus ojos y en respuesta el suelo frente a ella se petrificó al instante, propagando su efecto ante ambos guerreros que, si bien no se volvieron de piedra al instante, la petrificación avanzaba progresivamente por sus piernas.

-¡¿Qué rayos?!-.

[¡Es la faceta de Medusa! ¡Rápido socio, usa a Ascalon!]

-¡Entendido!-.

Rápidamente empuñó la espada sacra con ambas manos y la clavó con fuerza en el suelo frente a él, canalizando su poder mágico a través de la espada aumentando las propiedades Dragon Slayer que emanaban de esta, logrando neutralizar el efecto de la vista de la Gorgona en la zona inmediata suya y liberando sus piernas.

-Me decepciona que llegaras a pensar que algo como esto funcionaria en mí, Atenea, ¡¿en verdad creíste que el truco de una sucia serpiente de la tierra tendría algún efecto en un glorioso [acero] asesino de serpientes y dragones como yo?!-.

Aumentando su poder divino, la roca que cubría las piernas de Perseo se desmoronó en un instante.

-Pero, si has empezado a usar esos trucos, solo queda actuar acorde, ¿no lo crees?- apenas dijo esas palabras, el héroe griego desapareció de la vista de todos.

-¡¿Desapareció?!-.

[¡Se hizo invisible!]

-¿Invisible?-.

[Si no mal recuerdo, en su campaña contra Medusa Perseo adquirió varias herramientas para matar al monstruo, y uno era el [Casco de Hades] que volvía invisible al portador]

Justo en ese momento los instintos de combate potenciados por la experiencia y maestría de combate que otorgaba la encarnación del camello gritaron con fuerza.

Apresurándose, Issei retrocedió pateando el suelo, instantes antes de que el torso de su armadura fuera destruida y un doloroso corte (pese a que no era tan grave) apareciera en su pecho. Tratando de ubicar a su oponente mientras la armadura se regeneraba, notó como Atenea saltaba de la cabeza de su serpiente antes de que fuera partida a la mitad de la cabeza a la cola.

-Draig, ¿Cuáles eran las otras herramientas?- preguntó mirando todo el campo de batalla seriamente al igual que Atenea.

[Una bolsa para la cabeza de Medusa, la hoz de Hades para cortarla (que sospecho es esa espada curva que usa, cuando te cortó sentí propiedades Dragon Slayer), un escudo brillante como espejo y unas sandalias con alas similares a las del dios Hermes]

-¡Las sandalias, por eso no se escuchan o se ven sus pasos! Pero sin lugar a dudas puedo escucharlo volar- sentenció cerrando sus ojos y centrándose por completo en su oído.

Durante unos segundos estuvo totalmente quieto, tratando de diferenciar entre el sonido en el aire, hasta que se movió de golpe retrocediendo un paso, escuchando claramente el sonido de una espada cortar el aire frente a él.

-¡¿Qué?!-.

Sonriendo al escuchar la sorpresa en la voz de Perseo, Issei se apresuró a lanzar una feroz patada al torso, mandándolo a volar de espaldas. Rápidamente extendió sus alas de dragón y se apresuró a seguir al dios que apenas se recuperaba en el aire, pero antes de que lo alcanzara Atenea (con sus alas de búho expuestas) ya estaba sobre él, la espada y el escudo habían sido reemplazadas por la hoz que descendió rauda cortando el aire y tiñendo su hoja de color carmesí, sangre divina.

Instantes después Issei estaba sobre la diosa con su pie en lo alto. Rápidamente esta esquivó la patada descendente, pero ella no era el blanco, era Perseo que salió disparado a tierra, generando un cráter al impacto y levantando una cortina de tierra que permitió vislumbrar levemente la figura del dios.

[¡Apunta a la cabeza!]

-¡Por supuesto!-.

Rápidamente descendió sobre el dios que apenas se levantaba, deteniéndose a la altura de la cara, girando sobre si mismo, preparado para patearlo con fuerza. Viendo esto y comprendiendo sus intenciones, Atenea rápidamente usó su poder divino y a los pies de Perseo se generaron varias serpientes de tierra que se enredaron alrededor de sus pies y mordieron ferozmente.

Perseo no tuvo tiempo de gritar al sentir como los colmillos perforaban sus pies, pues la patada dio de lleno en su frente. Nuevamente salió volando de espaldas hasta estrellarse contra una construcción del monte, siendo completamente visible de nuevo, dejando tras de él los fragmentos de su casco mientras que las serpientes de Atenea despedazaban las sandalias.

Dando fin a la improvisada alianza, Atenea arremetió contra Issei con la hoz en lo alto, solo para ser bloqueada por Ascalon.

-Mmm, este nivel de maestría en combate, esa fuerza en las piernas, la velocidad que mostraste antes, no hay duda- comentó seria mientras mantenían la presión en sus armas –tu mataste a un semejante de una, al dios de la guerra y la victoria proveniente del oriente, Verethragna de Persia-.

-¡Lo sabe!-.

[No por nada es diosa de la sabiduría, compañero]

A lo lejos, los escombros bajo los que estaba enterrado Perseo salieron disparados en todas direcciones, permitiendo ver al héroe de pie, con un hilo de sangre bajando por su frente, cubierto de tierra y suciedad, su traje estaba dañado, especialmente en su espalda donde tenia un profundo corte que iba de su hombro derecho a su costado izquierdo, pero aun así, se mantenía en una postura orgullosa.

-¿Es así, tu poder viene del dios que personifica la victoria? ¡Que mala suerte tienes!- exclamó mientras un majestuoso brillo semejante a la luz del sol lo rodeaba -¡Avatar de la victoria que permanece al lado del sol brillantes, baja tu espada y póstrate ante mi!-.

En ese momento, la encarnación del camello fue desactivada de golpe, sorprendiendo a Issei.

-¿Eh?-.

Aprovechando su confusión Atenea lo empujó con fuerza, lanzándolo lejos antes de girarse, reemplazando la hoz por su arco y lanzando una flecha contra Perseo, quien reaccionó igual generando su arco dorado y neutralizando el proyectil con el propio.

Issei se estrelló contra un muro, haciéndolo temblar y agrietarse, casi rompiéndolo por completo -¡¿Qué rayos?!- masculló mientras se erguía, regresando a Ascalon al interior de la [Booster Gear] y enfocaba a los dioses -¡Oh grandioso toro que posees los cuernos de brillante oro, bríndame tu apoyo!-.

[Persian Warlord: Bull]

Rápidamente se inclinó al suelo y enterró con fuerza las manos, alzando dos enormes rocas que lanzó contra los dioses.

Estos reaccionaron disparando flechas contra las rocas, destruyéndolas.

-Esta fuerza, ¿la fuerza del toro, no?- preguntó curioso Perseo mientras veía a Issei acercándose con un enorme pilar en manos –pero, es inútil, ¡grandioso sol que te alzas en el este, dame el poder de comandar al victorioso!- exclamó, nuevamente brillando intensamente.

A mitad de su vuelo Issei perdió su titánica fuerza, por lo que soltó el pilar que cargaba.

-¿De nuevo?- musitó sintiendo su encarnación desactivada.

[No se como lo hace, pero está bloqueando las encarnaciones de Verethragna, es mejor que no las uses más hasta que sepamos como]

-Si- aceptó, notando como una andada de flechas que volaba contra él, se apresuró a esquivar mientras recitaba -¡Con mi brazo izquierdo, dirijo el viento, con mi brazo derecho, comando al trueno, y tú me temerás puesto que gobierno sobre el cielo!-.

[King of the Storm]

El ya extraño cielo que parecía luchar entre una oscuridad completa o la brillante luz del sol fue cubierto parcialmente con nubes de tormenta de las que pronto empezó a caer una lluvia torrencial mientras el viento se volvía más errático y se vislumbraban rayos en el cielo, los truenos resonando por todo el lugar, todo esto mientras los dos garrotes aparecían en las manos del Campione.

Usando a Yagarish Issei generó un feroz viento que desvió todas las flechas que volaban contra él, para luego descender a Ayamari, provocando que rayos descendieran contra ambos, Atenea volvió a generar su escudo para protegerse, y se veía muy molesta por el ataque, Perseo también reemplazó su arco por un escudo tan brillante que parecía un espejo, con el que bloqueó el rayo.

-Tú, ¿te atreves a atacar a una, con el mismo rayo que comanda el padre Zeus?- masculló molesta Atenea, generando de nuevo su espada y cargando contra Issei.

