- ¿Por qué las caras largas? Saben que es verdad – se rio Teddy – ustedes son más números que los Weasley, sin ánimos de ofender tia Molly – se devolvió a ver a la pelirroja.

Al escenario subieron 9 personas

- Me compadezco de la pareja que decidió tener 8 hijos – anuncio Lucius -Draco era un terremoto, mejor dicho, un Tsunami – se restregó el rostro

- Aguarden un momento – pidió Hermione - ¿Alguien recuerda lo que dijo Louise en su presentación?

Todas las miradas cayeron sobre ella.

- ¿Qué habían dicho sobre Mi? – Pregunto Harry con duda

A Draco fue perdiendo todo el color de su rostro y con miedo miraba a la tarima donde los 8 chico lo miraban fijamente con una sonrisa en el rostro.

- Harry es el único que tiene 8 hijos – soltó la bomba – ¿pero se habrá equivocado? Porque hay 9 en la tarima.

Draco se fue el peso murto al suelo.

Harry empezó a hiperventilar, pero su mente pensaba en matar a Draco.

James quería matar a Draco.

Tom quería matar a Draco, pero se contuvo mientras ayudaba a su hijo a encontrar su respiración.

Lucius maldecía la suerte Potter y quería matar a Draco.

Remus se sobaba la cien.

Los amigos de Draco se reían de Draco.

Los amigos de Harry y su hermana querían matar a Draco, (aunque ella no tanto, estaba disfrutando del karma de su gemelo)

En conclusión, todos querían matar a Draco por tocar al niño de oro.

Minerva estaba siendo consolada por un sonriente Severus.

- No más Potter`s, no más – lloraba la anciana

Todavía no han nacido no tienes de que preocuparte – le respondía el pelinegro

Te recuerdo Severus que tú les darás clases de pociones, a ver cuántos calderos explotados aguantas – le recordó Flitwick, con una Sprout riéndose por lo bajo

Con mis calderos nadie se mete – pensó el hombre viendo con ojo a los futuros hijos de su ahijado.

Querido Hogwarts del pasado. He aquí a la pandilla Malfoy-Potter. y extras – presente mientras solo él se quitaba la capucha.

El que presentaba era un rubio idéntico a Draco a diferencia de sus ojos que eran verdes como los de Harry y tenía el cabello alborotado. Vestía una camisa blanca y encima un suéter negro. Un jogger gris y deportivas negras. Por último, la gabardina Beige que cargaba le daba un toque casual pero elegante.

Eres el que se desplomo del techo – señalo James con el ceño fruncido

- Si abuelo – sonreía inocente el joven

- Y tienes 23 – sentencio Thom

- Sip – volvió a responder riéndose junto a sus hermanos.

Harry volteo y tiro un vaso de agua en la cara del rubio. Este se levantó exaltado y lo primero que encontró fueron los ojos furiosos de su novio.

- Draco Lucius Malfoy Lupin ¿úsate el hechizo?

- …¿Si? – respondio o más bien dudo

Harry lo maldijo con una maldición punzante en sus partes nobles.

La mayoría de los hombres se cubrieron sintiendo el mismo dolor que su compatriota masculino.

- Hoy duermes en el pasillo – sentencia mientras se levantaba y caminaba a donde ron y Hermione

El rubio seguía retorciéndose

- Harry espera – decía adolorido

- Quiero dejar claro que la maldición no es porque me ha dejado preñado, sino porque me mentiste – dijo molesto

- lo siento

- Ya lo creo, por ahora ahórratelos. – hizo un puchero

- Lástima tendré que botar los chocolates escoces que me trajo tia bella de su viaje – menciono mientras se sentaba algo adolorido y hacia aparecer dichos chocolates.

Harry miro los chocolates y luego a él.

- 5 galeones a que lo manda a volar – apuesta Blaise

- 10 galeones a que los toma – apuesta Ron

- 100 galeones a que se los quita y lo manda a volar – añadió Delphiny

- Hecho – dijeron ambos hombres

Todos le entregaron el dinero a Hermione.

Harry seguía mirando a Draco. Suspiro y camino de vuelta a donde estaba. Se sentó agarro los chocolates.

- Los tomo, pero me ofende. - Empezó a comer - ¿No te vas a presentar? – le pregunto al chico en la tarima

- Ah, sí, sí – siguió mirando a Harry.

Este alzo la ceja mirándolo y observando a su alrededor

- Ah, ya sé lo que están esperando – alzo su mano y de un movimiento Draco salió expulsado de su asiento

Ron y Blaise entregaron los galeones correspondientes.

