Ladies and Gentlemen!

¡Uff! Tarde mucho en escribir este capítulo, literal, desde inicios de la semana que me la pasé pensando, planeando y escribiendo el capítulo de esta hermosa serie. Había muchas cosas que quería escribir y espero haber escrito todo lo que quería. Créanme que lo que viene después, será demasiado emocionante.

It's time to read!

It's showtime!

Aclaración: Shadowverse (TV) no me pertenece. Yo solamente pido prestado sus personajes para poder escribir mis historias que se podrán leer a continuación.

Aclaración: Con estas historias no estoy cobrando por ninguna ganancia o regalía. Solo escribo para el entretenimiento de todo público pidiendo permisos al autor. Cualquier aclaración, pueden escribir en los comentarios su opinión al respecto.

-Hiro -Se quejo el mayor.- No estás seguro en este lugar

-¿A qué te refieres? -Pregunto Hiro un tanto preocupado. Al ver a su padre que se quejaba mucho, no pudo evitar preocuparse por él y llevárselo a otro lugar donde no pudieran reconocer su cara. Ignorando que Lucia quería llamar su atención para detenerlo, sabía que después le contaría, ahora quería saber cómo es que se presentó frente a él de esa forma.- No te entiendo, ¿Por qué estas tan herido? ¿Qué fue lo que te paso?

Ryugasaki Eiji soltó un pesado suspiro en el momento que se sentó en una de las grandes cajas de materiales del fondo del escenario, era una fortuna que nadie se encontrara cerca. Hiro que lo siguió en silencio, abrió los ojos sorprendido en el momento que su padre abrió su gabardina y lo que encontró ahí, fue un cuerpo herido y muchas vendas rodearle el torso. Encontró un poco de sangre fresca entre las vendas y un fuerte aroma a desinfectante que llego a marearle un poco. ¿Desde hace cuando que sucedió eso?

¿Por qué hasta apenas se va enterando de esto?

¿Acaso su padre no confiaba en él?

Tuvo que guardarse todas esas preguntas para si y escuchar lo que su padre tenía que decirle.

-Esto fue lo que paso -Se quejo Eiji.- Desde algunos meses encontré una extraña actividad en una de las partes alejadas de la ciudad -Empezó a contar.- Y me encontré con un laboratorio muy extraño -Tomo un poco de aire.- No le tome importancia pero ese horrible presentimiento no se iba, sentía que había algo más así que mantuve vigilando el lugar por mucho tiempo

-¿Qué paso después?

Un corto silencio se formó. Por todos esos años, había querido evitar hablar sobre ese tema con su hijo, pero si quería protegerlo, entonces tenía que decirle la verdad. Ya no era un niño pequeño y si él también podía ayudar, entonces correría ese riesgo. Soltó un pesado suspiro mientras revolvía sus cabellos rojos con cierta desesperación.

-Una de esas sombras no fue destruida, logro escaparse de su destrucción -Hiro se quedó congelado, los recuerdos de la batalla en el árbol de la miseria regresaron a su mente. Aquellas horribles bestias que tomaron el cuerpo de los competidores de Shadowverse, aquellas horribles sombras que los buscaban con desesperación en las calles, mentiría si dijera que no tiene pesadillas por culpa de esas cosas. Aquella horrible noticia, provoco que el joven diera unos cuantos pasos hacia atrás, Eiji sabía muy bien que esa sería la reacción de su hijo pero decidió continuar, no tenía tiempo, necesitaba contarle todo lo que estaba pasando a su alrededor.- Tal parece que logro sobrevivir todos estos años porque se encuentra de huésped en un humano, logro atraparlo en una red de mentiras o eso es lo que creo

-¿Tomo a un humano? -Murmuro Hiro.- ¿Estás seguro de eso?

