CAPÍTULO 6


Este es un capitulo para George y Dotothy, los rubios tendrán su momento pero quiero primero que den el paso esta pareja. Gracias por sus comentarios y espero les siga gustando la historia


A la mañana siguiente George tenía unas ojeras se vio que había pasado una mala noche

Dorothy lo saludo como cada mañana y se preocupó cuando lo vio en ese estado

Sr. Johnson está usted bien -pregunto una preocupada Dorothy-

Porque no me había compartido que esta sería la última semana con nosotros, dijo George con apenas un hilo de voz.

La joven bajo la mirada y respondió

No creía que fuera a importarle ese asunto a usted que tiene tanto en que pensar y hacer en el banco

La cocinera como cada mañana salió y les dio su desayuno empaquetado y listo para que se marcharan.

George tomo la bolsa y luego emprendio camino hacia el auto

Dorothy lo siguió en silencio

Antes de llegar al taller la que rompió el silencio fue ella

Lo siento Sr. Johnson tal vez debí pasar mi carta de renuncia a usted y no a la señora Elroy, al fin y cabo fue usted quien me contrato para que trabajara con la familia Andrew

No es eso dijo George muy aprisa, lo que pasa es que me tomo por sorpresa la noticia.

Tomaron juntos el desayuno el cual sería el último pues el día de mañana sería la exposición y la familia de ella llegaría en el transcurso del día

Ha sido un placer señorita Dorothy el conocerla más de cerca y poder apreciar su trabajo, le deseo de todo corazón lo mejor en su vida y en su trabajo

Eso quiere decir que mañana no me acompañara, -dijo la joven con voz tan baja y sin verlo a la cara-

Por supuesto que estaré acompañándote mañana es un día para celebrar tu triunfo Dorothy

La joven solo entonces sonrió y levanto su mirada se encontró hasta en los ojos de aquel hombre que la había enamorado hace tantos años ya, sin él ni siquiera saberlo -gracias George- dijo tímidamente la joven.

George no pudo resistir más y se acercó a ella, le tendió una mano, ella acepto algo confundida y él la encerró en un abrazo, ella se sorprendió ante el gesto de él pero estaba disfrutando tanto que no opuso resistencia

Por parte de él estaba feliz de tenerla en sus brazos, su olor era increíble, su cabello estaba húmedo todavía y emanaba esencia de jazmín, su delicado cuerpo lleno de curvas que hasta ese momento él podía saber a ciencia cierta que existían y no solo las imaginaba

Ella tenía apoyadas sus manos en el pecho de él era una sensación maravillosa.

Quiero ser el primero en darte un abrazo por tu exposición, espero no haberme adelantado mucho dijo ya un apenado George al caer en la cuenta de lo que había hecho

Al separarse la joven con las mejillas encendidas dijo que no había problema, pero que esperaba mañana también la felicitara, tenlo por seguro Dorothy fue la contestación del bigotón que se sintió pleno a esa hora de la mañana.

Espero verte hoy en la cena, dijo un George como despedida, pues así había sido esta semana ella los había acompañado en la cena.

Veré si me puedo escapar de mi familia dijo la joven con una gran sonrisa.

Así fue ella estaba presente en la cena y Elroy brindo por ella por el triunfo del día siguiente

También les recordó a los caballeros que mañana solo trabajarían medio día pues la presentación era a las 5 de la tarde y quería estar allí para brindar apoyo.

Por cierto George quisiera pedirte un gran favor dijo la mujer mayor

Dígame contesto George tan servicial como siempre

Puedes tu acompañar a Dorothy mañana

Ella tiene que llegar más temprano para supervisar que todo este como ella lo requiere, por favor.

No por favor dijo una Dorothy apenada, no es necesario.

Para mí es un honor señorita Dorothy dijo un George muy animado

Los rubios sonreían pues sabían de los sentimientos de la joven por George, y sabían que la tía estaba tirando su arsenal para ver si se decidían de una vez a dar buenas noticias.

Como era costumbre el par de rubios salio a dar un paseo

Pequeña me gustaría llevarte a montar el sábado por la mañana, -que dices-

Candy miro a Albert con algo de pena y concurso

Lo siento Albert la verdad me da miedo montar, tú mejor que nadie sabe que me pone nervioso.

