El último baile capitulo 7

CONTINUACIÓN DE FLASHBACK

—…Dé-ejame —llevaba su mano hacia la cara con tono adormilado. El insecto había encontrado un lugar exquisito para colocarse; la punta de la nariz. El chico entreabrió los ojos para observar al molesto insecto y frunciendo el seño exclamó. — ya te tengo mosca del demonio —Con rapidez llevaba la mano al rostro. A punto estaba de aplastarla cuando una cubeta de agua helada caía sobre de el.

—¡AY QUE FRÍO! —Salto rápidamente.

—Ya levántate holgazán, no vienes a un viaje todo pagado, tenemos entrenamiento.

Ranma agito su cabeza a los lados, miraba su cuerpo mientras tocaba su cara, todavía resultaba extremadamente raro seguir en su forma masculina al contacto con el agua fría, Tenía que acostumbrarse de nuevo a la "Normalidad". sus músculos se notaban cada vez más marcados, su pecho mostraba un abdomen cuadriculado y su cicatriz sanaba perfectamente. Cambiado se dirigía a la puerta, observaba el campo abierto cubierto por un verde vivo producto de la vegetación. Despreocupado dejo escapar un suspiro largo en la puerta de la choza, cerro sus ojos disfrutando del aire puro. Se disponía a ir con el maestro, cuando escucho el relinchó de un caballo. Curioso se dirigió hacia donde salían los ruidos. En un pequeño corral se encontraban dos corceles; uno color Ceniza y otro Alazán

—Vaya, jamás me hubiera imaginado que tuvieran estos animales aquí…_

—Te dije que teníamos entrenamiento niño, no que vinieras a husmear —¡RAPIDO A CALENTAR!. —Le ordenó el samurái sosteniendo un fuete.

El ojiazul se adelantó pasando por enfrente del hombre. Caminaba en dirección hacia su lado del campo, el maestro fuma sostenía en las manos dos Bokken. Ranma lo miro detenidamente, jamás en su vida había practicado con este tipo de instrumentos o algo que se le pareciera. Y aunque su madre tenía una Katana, nunca se había dado la oportunidad ni la curiosidad por usarlas.

—Toma —Fuma le lanzaba una Bokken.

El ojiazul sabía solamente la posición inicial de un combate pero no más. El maestro tomo su Bokken con suma delicadeza, la miro por unos segundos pasando la yema de los dedos por el mango, respiro hondo cerrando los ojos, estiró los brazos con el sable de madera recto mirando a lo alto y analizando fijamente al oponente se dirigio a atacar a su contraparte como Chita lista para acorralar a su presa por lo aires, el chico activo su aura de ataque, saltando para poder encarar a su contrincante pero el hombre desapareció. —¿Tengo que acostumbrarme a esto? — expreso en tono burlón el ojiazul. Un golpe en el muslo iba dedicado hacia el, con agilidad lo encaro con su espada. Antes de tocar el piso sintió como se acercaban hacia el en dirección al pecho. las Bokuto chocaron con fuerza, el maestro salto por encima de el para derribarlo por detrás, el chico coloco la espada en su espalda para amortiguar el golpe, y haciendo una serie de triple mortal pudo alejarse de ahí

¡KEN JUTSU! —gritó el maestro.

El sensei movía la espada haciendo un juego de muñecas, mientras corría hasta Ranma, su espada se declaraba rozando la cara del ojiazul, que inmediatamente encaro con su Bokken repeliendo el ataque. Fuma dio un giro completo para derribar al chico, pero esté con la mano en el suelo pudo empujarse esquivando el golpe. El sensei posiciono la espada en vertical, una ventisca salía de ella, con impulso se dirigía hacia el ojiazul listo para terminar, el chico bloqueo el golpe con su Bokken en horizontal girándola en segundos para golpear justo en la boca del estomago, a lo cual fuma resintió, enseguida con una patada en la quijada que lo hizo derrumbarse. Ranma finalizó el encuentro colocando triunfalmente la espada de madera en el cuello del mentor.