-Lo estoy -Se quejo Eiji al momento de respirar.- Esa sombra puede verse como un humano normal pero no lo es, siempre hay algo que los delata y aunque me costó mucho encontrar a este porque es capaz de modificar su apariencia -Hizo una pequeña mueca.- Pude dar con él en ese laboratorio, en el momento que él me vio, decidió atacarme, sabía muy bien quien era yo, pude sentirlo, su propósito era destruirme -Hiro volvió a bajar su mirada para encontrarse con aquellas marcas de garra que se apreciaban en el torso de su padre.- Sali bastante herido pero pude huir, fue lo único que pude hacer, no he intentado regresar, soy capaz de sentir algo más ahí pero no sé qué sea -Soltó un pesado suspiro.- Aunque esa misma presencia la sentí en este lugar, por eso es que estoy aquí, entre todas las personas del publico o incluso alguno de tus adversarios, no tengo idea de quien es -Miro a su hijo con intensidad.- No sé qué es lo que quiere pero no estás seguro en este lugar, Hiro, no debes confiar en nadie, es cuando más debes de dudar de todos, si me ataco directamente a mí, no quiero llegar a imaginar si te pasara algo

-Mis amigos no son sospechosos, eso lo sé bien -Eiji alzo el rostro, estaba sorprendido de que su propio Hiro le hablara de esa forma.- Así que no intentes dudar de ellos, si estamos en peligro, sabremos como actuar, no estamos solos, no seria la primera vez que nos enfrentamos a esas cosas

-¡Hiro! -Grito el padre ante aquella inocencia de su hijo.- ¡No es momento de esto, escucha lo que te estoy diciendo! -Tomo a su hijo de los hombros.- ¡Aun si son tus amigos, aun si es tu abuelo! ¡Debes tener cuidado!

-¡El que no entiende eres tú! -Hiro se soltó de aquel agarre.- ¿Por qué voy a dudar de ellos que son mi familia? ¡Ellos nunca me harían daño y mucho menos me abandonarían!

Aquellas palabras, provoco cierto pesar en los hombros de Eiji. Odiaba admitirlo, pero su hijo tenía razón, aunque quisiera protegerlo en ese momento, sabía que Hiro era más fuerte de lo que aparentaba. Gracias a él y a sus amigos, es que fueron capaces de destruir el árbol de la miseria, ellos no fueron afectados porque se apoyaban los unos a los otros. Mientras que él, a la primera oportunidad lastimo a su hijo. Lo dejo solo todo este tiempo que sabe que no tiene perdón por sus propias acciones.

Aun no es capaz de disculparse con él. Por eso, su forma de poder reconciliarse con él, son aquellas cajas que siempre deja en la puerta de su casa, quería hacerle saber que se encontraba a su lado.

-Solo quiero que tengas cuidado -Murmuro Eiji, quiso alzar las manos para poder tocar a su hijo, pero este dio otro paso atrás.- Si esa cosa sabe quién soy, no dudara en ir por ti o por alguno de tus amigos, ustedes fueron los que destruyeron el árbol y hará todo lo posible por restaurarlo, no dudes que tomara la forma de alguno de ustedes para poder desestabilizarlos -Dejo caer sus hombros.- Tomara la forma de la persona que tanto quieres y te hará daño

-Lo tendré en cuenta -Hiro se cruzó de brazos, sonrió con cierta amargura.- No debes preocuparte por mí, todo este tiempo me he cuidado solo, el que debe tener más cuidado eres tú, no me gustaría que salieras herido -Suspiro.- Eso pondría triste a mamá, yo estaré bien, lo prometo, los tengo a todos ellos a mi lado, estaremos bien

-Hiro…

Eiji quiso dar un paso adelante, Hiro dio un paso atrás mientras negaba. Ambos lo sabían muy bien, conforme Hiro creció, podía sentir que aún había ciertos resentimientos contra él, quería saber si el tiempo iba a ser capaz de perdonarlo. Su padre lo comprendió, ese no era el momento y mucho menos el lugar para pedir disculpas y mucho menos, pedirle algo. Era en ese momento cuando cada uno se arrepentía de las palabras dichas, pero ninguno era capaz de dar su brazo a torcer.

-Ahora quiero estar solo, estaré alerta, lo prometo -Rasco su nuca.- Si encuentras algo, no dudes en decirme, sabes que siempre puedes dejar una nota en nuestra casa, así es como te has comunicado estos años, ¿No es así?

