Hola, mis amores. Al fin puedo ver sus reviews, jajaja.
Bien, a responder entonces:
Cbt1996: hola linda, me alegra que se note la amistad de Kag y Kikis. Y lo de malvada no creo que sea más malvada que tú, mi cin, jajaja. Sí, me costó un poquito escribir Inukiki, pero creo que me salió bien, creo, jajaja. Lo de las fotos, mmm, muy interesante. Son detalles que no hay que dejar pasar, jaja. Muchas gracias por todo, mi cin linda. Nos vemos. Besos.
Kayla Lynnet: hola linda. Sí, así es, linda, la familia no es solo la sangre, sino el cariño, ellas saben de eso porque se quieren mucho. Midoriko es una jefa muy agria. Sabremos más de ella más adelante, pero la misma Kikyo lo dijo: no hubo un segundo de sus vacaciones que ella no la llamara, y eso fue algo que dejó muy calladita a la jefa, jaja. Y ya apareció el chico de ojos dorados que pondrá el mundo de cabeza., no te quede duda de eso, linda.
Ya es tarde, Kayla. Kikyo ya cayó en sus encantos y, ¿Quién no, verdad? Con ese pedazo de perro que es Inuyasha, jajaja. Inuyasha siempre cuidándose de no dejar un mini Taisho por ahí, jajaja. Y quién sabe si esta noche, que fue la mejor de su vida, ¿se convierta en otra cosa?. Mmm, quién sabe, jaja. Besos, linda. Saludos.
Karri Taisho: hola linda. Me alegra mucho que el detalle de que ellas se vean más como hermanas que como amigas haya llegado a ustedes, linda. Esa era una de mis metas con este fic y sí, la palabra "Kikis" se va a ver mucho aquí por parte de Kag.
Kikis siempre le va a poner un alto a su jefa y ella solo tendrá que acatar porque una mano derecha como Kikyo no la va a pillar en ningún lugar y ella lo sabe.
X2, yo igual odio a esos tipos que se creen la última Coca-Cola del desierto y andan rompiendo corazones como si fuera deporte.
No te preocupes, linda. Amo tus reviews y con toda confianza escribe todo lo que quieras en ellos, linda.
Qué buen ojo tienes con lo del departamento, pero por ahora no puedo responder ese detalle, linda. Más adelante sabremos de eso, jiji.
Sí, sé que es raro ver Inukikio de mi parte, pero es necesario para el drama de la historia.
Muchas gracias por leer. Nos vemos. Besos.
Capítulo 3
Perspectiva de Kikyo
Pasó un mes desde que mi amiga partió en su viaje, también un mes desde que conocí a Inuyasha Taisho. Un mes de felicidad plena. Con Inuyasha nos veíamos todos los días, a veces en su departamento y otras en el mío, pero siempre pasábamos la noche juntos. Aún así, no me he atrevido a decirle a Kagome sobre él por temor a que fuese sólo cosa de un tiempo, sin embargo, ya llevábamos un mes, por lo que decidí que era el momento de contarle.
Prendí mi computadora y la llamé a través de Skype. Luego de sonar un par de veces, por fin me respondió
- Hola, Kikyo, ¿Cómo estas? ¿Cómo van las cosas por allá? ¿Has regado mis rosas?
- Oye, ¿acaso extrañas más a las rosas que a mi? - no respondió. - ¡Kag! ¡¿Es en serio?!
- Jajaja claro que no, Kikyo, sólo estaba bromeando, por supuesto que tú eres a quién más extraño, además de la abuela Kaede, que por cierto, ¿Cómo está ella?
- Bien, ya sabes, ella vive para los niños del hogar donde trabaja, por eso decidió irse allá, aunque me gustaría que viviese conmigo para ser sincera.
- Yo igual quisiera que estuviera conmigo en mi departamento, pero ya sabes lo que dice la abuela: No quiero ser mal tercio mientras ustedes salen con chicos. - comenzó a reír. - Cómo si estuviésemos saliendo con alguien, ¿verdad?
- Kag... sobre eso, hay algo que tengo que contarte.
- ¿Qué pasa?
- Conocí a alguien.
- ¿He? ¿Cuándo?
