CAPÍTULO 8


Gracias por sus comentarios, es muy bello leerlas.


Escribir ha sido un reto para mi, es la primera vez que lo hago y me emociono mucho al ver que si les

agrada la historia, aunque no publico tan seguido como me lo había propuesto. Pero eso de encontrar el

tiempo para hacerlo es algo difícil y si eso le sumamos que la musa de la inspiración me abandona se hace

un poco más difícil. Ya tengo otra historia que comencé hace unos días atrás, pero quiero terminar primero

esta historia antes de subir la siguiente, así me doy prisa en escribir y no dejar a medias la historia (que

por cierto es frustrante ver tantas fanfiction sin terminar)


A la mañana siguiente hicieron de nuevo su cabalgata juntos, la experiencia para ambos rubios era deliciosa, el silencio entre los dos era relajante, ambos se dedicaban a disfrutar del contacto de sus cuerpos y del que la naturaleza brinda, ver salir el sol al lado de la persona amada, no había mejor experiencia hasta el momento para ambos

Solo suspiros de ambos se escuchaban de vez en cuando y el vuelo de los pájaros

Después del desayuno se unieron en la sala para platicar sobre la exposición de Dorothy, todos los días estaba lleno el conservatorio para ver los cuadros expuestos y muchos de los cuadros puestos a la venta ya habían sido adquiridos

La tía Elroy tomo la palabra, aprovecharía que los rubios estaban juntos, para ver que decisión había tomado Candice sobre ser su protegida, pues ya se hablaba mucho de la rubia que acompañaba a su sobrino

Y bien Candice dime que decidiste sobre mi propuesta de ser tomarte bajo mi protección

La rubia vio a la tía y luego a Albert, acepto tía dijo Candice con una linda sonrisa

Eso es magnífico Candice, te doy mi palabra que no te arrepentirás

Tía dijo el rubio, de hecho Candy también acepto acompañarme a la siguiente gala y me gustaría que la asesoraras con la vestimenta

Claro que si hijo no te preocupes por eso, yo me hare cargo que Candice esté lista para ese día

Además tía siguió el rubio vamos a necesitar el salón de baile para enseñar a Candy a bailar, empezaremos esta misma tarde

Bien entonces daré instrucciones para que les tengan listo el salón y puedan iniciar sus clases de baile

La tarde paso rápido para Candy entre los brazos del rubio, se les dio bien a los dos el baile. Él fue un excelente maestro y ella una buena alumna pues rápidamente encontramos su cadencia para bailar en sincronía

Él feliz de sentir a la rubia que estaba en sus brazos, sintió el acelerado ritmo de su corazón, su mano en la cintura de ella era gratificación pura para su mano que solo firmaba papeles y más papeles, ahora tenía su recompensa, posada en la mujer que lo tenia mas que enamorado

Ella estaba tan concentrada en no perder el ritmo que no se daba cuenta de la mirada de Albert sobre ella, estaba nerviosa pero feliz

Así pasaron los días de la semana, ellos salían a montar todas las mañanas a ninguno le importaba tener que levantarse temprano, en el día la tía se encargaba de dar información a la rubia, sobre las familias que asistirían a la gala

También estaba en busca de un vestido para la rubia y también para ella pues iría con ellos, no quería dejar a Candice a merced de algunas brujas que asistirían, ella ya no estaba sola Elroy Andrew velaría por la futura señora Andrew

Llego el día de la gala, Candice estaba nerviosa, sería su primer baile con Albert en público, además estaba el hecho de llevar un vestido hermoso pero para ella era incomodo, zapatillas y maquillaje, sin duda sería una noche larga

Pero al pensar que estaría cerca de Albert, eso compensaba toda incomodidad, además la tía Elroy se estaba portando muy bien con ella

Cuando Albert vio descender a Candy por las amplias escaleras, su corazón latía tan fuerte que le daba pena que su tía lo escuchara, era una visión Candy enfundada en un vestido negro, el contraste de su piel de porcelana con el color negro era maravilloso, un vestido que dejaba sin lugar a dudas de que Candy era toda una mujer y muy pero muy bella