-Sabes muy bien porque no puedo aparecer

-Lo sé y no te culpo por ello -Hiro suspiro.- Tienes que cuidar bien a mamá

-También debo cuidar de mi hijo

-Todos ellos me cuidan, nunca estoy solo -De alguna manera, pensar en Lucia en ese momento, provoco que una pequeña sonrisa apareciera en su rostro. Pensar en cada uno de sus amigos, era capaz de controlar sus miedos y salir adelante. Así que dio media vuelta y empezar alejarse de él.- Si no me encuentras a mí, también puedes dejarle un mensaje a Yonazuki Lucia, es en quien más confió y el que conoce muy bien tu rostro

-Yo no confiaría en nadie si fuera tú -Otra vez recordó Eiji.- Y menos en él y su hermana -Se cruzo de brazos.- Se que se han quedado en casa muchas veces, pero también debes dudar de ellos

Hiro detuvo su andar. Dio media vuelta para encarar a su padre por todas aquellas tontas palabras que dijo, la mirada que en ese momento le mostro a Eiji, provoco que un pequeño escalofrió recorriera su espalda. Ya ni cuando se habían enfrentado a duelo le había mirado así, saber que fue capaz de reaccionar al mencionar esos dos nombres, pudo comprender lo importante que eran ellos dos para él.

¿Podía confiar en aquellos jóvenes de cabello blanco?

Aún tenía sus dudas. Por el momento, tenía que seguir observando a lo lejos como ya estaba acostumbrado. Si quería confiar como su hijo pedía, entonces tenía que dar su brazo a torcer. Quería ver que tan bien eran merecedores de su confianza.

-Ni siquiera se te ocurra hacerles algo a Shiori-chan o a Lucia -Hablo molesto Hiro. Era la primera vez que el joven se sentía de esa manera que tuvo que tomar una gran bocanada de aire para poder tranquilizarse.- O no seré capaz de perdonarte, no te perdonare si les haces daño a alguno de mis amigos, ni mucho menos al abuelo -Apretó con fuerza su puño.- No creo que sea capaz de aguantar otra noticia de esas

-Ya lo se -Suspiro.- Ni una palabra a nadie de que me viste o de lo que dije, no hasta que confirme mis sospechas -Lo amenazo con aquella mirada seria, la misma que ahora su hijo le mostraba.- ¿Entendiste?

-Lo entendí

Y así se marchó sin querer voltear a sus espaldas y aunque lo hiciera, sabía muy bien que su padre ya no se encontraba ahí. Se había ido otra vez.

.o.

Dio un par de pasos y podía sentir que su cabeza le dolía demasiado. Sentía que todo a su alrededor le daba vueltas, escuchaba los gritos del público a lo lejos, las luces del escenario, le empezaban a molestar. No entendía como es que pudo resistir todo ese tiempo de tiempo sin caer ante las palabras de su padre, al parecer, realmente había dejado atrás a ese joven de 14 años que una vez fue y que se encargó de salvar al mundo. Sentía que su estómago estaba tan revuelto que quería empezar a vomitar. Ni siquiera podía comprender como es que fue capaz de hablarle de esa manera. Aunque también fue culpa de su padre, no tenía derecho de decir lo que quisiera a todos sus amigos, a su abuelo, a sus compañeros de Shadowverse y, sobre todo, a Shiori como a Lucia.

Ellos que siempre han estado a su lado en las buenas y en las malas. Él que sabe muy bien el pasado que tuvieron y la manera en la que ahora se están esforzando para salir adelante. Él que nunca ha dejado de apoyarlos y estar al pendiente de ambos, no iba a permitir que hablara de esa manera frente a él. Por eso reacciono de esa manera.

Estuvo a punto de caer si no fuera porque Lucia llego a tiempo a su lado para sostenerlo.

-¡Hiro! -Grito Lucia preocupado.- ¿Te encuentras bien? -Poso con suavidad su mano a la frente del chico de cabellos rojos. Hiro al ver esa atención, no dudo en sonreír ante aquella tierna preocupación.- ¿Quién era esa persona? ¿Te hizo daño?

