CAPÍTULO 9


Por fin después de un tiempo vuelvo a publicar, me fui de vacaciones y entre organizar la maleta y al regreso reorganizar la vida de nuevo no había tenido el tiempo de actualizar la historia. Aunque si leí varias historias muy buenas sobre nuestros rubios adorados. Gracias por su paciencia y espero les guste el capitulo


Una mañana de un viernes llego a la mansión un coche con la señorita Duncan, salió la tía Elroy, Albert y Candy a dar la bienvenida a la huésped. George estaba en las oficinas del banco

La mujer en cuanto bajo del coche saludo muy educadamente a los presentes, pero fue inevitable a la hora de saludar a William, esta se tomó el atrevimiento de abrazarlo y besarlo en las mejillas, no le hizo justicia su recuerdo de la adolescencia cuando le conoció en el colegio san pablo

Ahora estaba guapísimo, esa altura, esos hermosos ojos, esa sonrisa todo le gustó todo de él

William pero gusto verte de nuevo, hace muchos años que no nos veíamos pero espero sinceramente que nos demos la oportunidad de conectar de nuevo y actualicemos nuestras vidas. Tomo a William del brazo y así entraron a la mansión

El rubio ni tiempo tuvo de actuar de manera diferente pero le tomo unos segundos en poner en orden aquel eufórico saludo de su compañera de colegio… por Dios él ni siquiera recordaba que estuvieran juntos en el colegio

Lo siento señorita Duncan –dijo un Albert quitando la mano de ella sobre la de él- no recuerdo que estuviéramos juntos en el San Pablo, bueno William tu no pero yo si te recuerdo muy bien dijo la mujer viéndolo con ojos de adoración

La tía no apartó la vista pero de la rubia pecosa que tenía al lado, vio como le cambio el semblante y como sus ojos estaban como platos ante el saludo de la invitada y su sobrino

Candy estaba molesta, muy molesta que se creía que estaba pelirroja, esa manera tan sugerente de saludar a su Albert de besarlo y llevarlo adentro pegada a su brazo… uuuf vaya con la invitada. Con trabajos la saludo a ella y no es que quisiera un mejor saludo, lo que quería es que se fuera por donde llego

Estaba tan metida en sus celos que no se dio cuenta de que Albert lo único que quería era despegarse de la mujer, pero la tía no perdía de vista a la rubia y lo que veía le gustaba, estaba casi segura que no estaba nada contenta con la invitada y eso hacia que sus esperanzas por ver a los rubios juntos resultaran grandes

Albert en cuanto tuvo la oportunidad de salir de la mansión así lo hizo, Candy quieres que pase a dejarte en el hospital –dijo un Albert con una tierna sonrisa para su pequeña- si por favor dijo Candy rápidamente

Los rubios salieron tan rápido de aquel lugar, los dos se sintieron raros, Albert acosado por Elena Duncan y Candy con unos celos totalmente nuevos para ella

Los dos iban en silencio, cada uno analizando lo acontecido hace unos momentos, Albert sabía que tenía que estar lo más lejos posible de la mansión y de Elena, alegaría que tenia mucho trabajo para no estar en la mansión

Candy estaba sorprendida por la intensidad de los celos por su príncipe de la colina, jamás en su vida había sentido tanto coraje, frustración y desesperación al mismo tiempo

Al llegar al hospital Albert la acompaño hasta con el doctor Leonard, en cuanto este los vio saludo y los paso a su oficina, listo Candy ya está el papeleo y todo lo que necesita para el lunes que empieza con el curso de pediatría, así que no te preocupes por nada

El lunes te vemos aquí a las 8 en punto de la mañana ya la 1 de la tarde eres libre para ir a revisar a Elroy que va muy bien con su tratamiento por cierto

Gracias doctor Leonard dijeron los rubios agradecidos y salieron del hospital sin rumbo fijo, al menos Candy no quería regresar a la mansión para ver a la mujer que quería la atención de su príncipe

Candy te gustaría acompañarme al banco -pregunto un Albert sonriente-

Claro que si Albert me encanta esa idea, así el par de rubios llegaron juntos al banco de chicago, Albert presentó a Candy como una amiga de la familia. Candy feliz saludaba a todos con su sonrisa y su carisma tan parte de ella

Así llegó a la oficina de Albert, oh Albert tiene razón la vista al parque es muy bella –dijo una Candy fascinada ante la ventana- así es pequeña me gusta la vista, pero él no veía el parque, él veía a la mujer de sus sueños, la que lo tenia enamorado, la que tenia su corazón y su vida