Lo sé Candy pero quiero ayudarte a perder el miedo, anda di que si no te vas a arrepentir

Está bien Bert, tu ganas.

Siento que mi tía tiene mejor semblante y la veo más activa dijo Albert al pensar en la cena y su tía

Candy rio divertida y dijo más les vale a esos dos que den el paso, porque tú tía ya tiene las invitaciones a la boda de ellos

Los rubios se carcajearon sin saber que ellos también eran parte del plan de la tía

Dorothy apareció en las escaleras y George tuvo que contenerse, bella y sensual eran las palabras que aparecieron en la meta del hombre que la espera para llevarla

Albert estaba impresionado también pues vaya que era muy bella la joven

Pero lo que más lo tenía impresionado era la cara del pobre George, jamás lo había visto embelesado por ninguna mujer

Verlo perder su porte era hasta cierto punto cómico.

La tía Elroy estaba feliz al ver el resultado en la cara del bigotón, se dejaba de llamar Elroy si no hacía que él callera a los pies de la joven en este mes.

Con una sonrisa de triunfo dijo que el auto que los llevaría ya esperaba por ellos

George le dio el brazo a la joven y juntos se perdieron en la puerta de salida.

Tía eres un genio dijo Albert al ver a su tía con cara de triunfo, planeas muy bien, yo creo que George ya cayó ante la belleza de Dorothy, eso espero William.

Te vemos en 40 minutos para irnos están terminando de arreglar a Candy.

Cuando Albert vio a Candy se olvidó de respirar, por un momento le costó trabajo reconocer a su pequeña enfundada en ese maravilloso vestido

La niña pecosa y llorona, dio paso a una mujer hermosísima, con esos ojos de hechicera, labios carnosos, una tierna sonrisa, un cuello blanco y elegante adornado con diamantes, un escote en forma de corazón con transparencia que no dejaba ver nada pero echaba a la imaginacion a volar

El rubio pasó saliva ante ese escrutinio, una cintura bien marcada que terminó de ceñir el vestido hasta las caderas llenas y voluptuosas, montada en unas delicadas zapatillas de tacón, su cabello iba todo recogido en un moño y solo algunos mechones sueltos.

Tenía ganas de llevársela lejos y así poder confesarle todo su amor por ella

Quería poder besar aquellos labios que eran una tentación, quería encerrarla en un abrazo y llenarse de su dulce aroma, sentir aquellas formas de mujer que lo estaban llevando a la locura.

Pero tenía que pensar con claridad pues su tía estaba al acecho y no quería problemas

Además tienen que acompañar a Dorothy en su presentación.

Respiro, sonrió y le tendió su brazo a su pequeña y también a su tía que acaba de llegar.

Elroy en las sombras estaba feliz de que los dos hombres de la casa hubieran mordido el anzuelo y pensado, William veo que te gusto este pequeño cambio en Candice

Pero ni sabes todavía el arsenal de vestidos que tengo para ella

Te gustaran sobrino los cambios en esta niña.

Reconocía que Candice era muy bella y más si realzaban su belleza con vestidos hermosos, joyas y peinados

George parecía un halcón, no dejaba a Dorothy por nada del mundo, desde que llego y noto el revuelo que causa, se juró que no la dejaría sola a merced de algún caballero que quisiera excederse con ella, no importaba que su familia estuviera allí.

Dorothy dio comienzo a su discurso de bienvenida y cortó el listón invitando a la señora Elroy a que lo hicieron juntas, pues ella era parte de este proceso. La galeria era espectacular

Albert estaba muy pero muy pendiente de Candy, pues desde su llegada los ojos de los caballeros presentes se posaron en su pequeña

Si, su pequeña porque estaba decidida, esa rubia, pecosa y muy sonriente mujer sería suya

Candy por el contario estaba medio aturdida, en cuanto llegaron a la exposición las mujeres vieron a su Albert con miradas coquetas

No les importaba que estuviera acompañado, además el andar con un vestido como aquel era muy incómodo.