Fuma comenzó a reír. el ojiazul lo veía extrañado, permitiéndose sonreír. —Debo admitir que aprendes rápido. El hombre retiraba la punta del Bokuto de su cuello. Ranma le daba la mano para ayudarlo a levantarse. —Serás un buen aprendiz. —Repite estás Katas una y otra vez. espada en alto, espada al costado, espada apuntando hacia abajo, espada en forma horizontal y golpe medio. Ranma observaba atento al maestro, trataba de repetir cada ejercicio a la perfección. Aunque había una duda al respecto de todo esto que le seguía generando esa pequeña "cosquillita".—Maestro Fuma, me gustaría saber por qué me.. —¿Por qué te estoy entrenando sin que me lo hayas pedido? Tengo que hacerlo, solo eso—. Decía mientras guardaba su Bokken, dándose la media vuelta dejando a un más confundido a su aprendiz. La tarde llegaba y Ranma había decidido darse un descanso después de la ardua práctica, limpiaba el sudor de la frente con su muñeca dirigiéndose a descansar, cuando miro a lo lejos a la pelirroja sentada en una roca. —Ranko, ¡HEY! ¿Dónde estabas? No te había visto desde hace días— tomaba asiento al lado de la mujer pelirroja.

—Estaba tratando de recordar muchas cosas de mi vida pasada, Ranma.. NO RECUERDO MI NOMBRE. El estanque de Jusenkyo absorbió toda mi esencia, que hasta el nombre perdí ¿Puedes creerlo? ¡Es increíble! —Bufaba—.

—Bueno, eso podría tener un arreglo.

—Ella lo miro fijamente mientras acariciaba su larga melena. —¿Enserio? ¿Cuál sería la solución? —lo miraba dudosamente.

—¡FACIL! ¡Quédate con el nombre de Ranko! No es mío, te pertenece por derecho. ¿No crees?. ¿Verdad que era sencillo?. Ahora hay que regresar a "La puerta del cielo" para que puedas tomar el camino correcto—.

—Espero y sea así de sencillo, ¿Sabes? Te lo agradezco cariño. , —Se abrirá un portal, dentro de seis meses. Ese día lo intentaremos—. Ranko se mostraba totalmente emocionada.

—De acuerdo, —El le guiñaba el ojo. —voy a beber un poco de agua, te veo luego.

El ojiazul se dirigió a la choza, noto que el maestro Fuma y Hattori se encontraban meditando. —La meditación es parte del entrenamiento de un Samurai—. Le hablo su sensei. —Te sugiero que después de entrenar te tomes un tiempo para hacerlo. Ranma acepto la recomendación que en pocas palabras era una orden, se dispuso a tomar su lugar. Mentalmente repasaba cada Kata con sus respectivos movimientos. Aunque los recuerdos le jugaban sucio, la imagen del entrenamiento cambio a la sonrisa de una mujer de ojos color marrón y cabello corto patinando a toda velocidad esquivando los besos de Mikado Sanzenin. —Que her-mo-sa te veías. —Pensó en voz alta.

El ojiazul recibió una palmada en su cabeza. —concéntrate niño, No hay tiempo para sentimentalismos.

Ranma abrió los ojos furioso. —¿Cómo supo que estaba pensando en otra cosa?.

El maestro abrió su ojo señalando unos garabatos que había escrito el chico inconscientemente con sus dedos. " AKANE" decía dentro de un corazón. A Ranma se le asomo una gota de sudor por su nuca.

../..

¡OSSU !

El caballo color Ceniza salía galopando a toda velocidad con Ranma sentado, el llevaba en las manos un arco, del carcaj seleccionaba una flecha, concentrado colocaba la saeta en la empuñadura, jalaba la cuerda de disparo mientras esperaba llegar a una distancia prudente. En cada noventa metro había un blanco, su excelente instinto y visión le permitían caso siempre disparar en el centro.

Hattori lanzo piedras de arena al aire, Ranma con un salto salió del caballo para caer girando sobre la rodilla derecha, el ojiazul daba giros que complementaba su entrenamiento y su agilidad para los disparos

¡ITTÔ!— Grito el maestro.