Ella estaba mirando por la ventana perdida en la vista, pero se dio cuenta gracias al reflejo del cristal que Albert la estaba viendo a ella, se giró y sus miradas se encontraron en la del otro, el toque en la puerta los hizo perder el momento , George al entrar y ver a Candy supo que había interrumpido a los rubios. Lo siento William no sabia que estaba ocupado

Oh claro que no dijo una Candy sonriente, más bien yo estoy aquí haciendo perder el tiempo de ustedes que tienen mucho trabajo, para nada Candy -respondió Albert- para mí es un gusto tenerte aquí, además de que había quedado de mostrarte mi oficina

Dime que pasa George, dijo Albert dirigiéndose al bigotón. Pues tenemos la visita de uno de los socios que no le cuadran las cuentas, de quien me hablas George, de John dijo el moreno

Ese hombre tiene una obsesión por cuadrar todo, pero bueno tendremos que recibirlo y atenderlo como se debe. Si ya estamos en eso, las chicas están pasando los informes para tener cada quién una carpeta y trabajar sin contratiempo. Puedo ayudar en algo pregunto Candy a ver la cara de los hombres

George que sabía que tenían mucho trabajo contesto antes que el rubio y aceptaba la ayuda, además sabía que a William no le molestaría tener a Candy junto a él

Si, señorita Candy su ayuda en este momento sería de mucha utilidad, pero tú que dices William, - dijo esto viendo como el joven lo vio a él con cara de diversión- si es lo que quieres Candy es bienvenida tú ayuda

Bueno entonces en un momento viene la secretaría a decirte en que nos puedes ayudar. Así fue no tardó mucho en llegar la secretaría de Albert y decir a Candy lo que tenía que hacer. Claro está ella se quedaría en la oficina de Albert trabajando

El rubio le cedió su silla y ella se puso a trabajar, tenía que transcribir los números de las cifras a 4 carpetas. Ella estaba concentrada haciendo su labor y Albert la veía de vez en cuando, le gustaba tenerla cerca, a salvo de la señorita Duncan y de cualquier persona

Albert mando a la mansión un recado en donde le decía a su tía que tenían mucho trabajo y que no podrían ir a la hora de la comida ninguno de los 3, o sea George, Candy y él porque estaban muy ocupados

A Elroy le sorprendió que Candy estuviera ayudando en el banco, pero le agradeció la idea. Ya le contarían por la noche la urgencia de trabajo. A la que no le gusto la noticia fue a la invitada, pues comer con una mujer mayor no estaba en sus planes, ella quería que William estuviera allí y la invitara a conocer la ciudad, a una cena, a un baile o algo así pero al parecer el tenia mucho trabajo. Además estaba con una duda muy grande, que hacía allí la joven Candice, quien era ella

Sinceramente señora Elroy me esperaba algo más de su sobrino por ser mi primer día en la ciudad de Chicago. Lo siento linda lo que pasa es que el trabajo absorbe mucho tiempo de mi sobrino, tú sabes cómo bien es eso, tú padre anda en las mismas por eso me pidió que te recibiera, para él poder terminar sus asuntos

Lo sé pero mi padre ya está grande y es más lento que William, me imagino que William tiene muchos amigos de alta sociedad de chicago y que sale a todos los bailes, a divertirse como cualquier joven de su edad

No querida lamento decirte que a mi sobrino no le gustan los bailes, no tiene muchos amigos y no tampoco sale a divertirse por las noches. Es mas bien un hombre muy pasivo, reflexivo y eso lo hace muy inteligente

Señora Elroy tengo una pregunta quién es la joven que se fue con William

Es una amiga de la familia Elena, una muy querida amiga. Ella conoció a todos mis sobrinos, o sea que hace mucho tiempo que la conocemos y nos encanta tenerla aquí en casa.

Se me hace conocido… cuál es su apellido

White, Candice White

No me suena ese apellido, pero sus facciones se me hacen conocidas, sus ojos de un bello color. Bueno espero esta noche William me invite a recorrer la ciudad y me lleve a un buen restaurante a cenar

La dejo para descansar y poder arreglarme para cuando llegue su sobrino

Elroy se salió a su habitación y se puso a pensar en lo que había dicho la señorita Duncan. Que se le hacia conocida Candy

Si era sincera consigo misma a ella también le sorprendía el porte de la rubia, esa belleza. Es más Josefina también lo había notado, esa mujer era muy buena para detectar en los demás el abolengo, la aristocracia y demás cosas que ella empezaba a ver como obsoletas

Tenía que hablar con William sobre la señorita Duncan, pues sabía que su sobrino preferiría trabajar que salir con el huésped de la casa. Pero no podrías ser tan descortés