-Estoy bien, estoy bien -Suspiro Hiro. Recordando las palabras de su padre, sabía que sería imposible mentirle a Lucia.- No era nadie, tranquilo

-¿Es algo que no me puedes decir? -Pregunto con cierto dolor Lucia.- ¿Es porque hice algo mal?

-No es eso -Hiro tomo la mano de Lucia con fuerza para que lo mirara. No quería aquel rostro de tristeza en él, así que con todas sus fuerzas, sonrió al momento que se encontró con aquellos ojos rubí y ese suave sonrojo.- Es solo que -Tomo unos cuantos minutos para buscar las palabras correctas.- No es algo que no te pueda decir, es algo que no sé cómo explicar -Subió su mano a su mentón mientras divagaba entre sus pensamientos en voz alta.- Es algo de lo que se debe pensar con cuidado en las palabras y evitar el pánico entre muchas personas pero también no se sabe si es real lo que me dijo -Se quejo un poco.- Aunque me molesto que realmente desconfiara en todos pero yo no soy como él, nunca seré como él -Hizo un pequeño puchero.- Aunque me sigue molestando que aquellas cajas sean su única manera de disculparse, ¿A quién se le ocurre eso? Tampoco logro comprender porque hasta apenas se le ocurrió aparecer

-¿Estás hablando de tu padre? -Hiro soltó un pequeño grito de sorpresa, provoco que Lucia brincara un poco del susto. ¿Cómo es que adivino? Ante aquella pregunta que era demasiado obvia en el de cabellos rojos, Lucia soltó una pequeña risita.- Tú mismo lo dijiste, que no eres como él, que nunca serás como él, además mencionaste sobre las cajas que siempre deja en la puerta de tu casa, que yo sepa, soy el único que sabe ese detalle

Hiro soltó un pequeño suspiro totalmente derrotado. Lo primero que le dice su padre y lo primero que hace. Rasco su nuca con un poco de nerviosismo. Realmente era un tonto.

-Es algo que él me dijo, pero -Miro a todos lados, hizo una pequeña mueca y lo miro, Lucia no perdía ningún detalle de lo que estaba haciendo, seguía cada uno de sus movimientos, sabía muy bien que podía confiar en él. Pero ese no era el momento y mucho menos el lugar para decirle lo que su padre le dijo, aquella sombra podría estar oculto y querer escuchar, podría atacar en cualquier momento y desatar el pánico entre todos. No podía correr ese riesgo.- Pero es algo que te contare en otra situación, primero debo estar seguro

-Esperare hasta entonces -Respondió Lucia con tranquilidad. Subió su mano para tocar una de las mejillas de Hiro, pues su otra mano, se encontraba aun aprisionada por él. Sonrió con dulzura. Le alegraba que siguiera confiando en él, no es porque dudara, pero quería serle de ayuda en todo lo posible, quería estar a su lado en todo momento. Quería hacer mucho por él que por un momento, no pudo evitar sentirse un poco triste de que él no quisiera contar lo que le había pasado.- Sabes que puedes confiar en mí, cualquier problema que tengas, yo te ayudare, aun cuando no encuentres las palabras adecuadas, podre comprenderte -Soltó una suave risita.- Así que no dudes por favor, no me hagas a un lado

-Nunca he dudado, nunca te hare a un lado, no me atrevería a hacerte eso, nunca -Hablo Hiro totalmente seguro de sus palabras.- Gracias por siempre apoyarme, Lucia -Sonrió.- Prometo que te contare todo

Hipnotizados, sin querer separar su vista de los ojos del otro, fue como sus rostros poco a poco se acercaban. Como el aliento lo sentían tan cerca que antes de querer cerrar sus ojos.

-¡Hermano! ¡Hiro-san!

