Capítulo 1: New Yoke City
Las luces de los automóviles se quedaban atrás según se acercaban lo que ahora sería su nuevo hogar. Adiós Green Hill, hola New Yoke City.
Soltó un suave suspiro para así subir el volumen en sus audífonos dejándose envolver por la canción Escape of the City, palabras que se sentían más reales que nunca, mientras miraba las calles de la ciudad engullirlo.
Sonic se hundió en su asiento en un fallido intento de amenguar las emociones contrariadas que recorrían cuerpo en un caótico vals, uno que bailaba al son del rechazo y la resignación de algo que escapaba de su control; una danza tortuosa que ya había pisoteado su alma durante mucho tiempo.
Soltó un suspiro imperceptible ante aquel último pensamiento para subirle el volumen a la música que lo rescataba de sus intrusivos pensamientos, en un intento de acallar aquellas emociones perturbadoras,o esa era su intención cuando sintió como un choque eléctrico lastimó su mano obligándolo a soltar su celular ante la onda de dolor y ver cómo éste se apagaba al acto.
–¡Maldición! – exclamó Sonic sacudiendo su mano adolorida por el choque eléctrico y ver el aparato con disgustó.
–¿De nuevo tu celular? – la voz de su tío se hizo presente. El responsable que estuvieran en esa espantosa ciudad.
–Si sigue así a lo mejor algún día podría usarlo como fuente de electricidad para una ciudad pequeña en lugar de teléfono – bufó el erizo azul molesto para intentar encenderlo dándole pequeños golpecitos.
–Podríamos cambiarlo – ofreció su tío, otra vez.
–Así está bien – espetó logrando que encendiera –¡Ves, como nuevo! – le sonrió triunfante.
–Sonic… –un dejo de consternación en su voz borró su sonrisa previa –Sé que fue un regalo de tu padre, pero la tecnología no es algo que dure para siempre– una mueca de desagrado se vio dibujada en el silencioso erizo.
–Lo cambiaré cuando deje de encender –dijo conectando sus auriculares nuevamente –Por ahora funciona bien – espetó con su mirada perdida en su listado de canciones frente a él –…Suficientes cambios por un año – murmuró a penas audible.
–Yo sé que no querías dejar Green Hill – habló su tío con un dejo de culpa en su voz –Pero… – pausó unos segundos. Una mirada indescifrable se posó sobre sus ojos.
–Sí, sí, tu nuevo trabajo y eso, lo sé – suspiró frustrado, anticipando sus palabras, pues lo hablaron muchas veces antes –Es sólo que… – Sonic vio el panorama gris a través de la ventana del automóvil. Esa ciudad no se parecía en nada a los prados verdes y enormes montañas que alguna vez fueron su hogar. –Es diferente – completó mientras una mirada nostálgica hacia su hogar se albergaba en sus pupilas.
–Será un nuevo comienzo – habló animado para posar una mano sobre su brazo, provocando que su atención volviera a su viejo tío Chuck. Sonic esbozó una sonrisa tranquilizadora ocasionando que su tío ampliara la propia –Además, estoy seguro que aquí encontrarás muchas chicas lindas que conquistar – dijo pícaro intentando levarle el ánimo a su sobrino.
–No si mi toque de queda es a las 7– se quejó viéndolo de reojo con una mirada cómplice, la cual su tío entendió pues alzo una ceja ante su comentario –No esperaras que le diga a una cita que tengo que regresar las 7 de la noche – rodó sus ojos con una falsa expresión de molestia.
–Eso dependerá de tus notas – condicionó intentando mantener un semblante serio y estricto, uno que no le iba. –Esa es una de las razones que estamos aquí Sonic, para que puedas estudiar en uno de las mejores escuelas del país; ya sabes que tus calificaciones…
–… te llevará a un futuro brillante e independiente muchacho – imitó Sonic burlesco.
–¿Me escuchó así de rígido? – inquirió Chuck con un dejo de preocupación.
–Sólo cuando quieres hacerte pasar por mi papá – rio Sonic divertido mientras las palabras que habían salido de boca empezaron a hacer eco en su mente, ocasionando que su sonrisa empezara a desvanecerse lentamente.
–…Jamás haría eso – murmuró su tío con un semblante serio.
Un ambiente de pesar empezó a envolverlos a los dos. Uno que parecía acecharlos por los últimos meses, uno que estaba más que decidido que no volviera atormentarlo.