Hasta ese momento se dio cuenta que aparte de las pecas de su nariz, también tenía pecas en los hombros, pues el vestido dejaba sus hombros al descubierto, estaba admirando a su pequeña con descaro, no podía apartar sus ojos de esa mujer, la vio de cabeza a pies y todo absolutamente todo lo que vio le gustó

No dejaría a su pequeña en toda la noche, pues no quería verla en brazos de alguien más bailando, jamás lo permitiría

La tía estaba feliz de ver a su sobrino embelesado ante la belleza de Candice, ella misma aceptaba que esta niña era muy bella, le agradaba el ponerse a pensar en los pequeños rubios que tendrían estos dos enamorados que tenía enfrente, unos adorables niños rubios, pecosos, cabellos rizados tal vez y los ojos sería interesante saber si serían azules como los de los Andrew o verdes como los de la madre y sobre todo muy inquietos al igual que sus progenitores

Candy por su parte estaba feliz vio la mirada de Albert sobre ella, sabía que le había gustado a Albert lo que veía y eso la hacía feliz, sentía que podía tal vez enamorarlo como ella lo estaba de él, tal vez se dijo la rubia, además bailaría con él toda la noche así se lo había dicho Albert

Así cada uno de las 3 personas que estaban por salir a la recepción, esperaban por su cuenta en lo maravilloso de la vida

Bueno niños tenemos que irnos si queremos llegar a tiempo, dijo Elroy rompiendo el silencio

Llegaron a la recepción y fue inevitable no llamar la atención, todas las personas se preguntaban quién era la rubia hermosa que acompañaba a los Andrew esa noche, inmediatamente Albert fue abordado por sus socios para hablar sobre inversiones y demás cosas, tales como quien era su acompañante y como iban las finanzas

Lo siento señores pero esta noche no puedo acompañarlos en su reunión de caballeros, esta noche vengo acompañado y no puedo ni quiero dejar a las damas solas, así que con permiso

Se fue dejando a los caballeros algo molestos, aunque uno de ellos alcanzo a decir y no nos presentas a las damas, Albert no tuvo opción y presento a sus acompañantes

Ellas es mi tía Elroy dijo mirando a los caballeros y ella es mi invitada especial la señorita Candice White, las dos mujeres saludaron cortésmente a los presentes con una sonrisa y una pequeña inclinación

Si nos disculpan vamos a saludar al gobernador, diciendo esto emprendieron camino para saludar al festejado, señor gobernador gracias por la invitación, feliz cumpleaños y que tenga una velada excepcional dijo William antes de presentar a sus acompañantes

Ella es mi tía la señora Elroy Andrew y ella es mi invitada la señorita Candice White, un placer tenerlas esta noche dijo el gobernador

Sigan por favor, disfruten y celebren junto conmigo de un año más de vida

Estaban disfrutando de la reunión cuando uno de los socios se acercó de nuevo a William y le dijo, me puedes regalar 5 minutos nada más por favor William, a este no le quedó más remedio que seguirlo hacía uno de los salones donde los hombres siempre hacían negocios

Vaya William pensamos que no vendrías, pero veras tú bien sabes que los mejores tratos son los que hacen al calor de algunos tragos y buena música, le dieron un vaso con Whiskey y lo invitaron a tomar asiento

William dejo el vaso a un lado y con seriedad dijo, lo siento caballeros pero como ya les había mencionado esta vez no los acompañare, si me disculpan tengo que volver al salón

Antes de que saliera uno de los hombres le dijo que necesitaba hablar sobre sus inversiones con él

Mañana con mucho gusto te puedo recibir en las oficinas del banco y podemos hablar sobre tu inversión, sin interrupciones y teniendo a mano la información

Sin más salió de aquel salón lleno de humo de puro, para ir al encuentro de la mujer de su vida, aunque lo que vio no le gustó nada