- Mmm, hace un mes.
- ¡¿Qué?!
- Kag, por favor, no grites...
- ¡¿Qué no grite?! ¡¿Sales con un chico hace un mes y recién me estoy enterando?! ¡¿Desde cuando pasé a ser tu mejor amiga a ser una más del montón?!
- Kag, no digas eso, me duele que pienses así, ¿me dejas explicarte, por favor?
- Bien, te escucho.
- Mira, lo conocí la misma noche en la que tú te fuiste a Estados Unidos. Bueno, él y yo... terminamos en su departamento. Kag, fue tan lindo... yo me moría de ganas de contarte, pero tú estabas muy ocupada con el tío y creí que iba a ser cosa de un corto tiempo, pero... ya llevamos un mes y Kag, te juro que todo es tan lindo. Creo que fue amor a primera vista.
- Bueno, si me lo dices de esa manera esta bien, te perdono, pero no vuelvas a no contarme nada, ¿bien? - sonrió. - Kikyo, eres mi hermana y no importa que tan lejos me encuentre o lo ocupada que esté, siempre estaré ahí para ti, ¿de acuerdo?
- Esta bien, Kag, no volverá a suceder, lo prometo.
- Y... ¿es guapo? ¿Mmm?
- ¡Es guapísimo! - sonreí. - Es el hombre más guapo y sexy que he conocido en mi vida.
- Me alegro mucho por ti, ¿Cómo se llama?
- Inuyasha... Inuyasha Taisho.
- Inuyasha Taisho, mmm, no me suena, bueno, da igual, ¿tienes alguna foto de él para conocerlo?
- ¿Foto?
- Si, una foto.
- Pues... a él no le gustan las fotos.
- ¿Qué no le gustan las fotos? ¿Por qué?
- No sé - me encogí de hombros - . No le gustan.
- Ok, entonces tendré que esperar hasta cuando llegue a Japón para conocer al famoso Inuyasha Taisho.
- Kag, te va a encantar, es tan caballero y gentil.
- Bien, veremos cuando lo tenga enfrente.
- Y el tío, Kag, ¿está bien? - preferí cambiar el tema.
- Sí, gracias a Kami, él está bien. En unas semanas más estará como nuevo y ya podremos regresar a casa.
- Qué bien, me alegro mucho de que esté bien.
- Sí, ah, por cierto, adivina a quién me encontré...
- ¿A quién?
- ¡A mi primo!
- ¿Tu primo Naraku?
- Sí, está acá en Washington.
- Creí que estaba en Nueva York.
-Sí, estaba, pero vino a ver al tío. ¿Y sabes qué más?
- No, ¿Qué pasó?
- ¡Naraku firmó un contrato de trabajo y regresará a Japón con nosotras!.
- ¡¿De verdad?!
- Sí, estuve hablando con él todo el día, y hay algo más...
- ¿Mmm.?
- Está soltero...
- Y... ¿por qué me dices eso?
- No sé... recordé al Naraku de hace años, el chico que estaba enamorado de ti.
- Kag, por favor, eso pasó hace años y yo siempre vi a Naraku como un primo.
- Sí, pero eso fue cuando Naraku todavía no cumplía sus 18 años. Si lo vieras ahora, con sus 28 años, está muy guapo.
- ¿Y si tan guapo está, por qué está soltero?
- No sé, tal vez aún no se olvida de ti...
- Kag, por favor, han pasado muchos años y yo estoy con Inuyasha.
- Ah, sí, ese Inuyasha.
- Oye...
- Jajaj, perdón. Bueno, en fin, la cosa es que en un mes no solo nosotros llegaremos a Japón, sino que Naraku también.
- Qué bien, Kag, sé que mami quiere mucho a Naraku y se pondrá muy feliz de tenerlo cerca.
- Sí, así es.
- Kag, te tengo que dejar, es que Inuyasha va a pasar por mí para ir a almorzar.
- Bueno, está bien, yo iré a descansar un poco.
- De acuerdo, nos hablamos en un par de horas, ¿sí?
- De acuerdo, ¡besos!.
- ¡Besos!.