Lo que los rubios no sabían, era que habían causado sensación como pareja y eran envidiados

A él los hombres por llevar semejante belleza y las mujeres a ella por andar del brazo del hombre más cotizado de Chicago

Elroy vio todo a la distancia y sabía que probablemente llegarían algunas invitaciones a la mañana siguiente, pues todos querían saber quién era la hermosa joven que acompañaba a la familia Andrew

Estaba decidida a tomaría a Candice bajo su protección. Hablaría con ella en cuanto tuviera un tiempo.

Se unió a los rubios y así recorrieron la galería hasta toparse con un hermoso cuadro

Rose Mary Andrew estaba contemplada por las personas que asistieron al evento y hablaron de la belleza de la mujer

Aunque nadie sabía quién era, solamente 4 personas conocían a la joven.

La tía Elroy tanto como Albert al ver el cuadro se les hizo un nudo de emociones en el pecho

Verla de nuevo era maravilloso, Candy no sabía quién era la joven, hasta que la tía explico probablemente que Dorothy había arreglado la pintura.

Le daré las gracias dijo Albert conmovido de ver a su única hermana

Oh vaya que era muy bella dijo Candy en un susurro y sin dejar de verla, de hecho se parece a ti Albert solo que ella tiene los ojos verdes, pero en lo demás tienen tanto en común y por eso Anthony también se parecía a ti, esto último lo dijo aún en voz más baja.

Si dijo Albert, pero no es un día para estar tristes, es bueno tener a mi hermana de nuevo, la pondremos en la sala en cuanto termine la exposición de Dorothy.

Los ojos de George se empañaron al ver a Rose, hace tanto que no vio aquel cuadro, él recordaba muy bien cuando pintaron a la joven de cabellos de oro,

Ya estaba tan enamorado de ella, disfruto poder verla posar y sonreir

La llegada de William estaba próxima y la muchacha estaba tan feliz que quería tener un recuerdo de aquellos días.

Vaya que el tiempo paso rápido, ahora su Rose ya no estaba en este mundo, su mundo había dejado de girar ante aquella perdida, solo tomo sentido ante la promesa de velar por aquellos niños de cabellos de oro, los niños William y Anthony.

Su promesa a medias la había llevado a cabo pues el joven Anthony también se había ido y no pudo hacer nada. Solo William le quedó de su amada Rose, él luchó por cumplir aquella promesa, dijo en voz baja

No ha sido fácil pues el espíritu de libertad de William le da alas a su muchacho que a veces me resulta difícil seguir su vuelo

Pero aquí sigo con él y lo seguiré estando

No sabía a ciencia cierta lo que sintió por él, un hijo o un hermano, no lo sé pero es un sentimiento fuerte, su padre me salvo de ser un hombre sin futuro y su hermana me brindo una amistad tan bella y luego fue mi más gran amor.

Contemplando aquel cuadro lo encontrado Albert, vio en los ojos de su mentor nostalgia

Él sabía que George estaba enamorado de su hermana pero por circunstancias desconocidas para el que era un niño en aquel entonces, no sabía más del asunto.

Solo recordaba que lo había visto llorar el día del sepelio de su amada hermana, en ese entonces no supo a ciencia el porqué, hasta que el tiempo pasó hilo sus pensamientos y dio en el blanco, descubrió los sentimientos ocultos de George por Rose.

Pocas veces habla de ese asunto con él, pues el hombre es muy reservado.

Aquí estas dijo Albert a George, es bueno que nuestra querida Dorothy pudiera arreglar el cuadro de mi hermana, dijo el rubio.

Si es bueno verla de nuevo dijo el bigoton

Sabes estaba grabando los días en que se hizo la pintura comentario George

Ella estaba feliz por tu nacimiento y quería dejar constancia de ello con esta pintura de ella

La recuerdo buscando el vestido adecuado, el peinado, la sonrisa, la pose y demás cosas que a mí me parecían fascinantes en ella.

Yo me iba a estudiar por las mañanas y por tardes tú padre me instruía sobre la empresa, volvíamos por la tarde y Rose nos recibimos con un abrazo y una gran sonrisa, nos ponía al tanto de la pintura y pedía opinión

Se atrevió a pedir a tu padre que también me incluyeran en la pintura

Mi cara debió ser de terror que tú padre tuvo compasión de mí y abogo que estaba muy ocupado y que era tiempo de exámenes.

