CAPÍTULO 20


Hola chicas por fin vuelvo a actualizar la historia, aunque no tengo tanto como una invitada menciono en los comentarios, un mes sin subir nuevo capítulo... pero se los voy a compensar con este que van a leer jejeje bueno espero que les gusten los subiditos de tono porque esta algo hot. En sus cometarios se aceptan criticas de si estuvo muy pesado para bajar de intensidad en las siguientes historias que ya tengo avanzadas. Saludos


Llego el gran día para George y Dorothy, su boda se celebraría en la pequeña capilla de la mansión, pues los invitados eran pocos

La pareja de novios tenia pocos amigos y las familias eran pequenas

A la 1 de la tarde dio inicio la celebración de la misa para unir a la feliz pareja, después fue la ceremonia civil

Una recepción en uno de los salones de la mansión que fue decorada hermosamente, con los platillos favoritos de los recién casados, pues las cocineras sabían los gustos de los recién casados

El sacerdote hizo un brindis por su amigo George al cual había conocido hacía ya varios años atrás

Los recién casados pasarían su noche de bodas en la que sería su nuevo hogar

Elroy, Dorothy, Candy y varios diseñadores de interiores se dieron a la tarea de amueblar la casa las semanas previas al matrimonio y la verdad les había quedado un hermoso resultado

George llego al que sería su hogar con su flamante esposa, la tomo en brazos para a atravesar el umbral de su hogar

Bienvenida mi amor dijo el bigoton feliz de llevar en brazos a su esposa

Esa noche no hubo entre ellos una conversación larga, más bien hubo urgencia por llegar a su habitación y amarse como la pareja de enamorados que eran

Palabras de amor pronunciadas entre besos, gemidos y deseo liberado como nunca ninguno de los dos lo había vivido antes

George quito el vestido de bodas de Dorothy con pasión uno que otro botón salió volando, besaba lo que iba quedando desnudo, se sintió un adolescente de 17 años

Dorothy estaba desesperada por sentir de nuevo a George dentro de ella, encima de ella, las manos de él recorrer su cuerpo, en fin que la se hiciera amada. Ella quería volver a recorrer con sus manos aquel cuerpo que la llevaba lejos de este mundo

Que la hacía gritar como jamás lo había hecho en su vida, besar a su esposo al hombre que había amado por tantos años y ahora él también la amaba tanto que la había convertido en su esposa

Su viaje de bodas sería a Florida, sol, arena y mar era todo lo que necesitaban los enamorados

A la mañana siguiente partieron a la estación de tren

Llegaron cansados del viaje pero no por eso se amaron esa noche como los recién casados que eran

Fue un viaje maravilloso, George se estrenó como un flamante esposo, estaba la pendiente de cualquier cosa que su esposa necesitara

Conocer el mar de la mano de la persona amada es lo mejor que pudo haberme pasado George, dijo la joven a su marido

Se fundieron en beso como ellos sabian hacerlo

Sabes Dorothy no tengo recuerdo de cuando fue la última vez que disfrute como lo estoy haciendo en estos días a tu lado, mi vida siempre ha sido trabajar, estudiar y cuidar de William

Pero ahora contigo a mi lado puedo ver la vida diferente, quiero vivirla diferente contigo a mi lado, gracias por tenerme paciencia amor y por esperarme tantos años

Dorothy acaricio ese rostro que tanto amaba ella y dijo:

Es un placer George el estar contigo amor, lo demás no importa. De ahora en adelante viviremos nuestras vidas juntos

En chicago el rubio vio que la vida no era tan fácil sin su tutor y amigo George, pero sabía que su amigo se merecía ese viaje junto a su esposa

Pronto él también tendrá su viaje de bodas con Candy, necesitaba que el tiempo corriera a prisa pues ya no podía esperar a la noche de bodas, a llamar a Candy esposa

Y le alegraba saber que Candy y su tía estaban ya con los preparativos de la próxima boda, esta vez habían hecho uso de la tecnología, no mandarían las invitaciones por correo a Escocia y Londres. Esta vez mandaron telegramas, así no se perdería tiempo

Los días pasados George regreso más enamorado que nunca de Dorothy y de la vida

Albert vio como George sonreía más desde que estaba casado, era verle con ese semblante al hombre que siempre había conocido, como el hombre más serio del mundo