Corté la llamada y me puse de pie saltando de puntitas por la felicidad. Kag ya sabía de mi chico y todo había salido bien. Ahora iría a cambiar para esperarlo. Caminé hacia mi clóset y lo abrí. Tomé un vestido ajustado con escote en V, color lila, y unos zapatos de tacón lila oscuro. Me cambié y me miré al espejo. Me hice un moño dejando mis dos mechones del frente sueltos. Me puse lápiz labial color rosa y escuché que a mi celular le llegó un mensaje. Lo desbloquee y lo leí.
- Estoy abajo.
Sonreí y le devolví el mensaje.
- Estoy bajando.
Apagué el móvil, tomé mi cartera y salí de mi departamento. Llegué abajo y me encontré a un Inuyasha en un traje color gris que le quedaba perfecto.
- Hola. - lo saludé con un beso en los labios.
- Hola, preciosa, estás guapísima.
- Gracias, tú también te ves guapísimo.
Me dio otro beso y nos fuimos al restaurante. Sakura Sushi, un elegante lugar de sushi que combinaba la tradición japonesa con un toque moderno. Nos sentamos y pedimos la comida mientras conversábamos de cosas triviales.
- Inuyasha, ¿por qué no me cuentas algo de tu familia?
- ¿De mi familia?
- Sí.
- Mi familia no importa en estos momentos, Kikyo, sólo importa estar aquí contigo. - tomó mi mentón con delicadeza y me besó.
Estábamos besándonos cuando el teléfono de él, sonó.
- Perdón —me dice alejándose un poco y contestando. - . Sí, bueno, ¿Qué pasa? ¿Y no puedes arreglarlo tú? Está bien, ya voy. - colgó y me miró.
- Kikyo, perdón, pero creo que tendremos que dejar el postre para más tarde.
- ¿Qué pasó?
- Tengo que entregar unos archivos en el trabajo.
- Puedo acompañarte y después seguimos en donde lo dejamos...
Se quedó pensando un momento, pero finalmente aceptó.
- Bien, vamos.
Inuyasha pagó la cuenta y nos fuimos. Llegamos a su trabajo y, ¡santo cielo!, sí que era un edificio grande. Entramos y el guardia nos saludó.
- Buenas tardes, señor Taisho.
- Buenas tardes.
- Hola. - le dije al guardia con una sonrisa.
- Hola, señorita. - me hizo una reverencia.
Llegamos al ascensor e Inuyasha apretó el piso 50. Subimos y cuando llegamos, las puertas se abrieron y nos acercamos a su secretaria.
- Esmeralda.
- ¿Sí, señor Taisho?
Me quedé observándola. Era una chica joven, muy bonita y sexy, rubia. Arrugué el ceño cuando vi su ropa. O sea, las secretarias sí usan minifalda, pero esta la llevaba muy por arriba de lo normal y su escote sí que era descarado. Ella me miró con cara de pocos amigos mientras Inuyasha estaba mirando hacia otro lado.
- Esmeralda, los archivos del proyecto de Canadá.
- Sí, aquí tiene, señor Taisho.
- Gracias.
Él me dirigió hacia su oficina.
- Siéntate, por favor, yo terminaré rápido con esto.
- Claro.- me senté en la silla.
Inuyasha se mantuvo unos minutos en el ordenador y luego lo cerró.
- Listo, eso era todo.
- ¿Terminaste, cariño?
- Si, ya termine.
- Entonces, ¿podemos ir a comer el poste? - le dije, sonriendo mientras me acercaba.
- ¿Y si mejor lo comemos aquí?
- Inuyasha, es tu oficina...
- Eso es lo bueno... y lo excitante.
Me acorraló contra la mesa, mientras me sentaba en ella y llevaba sus manos a mis muslos, subiendo mi vestido mientras me besaba. No se cuanto tiempo nos mantuvimos allí dentro, sin embargo, fue el suficiente para terminar haciendo el amor sobre su escritorio y el sofá.
Nos marchamos, pero no estábamos satisfechos, por lo que nos dirigimos a su departamento en donde hicimos el amor hasta que nos quedamos dormidos.
Continuará...
Créditos de la ortografía la bella autora, Cbt1996, gracias linda :)
