N/A Gracias a todos los que me leéis, si os gusta esta historia agradecería mucho leer vuestras opiniones en los comentarios.

Tras lavar la ropa y dejar que Juan la llevase al exterior para secarla ambos se sentaron de nuevo cara a cara en la mesa para empezar su partida de póquer, como ya era costumbre Juan barajó y repartió las cinco cartas de cada mano a ambos y se. . pusieron a jugar. Dalila miró sus cartas la jota de tréboles, tres de picas, nueve de tréboles, ocho de corazones y dos de picas, no era una buena mano, pero se jugaba poder investigar más sobre su situación y sobre cómo escapar de allí. Descartó el dos y el tres y la suerte apreció sonreírla cuando obtuvo la jota de diamantes, aunque una pareja tal vez no sería suficiente para ganar esa vez, Juan descartó una sola carta antes de que ambos mostraran sus cartas. Juan tenía una pareja de dosis, el de corazones y el de tréboles, por lo tanto la victoria era de la muchacha.

-Los niños...- empezó.- todos los que han desaparecido... ¿Los ha secuestrado él?-

-Sí, lleva haciendo décadas al parecer, este es el último pueblo que ha utilizado, pero por lo visto lo ha hecho en distintas comarcas.- Juan recogió las cartas, barajó repartió de nuevo.

Dalila echó un vistazo a sus opciones, no pintaba mal, una pareja de ases, un rey, la seis de corazones y la cuatro de tréboles, si tenía suerte podía ganar a Juan al coger cartas nuevas, descartó la seis y la cuatro y vio. como Juan descarta una carta; la seis y la cuatro fueron reemplazadas por la diez y la nueve de diamantes.

-Pareja de ases, dijo ella anunciando su resultado.- El zorro dejó sus cartas sobre la mesa, mostrando dobles parejas compuestas por las reinas de tréboles y diamantes y los ochos de picas y diamantes.

-¿Qué la ocurrió a tu madre?- dijo el zorro haciendo que la chica abriera los ojos, sorprendida.

-¿Mi madre?- dijo ella algo entristecida.

-Lo siento, no debería preguntar eso, es que en el pueblo...-

-Sé lo que dicen en el pueblo y la verdad es que sé lo mismo que vosotros, que murió cuando yo tenía dos años por un asalto que según los policías fue fruto de un robo que salió mal. El ladrón debió de asustarse al matar a mi madre por accidente porque lo curioso es que mi padre declaró que no faltaba nada en ninguna de las habitaciones cuando las criadas lo revisaron todo. El ladrón debió de asustarse y no se llevó nada.-

-¿Ya esta? Quiero decir, tu padre lleva siendo alcalde durante veinte años... se habría ganado algún enemigo, ¿no sospecharon de nadie?-

-No, nunca encontraron al culpable.- dijo mientras veía a Juan recoger las cartas y barajar de nuevo.

Repartieron cartas y comenzaron la tercera ronda que fue ganada nuevamente por el zorro con un trío de ases conformado por el as de diamantes, el de corazones y el de picas frente a dobles parejas de Dalila, con una pareja de reinas, la de diamantes y la de tréboles y los nueves de tréboles y de corazones.

-¿Estás prometida con alguien?-

-¿a qué viene esa pregunta?-

-No tengas mal perder, responde.- dijo el zorro sonriendo cuando notó la molestia de la joven.

-No, no estoy prometida. Mi padre quiere me marido, pero... no entiendo por qué tiene tanta prisa buscar, me casaré con quien yo ame, si es que encuentro al indicado, los matrimonios deben estar realizados por amor entre los contrayentes, no por intereses económicos y familiares. . -

-que bonito.-

-No seas sarcástico.-

-No soy sarcástico, en realidad me pareces muy valiente para ser tan joven.- admitió el zorro.- La verdad yo tampoco podría casarme con alguien a quien no amase, aunque fuese la mujer más rica y poderosa del mundo.- Dalila sonriendo, Parecía que Juan estaba haciendo honor a su apodo de "honrado" por una vez.

La ronda cuarta fue ganada rápidamente por Juan con una jugada sencilla de parejas frente a la falta de cartas de Dalila para hacer cualquier combinación posible.

-¿Te caigo bien?- dijo el zorro.

-Sí, la verdad, sé que eres un ladrón, un delincuente menor, pero eso no significa que seas mala persona. Te preocupaste por mí cuando ese hombre me hizo daño el otro día y te preocupas por mí al preguntarme, sigo sin entender por qué no deja la vida criminal, eres muy amable y educado, si dejaras de robar y encuentras un buen trabajo te iría mejor en la vida.-

-¿Y quién cree que me daría esa oportunidad? No sé si te has fijado, pero los animales antropomórficos como yo y los humanos no solemos hacer buenas migas.- Juan agrupó las cartas de nuevo en la baraja y se preparó para el último asalto, empezaba a alegrarse de hablar con ella, de que Alguien se preocupara por él, aunque fuera porque ella estaba secuestrada y simplemente no tenía a nadie más con quién hablar.

Una vez más ambos descartaron en el primer vistazo a sus cartas y después vieron sus resultados con la victoria final de Dalila con una pareja formada por el siete de diamantes y el de picas frente a la pareja de treses que el zorro había obtenido.

-¿alguna vez te has enamorado?- El zorro abrió los ojos con sorpresa ante la pregunta, un par de cartas escaparon de sus manos, pero las recogió antes de que cayesen al suelo y volvió a guardar las cartas nerviosamente, lo que hizo reír de forma dulce a Dalila, encontré su repentina torpeza adorable.

-¿A qué viene esa pregunta? -

-Tú me preguntaste por mis compromisos, me pareció lo justo.-

-La verdad no lo sé, he sentido cosas, pero... no sé si ella me correspondería.-

-¿Todavía no se lo ha preguntado?- se arriesgó a Cuestionar sin saber si obtendría respuesta.

-Somos muy diferentes... aunque aceptase, la gente no lo entendería... sería mejor que las cosas se mantuvieran como están.-un reloj de pared se escuchó en el piso principal.- Debe ser la hora de comer, te traeré algo enseñado.-

EL zorro cerró de nuevo con llave y una vez fuera se apoyó contra la madera de la puerta mientras se sujetaba con su mano derecha el lugar donde su corazón latía con fuerza a través de su pelaje, oprimiéndole el pecho y sintió sus mejillas calentarse con un agradable hormigueo.