- ¿Estaban volando apostando a que me sacara? – pregunto entre gruñidos el rubio

- No solo ellos – señalo el rubio en el escenario a donde estaban sus abuelos. Aunque no lo creas padre, esto es algo muy normal.

Ellos también cambiaban galeones

- Traidores – murmuro volviendo a su asiento.

- Ahora si mi nombre es Zaphyr Drake y tengo 23 años y mi casa fue… tío George, tío Fred redobla por favor.

Los gemelos comenzaron, así como Sirius y James le siguieron.

- Fui un grandioso León – sonriendo

Minerva casi se desmaya, pero fue sostenida por Severus.

- ¡Tenemos la copia de Malfoy! – gritaron los gemelos

- Mi primer nieto salió león – negó Lucius y Remus le dio un codazo en las costillas.

- ¿Dolido Malfoy? Mi primer nieto llego a una casa con clase – se burló Potter y Malfoy lo miro con una ceja enarcada, para luego sonreír burlón.

- ¿Insinúas que Slytherin no tiene clase? – pregunta Tom mirándolo molesto

- No amor, no quise decir eso – se retractó y enseguida el mismo hechizo punzante dio en sus partes nobles. – ahórratelo

- Ahora sabemos de dónde sacaron ese carácter – murmuro Ron a Hermione y esta asintió.

- Como seguía diciendo fui león y también fui el segundo Premio anual de mi generación junto a mi querida primita Altea – le mando un beso a la chica y esta le saco su bello dedo del medio – déjate querer

- Déjame maldecirte – le respondio la morena mirándolo seria

- Como decía, pertenencia al club de duelo y fui compañero de Wally. Éramos el mejor dúo de la escuela, pero yo me gradué un año antes.

- Me alegra saber que habrá buena competencia en el futuro – fantaseaba Flitwick feliz

- ¿Cuál fue tu materia favorita? – pregunto Draco

- Encantamientos padre. Me costó Aritmancia y pociones, pero aparte de eso me fue muy bien.

- ¿Jugaste Quidditch? – fue ahora Harry

- Sip y no. entre en segundo año como guardián, pero tuve que dejarlo en cuarto año. En el último partido después de los exámenes, un séptimo de Slytherin me golpeo con una Bludger en la cabeza. Caí de 10 metros de altura. Me destroce el brazo izquierdo y parte de la clavícula. Tuvieron que inducirme a un coma, por la gravedad de mis heridas. La tia Narcissa fue quien me atendió en todo el proceso. Estuve en coma por 3 semanas. Cuando desperté, no podía ver. El golpe me dejo temporalmente ciego. No sabíamos si yo iba a poder a volver a ver. Fue un momento bastante difícil. Ya que ninguno de ellos había entrado aun a Hogwarts, pero ya todos teníamos escobas. No volvía jugar más y ustedes prohibieron el Quidditch un tiempo en casa.

- ¿Tanto poco? – pregunto Thomas asustado

- Papá estaba muy asustado por lo poco que recuerdo – añadió el castaño al lado de Zaphyr – Padre se encargó de buscar a la familia del chico y hacerlo pagar los gastos.

- Pero me imagino que el Quidditch sigue prohibido en casa – alego Harry

- Obviemos el tema del Quidditch, yo estoy bien. Me costó subirme otra vez a una escoba, pero logre hacerlo con ayuda de Teddy.

Harry movió la cabeza en comprensión

- Cierto, yo fui el tercer lunático, después de Teddy quien me cedió el puesto cuando entro a séptimo año y yo estaba en cuarto año. Así que mientras Altea y Victorine hacían de las suyas yo me encargaba de cubrirlas y estar atento para que no nos aprendieran.

- ¿Quiénes fueron tus padrino? – pregunto Lucius

- Mi madrina es la tia Delphiny y papá es el padrino de Altea. - señalo

- Por cierto – interrumpió Wally – fue Zaphyr quien impulso a Scorpius a que se hiciera tatuajes y lo motivo a ser tatuador. – sonrió dulcemente

El comedor quedo en silencio y las miradas cayeron en el rubio quien empezó a sudar frio.

Pídanle que se levante las mangas – añadió la rubia al final de la fila

- ¡Percea! – amonesto

Draco con un movimiento de varita levanto las mangas de su hijo, revelando en ambos brazos tatuajes similares de flores de lotos en blanco, negro y rojo que abarcaban todo hasta sus muñecas.

- Que hermoso – añadió Harry admirando los brazos de su hijo

- Harry, no consientas eso – se quejó Draco, mirando a su hijo molesto

- Gracias, papá, fuiste tu quien me acompaño a hacerme el primer brazo para mi cumpleaños 17

Ahora era Harry quien recibía las miradas de reproche

- ¿Qué? Si ustedes son de mente cerrada es su problema. Mis hijos, mis asuntos. No se metan – miro a los demás de forma aniquiladora.