La vista de ranma se dirigía a puntos específicos, el maestro fuma había colocado blancos por un espacio de treinta metros, Ranma hacia movimientos acrobáticos fusionados con el arco mientras disparaba las flechas sin ningún fallo.

¡NITÔ!

Con suma delicadeza, precisión y rapidez lanzaba el una saeta tras otra hacía el último blanco. Las flechas quedaban encimadas haciendo una fila.

La mirada de ojos azules brillaban cuál carmesí. Admiraba cada uno de los blancos atinados, se ponía de pie y limpiaba su sudor con un paño.

El maestro Fuma se acercaba a el. —guarda tu arco y flechas, ven a tomar el té.

Así pasaron seis meses, los entrenamientos eran largos y pesados. El de la trenza había ganado musculatura y altura, una vez que Ranko había salido de su interior su barba crecía con normalidad junto con el vello corporal. Definitivamente su cuerpo agradecía el cambio. Era de mañana y había decidido ir a pescar un rato, se había convertido en una actividad que para el era reconfortante y hacerlo con medio cuerpo dentro del agua más. Ranko estaba pacíficamente en la orilla del rio admirando de nuevo al cielo. —Ranma, dentro de muy poco me ire.—.

—Ya lo sé ¿estás nerviosa?—. Le respondía el mientras lanzaba una vara de pescar al agua.

—Me encantaría mentirte pero ese no es el caso, no se a ciencia cierta que encontraré allí. ¿Y tú? ¿Piensas quedarte más rato aquí?—.

—A decir verdad, creo que he terminado por fin, venía a curar la maldición y resulta que hasta aprendí el arte Samurai.

—¿Sabes? …. Me alegra que hayas avanzado tanto.. Akane estaría orgullosa de ti.

El chico suspiro resignado al escuchar ese "Nombre" que tanto dolía, ese mismo dolor en un segundo se convirtió en un delirante enojo.

—¡¿POR QUE NO PUEDO BUSCARLA ANTES EH?!—. Le gritaba a ranko mientras aventaba la lanza al agua, intimidantemente llevo sus brazos a su cintura.

—Ya te dije, ella no quiere ser buscada RANMA ¿NO PUEDES ENTENDER?.

—LO UNICO QUE ENTIENDO ES QUE QUIERO ESTAR CON ELLA… O ES QUE, ACASO ¿HAY ALGUIEN MAS?.

—¿COMO PUEDES PENSAR ASI DE ELLA? ¿QUE NO LE TIENES CONFIANZA?

—¿SABES CUANTOS HOMBRES DARIAN LO QUE FUERA POR TENERLA? ¡¿LO SABES?! ¡YO LA PROTEGÍA!

—¡PERO JAMÁS LA PROTEGISTE DE TI!.

….

Ranma se quedó pálido y al escuchar esto, tenía tanta razón.. se llevó la mano al cabello mientras miraba a Ranko colérico. —Ya lárgate de una vez, solo me trajiste problemas—. El ojiazul recogía de las rocas una red llena de pescado mientras caminaba sobre las rocas. A ranko no le molestaban esas palabras, sabía que había dicho la verdad y que Ranma era impulsivo.

espero que recapacites y cambies esa forma de pensar tan tonta querido—.

../..

Una semana había pasado desde que ranko y el habían peleado, Ranma sabia que la pelirroja tenía razón, jamás se había sentido tan susceptible, es como si fuera un niño pequeño en busca de protección, recordaba cuando se convertía en gato, la única persona que podía tranquilizarlo era ella, era su Akane y ahora no la podía tener cerca y no sabía por cuánto tiempo duraría esta lejanía, el solo recordar esa dichosa advertencia lo hacía enojar como nunca. —Vaya Ranma, te sorprendió la vida por la espalda—. Se hablaba así mismo mientras sonreía irónicamente. Guardaba todas sus pertenencias en la misma mochila de siempre, recapitulaba todo lo que había pasado en el primer año de … ¿Cuántos tendría que esperar? Ni siquiera el lo sabia. — Resígnate, es lo mejor que puedes hacer —Pensaba. —Bueno, es hora —decía mientras acomodaba la mochila en su espalda. —Ranma, —Le llamo el maestro. —Se que la usarás bien. Fuma, le entrego al chico una espada, para ser más precisos una Nagamaki, era de lo más hermosa, su empuñadura de piel natural y un filo excepcional hacían verla como si fuera sacada de un cuento. —Maa-estro, yo. Ranma miraba la espada emocionado. —Eres digno de portarla y mi alumno, ella te acompañará en los momentos difíciles.

