Disclaimers: Harry Potter, los personajes, los nombres y los signos relacionados son marcas comerciales de Warner Bros. Entertainment Inc., los derechos de autor de la historia "Harry Potter", pertenecen a J.K. Rowling; por lo tanto, son usados sin intención de lucro alguno, la historia paralela, al igual que los personajes originales, me pertenece en su totalidad, y no pueden usarse sin mi autorización, cualquier tipo de adaptación de esta historia está prohibida.

Hola, ojalá sea de su agrado la historia.


La pregunta lo tomó desprevenido, así que le costó un momento volver a ponerse al corriente del tema, pero la sola imagen de James y Alex de esa manera, aunque solo fuese sexual, le incomodaba demasiado.

—Dudaría de la sexualidad de Alex, pero jamás de la de James.

—Pareciera que eso te decepcionara un poco –sonrió Kaplan.

— ¡Por supuesto que no! –Gruñó.

—Como sea –cortó Kaplan –volviendo al asunto principal, necesito que te hagas su amigo, su íntimo amigo, haz lo que sea necesario para que eso pase.

— ¿Qué es lo que quieres? –Preguntó Scorpius.

—Quiero todos sus contactos afuera, quién y quién le pasa información, quién trabaja para él, dentro y fuera de Azkaban.

—No comprendo nada.

—Pues no necesitas entenderlo –soltó incómodo –solo quiero una lista detallada, nombres, puestos, todo.

—Los nuevos reos, ¿son parte de esto? –Preguntó.

—No puedes saber eso –se puso de pie –nos veremos después, veré que puedo encontrar a tu favor, tu padre y abuelo se han negado a hablar conmigo al respecto, necesitaré testigos, amigos, algo.

—De acuerdo –siguió el ritmo de la mentira, aunque los guardias los ignoraron por completo.

Scorpius no quería regresar por temor a que cumplieran con la amenaza, si no era ese guardia, alguno de los otros, al parecer, muchos ahí tenían esas tendencias raras, su corazón se agitó cuando levantó la vista del suelo y se topó con el castaño esperando por él, recargado en uno de los muros, con un cigarrillo en los labios, cosa que no pasó por alto el rubio, lo atractivo que eso le pareció.

—Visitas, según tengo entendido, es la segunda vez que te visitan.

—Ah, sí –soltó nervioso.

—Dime lo que me ocultas –soltó en un tono duro.

—No te estoy ocultando nada –rebatió, pero aún más nervioso.

James avanzó hasta él, bastante serio, pero la forma lenta en que avanzó era como una danza sensual, sus movimientos calmados, era como si buscara seducirlo, para sacar información.

—Entonces, ¿por qué rayos estás nervioso? –Cuestionó.

—No lo estoy –tragó saliva.

La mano amplia de James se colocó en el pecho del rubio y lo empujó con fuerza bruta contra la barda, acercándose a él para amenazarlo, pero la cercanía mareo a Scorpius, sintió como sus dedos se enroscaban en su cuello, y el contacto provocó una chispa en el interior del rubio que no pudo controlar, su aliento a cigarrillo también le pareció atractivo.

—Tu padre y tu abuelo no mostraron interés alguno en sacarte desde el inicio, ¿por qué ahora? –Cuestionó.

—E-Estás muy cerca –le informó.

—Dime, ¿quién te está visitando en realidad?

—Mi abogado –respondió nervioso –estás muy cerca, si quieres intimidarme, no es necesario todo esto, incluso al otro lado del edificio lo lograrías.

— ¿Quién paga tu abogado?

—El gobierno británico –soltó con una risa tonta –obviamente la familia de mi madre –sujetó la mano de James, pero no hizo nada para que lo soltara –mi tía Daphne está pagando al abogado.

—No te creo.

—Comprendo que te sea complicado confiar en un lugar así, pero soy el único hijo que su hermana tuvo, lo único que le queda de ella, porque… si estás tan informado, ¿sabes que mi madre murió cuando cumplí los trece, verdad?

—No me interesas tanto, Malfoy –informó, sin alejarse.

—Cáncer terminal –bajó la mirada –aunque para mi padre, la única enfermedad terminal que ella tuvo, fui yo, ¿feliz? Quizás por eso, no hizo nada para sacarme de aquí, porque desde su perspectiva, al final tengo lo que merezco por matar a mi madre.

James se alejó por fin de él, convencido por la explicación, aunque aquello le causó decepción al rubio, tan bien que se sentía el calor del castaño contra su cuerpo, apretó las quijadas una vez que por su mente pasó la posibilidad de que el hombre frente a él, tuviese ese tipo de acercamientos con Alex Takhon, pero no solo para cuestionarlo y amenazarlo, sino para besarlo y tocarlo.

Sacudió la cabeza, sacando de su mente las absurdas ideas que estaban llenando sus pensamientos los últimos días, ¿cómo era posible que la cercanía de James Potter le provocara toda esa clase de pensamientos homosexuales? Cuando jamás le había pasado con anterioridad.

—Supongo que no todos tienen la buena fortuna de tener una buena familia –se burló, dándole la espalda –vamos, seré tu guardaespaldas, princesita.