Estaba un tipo sentado al lado de ella, con una sonrisa y una algarabía que a él le estaban dando náuseas, cuando estuvo cerca escucho lo siguiente

Vamos bonita acepta bailar aunque sea un baile conmigo, veras que no miento cuando te dijo que tú pareja no saldrá de aquel salón donde se hacen negocios, William jamás baila con nadie, siempre se la pasa haciendo negocios con los demás caballeros

Lo siento dijo una Candy ya medio molesta con el tipo, ya le dije que no puedo bailar con nadie, le prometí al señor Andrew que solo bailaría con él, así es dijo una Elroy que por primera vez tomó la palabra

Lo siento joven pero la señorita ya le dijo el motivo por el cual no puede salir a bailar con usted, así que por favor deje de insistir –dijo una Elroy con la autoridad que los años le conferían-

No tuvo tiempo de hablar el joven que estaba pidiendo un baile a la rubia porque Albert le tomo el hombro al tipo aquel y le dijo, -gracias por hacer compañía a mis invitadas esta noche, pero como vera ya estoy aquí

No le quedó más remedio al joven que alejarse de la bella rubia que lo había cautivado desde que llego, le había pedido a su padre que se llevara a William para él poder acercarse a la mujer, pero por lo visto William Andrew no dejaría sola a la señorita de hermosos ojos verdes

La tía al ver que su sobrino había llegado les dijo que iría a saludar a sus amigas, los dejos solos y los rubios aprovecharon para bailar, era sensacional verlos en la pista de baile, formaban una linda pareja por eso eran envidiados, las mujeres deseaban poder estar en los brazos del rubio, hombre con garbo de mundo y una sonrisa de dios griego. Los hombres darían mucho por tener a la rubia cerca de ellos, se veía tan bella, llena de vitalidad, con una sonrisa hermosa, una piel de alabastro y esos ojos tan bellos

Muchas de las mujeres presentes estaban molestas, ellas jamás habían podido sacar a bailar a William, siempre se la pasaban haciendo negocios y cuando estas concluían, misteriosamente él desaparecía de los bailes

Por más que los padres de las jóvenes interesados en William hacían su mayor esfuerzo por presentar a sus hijas este era muy hábil para quitárselas de encima, siempre George le tenía que ayudar claro está

Ahora estaba en la pista de baile con una joven mujer y feliz de la vida, se le veía sonreír como pocas veces

Los caballeros presentes estaban igual, vieron a William bailar con una rubia espectacular, como no iba a sonreír si tenía entre sus brazos a una belleza de mujer

Elroy disfrutó viendo la escena desde la perspectiva de todas las demás personas, no había duda eran muy buena pareja

Así que esa niña tiene a tú sobrino feliz de la vida, dijo una mujer acercándose a Elroy, desde la presentación de tu sobrino como el patriarca jamás se le había visto bailando y menos sonreír como lo hace esta noche

Josefina buenas noches saludo Elroy a la mujer, sabes que no lo sé casi no asisto a estos eventos

Vamos querida Elroy, bien sabes de lo que hablo, pero sé que tu aceptas esa relación dijo viendo a la pareja de rubios. Porque de lo contario esa niña no estaría aquí

Tiene una belleza que muy muy pocas mujeres tienen, se ve linda, tierna, con porte, inteligente y con carácter, di a tu sobrino que dé el siguiente paso pues por lo que escuchó esta noche, varios caballeros quieren una oportunidad con la rubia

Elroy permaneció en silencio, cuando por fin hablo -tú nieto es el joven que estaba hace un rato aquí haciéndonos compañía -así es dijo Josefina está muy interesada en la invitada de William

Lo que me gustaría saber es de que familia proviene esta linda joven, -ahí estaba el meollo del asunto pensado Elroy- quieres información, pero no te la voy a dar

Solo te diré que esta joven es muy bienvenida en mi familia y le debemos muchísimo, dijo Elroy viendo a sus rubios disfrutar de la noche

