CAPÍTULO 13


Hola de nuevo, espero se encentren bien. Les dejo nuevo capítulo esta maravilloso :] me enamore de la vida de nuevo. Espero sus comentarios, saludos a todas


Después de tomar el desayuno la tía se disculpó con los rubios, estoy cansada por todo lo que paso esta mañana, me retiro a descansar

La rubia se ofreció a acompañarla a su habitación y de paso checaría sus signos vitales

Albert esperaba a Candy cerca de la salida de la habitación de su tía, ahora si tendrían la oportunidad de hablar

Hola Candy saludo el rubio con una gran sonrisa, quiero hablar contigo pequeña podría ser en la biblioteca te parece, pregunto el rubio con mirada intensa

Si Albert contesto la rubia, caminaron hacia la biblioteca, Albert le dio el pase a su pequeña y luego él cerró la puerta detrás de él

Se hizo un silencio los rubios estaban nerviosos, Candy por su cuenta se preguntaba que era de lo que Albert quería hablar y más se sintió nerviosa al recordar el encuentro de la última vez que estuvieron solos en la oficina del rubio así que solo se le ocurrió ponerse a ver los libros de los grandes libreros tratando se controlar sus emociones

Albert estaba igual de nervioso que su rubia favorita, no sabía que iba a responder Candy estaba a punto de confesar todo el amor que sentía por ella, esperaba que ella al menos lo considerara y no solo le dijera que lo veía como un amigo o peor a un como un hermano

Se armó de valor, saco el aire contenido en los pulmones: se paró justo delante de ella, sus miradas se encontraron y su voz empezó a salir a raudales sin poder detenerse, Candy lo que más quiero en este momento es poder tocarte, besarte, abrazarte y demostrarte con esas acciones todo este amor que crece día a día por ti pequeña, no es nuevo este sentimiento, si te soy sincero me enamore de ti cuando compartimos el magnolia

Era un hombre sin pasado al que no le importo en determinado momento el recordar pues al tenerte a mi lado todo era maravilloso, tu forma de ser me cautivo día a día, el compartir contigo me hacía sentir completo

Guarde todo este amor por ti durante este tiempo porque sé que necesitas olvidar el pasado y no sé si ya superaste ese pasado o si aún sigues sintiendo algo por…

Candy, aunque estaba en shock total por las palabras de Albert, reaccionó a un tiempo y puso un dedo en los labios del rubio. El pasado es pasado, ya no hace daño, dijo la rubia con rapidez, él fue solo un momento en mi adolescencia

El dedo la rubia temblaba en los labios del rubio y a él no le quedó más remedio que besarlo, ella cerro los ojos ante aquella caricia

Después de un momento volvió a tomar la palabra Candy, yo también me enamore de ti Albert y mucho. Me di cuenta el día que te fuiste del magnolia que me había enamorado de mi mejor amigo

Albert tomo el rostro de la rubia con sus dos manos y la acerco hasta sus labios, fue un beso tierno en un principio, luego se intensifico hasta que la falta de aire los hizo separarse un poco, sus frentes estaban unidas y sus ojos cerrados, disfrutando de esa cercanía y de la confesión de amor

Albert no quería soltarla por nada del mundo, la tenía pegada a su cuerpo, disfrutaba de la cercanía, el saberse amado por la mujer de su vida era para volverse loco de alegría

Entonces él le dijo a Candy tomando su mentón y mirándola a los ojos que tanto amaba y pregunto, ¿quiere ser mi novia? ella quería desviar la mirada pero él no la dejo, vio duda en sus esmeraldas y eso lo inquieto y mucho

Dime que pasa Candy tenme la confianza, porque yo te amo y no quiero vivir sin ti a mi lado, se le subieron los colores al rostro a la rubia, a Albert le causo ternura verla sonrojarse ante sus palabras

Oh si señorita White yo la quiero a usted como mi amiga, mi novia, mi confidente y en un futuro no muy lejano mi esposa, mi amante, mi compañera de vida, de aventuras, como la madre de nuestros hijos, todo quiero todo contigo a mi lado

Ante esas palabras los colores adornaron toda la cara de la rubia, las pecas estaban encendidas, sus orejas más rojas que nunca y su respiración era desacompasada

