Forma del Corazón – Trébol de Cuatro Hojas
Por Fox McCloude
Disclaimer: Go Toubun no Hanayome y todos sus personajes son propiedad de Haruba Negi. Todos los derechos reservados.
Capítulo 25: ¡Salta y remata!
Preparatoria Asahiyama, club de voleibol…
Los balones volaban de ida y vuelta por todo el gimnasio, mientras las jugadoras practicaban las distintas formaciones según su libro de jugadas. A la última hora, la entrenadora Kitano les había puesto a practicar en un partido entre las veteranas actuales y las recién ingresadas.
Yotsuba estaba jugando con estas últimas, y pese a que tenían un buen nivel, todavía claramente les faltaba coordinarse un poco entre ellas en defensa, lo que llevó a su derrota. Matsui sabía dirigir bien al equipo, lo cual era de esperarse para la capitana.
- Muy bien, hemos terminado. ¡Reúnanse ahora! – declaró la entrenadora, sonando su silbato para llamarlas a todas. – Las he estado observando, y pienso que todas tienen un buen nivel para jugar. Ahora con las nuevas incorporaciones, podremos mejorar nuestra ofensiva. No obstante, claramente las jugadoras de nuevo ingreso aún pueden mejorar su defensa. Así que tengo un anuncio muy importante que hacerles.
»Este viernes, iremos a la Preparatoria Honmoku Higashi. Hemos concertado un partido de práctica con su equipo para decidir al equipo titular para las regionales.
- Honmoku Higashi… ¿no estuvieron entre los ocho mejores de la prefectura el año pasado? – preguntó Rin.
- Así es. Eran un buen equipo, hasta que cayeron ante los actuales campeones. – prosiguió la entrenadora. – Aunque el año pasado su ofensiva apenas estaba por encima del promedio, tengo entendido que este año han ingresado nuevos talentos, así que no debemos confiarnos. – Volteó entonces a ver a Matsui. – Minamino, en tus manos estará dirigir al equipo como capitana dentro de la cancha.
- Sí, entrenadora. – dijo Matsui con firmeza.
- En cuanto al resto, incluso las que no sean seleccionadas, todo el equipo estará contando con ustedes, y deben estar preparadas para entrar en cualquier momento. Recuerden que en el voleibol no existe el yo, y que ninguna jugadora puede valerse por sí sola sin el apoyo de sus compañeras.
Internamente, Yotsuba asintió estando de acuerdo. A pesar de haber estado ya antes en un equipo de voleibol, esa fue una lección que no había podido entrar en su cabeza. Solo le importaba lucirse anotando puntos y siendo reconocida por ello. Lo mismo podría decirse de todos los demás clubes donde había estado; solo estaba pensando en ella misma como la posible estrella, y no en lo que podía aportar para sus equipos.
Con los estudios era igual; creía poder valerse por sí sola, y por eso no quiso aceptar la ayuda de sus hermanas cuando más la necesitaba, aprendiendo la lección demasiado tarde y pagando las consecuencias. Ahora, ella no tenía miras de convertirse en la estrella de este equipo, pero si acaso lo lograba, sería gracias a tener grandes compañeras detrás de ella para apoyarla, y por eso tendría siempre presente que estaba allí para contribuir al equipo, y no al revés.
- Eso es todo. Terminen de recoger el equipamiento y podrán retirarse. ¡Buen trabajo por hoy!
- ¡MUCHAS GRACIAS! – corearon todas haciendo una reverencia.
Y rompiendo filas, todas corrieron a recoger los balones, la malla, postes y demás cosas para dejar el gimnasio limpio y ordenado. Yotsuba y Matsui fueron las últimas en salir, así que decidieron caminar juntas.
- Hmm, estoy agotada. – dijo Matsui estirando los brazos. – Yotsuba, estuviste increíble hoy. Por poco tú y las de primer año casi logran ganarnos.
- Jeje, bueno, hice lo que pude. – replicó la Nakano con modestia. – Wow, parece que el tiempo vuela, no puedo creer que estemos a punto de tener nuestro primer partido.
- Aunque sea solo de práctica, la entrenadora Kitano dice que debemos tratarlo como si fuera oficial. Eso es, dar todo lo que tenemos y no guardarnos nada. – dijo la castaña. – Sé que como capitana del equipo debo ser imparcial, pero… espero mucho de ti en ese partido. Realmente quiero poder jugar contigo como titular.
- Jeje, yo también. Aunque también las de primero son buenas, debes tener cuidado de que no te roben a ti el puesto de titular. – se rio Yotsuba.
Matsui se enfurruñó ligeramente, pero luego se rio. En efecto, las que habían entrado de primer año eran bastante buenas individualmente, así que en caso de necesitar substituciones tendrían una banca fuerte. Había dos que destacaban en particular: una de ellas era bastante alta y con pelos alborotados llamada Akira Mitsuyuki. Su estatura le daba buena ventaja para hacer bloqueos, aunque debido a su tamaño no era muy rápida para desplazarse, y al usar carnada frecuentemente caía en las fintas. La otra se llamaba Reiko Onoda, que había sido la armadora y demostró ser casi tan buena como Matsui en esa posición. De allí que Yotsuba hiciera esa broma, aunque Matsui señaló que todo buen equipo debía contar con más de un armador, si por causas de fuerza mayor el principal no estaba disponible.
- Este año tendremos un buen equipo. – dijo Matsui con determinación. – Tengo la certeza de que todas juntas lograremos ganar en las regionales. Y cuando lo hagamos… debemos esforzarnos aún más en las nacionales.
- Cuenta conmigo. Voy a dar todo lo que tenga para que cumplamos esos objetivos. – aseguró Yotsuba, chocando la mano con su amiga.
Poco después llegaron a la esquina donde tomarían caminos separados. Yotsuba se iría a su casa a pie, y Matsui a la parada de autobús.
- Bien, hasta aquí te acompaño. Debo darme prisa, si quiero llegar a tiempo a la sesión de tutoría de hoy. – dijo Yotsuba.
- Más te vale. – dijo Matsui. – No quisiera que mi posible jugadora estrella se quede fuera de la competencia por malas calificaciones.
- Jaja, eso no va a pasar. No con Uesugi-san como mi tutor.
- Recuérdame que debo darle las gracias algún día. – sonrió Matsui. – Después de todo, en parte es gracias a él que tú sigues en nuestra escuela, ¿verdad?
Yotsuba se rio de nuevo. ¿Para qué negarlo? Matsui tenía toda la razón; era por Fuutarou que ella había decidido no transferirse de vuelta a Kurobara.
- ¡Bueno, nos vemos mañana en la escuela, adiós! – dijo Yotsuba despidiéndose de Matsui y echando a correr.
Mientras corría camino a su casa, Yotsuba se quedó pensando en las palabras de Matsui. Efectivamente, si había alguna razón que la ataba a esta escuela, era Fuutarou. Pasar esos meses con él, estudiando, saliendo a ejercitarse y haciendo cualquier cosa con él, todo eso se convirtió en recuerdos muy preciados para ella, y realmente a medida que se acercaba el final del año escolar, se entristecía de pensar que tal vez ya no lo vería a diario.
Por eso, no pudo expresar lo feliz que estaba cuando sus hermanas decidieron hablar con su padre, y convencerlo de dejarles transferirse a Asahiyama para que ella no tuviese que irse. Aunque ese había sido su plan original el año pasado, ella las había detenido, pero esta vez no lo hizo. Cuando les preguntó por qué lo hicieron, Ichika le dijo "no es justo que tengas que separarte de tu querido amigo".
Sí, su querido amigo. Eso era él para ella. Su amigo más preciado, y eso era más que suficiente, ¿cierto?
- ¡Hmmm! – exclamó de pronto mientras sacudía violentamente la cabeza y se golpeaba las mejillas. – Borra esos pensamientos, Yotsuba. Él está con Ichika ahora, y lo sabes.
Mejor concentrarse en otras cosas. Como por ejemplo en lo que tenía que estudiar, o en el próximo partido. Tal vez Fuutarou y las demás querrían ir a verlo si tenían tiempo.
Entretanto, en el apartamento Nakano…
Mientras Yotsuba estaba ocupada con el club de voleibol, Fuutarou ya había iniciado la sesión de estudios de ese día con las demás. A pesar de algún que otro tropiezo, les estaba yendo bastante bien, considerando todo. Estaba agradecido de que fuesen alumnas tan disciplinadas.
- Uesugi-kun, no entiendo este problema, ¿me lo podrías explicar de nuevo? – preguntó Itsuki.
- Déjame ver… ah, este sistema es fácil de resolver. Conviértelo primero en un sistema de 2x2 eliminando una de las variables, y lo resuelves como te enseñé. Luego sustituyes los valores que obtengas en las ecuaciones originales.
- Ya veo, muchas gracias. – dijo Itsuki, de inmediato empezando a resolverlo.
- Uff, ya terminé aquí. – dijo Nino, entregando su tarea. – Si no te molesta, voy a comenzar a hacer la cena, miren la hora. No se puede seguir estudiando con el estómago vacío.
- ¿Qué comeremos? – preguntó Fuutarou.
- Será una sorpresa. – replicó la segunda hermana. – Tú tranquilo, no voy a echarle nada que te haga daño.
A pesar de saber que Nino solo estaba bromeando para asustarlo un poco, Fuutarou no pudo evitar sentir un respingo. Ya en un par de ocasiones mientras estaban estudiando soltó un par de comentarios no-tan-sutiles que sugerían que le habría echado algo a su comida o al agua, solo para reírse de él al ver su reacción.
