John se quedó pasmado aún afuera de su edificio observando como se iba Sherlock, sacudió su cabeza y se dirigió a su dormitorio.

¿Qué había pasado? Sherlock lo besó.

Eso quería decir que en verdad a Sherlock le gustaba.

Ahora no podía pensar en otra cosa. Estaba preocupado, pues él realmente no tenía sentimientos por Sherlock, no del modo romántico, pero no quería herirlo.

Solo esperaba que mañana fuera un día normal, y esa noche quedase en el olvido.

:..:..:.

Sherlock por otra parte sentía su cuerpo temblar y su corazón palpitar rápidamente. John lo besó.

Quizá por los tragos, pero lo hizo ¿Sentiría algo por él? ¿Fue un error devolverle ese beso enfrente de su dormitorio?

Sherlock llegó a su habitación metiéndose a bañar para irse a dormir, mañana sería otro día y vería el cómo se comportaría John.

Al siguiente día, por extraño que parezca, ambos decidieron no hablar de los besos, ni si quiera que estuvieron en ese bar. Siguieron con su misma rutina de siempre, era un alivio para John, pero algo inquietante para Sherlock.

Pero las cosas no fueron como John se lo esperaba, después de no hablar de aquellos incidentes, un día Sherlock lo besó de nuevo.

A lo cuál John correspondió con gran sacrificio, pues sabía que estaba besando a un hombre, a su amigo, un amigo del cuál no se sentía atraído, porque a él le gustaban las mujeres, pero no supo cómo pasó que le correspondió aquel beso.

Quizá fue porque trató de imaginar que besaba a alguna chica linda, tan sólo era de cerrar los ojos e imaginar.

No quería lastimar a Sherlock.

Los besos se fueron dando más y más seguido, que con el tiempo se volvió costumbre.

Ellos tenían besos en privado, haciéndolo una especie de rutina.

Para ese entonces John vio su error.

Esa apuesta que había hecho.

Por una parte se alegraba en ser amigo de Sherlock, pero sólo quería ser su amigo, no algo más, en lo cuál ya estaba metido.

No quería herir a Sherlock, realmente lo estimaba y si le decía que no le atraía, se iba a sentir herido, y en cierta parte traicionado, lo más seguro es que se alejaría y no quería eso. Ya ese problema se le había ido de las manos.

.

Las semanas pasaron, y los amigos de John dejaron de molestar con más apuestas, para su suerte, igual ya no pensaba aceptar ni una apuesta más.

Pero no sabía cómo lidiar con la situación que tenía con Sherlock, sólo eran besos, si, pero besos que daba sin emoción, sin sentimiento, pues no le gustaba su amigo.

Estaba dirigiéndose al campo de entrenamiento cuando Sherlock lo interceptó y lo jaló para que quedaran detrás de un gran árbol.

—Demonios, me asustas Sherlock…

—Lo siento, sólo quería decirte que hoy no podré verte.

—¿Pasó algo?

—No, sólo que me salió una emergencia familiar, nada grave.

—¿Saldrás del campus? ¿Por cuántos días?

—Mañana temprano estaré aquí para las clases, así que supongo que mañana te veo.—Contestó Sherlock a las preguntas de su amigo.

—Está bien, nos vemos mañana—.John se despidió, y antes de darse la vuelta un repentino beso lo sorprendió, antes de decir algo Sherlock se había retirado, como casi siempre.

John soltó un gran suspiro, algo cansado con aquella situación y siguió su camino hacia el entrenamiento.

Después del entrenamiento se retiró para estar en su dormitorio, no le apetecía salir con sus amigos o estar en compañía de alguien.

Pensaba en Sherlock, creo que había llegado el momento de decirle a su amigo que no sentía nada por él y esos besos no significaban nada, que no quería más que una amistad con él.

Sabía las consecuencias, pero ya no podía seguir así en esa situación.

:..:..:

Al día siguiente John tomó clases como normalmente lo hacía, pero el pensamiento de hablar con Sherlock lo estaba inquietando y poniendo algo nervioso, pero debía de hacerle frente.

Decidió salir temprano de una de sus clases y buscar a su amigo, en alguna de sus clases, igual ya faltaba poco para que la hora terminara y tenían un pequeño receso antes de comenzar la siguiente materia.

John se encontraba de pie en los jardines de la universidad, demonios, pensó, realmente no tenía ni idea dónde estaba Sherlock ni que clase tomaba.