En un descanso Elroy acompaño a Candice al tocador, vaya tía que noche tan linda dijo la rubia, cuando estaban por salir les dio alcance Josefina y otras damas más

Qué bueno encontrarnos aquí, les dijo a la rubia y a Elroy, las quiero invitar mañana a mi casa a tomar el té y charlar, que me dicen -lo siento pero no podemos acompañarla dijo una Candy muy decidida, mañana la tía Elroy tiene cita con el medico y por la tarde tenemos ya un compromiso

Qué pena que no nos puedan acompañar, espero para la próxima vez que nos honren con su presencia

Gracias por la invitación dijo Elroy, con su permiso nosotras ya vamos de salida

Albert se acercó a ellas, pues venía huyendo de una chica -que bien que las encuentro dijo feliz de verlas, cuando a su espalda se escuchó decir

Vaya William si hubiera sabido que te gusta el rubio, con gusto me hubiera hecho un permanente para ver si así me invitabas a bailar, dijo la voz de una mujer molesta

Elroy, Candice y Albert vieron a una mujer de cabellos negros, piel blanca, ojos grises, muy bella aunque con una mirada molesta

Siempre que vienes a los bailes te la pasas metido haciendo negocios y después de eso te ibas a saber Dios por donde y ni una pieza bailabas con nadie, pero ahora viendo a -Candice con desprecio dijo- con esta mocosa si bailas y ni siquiera dejas que nadie se le acerque

No tengo que darte explicaciones de mi vida, dijo un William molesto así que si nos disculpas. Tomo a Candy de la mano y a su tía le dio el paso para que fuera adelante de ellos

Que fue eso Albert dijo la rubia sorprendida, nada pequeña. Gente que no puede ver feliz a otros nada mas

A la mañana siguiente como ya era costumbre salieron a montar, platicaron de la noche anterior, Candy le decía que le había gustado mucho asistir al baile, que había disfrutado de la comida servida, muchas de esas cosas eran nuevas para ella y demás cosas

Albert la escuchaba con atención, lo único que no me gusto fue el tipo que me insistió en que bailara con él, gracias al cielo llegaste tú Albert y me salvaste y tampoco me gusto el comentario de la mujer antes de que abandonáramos el baile

Estoy de acuerdo contigo pequeña, esos dos momentos no fueron nada agradables, pero al igual que tú también disfrute el baile como nunca lo había hecho, creo que la compañía en mi caso fue el gran cambio para poder disfrutar de una manera diferente esas galas- diciendo esto la apretó un poco más a él

Candy se sintió feliz de escuchar aquello, que ella marcó la diferencia era simplemente maravilloso

Sabes pequeña quiero ir a comprar una cámara para tomar fotografías, quiero tener recuerdos de nuestros momentos juntos, por ejemplo anoche que fue nuestro primer baile, hubiera sido perfecto el tener una buena toma para recordar- también estaría bien tener una foto de ti en ese vestido que te hace ver más hermoso de lo que ya eres, resaltando todos tus atributos de mujer- claro esta esto último solo lo pensado

Esa es una muy buena idea Albert aunque sé que no son tan fácil de manejar las cámaras o más el revelado o algo así dijo una Candy ya confundida

Tomaremos un curso Candy te agrada la idea, así los dos sabremos usarla y podremos hacer muchas tomas, incluso en el hogar de pony

Maravillosa idea Albert, acepto –dijo esto último volteando la cara hacia atrás, quedando a tan corta distancia de los labios de Albert, ella vio con insistencia aquellos labios y Albert estaba tentando a cortar la poca distancia entre ellos…

Pero solo unió su nariz a la de ella, por un momento tan delicioso disfrutaron de aquella caricia tan íntima para ellos, ella hizo con su nariz una caricia a la de Albert y ese movimiento hizo que sus labios también se rozaran y sintieran ambos una corriente eléctrica por su cuerpo. El vuelo de unas aves rompió aquella cercanía, siguió en silencio pero con una sonrisa en sus labios cada uno