Fuera de eso, últimamente la estaba viendo cocinar con más empeño y probando nuevas recetas por alguna razón. Platillos algo exóticos de comida italiana, probablemente tenía algo que ver con esa derrota que sufrió a manos de los hermanos luego de su cumpleaños. ¿Estaría entrenando para una posible revancha?
- ¡Ya llegué! – exclamó la voz de Yotsuba. – ¿De qué me perdí?
- Lo usual. – dijo Fuutarou. – Tu tarea está sobre el escritorio.
La chica del lazo la cogió y de inmediato comenzó a trabajar. A Fuutarou le complacía ver que se mostrara tan animada a la hora de estudiar, incluso después de volver de las prácticas en el club de voleibol. Parecía estar de a poco encontrando el equilibrio para sus actividades.
- ¿Qué tal las prácticas? – preguntó Ichika. – ¿Todo bien con el club de voleibol?
- ¡Ah, sí, todo genial! – dijo la cuarta hermana. – De hecho, nos dijeron que este viernes tendremos nuestro primer partido de práctica.
- ¿Este viernes? – preguntó Nino. – ¿Y qué va a pasar con nuestros planes?
- ¿Qué planes? – preguntó Yotsuba confundida. Nino se dio una palmada en la cara ante su respuesta.
- ¿Se te olvidó qué día es este viernes? ¡Hola! ¿Cinco de mayo, no te suena de algo?
Yotsuba se quedó viéndola confundida, y luego tras unos cuatro o cinco segundos las "orejas" de su lazo se alzaron como las de un conejo, mientras abría los ojos y la boca de par en par.
- ¡Ah, es cierto! ¡Nuestra fiesta de cumpleaños! – exclamó cuando finalmente cayó en cuenta, y se golpeó la cabeza mientras sacaba la lengua. – Tonta de mí, ¿cómo se me pudo olvidar?
- Yotsuba, en serio que no tienes remedio. – dijo Nino rodando los ojos, mientras las demás se reían.
Inmediatamente se armó la discusión. Fuutarou permaneció al margen mientras las hermanas empezaban a dar sus opiniones al respecto: Nino estaba enojada ante el hecho de que una de sus hermanas tuviera que perderse la fiesta de cumpleaños que habían organizado, Ichika e Itsuki trataban de calmarla y Miku simplemente permanecía indiferente como de costumbre.
Finalmente, cuando el chico no pudo más, empezó a aclararse la garganta, y al ver que eso no funcionaba, dio algunos golpes sobre la mesa, cada vez más fuerte hasta que finalmente le pusieron atención.
- *Ejem*, si me permiten dar mi opinión, hay algunas cosas que considerar. – dijo Fuutarou. – Yotsuba, dijiste que el partido es para decidir a las titulares en el equipo de voleibol, ¿correcto?
- Correcto, Uesugi-san.
- Bien, eso significa que no puedes faltar, o perderás tu puesto por default. – prosiguió el chico. – Ahora, Nino, lo que te molesta es que Yotsuba se pierda la fiesta de cumpleaños que están organizando, ¿correcto?
- ¡Pues claro! ¡Se supone que debemos celebrar el cumpleaños todas juntas! ¡Somos quintillizas!
- Bueno, pero si organizaron el partido para ese día, ya estaba fuera de su control. – intervino Itsuki. – Eso no podía evitarse, ¿verdad?
- Exacto. – asintió Fuutarou estando de acuerdo. – Ahora, Yotsuba, ¿a qué horas será el partido?
- Saldremos para allá después del descanso del almuerzo. – dijo Yotsuba. – Estaremos en el gimnasio de la preparatoria Honmoku Higashi.
- ¿Honmoku Higashi? – preguntó Itsuki. – ¿Dónde está esa escuela?
En respuesta, Miku levantó su Tablet. Había abierto la app de GPS para buscar el lugar, y se percataron de que la susodicha preparatoria no estaba demasiado lejos de la suya. De hecho, estaba a unos quince minutos en autobús.
Ichika particularmente se mostró pensativa al ver la ubicación.
- Hmm… ¿saben qué? ¿Qué tal si vamos a ver ese partido para apoyar a Yotsuba? – propuso la hermana mayor. – No creo que se lleve toda la tarde, y podemos posponer nuestra fiesta de cumpleaños unas dos o tres horas.
- Bueno, sí, pero… – Nino parecía querer protestar algo, pero no encontraba argumentos.
- Fuutarou-kun, tú también deberías venir. – dijo Ichika.
- No me molestaría, pero tendría que tomar un desvío a mi casa después. – les dijo. – Ya saben, para ir a recoger a Raiha y sus regalos de cumpleaños.
- Sin problemas. – aseguró la hermana mayor, alzando una mano. – Entonces, ¿todo mundo a favor aquí?
Una a una, las otras hermanas alzaron sus manos, siendo Nino la última que lo hizo a regañadientes. Fuutarou también alzó la suya, aunque no sabía si realmente su voto contara para algo.
Por otro lado, luego de haber visto a la chica del lazo en los equipos de basquetbol y atletismo, no podía negar que una parte de él quería ver qué tan buena sería para el voleibol. Siempre al hacer actividades físicas se notaba en su elemento, y él sabía que su desempeño académico mejoraría entre más motivada se sintiera.
Desde luego, también estaba el hecho de que él como amigo deseaba mostrarle su apoyo. A fin de cuentas, él fue quien le sugirió que debería unirse a algún club a tiempo completo, y quería ver con sus propios ojos qué tan lejos llegaría en él.
Llegado el viernes…
Terminadas las clases del día, y tras el descanso del almuerzo, Fuutarou y las quintillizas, a excepción de Yotsuba, se prepararon para ir a la preparatoria Honmoku Higashi. Ya que Yotsuba se iría en el autobús de la escuela con el resto del equipo, Ichika decidió tomar una pequeña ventaja y le solicitó a Ebata que les diera un aventón para ahorrarse algo de dinero por el pasaje.
- Muchas gracias, Ebata-san. – le dijo la hermana mayor mientras se bajaban. – Lamentamos mucho las molestias.
- No se preocupe, señorita. Saben que siempre es un placer para mí llevarlas a donde necesitan ir. En cuanto necesiten que las vuelva a recoger, solo tienen que llamarme.
Acto seguido, Ebata se marchó, y los cinco pudieron echar un vistazo a su destino. La preparatoria de Honmoku Higashi era un poco más grande que la de Asahiyama, lo que le hizo preguntarse si se perderían. Afortunadamente, el gimnasio estaba bastante accesible y no tuvieron que preguntar, y como ese día estaba a puerta abierta, podían entrar sin mucho problema con solo identificarse.
De hecho, los estudiantes que vigilaban la puerta tuvieron incluso de llevarlos a su "lugar asignado", ya que aparentemente no eran los únicos que habían venido de Asahiyama para apoyar al equipo visitante. En la parte superior del gimnasio, Fuutarou y las quintillizas se sorprendieron de encontrar un par de rostros conocidos de su salón.
- Vaya, vaya. Qué gusto de verlos por aquí, Uesugi-kun y hermanas Nakano.
Hubo algunos murmullos de sorpresa entre las hermanas al reconocer a Maeda y Takeda. A Fuutarou no le extrañaba tanto ver al primero, ya que sabía que su novia estaba en el equipo, pero ¿qué hacía el segundo aquí? Mientras se acomodaban en la baranda, el peliazul decidió iniciar una conversación con sus dos amigos.
- Así que… viniste a apoyar a tu novia, ¿no? – le comentó a Maeda, que sonrió con algo de orgullo.
- Ja, ella no me lo perdonaría si no lo hiciera. – dijo Maeda. – No me quejo; en realidad es buena jugando. Para haber sido tan asustadiza en la prueba de valentía.
- Cuida que no te oiga decir eso. – comentó Takeda como sugerencia, haciendo que Fuutarou desviara su atención hacia el niño bonito.
- ¿Y tú qué? ¿También tienes una novia en el equipo? – le preguntó. El aludido simplemente se encogió de hombros y sonrió con indiferencia.
- No exactamente. En realidad, es mi prima Takiko quien va a jugar. Es la líbero del equipo.
Señaló hacia abajo, donde ambos equipos ya estaban calentando. El equipo de Asahiyama llevaba uniformes de color azul cielo con rayas verticales amarillas a los costados, y la que jugaba como líbero, con el jersey número 7, obviamente llevaba los colores invertidos. Fuutarou notó que tenía la piel muy bronceada y el pelo teñido en el flequillo, en un claro estilo "Gal". Si no le hubiese dicho que eran parientes, jamás lo habría adivinado.
- ¡Oye, Yuu-kun! – exclamó la susodicha cuando miró en su dirección. – ¡Abre bien los ojos porque vas a ver un gran espectáculo! ¡Jajajaja!
Estaba riéndose con los brazos en jarras y sacando el pecho, lo que provocó que Takeda se llevara la mano a la cara, como intentando ocultar su bochorno. Maeda comenzó a darle codazos, preguntándole si ese apodo tenía algún significado, a lo cual el niño bonito negó rotundamente, diciendo que no se hiciera falsas ideas.
Entretanto, el resto de las quintillizas se apoyaron también en el barandal para empezar a apoyar a su hermana.