Scorpius no dijo nada, simplemente se limitó a sonreír ante las palabras del castaño, que por alguna extraña razón, le hicieron sentirse importante, había ido por él, ¿por qué se había preocupado de que lo atacaran sexualmente de nuevo?

—Gracias –murmuró tan bajo que pensó que no lo escucharía.

— ¿Por qué agradeces? –Cuestionó sin observarlo.

—Por ayudarme, aunque claramente, no te caigo para nada bien.

—Todas las princesitas me caen mal, no te sientas especial por ello.

—Tiene que ser maravilloso ser el jefe y poder insultar la hombría de todos, y casi matar a quien se burle de la tuya, ¿no es así?

Para su sorpresa, el chico frente a él, soltó una carcajada profunda y sensual, que alteraron sus sentidos, lo vio negar de forma suave, en comparación con siempre que lo hacía con los demás porque algo le parecía fastidioso.

—Es maravilloso ser el jefe –admitió –pero eras importante en la organización de tu familia, supongo que ya lo sabes.

—Para nada –soltó una risita –nunca nadie me hizo caso, todo el mundo pasaba sobre mí, porque no tengo liderazgo, y eso me hace un maldito afeminado, para mi abuelo –aceptó.

—No culpo a tu abuelo, los hombres con poco carácter no sirven de mucho en un mundo así.

—Debes ser el orgullo de tu familia en ese caso.

Chasqueó la lengua. —La mayor decepción, en cualquier caso.

—Tengo una idea, hagamos de ti un Malfoy –corrió para alcanzarlo –mi abuelo adoraría tener a un chico como tú como nieto, y supongo que tu familia querrá un maldito afeminado y de poco carácter en la suya.

—No te eleves tanto, Malfoy –negó en un tono relajado James –no soy la decepción de mi familia por ser un líder nato, sino porque terminé en Azkaban.

—Vaya, entonces digo adiós a ser un Potter –se burló.

Los ojos de James se posaron en él, y por un momento lo inspeccionó con detenimiento, para terminar viendo al frente, justo a tiempo que un guardia se acercó caminando de forma rápida a él.

—Esta vez te excediste, ¿sabes todo lo que tuve que prometer para que no te mandaran a aislamiento?

—No lo hubieses hecho, creo que una visita de Polly no me vendría tan mal justo en estos momentos –aceptó.

—Así que estás caliente y por eso quieres ir a aislamiento, para poder revolcarte con esa tipa –negó –ya no puedo seguir así, James, las preguntas se incrementan cada que le tienen que dar una baja por enfermedad a los guardias.

—Las peleas entre reos ocurre, culpa a unos cuantos y mándalos a aislamiento, dales de comer bien, y una buena cama, diles que es de mi parte –golpeó el hombro del guardia –y quiero mi cita con Polly, con urgencia.

—Entonces uno de ellos será Takhon –informó el guardia.

—Dos semanas.

—Perfecto.

El guardia se alejó por completo tranquilo por el trato que había hecho con James, lo único que podía pensar Scorpius era que el pobre de Alex tendría que sufrir en aislamiento por un trato de su amigo.

—Dime, ¿qué has sabido de tu compañero?

—No mucho, lo vi escondiendo algo en sus calcetines sucios, iba a checar cuando se durmiera, pero no lo hizo.

—Te quedaste dormido en su lugar, ¿no? –Elevó una ceja.

—A primera hora, cuando desperté, llevó los calcetines a la lavandería, donde otro de los reos que apenas ingresó estaba lavando la ropa, pero ¿qué es lo que ocurre con ellos?

—No es algo que tengas que saber –le informó.

La actitud del castaño volvió a ser distante, o mejor dicho, normal, cuando llegaron con los demás, Gregor y Alex estaban riendo divertidos de algo que habían dicho, no se intimidaron en cuanto llegaron ellos.

—Vaya, chico, sin duda traes a muchos locos en Azkaban por ti –se burló Alex.

—No es divertido –informó enfadado.

—Hacía mucho que no se peleaban por un trasero, para ser honesto, sí es entretenido, ¿quién se llevará el premio?

James se dejó caer en la litera de abajo, se llevó los brazos detrás de la cabeza, los músculos aumentaron su tamaño, provocando que se le secara la boca al rubio, pero éste no se percató porque cerró los ojos, como si fuese a tomar una siesta.

—Takhon –habló un guardia.

— ¿Qué demonios quieres, Pedro? –Gruñó.

—Felices vacaciones –habló James, aun con los ojos cerrados.

—Estarás en aislamiento, es el trato que hizo Henry con James.

—Maldito –Alex golpeó el estómago de James, que simplemente sonrió sin perturbarse por nada.

Una vez que se llevaron a Alex, tanto Gregor como él salieron de la celda, para dejar que el castaño durmiera la siesta, parecía agotado, y bueno, después de la paliza que le dio al guardia, no lo dudaban.

—Sin duda está dando una lección –informó Gregor.

— ¿Lección de qué? –Preguntó Scorpius.