-No está mal, esto será mucho más divertido de lo que esperaba- comentó Perseo, imitándola.

En respuesta, Issei avanzó raudo, con Yagarish rodeado de feroces corrientes de viento y Ayamari desbordando electricidad.

(Con Erica y el resto)

-Él, ¿bloqueo [Persian Warlord]?- masculló incrédula Erica tras ver como su rey era lanzado hacia atrás y, posteriormente, forzado a soltar el enorme pilar.

-¿Cómo que lo bloqueó?- inquirió alarmada Rias, manifestando los pensamientos de todos.

-No lo sé, pero de alguna manera Perseo logró neutralizar el toro, y creo que también el camello, eso solo lo deja con 5 encarnaciones de Verethragna, pero no debe usarlas, podría bloquearlas también- explicaba antes de girarse a Yuri –necesitamos preparar la espada-.

-Entiendo- asintió mientras se estaba en seiza y empezaba a orar.

Pasaron los minutos mientras los estruendos del combate resonaban, el monte Palatino era destruido cada vez y en el cielo la oscuridad, el sol y las nubes de tormenta parecían pelear por la supremacía.

-Pero, ¿está bien confiar en la espada? Es decir, si puede bloquear todas las encarnaciones de Verethragna, la espada debería ser inútil también-.

-Está bien, la espada corta a través de la divinidad y de los mitos mismos, en tanto se use para cortar la autoridad que Perseo tenga sobre Verethragna todo estará bien- aseguró mientras todos seguían observando el combate.

-No funciona, no puedo ver nada- informó Yuri desalentada tras varios minutos meditando.

-Eso es malo, ¿si te acercas, crees que podrías ver algo?- ofreció Erica.

-Puede ser, mientras más cerca esté de los dioses la visión espiritual debería ser más accesible-.

-Entiendo, tendremos que arriesgarnos- decidió antes de enfocar a Rias, preguntándole con la mirada lo que haría, la diablesa asintió decidida antes de girarse a su sequito y a Irina que también se veían decididos.

–Nos enfocaremos en proteger a Yuri de los daños colaterales y los dioses, no interfieran en el combate si no es necesario, solo le estorbaríamos a Ise-.

-¡Si, buchou!-.

-Andando- indicó Erica cargando a Yuri justo antes de usar su magia de salto y acercarse rápidamente al epicentro del cataclismo con el resto volando cercas, esquivando escombros, rocas y algún rayo ocasional que salían disparados del constante choque entre los dioses y el rey.

Llegaron a la entrada de un pasillo subterráneo que, de alguna manera, había evitado colapsar pese a la cercanía al combate en cuestión. Rápidamente entraron, notando que todo el lugar temblaba violentamente ante los choques de los titanes en la superficie.

-¡Aseguren el lugar!- indicó Erica mientras rápidamente se dirigía a los pilares roca más cercanos y, usando su magia de alquimia, los volvía de acero puro.

-¡Protejan a Yuri-san!- Por su parte, Rias, Akeno y Rossweisse se apresuraron a usar hechizos de protección para resguardar el techo y los muros en lo que Erica terminaba con los pilares y procedía con el techo y las paredes, preparando un área "segura".

Al centro del perímetro que levantaban las usuarias de magia estaba Yuri nuevamente en seiza, meditando. Koneko, Xenovia, Irina y Kiba la flanqueaban siguiendo la orden de Rias, todos listos para neutralizar cualquier escombro que pudiera salir disparado contra ella, con Gasper y Asia cercas a ella listos para apoyar de ser necesario.

Los minutos pasaron y el lugar, pese a todas las preparaciones que habían hecho y a que Erica y el resto seguían reforzando el lugar con magia, todo el lugar se movía violentamente como si fuera un feroz terremoto.

De pronto una parte de los pasillos subterráneos que no habían reforzado se derrumbó en un instante, con un objeto estrellándose en aquel pasillo con tal fuerza que el lugar volvió a temblar. El polvo se asentó, dejando ver a Issei con su armadura destruida, lentamente poniéndose de pie mientras regeneraba la armadura y sus mazos llegaban volando a sus manos. Dobló las rodillas para salir de ahí de un impulso pero se detuvo al notar a sus amigos en el lugar.

-¡Chicos! ¡¿Qué hacen aquí?!-.

-Yuri está tratando de identificar lo que sea que Perseo usó para bloquear [Persian Warlord], nos acercamos para tratar de facilitar las cosas- respondió rápidamente Erica.

Antes de que pudieran continuar, un poderoso estruendo hizo temblar el lugar y más pasillos se derrumbaron, vislumbrándose entre el polvo y los escombros al héroe que se mantenía orgulloso con su espada y su escudo.

-¡Vamos, Welsh Dragon, esto apenas empieza!- exclamó emocionado antes de abrir un poco los ojos y girarse rápidamente para bloquear un embate de Atenea.

La diosa rápidamente se alejó al ver su ataque fallar, adentrándose un poco más en aquellas catacumbas en oscuridad.

En ese momento ambos dioses repararon en los jóvenes presentes.

-¿Los demonios de antes?- murmuró Atenea, demostrando que, aunque no les había dirigido la palabra, había reconocido las existencias que suponían.

-¿Demonios eh?, ¿son tus seguidores, Welsh Dragon?- preguntó curioso Perseo, mirando fijamente a las chicas presentes, dándoles mala espina –Pero, independientemente que sean demonios, siguen siendo doncellas, bien, ¡Acabaré con el dragón y rescataré a las doncellas!-.

-¿Recatarlas?- masculló Issei confundido, antes de sentir una onda de poder divino emanar del héroe.

Se tensó preparado para responder, pero el peligro no vino del frente, si no de sus espaldas. Girando rápidamente, se apresuró a usar a Ayamari para bloquear un feroz golpe de Rossweisse cargado con rayos y la fuerza titánica de los [Rook] que lo hizo retroceder varios metros arrastrando los pies.

-¡Rossweisse-sensei, espere!- pidió él pero la valquiria no respondió, en su lugar saltó contra él con los puños listos.

Issei saltó rápidamente esquivando un golpe que destruyó la tierra donde estaba parado. No alterándose por eso la semi diosa se apresuró a seguirlo fuera de los túneles, persiguiéndolo por el cielo mientras trataba de golpearlo.

-Bueno, mientras su propia seguidora lo acaba, ¿continuamos, diosa Atenea?- invitó el dios apuntando su espada a la diosa, antes de que ambos se lanzaran al combate, saliendo también ellos de los túneles y siguiendo con sus ataques en tierra.

-¡¿Qué le pasa?! ¡¿por qué me ataca?!- exclamó mientras esquivaba o bloqueaba todos sus golpes.

[Es Perseo, como dios aclamado tiene control sobre las masas, especialmente en las mujeres]

-¡¿En serio?! ¡Pero Rossweisse-sensei es una valquiria! ¡¿Puede inclusive controlar a una semi diosa?!-.

[Normalmente no, solo tendría control sobre diosas o semi diosas de la tierra tras vencerlas, pero las valquirias tenían la tarea de atender a los héroes caídos en combate, por eso, como héroe puede controlarla sin siquiera derrotarla pese a que es una semi diosa de la guerra, y no creo que sea la única]

En ese momento, de entre los túneles salieron volando el resto de los jóvenes, con Erica, Akeno, Rias y Koneko hasta el frente, todos listos para pelear.

-No- murmuró Issei con la vista fija en las espadas empuñadas, la magia circulando los brazos o los puños preparados –no de nuevo- su voz se notaba un poco rota –dijiste que, no me lastimarías- pensó con sus ojos fijos en Erica que se acercaba a gran velocidad con su espada en manos, y con algunos flashbacks de Reynare pasando rápidamente por su mente, ignoró todo, incluso a la valquiria a sus espaldas que alzó su puño, lista a golpearlo en la espalda.

[¡Compañero, atrás!]

Cuore di Leone!- exclamó Erica con su espada en lo alto, apuntando al cuello de Issei, o eso parecía hasta que la espada se transformó en un escudo rojo y negro.

Parpadeando ante eso, Issei observó como la rubia pasaba a su lado y se ponía a sus espaldas, bloqueando el golpe de la valquiria con toda su fuerza aumentada, logrando resistir el feroz ataque, pero la tierra bajo ella se cuarteó.