- ¡Yotsuba, tú puedes! – exclamó Ichika.
- ¡Termina con el otro equipo, rápido para que podamos ir a celebrar! – agregó Nino.
- ¿Celebrar? – preguntó Maeda mirando en su dirección.
- Ah, es que hoy es nuestro cumpleaños. – explicó Ichika. – Tuvimos que posponer nuestra fiesta debido al partido.
Fuutarou notó que Maeda le dirigía una mirada suspicaz con los ojos entrecerrados, que rápidamente se tornó en una sonrisa maliciosa, que enfatizó dándole un codazo en las costillas.
- Eres un bribón, seguro te irás con todas para celebrar después, ¿no?
- ¿Y qué con eso? – replicó él, ignorando las obvias implicaciones. – ¿Por qué no mejor te concentras en animar a tu novia?
- Ja, cierto. ¡Matsui, si ganas este partido mañana te invito a cenar!
Mientras Maeda comenzaba a lanzar una porra de "¡ASAHIYAMA, PELEEN!", seguida por los aplausos de Ichika, Nino e Itsuki, Fuutarou vio como Miku se paraba al lado de Takeda. Los dos intercambiaron lo que pareció un saludo silencioso breve antes de volver otra vez su atención hacia la cancha abajo.
Fuutarou hizo lo propio, centrando su mirada en Yotsuba. Igual que con el basquetbol, él no era un aficionado del voleibol, pero quizás verla a ella jugando haría que el deporte fuese interesante. Así había sido el año pasado, después de todo.
…
Abajo en la cancha, Yotsuba terminaba de hacer sus últimos ejercicios de calentamiento. Se emocionó cuando sus hermanas y Fuutarou aparecieron, lo que centuplicó sus ánimos y energías, dándole todavía más ganas de ganar este partido aunque solo fuese de práctica. Pudo notar que Matsui también estaba contenta de ver a Maeda, y sin duda eso sería bueno para la moral del equipo.
Mientras estaban calentando, Yotsuba vio que una de las jugadoras del equipo contrario se aproximaba a hacia ella. Era la número 14 de Honmoku, una chica de cabello oscuro y largo amarrado en coleta alta, y con la piel pálida, que le daba un aspecto algo intimidatorio.
- Por fin nos vemos las caras otra vez en la cancha, Nakano-san. Ha pasado un largo tiempo.
Yotsuba se sorprendió un poco. Esta chica parecía conocerla, pero ella no sabía quién era. En su jersey tenía escrito el apellido Hasegawa, lo que de alguna manera le sonaba de algo, pero no estaba segura de dónde o por qué.
- Eh… disculpa, ¿te conozco? – preguntó mientras se rascaba la cabeza.
- ¿No te acuerdas de mí? – La jugadora sonrió mientras cruzaba los brazos. – No me extraña, dudo mucho que recuerdes a una oponente a la que aplastaste por completo. Más bien, me sorprende no haberte visto en los últimos dos años, con lo buena jugadora que eras.
Yotsuba miró detenidamente, entrecerrando los ojos. Sí había algo familiar en esta chica, pero no era capaz de ubicarla. Hasta que las palabras "dos años" resonaron en ella, y finalmente cayó en cuenta.
- ¡Ah! ¡Ya recuerdo! ¡Estabas en el otro equipo en ese partido de secundaria!
- Ah, ¿así que sí te acuerdas de eso? – preguntó la número 14, aun sin dejar de sonreír. – Bueno, ya que yo sé tu nombre, creo que es justo presentarme. Hiroko Hasegawa, número 14 y bloqueadora central de Honmoku Higashi.
Le extendió la mano para un apretón, y Yotsuba lo aceptó. No hubo intento de triturarle los dedos ni nada de eso, parecía que realmente estaba buscando ser amigable. Eso le agradaba, no tenía ganas de empezar su primer partido haciendo una rivalidad antagónica.
- Mucho gusto. Sí, ahora te recuerdo. Tú eras la que intentaba bloquear mis remates durante el último set, ¿verdad?
- Jaja, sí, por supuesto, siendo la palabra clave "intentaba". – dijo Hasegawa. – Es irónico, las dos entramos como suplentes, pero a diferencia de ti yo no pude hacer nada por mi equipo, y ustedes nos dieron una paliza.
Yotsuba se rio nerviosamente. Aunque lo extraño era que la chica no estaba hablando con rencor o resentimiento, más bien parecía divertida. Sí recordaba ese partido de secundaria donde solo había entrado como suplente de emergencia, por estar saltando en ese entonces de un club deportivo a otro. El otro equipo no había sido pieza para ellos, por lo que no fue tan memorable, pero al ser el único partido oficial que jugó, era difícil no recordarlo.
- La verdad, es que estos años entrené muy duro, ya que tenía muchas ganas de volver a jugar contra ti y cobrarme la derrota. Pero nunca más te vi en las canchas, aunque escuché rumores de también te vieron jugando tenis y softbol, entre otras cosas.
- Jeje, bueno, estaba en varios clubes, la verdad. – confesó Yotsuba. – Al final fue demasiado y tuve que dejarlos, por mis estudios.
- Oh, ¿entonces esto será cosa de una vez?
Yotsuba sonrió. De pronto, sintió que se le prendía una llama de competitividad adentro.
- No. Esta vez sí me comprometí, y seré miembro del equipo a tiempo completo. Puede que esté algo oxidada por la inactividad, y será mi único año, pero daré mi mayor esfuerzo.
- Oye, oye, Yotsuba. – intervino de repente Matsui. – ¿Qué es esto? ¿Confraternizando con el enemigo?
- Oh, no, no se preocupen por mí. – dijo Hasegawa, agitando las manos. – Solo quería saludar a una vieja rival, eso es todo. Sin resentimientos ni nada. Mejor me voy a mi lado, el partido va a comenzar.
Hasegawa se marchó con sus compañeras, dejando a Yotsuba y Matsui por su cuenta. La segunda preguntó a qué se refería, a lo que Yotsuba le explicó que ya habían jugado antes en secundaria en equipos rivales, aunque solo fue una vez. Matsui dijo que era un poco extraño que la considerase "rival" por un solo partido, hasta que Yotsuba le dijo que habían ganado por un amplio margen en gran parte gracias a ella. Eso ya era un poco más entendible, y ahora podía ver por qué estaba tan ansiosa por una revancha.
Hicieron el sorteo a moneda para decidir quién sacaría primero, y Matsui aceptó hacerlo para iniciar ofensivamente.
- Muy bien, equipo, reúnanse. – ordenó la capitana de Asahiyama, y todas se amontonaron. – Ahora escuchen, ya sabemos que nuestras oponentes fueron de los ocho mejores del año pasado, pero no dejen que eso las intimide. Aunque sí les diré esto, cuídense de los remates de la número 12.
Dirigió la mirada hacia la susodicha jugadora. Era una de tercer año, cabello negro corto y con aspecto intimidatorio. En su jersey estaba escrito el nombre Ikazuchi, y ciertamente se veía como la más fuerte del equipo. Matsui les había explicado que jugaron juntas en secundaria como compañeras, pero ahora que eran rivales debían tener mucho cuidado.
- Mantengan la vista en el balón, apéguense al plan y apunten siempre a cualquier hueco que vean para anotar. Mientras el balón siga en juego, no hay que dejarlo caer.
- Ja, si necesitan salvadas, déjenmelo a mí. – dijo Takki.
- Levanta la pelota para nosotras y nos encargaremos de anotar. – agregó Kotomi.
- ¡Por supuesto! – agregó Iruka.
Matsui asintió, y luego se dirigió hacia Yotsuba. – Tenemos el saque inicial, así que sigue mis señas. Si podemos tomar una ventaja temprana, podremos meterles presión y capitalizar en ella. ¿Cuento contigo, Yotsuba?
- ¡Sin problemas! – aseguró la chica del lazo, dando un pulgar arriba y guiñando el ojo.
- Bien, manos al centro. – ordenó la capitana y todas le obedecieron. – ¡Asahiyama, a pelear!
- ¡A PELEAR!
Inmediatamente todas tomaron sus posiciones iniciales. Kotomi, Matsui y Akira se colocaron en la línea frontal, con Iruka y Rin en la línea trasera, y Takki se encontraba en espera para sustituir cuando hiciera falta. Durante el primer set, Yotsuba se mantendría a la defensiva, dejándole los ataques a Iruka y Kotomi. El partido se jugaría a cinco sets donde alternarían miembros, para darle a cada una su oportunidad de jugar, y en base al desempeño se elegirían a las titulares.
A Yotsuba le tocaba dar el primer saque, así que no podía arruinarlo. Matsui le hizo una seña con los dedos: "Saque con salto, apunta hacia el lado derecho". Respiró profundo y arrojó la pelota al aire.
- ¡Aquí voy! – exclamó, saltando para golpearlo.
El golpe fue directo y rápido. Tanto que las jugadoras de Honmoku no pudieron reaccionar hasta que les marcaron el punto y se dieron cuenta de lo que acababa de pasar. Parecían muy sorprendidas por ello, pero no había tiempo para distraerse con eso. Había un partido por jugar.
En cuanto le devolvieron el balón, Matsui volvió a hacerle una señal, pero esta vez indicándole que sacara hacia el centro. Igual que el primero, fue demasiado rápido y el balón cayó entre dos de las zagueras opuestas sin que tuviesen tiempo de reaccionar.