El grito de Shiori provoco que ambos se separaran y miraran frente a ellos. Pues el rostro de felicidad de la menor como las suaves risitas que soltaba, solo indicaban una cosa. Que ella había ganado el duelo. Atrapar a la misma en el aire cuando brinco para poder abrazar a ambos chicos mientras cantarinas risitas se escuchaban de ella. Sabían muy bien que ella había disfrutado el duelo porque no dejaba de hablar sobre lo emocionada que se encontraba. Detrás de ella Kiriyama Shirou salía del escenario totalmente agotado, pero con una gran sonrisa en su rostro, ambos habían disfrutado de aquel duelo que no dudo en hacérselo saber a Lucia.

Lucia era un hermano mayor orgulloso de su pequeña hermana, aunque sabia que no importaba si la misma ganara o perdiera, siempre iba a estar orgulloso por ella. Tanto Hiro como Lucia no dudaron en felicitar a la misma mientras revolvían sus cabellos blancos con ternura que la misma, soltó más risitas mientras sus mejillas se encontraban rojas.

Pronto, las luces del escenario se apagaron y anunciaron a los nuevos duelistas que al momento que las luces se encendieron, ellos ya se encontraban en sus posiciones, listos para dar inicio a su duelo.

Miyabi Zaizenji vs Ijuuin Kai. Un duelo que muchos estaban esperando, muchos querían que ganara la heredera de los Zaizenji, algunos más soltaban gritos de apoyo a Kai. Pero todos coincidían con un solo sentimiento, la emoción.

-¡Hiro-san! -Grito Kai en el escenario al momento de ver a Hiro, tanto Lucia como Shiori y Shirou desviaron su mirada para encontrarse con el joven de cabellos azules gritando y saludando con una gran sonrisa en su rostro.- ¡Un genio ganara este duelo!

-¡Tú puedes Kai! -Apoyo Hiro emocionado de ver a su amigo.

-¡Lo hare porque Hiro-san me está apoyando!

-¡Cariño! -Interrumpió aquella conversación Miyabi que en el momento que le dijo aquel mote cariñoso, Hiro no pudo evitar encogerse en su lugar mientras un pequeño escalofrió recorría su espalda, no tenia que ser experto para saber que era la mirada de Lucia.- ¡No pierdas tu vista de mí! ¡Yo, Miyabi Zaizenji, ganare!

-Buena suerte -Murmuro Hiro mientras le saludaba.

Claro, de lo que no se percató, era la sonrisa burlesca de Miyabi hacia Lucia. La chica inmediatamente cubrió su sonrisa con su abanico al mismo tiempo que su vista volvía a enfocarse al rival que tenía frente a ella.

Si las miradas mataran en ese momento, Miyabi hubiera desaparecido ante la mirada peligrosa del usuario del deck Vampírico. Fue Shiori quien tuvo que regresar a su hermano a tierra para evitar que hiciera alguna locura, aunque al mismo tiempo, soltó un pequeño suspiro.

¿Cuántas personas se encontraban interesadas por Hiro?

Si no mal le fallaba la cuenta, eran cuatro. Mimori, Miyabi, Lucia y esa persona que se encontraba en sus espaldas. Tenia miedo de voltear, pero sabia muy bien que ahí se encontraba alguien. ¿Tenía que decirle a Hiro y a Lucia que alguien los estaba vigilando? Quizá, en otra ocasión.

Era de esta manera en la que empezaba el tercer duelo del día.

.o.

El primer día de duelos había terminado. Justo cuando el sol estaba a punto de ocultarse para dar paso a la noche, fue el momento correcto para dar por finalizado aquel emocionante primer encuentro.

Los ganadores de la primera ronda eran los siguientes.

En primer lugar, se encontraba Yonazuki Lucia, seguido de su hermana menor, Yonazuki Shiori. Era realmente una sorpresa que ambos hermanos se encontraran en las semifinales. En el tercer lugar Zaizenji Miyabi le había ganado a Ijuuin Kai en un duelo bastante apretado, pues a pesar de que el "genio de genios" la había acorralado contra las cuerdas, fue pura suerte y destino que la heredera de los Zaizenji. Y como ultimo lugar como para sorpresa de todos, Queran le había ganado en un duelo sin precedentes al duelista profesional, Kibakura Seiya. Todo el mundo quedo sorprendido por aquel ultimo duelo, todos aquellos que apoyaban al duelista pro, se quedaron en silencio al ver la aplastadora victoria de aquel duelista desconocido.