Pero la vida no se detiene llego el gran día de la boda de Candy con Albert

La mansión estaba a tope, los familiares más cercanos se hospedaron en la mansión, otros tuvieron en el hotel de los Andrew que había sido reservado en su totalidad para esas fechas

La catedral estaba adornada con listones y flores blancas, los niños del hogar de pony estaban todos muy uniformados y bien portados para cantar el Ave María a los novios

Archi sería quien entregaría a la novia, pues Tom no quiso portar el traje de etiqueta que se requería para la ocasión

Un nervioso Albert espera por Candy ya en su lugar, cuando sonó la marcha nupcial de la novia fija su mirada en la entrada, quería ver a su mejor amiga, su novia y ahora en contados minutos su esposa

Era la mujer más bella sobre la tierra para él, vestida toda de blanco, con un velo que ocultaba su bello rostro, pero podía adivinar que sonreía como siempre debajo de esa tela

Una vez que llego hasta él la nerviosa y feliz novia, tomo su mano y le dijo en un susurro, por fin mi amor llego el gran día, te amo pequeña más allá de todo nunca lo dudes

Yo también te amo Albert como a nada en el mundo

Así entre miradas intensas de parte de los dos, apretones de manos y el sacerdote, dijeron sus votos matrimoniales desde el fondo de sus corazones

Cuando Albert levanto el velo para besar a su esposa quedo embelesado por la belleza de la rubia pecosa, pues el maquillaje le iba perfecto junto con sus bellas esmeraldas que resplandecian de amor

Usaba las joyas de los Andrew y en verdad que tenía el verdadero porte para esas obras de arte

Salieron hacia la mansión en donde se llevaría a cabo la recepción

En el coche Albert le susurraba palabras de amor a la rubia y una que otra travesura que pensaba hacerle en cuanto estuvieran a solas, eso tenía a Candy roja cual tomate

Albert se reía de como la rubia se sonrojaba y se ponía nerviosa y en verdad tenía que estarlo esperaba Albert pues de esa noche no pasaba, tenía sed y hambre de la piel de Candy

En la recepción todo el mundo comentaba el parecido de la nueva matriarca del clan Andrew con las nietas de la reina

Elroy, George, la señorita Pony y la hermana María que sabían que la posibilidad era muy alta de que esas personas tenían razón en cuanto a los orígenes de la rubia, estaban un poco nerviosas por no saber cómo actuar

Empezaron a preguntar a Elroy de dónde había salido la esposa de William, a que familia pertenecía y de más preguntas

Mañana con mucho gusto responderemos sus a preguntas dijo una Elroy lo más tranquila que pudo

Los novios llegaron y bailaron el clásico vals, fue maravilloso ver como se movían por el salón dando a los invitados una magnifica visión de lo que es el amor

Disfrutaron entre los invitados y también ellos fueron interrogados sobre los orígenes de la rubia a lo que el rubio anunciado por su tía les dio la misma respuesta, mañana será otro día y hablaremos de ello

Candy se sintió nerviosa pues al parecer lo que le habían contado unos meses atrás en el hogar de pony podría ser cierto. Pero lo que la dejaba tranquila era que ahora ya estaba casada con su adorado príncipe y ahora si podía enfrentar esa realidad

Llego la hora de partir de los novios, Candy se puso mas nerviosa que nunca de quedarse a solas con Albert

Se despidieron de las personas más allegadas a ellos y partieron hacía el magnolia allí pasarían unos días

William no pudo irse de viaje de bodas porque al siguiente día tuvo reunión con el consejo, además estaba lo de afrontar los orígenes de Candy que por lo visto estaba por quedar todo al descubierto

Pero esa noche seria solo para ellos

Llegaron al magnolia y Candy se sorprendió al ver el departamento con flores por todos lados, una botella de champaña

Albert atravesó con la rubia en brazos como era la tradición, la dejo para poder servir las copas y que brindaran por su felicidad

Brindaron por su nueva vida juntos, por el futuro y por el amor que pese al tiempo ya algunas adversidades supero todo y hoy estaban aquí tan juntos como siempre lo habían estado pero esta vez había de por medio los votos matrimoniales