-¿E-Erica?- murmuró sorprendido, antes de que sus ojos se abrieran más al ver a Koneko ponerse frente a Rossweisse, tomarla de la muñeca y lanzarla a lo lejos.

-¡Rápido Akeno, contenla!-.

-¡Si, buchou!-.

Antes de que la valquiria se pusiera de pie, ambas diablesas se apresuraron a generar dos círculos de hechizo rojos, uno a las espaldas de la [Rook] y otro al frente, ambos fungiendo como muros, conteniéndola. Rápidamente Erica se acercó a la valquiria y lanzó su espada a sus pies.

Generando un circulo de alquimia bajo su espada, Erica se apresuró a transfigurarla en cadenas que surgieron de la tierra, pasaron sobre la valquiria y se volvieron a enterrar varias veces hasta que las cadenas cubrieron una buena parte del cuerpo de Rossweisse quien empezó a luchar con fuerza y magia.

-¡Yo me encargo de controlar su fuerza, ustedes traten de sellar su magia!- indicó Erica mientras se esforzaba en mantener las cadenas enteras, recibiendo un asentimiento de Rias y Akeno que empezaron a usar más magia.

-Chicas…- comentó sorprendido el campione, inconscientemente desvaneciendo el casco de su armadura.

-¡Issei-san!- girándose, notó a Asia volando hacia él con su [sacred gear] activado.

La ex monja se apresuró a rodear su cuello con sus manos y a besarlo, transfiriendo el efecto curativo a todo su cuerpo, y provocando que soltara las armas divinas por la sorpresa.

-¿Cómo te encuentras, Issei-san?- preguntó preocupada separándose un poco una vez que terminó de curarlo.

-Todas, ¿Cómo es que...?- peguntó sorprendido, mirando como Kiba bajaba a Yuri a tierra, con Xenovia, Irina y Gasper siguiéndolos de cerca.

Un estruendo a pocos metros llamó la atención de todos, resultando ser en los dos dioses que seguían peleando, aunque Perseo dirigió al grupo una mirada, bastante sorprendido al ver como se habían resistido a su encanto, antes de enfocar al castaño que seguía abrazado por Asia y reír.

-¡Ja ja, pero claro! ¡Desde tiempos inmemoriales, el amor ha sido uno de los más grandes poderes de todos! ¡No es de sorprender que mi encantamiento no funcionara!- exclamó con algo parecido a la satisfacción antes de volver a enfocarse en su combate contra Atenea.

-Amor- murmuró Issei tras escucharlo, un cálido sentimiento expandiéndose en su pecho mientras, de alguna forma, juntaba todas las piezas, una sonrisa abriéndose paso en su rostro.

-¿Issei-san?- volvió a preguntar confundida al escuchar eso.

De la nada, Issei volvió a besarla, provocando que ella abriera los ojos grandes y se sonrojara mucho. Separándose a los pocos segundos, le sonrió radiantemente antes de asentir.

-Gracias, Asia, estoy mucho mejor ahora- le aseguró antes de reformar el casco y separarse de la sorprendida y muda demonio.

Llamando sus mazos de regreso a él, cargó con renovado espíritu contra los dioses, tomándolos por sorpresa golpeó con toda la fuerza que pudo a Perseo con el izquierdo rodeado de feroces corrientes de aire, mandándolo como un torpedo contra una agrupación de construcciones, haciéndolo atravesar varios antes de que se detuviera incrustado en un pilar que se derrumbó sobre él.

Gracias a eso, Atenea logró reaccionar y bloqueó el garrote derecho con su escudo, pero las corrientes de electricidad que lo circulaban pasaron por su escudo, haciéndole apretar los dientes para contener los quejidos de dolor.

(Con el resto)

-¡Yuri, ¿Cómo vas?!- preguntó Erica mientras seguía usando magia para contener a la valquiria.

A pocos metros de ella la miko seguía orando sin responder, por lo que fue Xenovia la que habló por ella.

-¡Aun nada!-.

-¡Rayos!- masculló en respuesta mientras una grieta aparecía en uno de los eslabones de las cadenas, antes de que ella dirigiera su magia a repararlo, a su lado, Rias y Akeno seguían tratando de contener la magia de la cautiva y ambas empezaban a agotarse como lo indicaban sus respiraciones y el sudor en sus frentes -¡piensa Yuri, Perseo, hijo de Zeus, héroe legendario por la muerte de Medusa, el salvador de Andrómeda!-.

Repitiendo esas palabras una y otra vez en su mente, Yuri se empeño todo lo que pudo en su tarea actual, pero aun no lograba nada. Desalentada, abrió los ojos y observó el combate de proporciones legendarias que pasaba frente suyo, observando con detenimiento al joven rey enfrentar a ambos dioses sin retroceder pese a lo adversa que era la situación al tener su principal autoridad sellada, luchando arduamente por evitar la profecía de "La noche sin estrellas" y por protegerlos.

-No puedo dejar que pelee solo- pensó decidida antes de volver a orar una vez más, esta vez con mucha más fuerza y fervor que, milagrosamente, fue pronto recompensada como indicaban sus ahora brillantes ojos blancos –Aquel que comanda al victorioso y tiene poder sobre él, no puede ser otro que el hijo de Aditi, el patrón de los juramentos, la honestidad, la amistad y los encuentros, el asesino del demonio serpiente, representado por el sol, el gran Aditita y hermano de Varuna- instantes después se tambaleó un poco mientras se recuperaba de su estado de trance antes de exclamar -¡Erica-san, es Mitra, la faceta que controla a Verethragna es Mitra!-.

-¡¿Mitra?!- repitió está incrédula antes de apretar los dientes y volver a reforzar las cadenas, la fuerza de la valquiria era demasiada -¿Está es la fuerza de una semi diosa reencarnada en un demonio tipo [Rook]? ¿Es que está usando magia para aumentarla aun más? ¿O es que el mandato de Perseo hizo que pudiera usar todo su potencial?- pensaba frustrada con su magia gastándose cada vez más al igual que las dos diablesas que hacían tanto como podían por disminuir la magia de Rossweisse, chasqueó la lengua molesta antes de hablar -¡Yuri, en tus manos queda la tarea de brindarle a Ise la información necesaria para forjar la espada!-.

-¡¿E-eh? ¡¿Yo?!-.

-¡Solo tu tienes completo entendimiento de esa faceta y solo tu puedes hacerlo! ¡Ve!-.

-P-pero…- murmuró apenada con la mirada en el suelo.

Un estruendo resonó por todo el lugar y levantó ondas de aire que los sacudieron a todos. Issei había sido lanzado por el suelo por un golpe con el escudo de Atenea, y mientras se levantaba difícilmente con buena parte de la armadura destruida bloqueó por los pelos la espada de Perseo. Eso bastó para despejar todas las dudas de la miko.

-Kiba-san, Quarta-san, Shidou-san, por favor, llévenme con Issei-san- pidió con decisión.

-Claro, cuenta con nosotros- asintió el [Knight].

Rápidamente Xenovia e Irina la tomaron por los brazos y volaron hacia la batalla con Kiba al frente empuñando dos espadas sacro-demoniacas, no sin dificultades, las corrientes de viento eran tan feroces que casi eran empujados al horizonte, era una completa locura.

Finalmente llegaron a una zona relativamente intacta con algunas construcciones aun en pie pese a estar muy cercas de los combatientes donde el grupo descendió.

Rápidamente Irina generó aros de luz en sus manos, Xenovia convocó a Durandal y junto a Kiba rodearon a Yuri a modo de guardianes.

-¡Issei-san!- gritó a todo pulmón la miko, logrando de alguna manera ser escuchada por el campione que enfocó su mirada en ellos -¡Es posible usar la decima forma!-.

Asintiendo, Issei recitó –Yagarish el perseguidor, Ayamari el conductor, estos son mis enemigos, persíganlos sin descanso alguno- al instante, ambos garrotes salieron despedidos de sus manos, uno rodeado de feroces corrientes de aire y otro emanando ingentes cantidades de electricidad, atacando incesantemente a los dioses con una precisión sorprendente pese a que estos esquivaban todos los embates, pero Issei no había acabado aun –lastima que solo pueda llamar a uno ¡Acude a mi llamado, incansable perseguidor del todo brillante, ven ante mí y acaba con mis enemigos!-.

La tierra bajo él se elevó rápidamente, formando la inconfundible figura de Sköll que enfocó a los dioses, específicamente a Perseo.

-Distráelos- comandó.