Rio Albert al imaginarse aquella escena

Una Rose joven y bella, un George seguramente enamorado de ella ya su padre joven y lleno de vida y esperanza por él, que pronto nacería

Daría todo lo que tengo por haber sido testigo de momentos así George pero no me tocó vivir aquella experiencia, dijo William un poco triste,

Igual yo William dijo George, me hubiera encantado que convivieran con tu padre y tu hermana, que hubieran tenido tiempo de conocerse, pero no fueron las cosas así.

Ahora tienes a la señorita Candy para empezar de nuevo a formar tu familia y disfrutar plenamente William

Yo mejor que nadie sabe por todo lo que ha pasado y mi deseo es que pronto tengas aquello que te negó la vida hace algunos años

Hablando de Candy dijo Albert tengo que buscarla, pues parece miel y hay muchas abejas el día de hoy por aquí dijo el joven rubio

George pensó lo mismo con respecto a Dorothy, había un tipo que no se despegaba de ella, su compañero en la universidad, pero no la dejaría sola por más tiempo iría por ella.

Encontraron a las damas junto a la señora Elroy comentaban con Dorothy que se le había pasado poner un chofer a su disposición para llevarla a su casa cuando cerrara el lugar.

George alcanzo a oír la plática y se ofreció el mismo a llevar a la señorita a su casa, no la dejaría sola.

Me parece bien comento Elroy con un triunfo casi seguro, entonces nosotros nos retiramos porque en verdad me siento cansada de este día, los rubios y la tía salieron del lugar.

George estuvo pendiente lo que resta de la noche de la joven que lo tenia cautivado

La familia de Dorothy se apartó más temprano pues los pequeños sobrinos de la joven necesitaron descanso.

George como todo un caballero ayudo a subir al auto a la mujer, pues con el vestido era difícil hacerlo, aunque la gratificación fue bastante buena, pudo sentir a la joven cerca de él, oler su embriagador perfume y ver ese escote que lo tenía al borde de besarla y estrecharla contra su cuerpo, cuando cerró la puerta y dio la vuelta al auto para subir él también

Respiro y se dijo que tenía que tener autocontrol, al subirse ella lo recibió con una gran sonrisa y unas palabras de agradecimiento.

Gracias George por acompañarme en un día tan importante, por estar tan presente y por ofrecerte a llevarme a mi casa.

Es un placer Dorothy para mí el poder acompañarte en este día y más el dejar que te acompañe a tu hogar.

El bigotón estaba nervioso pero tomo valor y dijo, ¿te gustaría cenar conmigo?

Sé que no haz cenado y yo tampoco, igual festejaríamos tu logro del día de hoy -que dices-

Me encantaría contesto la joven

Bien vamos a ver qué lugar estará abierto a estas horas.

Llegaron a un restaurante y el mesero les dijo que solo tenían servicio para llevar a esa hora

George ordeno la cena, ya vería en donde cenarían.

Tenía una casa que William C. Andrew le regalara cuando llego a la mayoría de edad, hace tanto de eso

Trataba de mantenerla lo mejor que podía no vivía allí solo de vez en cuando la visitaba

Pero esta vez la tenía en buenas condiciones pues ese sería el lugar en donde escondería a William ya la señorita Candy si la señora Elroy tramaba algo en contra de los rubios.

Nadie sabía de esa casa, nunca tuvo la oportunidad de vivir allí y cuando se la entrego William C. Elroy no estaba en América.

Llego a la propiedad se bajó y abrió el portón y entraron al lugar

Dorothy estaba nerviosa tenía un presentimiento de que tal vez, por fin él se había fijado en ella.

Cuando vio los jardines y la fachada de la mansión ella se maravilló, no era tan grande como la mansión de los Andrew, pero era un lugar hermoso

George abrió la puerta y la ayudó a bajar.

