Disclaimers: Harry Potter, los personajes, los nombres y los signos relacionados son marcas comerciales de Warner Bros. Entertainment Inc., los derechos de autor de la historia "Harry Potter", pertenecen a J.K. Rowling; por lo tanto, son usados sin intención de lucro alguno, la historia paralela, al igual que los personajes originales, me pertenece en su totalidad, y no pueden usarse sin mi autorización, cualquier tipo de adaptación de esta historia está prohibida.
Hola, ojalá sea de su agrado la historia.
El beso se volvió demasiado pasional, las manos de uno y otro recorría el cuerpo opuesto, sus caderas se pegaron, era una lucha constante por dominar al otro, cosa que provocaba más placer en ellos.
—Si piensas que puedes dominarme y hacer de mí un pasivo, estás muy equivocado –gruñó James, jalando el cabello de Alper, mostrando su cuello.
—Yo no he dicho nada –sonrió al sentir los labios del castaño en su cuello, y la mordida fue tan sexy.
—Pero por la manera en que mueves las caderas, sé que lo piensas, y no va a funcionarte –pasó su lengua por su oreja.
—Eres un buen provocador –soltó agitado.
—Claro que lo soy –se burló –tengo experiencia seduciendo mujeres.
—Yo no soy una chica –le recordó.
—Pues no eres muy diferente de una –se burló.
Kaplan le sonrió, se acercó a él, besándolo mientras su mano fue hasta su miembro erecto y comenzó a masturbarlo, el placer fue instantáneo para el castaño, que su reacción fue bastante ruda, haciendo que el moreno soltara una risa divertida por ello.
—Sé un buen chico, y déjate llevar –murmuró Kaplan, en el oído de James, con una sonrisa encantadora.
Cerrar los ojos fue una reacción automática para James, una vez que su miembro fue introducido en la boca del moreno, que estaba acuclillado frente a él, gruñó a causa del placer, podía recordar la última vez que estuvo en una circunstancia así con un grupo de mujeres, y por extraño que le parecía, aquella sensación no se sentía tan bien como lo estaba sintiendo en ese momento, apretó la quijada, sin duda estaba disfrutando más de lo que pensó que lo haría con Kaplan, si al inicio estaba dudoso, en ese momento toda duda se había evaporado por completo.
—Una buena ducha ayudará a que dejes de oler como cerdo…
James se quedó quieto y abrió los ojos, un par de reclusos se detuvieron al verlo, por fortuna como Kaplan estaba hincado con el miembro de James en la boca, no lo podían ver.
—Largo –ordenó James en un tono grave.
—Pero deidad…
—Largo –ordenó de nuevo –antes de que pierda la poca paciencia que me queda reunida en el cuerpo hoy –gruñó.
—De inmediato.
Los dos hombres salieron apresurados, el moreno se alejó, sentándose en el suelo y elevando sus ojos azules a los de James, que había recuperado la tensión en todo el cuerpo.
—No te rías, no es gracioso –bufó furioso.
—Solo mírate, pasas de estar en la cima del placer a estar enterrado hasta los hombros en el infierno, tendré que relajarte de nuevo.
—Basta –le dio un manotazo cuando intentó sujetar su miembro de nuevo.
—Así que es todo, lo estabas pasando bien –le recordó.
—Tú no sabes nada –se alejó enfadado.
—Oh, claro que lo sé, no por nada tenía tu pene en mi boca, y si no lo estuvieras pasando bien, jamás hubiese alcanzado gran tamaño.
—Cierra el pico.
— ¿Por qué no vienes y me lo cierras?
La sonrisa fanfarrona de Kaplan exasperó a James, que avanzó hasta él, sujetándolo del cuello, pero contrario de Scorpius, éste no demostró ni una sola gota de miedo o sumisión, no sabía si eso lo enfadaba o lo excitaba más.
Lo hizo girar, dejando el rostro de Alper pegado a la húmeda pared, riendo divertido, así que James llevó sus dedos a la boca del moreno, que no perdió tiempo para lamerlos de forma gustosa.
—Es todo el lubricante que tendrás –informó.
La resistencia del trasero de Alper Kaplan en su miembro fue una sensación maravillosa, el tipo gimió un poco del dolor al sentir el miembro de James abrirlo sin miramientos.
El castaño no era muy romántico al respecto, no era de besos y caricias al momento del sexo, lo anterior con Kaplan era más bien una forma de verificar si algo en él podía prenderse, pero ahora, por completo en el interior del moreno, no iba a otorgarle caricias ni besos.
Lo sujetó de las caderas, haciendo que levantara más el trasero, empujándose una y otra vez en él de forma rápida y un poco violenta, la mano de Kaplan sujetó el trasero de James, éste pensó para que se detuviera, pero lo sorprendió cuando lo jaló más para sentirlo más profundo.
—Un poco a la izquierda –susurró envuelto en placer Kaplan.