Gruñendo ferozmente, el lobo cargó contra Perseo que logró esquivar por los pelos, pero no tuvo tiempo de contraatacar puesto que los garrotes seguían moviéndose tras él y Atenea y junto a Sköll no les dejaban nada de libertad.

Confiando en que eso le daría algo de tiempo, Issei se apresuró donde sus amigos, sorprendiéndose al ver que no había rastro de Erica, y que Yuri se veía extremadamente roja.

-¿Dónde está Erica?- preguntó confundido desapareciendo el casco.

-Sigue conteniendo a Rossweisse-sensei- respondió Kiba aun en guardia –esta vez será Yuri-san quien te ayudará-.

-¿Yuri-san?- repitió viendo a la miko cuyo rostro se volvió mucho más brillante.

Pese a eso, ella mantuvo el contacto visual, ya había tomado una decisión y no se echaría para atrás. En un impulso se lanzó contra Issei, rápidamente rodeando su cuello con sus brazos y juntó sus labios en un tímido beso.

Issei abrió los ojos como platos ante eso, sorprendido y un poco sonrojado. Se separaron un momento y pudo ver a Yuri, quien lo veía con pena y un poco de suplica.

-I-Issei-san, debemos sincronizar nuestros corazones para que funcione- habló con voz débil.

Aun algo aturdido asintió antes de que sus labios volvieran a unirse, y mientras el beso empezaba a profundizarse, la información empezó a invadir la mente de Issei.

-Por favor, Issei-san, mira lo que yo, observa todo lo que eh visto- pedía Yuri entregándose un poco más al beso y apretando su abrazo, en respuesta Issei la abrazó con firmeza y se inclinó un poco más.

Los tres guardianes hacían lo posible por no prestarles atención, pero solo Kiba lo lograba, Irina temblaba roja en su lugar, Xenovia se rindió a los pocos segundos y dirigió directamente su vista a ambos castaños con las mejillas algo rosas.

-…debo empezar a estudiar de mitos- comentó tras un rato llamando la atención de Irina.

-¿E-eh? ¿Qué quieres decir?-.

-Bueno, si yo conozco bien un mito, ¿podré ayudar a Issei a forjar la espada no? Justo como Erica y Yuri-.

-¡¿Pensabas en eso?!-.

-Claro, ¿tú no quisieras hacerlo?-.

-B-bueno…-.

Interrumpiendo la nerviosa respuesta del ángel ambos castaños finalmente se separaron. Issei miró agradecido a la miko, que aunque estaba muy apenada, sonrió contenta por ser de ayuda.

-Vuelvan con el resto y díganle a Erica que se prepare, necesitaré su ayuda- indicó antes de encarar a los dos dioses y regenerar su casco.

Asintiendo, se apresuraron a regresar con el resto mientras Issei observaba como Atenea logró partir a la mitad a Ayamari que se desvaneció en chispas de electricidad, provocándole un terrible dolor en el brazo derecho, como si justo se lo hubieran cortado.

Perseo por su parte bloqueó a Yagarish con su escudo de espejo que finalmente cedió y se destruyo en cientos de fragmentos, pero logró aprovechar la posición del garrote para atravesarlo con su espada con una estocada que Issei sintió en su brazo izquierdo. Sin embargo Sköll atacó en ese momento a Perseo, derribándolo y mordiéndolo con ferocidad en el hombro izquierdo, tirando ferozmente hasta que logró arrancar el brazo entero.

-¡Graaaah!- entre gritos de dolor Perseo logró lanzar con su brazo restante su espada que se enterró en uno de los ojos del lobo, llegando hasta su cerebro.

Con un aullido de dolor, Sköll se disolvió en rocas y tierra con la espada quedando clavada sobre una pila de tierra.

-Pensar, que una bestia de las entrañas de la tierra llegaría a herir a un acero como yo de tal manera- comentó Perseo observando un momento donde solía estar su brazo, antes de desestimar la herida, ponerse de pie y recuperar su espada, volviendo a ver a sus oponentes con su arma lista -fue muy interesante, rey demonio, pero esto está lejos de terminar-.

-No, el fin de esto ya está aquí- refutó con una sonrisa feroz bajo su yelmo ignorando el intenso dolor de sus brazos, podía sentir que tenia algunos músculos desgarrados por la destrucción de sus armas –como héroe legendario, ¿tu piensas que los dragones somos el mal, no?-.

-No es que lo piense, lo son, y es la razón de mí ser extinguir tal mal-.

-Lo siento, pero yo no opino igual, yo no soy el mal, ¡Yo soy el dragón de la justicia, el más fuerte y despiadado de los guardianes! ¡La espada que protege a los hombres y mujeres que son justos, me obedece a mí!- recitó con fuerza.

[Persian Warlord: Warrior]

Un resplandor dorado obligó a ambos dioses a desviar la vista, y antes de que se diera cuenta estaban en un mundo dorado con el cielo oscuro, con incontables espadas doradas flotando por el lugar o surgiendo del suelo, de hojas curvas y delgadas con guarda simple, eran Shamsir.

-Esto, ¿la espada de Verethragna?- reconoció algo alarmado Perseo.

-No es de sorprender que la reconozcas, puesto que solo hay un ser al que Verethragna obedecía, un dios con el que había desarrollado un pacto sagrado, y no es otro que el dios persa del sol Mitra, en otras palabras, tu, antes de que cruzaras a la Grecia antigua- habló con poder mientras empuñaba una Shamsir mucho más gruesa, y las que se encontraban flotando por el lugar se giraron y apuntaron a Perseo.

Por su parte, Atenea se mantuvo al margen, comprendiendo que ella no era el blanco de Issei y que Perseo estará demasiado ocupado lidiando con él como para que pudiera atacarla, por lo que decidió esperar, observando atentamente.

-Originario de Persia como un dios de la guerra cuya encarnación era el jabalí, lentamente fuiste volviéndote un dios del sol, de la verdad y de los pactos mientras que tu cada vez más olvidada faceta como dios de la guerra fue tomada por tu compañero jurado, Verethragna-.

Las espadas cortaron el aire a gran velocidad y avanzaron implacables contra su blanco, el cual no era otro que Perseo.

-¡Atiende a nuestro pacto y baja tu espada, Verethragna!- recitó rápidamente mientras volvía a emanar ese brillo semejante al sol y su espada se volvía incandescente, con gran maestría empezó a usar su espada para neutralizar todos los ataques que se dirigían contra él, aprovechándose de su autoridad sobre el victorioso para facilitarlo, pero estando gravemente herido y sin un brazo era solo cuestión de tiempo.

-Sin embargo, tu pasado como dios de la guerra no quedó enterrado del todo, puesto que varias veces fuiste tratado como el colérico dios del fuego Agni que servía a Indra, y tus legendarias acciones matando a serpientes y dragones te acompañaron aun cuando viajaste al poniente y te volviste Perseo- indiferente a esto, Issei siguió recitando, manteniendo el inmenso flujo de espadas mientras él mismo cargaba contra el héroe con una espada en manos.

Perseo lo vio venir y cargó él también, esquivando tantas espadas como podía pero estas empezaron a trazar cortes en sus ropas. Finalmente ambos estuvieron frente a frente y chocaron filos con destreza, y aunque se notaba que Perseo era infinitamente mejor como espadachín, la autoridad del guerrero le brindó a Issei un completo entendimiento del dios incluyendo su forma de combatir, por lo que podía defenderse apropiadamente.

-Fungiendo como juez en el puente de juicio junto a Rashnu y Sraosha, velaste por la verdad y procuraste que las almas de los fallecidos cruzaran según lo merecían y pese a tu origen como dios de la guerra, mostraste mucha más calma que tu hermano Varuna, razón por la cual él llegó a ser más adorado y reconocido que tu mismo-.

Los choques entre ambos seguían y seguían así como la lluvia de espadas que seguía a Perseo a donde quiera que fuera, y este se mostraba cada vez más torpe y débil.

-Y pese a todo esto y aunque en Grecia te volviste en aquel que llegó desde el este con el sol para asesinar a la Gorgona Medusa y al monstruo del abismo enviado por el furioso Poseidón, aun fuiste adorado como Mitra hasta los tiempos de los romanos, inclusive se te llegó a festejar en el solsticio de invierno, fecha que compartiste con el nacimiento del mesías, Jesucristo- ante la fuerza con la que ahora recitaba, las espadas rápidamente empezaron a girar en torno a ellos como un tornado dorado y aumentaron aun más su brillo, era el golpe final a Mitra -¡No eres el héroe legendario de la antigua Grecia, eres un dios heroico que se ha negado a ser olvidado y que como él sol ha surgido una y otra vez, de una forma u otra!-.