Albert la volvió a besar para que no le quedara duda alguna de los sentimientos de amor por ella, esta vez la lengua de Albert se abrió camino y degustó el sabor de Candy. Las manos del rubio de paseaban por la espalda de la rubia, por los brazos y uno que otro roce indiscreto por aquí y por allá. Los labios de Albert empezaron a bajar por el cuello de ella y se paseaban por sus clavículas y regresaban al cuello y labios. Estaban perdidos en un mar de sensaciones y sentimientos la rubia acariciaba los cabellos de Albert, sus orejas y su amplio pecho por encima de la camisa del rubio, eso los estaba llevando muy lejos

Salieron de la burbuja de placer cuando un jarrón que estaba junto a ellos cayó al suelo, por suerte la alfombra amortiguo el golpe y solo el agua se derramo, Albert se separó de la rubia con pesar y levanto el jarrón arreglo un poco las flores y viendo a su amada le dijo

Dime Candy que es lo que pasa, la tomo de la mano y la guio hasta la silla que el ocupara en la biblioteca la sentó y el ocupo el asiento contario al otro lado del escritorio

Esta silla te corresponde a ti Albert dijo la rubia haciendo ademan de levantarse, no lo hagas siéntate Candy y dime porque veo una duda en tus hermosas esmeraldas al preguntarte si querías ser mi novia

La rubia tomo asiento de nuevo lo miro a los ojos y luego desvió la mirada, Albert tú mejor que nadie me conoce bien y sabes que no tengo nada que ofrecerte ni siquiera sé quién es mi familia, no tengo nada dijo esto último tratando de no llorar. Solo tengo estas dos manos, mi corazón y las mejores intenciones de ayudar a quien me necesite pero sé que no es suficiente, tú eres el patriarca de un clan escoces de abolengo, tienes que buscar a quien encaje en tu vida, que tenga un apellido importante, una familia

Las lágrimas corrieron por las mejillas de la rubia, Albert la dejaría desahogarse, entendía bien a Candy en cierta medida. Pero ella tenía que saber que eso a él le tenía sin cuidado. Él la amaba a ella por quien era ella

La rubia se levantó y corrió a la puerta, pero Albert era más rápido su estatura le daba ventaja. La tomo de un brazo para después abrazarla y decirle al iodo, pequeña eso es lo que amo de ti, tus manos que tanto ayudan sin fijarse a quien, que tu corazón es tan grande para poder dar tanto amor a los demás y esa forma tan tuya de ir por la vida me tiene loco de amor

Tomo asiento con ella en sus piernas, siguió diciéndole todo lo que amaba de ella y que no le importaba el que ella no tuviera familia, eres mi reflejo en cuanto a la forma de vivir pequeña, amo como vas por la vida, eso me hizo enamorarme de ti y amarte como a nadie amare jamas

Pero Albert yo escuchó que el consejo te buscaría una esposa de tu rango económico dijo la rubia en un susurro

Se dicen muchas cosas pequeñas pero es mi vida y mi corazón te elige a ti para que seas mi compañera. Ellos no tienen poder sobre mí para decidir esa parte de mi vida, solo en los negocios tienen acceso a opinar nada más

Entonces pequeña acepta ser la novia de este hombre que te pide una oportunidad

Antes de continuar me gustaría aclarar contigo varios temas que tenemos pendientes Albert, dijo la rubia un poco nerviosa. Ella quería empezar la relación con Albert de la manera más honesta posible y había un tema entre los dos que era un fantasma

Dime Candy que es lo que quieres que aclaremos dijo un Albert algo serio ante el nerviosismo de la rubia

Bueno es sobre… bueno es que no sé por dónde empezar dijo la rubia un poco turbada, tratando de ordenar sus ideas… Terry dijo sin más

Hace un momento que me confesaste tus sentimientos vi duda y un poco de dolor en tus ojos cuando pensaste que seguía con algún tipo de sentimiento amoroso hacia Terry, pero no es así y creo que tengo la culpa de que tengas esa duda de mi amor sincero y total hacia ti, esto último lo dijo viéndolo a los ojos para después levantarse de las piernas del rubio no podía seguir allí y hablar del tema y lo más importante quería dejar en claro que ella era totalmente suya sin ningún fantasma del pasado