La cercanía en ellos era vital para sentirse vivos, plenos, felices, solo así sintieron cada uno por su lado el encontrar sentido a la vida

A la hora del desayuno, Elroy soltó la bomba de que tendrían visita en un par de días más, -la hija del señor Duncan viene a pasar unos días a esta casa dijo sin más la mujer mayor- viendo la cara de desagrado de su sobrino

George también sabía que eso traería a la mansión algunos días de incomodidad, pues era bien sabido que el señor Duncan quería que su hija conquistara el corazón del joven patriarca

Candy solo vio la cara de Albert, sabía que no le había gustado la noticia y pronto descubriría ella la razón y también tendría la misma cara de su príncipe la de colina

Elroy quería averiguar con esa visita si Candice sentiría celos o no, para seguir adelante con el plan de convertir a esa rubia en la matriarca Andrew

Albert tuvo que ir un rato a la oficia por si los inversionistas de anoche llegaron a buscarlo y ahora si poder tener la reunión de negocios que les había negado la noche anterior, también quería pensar en que iba a hacer con la hija de Duncan, sabía que sería un dolor de cabeza para él y también para su pequeña. También estaba su tía, no sabía que planes tenía en relación con la señorita que estaría de visita

Solo pedía al cielo que no se le ocurriera hacer de casamentera a la tía, porque esta vez no estaba de humor para tolerar algo así

Una buena idea cruzo por la mente del apuesto rubio, reviso asuntos relacionados con el hospital santa Juana y se dio cuenta que habría algunos cursos próximamente, eso estaba muy bien, sacaría a su pequeña de la mansión por las mañanas, además de que él la podría llevar y pasaría por ella más tarde para ir a comer a la mansión o tal vez se perderían por la ciudad

Si, en cuanto llegara le diría que había algunos cursos en el hospital para que se actualizara, estaba casi seguro que su rubia favorita aceptaría ir a uno que otro curso

No llego nadie a las oficinas pero le dio tiempo de revisar contratos y poner en orden sus compromisos

Su curso de fotografía tendría que esperar un poco más, pues era por las tardes y George por el momento no estaba disponible pues acompañaba a Dorothy, el banco no se podía sin quedar capitán a bordo

Además estaba seguro de que si la señorita Duncan se enteraba de esto ella se uniría a tomar el curso y él no estaba dispuesto a aceptar a ningún tercero, quería disfrutar solo con su pequeña

Es una buena idea los dos juntos tomando fotografías por la ciudad, en el magnolia, en el lago, en el hogar de pony, en la cabaña de Lakewood, cuantas posibilidades de pasar más tiempo junto a ella

Quería repetir la experiencia de esa mañana, fue sensacional sentir su nariz junto a la de él, sus labios se habían tocado en una caricia tan delicada ya la vez tan fuerte, sabía que tenía que hablar con ella de sus sentimientos ya no podía ni quería guardarlos

Recordó como ayer había sufrido de celos irracionales, primero el tipo que la quería presionar para que bailara con él y después cuando la tenía en sus brazos bailando veía las miradas de varios caballeros, si así se les pude llamar viendo a su hermosa rubia, la observaban sin pudor alguno y él estaba furioso

Tenerla entre sus brazos con ese vestido tan revelador y más aun con su altura de él de daba acceso a ver por el escote de su pequeña, oh por Dios tuvo que poner toda su fuerza mental para no perder los estribos para con su pequeña, tenerla tan cerca y echar una mirada hacia los senos llenos voluptuosos, el aroma que emanaba aquel cuerpo y cabello fue en verdad difícil pero lo logro

Pero con la visita tan cerca tendría que esperar un poco más el revelar su amor a Candy, pues no sabía cómo reaccionaría su tía y de una cosa estaba seguro si su pequeña lo aceptaba estaba dispuesto a gritar a los cuatro vientos su felicidad, sin importarle nada mas que la felicidad de su rubia y la de él