–¡Dah! Lo sé – intentó Sonic recuperar el buen ánimo –Serías un pésimo padre al darme de cenar chilli dogs y de desayuno helado. El rol de tío te queda mejor – halagó levantando un pulgar, acción que no pareció convencer a su tío –Así que no te lo tomes tan en serio, era una broma – alivianó el ambiente con una sonrisa –Nuevos comienzos ¿No es cierto? – le sonrió.
–Este… sí – asintió Chuck con cierta pesadez.
–Entonces dejemos el pasado atrás y dirijámonos hacia la nueva aventura – alentó Sonic con una emoción fingida.
Su tío le sonrió más tranquilo asintiendo con la cabeza.
–¡Hacia la aventura! – repitió Chuck enérgico.
No pensaba volver a tener una incómoda charla sobre sus emociones, o sobre aquel pasado del cual él mejor que nadie sabía que no podía huir, ya no. Sonic vio de manera disimulada su pierna y como acto seguido acariciar su muslo derecho de manera imperceptible, ensombreciendo su mirada.
Aunque odiaba los cambios, tal vez su tío tenía razón y era momento de dejar todo atrás, todas las lágrimas derramadas y aquellos terrores nocturnos, que aún persistían en aparecer de tanto en tanto, ahora se quedarían atrás, en Green Hill. Buscaría un futuro más brillante, uno que podría nacer ahí…. En New Yoke City.
Ese pensamiento hizo que una sombra de sonrisa se pintara sobre sus labios. Reprodujo nuevamente su Spotychao para que la música de su banda favorita sonara nuevamente.
Con una actitud renovada, su vista se posó sobre la nueva ciudad que ahora sería su hogar con genuino interés. Sus ojos color jade se pasaron en la ciudad que transitaban, observando los rascacielos que eran tan altos como sus montañas en lo que alguna vez fue su hogar. Las luces estridentes iluminaban las calles delante de ellos, así como la animada vida nocturna. Bares, discotecas y cantinas adornaban aquella noche las aceras.
Sonic miraba a grupos de amigos reír y divertirse ante el barullo de música lo suficientemente estridente como para opacar la que sus audífonos generaban; miraba uno que otro transeúnte severamente intoxicado por la ingesta de alcohol, así como pequeñas riñas, seguramente por la misma razón.
Observó su alrededor sin mucho interés cuando algo captó su atención.
–¡Por última vez entra al auto! – escuchó un grito proveniente de un albatros grisáceo.
El auto se detuvo gracias a un semáforo en rojo cerca de donde la pelea empezaba a desatarse.
Su mirada se enfocó en la fachada de aquel edificio, una con la suficiente elegancia y sofisticación para ser de algún tipo de club de alta alcurnia, uno que a sus afueras ahora presenciaba lo que parecía ser una fuerte discusión. Regresó su vista al albatros gris quien tenía un porte intimidante discutir con un erizo negro de betas rojas, uno que podría tener su misma edad ¿qué hacía en un lugar como ese un simple adolescente?
El erizo negro respondió en lo que se le asemejó una voz calmada y posiblemente arrogante debido a la expresión dibujada en el rostro del erizo, para que de pronto el albatros soltara un golpe certero hacia el erizo negro en el rostro, tirándolo al suelo con una fuera impresionante. Los ojos de Sonic se abrieron de par en par ante el acto, reacomodándose en su asiento y quitándose los audífonos, viendo con atención lo que acababa de acontecer.
El erizo negro yacía de rodillas en el suelo escupiendo un líquido rojizo que ahora manchaba la acera. Sangre. Con una mano convertida en puño, el erizo negro limpió bruscamente su labio reventado del cual brotaba un hilo de sangre, borrando así el rastro de la misma. Sonic lo observó apretar sus labios con fuerza convirtiéndolos en una fina línea, alzando su mirada, la cual, por tan sólo un instante se topó con la suya de repente. Enganchándose en ésta.
Sonic tragó pesado al sentir como aquella mirada lo envolvía en un abismo oscuro, en donde sentía el odio arañar su piel y la ira escudriñarle el alma. Un escalofrío recorrió su espalda mientras todos sus sentidos le gritaban Peligro inminente.
–¿Qué te parece? – las palabras de su tío lo hicieron cortar contacto visual para regresar su atención al canoso erizo celeste –¿Escuchaste lo que te dije?
–Es… amm… – regresó su mirada a la calle para no ver rastro del erizo negro ni del albatros –Lastimaron a alguien – murmuró Sonic buscando con la mirada por algún indicio del erizo o su perpetrador.
–¿Uh? ¿Dónde? – preguntó su tío curioso escaneando el lugar con su mirada por igual.