—A la izquierda –masculló divertido James.
—Haré lo que me pidas si golpeas mi próstata –suplicó –por favor.
—Lo voy a pensar.
La sonrisa de James se dibujó aún más al escuchar al tipo que no era un pasivo, suplicar porque fuera más profundo y golpeara su próstata sin piedad, no hizo caso, no porque no pudiese, sino porque era su forma de vengarse de su insolencia.
—James, por favor –suplicó.
La espalda del moreno se pegó al pecho del castaño, que giró el rostro en busca de los labios de hombre, que se negó a besarlo, pero siguió empujándose cada vez más fuerte en el apretado interior del tipo que se retorcía del placer.
La mano de Kaplan fue hasta su miembro y comenzó a masturbarse mientras James lo penetraba de forma salvaje, no le tomó mucho llegar al orgasmo.
—Mierda, esto es tan bueno –gimió Kaplan –más fuerte –chilló.
El castaño abandonó el interior de Kaplan, aún duro, se alejó, pero el moreno se hincó para usar su boca para darle un poco más de placer, logrando hacerlo terminar de esa manera.
Los labios del hombre besaron todo el abdomen de James, hasta llegar a su pecho, su cuello y volvió a negar el beso que pensaba darle, logrando hacerlo sonreír.
—Eres tan apasionado besando, como para que no vuelvas a hacerlo –le informó, besando su cuello.
—Ya terminó –informó, dándose una ducha rápida y saliendo sin dar mucha importancia.
—Nadie tiene que saber que te gustó –le informó.
—En efecto, nadie tiene que saberlo, si quieres que vuelva a repetirse, nadie tiene que sospechar sobre esto, ¿te queda claro?
— ¿Y Malfoy? –Cuestionó Kaplan, tensando a James.
—No sé de qué demonios hablas.
—Vamos, no eres tan discreto como piensas que eres, por algo Michael no te agrada –le sonrió –y por algo no le agradas al chico.
—Sigo sin entender.
—La tensión sexual entre tú y Malfoy, no sé si siempre estuvo ahí, pero de que ahora lo está –sonrió.
—Escucha bien –lo sujetó de la barbilla –esto solo es para liberarme de mi tensión sexual, cómo pudiste ver, no me hiciste terminar, sin la boca, cosa que no me pasa con las chicas.
—Lo entiendo –aceptó con una mueca de dolor.
—Bien, que sea agradable contigo no significa que no puedo cambiar de opinión al respecto –le recordó.
—No quiero que cambies de opinión, me gustas.
—Entonces, por tu bien, no vuelvas a repetir eso.
—M—
Scorpius observó a Kaplan llegar, recién duchado, y silbando como si hubiese tenido un rato increíble, pero se había ido con James, y dudaba que alguien pudiese ser tan feliz de tener que soportarlo de tan mal humor como estaba en los últimos días.
—Estás muy feliz –soltó Scorpius.
— ¿En serio? ¿Tú crees? Me siento normal.
—Estuviste con James todo este tiempo, ¿cierto?
—Ah, vamos, no eres una novia celosa –se burló –te recuerdo que lo de él son las mujeres, ¿cierto? –Negó –mejor quédate con tu noviecito, supongo que la pasas mejor con él que con James.
—Algo estás ocultándome, y voy a averiguarlo.
—No te estoy ocultando nada, y buena suerte descubriéndolo, veamos cómo reacciona James, de que andes inmiscuyendo las narices en sus asuntos –sonrió.
—Eres demasiado nuevo aquí, no conoces a James tanto como yo, ni tan bien –lo encaró.
—Creo que te sorprendería lo bien que lo he llegado a conocer –elevó una ceja, burlándose del rubio –y te recuerdo, que mis tres días aquí, he hecho mejor amistad con él que tú, en años.
—Pues veamos cuanto te dura esto, ahora que Alex regresará, no olvides que él es la mano derecha de James.
—Yo no estoy intentando ser la mano derecha de James –le informó –no como tu noviecito busca hacer de ti.
Scorpius retrocedió ante las palabras de Kaplan, pensó que aquella idea estúpida de Michael, se había quedado en una plática aleatoria entre ellos, le había dicho que si sus palabras llegaban a oídos de James, éste no lo tomaría bien y podría hacerle algo, y eso no lo asustó, porque ahora Kaplan lo estaba diciendo.
—Así es, mejor deja de meterte conmigo, mis intenciones con James, no son hacerlo caer, y no actúes como si eso pasara, a ti no te conviniera.
—Si me conviene o no, no es algo que me interese…
—Deberías decirle lo mucho que te gusta, quiero ver su reacción para contigo, una vez que le digas eso –se burló.
—El hecho de que él me guste, no es un secreto para él –le informó Scorpius –así que deja de sugerir que me asesinaría violentamente.