Terminando con esto, Issei cargó de frente lanzando un corte descendente que Perseo trató de bloquear, pero su espada fue incapaz de bloquear completamente el ataque por lo que recibió un profundo corte en el pecho, y al mismo tiempo, las espadas se cerraron sobre ambos, estallando todo en un resplandor dorado.

Cuando el brillo se apagó, los combatientes nuevamente estaban en el destruido monte de Palatino. Atenea se mantenía impasible a un lado, observando a Issei aun en posición de ataque con la opaca espada dorada en su mano, ocultando su cansancio tan bien como podía, y al herido Perseo que aun se mantenía en pie pese a estar encorvado, sosteniendo débilmente su espada con su brazo restante.

-Tch, cortaste mi pasado como Mitra, y lograste herirme a mí, Perseo, en verdad que eres un asesino de dioses problemático- masculló el héroe.

-Es hora de acabar contigo, asesino de serpientes, y después una podrá volver a su combate- sentenció Atenea tomando posición de combate, volviendo a generar su hoz.

-Je, no por estar herido seré una presa fácil, Atenea, después de todo, ¡¿Qué es más dramático que un héroe consiguiendo la victoria pese a que todo estuviera en su contra?!- exclamó mientras volvía a erguirse y afianzaba el agarre de su arma.

-Sobre eso- empezó Issei ignorando su condición, notando como Erica se acercaba rápidamente a sus espaldas seguida por el resto, incluyendo a Rossweisse quien había vuelto a la normalidad gracias al estado de Perseo -¡Oh mundo, escucha mi voz, escucha la orden del transformista, y realiza mi voluntad!-

[Fake Reality]

Ambos dioses se pusieron alertas ante eso, pero aun así apenas pudieron reaccionar a tiempo cuando cadenas y pilares surgieron de la tierra.

Esquivaron las cadenas que trataron de apresarlos y evitaron los golpes de los pilares que se desvanecían al instante de fallar.

-¡Gasper, trata de pararlos un momento!- exclamó Issei mientras mantenía la ilusión solida.

-¡S-si!- respondió el dhampiro mientras activaba su SG con tanta fuerza como podía, logrando frenar a los dioses por un corto periodo de tiempo, menos de un segundo, y aun así, eso bastó para que los pilares golpearan a ambos dioses, sacándolos de balance y facilitando que las cadenas los apresaran, cerrándose sobre sus extremidades y rodeando sus cuerpos.

Pero aun así, ambos luchaban con fiereza, tirando con fuerza de sus ataduras a tal punto que le estaba costando demasiado a Issei mantener las cadenas intactas.

-¡Chicos, ayúdenme a manteneros quietos por un momento!-.

Asintiendo, Rias, Akeno y Rossweisse se apresuraron a levantar los hechizos de restricción más poderosos que podían hacer en un intento de aligerar la carga del castaño. Erica también estaba por ayudar, pero su rey tenía otros planes.

-¡Erica, dame conocimientos de Medusa!-.

-¿Eh?- preguntó en duda esta, y no era la única, la mayoría (salvo las que estaban concentradas conteniendo a los dioses) lo miraron confundidos, especialmente por que prácticamente tenia a ambos dioses a subyugados y se suponía que no quería matar a Atenea.

Dicha diosa por el contrario, abrió los ojos como platos, como si hubiera comprendido lo que pensaba hacer, y empezó a luchar con mucho más ahínco.

-¡Apresúrate!- gritó apretando los dientes ante el feroz dolor de cabeza que esto le estaba provocando, retenerlos era demasiado, especialmente a Atenea que, además de estar mucho más intacta que Perseo, había empezado a emanar tanto miasma como podía en un intento de envenenarlos y facilitar su escape, a lo que él reaccionó generando una especie de barrera translucida que, con muchas dificultades, estaba logrando contenerla.

Dejando las dudas de lado, se lanzó sobre él uniendo sus bocas en un beso apasionado y empezó a transferirle rápidamente toda la información que podía sobre Medusa mientras él hacia todo lo posible por mantener su ilusión.

Los segundos pasaban y las múltiples barreras alrededor de los dioses mostraban grietas y fisuras por lo que el resto trató de ayudar como podían. Kiba liberó una onda de espadas alrededor de Atenea, tratando de usarlas como muros y limitaciones, Irina rodeó sus muñecas con aros de luz que luchaba por comandar a distancia y limitar sus brazos.

-Si voy al mar, seré un cadáver en el fondo, si voy a la montaña seré un cadáver en la grama- recitó Yuri con sus manos unidas, rodeada de un aura mágica jade que también rodeó a Atenea junto al brillo purpura generado por Gasper quien trataba de limitar tanto como podía los movimientos de Atenea con su [Forbidden Balor View].

-¡Haaaaaa!- expulsando una intensa aura divina, Atenea logró destruir finalmente todas sus ataduras enviando a todos a volar, solo Perseo que seguía sujeto por las cadenas, Issei y Erica lograron evitar ser empujados lejos.

Sin esperar un solo segundo se lanzó contra el campione con su hoz en lo alto, lista para cortarlos a ambos por la mitad.

[Boost]

[Boost]

[Transfer]

[Persian Warlord: Warrior Restructuring]

La hoz fue detenida de golpe por una espada ante la incrédula vista de la diosa, una espada dorada empuñada por Issei.

-Atenea, es la diosa de la guerra y la sabiduría, hija del dios Zeus y la diosa Metis- Empezó Issei dirigiendo su mirada a la sorprendida diosa, aunque solo la miró con un ojo, pues la carga mental había sido tal que su ojo derecho estaba sangrando, obligándole a mantenerle cerrado, él tenía su brazo izquierdo alrededor de la cintura de Erica quien estaba abrazada a su costado, teniendo una expresión de seguridad y seriedad en su rostro mientras le ayudaba a mantenerse erguido –sin embargo, tanto se han centrado en su padre Zeus, que se han olvidado de los orígenes de su madre, que no es otra que la tierra misma- continuó antes de empujar con su espada a la diosa.

La diosa derrapó un poco para frenar su avance, y solo ahí notó que nuevamente estaban en aquel campo divino repleto de espadas doradas (las que ahora tenían la forma de Xifos). Desde distintas partes los compañeros de Issei empezaron a alzarse, mirando con detenimiento lo que parcia ser el acto final del combate.

-Je, supongo que ahora es mi turno de observar- comentó Perseo apoyado contra una roca saliente.

-La abuela de Metis no fue otra que la propia Gaia, la diosa primordial que personifica a la tierra misma, quien junto al dios del cielo Uranos, engendraron a Oceanus, dios del océano representado por una serpiente, y a Tethys quien, como madre de los dioses, es relacionada con la diosa serpiente alada Tiamat, y por tanto, se puede declaran con total certeza que Metis era una diosa íntimamente relacionada con las serpientes y los dragones-.

Las espadas rápidamente apuntaron contra Atenea y salieron disparadas a toda velocidad. Apretando la quijada la diosa se vio obligada a generar enormes serpientes de roca y tierra, así como varios búhos de oscuridad para que la resguardaran mientras ella trataba de llegar donde Issei, pero ante aquellas espadas las serpientes rápidamente se volvían escombros grises y las aves desaparecían sin dejar rastro.

-Sin embargo, Metis perdió su relación con la serpiente durante la rebelión del dios Zeus, y el resto de su identidad como diosa de la sabiduría pasó a su hija Atenea, tras fabricarle una armadura completa dentro de las entrañas de su padre, todo por la codicia y el temor de Zeus que devoró a su primera esposa antes de que diera a luz-.

Atenea fue detenida de golpe cuando un torrente de espadas impactaron en la tierra frente a ella cuando estuvo a pocos metros del campione, y mientras retrocedía por los aires usó su hoz para desviar tantas espadas como podía.

-Por su parte, la relación con las serpientes que Metis había heredado pasó a la Gorgona alada Medusa, un ser considerado como un monstruo por los griegos, más no siempre fue así. La antigua serpiente fue originalmente adorada como una diosa benigna en Egipto, donde fue conocida como Uadyet, la "señora del cielo", la diosa serpiente que ostentó el puesto de diosa del sol antes de la llegada de Ra, representada como una mujer con dos cabezas de serpiente, o como una serpiente con cabeza de mujer, fue degradada a al monstruo conocido como medusa-.

