Aquí está el capítulo 19. Continúa con la jornada laboral de Retsuko, Fenneko, Haida y Ookami.
Ya es medio día, y los trabajadores de la empresa se encuentran en el área de descanso preparándose para almorzar. Retsuko, Fenneko, Haida y Ookami estaban almorzando juntos en la misma mesa e incluso habían comprado refrescos de una máquina cercana. Afortunadamente nadie se les había acercado de nuevo a hacerles preguntas, por lo que en ese momento estaban bastante relajados por el tema, en su lugar todos sus conocidos cuando los volvieron allí solo los saludaban de manera normal, aunque se podía ver que querían decir algunas cosas más, pero sabían que sus empleos estarían en riesgo sin llegaban a mencionar alguna cosa de lo ocurrido el fin de semana.
"¿En serio no lo notaron?" preguntó Ookami. "Mi comunicador comenzó a parpadear desde que aparecieron, tuve que apagarlo sin que nadie se diera cuenta".
"No me había dado cuenta, yo apagué el mío cuando estaba en el vestidor para que nadie se diera cuenta en caso de que alguien comenzara a llamar" respondió Fenneko.
"El mío está en silencio y está en el bolsillo de mi pantalón" dijo Haida.
"Y mi comunicador está… Oh no" dijo Retsuko al ver su brazo y revisar por todas partes.
"¿Qué sucede?" preguntó la hiena.
"Olvide mi comunicador en casa. Me lo quite cuando iba a bañarme, y olvide ponérmelo de nuevo cuando me estaba vistiendo" respondió la panda roja.
"¡Qué! No puede ser" dijo la zorra fennec.
"Si, lo sé. Si mi madre o mi abuela lo encuentran será un problema, se enterarán de lo que sucede, y peor aún insistirá en acompañarme al trabajo todos los días" dijo Retsuko.
"Bueno, no todo está perdido, podrían llamar a casa y pedirle a Koka que lo busque y lo guarde hasta que ustedes regresen a casa" dijo Ookami.
"¡Oh, si es una buena idea!" dijo Retsuko tomando su teléfono.
Marcó al teléfono de la casa y espero a que alguien contestara. La primera llamada nadie contesto, supuso que nadie estaba cerca del teléfono. Volvió a marcar al teléfono y nadie contesto. Marcó una tercera vez y nadie contestaba. Retsuko comenzó a preocuparse. Conociendo a su madre, ella hubiera contestado a su primera llamada. Pensó entonces en llamar a los teléfonos celulares de su madre y su abuela. Pero al igual que con sus llamadas anteriores, ninguna fue respondida. Lo intentó varias veces, estaba a punto de rendirse hasta que una de sus llamadas finalmente fue contestada. Aparecieron en el teléfono la madre y la abuela de Retsuko.
"Hola, Retsuko, es extraño que llames a casa a estas horas del día" dijo la madre de Retsuko.
"Estuve tratando de llamarlos porque quería decirle algo a Koka, pero nadie contestaba las llamadas" dijo Retsuko.
"Oh, lo sentimos querida, es que los niños estaban tomando un pequeño descanso y salimos a comprar un helado. Pero dejamos nuestros teléfonos cargándose en la sala y por eso no escuchamos tus llamadas hasta que volvimos adentro" dijo la abuela de Retsuko.
En el ese momento en pantalla aparecieron Koka y Hana comiendo helados (los cuales eran de chocolate y vainilla respectivamente) y con ellos se encontraban sus dos amigos Izumi y Daisuke, quienes también estaban comiendo helado (que eran de fresa y limón respectivamente).
Izumi era una gacela de color marrón claro, con la sección del rostro y el interior de las orejas de color crema. Sus orejas caían por detrás de su cabeza. Y tenía la cola de una suricata. Vestía una camisa a botones de color blanco y encima un vestido sin mangas de color rojo, usaba calcetines de color blancos y zapatos de color rojo. Daisuke era un gato pallas de color crema con marcas grisáceas sobre la cabeza y en el rostro, y con marcas blancas ambos lados de la boca, sus orejas tenían la forma de las orejas de un panda rojo. Vestía una camisa manga corta de color blanca, pantalones azules y zapatos negros.