Saco unas llaves y abrió la puerta cedió el paso a la mujer y Dorothy observo aquella casa, no tenía muebles, aunque si un araña gigante de luces que George acababa de prender, vamos le dijo a ella, en la cocina si tengo unas sillas y una mesa allí veremos un gusto

Es de usted esta casa dijo la joven con expresión de sorpresa y desconcierto

Pues eso hacía que sus esperanzas de gustarle a alguien como él resultaron nulas.

George sonrió y le dijo, otra vez me hablas de usted Dorothy, ya habíamos roto esa barrera entre nosotros le dijo un George sonriente

Ella respondió lo que pasa es…

No la dejo terminar, se acercó tanto a ella, la tomo de las manos y viéndola a los ojos dijo

Te pido por favor que me llames solo por mi nombre Dorothy, porque si no me obligaras a decirte señorita Dorothy de nuevo y no lo quiero hacer

Ella solo lo vio embelesada y cuando reacciono dijo

Está bien George -me gusta cómo suena mi nombre en tus labios dijo el bigotón y sin soltarla de la mano, tomo la cena con la otra mano y la llevo a la cocina.

Estaban degustando una rica pasta y excelente vino blanco, platicaron amenamente.

Ella le contó de su infancia en Lakewood, de sus hermanos de su padre, de cómo la señora Elroy le ayudó a salir adelante, de todo el apoyo que recibió.

Él también le conto como llego a la familia Andrew, de lo que había querido al padre del joven William, le conto que la casa había sido un regalo del hombre que lo había salvado de una vida de miseria.

Ya era tarde y él sabía que la tenía que llevar a casa pero no quería llevarla, la quería tener para él allí en la casa que sería su hogar.

Porque estaba decidido lucharía por ella, no quería perder a la única mujer que había sido capaz de hacer a su corazón latir de nuevo, se sintió muy a gusto con su presencia.

Ella tomo el ultimo sorbo de su segunda copa de vino y le dijo me darías un tour por tu casa, el alcohol le había dado valor

Él se levantó y afianzó su mano y la guio por la casa, solo la biblioteca y una habitación tenían algunos muebles y eso era un decir.

Pues la biblioteca contaba con un escritorio, silla y un librero.

La habitación una cama y un par de buros y un sillón muy cómodo junto a la chimenea.

Es muy bonita dijo la joven cuando volvió a la cocina aunque este vacía.

George se acercó a ella por detrás aspiro su aroma y le susurró al oído, tu eres bonita Dorothy muy bonita, ella se giró y se topó con los ojos de él

Él tomo la cintura de ella y sin más poso sus labios en los de la joven, se fundieron en un beso lleno de sensaciones nuevas

La estaba llevando al cielo con ese roce de labios hasta que él se abrió paso y su lengua degusto el sabor de ella, era dulce.

Ella enredo sus brazos en el cuello del él, George la acerco mucho más a su cuerpo y pudo sentir los pechos de ella apretarse contra él, sus manos viajaron por su espalda y su cadera, sabía que si tocaba aquel derrière estaría perdido y la haría suya en aquel momento.

Como pudo George empezar a bajar la intensidad del beso ya soltarla poco a poco, ella estaba perdida ante la magnitud de los acontecimientos.

Cuando los dos recuperaron la respiración él tomó la palabra, Dorothy te mentiría si te dijera que me arrepiento de mi arrebato hace unos momentos, me gustas y mucho

Tú también me gustas y mucho George dijo la muchacha con las mejillas rojas.

Te llevo varios años y ya no soy un jovencito Dorothy, estas consciente de eso, te llevo cre años, ella puso un dedo en los labios de él y le dijo.

Me gusta George desde el primer día que te vi, no me importa tú edad yo lo único que quiero es estar a tú lado.

Él sonrió y dijo Dorothy quieres ser mi novia

Sí contesto la joven y se volvió a colgar del cuello de su flamante novio y lo beso

Él respondió y se perdieron de nuevo en los labios del otro. Después de una buena ronda de besos y palabras dulces dichas por ambos tomaron la decisión de irse de aquel lugar.

En el camino George le dijo que intentaría estar con ella todas las tardes del mes de la exposición y por ende él la llevaría a su casa diariamente

Se despidió solo con una roce en los labios