—No, no, yo no dije que él no supiera que quieres cogértelo –soltó divertido –yo dije que quiero ver qué tan valiente eres diciéndole a la cara lo mucho que te prende, que te gusta, no, que te encanta, y que tus sueños húmedos, en lugar de ser con tu novio, son con él, no creo que le guste saber que es pasivo para ti –se burló.
Para fortuna de Scorpius, el día aunque comenzó tenso entre él y Kaplan, terminó relajado cuando Alex entró al comedor, con una sonrisa satisfecha, James levantó la mano para decirle donde estaba, así que Takhon fue hasta él, abrazándolo felizmente.
—Jamás te había extrañado tanto –fingió lloriquear en los brazos de James, que sonrió divertido.
Aquella interacción, sin duda desagradó a Kaplan, que su rostro lo dijo todo, se sintió desplazado, pero en realidad, nunca estuvo en ese lugar, pensó Scorpius, que sonrió feliz al ver el desagrado de su nuevo compañero de celda.
—Las cucarachas ya me estaban sabiendo maravillosamente –informó Alex.
—Por primera vez no está en mis manos eso –le informó James –sé que prefieres las tarántulas –bromeó.
—Pero don comedias te llaman, para estar en celibato, hoy estás de muy buen humor –murmuró Alex –dime ¿pasó algo? ¿Polly desobedeció las reglas por ti?
Scorpius observó a James que se encogió de hombros, ahora que lo pensaba, Alex tenía razón y el castaño estaba de demasiado buen humor, casi como el de Kaplan ayer que llegó por la noche, tensó la mandíbula de si quiera imaginarlos teniendo algo, pero se tranquilizó al recordar la homofobia de James, primero muerto que dejarse tocar de esa forma por otro hombre.
—Es bueno tenerte de vuelta, Alex –comentó Gregor, golpeándolo en la espalda.
—Es bueno estar de vuelta y… -se quedó callado al ver a Kaplan –me voy unos meses y tienen uno que parece rata.
—Porque lo es –soltó uno de los hombres de James –el imbécil es ex policía.
Alex se paró derecho, y apretó el hombro de James en forma protectora, cosa que solo ocasionó una sonrisa de lado en Kaplan, que elevó una ceja, en una señal que nadie entendió, solo James, al parecer.
—Basta, Alex –soltó incómodo James –llegó diciendo cosas interesantes, está de nuestro lado.
—Claro ¿y estás tan seguro por?
—Por qué no te interesa, quien manda aquí soy yo.
—Eso lo sé, y no quiero ponerlo en duda, es solo que… es un policía, nadie confía en los malditos policías, digo ¿quién no te dice que es un maldito infiltrado?
—Confío más en él que en Malfoy –informó James.
Los ojos de todos los secuaces de James fueron hasta el rubio y luego a Kaplan, que no hizo ningún gesto o movimiento, solo tal vez una pequeña sonrisa imperceptible de las palabras de James.
—Lo estás defendiendo mucho, ¿a qué se debe? –Preguntó Alex.
—Tú defiendes a Malfoy mucho, ¿a qué se debe? Además, te recuerdo que acabas de volver, no me hagas mover mis influencias que ya son pocas, para volverte a meter a aislamiento –gruñó.
—Bien, no diré nada.
—Tendrás que entrenarlo, haz que le enseñe algo a Malfoy.
Alex lo observó con mucha insistencia, buscando algo, pero el aludido ni siquiera se incomodó ante saberse juzgado, simplemente continúo comiendo como si nada estuviese pasando.
—Se ve muy hetero –soltó Alex –dudo que Scor encuentre algo que le guste en él –soltó divertido.
Los ojos azules de James y Kaplan se encontraron de nueva cuenta, James sonrió de lado de forma casi imperceptible, haciendo que Kaplan sonriera divertido, de forma abierta, pero nadie dijo nada al respecto.
—Malfoy ya tiene novio, no tiene por qué estar mirando a otros lados –le informó James.
—Oh, es cierto, además, no es de su tipo, ¿o sí, mi pequeño Scor?
Los ojos grises de Scorpius dejaron a Alex para enfocarse en Kaplan, que aún mantenía su atención al distraído James, que estaba engullendo su desayuno como si nada malo pasara en el mundo, como si no estuvieran en Azkaban, y sí en una plaza enorme, disfrutando con amigos.
—Terminen su desayuno y pónganse a trabajar, Gregor, te veo en diez minutos –le dijo al hombre y se levantó.
Los ojos de Kaplan siguieron a James, que no dijo nada, ni siquiera lo miró, aquella actitud provocaba una enorme incomodidad en Scorpius, no entendía absolutamente nada, pero no le gustaba la sensación pesada que comenzaba a crecer en su estómago.
—Pensé que tendría día libre ya que volviste –se quejó Gregor, tragó rápidamente su desayuno y se levantó corriendo.
—Como si mi día fuera mejor –se quejó Alex, observando de Kaplan a Scorpius con cara de fastidio.
—Yo también te quiero –soltó el rubio divertido.