¿Quién era aquel que escondía su rostro de las personas?

Muchos tenían curiosidad, aquella grave voz no ayudo de mucho para querer adivinar de que duelista se trataba. Aunque algunos quisieron saber un poco más de él, era imposible, pues es como si se hubiera desvanecido. Evitaba tener contacto con todos. Aquello solo generaba más dudas de algunos y más apoyo de todos aquellos que lo veían ya como uno de los duelistas finales, si no es que, como el duelista que se encargara de enfrentar a Ryugasaki Hiro.

El público salía satisfecho del estadio de Shadowverse. Muchos niños que habían visto el duelo, ahora se encontraban en los parques de la ciudad para poder enfrentarse a duelo contra alguno de sus amigos u otros desconocidos. Los anuncios en la ciudad no se hacían esperar. Ya se encontraban anunciando los duelos que se verán el día de mañana.

El duelo entre Miyabi Zaizenji vs Queran.

Y el duelo más esperado por todos, el duelo entre ambos hermanos, Yonazuki Lucia vs Yonazuki Shiori.

Sin duda, el día de mañana será muy emocionante.

Cortando con la transmisión desde el estadio de Shadowverse de la ciudad Nekome. Todo volvió a la normalidad.

-¡Salud!

Gritaron al unisonó Mimori, Alice, Kazuki, Kai, Lucia, Hiro y Shiori mientras chocaban sus vasos, al menos los mayores tenían permitido solo una copa de alcohol, la única menor, Shiori, solo tenía que tomar jugo. Con suerte, en el restaurante de la familia de Kazuki, se encontraba cerrado y ellos podían disfrutar de un gran festín en compañía de sus amigos. Los platillos favoritos de todos se encontraban sobre la mesa, los adultos bebían un poco de sake al otro lado del restaurante. Era apreciable el suave sonrojo de las mejillas de Shigefumi Ryugasaki mientras alzaba su copa para otra ronda más, los padres de Kazuki brindaban por la victoria obtenida de ambos hermanos.

El único que lloraba un poco, era Kai. A pesar de que se esforzó tanto por estudiar a su rival, a pesar de que dio todo de si para ganar. Había perdido por poco.

-¡Yo quería ser quien se enfrentaría a Hiro-san en la final! -Grito Kai triste. El fuerte sonrojo de su rostro les indicaba que con esa copa fue más que suficiente para dejarlo borracho. El joven de lentes se acercó a Lucia para posar sus manos en los hombros del mismo.- ¡Así que debes llegar a la final en mi nombre! No permitiré que desperdicies esta oportunidad

-Quien sabe -Se burlo Lucia.- Recuerda que me enfrentare contra mi propia hermana, ¿Y si mejor me rindo y le doy la victoria a ella?

-¡Eso no es justo, hermano! -Shiori se quejó con un tierno puchero mientras le daba pequeños golpes en las costillas.- Debes darlo todo incluso si yo soy tu rival a vencer, ¿Verdad, Hiro-san?

-¡Así es! -Le siguió Hiro.- No debes darte por vencido

-Lo entiendo, lo entiendo -Sonrió Lucia. A pesar de que había querido hacer una pequeña broma, todos se lo tomaron en serio.- Me esforzare en ganar, pero debo admitir que ese tal Queran es un duelista bastante fuerte

-Ciertamente -Hablo Alice.- No se ustedes pero su duelo me provoco cierto escalofrió, mis cartas son lindas a comparación de las suyas, pero no pude evitar sentir cierto presentimiento

-No lo había pensado de esa manera -Hablo Mimori.- Pero a mí también me causo ese sentimiento, como si ya lo hubiéramos conocido pero no soy capaz de recordar a una persona con ese nombre

Un pequeño silencio invadió el lugar. Ni siquiera le prestaron atención a los ronquidos de Kai que había caído derrotado en la mesa después de ese pequeño sorbo a su vaso. Vaya que el pobre se encontraba un poco desilusionado, pero sabían muy bien que estar a su lado, era más que suficiente para devolverle el ánimo. Para el día de mañana, se encontraría mejor. Aunque un severo dolor de cabeza lo atormentara, pero de entre todas las cosas, se encontrara bien.