–Estaba ahí… – respondió Sonic un tanto confuso.
–Es un club de ricachones – habló Chuck al ver como el semáforo cambiaba a verde, acelerando –Seguramente algún problema de dinero. Son cosas a las que deberás de acostumbrarte ahora Sonic, esto no es como Green Hill.
No respondió nada. Una sensación inquietante se había quedado en él. Ese erizo tenía una mirada despiadada, y a su vez, llena de impotencia… como si detrás de esa mirada llena de odio hubiera alguien pidiendo ayuda.
Sacudió suavemente su cabeza, no era como que pudiera hacer mucho al respecto. Era como su tío le había dicho, eran cosas a las que tenía que acostumbrarse.
–Entonces, ¿Chillidogs para cenar? – retomó su tío con una media sonrisa.
–¡Seguro! – dijo animado –¿Crees que encontraremos algo tan bueno con Meh Burgers por aquí?
–Creo que cualquier restaurante mediocre llenara tus expectativas si ese es tu punto de referencia – rio divertido.
–Buen punto – expandió su sonrisa.
Aún no estaba del todo convencido que le gustara New Yoke City, pero al menos su tío estaba con él, y mientras su familia estuviera a su lado estaba seguro de que podría acoplarse velozmente.
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Se vio a sí mismo frente al espejo con ese uniforme que empezaba a odiar con todo su ser. Una corbata negra que lo hacía sentir como perro con correa, una camisa blanca, un saco rojo bermellón con botones dorados y pantalón negro.
–¿Ya estás listo? – la voz de su tío importunó junto a su presencia en su habitación. –Sonic, dudo mucho que tus viejos tenis rojos con blanco estén aprobados en el código de vestimenta – regañó.
–No sé dónde están mis demás zapatos – alzó sus hombros en señal de desinterés –Agradece que aún no me quitado está ridícula corbata – dijo estirando el cuello de su camisa, aflojando el nudo de la misma, ocasionando que su tío lo viera desaprobatoriamente. –Además, es viernes. Diremos que es viernes casual – sonrió juguetón para lucir sus zapatillas con orgullo.
–Si hubieras desempacado alguna de tus cajas en lugar de pasarte toda la noche jugando videojuegos a lo mejor los hubieras encontrado – regañó viendo las cajas amontonadas en su pequeña habitación.
–¿No voy tarde para un regaño? – inquirió con una sonrisa traviesa para pasar a su lado lo más rápido que pudo.
–¡Esto aún no ha terminado jovencito! – dijo Chuck siguiéndolo de cerca.
–Lo terminaremos cuando regrese de clases – le sonrió Sonic travieso para caminar en dirección a la puerta.
–Pero ¿y tu desayuno? – preguntó angustiado –Hice tus favoritos, panqueques de chispas de chocolates – tentó.
–¡Oh genial! – regresó sobre sus pasos para tomar un panqueque del comer con la mano y darle una mordida –Me comeré el resto después – habló con su boca llena.
–Pero…
–¡Suerte en tu nuevo trabajo! – dijo tragando con pesadez por lo seco del pan.
–Bien...– soltó Chuck resignado –¡No olvides tu pase para el autobús y…
–Aquí lo llevo, ¡Nos vemos! – salió apresurado.
Caminó por las calles terminando de comer aquel pan esponjoso con sabor a chocolate mientras admiraba como el concreto se extendía hasta donde su vista alcanzaba, apenas si podía visualizar uno que otro árbol y a pesar de ello, debía de admitir que tenía su propio encanto.
Sonic caminó por las calles en dirección a su nueva escuela. Le había prometido a su tío tomar el autobús, pero la verdad es que prefería caminar, lo ayudaría a acostumbrarse a los alrededores. Viejos edificios y cables eléctricos tapaban su vista del hermoso cielo despejado. Paseó su mirada por los postes de electricidad con cierto enfado por manchar su paisaje cuando algo llamó su atención. Un volante pegado en un poste.
–Desaparecida – leyó para detenerse frente al mismo.
Sus ojos se fijaron en la felina de la foto, no sólo era una chica de lo que parecía ser su edad, sino que vestía el mismo saco rojo de mal gusto que él, junto con la misma horrible corbata.
–¿Acaso va al Robonitk Institute? – se preguntó para arrancar el volante del poste y ver detenidamente los ojos dorados e inexpresivos de la felina.
Subió la mirada nuevamente para encontrar otro volante detrás de ese con el mismo encabezado.
