Capítulo 15: La reacción de Susana

La noche había caído sobre Nueva York, y Susana estaba sola en su apartamento, sumida en una oscuridad que no solo era física. La noticia de que Terry la había dejado resonaba en su mente como un eco doloroso. Sus sentimientos de tristeza pronto se transformaron en enojo y amargura.

—¿Cómo se atreve? —murmuró para sí misma, apretando los puños hasta que los nudillos se le pusieron blancos—. No puede irse así sin más, no puede ser feliz después de lo que me hizo.

Susana, llena de rencor, tomó una decisión. Si Terry pensaba que podía simplemente seguir adelante y ser feliz, estaba muy equivocado. Decidió destruir la carrera actoral de Terry, utilizando su posición y contactos en el mundo del espectáculo.

La mañana siguiente, Susana se dirigió a la redacción de un periódico sensacionalista que se especializaba en escándalos. Con lágrimas cuidadosamente cultivadas, relató una historia de traición y sufrimiento, pintando a Terry como un hombre despiadado que había abandonado a la mujer que le había salvado la vida. No se detuvo allí, sino que inventó historias de amoríos que Terry supuestamente había tenido con otras mujeres durante su compromiso.

—Él me engañó repetidamente, y yo siempre lo perdoné por amor —sollozó Susana frente al editor, asegurándose de que cada palabra golpeara con la fuerza de su resentimiento.

La noticia no tardó en llegar a los quioscos, y pronto, los titulares gritaban la supuesta verdad sobre Terry. La ola de escándalo se esparció rápidamente, afectando la reputación de Terry en el mundo teatral.

Mientras tanto, en Chicago, Candy estaba ocupada en el hospital, tratando de mantener su mente alejada del tumulto interno que sentía. Había decidido guardar el periódico con las noticias sobre Terry y Susana en su escritorio, esperando tener tiempo para leerlo más tarde. Pero ese día, Archie, buscando unos documentos, encontró el periódico.

Archie leyó la noticia, sus ojos recorriendo las palabras con creciente inquietud. Decidió guardar silencio, aunque la duda comenzó a crecer en su mente. Esa noche, durante la cena, Archie intentó abordar el tema con sutileza.

—Candy, hoy encontré un periódico en tu escritorio —comentó mientras tomaba un sorbo de su sopa—. Había una noticia sobre Terry y Susana. Parece que ya no están juntos.

Candy sintió un nudo en el estómago, pero mantuvo la compostura.

—Oh, ¿sí? No sabía nada al respecto —respondió, tratando de sonar casual.

Archie la observó detenidamente, buscando cualquier signo que delatara sus verdaderos sentimientos.

—Es curioso, ¿verdad? Con todo lo que han pasado juntos... Supongo que debe ser difícil olvidar un amor así.

Candy sintió que las palabras de Archie eran una trampa, pero no podía ser completamente honesta. No quería herirlo más de lo necesario.

—Bueno, las cosas cambian, Archie. A veces, las relaciones simplemente no funcionan, sin importar cuánto lo intentes.

Archie asintió, pero no estaba convencido. Había algo en la forma en que Candy evitaba el tema que le hacía sospechar.

—Candy, solo quiero saber una cosa. ¿Aún tienes sentimientos por Terry?

Candy tomó un respiro profundo, sintiendo la presión de su dilema moral.

—No, Archie. Lo que tuvimos quedó en el pasado. Estoy aquí contigo ahora, y eso es lo que importa.

Archie asintió lentamente, aunque una sombra de duda permanecía en sus ojos.

—Espero que sea así, Candy. Porque yo... yo realmente quiero que seamos felices juntos.

Candy le sonrió, pero su corazón estaba dividido. Sabía que mentir a Archie no era justo, pero tampoco podía admitir la verdad.

El escándalo sobre Terry seguía creciendo, y aunque él intentaba mantener la cabeza en alto, las mentiras de Susana habían dejado una marca en su carrera. La decisión de Terry de seguir su propio camino había desatado una tormenta, y ahora, cada uno de ellos debía enfrentar las consecuencias de sus acciones en un juego de amor, deber y traiciones.