Hiro aplaudió en ese momento para llamar la atención de todos. La gran sonrisa que el chico les compartía, fue más que suficiente para dejar ese tema a un lado y seguir disfrutando de la comida y de la compañía de esa noche. Aunque habían invitado a Maura, el chico no se presentó, tal parece que le habían llamado a otro lugar.

Caminando en la tranquilidad de la noche. Lucia se detuvo un poco para respirar el aire frio. Una pequeña sonrisa apareció en su rostro, a pesar de que sus mejillas se encontraban un poco calientes por la bebida que tomaron en el restaurante familiar de Kazuki, aun se encontraba consciente. No como Kai que tuvo que quedarse en el local, fue imposible despertarlo.

Soltó una suave risita al ver como Hiro se encargaba de ayudarle a caminar a su abuelo. Las mejillas de Shigefumi se encontraban tan pintadas que con duras y penas podía sostenerse de pie. A un lado, Shiori, Mimori y Alice miraban aquella situación con un poco de pena. Ya era de noche y no era bueno que tres chicas como ellas se encontraran caminando solas. Con una llamada de Mimori a sus padres y un mensaje de Alice a su madre, aunque inmediatamente apago su celular para evitar pelear con la misma, fue más que suficiente para hacerles saber que no llegarían a casa y mejor se quedarían a otro lado a dormir.

La casa Ryugasaki era demasiado grande y era más que suficiente para todos ellos. Aunque era de más saber que las chicas no dudarían en tener una pijamada en ese momento, solo les advirtió tanto a Mimori como Alice que no le hagan preguntas incomodas a su hermana y que se fueran a dormir temprano.

Eso dejaba a Lucia y Hiro en la habitación del mismo.

Aquello provoco que detuviera su andar. Quizá era por la bebida, pero sus mejillas se sentían más calientes de lo normal como su corazón no dejaba de golpear con rudeza su pecho, muchas veces se habían quedado dormidos en la misma habitación, pero lo que sucedió en aquella tarde, antes de que Shiori los interrumpiera, eso iba a ser un beso. Ahora que se detenía a pensar, aun quedaba pendiente el tema de lo que Hiro hablo con su padre. Quiere saber que es aquello que le preocupa tanto al de cabellos rojos y poder ayudarle en todo lo que sea posible.

Había muchas cosas de las que hablar que no sabia muy bien por dónde empezar.

Por eso en el momento que al fin llegaron a casa y las chicas fueron corriendo a la habitación de Shiori, Hiro se encargo de llevar a su abuelo a su cuarto y Lucia saco un par de cosas de su habitación para esperar al usuario de deck Dragonico en su cuarto.

Cuando Hiro al fin entro a su cuarto, una toalla se encargaba de cubrir su cabeza mientras pequeñas gotas de agua resbalan del mismo. Lucia que se había quedado despierto para poder hablar tranquilo con él, alzo la mirada y alejo el libro de sus manos para acercarse al mismo y ayudarle a secarse el cabello. Aunque aquello se fue por la borda porque cuando Hiro se acercó, se dejó caer en su cama arrastrando a Lucia debajo de él. Cayendo con rudeza en la cama, el joven de cabellos blancos no comprendía que estaba sucediendo hasta que el de cabellos rojos alzo la mirada, su rostro se encontraba bastante rojo como sus ojos emitían cierto brillo.

¿Acaso estaba borracho y hasta apenas se dio cuenta?

¡Muchas gracias por leer!

¡Ahora si se viene lo chido! No es cierto, vendrán muchas cosas interesantes y se probara el valor de las personas. Espero no tardar en escribir el próximo capítulo, esta es una historia que estoy disfrutando mucho. ¡Así que sigan leyendo! Les juro que será una buena historia.

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¡Nos vemos a la próxima!

Atte.: AnZuZu Dragneel
Fecha: Jueves 13 de Junio de 2024