- ¿Pero qué fue eso? – exclamó la número 11 de Honmoku.
Dos puntos seguidos con saque as apenas iniciar. Con solo ver sus caras era evidente que las estaban descolocando, así que debían aprovecharlo para seguir sacando ventaja todo lo que pudiesen. Matsui volvió a darle la señal, hacer otro saque del mismo modo que el anterior, y así lo hizo.
Esta vez, sin embargo, sí lograron recibirlo, aunque la fuerza con la que sacó hizo que la receptora se fuera hacia atrás cuando el balón le dio en la cara. Afortunadamente bastó para que pudieran elevarla y colocarla para preparar un remate.
- ¡Aquí voy!
- ¡No lo harás!
La número 9 de Honmoku había saltado para rematar, pero Akira se había anticipado y levantó las manos para bloquear. La número 7 se había lanzado a tratar de salvar el balón, pero no llegó a tiempo y con eso marcaron el tercer punto. Akira se giró hacia ellas y alzó su mano con un pulgar arriba.
- Jaja, de mí no pasarán.
El juego continuó casi de la misma manera. Aunque las de Honmoku habían podido tomarles el ritmo a los saques de Yotsuba para hacer la recepción, tenían problemas para colocar el balón apropiadamente para hacer ataques. Asahiyama estaban seis puntos por encima y no habían hecho rotación aún, hasta que la número 11 finalmente le hizo una finta a Akira, que estaba bloqueando a la rematadora equivocada, la cual solo estaba actuando como carnada permitiéndole acertar un remate que fue a dar en la esquina derecha.
- ¡Punto para Honmoku Higashi, cambio!
- Diablos, me engañó. – se quejó Akira.
- Tranquila. – dijo Matsui. – Aún seguimos cinco puntos por arriba.
Inmediatamente todas se colocaron en posición defensiva, mientras las jugadoras opuestas se preparaban para sacar. Igual que ella, hicieron un saque con salto, y el balón voló directo hacia ella.
El saque tenía fuerza, pero no tanta como para hacer que se fuera hacia atrás, y consiguió bombearla para Matsui. Esta a su vez la colocó para Kotomi que saltó para rematar desde atrás, pero la número 11 de Honmoku ya se había anticipado y la bloqueó. Yotsuba e Iruka saltaron simultáneamente para tratar de atrapar el balón, pero ninguna llegó a tiempo, dejando el marcador 6-2.
Matsui hizo una seña hacia la banca, por lo que Takki comenzó a calentar. Tenía que estar lista para entrar en la próxima rotación, ya que Akira pasaría hacia la línea trasera. Aun desde donde estaba, Yotsuba aprovechó de echar un vistazo al equipo contrario, particularmente a Hasegawa, que en ese momento se preparaba para sacar. Por un momento, y a pesar de la distancia que las separaba, le pareció vislumbrar que le lanzaba una sonrisa, aunque tal vez hubiera sido solo su imaginación.
Esta vez apuntaron hacia donde estaba Iruka, pero Yotsuba se anticipó y lo recibió primero, elevando el balón encima de ellos. Matsui lo pidió, pero en lugar colocarlo saltó para hacer un remate ella misma, tomando a las de Honmoku desprevenidas. La zaguera central se tiró al piso cuando se dio cuenta de ello, pero el balón rebotó en su mano yéndose hacia atrás de la cancha, colocando el marcador 7-2 a favor de Asahiyama.
- ¡Cambio por líbero! – declaró Matsui.
- ¡Entendido, capitana! – dijo la aludida.
Takki finalmente entró a la cancha, no sin antes chocar las palmas con Akira que iba de salida. Yotsuba todavía seguía en la zona trasera, así que de momento lo mejor que podía hacer era seguir contribuyendo con la defensa, pese a que una parte de ella no veía la hora de pasar a la línea frontal para tal vez anotar algunos puntos. Su vieja llama competitiva se estaba encendiendo a medida que avanzaba el partido.
Así, después del saque y cuando las de Honmoku prepararon su ataque, se lanzó para recibirlo, mandándoselo a Matsui. Esta a su vez le colocó el balón a Iruka, que saltó para rematar, pero ya había un muro esperándola para para interceptar el remate… y hacer un bloqueo contraofensivo.
- ¡La tengo! – gritó Takki, lanzándose a recibir el balón.
Afortunadamente, con la salvada de Takki, Matsui pudo colocar el balón de nuevo, esta vez para Kotomi, cuyo remate anotó otro punto más para ellas.
La estrategia inicial estaba funcionando; los remates de Kotomi les ayudaron a ampliar la ventaja, al grado que las de Honmoku comenzaron a recurrir a doble bloqueo para poder detenerlos. Después de rotar y cuando Kotomi se fue para atrás, Matsui hizo la seña para que Yotsuba empezara a actuar como carnada, para permitirle a Iruka anotar. A partir de allí, después de que les devolvían el saque, preparaban un ataque señuelo esperando el bloqueo, con Takki atenta para salvar el balón cuando fuese necesario. Matsui entonces levantaba hacia atrás para Iruka dando un ataque rápido, pero en una de cada tres ocasiones enviaba el balón a Yotsuba para despistar. Matsui hacía lo posible por mantener el patrón indescifrable, por lo que siempre era un 50/50 de quién de las dos iba a rematar.
No obstante, el plan era que Yotsuba no rematase con toda su fuerza durante el primer set. Se podían permitir ceder algunos puntos si las de Honmoku se confiaban de eso y empezaban a verla como un factor débil. Con Takki en la recepción podían salvar los balones perdidos y mantener su defensa, de modo que aún llevaban la ventaja.
El primer set terminó con un marcador nada desdeñable de 25-14, a favor de Asahiyama, y todas chocaron las manos por un trabajo bien hecho. Ahora, para el segundo set, Reiko, Michiru y el resto de las que estaban en la banca se ocuparían. La banca de Honmoku también rotó con las demás, y con eso comenzaba el segundo set.
- Estén atentas. Observemos el juego desde afuera, especialmente a Ikazuchi. – dijo Matsui.
Yotsuba se fijó en la número 14 de Honmoku, que parecía muy concentrada. A pesar de ser buenas, casi todas las que habían entrado ahora a excepción de Michiru eran de primer año, pero este sería su primer partido contra un equipo real fuera de las prácticas del club. Tendría que ser una prueba de fuego, si Matsui hablaba con tanta reverencia y cautela sobre Ikazuchi.
Y en efecto así fue el segundo set. Aunque empezaron con algo de ventaja igual que en el primero, el ritmo del partido empezó a cambiar, cuando las de Honmoku decidieron quitarse los guantes y rematar de manera mucho más agresiva. Pese a que podían contar con Takki para ayudar con algunas salvadas y lograron mantenerse, el segundo set terminó 20-25 a favor de Honmoku. Antes de empezar el tercero, la entrenadora Kitano llamó a Matsui, y Yotsuba vio que luego la capitana las llamaba a todas, para reunirse en arenga nuevamente.
- La entrenadora me dijo que es hora de cambiar el ritmo. Yotsuba, es tiempo de que comiences a atacar con toda tu fuerza. Me quedaré fuera en este set, probaremos qué tan bien combinas con Reiko como tu armadora. Iruka, ahora tú servirás de carnada. Ustedes dos llevarán el ataque en este set.
Las dos aludidas asintieron, y tras juntar las manos por última vez, se fueron a tomar sus posiciones. Siguiendo las instrucciones de la entrenadora Kitano estaban probando diferentes formaciones para determinar quiénes se compaginaban mejor entre sí. En los entrenamientos Reiko era casi tan buena como Matsui pese a ser solo de primer año, pero Yotsuba sentía que podía sincronizarse mejor con la segunda. No obstante, ahora eso no importaba; tenían que concentrarse en ganar.
Al parecer envalentonadas por ganar el set anterior, las de Honmoku comenzaron a jugar ofensivamente, tomando rápidamente una ventaja de cinco puntos. Usar a Iruka como carnada no estaba funcionando ya que concentraban el bloqueo en Yotsuba, así que en la sexta jugada invirtieron la táctica con una levantada hacia atrás para permitirle anotar a Iruka desde el lado contrario. A pesar de que Yotsuba golpeaba más fuerte, Iruka tenía la ventaja de ser ambidiestra, lo que le permitía rematar con cualquier mano de manera efectiva, y que se había estado guardando hasta ese momento. Así, comenzó a alternar sus ataques desde distintos lados, cambiando bruscamente de dirección para despistar a las de Homoku. Haciendo esto, Yotsuba podía concentrarse en atacar por el centro para atraer la atención de las bloqueadoras cuando intentaban detenerla.
A raíz de los remates de Ikazuchi, se vieron forzadas a ponerse en una formación más cerrada hacia el centro, que era donde concentraban más sus ataques. Esto obviamente dejaba vulnerables los costados, pero esto no importaba, ya que a pesar de su fuerza Ikazuchi no tenía buen control y casi siempre remataba hacia abajo, permitiéndole a Takki atajar los balones una vez que lograba predecir hacia donde golpearía.
El marcador estaba 11-14 a favor de Honmoku. Matsui desde la banca pidió tiempo fuera y llamó a las jugadoras para reunirse y discutir el cambio de estrategia. Necesitaban remontar pronto.
- Es hora de que cambien el ritmo de los ataques. – dijo Matsui. – Yotsuba, ahora que las bloqueadoras se acostumbraron a tus movimientos, intenta hacerles finta de salto antes de golpear para evadirlas.