Bajo a la biblioteca, tomo asiento y marco a las oficinas del banco. Le dio gusto escuchar la voz de la rubia atendiendo el teléfono privado de William

Buenas tardes oficina de William Andrew,- dijo la rubia en su papel de secretaria

Albert estaba feliz de tener a la rubia cerca de él y más sentado en su silla, trabajando en su escritorio y contestando las llamadas

Vaya eres muy buena secretaria también aparte de la enfermera Candice, -dijo al otro lado de la línea la señora Elroy

Oh hola tía, ya ve soy todo un estuche de monerías, dijo sonriendo la rubia

Tienen mucho trabajo aquí y me ofrecí a ayudar espero no le moleste tía

Para nada Candice es bueno que conozcas de todo un poco, así comprenderás que a veces se vuelve difícil el que William y George regresaron a casa temprano o que vengan a comer – dijo una Elroy aprovechando la oportunidad de hacerle de ver a la rubia las responsabilidades de William

Tiene razón tía esto es otro mundo, dijo la rubia pensando en las palabras de la tía

Bueno le paso a Albert, porque me imagino que quiere hablar con él, así es dijo Elroy complacida

Dejo el auricular y tomo las carpetas que ya había terminado, Albert te dejo para que hables con la tía, mientras llevare las carpetas a George y veré en qué más puedo ayudar

Salió dejando a Albert embelesado

Dígame tía en que le puedo ayudar, dijo el rubio de buen humor, que a su tía no pasó desapercibido

William explícame porque no llegó a comer, es cierto que tienen mucho trabajo o solo es una excusa para no venir a la mansión y atender a nuestra invitada, dijo una Elroy de corrido

Tía en verdad tenemos mucho trabajo, llegue con Candy al medio día y George me dio la noticia de que John llega el lunes y quiere que revisemos los números y usted sabe muy bien que ese hombre es un dolor de cabeza cuando no se tiene lista toda la información, además de que el señor Duncan también llegara en los días siguientes y también necesitamos poner su información en orden

Hijo te entiendo pero necesito que vengas a la mansión y atiendas a nuestra invitada. Yo hable con ella y le dije que tenia mucho trabajo pero ella insiste en que la invites a cenar esta noche y la lleves a conocer la ciudad

Tía por favor es en lo último que pienso en este momento, estamos con tanto trabajo que hasta Candy como ya escucho nos está ayudando. Además George se va a ir pues tiene su compromiso con Dorothy.

Listo tía tengo la solución que la señorita Duncan vaya a la exposición y se puede ir con George y Dorothy

Sabes bien hijo que esa niña lo que quiere es tú compañía y no la de George, Dorothy o la mía, dijo una Elroy con pesar

Tía por favor no empecemos con eso de las candidatas a mi esposa de nuevo

Créeme hijo que te entiendo, apenas es su primer día y ya me tiene algo enfadada con sus temas de plática, prefiero a Candice y por mucho ella si tiene temas de conversación interesante

Jajaja soltó la risa el joven patriarca, tía creo que ya cayó en el embrujo de Candy como todos los que la conocemos

Si, hijo dijo la mujer con una sonrisa al recordar a la rubia. Esa niña se gana a pulso el corazón de los que la rodeamos, aunque tú y los muchachos lo vieron desde un principio, en cambio yo… suspiro la mujer, me tarde en ver la maravilla de mujer que es Candice

Me da gusto tía que se dé la oportunidad de conocer a Candy, le juro que no se arrepentirá, algún día le contaré como la conocí ese día aprendí una lección muy grande, creo que fue a partir de ese día cambiar la forma de ver la vida

Le prometo que le contaré pronto, pero no lo quiero hacer por teléfono

Bien hijo entonces los dejo, para que sigan trabajando. Manda a George para que nos lleve a todas a la galería, yo me encargo de la señorita Duncan, gracias tía por comprenderme

Albert salió de su oficina y llego a la de George y vio que le estaba explicando a la rubia unas formulas y ella captó a la perfección lo que George le explicaba

Interrumpo dijo el rubio al verlos tan concentrados, oh hola William dijo el moreno, le explicaba a la señorita Candy los resultados de las carpetas que ella transcribió. Yo me encargo George de terminarlas dijo la rubia

George dijo Albert, es hora de que te marches y lleves a Dorothy, mi tía y nuestra invitada a la galería

Pero William tenemos mucho trabajo, no importa mañana seguiremos y si se necesita el domingo también trabajaremos, así que no te preocupes

Ve y hazme el favor de llevar a todas las damas, por favor

Está bien entonces los dejo, nos vemos mañana jóvenes