—Gracias Sensei—. Reverenciaba —Tengo que irme.

El ojiazul salía de la choza, buscaba con la mirada a Ranko. —Nos vemos Maestro, gracias por su hospitalidad. —Estoy lista— decía una voz femenina que había llegado para posarse a un lado de Ranma.

Era momento de emprender el viaje ambos se despedían desde lejos, el ambiente entre Ranma y Ranko era tranquilo, el camino no era tan largo, por fortuna. Aunque no lo dijera el ojiazul extrañaría a la pelirroja, se había convertido en la hermana que jamás tuvo. Ranko disfrutaba de la vista, no sentía remordimiento había dicho lo que le hacía falta escuchar al de la trenza, ella sabía perfectamente de los sentimientos del chico hacia akane, en muchas ocasiones había tratado de interceder para que Ranma dijera la verdad de quién era la dueña de su corazón pero era terco.

El camino se había hecho más corto de lo normal, Ranma divisaba a lo lejos "La puerta del cielo". —…Ranko, ya nos estamos acercando, prepárate. La pelirroja no podía disimular su felicidad, pronto se adelanto. Cuál niña llegando al parque de diversiones.

—¡RANKO! ESPERA!— el ojiazul corría tras de ella. —iremos por la entrada del este, es más rápido. El camino parecía abrirse poco a poco, la tensión aumentaba a cada paso que avanzaban, hasta que sorpresivamente una enredadera aprisiono el pie del ojiazul. —¿Qué PASA? Dirigió su vista hasta su extremidad. Desenfundo la espada, con un corte rápido pudo zafarse del agarre, los árboles aumentaron en ramas que con velocidad se dirigían a la pareja. —VAYA, MEJOR PARA MI. —sonreía el orgulloso, empuñaba su espada y cuál guerrero se balanceaba tras los captores naturales. Saltaba de rama en rama cortando todo a su paso, sin darse cuenta el brazo de un árbol lo tomaba por el cuello levantándolo haciendo que soltará la espada, —¡ESTO NO ME VA A DETENEEEEER!. —Con sus manos sostenía el brazo, una aura de pura energía salía del cuerpo de Ranma rompiendo en mil pedazos al tronco. ¡VAMONOS RANKO! Le gritaba a la pelirroja mientras el recogía su espada.

—¡NO VAN A PASAR!— De entre las sombras salía una criatura alta, su cabeza la coronaban unos cuernos que en espiral llegaban hasta sus pies, su cuerpo era de una persona obesa, sus patas de cabra cubiertas por un pelaje negro y abundante. En su mano derecha colgaban variedad de ojos que con movimientos retráctiles visualizaban todo a su alrededor. La cara era cubierta por una maraña de pelo que llegaba justo hasta el cuello, un par de colmillos amarillentos y podridos se asomaban.

Shuten-Dōji —dijo Ranko.

—¡¿Qui-ii e-n?! —La miraba Ranma desconcertado.

—El es el guardián de la entrada al inframundo. es raro que esté aquí, había oído hablar de él pero jamás imaginé verlo con mis propios ojos. El nunca se atreve a subir.. —¡QUIEN TE ENVIA! —Grito RANKO frunciendo el seño.

—SI TANTO TE INTERESA SABER VEN Y TE LO DIGO AL OIDO. El demonio se abalanzo sobre RANKO, la pelirroja esquivaba cada ataque, con los ojos que sostenía el engendro visualizaban cada movimiento, Ranma salto hacia el con la espada , de un solo tajo cortó la mano que estaba lista para capturar a la pelirroja. El sonreía victorioso, pero pronto noto que del corte salían venas conectándose junto con nervios y así poco a poco la mano que fue cortada apareció de nuevo en su lugar.