- ¿Igual que en las prácticas? – dijo Yotsuba.
- Igual que en las prácticas. – reiteró Matsui. – Reiko, mide bien al colocar los balones para Yotsuba, recuerda que la precisión debe ser milimétrica.
- No sé si me salga tan bien como tú, pero lo intentaré. – dijo la armadora de primer año.
Terminado el tiempo fuera, todas volvieron a sus posiciones. Las de Honmoku sacaron y fue Takki quien recibió el balón, enviándoselo a Reiko. Iruka ya se había movido de lado a lado para servir de carnada mientras la armadora levantaba hacia atrás para Yotsuba. Las bloqueadoras ya se habían anticipado a ella y saltaron, y tal como le dijo Matsui, retrasó su propio salto un segundo antes de golpear.
Desafortunadamente, no midió bien la altura del balón y accidentalmente lo golpeó con la muñeca en lugar de con la palma, haciéndolo rebotar en la red y que resultara en un punto para Honmoku, dejando el marcador 11-15. La chica del lazo se rio nerviosa mirando a sus compañeras.
- Ups, lo siento.
- No pasa nada. – dijo Reiko. – Fue mi culpa por no elevarlo lo suficiente.
En las prácticas les salía bien, pero en un partido real era mucho más difícil, con la presión encima. Yotsuba respiró profundo y trató de calmarse; todavía no habían perdido el set. Volvió a ponerse en posición esperando el saque de Honmoku. Esta vez, Reiko recibió el balón tratando de colocarlo para Iruka, y hacer hacer un ataque a dos toques. Aunque esto tomó desprevenidas a las de Honmoku, su líbero alcanzó a anticiparse y logró salvar el balón en toda la esquina. Eso les permitió colocar el balón para Ikazuchi, e instintivamente saltó para confrontarla.
- ¡No lo harás! – gritó la chica del lazo.
Las manos le ardieron cuando interceptó el remate, pero logró su cometido; un bloqueo defensivo para desviar el balón hacia arriba, donde sus zagueras podían recibirlo con seguridad. En cuanto Iruka corrió para servir de carnada, Reiko se encontraba de espaldas a ella, por lo que las de Honmoku creyeron que iba a levantar hacia atrás y fueron a interceptarla, cuando en realidad el balón iba para Yotsuba, que tenía totalmente la vía libre.
- ¡Esta vez sí! – exclamó la Nakano saltando para rematar.
Pero su remate resultó demasiado fuerte y el balón golpeó en la línea de afuera, resultando en otro punto para Honmoku.
- Rayos. – se dijo mientras se daba un golpe en la frente por su torpeza.
- No te preocupes. – dijo Reiko. – A la tercera va la vencida.
Tenía que calmarse. Un error o dos no estaba mal, pero con cada uno que cometía la brecha de puntos aumentaba, y eso les pondría más presión. Si sus oponentes aprovechaban el impulso, aumentarían la ventaja en cada jugada.
- ¡YOTSUBA!
El grito desde las tribunas llamó la atención de la cuarta Nakano. Allá estaba Fuutarou con el resto de sus hermanas, todos animándola, lo que significaba un mundo para ella. Ya sabía que estaban allí desde hacía rato, pero por concentrarse en el juego no había podido hacérselos saber.
- ¡Juega sin precipitarte! – dijo Fuutarou. – ¡Tienes que estar más enfocada, no te apresures a atacar!
- ¡Lo sé, Uesugi-san, gracias! – gritó la cuarta hermana, antes de retomar su posición en la cancha.
El resto de sus compañeras le dirigieron algunas miradas, pero ella solo le restó importancia y les dijo que se enfocaran en el partido. El silbatazo del árbitro puso en marcha el partido con otro saque de Honmoku, recibido por las zagueras sin mucho problema, para luego ser enviado a Reiko y ella a su vez se lo colocó a Iruka para rematar.
Las de Honmoku lograron recibirlo y lanzaron un ataque a dos toques, tratando de tomarlas desprevenidas. Afortunadamente Takki se anticipó y se lanzó para salvar el balón, enviándoselo nuevamente a Reiko para prepararlo. Le habían hecho la seña para que ella e Iruka intercambiaran posiciones en los extremos, e Iruka serviría de carnada para que ella pudiese atacar. O eso creyeron: las bloqueadoras de Honmoku ya se habían puesto frente a ella, al parecer anticipándose a su jugada.
- "Juega sin precipitarte." – repitió en su mente las palabras de Fuutarou, así que retrasó un segundo su salto al tiempo que preparaba el brazo para rematar.
Ella no era ambidiestra como Iruka, de modo que para rematar desde el lado izquierdo tenía que apuntar hacia abajo en línea recta, golpeando con todas sus fuerzas. En ese momento, solo se dejó llevar por su instinto ganador, con los ojos fijos en el lugar exacto donde buscaba clavar el balón, que en ese momento estaba totalmente despejado.
Y lo consiguió: el remate fue tan potente que la líbero contraria, pese a anticiparse correctamente hacia donde apuntó, no pudo lanzarse a tiempo para salvarlo, y marcaron punto para Asahiyama. Las de Honmoku se quedaron estupefactas por la fuerza del remate, y las de Asahiyama, por su parte, lo celebraron chocando las manos con Yotsuba. Con eso recuperaron el saque, y era el momento de iniciar el contraataque.
A partir de allí, Yotsuba comenzó a jugar mucho más calmada. Las de Honmoku se habían adaptado tanto a sus movimientos que ahora al retrasar el salto lograba evadirles el bloqueo, y siempre golpeaba el balón con precisión milimétrica para anotar. Uno a uno, fueron recuperando los puntos perdidos, logrando remontar hasta ponerse 19-16. Pudieron notar que las defensoras de Honmoku estaban perdiendo la concentración, y sus atacantes ya no tenían el mismo impulso que al inicio del set. Para cuando consiguieron hacer un bloqueo defensivo, que fue solo un golpe de suerte ya que Iruka desvió el balón hacia afuera por accidente, ya estaban 23-17, a solo dos puntos de ganar ese set.
- ¡Vamos, chicas, ya casi lo logran! ¡Solo dos puntos más! – gritó Matsui desde la banca.
Yotsuba estaba ardiendo de la emoción. Incluso aunque perdieron el saque, eso no había apagado su impulso en lo más mínimo. Al volver a rotar Yotsuba tendría que pasar a la línea de atrás, por lo que Iruka se quedaría sola en el ataque. Así, tenía que buscar anotar sí o sí en la siguiente jugada, mientras aún tenían la ventaja. Estar en el punto por el set les metería aún más presión a las de Honmoku facilitándoles las cosas, y debían explotarlo mientras podían.
La pelota salió hacia ellas con un saque flotante, bastante rápido y que por poco se les escapó, pero Takki ya estaba allí para recibirla. Reiko inmediatamente colocó el balón, y Yotsuba ya había saltado para rematar. Desafortunadamente, ya estaban allí tratando de bloquearla, así que imprimió toda su fuerza en el remate para asegurarse que al menos les dolieran las manos.
Aunque el bloqueo tuvo éxito y lograron anotarles, todavía seguían seis puntos por arriba, así que no necesitaba precipitarse. De nuevo, Asahiyama se alistó para recibir el saque, esta vez haciendo un ataque a dos toques entre Reiko e Iruka, pero las de Honmoku se anticiparon y prepararon su contraataque. Cuando Yotsuba se dio cuenta que iba a rematar Ikazuchi, sus instintos se apoderaron de ella y, sin que nadie se lo dijera, saltó para bloquear ese ataque.
- ¡Yotsuba, ¿qué haces?! – gritó Matsui desde la banca.
Pero fue muy tarde; el cuerpo de la Nakano ya se había movido por sí solo. Las manos le ardieron como nunca cuando el balón le impactó, pero consiguió su cometido; logró vengarse por el bloqueo de la jugada pasada con uno propio, y en el proceso anotó colocando el marcador 24-18.
- ¡Buen bloqueo, Yotsuba! – la felicitó Iruka.
- Jejeje, gracias.
En la banca, tanto Matsui como la entrenadora Kitano no parecían muy contentas por esa acción imprudente, pero el peligro había pasado y todo salió bien. Después de rotarse, Yotsuba pasó hacia atrás para hacer el saque. Ahora estaban en el punto de set y se podía notar que las de Honmoku comenzaban a desesperarse, ya que empezaron a hacer ataques agresivos tratando de romper la defensa de Asahiyama.
El tercer set terminó 25-20 a favor de Asahiyama, y volvieron a hacer cambio de formación. Matsui entró a jugar con el resto de la banca mientras Yotsuba salía de la cancha con Iruka y las demás. Una vez fuera, la entrenadora Kitano se le acercó, mirándola de manera muy severa.
- Nakano-kun, ese bloqueo que hiciste fue muy imprudente. – la regañó. – Ya has visto los remates de esa jugadora, ¿en qué estabas pensando?
- La verdad… no pensé, solo reaccioné. – confesó la chica del lazo. – Algo me impulsó a querer detenerla.
- *Suspiro*, tienes suerte que la jugada te salió bien y pudiste anotar. Eres una buena jugadora, pero la próxima vez no actúes por tu cuenta. Recuerda que debes actuar por el equipo, no buscar gloria personal.
- Sí, entrenadora. Perdón por eso, no volverá a suceder.