Ante la interminable acometida de espadas, Atenea no tuvo más opción que rodearse con una poderosa barrera mágica que fue rápidamente asediada por las espadas doradas. Issei por su parte se separó de Erica y empezó a caminar hacia la diosa.

-Sin embargo, Uadyet siempre fue vista como la protectora de los faraones y su emblema, la cobra, fue usado como un símbolo para repeler el mal, ese fue el único vestigio benigno que Atenea pudo recuperar de su perdida faceta tras la muerte de Medusa a manos de Perseo en forma de la cabeza de la Gorgona, usándola en su escudo para sembrar temor en sus enemigos y pronto, la imagen de la cabeza de medusa en el escudo, conocido como el Gorgoneion, fue usado como amuleto para repeler el mal en toda Grecia, llegando inclusive a ser grabado en monedas-.

Issei llegó frente a la diosa, quien solo lo miró con furia mientras el alzaba su brazo derecho, y la espada dorada que él empuñaba se fundía, cubriendo su guantelete derecho.

-Fue así que, además de recuperar sus orígenes, Atenea logró una trinidad, conformada por la sabiduría de la mujer, el ave diosa de la muerte representada por los búhos, ¡y la serpiente madre de la tierra!- terminó cargando rápidamente contra la diosa, destruyendo su barrera con un golpe potenciado con su espada.

Atenea reaccionó y trató de cortarlo con su hoz, pero Issei pasó bajo la cuchilla y siguió hacia ella, y abriendo su mano la apuñaló al centro del pecho, atravesándola de lleno.

Aun sin reformar su casco, Issei miró seriamente a la estupefacta Atenea, con el Gorgoneion en su mano derecha.

Retrocediendo de un salto mientras el espacio de la espada desaparecía en un destello dorado, el campione llevó el grimorio a la gema de su guantelete izquierdo, nuevamente absorbiéndolo.

-Ese era tu plan, por eso querías la información de Medusa y no la de Atenea- comentó sorprendida Erica acercándose junto al resto, todos observando a Atenea quien había vuelto a su aspecto de niña y estaba sentada en el suelo con los brazos cruzados y un puchero de molestia bastante lindo, parecía una niña pequeña haciendo un berrinche.

Apropósito, estaba completamente desnuda, por lo que el agujero al centro de su pecho era perfectamente visible.

-Si, no puedo matarla por la alianza, pero tampoco podía dejarle el Gorgoneion- asintió mientras un brillo purpura rodeaba a la diosa, regenerando sus ropas modernas.

-Un resultado interesante, debo decir-.

Todos abrieron los ojos, recordando al otro dios presente quien permanecía de pie a unos metros de ellos, aun empuñando su espada.

-Pero eso no importa ya, ¡Vengan, mis mortales enemigos, terminemos con nuestro combate!- rugió emanando un intenso espíritu de lucha.

-¿e-es en serio? ¿Aun quiere pelear con esas heridas?- masculló preocupada Rias, y no era la única, todos se mantenían así, solo Erica mantenía cierta calma, además de Issei y Atenea que volvían a tensarse para el combate.

-Hey Issei, esto se ve entretenido, ¿te molesta si me uno?-.

Una voz calmada se escuchó con toda claridad y una figura llegó caminando con tranquilidad, acercándose a Perseo. Se trataba de un hombre joven, de unos 20 años, de cabello rubio y ojos azules vestido con unas sandalias negras, unas bermudas del mismo color y una camisa de botones azul marino completamente abierta dejando ver su torso trabajado. Llevaba además unas gafas de sol en la frente y un collar con un anillo.

Pero lo que más llamaba la atención era la enorme espada de dos manos que reclinaba en su hombro, y la ingente cantidad de magia que empezó a emitir.

-¡¿Doni?! ¡¿Qué haces aquí?!- exclamó sorprendido Issei.

-¡Hey Issei!, tiempo sin vernos, has subido varios niveles desde la ultima vez- saludó casualmente mientras veía el destruido lugar –pero bueno, escuché del Gorgoneion y de que habías decidido encargarte tu, pensé en pasar a saludarte pero resulto ser que estabas peleando, lo hiciste muy bien por cierto, me dan ganas de tener nuestra revancha, pero lidiemos con esto primero-.

Dicho esto se movió rápidamente contra Perseo, con su espada lista. El dios trató de bloquear con su espada, pero no sirvió de nada. La espada del campione la cortó como si fuera mantequilla y partió al dios a la mitad ante la estupefacta mirada de los demonios y el ángel.

-Es inútil, no hay nada que mi espada no pueda cortar- comentó tranquilamente mientras se erguía por completo, observando los restos del dios desaparecer frente a ellos antes de voltearse a ver y suspirar –como me lo imaginaba, nuestra madre no me dará nada si no soy el que pelea con el dios, pero tenia que intentarlo, podía obtener otra autoridad para mi espada-.

-¡¿Pero que hiciste?!- le reprendió Issei, ahí iba un dios del zoroastrismo.

[Mira el lado positivo, no lo mataste tú así que no debes preocuparte por la alianza]

-¿Eh? Bueno, tenia que intentarlo, es decir, una nueva autoridad de acero no estaría nada mal- respondió encogiéndose de hombros –pero no te preocupes, Atenea es toda tuya-.

-¡No voy a matarla!- gritó antes de girarse a Atenea –yo gané, ahora regresa al olimpo- le ordenó.

Tanto la diosa como el rey de Italia lo miraron sorprendidos por esto. ¿Un campione renunciando a una nueva autoridad?

-¿En verdad la dejaras ir?- cuestionó Doni con sorpresa, y su respuesta llegó a modo de una mirada seria –si, la dejaras ir, pero seria una lastima solo dejarla irse, además, ahora que renunciaste a matarla puede que si obtenga una autoridad de ella, bien, ¡Yo la mataré!-.

Atenea apenas empezaba a tensarse e invocaba su hoz, cuando un pilar de tierra salió contra Doni directo a su torso, pero el se cubrió con su espada justo a tiempo para evitar el mayor daño, pero aun así fue mandado a volar.

-¡Como si fuera a dejarte!- gritó el castaño reformando su casco, [Fake Reality] aun estaba activada, rápidamente se giró a Atenea y le indicó – ¡vete de una vez al olimpo!- antes de volar en dirección del idiota espadachín.

-Es un rey de verdad piadoso- reconoció Atenea antes de mirar a los jóvenes -¿ustedes son sus seguidores no? Díganle a Hyodou Issei que una se retirará, pero que esto no ha terminado, ajustaremos cuentas en un futuro-.

Estaba por marcharse, pero se detuvo un momento con su vista fija en una persona, una muy parecida a ella.

Koneko por su parte devolvió la mirada con algo de nerviosismo, pero ante las palabras que había dicho se logró mantener calmada.

Ambas mantuvieron una especie de concurso de miradas ante la nerviosa (o curiosa, en el caso de Erica y Rossweisse) mirada del resto, hasta que Atenea empezó a disolverse en varias águilas y se perdía en el horizonte.

(N/a: además de los búhos, Atenea esta relacionada con una especie de águila que surca los cielos del mar mediterráneo y zonas cercanas, llegando a tomar la forma de una durante el mito de la Odisea, sino me equivoco.)

Todos se permitieron un suspiro para relajarse, notando como dos personas más llegaban a toda velocidad.

-¿Lily?- reconoció Erica sorprendida cuando llegaron donde ellos.

-¡Erica! ¡¿Haz visto a Lord Salvatore?!- preguntó apurada.

-Si, hace unos momentos- respondió observan al hombre a su lado, era bastante alto, de unos 30 años aproximadamente, tenia cabellos negros peinados hacia atrás y ojos marrones ocultos tras unos lentes de semi montura con ojeras notables vestido con un traje formal –no esperaba verlo aquí, Andrea- el hombre meramente asintió.

-Disculpe, ¿quien es usted?- intervino Rias mirando al hombre.

-Claro, una disculpa por mi rudeza, soy Andrea Rivera, asistente y mano derecha del idio-Lord Salvatore- se presentó con voz estresada –ahora, ¿podrían decirme donde está mi señor?-.

-Pues…- empezó Erica solo para ser interrumpida por una enorme explosión solar a la distancia.

Todos se giraron al origen, trompándose con el Coliseo, convertido en un cráter humeante al rojo vivo.