Te escucho dijo un Albert sorprendido ante las palabras de la rubia

Bien para empezar tienes el diario que el tío abuelo me regalo cuando estaba en el colegio San Pablo y yo le regrese con las memorias de aquellos días en los que era una adolescente

Albert sin decir nada se levantó fue hacia su escritorio y saco de un cajón el diario y se lo entrego a Candy

Candy vio que el diario estaba desgastado como si lo hubieran leído por mucho tiempo, a lo que pregunto a Albert ¿cuántas veces lo ha leído?

Muchas Candy muchas, dijo el rubio viéndola fijamente

Candy le quito la pasta gruesa de aquel diario y sin pensarlo dos veces lanzo a la chimenea todas las hojas que contenían sus memorias de un enamoramiento que se quedó en eso nada más

Albert estaba sorprendido de lo que su pequeña hacía con aquel diario que a él en verdad lo había atormentado en sus noches en las que creía que Candy no correspondía su amor. Candy no era necesario que hicieras eso dijo un Albert sin saber muy bien que sentir ante aquel arrebato se su pequeña rubia

Si lo era Albert no quiero que dudes jamás de lo que siento por ti, lo que había en esas hojas fue una llamarada de algo que se extinguió hace mucho tiempo atrás

Cuando me encontraste aquella vez en el magnolia con los periódicos en donde decían que Terry había abandonado su carrera y se dedicaba al vicio de tomar, no fue que estuviera mal por él, si, tengo que confesarte que leer aquello me dejo un sabor amargo pero eran sus decisiones las que tomo él. Aquel día que nos despedimos juramos que cada uno buscaría su felicidad y yo así lo hice seguí adelante claro esta te tenía a mi lado y eso fue factor importante porque ya en ese entonces estaba enamorada de ti

Albert abrió grandes los ojos y quería hablar pero Candy continúo hablando

Cuando iba a nueva york aquella vez lo único que quería era ir a verlo en un escenario cumpliendo su sueño, verlo actuar y sentirme orgullosa de que lo había logrado y sin ayuda se su madre o de su padre el duque. Después de eso quería regresar a chicago y perderme en uno de tus abrazos que tanto disfruto hasta el día de hoy

Y cuando Neil me puso la trampa de que Terry quería verme fui porque quería regañarlo por haberse perdido en el camino, lo quería exhortar a que regresara y afrontara su vida de la mejor manera, no fue porque todavía sintiera algo por él

Y por último, ella lo miro con adoración, si Albert acepta ser tu novia

Sin más Albert tomo esos labios que tanto quería besar y de nuevo se perdieron en un mar se sensaciones tanto que Candy termino debajo de Albert en un sillón, eso le daba al rubio un mejor acceso al cuerpo de Candy

Esta vez lo que detuvo a Albert de sus avances con la rubia fueron los pequeños gemidos de placer de ella, la tenía rendida bajo su cuerpo y la rubia no ponía límites, muy al contrario alentaba los avances del rubio en la exploración de sus curvas

Albert empezó a bajar el ritmo de las caricias y la rubia no entendía el porqué de repente él se alejaba de ella. Sucede algo Albert, hice algo malo pregunto la rubia, no cariño le dijo Albert tratando de controlar su respiración lo que pasa es que te amo muchísimo y necesito que nos casemos hoy mismo que dices pequeña

Candy espabilo y vio que sus ropas estaban hechas un desastre su escote estaba maltrecho y mostraba sus atributos más de la cuenta, la falda del vestido estaba por completo arriba y Albert no estaba mejor, varios botones de su camisa estaban abiertos, su cabello revuelto y sus labios algo hinchados, sabia que ella era un reflejo de como se veía Albert

El rubio se puso en pie y la ayudo a pararse cada uno se fue hacia un lado de la biblioteca tratando de arreglarse las ropas, los cabellos y la respiración. Bueno Albert tenía también que controlar cierta parte de su cuerpo que se hizo presente ante esa marea de besos y caricias, pero con una sonrisa de satisfacción en su bello rostro