Acto seguido, se sentó en la banca y se dispuso a observar el partido. Solo tenían que ganar otro set más para llevarse la victoria, y tenía que apoyar a sus compañeras. Mientras lo hacía, sin embargo, pensó en las palabras de la entrenadora. Fue solo por un momento, pero en el momento que saltó para bloquear el remate de Ikazuchi, sintió aquel impulso de querer ser la mejor, de ganar, mismo que había querido suprimir desde hacía años.
Por lo visto, aún había vestigios de su antiguo ser dentro de ella, que salían a relucir cuando se dejaba llevar por la competencia. Se forzó a sí misma a recordar que debía servir al equipo, no al revés. La victoria no era para llevársela ella misma, sino para dársela a todas.
- "No se trata solo de ti. Esto es para todas."
Habiendo hecho eso, se dispuso a observar el partido, siguiendo el consejo de Matsui de mantener un ojo sobre las jugadoras contrarias, ver de lo que eran capaces y saber cómo vencerlas.
…
Entretanto, arriba, el grupo de Fuutarou, las otras hermanas Nakano y los dos amigos del chico continuaban muy atentos al partido, gritando, vitoreando y abucheando según fuera necesario. Incluso quienes no fuesen fanáticos del deporte estaban muy inmersos.
- Ugh, ¿por qué sacan a Yotsuba? – protestó Nino. – ¡Les hizo ganar este set, deberían dejarla en la cancha para que siga anotando!
- Calma, Nino, solo es un partido de práctica. – intervino Ichika.
- Se supone que es para elegir titulares, así que todas las integrantes deben jugar por lo menos un poco y demostrar de lo que son capaces. – explicó Fuutarou.
- Sin mencionar para probar sus formaciones más eficientes. – agregó Takeda. – Aunque independientemente de eso, no creo que mi prima deba preocuparse mucho por su puesto.
Efectivamente, la prima de Takeda era la única jugadora de Asahiyama que había ingresado en cada set, cumpliendo su rol como líbero del equipo. Por lo que él sabía, en un equipo de voleibol se permitían hasta dos líberos, pero al no haber nadie más que cumpliera esa posición, era la única cuya titularidad no estaba en riesgo.
Por otro lado, Fuutarou pensaba que el desempeño de Yotsuba había sido bastante bueno. Si bien se había lucido más durante el tercer set, cuando comenzó a ir al ataque y anotando más de la mitad de los puntos que les permitieron remontar cuando se estaban quedando atrás, no se podía negar su papel inicial durante el primero. Esos dos puntos que anotó con saque as apenas iniciar también habían sido un buen impulso para su equipo, permitiéndoles mantenerse en la delantera durante todo lo que duró.
Si se permitía decirlo, estaba jugando aún mejor que con el equipo de basquetbol. Podría tener mucho futuro dedicándose a este deporte profesionalmente, o eso pensaba él.
…
A pesar de haber dado una buena batalla, Asahiyama perdió el cuarto set 18-25, ante los poderosos ataques de Honmoku. Ahora estaban empatados 2-2 y el último set decidiría al ganador. La entrenadora Kitano felicitó a todas las jugadoras por su desempeño, pero delegó en Matsui como capitana la tarea de decidir la formación para el último set.
Sorprendentemente, Matsui volvió a elegir la formación del primer set, excluyéndose a sí misma y designando a Reiko como la armadora para el final. Sobra decir que la de primer año estaba bastante sorprendida por esta decisión.
- ¿Estás segura de esto, Matsui-senpai?
- Lo estoy. – aseguró Matsui. – Ya están acostumbradas al ritmo de los ataques, así que contigo podremos descolocarlas. Recuerden que el último set se juega solo a 15 puntos, así que tendrán menos tiempo para adaptarse. Aprovechen eso para atacar con todo desde el principio.
Luego se volvió hacia Yotsuba, que no pudo evitar tragar saliva a la expectativa de lo que le iban a decir.
- Yotsuba, no te contengas. Golpea tan fuerte como puedas ese balón, como solo tú sabes hacerlo.
- Entendido. – dijo la chica del lazo, apretando los puños con entusiasmo.
- ¡Manos al centro! – declaró Matsui. – ¡Asahiyama, a pelear!
- ¡A PELEAR!
Tras la arenga final, Matsui volvió a la banca y dejó que las demás regresaran a la cancha. Todas se colocaron en posición: Yotsuba, Rin y Akira al frente, con Reiko, Iruka y Kotomi detrás. Las de Honmoku tenían todavía el saque en su posesión, y abrieron con un saque flotante que las tomó a todas desprevenidas por su velocidad, sin darles tiempo de reaccionar.
Yotsuba sintió que era una especie de venganza por el primer set, pero rápidamente se recompuso. Las demás no permitirían que se volviera a repetir.
Y en efecto, esta vez se anticiparon. Iruka logró recibir el saque bombeándolo para Reiko, que levantó el balón para Kotomi hacia atrás mientras corría Yotsuba para actuar de carnada. El ataque de Kotomi desde atrás tuvo éxito y logró anotar, y una vez que rotaron, Takki entró para sustituir a Akira para la defensa. La Nakano respiró profundamente, sintiendo que estaba preparada para lo que fuera.
Al momento de sacar, sin embargo, las de Honmoku replicaron con un ataque rápido a dos toques que les ayudó a anotar de nuevo, y a partir de allí comenzaron a lanzar saques flotantes uno tras otro, cuyas trayectorias eran difíciles de predecir. A su vez, estaban tratando de mantener el bloqueo contraofensivo, buscando a toda costa impedirles anotar, y rápidamente comenzaron a ganar ventaja hasta poner el marcador 1-8 a su favor. Con eso estaban a medio camino de la victoria, y las de Asahiyama comenzaban a ponerse muy nerviosas, especialmente la armadora de primer año.
Matsui pidió tiempo fuera y las llamó a reunirse de nuevo.
- Reiko, escucha: jugaste muy bien en las prácticas y en el segundo set, ¿qué te sucede? – le preguntó.
- Esos ataques me están abrumando, capitana. – dijo la armadora. – Siento que no puedo con ellas.
- ¿Por qué te preocupas? Tú no eres la que debe atacar, nosotras lo haremos. – dijo Iruka.
- ¡Es cierto! Si ellas golpean fuerte, ¡nosotras tenemos que hacerlo con el doble de fuerza! – intervino Yotsuba. – ¡Confía en nosotras! ¿Verdad, Matsui?
La capitana asintió. – Escucha, eres buena armadora, y cuentas con buenas rematadoras de tu lado. Y en defensa, Takki te cuidará las espaldas. No estás sola, todas están aquí para apoyarte.
Las palabras de aliento parecieron tener efecto en la armadora de primer año, que se golpeó las mejillas para relajarse y adoptó una mirada de determinación, apretando sus puños. Justo a tiempo, porque en ese instante les estaban ordenando volver al juego. De inmediato, todas regresaron a sus posiciones, listas para continuar y recuperar el partido.
El saque fue recibido por Kotomi, que se lo envió a Reiko para que colocase para Iruka. La chica saltó tan alto como pudo para rematar, pese a que las bloqueadoras de Honmoku ya se habían colocado para interceptarla. Pero esta vez, el bloqueo contraofensivo salió elevado, un balón que sería muy fácil de recibir.
- ¡Mío! – gritó Takki, pero en lugar de enviárselo a Reiko, se lo mandó a Yotsuba.
Y la Nakano supo exactamente lo que debía hacer; era un ataque a dos toques. Corrió y saltó rematando rápidamente, logrando ver por una fracción de segundo un hueco en la esquina hacia donde apuntar, y mandó el balón hacia allá.
- ¡Punto para Asahiyama! – declaró el árbitro.
Las de Honmoku no parecieron preocupadas, después de todo el marcador seguía 2-8. No obstante, ese punto que marcó Yotsuba le dio al equipo el impulso que necesitaba, y una vez que rotaron de nuevo, estaban decididas a capitalizar en él, desde el momento del saque.
Rin envió un saque desde abajo, elevándolo hacia el techo. Parecía muy fácil, y la líbero de Honmoku lo pidió para ella, pero se llevó una sorpresa cuando de repente el balón cayó con más fuerza de la esperada, y no pudo colocarla como quiso, resultando en otro punto para Asahiyama. Rápidamente les devolvieron el balón, y Rin se dispuso a sacar de nuevo, haciéndolo de la misma manera que el anterior.
- ¡La tengo! – gritaron dos de las zagueras de Honmoku a la vez, pero ninguna pudo reaccionar cuando el balón volvió a caer violentamente, entre las dos antes que pudieran moverse, para su gran desconcierto.
- Ja, no nos subestimen. – dijo Rin desafiante. – ¡Eso fue por los dos puntos del inicio!
El marcador ahora estaba 3-8. Como dirían que a la tercera iba la vencida, esta vez la líbero de Honmoku logró recibir el saque de Rin. Desafortunadamente, no midió bien la fuerza y la dirección, por lo que elevó el balón demasiado mandándolo hacia la red. Yotsuba vio una oportunidad demasiado buena para desperdiciarla y antes que las defensoras se pudieran colocar, saltó para golpear y anotar, quedando entonces 4-8.
A cuentagotas la diferencia se achicaba y todavía ganaban más impulso con cada punto que anotaban. Tenían que seguir de ese modo, ahora que el equipo contrario se estaba descontrolando.