El rubio tomo la mano de la rubia y la llevo a la habitación, sin decir una sola palabra el beso con todo el amor que sintió por ella, la rubia respondía al beso con el mismo anhelo y amor

Albert busco los listones del vestido de la rubia y empezó a aflojarlos

Cuando el aire falto a sus pulmones el rubio de puso detras de ella para poder quitar el vestido mas facilmente

Candy disfrutó el toque de Albert en su espalda, la caricia a la piel que iba quedando expuesta

Albert disfrutaba el por fin poder quitar la ropa de Candy, quería verla desnuda de nuevo, aquella vez que la vio salir de la tina fue la mejor visión de Candy hasta este momento, sabía que vendrían mil una caricia de parte de uno y de otro

Una vez que termino de quitar las cintas del vestido, desanudo el faldon y la elevo para que quedara fuera de tantos metros de tela blanca

Cuando la vio en ropa interior las hormonas del rubio se encendieron como nunca antes, verla era tan erótico, Candy estaba más roja que nunca pues vio la insistencia de la mirada del rubio por todo su cuerpo

Ella se armó de valor y empezó a desabotonar el chaleco, quito las mancuernillas de la camisa de Albert, el rubio le ayudo sacándose el chaleco, ella siguió con los botones de la camisa y cuando vio ese torso amplio y fuerte sus manos no podrán resistir la tentación y acaricio la piel de su amado esposo como nunca antes

Albert estaba feliz de que se animara a acariciarlo, sintió las pequeñas manos de la rubia recorrer su torso

Ella tenía las esmeraldas dilatadas de la pasión que empezaba a crecer sin parar ante aquel hombre que tenía enfrente

Albert se dio a la tarea de empezar a quitar el corsé, igual fue quitando las cintas que lo opinón pegado a la rubia de sus sueños

Una vez que estuvo flojo Albert hizo que Candy levantara los brazos y lo saco por su cabeza quería ver los pechos de la rubia cuanto antes, en un acto reflejo ella se tapó con las manos sus pechos que estaban desnudos

Pero Albert tomo sus manos y las unió a las de él, amor mío esta noche quiero conocer todo tu cuerpo, recorrerlo a placer con mis manos, mis labios y mi lengua

Candy trago en seco pues ella tambien deseaba que eso pasara pero su pudor podia con ella

Déjemos afuera el pudor y la vergüenza pequeña, esta noche disfrutemos de nuestro amor

Beso a Candy con sus labios demandantes, su lengua acaricio la de ella y se sumergieron en la pasión al rojo vivo

Ella sintió la dureza de Albert cuando este la acerco a su cuerpo sin dejar ningún espacio entre los dos

Sientes Candy como mi cuerpo reclama la tuya, así me has tenido desde que vivíamos aquí en el magnolia, me enamore de ti pequeña desde aquel entonces y penaba por un beso, por una sonrisa, por tenerte en mis brazos y llamarte mía y ahora que lo eres soy el hombre mas feliz

La rubia vibraba con las palabras que le decía su marido, como la acariciaba, como la besaba y como la seguía desvistiendo

Ella también continuo con lo suyo quito la camisa, después desabrocho el pantalón y bajo la bragueta

Albert llevo a la cama a su pequeña y la sentó en la orilla, le quito los zapatos, después de una manera totalmente sexi le desanudo las medias del liguero y con las yemas de sus dedos le fue bajando las medias a la rubia

Candy sintió muchas sensaciones nuevas, de sus labios salían gemidos que alentaban al rubio a seguir en su labor, cuando la media estaba a punto de salir de su pie, Albert levanto le levanto la pierna y con su legua dibujo círculos en el tobillo eso hizo que Candy callera rendida en la cama, no le daba tregua el rubio, lamio los dedos de sus pies y fue subiendo entre besos húmedos por las piernas de la rubia

Al llegar a la rodilla volvió a hacer círculos con su lengua y Candy sintió que la humedad de entre sus piernas fluía sin control

Al llegar al punto de la intimidad de la rubia él poso su nariz y olio aquel rico manjar que le esperaba, puso su lengua solo un segundo para degustar un poco el elixir de su mujer

La rubia trago con fuerza al sentir a Albert en aquella zona tan íntima, pero grande fue su desilusión cuando se alejó y dijo lo siguiente:

Es tu turno de quitarme los zapatos amor

La rubia abrió sus ojos que estaban turbios y dilatados ante lo que su marido le había hecho momentos antes

La rubia sonrió, se paró y le dio la orden se sentó, no sabía mucho sobre esto pero haría su mayor esfuerzo por atender a su esposo

La rubia se agacho y deshizo el nudo de la agujeta de los zapatos, luego con cuidado saco cada uno, después quito los calcetines del rubio y sin más tomo el pie del rubio y paseo su lengua por su empeine eso hizo que Albert abriera los ojos como plato y su miembro de aguantar aun mas

Las manos de la rubia sacaron a subir por las piernas del rubio y en un arranque de osadía tomaron al miembro de Albert por encima del pantalón, lo acaricio y vio que Albert disfrutó de esa caricia

Siguió conociendo esa parte del rubio que ella jamás había visto pero que ya en varias ocasiones lo había sentido

Oh Candy por favor dijo el rubio, no sigas amor que me harás venir y todavía no es tiempo

La rubia le dio la orden de ponerse en pie y de un jalón quito el pantalón y la ropa interior tenía urgencia por ver a su marido tal y como dios lo trajo al mundo

Los ojos de Candy se abrieron tan grandes al ver la masculinidad de su flamante marido

Albert al ver lo impresionada que estaba la rubia sonrió con vanidad masculina

La tomo de la cintura y la recostó en la cama, quería beber de su cuerpo, querían besar cada rincón de la rubia, quería morder sus nalgas, acariciar sus caderas, piernas y enterrarse hasta el fondo de su intimidad

Comenzó por besar sus labios, su lengua acaricio el hueco de dulce de su boca, Candy respondió con el mismo ímpetu

Las manos del rubio acariciaban sin cesar sus curvas, apretó con sus fuertes manos el trasero de la rubia y la pego a él para que sintiera ella el poder de su erección

El sentir el calor se sus cuerpos juntos, rosándose era pura pasión

El rubio hizo lo que deseaba hacer desde hace mucho tiempo, sus besos sacaron a bajar de sus labios a su cuello, hombros y por fin a esos senos firmes, duros y coronados por unas perlas rosadas

Atrapo a uno de los senos de la rubia con toda su boca, para después con su lengua hacer círculos alrededor de su perla, Candy estaba perdida ante las oleadas de placer que esto le provocaba

Cuando el rubio sintió que su perla se aguantó la succiono a placer y después se dio a la tarea de morder el pezón delicadamente, eso llevo a la rubia a un éxtasis en el cual solo pronunciaba el nombre de Albert y gemidos salían de sus labios

Hizo lo mismo al otro pecho de la rubia con su boca, mientras su mano seguía acariciando el pezón que acababa de succionar, lo pellizcaba con sus dedos y lo jalaba un poco

Cuando sus pechos estaban hinchados y sus pezones erectos y duros siguieron su camino, dibujo con su lengua un camino por su vientre plano hasta llegar a su ombligo al cual chupo y succiono

Llego a la intimidad de la rubia y sin pedir permiso abrió sus piernas y sus dedos abrieron la intimidad de ella y sin preámbulo su lengua empezó a hacer círculos en la parte más sensible de la mujer que amaba

Candy estaba perdida en el placer que estaba experimentando, le apareció sentir al rubio en su intimidad pero no quería que parara en lo que estaba haciendo con su boca

Albert estaba también perdido en los pliegues de su amada, por fin la estaba degustando como tantas veces lo había soñado, sentí los espasmos de placer en el cuerpo de la rubia

Siguió con su lengua dando placer hasta que la rubia tuvo su explosión de placer, la sintió convulsionar pero no por eso dejo de seguir aplicando placer con su lengua

La rubia aferro la sabana con sus pequeñas manos, grito el nombre del rubio y después su cuerpo convulsiono

El rubio bebió el elixir de salía de los pliegues de Candy, jamás en toda su vida había probado algo tan delicioso, su legua se hundió en la parte más austral de su mujer hasta encontrar el punto de placer

La rubia no podía creer… cuando apenas estaba regresando de la nube de pasión sintió al rubio tan dentro de ella como nunca antes, la besaba e introducía su lengua como lo hacía en su boca