"Desaparecida"
Esta vez era una coneja risueña de ojos avellanados y usaba un uniforme parecido, aunque parecía ser de la escuela primaria, sin embargo, el logo de la escuela estaba bordado en aquel sudadero color beige.
Sonic vio nuevamente el volante en su mano. Una expresión de consternación se pintó en su rostro ¿Acaso era una oleada de desapariciones? Uno que aparentemente sólo se daba en su escuela, era eso, o todas las escuelas tenían el mismo mal gusto para el uniforme y la misma R bordada.
–Debes de tener cuidado, o tú podrías ser el siguiente – un susurró lamió su oído estremeciéndolo para voltearse al acto y ver a una chica de ojos color rubí y larga cabellera azabache verlo con una sonrisa afilada –Ten cuidado al deambular solo por la noche, o algo malo podría venir por ti – dijo con una risilla ante lo que a su gusto sonó como una amenaza.
–Ammm… sí, gracias – respondió Sonic, incómodo.
–Oh, perdona, no quise asustarte ¡No! espera, olvida eso último – le sonrió con una mirada que pareció iluminarse junto una sonrisa amenazante –Eres nuevo aquí ¿verdad?
–Sí… ¿cómo lo sabes? – inquirió el erizo azul dando un paso atrás. Algo acerca de esta chica lo hacía querer alejarse y huir.
–Sé muchas cosas – expandió su sonrisa con diversión.
Sonic tragó pesado, se sentía intranquilo. Observó a la murciélaga quien tenía un cabello largo en dos coletas que llegaban hasta sus rodillas. Su vestimenta captó su atención, pues vestía un gran suéter negro con franjas rojas a sus costados, uno que tenía un zipper justo a nivel del busto, en donde exhibía de manera descarada su gran feminidad. Sonic desvió la mirada ante ello, sonrojándose tenuemente.
El sonido de un bus aproximarse cortó el indeseable ambiente que se estaba formando entre ellos.
–Amm… yo, debo de irme – se despidió Sonic de forma nerviosa al ver al bus acercarse cerca de la parada.
–¡Espera! – pidió para sujetar su brazo con más fuerza de lo que pensó que una chica como ella podría tener –Toma – dijo para darle un volante bruscamente, el cual recibió con cierta torpeza por lo mismo.
Sonic vio el panfleto que ella le había dado para leer el mismo: "Juegos de Medianoche" y debajo del título una frase: "¿Estás listo para apostarlo todo por un deseo?" El cual iba acompañada por un código QR.
–¿Un juego? – alzó una ceja sin comprender.
–Un juego que te cambiara la vida – explicó la murciélago con una sonrisa sombría. –¿Acaso tú no tienes un deseo por el cual estarías dispuesto a dar tu alma porque se haga realidad? – inquirió para que su mirada rubí se iluminara tenuemente, o eso se le asemejó por un instante.
–Este… ammm – balbuceó escuchando como el bus se detenía en la parada, sintiéndose aliviado –Yo debo de irme, lo siento – se despidió para meter los papeles en su mochila de manera torpe y así caminar hacia el bus que lo esperaba.
–¡No lo olvides! ¡Si tienes un deseo juégate todo por él! – se despidió energética con un ademán de mano –Hasta entonces…
Sonic subió aprisa al autobús sin poder quitar su mirada de la chica de ojos rubí quien yacía de pie viéndolo fijamente según el bus comenzaba su marcha, sin cortar el contacto visual. Un escalofrío recorrió su espalda. Era una chica inquietante, casi como si una presencia oscura se sintiera a su alrededor.
Sonic se estremeció en un intento de sacudirse aquella mala vibra y así sentarse en uno de los asientos vacíos soltando un suspiro. No estaba del todo seguro que le gustará esa ciudad, realmente parecía estar envuelta en un manto de oscuridad y no estaba el seguro del por qué. Dirigió su mirada de forma desinteresada en los pasajeros de aquel bus, quienes tenían una expresión desanimada y apagada, casi como si les hubieran drenado la vitalidad, reconfirmando su punto.
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Se bajó en la parada establecida y así ver la enorme escuela. Era un edificio imponente que color mostaza que tenía una R gigante en medio de la misma. Soltó un silbido en señal de admiración sin poder despejar su mirada de las impresionantes instalaciones.
Sonó la campana que le hacía saber que el momento de admirar el establecimiento había acabado. Aspiró profundamente para adentrarse al recinto junto a los demás estudiantes. Sonic se detuvo en medio del patio principal tragando pesado, casi dudando si entrar o no.
–Inicios nuevos… – se recordó soltando un suspiro.