Honmoku tardó otras tres jugadas más en agarrar el hilo para recibir los saques de Rin, ya que si no dejaban caer la pelota, tampoco lograban colocarla bien para hacer un contraataque. Debido a haber perdido su ventaja y estando solo un punto por arriba, sus ataques también comenzaron a perder fuerza. A su vez, los de Asahiyama cada vez eran más implacables: no tenían forma de predecir si atacarían con Iruka por el lado izquierdo, o con Yotsuba desde el derecho, haciendo que fuese para ellos una ruleta rusa de saber a quién de las dos tenían que cubrir.
- ¡Iruka! – gritó Reiko mientras preparaba lo que parecía una levantada hacia atrás. Instintivamente las de Honmoku corrieron a cubrir el lado izquierdo.
Pero resultó ser un engaño: levantó hacia el lado derecho para Yotsuba, que al instante saltó y clavó el balón en la esquina desprotegida. La líbero contraria se lanzó a salvarlo, pero no lo logró, y ahora Asahiyama había empatado el set.
- ¡Mantengan ese ritmo! – gritó Matsui desde la banca. – ¡Uno más y habremos remontado!
Habían podido igualar el marcador, ahora solo restaba remontar y seguir anotando hasta ganar el partido. Honmoku se veía contra las cuerdas y las de Asahiyama tenían que seguir presionando.
Rin continuaba aprovechando su saque elevado, esperando descolocarlas, pero ya le habían tomado el ritmo para medir la caída y recibirlo, y prepararon un ataque para Ikazuchi. Takki consiguió anticiparse y recibirlo, enviándoselo a Reiko mientras tanto Iruka como Yotsuba se posicionaban para atacar.
- ¡Ahí va! – gritó la armadora, y de inmediato las dos rematadoras saltaron a la vez.
El pase fue para Iruka, y las de Honmoku se anticiparon correctamente, logrando hacer un bloqueo ofensivo, pero detrás de Iruka se hallaba Kotomi para volver a elevar la pelota. Reiko la levantó otra vez, devolviéndosela a Kotomi para un ataque desde atrás que lograron recibir, y volvieron a elevar para Ikazuchi, que esta vez remató con tanta fuerza que Takki tuvo que cubrirse la cara.
Aun así, el balón rebotó en ella y seguía vivo, tenían que seguir atacando. Yotsuba se dispuso a saltar, pero vio que ya preventivamente se estaban preparando para bloquearla. Tenía que medir el tiempo con precisión…
- "Un segundo…" – se dijo mentalmente antes de saltar para rematar. – ¡VA!
Y lo consiguió. Hizo una anotación limpia, y con eso el marcador finalmente se invertía, 9-8 a favor de Asahiyama.
- ¡Muy bien, Yotsuba! – las demás de inmediato vinieron a chocarle las manos y felicitarla, mientras las de Honmoku empezaban a decirse palabras de ánimos de que el partido no había terminado.
En efecto, así era. Acababan de remontar, pero aún tenían que anotar seis puntos más para ganar. Y sin desperdiciar el impulso procedieron a hacer exactamente eso; las de Honmoku, en su desesperación, comenzaron a depender de su rematadora principal, Ikazuchi, lo que les permitió a las de Asahiyama bloquear o por lo menos anticiparse a sus ataques. Entretanto, ellas contaban tanto con Iruka como Yotsuba en el frente, y Kotomi desde atrás se les hacía difícil anticiparse.
Asahiyama rápidamente se escapó con cinco puntos, tres de los cuales fueron anotados por Yotsuba, y solo por un bloqueo milagroso y desesperado de Ikazuchi se salvaron de lo que parecía una derrota inminente, dejando el marcador 14-9.
- ¡Lo siento! – se disculpó Yotsuba por haber fallado ese último remate.
- ¡No te preocupes! – gritó Matsui desde la banca. – ¡Solo necesitamos un punto más para ganar!
Las de Honmoku se rotaron, y Yotsuba vio frente a ella una cara familiar. Hasegawa ahora estaba en la red frente a ella, y se notaba muy animada.
- Otra vez estamos frente a frente, Nakano-san. – le dijo. – He esperado un largo tiempo por este momento, de volver a enfrentarme a ti.
- Jeje, ha sido un buen partido. – replicó Yotsuba. – Pero ya estamos a punto de ganar y no pienso perder ahora.
- Ja, yo tampoco. Si se te ocurre rematar, aquí estaré para detenerte.
- ¿Ah sí? Pues lo mismo te digo yo.
Sonó el silbato, y Honmoku ejecutó el saque. El balón salió elevado directo al centro donde estaba Takki, que lo levantó para Yotsuba, claramente para hacer un ataque a dos golpes. Sin embargo, cuando Yotsuba saltó para rematar, allí estaba Hasegawa para bloquearla. Para sorpresa de Yotsuba, el balón golpeó el suelo en su cancha, y al voltear a ver al otro lado de la red, su oponente le sonreía.
- Tus remates siguen siendo fuertes… pero veo que no mucho más de lo que eran en secundaria. He entrenado mucho en estos dos años. – le dijo.
Yotsuba no dijo nada, pero entendió cuál era el mensaje. Mientras ella había estado saltando de un club deportivo a otro, Hasegawa debía haberse dedicado de lleno al voleibol, para hacerse mejor jugadora con trabajo duro. Yotsuba tenía talento natural, sí, pero había un punto en el cual el talento no era suficiente y había que empezar a esforzarse.
Con eso en mente, volvió a alistarse mientras esperaba el saque de Honmoku, recordándose a sí misma que estaban a solo un punto de ganar, pero no por eso debían confiarse. En lugar de eso, debían buscar anotar ese punto a toda costa antes que lograran alcanzarlas.
Sin embargo, haberles frenado la racha justo a tiempo pareció devolverles la fuerza a las de Honmoku, que comenzaron a atacar determinadas a recuperar el partido. Ahora habían decidido bloquear individualmente tanto a Yotsuba como a Iruka; con Hasegawa cubriendo a la primera, podían ir por la segunda sin problemas en caso de que intentaran hacer un ataque de engaño. Y así fue: cuando Iruka intentó rematar desde el lado izquierdo, fue bloqueada por Ikazuchi, y luego Hasegawa hizo lo mismo con Yotsuba en el siguiente turno. La ventaja que llevaban acababa de mermar otros dos puntos, y mientras las de Honmoku volvían a respirar, las de Asahiyama comenzaban a sentirse algo ansiosas.
En la siguiente jugada, de nuevo Hasegawa bloqueó el remate de Yotsuba, aunque afortunadamente el balón esta vez sí fue salvado por Takki. En vista de que los ataques desde el frente no estaban resultando, Reiko colocó el balón para Kotomi para hacer un ataque desde atrás. Lamentablemente, quizás por los nervios, no midió bien la altura y el balón rebotó en la red, dejando el marcador 14-13 a favor de Asahiyama.
- ¡Tiempo fuera! – pidió Matsui desde la banca. Era el último que podían tomar por el partido, y la capitana las reunió a todas de inmediato. – Chicas, ¿qué está pasando? ¡Solo es un punto más para que ganemos!
- Estamos muy nerviosas. – dijo Reiko. – Lograron frenarnos y ahora parecen haberse hecho más fuertes en el último tramo.
- Y están bloqueando nuestros remates. – agregó Yotsuba. – No importa lo fuerte que golpee el balón, Hasegawa lo para sin problemas.
- Entonces hay que dejar de rematar. – dijo Matsui, a lo cual todas la miraron sorprendidas.
- ¿Dejar de rematar? – dijo Iruka. – ¿Pero entonces cómo vamos a…?
- Todo lo que debemos hacer es que el balón caiga en el otro lado de la cancha, ¿no es cierto? El cómo lo hagamos no importa. No tiene que ser por la fuerza, ¿o sí?
Yotsuba observó los rostros de sus compañeras, dándose cuenta que debían haber entendido lo mismo que ella. Habían estado tan concentradas en los remates que no se habían dado cuenta que no era la única forma de anotar, y evidentemente las de Honmoku se habían adaptado a ellos. No tenía sentido seguir haciendo lo mismo si obtenían los mismos resultados.
Pero Matsui tenía razón: había más de una forma de anotar los puntos. No tenía que ser rematando con fuerza.
Al concluir el tiempo fuera, todas regresaron a sus posiciones, esperando el saque de Honmoku. Era el punto del partido. Estaban solo un punto por arriba, así que tenían que anotar ahora sí o sí para evitar ir a Deuce. Al mirar a través de la red, nuevamente se encontró frente a frente con Hasegawa, que desde el otro lado le lanzaba una sonrisa desafiante, como si dijera "no dejaré que anotes".
Siempre había sido su estilo poner todo su empeño en lo que hacía. Pero a veces, no se daba cuenta que en lugar de usar todo lo que tenía, solo bastaba usar un poco de la manera correcta. Así había sido en los estudios con Fuutarou: en lugar de estudiar más horas, él la puso a estudiar de manera más eficiente, aunque le costó un poco disciplinarse para entender lo que quiso decirle.
En este momento era igual. Si querían ganar este partido, no hacía falta golpear el balón con fuerza bruta. Solo tenía que hacerlo caer del otro lado y ya.
Honmoku inmediatamente sacó; un saque flotante que salió disparado con tanta fuerza que casi parecía que resultaría en un as.
- ¡Maldición! – exclamó Takki.