Realmente a pesar que llevaban tiempo siendo amigos y quizá "algo más" no sabía ni qué estudiaba Sherlock, pues lo veía en clases de la carrera de medicina, pero no las tomaba todas. Aparte había escuchado a Sherlock mencionar otras materias que llevaba de otras carreras.

Seguramente alguien le daría señales de dónde estaría Sherlock, después de todo, era famoso, una mala fama que tenía y la mayoría le decían insultos, pero era algo, sabían de él.

—Disculpa…—se acercó a una chica—.¿Sabes en qué clase está Sherlock Holmes?

—No—. la chica lo miró extraño.

— Claro, gracias de todos modos—.dijo algo avergonzado y siguió caminando.

Ahora le daba un poco de pena preguntar.

Caminó hasta llegar a un edificio. Ahí estaba el edificio para los estudiantes de la carrera de Química. Con suerte se topó con un maestro.

—Disculpe…—llamó la atención del maestro.

—¿Si? ¿Qué necesitas?

—¿De casualidad sabe si aquí estudia Sherlock Holmes?

—Ah, hace un momento lo vi está… —Trató de recordar el maestro—.Creo que lo vi en el salón 4-B, está en la tercera planta.

—Gracias—John se dirigió a las escaleras para ir a encontrarse con su amigo.

Ya en el tercer piso comenzó a ver los letreros de los salones y lobencontró fácilmente, ahí estaba el salón que buscaba, y al parecer aún la clase no terminaba, el pasillo se encontraba con pocas personas.

Estaba a unos metros de aquel salón.

Sentía algo de nervios al avanzar hacia aquel salón, así que se quedó de pie esperando a que los alumnos salieran.

Los minutos se le hacían eternos.

Y por fin vio la puerta de esa aula abrirse, los alumnos comenzaron a salir llenando poco a poco el pasillo, cuando por fin vio a aquel chico delgado y con su mata de cabello salir.

—Sher…—Comenzó a llamarlo, pero escuchó el nombre de Sherlock provenir del lado contrario de donde él estaba.

Sherlock ni siquiera escuchó a John, volteo hacia el otro lado dándole la espalda y vio como una chica se le colgaba del cuello abrazándolo, al mismo tiempo que Sherlock correspondía ese abrazo.

John se quedó congelado.

¿Quién era esa chica? No le conocía más amigos a Sherlock o personas que le hablaran.

John se llevó una mano a su pecho, sentía su corazón latir fuertemente.

¿Qué era esa sensación que estaba comenzando a sentir? No le estaba gustando ver a esa chica abrazar a su amigo ¿Por qué?

Se sintió algo confundido y con impotencia y salió rápidamente de ahí, casi corriendo.

¿Qué demonios pasaba con él?

Se suponía que iba a decirle la verdad a Sherlock, pero ahora no sabía nada.

Se sentía confundido y con su pecho latiendo rápidamente. ¿Había sentido una especie de celos?

Era imposible.

John se recargó en uno de los árboles y trató de tranquilizarse.

—¿John? —habló una voz conocida cerca de él a los minutos, haciendo que se sobresaltara—¿Te encuentras bien?

—Sherlock… yo…—volteo a verlo y se dio cuenta que no estaba solo, venía esa chica de hace unos momentos con él—.Si, estoy bien.

—¿Sherlock?—La chica se acercó con una confianza a Sherlock y lo tomó del brazo, cosa que incomodó a John.

—Ah, cierto, ella es Molly , una amiga—.presentó Sherlock a la chica.

—Mucho gusto—sonrió la chica extendiéndo la mano en forma de saludo.

—Él es John Watson—comentó Sherlock—Un amigo.

John respondió el saludo de mano con una sonrisa algo forzada, amigo, resonó en su cabeza y no le gustó que Sherlock lo presentara así.

No entendía lo que pasaba con sus emociones ese día.

—Un gusto…—Dijo algo incómodo— Bueno, me tengo que ir— John comenzó a alejarse de ellos.

—¿Estás bien John?— Sherlock volvió a preguntar algo preocupado.

—Si, se me hace tarde, nos vemos—.dijo retirándose aprisa.

—No sabías que tenías un amigo nuevo—le comentó Molly.

—Si, hace semanas que lo conozco.

—¿Le caí mal?— preguntó preocupada su amiga.

—Lo dudo, quizá realmente estaba apurado—Sherlock trató de calmarla—.¿Te acompaño a tu siguiente clase?

— Si, gracias—.La chica respondió alegre y caminaron juntos hacia el salón siguiente.