Dio el primer paso a su nueva escuela cuando sintió como alguien lo empujaba bruscamente, haciéndolo tambalear por la fuerza viendo como una tenrec de color verde, con una sonrisa tan afilada que te cortaba con solo mirarla, corría sin cuidado.
–Que pena, deberías de tener más cuidado cuando caminas Rose– exclamó burlesca.
Sonic alzó una ceja para así ver a sus espaldas y ver como una eriza chocaba contra él haciéndolo caer al suelo junto a ella encima, sintiendo un dolor agudo en su pierna derecha, exclamando un quejido debido al mismo.
Un sonido secó se escuchó al su espalda chocar en el pavimento. Sonic abrió sus ojos, adolorido, para que su vista se topara con una mirada tan adolorida como la suya. Unos ojos color verde esmeralda se quedaron prendidos en los suyos, viéndose detenidamente por un segundo.
El sol caía sobre ella acariciando los mechones de pelo que embarcaban su rostro. Sus ojos lo observaron con la misma la misma curiosidad que los suyos, ante un encuentro que no se sentía casual.
–Cuidado, que ahora sin su gato guardián tenemos una eriza suelta – rio a carcajadas la tenrec, terminando el momento entre ellos, para seguir su carrera a los interiores de la escuela.
–¡Regresa acá y repite eso! – bramó la eriza iracunda dirigiendo su mirada iracunda a la tenrec que se perdía de su vista para golpear sulfurosa con sus puños el suelo.
Un quejido debajo de ella le hizo reaccionar que su golpe no había sido al suelo sino al culpable que no lograra atrapar a la maldita de Surge de las púas. Dirigió su mirada al erizo azul quien tenía un mohín de dolor para así moverse a un lado un tanto torpe, acrecentando la distancia entre ambos.
–No deberías de quedarte en medio del camino sino quieres salir lastimado – habló la eriza para intentar arreglar sus ropas.
–Amm… ¿lo siento? – alzó una ceja el erizo azul para imitarla, intentando arreglar ese espantoso uniforme.
Sonic vio de reojo a la eriza quien vestía un chaleco color beige sobre una blusa blanca, un corbatín rojo que ahora intentaba acomodar adecuadamente y un saco un par de tallas más grandes de color negro. Llamó su atención, que a diferencia de las otras chicas que había visto andar por ahí, bajo la falda roja que vestía, unas medias negras cubrían sus piernas, unas que yacían rotas de las rodillas dejando ver un rastro de sangre seca.
–¿Qué? – espetó la eriza agresivamente ante su mirada fija mientras terminaba de acomodar su corto cabello, el cual yacía recogido en una coleta un tanto desprolija dejando sueltos dos mechones que enmarcaban su rostro.
–¿Estás bien? – preguntó Sonic consternado fijando su mirada en la herida abierta –Toma – dijo para buscar un pañuelo en el bolsillo de su pantalón y acercárselo –Debes de…
–Déjame sola – golpeó su mano con desprecio –No necesito de la ayuda de nadie – espetó la eriza rosa para tomar su mochila del suelo y caminar lo más rápido posible para alejarse de él.
Sonic dibujó una mueca de desagrado ante su actitud hostil, viéndola caminar con un andar torpe gracias a la herida. Guardó de nuevo su pañuelo, terminando de reacomodar su saco. Vio con desanimo su nueva escuela, para soltar un pesado suspiro.
–Bienvenido a New Yoke City… – se dijo asimismo con pesar.
¡El primer capítulo de la historia ya está aquí! Este capítulo es una pequeña introducción a este mundo. Honestamente creo que ya no sé hacer historias cortas XD! Así que tenemos fiction para rato. Como ven introduje a un nuevo personaje que estaba muy emocionada de poder utilizar. ¡Surge the Tenrec ha venido para crear caos! Según como avance la historia otros personajes que no he utilizado de la franquicia de los juegos y de los comics serán introducidos.
La verdad es que está historia ha sido un reto de armar, pero realmente espero les guste el resultado de la misma. Esta semana (que por fin me desocupo) Quiero trabajar en varios de los diseños de los personajes, en especial el de Midnight para que se den una mejor idea de cómo es su apariencia en este mundo.
Bien mis lectores, sin mucho que agregar su autora se despide. Kat fuera.
El primer día de escuela no ha recibido a Sonic con los brazos abiertos y pronto se enterará que su nueva escuela tiene estrictas reglas sociales que no se deben de romper. Capítulo 2: Primeras Impresiones.
¡Gracias por Leer!