—… S-ee ree-ggene-r-a. …¡NO PUEDE SER! —Decía Ranma, visiblemente preocupado.

El demonio tomo a Ranko, la maraña de pelo que cubría su cara se iba descubriendo, aquella visión era repugnante, al fondo del hocico podía diferenciarse personas moviéndose retorcidas de dolor con los cuencos de los ojos sangrando. Ranko no paraba de moverse, forcejeaba para soltarse. —¡RANMA! ¡CORTA SUS OJOS! —Grito desesperadamente la pelirroja.

—¡DE ACUERDO!. El de la trenza corrió hacia el demonio, tomo impulso y de un solo tajo cortó por la mitad los ojos de la bestia. Un grito de dolor ensordecedor se escucho, mientras soltaba a ranko. —¡MALDITOOOOO! Gritaba iracundo el demonio privado de su visión. —¡ESTO NO SE VA A QUEDAR ASI! Con el puño ensangrentado el ser demoníaco golpeaba con todas sus fuerzas la tierra, micro sismos se dejaban sentir por los golpes, la tierra comenzó a abrirse, —¡ARDERAN EN LA ETERNIDAD DEL INFIERNO!. —Del socavón salían miles de manos en forma de gusanos Ranma con la espada se deshacía de cuantas podía pero eran demasiado rápidas, se colgaban de su espada clavándole sus alargadas uñas, Ranko tomo un pedazo de tronco con el golpeaba hacia todas direcciones tal como si fuese un bate de béisbol —¡ES HORA DE IRNOS! Exclamó Shuten- Dōji acercándose a Ranma lentamente, aplastando a su paso cuantas manos se le cruzarán, —TÚ, EMPEZARE MI COLECCIÓN CONTIGO, TUS OJOS SERAN MI TROFEO.

—¿Y TU CREES QUE TE SERA FÁCIL?. Ranma lo encaraba en posición de ataque. El demonio reía —¡RAPIDO APRISIONENLOS! —ordenaba a las extremidades que salían a toda velocidad en dirección a la pareja sujetándolos de brazos y piernas. Cuando por un temblor la tierra por completo se cimbro, las aves salían de sus nidos, los animales huían despavoridos, un rugido proveniente del fondo del agujero se escuchaba, una enorme pata de reptil salía de ahí junto con unas garras, de pronto con un salto la criatura salió a la superficie, a simple vista tenia un cuerpo de Dragón de Komodo, su cola era larga con la punta llena de enormes picos que sobresalían de ella, tenia una cresta parecida a un triceratops con millones de ojos recubriéndolo. Su lengua salió a toda velocidad capturando millones de manos para después tragarlas. — ¡NA-N- NA-N NAN HYAKU! Decía sudando Shuten- Dōji mientras retrocedía visiblemente nervioso y muerto de terror. El enorme monstruo obedeció a su nombre volteando en segundos. Ranma sudaba frío, los brazos y manos que lo sostenían perdieron fuerza. Ranko le hizo una pequeña seña apuntándole a los pies, —Muévelos. —le decía en voz baja, Ranma obedeció, con el más pequeño movimiento las manos caían como si de insectos se tratasen. —Nan Hyaku Ee-spe-ra un momento —Le hablaba el demonio a la bestia que con sus patas puntiagudas lo capturaba para después acercarse a su cabeza —¡ESCORIA ASQUEROSA BAJAME! —Le gritaba el demonio. La lengua del monstruo se enredo en el cuello del demonio y con un solo tajo la arranco del tronco, con un rugido y el hocico lleno de sangre se dispuso a regresar al socavón, la tierra de nuevo comenzó a moverse haciendo que la entrada al infierno se cerrará arrastrando árboles y tierra. Ranko y Ranma Aprovecharon para salir huyendo de aquel lugar.

—¡QUE DEMONIOS FUE TODO ESO! —El ojiazul decía en tono asombrado.

—Ranma no querían vernos llegar hasta aquí, eso me queda muy claro, Shuten- Dōji era el guardián del Inframundo y Nan Hyaku era su mascota. Era muy improbable que subieran hasta aquí. Definitivamente alguien esta detrás de todo esto.