Oleadas de un nuevo orgasmo de avecinaban

Albert al sentir que de nuevo el cuerpo de la rubia se ponía rígida llevo uno de sus dedos a su punto de placer que estaba hinchado y empezó a acariciarlo, mientras su lengua entraba, salía y acariciaba

No tardó en llegar de nuevo la explosión de placer a la rubia, volvió a gritar y su cuerpo se convulsionó de nuevo

Albert esta vez se apartó y observó como la rubia se retorcía entre las sabanas y de sus labios salían palabras de amor para él

Él tenía la humedad de Candy en sus labios, nariz y barbilla se sintió pleno al ver a la rubia gozar con sus caricias

Se acostó a un lado de ella y vio como poco a poco la rubia fue abriendo sus ojos y como su respiración se iba normalizando

Te amo dijo el rubio y ella sin más se puso encima de él y lo beso sin importarle que tuviera su sabor en sus labios

Sin más Albert se dio la vuelta y la dejó a ella debajo de él, ella abrió las piernas y esa fue la señal para él, empezó a jugar con su miembro por los pliegues de ella, acaricio su punto de placer con su punta eso hizo que los pliegues de ella se humedecieran al instante y sin más Albert entro en ella

Un gesto de dolor tenía el rostro de la rubia y de sus labios salieron varios gemidos aunque estos fueron también de dolor

Albert estaba perdido en las sensaciones de la estrechez de Candy, aunque también estaba preocupado por el dolor causado a su mujer

Se quedaron los dos sin moverse, uno a la espera de seguir sumergiéndose y la otra esperando a que el dolor pasara

Después de unos segundos Albert salió un poco y volvió a entrar esta vez más adentro, de sus labios salió en gemido de placer, divino placer estar por fin enterrado en Candy

Ella vio fascinada el rostro de Albert, pues era de placer y vio que le costaba estar sin moverse, así que la rubia tomo la decisión y sin más ella empezó a mover sus caderas

Eso fue luz verde para el rubio que empezó a moverse primero lentamente…

Candy pensó que iba a partirla en dos, pero con el paso de los minutos todo fue cambiando, empezó a sentir un placer nunca antes sentido, los movimientos de Albert se hacían cada vez más intensos y ella empezaba también a disfrutar

Albert le decía palabras de amor al oido, le decía cuanto la amaba y como había esperado con ansias estar a sí con ella, ser uno solo

Eso hizo que Candy se perdiera en su primer orgasmo con él dentro de ella, fue magnífico, esplendido sentir como con cada movimiento del rubio ella se perdía cada vez más en la espiral del placer

Albert no tardó en llegar también al clímax cuando sintió como los pliegues de la rubia devoraban su masculinidad y lo apretaban exprimiendo todo de él

Candy sintió como la intimidad de Albert se ensanchaba dentro de ella y después un líquido caliente entró en ella y la hacía gozar como nunca antes en la vida

Albert callo encima de ella aplastándola con todo su cuerpo, ella no se quejó al contario saboreo el sentirlo tan cerca y tan dentro como jamás se lo hubiera imaginado

El rubio después de un momento cambió de lugar y la dejó a ella encima de él, pero sin salirse de ella, quería estar con ella de ese modo por mucho tiempo

Te lastime mucho, pregunto él a la rubia

Ella algo tímida por esa pregunta, respondió sin verlo a los ojos, un poco al principio, pero después…. Y se quedó callada

Albert le levanto el rostro para que lo viera a él y le pregunto pero después que, Candy

Fue maravilloso contesto la rubia

El rubio beso la frente de Candy y le dijo:

Que bien que te gusto pequeña porque de hoy en adelante no creo que pueda parar de hacerte el amor cada día de mi vida

Ahora entiendo lo que me dijiste hace un tiempo justo a las afueras del magnolia Albert, que si llegamos a esto antes de casarnos no íbamos a poder parar, dijo la rubia jugando con los bellos del pecho de Albert

Así es pequeña, pero ahora ya nada nos impide amarnos sin límites en donde lo queramos

Albert acariciaba el trasero de la rubia con sus manos, y sus labios besaron unos de los senos de la rubia, eso hizo que sus hormonas volvieran a subir de nivel

Albert salió de ella para poder besar mejor sus pechos, eso hizo que ambos de estremecieran

Pero sabían que volverían a estar unidos muy pronto