—Alex es el mejor amigo de James en Azkaban, le permite muchas cosas y pasa por alto otras más, pero… la gente estaba comenzando a decir que no podía controlarlo, mandarlo a aislamiento es un castigo para Alex, realmente le corta sus privilegios –suspiró.

—Bueno, realmente tienta a su suerte por cómo le habla –informó Scorpius –así que –se encogió de hombros.

—M—

Scorpius se apresuró antes de que su compañero de celda se diera cuenta de que había sido realmente él quien había esculcado sus calcetines y sacado el montón de notas, tenía que llevarlas con James cuanto antes, eso sin duda lo ayudaría a ganarse un poco de su confianza.

Frunció el cejo cuando escuchó un sonido raro, pero extrañamente familiar desde la celda del castaño, dudó si continuar o volver después cuando reconoció los gemidos, eran graves, así que tenían que ser de él y… ¿otro hombre?

Se quedó de pie en la puerta, el castaño estaba desnudo, el cuerpo acomodado en sus cuatro extremidades tenía la piel clara, cabello castaño y largo, y el sonido de sus gemidos era suave, femenino, aquella imagen le rompió el corazón por alguna extraña razón, tragó saliva y observó a un lado, levantó las hojas cuando James lo observó con una expresión clara de "¿qué rayos haces ahí parado?"

—Demonios –bufó –vístete, Polly.

—Pero…

—Tengo asuntos que tratar.

James se puso el pantalón del uniforme de la prisión, sujetó el hombro del rubio y lo alejó de la vista de la mujer desnuda, sujetó los papeles con una sonrisa encantadora.

—Muy buen trabajo, princesita, tal parece que le debo un par de beneficios a Takhon, has sido una gran adquisición –apretó su hombro.

Aquel cumplido fue todo para Scorpius que sonrió encantado, observó por el rabillo del ojo a la mujer con uniforme de enfermera, iba a abrir la boca, pero como vio al castaño revisando unas hojas, puso mala cara y se alejó arreglándose el cabello.

—Son solo números –informó Scorpius –no comprendo…

—Ya te lo dije, no es necesario que lo sepas, entre todo, dime ¿qué clase de beneficio quieres por esto? –Mostró las hojas.

Apretó los labios, si le decía, posiblemente lo golpearía hasta la muerte, así que se limitó a encogerse de hombros. —No lo sé.

—Descuida, piénsalo un poco, buen trabajo, que interrumpieras el sexo valió la pena.

Lo golpeó de forma ruda, pero supuso que era la forma amistosa que él premiaba el buen trabajo, así que su corazón se agitó aún más al notar como los labios un tanto gruesos y rosas se separaron un poco más mostrando una dentadura blanca.

—Ya lo pensé –se regresó Scorpius hasta James.

—Claro, ¿qué?

—Quiero eso –señaló la celda –sexo, quiero tener sexo.

—Ah, claro, ¿algún preso en especial? –Elevó una ceja.

—No, no con un hombre, lo mío son las chicas, las chicas bonitas.

—Claro, puedo arreglarlo –contestó tranquilo –ya puedes irte.

El hecho de que James no reaccionara a su petición lo hizo sentirse furioso, ¿qué necesitaba hacer para que ese estúpido se diera cuenta de que lo volvía loco la idea de él con otra persona? Aunque… ¿realmente quería que James supiera eso?

Se burló de él mismo, definitivamente no, quería seguir vivo, eso le garantizaba poder seguir viéndolo, aunque fuera de lejos, porque realmente era un manjar a la vista.

—Ah, conozco esa mirada –informó Gregor, sentándose junto a él.

—No sé de qué hablas –contestó enfadado.

—Es sumamente atractivo, no te culpo, a muchos aquí les robó el corazón en cuanto puso un pie en Azkaban –le informó –pero en serio, lo de él no son los hombres, respeta que por ejemplo a mí, me encanten, pero… que a él lo confundan con un gay, lo pone como loco.

—Lo mío son las chicas –comentó ofendido.

—Sencillamente pueden ser ambos, ¿no lo has pensado?

—Desde luego que no –negó.

A pesar de que acababa de decir que lo de él no eran los chicos, sus ojos se posaron en Potter, que había comenzado a ejercitarse sin importar nada, su rutina era para matar a un ser humano normal, lo único bueno era que con Alex en aislamiento, él podía flojear, mientras veía al castaño trabajar en su cuerpo.

— ¿Y qué si lo son? –Preguntó Scorpius de la nada –digo, no lo creo, pero ¿qué tal si lo son? Jamás ningún chico antes, solo… -señaló a James –y solo después de lo que me hicieron.

—Como un hombre homosexual, considero que eso es falso, uno no se levanta un día decidiendo cambiar de gustos, es algo que viene contigo desde la cuna, ¿sabes? Y tampoco creo que un abuso sexual te vuelva un homosexual.

— ¿Entonces? –Lo observó.

—Ser gay, es como ser heterosexual, ¿sabes? Digo, algunas veces no te sientes atraído por ninguna chica, y de la nada, conoces a una que te vuelve loco, igual con los chicos, simplemente ninguno te llama la atención, hasta que te topas con uno que… Dios, le darías la vida entera –sonrió melancólico –y a veces, se la das.