-…creo que ya no hace falta- comentó Rivera con una mirada muerta antes de dirigirse al cráter a gran velocidad en compañía de los jóvenes.

(Instantes antes con los Campioni)

-Eso es nuevo- comentó tranquilamente Doni mientras volaba de espaldas, notando una enorme cantidad de estalagmitas volando contra él, con Issei tras ellas –¡no esta mal, Issei!- exclamó cortando todas las rocas.

-¡Dragon-shoot!-.

Ante el torrente de poder dragoniaco que se dirigía contra él, Doni se cubrió con su espada y aumentó su defensa, logrando resistir el ataque y cayendo a tierra, quedando de espaldas al Coliseo.

-¿Estas molesto? ¿Tanto te molestó que matara a tu presa?, aunque no puedo culparte, yo también me habría enojado- reconoció tranquilo.

-¡No me importa eso, solo no te dejaré tocar a Atenea!- exclamó descendiendo casi a nivel de tierra -¡El jabalí te destrozará, el jabalí te exterminará!-.

[Persian Warlord: Boar]

-¿Enserio?- preguntó sorprendido Doni mientras veía el enorme jabalí aparecer de la nada y cargar ferozmente contra él –me sorprende que lograras pelear contra ambos sin usar una de tus más fuertes cartas, si que has crecido- reconoció emocionado mientras tomaba posición con su espada -¡Hoy yo juro, que no permitiré que exista algo que no pueda cortar!- recitó y al instante su brazo derecho se volvió plateado y su espada empezó a brillar.

Cuando el jabalí estuvo frente a él, cortó ascendentemente con su espada, partiéndolo a la mitad, y mientras la bestia divina se desvanecía, Issei pasó entre las dos partes, con su puño derecho listo para golpear.

-¿De nuevo? El mismo truco no servirá dos veces- reprendió Doni rápidamente descendiendo su espada para cortar a Issei.

[Sword]

-¡No es el mismo truco!- masculló expulsando a Ascalon y usándola para desviar la espada de Doni para la sorpresa de este, por lo que pudo golpearlo al centro del pecho con toda la fuerza que le dio la encarnación del jabalí, mandándolo contra el Coliseo donde se estrello contra un muro exterior -¡Oh glorioso sol, para conquistar a todos mis enemigos y dispersar la oscuridad, otorga a mi grandioso ser un brillante corcel!-

[Persian Warlord: White Stallion]

-Tienes que estar bromeando, ¡lograste guardar ese ataque también!, ¡Ahora de verdad quiero tener la revancha!- aclamó emocionado pese a estar incrustado en el estadio de antaño, observando al hermoso caballo de flamas solares galopar contra él -¡Oh sangre del malvado dragón Fafnir, concédeme el destino de la invulnerabilidad!-.

El caballo impactó y generó una explosión solar que destruyó completamente el Coliseo.

-Ha, ha- jadeó el castaño bajando a tierra, arrodillándose completamente exhausto mientras su armadura se desvanecía por completo y sus alas volvían a ocultarse.

-¡Ise!- escuchando los gritos a sus espaldas, giró como pudo la cabeza para ver a sus amigos corriendo hacia él.

Rápidamente, Erica y Rias se pusieron junto a él, ayudándolo a apoyarse con Asia acercándose dispuesta a curarlo de nuevo.

-¡jajajajaja!, ¡genial, te volviste muy fuerte!- exclamó contento Doni saliendo tranquilamente del humeante cráter aparentemente intacto, las únicas marcas de daño eran las grietas de los cristales de sus gafas, las partes quemadas de su ropa y lo que parecían ser quemaduras solares graves –en verdad me gustaría tener ya nuestra revancha, pero eso ultimo fue todo lo que te quedaba, ¿verdad?, no seria divertido así, lo dejaremos para la próxima-.

-¡Como si quisiera pelear contigo, idiota!-.

-¿Sigues molesto por quitarte tu presa? Bueno, supongo que es normal- asintió pensativo antes de exclamar alegre -¡Ya se como compensarte, Liliana!-.

-Si, ¿Qué desea su majestad?- respondió al llamado confusa ante todo lo que estaba pasando.

-A partir de ahora tu amo es Issei, ¿entendido?-.

-¡¿Eh?!, ¿Q-qué quiere decir con eso, Lord Salvatore?-.

-Es simple, ya no eres mi caballero, eres el de él-.

-¡Pe-pero…!-.

-Así esta bien, te ayudé con lo de Voban por que te llevas bien con Issei, pero será problemático si llegan a creer que estoy interesándome en las mujeres, me mandarán tantas "amantes" que no tendré tiempo de pelear contra dioses- negó él.

-¡Eres un…!- gritó molesto Issei. Si antes no lo tragaba por ser apuesto y un maniaco de las peleas, ahora que rechazaba que le dieran UN HAREM verdaderamente lo odiaba.

-Mil gracias, Lord Salvatore, como mano derecha de mi rey, apreciamos que nos brinde un caballero de la talla de Liliana- intervino Erica pellizcando a Issei en su espalda, mandándole una rápida mirada que decía muy claramente "no rechazaras un sirviente de este nivel", logrando hacer que él asintiera.

-Perfecto- asintió contento Doni –entonces voy a…-.

-…Volver a la isla donde estaba- interrumpió Rivera poniendo su mano con firmeza en el hombro de Doni –ha vuelto a sufrir grandes heridas, debe descansar y recuperarse-.

-¿Eh? ¡Pero acabo de…!-.

-…ser gravemente herido, así que volverá a descansar por un mes a una isla lejos de todo- sentenció el hombre con una muy marcada vena en la sien antes de girarse e inclinarse ante Issei –con su permiso, su majestad, llevaré al idio-señor Salvatore a recuperarse, espero volver a verlo en el futuro-.

Dicho esto, se fue de ahí arrastrando a Doni que no paraba de quejarse.

-Esto, ¿siempre es así?- preguntó confundida Rias.

-Si, el señor Andrea es el mejor amigo de Lord Salvatore desde antes de que se volviera un rey de reyes- informó Liliana antes de girarse al castaño e inclinarse–a partir de ahora, estoy a su servició, Hyodou-sama-.

-Espera, ¿esto está bien?- intervino inseguro -¿no te causará problemas?-.

-No, dado que Lord Salvatore me o, ofreció como compensación por quitarle su presa, no causará ningún problema entre las organizaciones de magos en Europa- le calmó.

-Aun así, tendremos que lidiar con algunos inconvenientes, pero por ahora regresemos al hotel- intervino Erica mirando a su alrededor divertida –tendremos que olvidarnos de visitar del Coliseo ya que Issei es incapaz de contenerse-.

El resto, especialmente Issei, observaron nerviosos sus alrededores. Todo el monte de Palatino estaba destruido, y ni se diga del Coliseo.

-… Draig, ¿podrías volver a llamar a Azazel-sensei?... necesitamos ayuda con las reparaciones…-.

[Ya estoy en eso…]

Fin del capitulo.

¡Me lleva! Fue mucho más de lo que pensaba seria, espero les guste, fue muy problemático escribir tantos oponentes de peso en un solo capitulo, sufriré lo indecible cuando lleguemos a los arcos finales, pero por hoy, me doy por satisfecho.

Bueno pues, ¿Qué tal? ¿Alguien se esperaba la temprana aparición de Perseo?

Lo dudo, pero la verdad es que lo veía necesario, o más bien que era algo que tenia que pasar si quería que las cosas siguieran la lógica que plantee al inicio para este crossover.

En el canon surgió por una bestia divina tipo dragón que apareció cuando Doni cortó a la mitad un sello de la diosa Hera llamado Heraion que estaba bajo Nápoles (muy cerca de Roma además), el cual empezó a reaccionar después de que Atenea recuperara el Gorgoneion.

Pero el problema es que esta vez ella lo recuperó en Italia, no en Japón (por la diferencia de personalidades entre Issei y Godou más que nada), y eso me llevó a introducirlo junto a Atenea, es decir, ¿si apareció por una bestia divina de tipo dragón, como podría no aparecer si una diosa serpiente del calibre de Atenea surgiera en Italia? Más aun cuando justo peleaba con un dragón de la altura del Sekiryuutei.

¿Y Doni? Pues necesitaba algo para que Liliana se uniera al equipo de Issei y, con esto abarcando también el combate contra Perseo, esto fue lo mejor que se me ocurrió, especialmente por que en el canon fue Doni quien le dio el golpe final a Perseo sin recibir una autoridad, en las novelas ligeras no aparece Metis y decidí tomar ese rumbo, aunque Metis queda como una opción para algún relleno.