Izumi es hija de Komiya y Tsunoda, mientras que Daisuke es hijo de Manumaru y Resasuke. Ambos tenían seis años al igual que Koka y Hana, y son parte de su grupo de amigos, asisten a la misma escuela y están en el mismo grupo. Incluso todos se conocen desde que eran bebés y han sido amigos desde entonces. Aunque no había secretos entre ellos cuatro, en esta ocasión Koka y Hana si se vieron obligados a guardar el secreto de lo que ocurrió el fin de semana por el bien y la seguridad de Izumi y Daisuke.
"Madre, abuela. Me podrían poner al teléfono con Koka por favor, quiero decirle algo que se me olvidó decirle antes de venir a trabajar" dijo Retsuko.
"Por supuesto, pero no demoren, ya que cuando terminen de comerse el helado continuarán haciendo las tareas" dijo la madre de Retsuko para luego pasarle el teléfono a su nieto.
"Hola, Koka, podrías hacerme un favor, recuerdas ese "reloj" que conseguí el fin de semana, lo dejé accidentalmente en casa. No sé si podrías guardarlo en su caja hasta que yo regrese a casa para que no le pase nada" dijo Retsuko.
Koka sabía a qué se refería su madre, y se dirigió a la habitación de sus padres, tomó el comunicador, lo apagó y lo guardo en su bolsillo mientras seguía hablando con su madre. Afortunadamente su abuela y bisabuela no lo siguieron. Al menos se alegraba de que ellas si le dieran a él su propio espacio, cosa que no hacían con sus padres.
Regreso a la sala mientras seguía hablando por el celular "Bien mamá, ya lo guardé".
"Muchas gracias Koka, como premio cuando vuelva en lugar de traerte una porción de tu postre favorito, te llevaremos dos".
"¿De verdad? Muchas gracias mamá".
En ese momento la madre de Retsuko tomó el teléfono "Retsuko no creo que sea bueno darle tanto azúcar".
"Adiós mamá" dijo Retsuko y luego colgó el teléfono. No tenía ganas de escuchar otro de sus regaños en ese momento, luego lo guardó en el bolsillo de su uniforme. "Bien, todo está arreglado".
"Eso es un alivio. Creo que a veces puedes ser un poco despistada" dijo Fenneko.
"¿En serio lo crees?" preguntó la panda roja.
"Si, no recuerdas la vez que viniste al trabajo en sandalias" respondió la zorra fennec.
Retsuko se sonrojó al recordarlo y bajó la cabeza.
"Oh, vamos Fenneko, si se trata de hablar de cosas vergonzosas no me hagas recordarte las veces que te contradecías cuando decías que no te interesaba una cosa y luego quedabas adicta a eso" dijo Haida en defensa de su esposa.
"No lo recuerdo" dijo Fenneko.
"Oh, no lo recuerdas. Supongo que tampoco recuerdas la vez que dijiste una vez que si hipotéticamente llegabas a formar una relación con Ookami, no iba a durar ni una semana. Y mira ahora como están felizmente casados y con una hija. Veo que contradecirte es algo en lo que realmente eres buena" dijo la hiena.
Fenneko no respondió y solo desvió la mirada. Por el lado de Ookami no pudo disimular la risa. Él sabía que lo que dijo Fenneko años atrás antes de formar su relación, ya que ella se lo había confesado. Pero era gracioso pensar que si su esposa se contradijo con varias cosas que dibujo durante su tiempo trabajando en la empresa, no se quería imaginar en cuantas otras cosas se habrá contradicho en su vida antes de conocerla.
Los cuatro estaban tan absortos en la conversación que no notaron a tres personas acercándose a ellos, hasta que uno de ellos los saludo diciendo "Hola".
Cuando las dos parejas casadas se dieron la vuelta vieron a tres de sus nuevos compañeros de trabajo: Legoshi, Louis y Jack. Cada uno tenía una expresión diferente. El lobo gris tenían una mirada tímida y estaba encorvado; el ciervo rojo tenía una mirada sería y con los brazos cruzados sobre su pecho; mientras que perro labrador tenían una mirada amistosa y tenía los brazos metidos en los bolsillos de su pantalón. Al ver al lobo más de cerca Retsuko se intimidó un poco, ya que a diferencia de Ookami era más alto, más musculoso y con una mirada penetrante.