La rubia morena se lanzó y logró evitar que el balón tocase el suelo. Sin perder tiempo, Reiko colocó el balón para Iruka, que por instinto saltó a rematar e igual que antes fue bloqueada por Ikazuchi. Afortunadamente, Rin estuvo atenta para mantener el balón con vida, volviéndole a pasar a Reiko para que la colocara, esta vez para Yotsuba.
- ¡No lo harás! – oyó decir a Hasegawa, que ya se disponía a bloquear el remate.
Cuando Yotsuba saltó, fue como si el tiempo se detuviera momentáneamente, dándole ese instante de claridad de lo que debía hacer. La zona alrededor de la línea que separaba a las delanteras de las zagueras estaba totalmente desprotegida. Bastaría un toque suave para plantar el balón allí.
Y eso hizo: amagó el remate y todo lo que hizo fue empujar el balón con suavidad por encima de Hasegawa. Por un breve momento alcanzó a vislumbrar la sorpresa en los ojos de su oponente a través de la red, y solo cuando el golpe del balón en el suelo hizo eco en el gimnasio, sentenciando el encuentro, fue que todo el equipo de Honmoku entendió lo que había sucedido.
- ¡Punto válido! ¡Set y partido para el equipo de Asahiyama!
- ¡MUY BIEN!
- ¡SÍ, BIEN HECHO, YOTSUBA!
- ¡GANAMOS, GANAMOS, GANAMOS!
Todas las jugadoras de Asahiyama, dentro de la cancha y de la banca, corrieron para hacerle montón y felicitarla. No era para menos; acababa de anotar el punto que les ganó el partido. A su vez, su pequeña barra en las tribunas, con sus hermanas, Fuutarou y sus amigos, también estaban celebrando, algunos más animados que otros obviamente.
Pero incluso desde esa distancia, ella podía ver que el chico peliazul sonreía con orgullo. Estaba orgulloso de ella, y eso era lo que volvía aún más dulce esta victoria.
…
El partido había sido largo y difícil, pero finalmente habían salido victoriosas. Yotsuba sentía que podía estar orgullosa de su propio desempeño, pero no habría podido lograrlo sola. Había sido un esfuerzo de todo el equipo.
- Gracias por su tiempo, profesora Takamura. – dijo la entrenadora Kitano mientras se inclinaba ante la entrenadora de Honmoku.
- Tiene un buen equipo este año. – dijo la susodicha, extendiéndole la mano. – Más les vale ganar en las preliminares, porque espero que podamos tener una revancha apropiada.
- Lo mismo le digo yo. – replicó Kitano, aceptando el apretón.
- Nakano-san. – Hasegawa se acercó a Yotsuba por un momento – Volviste a vencerme. A pesar del tiempo no has perdido el toque. Fue un gran partido.
- Gracias. Ustedes también estuvieron increíbles. – dijo Yotsuba.
- Hoy perdimos, pero te aseguro que vamos a ganar en las preliminares. Espero poder enfrentarte de nuevo.
- Yo también. Será muy divertido volver a jugar contra ti. – replicó la chica del lazo, dándole un apretón a su adversaria.
Aunque la mayoría de las jugadoras de Honmoku aceptaron la derrota dignamente, algunas no parecían del todo contentas por el resultado. De hecho, a Yotsuba le pareció que cuando Matsui fue a darle la mano a Ikazuchi, esta última lo hizo de mala gana, y le apretó un poco de más los dedos. Esperaba que no fuese a escalarse en una mala rivalidad o algo por el estilo.
Tras finalizar los agradecimientos, el equipo de Asahiyama se dispuso a retirarse, yendo de vuelta a su autobús. Yotsuba por su parte, se separó de ellas, pues tenía otra cosa más por hacer.
- Yotsuba, ¿a dónde vas? Todas iremos a celebrar juntas nuestra victoria, ¿no vienes?
- Me encantaría, pero ya hice planes. – dijo Matsui. – Mis hermanas y Uesugi-san me están esperando, y voy a celebrar con ellos.
- Ah, ahora que recuerdo, hoy es su cumpleaños, ¿verdad? – dijo la castaña. – Cielos, y a mí que se me olvidó comprarte un regalo.
- Jaja, no te preocupes. Con todo lo que tenías que hacer con el equipo no tendrías ni tiempo. – aseguró la chica del lazo. – Yo estaré bien, el chofer de papá nos vendrá a recoger en cualquier momento.
Eso pareció calmar a Matsui, que la dejó marcharse por su cuenta, y con eso pudo ir a reunirse con sus hermanas. Todas ellas estaban sonriéndole, algunas hasta estaban aplaudiendo para vitorearla por ese gran partido.
- Felicidades, ese fue un gran debut en el equipo. – dijo Ichika. – Significa que tendremos doble motivo para celebrar hoy.
- Por nuestro cumpleaños, y por la victoria de Yotsuba. – agregó Nino. – Aunque podrías haber terminado ese último set un poco antes.
Yotsuba se rio nerviosa. Seguramente se refería al hecho de enfocarse tanto en rematar con fuerza que no se le ocurrió intentar dejadas para despistar a las contrarias. Típico de ella.
- Bueno, eso ya no importa. – intervino Itsuki. – Lo que importa es que ganaron. Los deportes son el elemento de Yotsuba, después de todo. Estuviste asombrosa, en serio.
- Bien hecho. – concluyó Miku con una sonrisa.
En ese momento, oportunamente apareció el auto que vendría a recogerlos, y se subieron todos a bordo. Una vez que se acomodaron, Ichika se acercó al chofer antes de arrancar.
- Disculpe, Ebata-san. Si no es molestia, ¿cree que podría hacer una parada en casa de Fuutarou-kun primero?
- No me molesta, ¿pero no se suponía que las lleve a su apartamento para su fiesta de cumpleaños?
- Sí, pero aún tiene que ir por nuestros regalos. – agregó Ichika. – Y por su hermanita, que también está invitada.
- Bueno, si el joven no tiene ningún inconveniente.
- No lo tengo si ustedes no. – replicó el chico encogiéndose de hombros.
- Para nada, Uesugi-san. Yo no por lo menos. ¿Alguien sí¡? – preguntó Yotsuba, mirando a las demás.
Ninguna puso objeciones, excepto Nino que murmuró algo de "Ojalá hubiera venido Kintarou-kun", pero estando todas de acuerdo, el auto se puso en marcha. Sería una parada breve, ya que solo irían por los regalos.
Mientras el auto avanzaba, Fuutarou le habló.
- Jugaste un buen partido. Buen trabajo.
- Jeje, gracias. – replicó ella con modestia. – Aunque no habría podido hacerlo sola. Todas las demás me apoyaron, fue un esfuerzo de todo el equipo.
- No niego eso, pero aun así anotaste casi la mitad de los puntos en los sets que jugaste, sin mencionar el punto ganador en el último. Si eso no te asegura un puesto de titular, no sé qué lo hará.
- Oye, oye, Fuutarou-kun. – intervino Ichika, fingiendo enojo. – No la alabes tanto, o se le podría subir a la cabeza. ¿No, hermanita?
- Jaja, puede ser. – rio Yotsuba. – Aun así… gracias por los halagos.
La verdad, aunque estaba segura de que su desempeño le valdría un puesto de titular, eso no le importaba demasiado ahora. No lo negaba, se sentía feliz por haber ganado, pero más por haber jugado tanto con sus nuevas compañeras, como por haberse enfrentado a una antigua rival. Ya no se trataba de querer ser la mejor, sino de dar lo mejor de sí misma y de divertirse.
Luego de un partido como ese, Yotsuba se sentía animada como nunca para celebrar su cumpleaños con sus hermanas, y con Fuutarou. Ese era su verdadero premio por la victoria, de celebrarla con sus personas más preciadas en el mundo.
Esta historia continuará…
Notas del autor:
Buenos días, gente. Uff, tenía mis dudas de si lo lograría a tiempo, pero por fin terminé el capítulo que estaba escribiendo y puedo actualizar antes que acabe el mes. Como lo prometí, otro capítulo "deportivo" centrado en Yotsuba (gracias Haikyuu! por la inspiración), esta vez su primer partido con el equipo de volei, y pueden estar seguros que no será el último. Aquí busqué un poco ilustrar que, si bien ella se ha esforzado por cambiar, todavía quedan algunos vestigios de su pasado de ser una chica competitiva, y que tal vez por el subidón de adrenalina y la emoción del partido, ese remanente deseo de ser la mejor vuelve a surgir ocasionalmente. Claro que no es que eso sea algo malo, después de todo, cualquiera que practique deportes sabe que los atletas deben tener el deseo de triunfo y hambre de gloria, pero no hay que dejarse llevar por ellos porque si se combinan con el miedo a la derrota, se crea la peor combinación posible que puede tener cualquier persona (no solo en los deportes, sino en cualquier cosa que se haga en la vida). Al mismo tiempo, y en el lado positivo, también vemos que las enseñanzas de Fuutarou le están ayudando fuera de las cuestiones académicas, que se diera cuenta que para hacer las cosas bien no necesariamente hay que esforzarse más, solo encontrar el método más eficiente, algo con lo que ella siempre parece haber tenido dificultades por comprender y por eso se va a los extremos con todo lo que hace.
Y bien, con eso concluyo este capítulo. Gracias por los reviews a AGGSS8 y Danny. En el próximo, las Nakano estarán celebrando su cumpleaños, e igual que con este la mayor parte será desde la perspectiva de Yotsuba. Nos veremos pronto, ¡sayonara!