—¡Ja! ¡Lo único que están haciendo es que desee más ese encuentro y cuando pase estaré preparado ¡LO JURO!. —miraba a la pelirroja confiado. —Un poco más y ya llegamos Ranko, ya puedo casi palpar los escalones. —sonrió —¡¿LISTA?!. La pelirroja asintió apresurando el paso. De escalón en escalón subían rápidamente cuando un estruendo se escuchaba en el cielo haciendo que se iluminará como si de una tormenta eléctrica se tratase, un trueno bajaba hasta la falda de la montaña rodeándola por completo. Ranma paro a medio camino mientras la pelirroja seguía subiendo. La puerta del cielo se iluminada en segundos, millones de figuras humanas cubiertas totalmente de luz se formaban en conjunto. Y así, una por una bajaban por los laterales de los escalónes llegando hasta Ranko. En la puerta otra figura aparecía pero mucho más grande que las demás, con calma bajaba las escaleras mientras que las almas reverenciaban su bajada. A solo a un escalón de llegar con la pelirroja se detuvo para después extender su mano hacia ella. Ranko miraba la mano que exigia que la tomara. giro su cabeza hacia Ranma que se encontraba unos escalones abajo, El la miro asentando mientras le guiñaba sonriendo. Ranko tomo la mano de aquella persona. Sintió como una infinita paz la cubría con luz en todo su cuerpo, La mujer se detuvo un momento, miro a Ranma de nuevo y bajo hacia donde estaba el.

—¡GRACIAS! —decía ella mientras las lagrimas salían, se abalanzó hacia el para darle un gran abrazo. El ojiazul pudo sentir por primera vez el calor humano de la chica, correspondiendo el abrazo para después ambos soltarse.

—Sé feliz amiga mía.

—Tu también cariño y por favor, búscala cuando sea el momento. Ella te espera. Cuídate por favor.

La pelirroja giro para regresar con aquella figura que le daba su mano para ambos subir lentamente las escaleras y perderse en la entrada iluminada. La sombra de la pelirroja movía las manos despidiéndose de Ranma para después desaparecer con la luz.

Ranma sonreía, pues había conocido a una mujer excepcional. Giro la vista hacia el paisaje que se miraba más hermoso aún desde las alturas.

Una película de recuerdos pasaron por su cabeza; La vez que llegaron con los Tendo, la sonrisa de akane invitándolo a entrenar, el primer enfrentamiento con Tatewaki dentro del colegio Furinkan, la pelea con Ryoga dónde accidentalmente Akane le fue cortado su cabello, Xian Pu llegando al Dojo Tendo buscando venganza, Mikado y su obsesión por besarlas, la pelea con cologne por el nervio del gato, El beso actuado de Romeo y Julieta, el reencuentro con su madre, Los infernales celos que sintió en Ryugenzawa, Toma pensando que podía arrebatarle a su "Marimacho". El grito de desesperación en Jusenkyo declarando su amor, su casi boda, el primer beso de Akane que el mismo se lo dio convertido en gato, y el segundo en el baile de graduación, La desesperación que sintió en la estación de autobuses al saber que ella ya había partido, La verdadera Ranko, El agua fría tocando de nuevo su cuerpo sin transformación, el entrenamiento con fuma, la pelea con el demonio Shuten- Dōji y la despedida de la pelirroja subiendo las escaleras mientras desaparecía.

Cada suceso, cada palabra, cada pelea sumaba para lo que poco a poco se iría convirtiendo, el niño de 16 años que llegaba a una ciudad nueva, con millones de problemas y complejos desaparecía para ahora convertirse en lo que realmente era.

—RANMA SAOTOME. ES HORA DE QUE El MUNDO TE CONOZCA. —Decía mientras el viento jugaba con su trenza desde la cima de "LA PUERTA DEL CIELO".

CONTINUARA…


Hola hola!!! Muchas gracias por seguir leyendo mi historia. espero y les haya agradado este capitulo. quería publicarlo antes pero no me daba el tiempo. gracias por sus comentarios!

Au revoir! y hasta el próximo! :D