"Oh, hola" dijo la panda roja, la zorra fennec, la hiena y lobo rojo.
"Nos dijo el director Ton que ustedes serían quienes nos guiarían en nuestro trabajo durante los primeros días de nosotros aquí trabajando" dijo Louis.
"Así que vinimos para conocerlos personalmente" dijo Jack.
Legoshi, quería decir algo más, pero al final decidió quedarse callado.
"Bueno, es un gusto conocerlos" dijo Ookami.
"¿Les gustaría sentarse con nosotros?" preguntó Haida.
"Oh, sí. Muchas gracias" respondió Jack mientras se sentaba con Legoshi y Louis.
Las dos parejas casadas se presentaron con sus compañeros de trabajo. Recordando lo que les dijo Ookami, querían hablarles sobre si habían sido transportados a esa ciudad por una misteriosa luz de color blanca, pero había dos problemas con eso. Por un lado, faltaban cuatro de sus nuevos compañeros de trabajo que de seguro también llegaron allí de la misma manera; y por otro lado, el área de descanso estaba un poco llena con otros trabajadores que era mejor que no se enteraran de lo que ocurría para que no entraran en pánico.
…
Mientras tanto en otra parte de la ciudad se encontraban Nick, Judy, Jack y Finnick con los niños Nicole y Jerry. Como Sonic les había dicho el día anterior que tomaran los días posteriores para descansar y que ellos los llamarían en caso de que algo importante fuera a suceder, habían aprovechado para dar un paseo por la ciudad y ver varios sitios turísticos del lugar que Jack quería que conocieran. Había un lugar el cual el conejo rayado había visitado la vez anterior que estuvo en ese país y que de seguro a sus acompañantes les gustaría ir también.
Cuando llegaron al centro de la ciudad se encontraron con una torre gigantesca de color roja que parecía ser más alta que el resto de los edificios de la ciudad, incluso más alta que los edificios de Zootopia que ellos estaban acostumbrados a ver todos los días. Pero los más sorprendidos eran Nicole y Jerry, que si no fueran porque estaban tomados de las manos de Judy hubieran salido corriendo para entrar más rápido a la torre.
"Veo que los niños están emocionados por ir a la torre" dijo Finnick mientras dejaba escapar una risa.
"Bueno, no me sorprende. No todos los días pueden ir a un lugar como ese" dijo Jack para luego tomar a su hijo Jerry y cargarlo sobre sus hombros.
"De seguro será un momento inolvidable para ellos cuando estén allá arriba" dijo Nick tomando a su hija Nicole y cargándola también sobre sus hombros.
"Yo no lo dudó ni un poco" dijo Judy dando una pequeña sonrisa.
"Bueno, que es estamos esperando, vamos para allá" dijo Finnick pareciendo el guía del grupo.
El grupo llegó al edificio que se encontraba en la parte inferior de la torre en donde se encontraba el ascensor que los llevaría al mirador de la torre. No eran los únicos que iban a entrar, ya que junto a ellos había varias personas que al parecer al igual que ellos eran turistas que venían a visitar la torre al igual que ellos. No era una sorpresa para Jack, ya que la torre era uno de los lugares más reconocibles del país, e incluso en su visita anterior pudo ver la misma cantidad de turistas que estaban ahora esperando a subir la torre.
Mientras entraban al elevador se toparon con dos chicas que a diferencia de los demás parecían ser de esa ciudad, debido a las vestimentas que usaban. Una era una coneja de color blanca, la cual en estatura era del mismo tamaño que Judy, ligeramente más baja que Jack y más alta que Finnick. Justo a ella había una loba de color marrón cuyo hocico y parte delantera del cuello eran de color crema, y en estatura era más alta que Nick, a pesar de ser notoriamente más joven que él.
Justo en eso momentos notaron algo extraño y cuando vieron sus comunicadores estos estaban parpadeando. Eso quería decir que alguien que estaba en ese elevador había llegado a la ciudad por medio del control caos, pero se preguntaban cuál de todos eran.
Bueno, este capítulo termina aquí. Bueno, ya se pueden imaginar quiénes son esos personajes que acaban de aparecer. En el próximo capítulo tendrán más participación.