Como sea, ya con este capitulo siento que puedo tomarme las cosas con calma, así que ya no iremos recorriendo tan rápido los volúmenes de las novelas ligeras, inclusive los próximos capítulos serán de desarrollo para las relaciones aprovechando que estarán en Italia unos 5 días más antes de volver a Kuoh.

Pero bueno, ¡a los review!:

Horakthy baraq: gracias, tenia algunas dudas de si implementé bien el trauma de Issei ya que es algo delicado de usar, es bueno ver que no lo arruiné. Erica es mucho más atenta y experimentada en cuanto a leer a las personas, no por nada es muy buena en las negociaciones, para ella un trauma como ese resaltará como una luz en la oscuridad, pero Akeno si notó algo en el canon, notó que en ocasiones Issei las veía con miedo, solo que no comprendía por qué. Bueno, me atrasé una semana pero aquí está el combate con Atenea y la sorpresa que es Perseo, espero te guste. Y no solo Kuroka, también está Ena en la fila, esperando por llegar y complicar las cosas. Hasta la próxima.

Ronaldc v2: Si, el inicio del volumen 1, pero también la culminación de ese volumen y el 4, como dije, no todo seguirá el mismo orden ya que todo tiene consecuencias, y la diferencia entre las personalidades de Issei y Godou marcaran muchos cambios.

En las novelas de Campione! se deja en claro que Erica es una experta en cuanto a negociaciones y hacer relaciones, alguien con esa capacidad no podría ignorar un trauma como ese, y menos si la persona que lo tiene es alguien a quien ama. Después de este seguirán algunos capítulos de relax antes de introducir a Ena, y ya luego pasaremos al siguiente arco serio. En fin, espero disfrutaras del capitulo.

Leknyn: Jeje, una disculpa pero aquí esta el combate, y si pensé en que Erica les echara en cara el problema de Issei, pero al final decidí hacerla actuar con discreción. Espero el combate fuera de tu agrado, hasta la próxima.

carlos trujillo: gracias, es bueno ver que te guste, y claro, en Campione! Godou sufre cosas así (sus amigos llegaron a tratar de secuestrarlo cuando volvía a casa por la noche, pero tuvieron la mala suerte de que justo Liliana (y creo que Ena, no me acuerdo bien) estaba cerca y lo vio todo… pobres tontos), aquí, estando Kiryuu para echarle leña al fuego no podía ser de otra forma. Pero tu tranquilo, tengo algo pensado para todos ellos, Issei no los golpeará, pero ya veras lo que si hará, jeje.

soulalbarn18000: la verdad no pensaba poner el trauma de Issei, pero cuando escribí "primera novia" y mientras pensaba en cambiarlo a "primera esposa" recordé el trauma y pues, decidí implementarlo ya.

Te entiendo, es muy difícil encontrar buena información de los mitos y más de los que son poco regados en el mundo, no te imaginas lo difícil que es lograr información adecuada de Melkart y Verethragna, casi todo lo que encuentro sale directamente de Campione!, pero sigue siendo interesante. Por ejemplo con Atenea, aun con lo de la NL no entendía del todo como la habían relacionado con Medusa así que investigué a fondo sobre los antepasados de Atenea y busqué una diosa serpiente del norte de África y ¡Boom! Salió y surgió todo esto, la verdad estoy muy contento con la relación que le di a Atenea y Medusa, ¿tu que opinas?

¿A Satanas? ¿Bromeas? ¡Si por ellos fueran el fic seria sobre descubrimientos científicos, sobre una todo poderosa Rias o Sona o ni siquiera se escribiría! XD

Dejando de lado mi intento de broma de Sirzechs y compañía de lado, pues al final el regreso a clases me pasó factura y me tardé más de lo que esperaba, una disculpa, espero te gustara el capitulo, hasta luego.

miguelzero24: gracias, y claro que la seguiré, también Dead Zone pero ahí necesito un poco más de tiempo, pero puede que en algunos días la actualice.

Antifanboy: Tiempo sin verte, es bueno ver que aun te interesa este fic.

Claro que Rias mejorará ante la presencia de Erica, nunca pensé en reemplazar a nadie de DXD con personajes Campione!, si no impulsarlos, ya veras el crecimiento de Rias tanto en capacidad como [King] como en poder más adelante, especialmente cuando tengan que ir contra Sairaorg sin Issei en su sequito.

Pienso aprovechar todo lo que pueda de los mitos, especialmente por que ambas obras ofrecen mucho material por su cuenta, ya ni se diga en conjunto. Y Alec hará todo un caos en la historia, especialmente a partir del primer combate contra Grendel que es cuando se menciona por primera vez el [Sephiroth Graal]. Como comentario extra, no, nadie obtendrá autoridades ni se volverá campione por los dragones resucitados con el [Sephiroth Graal], considerando cuantas veces traen de regreso solo a Grendel seria demasiado si lo permito, pero ya tengo algo planeado para el primer encuentro con Grendel.

Con Vali, simplemente no veo que sea necesario volverlo un Campione para que logre estar en el top 10, además, si fuera un hibrido sin un nombre legendario a sus espaldas no tendría problemas en hacerlo uno (aunque terminaría perdiendo su lado demonio), pero siendo descendiente del Lucifer original, tiene una buena chance de volverse un Lucifer [desencadenado] siguiendo la lógica que me plantee cuando pensaba en este fic, pero si llego a pensar en una forma congruente de hacerlo uno puede que lo haga, pero momento solo tengo a un candidato a Campione de DXD.

ReyEvolution: Si, algunos olvidan el trauma por completo, otros le bajan la intensidad o el impacto haciendo más fuerte mentalmente a Issei (o el protagonista en los crossovers), otros la esquivan por completo (dando sentimientos y conciencia a Reynare para que no lo mate o haciendo al protagonista casi OP) y otros la toman de otra manera o la cambian por otra cosa (como Boobie Loving Alien en DDG), ahora mismo solo recuerdo un par de personas que tomaron el trauma y lo implementaron para un giro original, Bustercall con su fic "del odio al amor" (lastima que decidió no seguir su fic) y Asamiya Athena con "Lost Ragnarok" que afortunadamente fue actualizada hace poco.

Y si, Koneko y Atenea tendrán sus encuentros, no muchos, pero si tendrán los suyos, por hoy se limitó a este duelo de miradas. En fin, espero este capitulo también te guste, te veo en el próximo.

Uzumaki-san14: Bueno, con lo de Ophis la verdad es que si, y a la vez no. Explicación (algo larga):

En el canon de DXD Ophis es muy cercana a Issei, y la verdad no me sorprendería si se vuelve canon en los volúmenes que faltan, pero pese a esto no eh visto nada 100% concreto de eso, y la verdad ella ya estaría en los limites que marqué en cuanto a las parejas, así no la voy a poner en el harem principal, pero sin en el "extra".

El harem "extra" no será uno como tal, no permanecerán a su lado todo el tiempo como Rias o Erica, no tendrán una relación seria con Issei ni nada por el estilo. La relación entre ellas e Issei será mucho más ligera, casi se podría decir que solo serán roces y uno que otro momento o coqueteo, algo extra por así decirlo.

¿Quienes están en este harem? En este están las que se sienten atraídas por el prota de ambas sagas, pero que no avanzarían mucho con él por una u otra razón, al menos no en comparación a Rias, Erica, etc... De momento tengo pensado 3 miembros: Ophis, Luo Hao y Annie Charlton.

Ophis ya sabes la relación tan cercana que tiene con Issei. Luo Hao, en el canon quedó encantada con la forma de pelear de Godou y la actitud que toma en combate, y Annie Charlton lo respeta (le gusta) por su forma de ser (en algunas cosas que tiene en común con Issei de hecho). No pienso avanzar más allá de esto, aunque claro, esto depende por completo de las novelas originales.

No te preocupes, las preguntas son siempre bienvenidas, aunque si llego a pensar que la pregunta es sobre algo que arruinaría la sorpresa revelar antes de tiempo, ahí si pediré paciencia hasta que llegue el momento de mostrarlo, así sean en 10 capítulos.

Es bueno saber que te gusta la historia, espero que siga siendo de tu agrado en el futuro, hasta luego y disculpa por la tardanza en la respuesta.

En fin, cumplido todo, yo me retiro, hasta la próxima.