- Hmm – Tom Bufo molesto y James miro a Harry desaprobatoriamente, pero por detrás de la espalda de su esposo le alzaba los pulgares.

- Por último, soy duelista y a eso me dedico, hago exhibiciones a nivel mundial y participo muy seguido en torneos. Vivo en Inverness, Escocia. Ya me independicé. Bueno de mi parte eso sería todo – le cedió el espacio al castaño a su lado.

- Hola Hogwarts mi nombre es James Sirius II y tengo 19 años – se destapo el chico.

Era la imagen de un James Potter, joven con el cabello desordenado, pero la diferencia era que tenía los rasgos aristocráticos de Draco y sus ojos plata con un poco de verde al final. Vestía una camisa blanca junto a un pantalón de vestir gris y mocasines negros. En el cuello una gargantilla de plata bastante fina.

Todos los profesores en la mesa principal palidecieron ante el inminente nombre. Las hormonas de las chicas de 17 y 16 se volvieron locas que empezaron a gritar excitadas ante tal obra de Merlín.

- Cornamenta ese chico me llena de orgullo – decía Sirus

- A mí también Padfoot – se limpiaba las lágrimas que caían de sus ojos

- Déjame adivinar, fue Harry quien te nombro – se masajeo Draco el entrecejo. Harry lo miro feo.

- Realmente fue Teddy – se reía Zaphyr – padre, habías dejado los papeles en la encimera del hospital para que la medibruja los tomara cuando llegara de vuelta. Se descuido un momento porque yo había dejado caer… – pensó con cuidado lo que diría – algo, algo había dejado caer.

- Cuenta la historia correctamente Phyr, te habían ido a cambiar el pañal. El pobre uso pañal hasta los 5 – negó divertido, causando el sonrojo del rubio y la risa de los hermanos más jóvenes de este ya que estos no conocían muy bien la historia.

- Y tú, a los 13 no podías dormir sin tu conejo de peluche, una luz prendida y la puerta abierta– le punto.

Si él tenía que pasar vergüenza, su primo se hundiría con él.

- Touche

- Como seguía diciendo, padre se descuidó y Teddy tomo el pergamino y cambio los nombres que se habían puesto. Cuando trajeron los registros ya firmados e ingresados al sistema y dijeron el nombre de James, padre se volvió loco, papa se ría, el tío Sirius y el abuelo reían felices, mientras "agradecían" a Padre por el honor. El abuelo Lucius supo rápidamente de quien fue la culpa, pero el abuelo Luni, no permitió que lo regañaran ya que para muchos fue graciosa la broma.

- Cabe resaltar algún otro nombre no le haría gracia a mi espectacular forma de ser – sonrió el castaño guiñando el ojo. – ahora seguiré sin interrupciones. Soy James sirius, de cariño Jamie y fui a Gryffindor.

La casa aplaudió con fuerza.

- Otro Gryffindor – negaba Lucius – esta es la maldición porque Elliot no fue ahí.

Elliot miro a su hermano con molestia, mientras sus esposo reían.

Abraxas negaba divertido al fondo de la mesa.

- Estaba en tercer año cuando el tío Sirius se convirtió en el Jefe de la casa roja y dorado

- Aun no puedo asimilar eso – lamentaba Severus

- Y también fui el tercer Cornamenta de los merodeadores.- esto causo el horror de todos los profesores.

- ¡Ese es mi nieto! – grito James feliz – haciendo valer su nombre

- Hoy duermes en el piso – sentencio Thomas

- Pero vale la pena – sonrió

Tom lo miro sorprendido viendo que no funciono la táctica.

¿Se está volviendo inmune a mis amenazas?… ¿o se está volviendo más estúpido con el pasar de los días? – pensaba Tom

- ¿Cuáles eran tus materias favoritas? – pregunto Remus

- Dejare claro que no fui Prefecto y tampoco premio anual. Hice mucha alusión a mis nombres, por lo tanto, vivía en detenciones

- Merlín, madre magia, ampáranos – rezaba Pomfrey

- Pero como el abuelo Tom estaba en el colegio, me fue difícil no hacer nada, así que tenía que mantener mis notas en aceptables o supera las expectativas. Me fue bien en Historia con excelentes. Todo gracias a que el abuelo y yo compartimos gusto por la lectura.

- Mira Potter, por lo menos uno de tus nietos tiene algo más que basura y materia gris en la cabeza – se mofaba Severus

- ¿Eso fue para ofender tío Sev? – pregunto confundido el chico

El pelinegro le restó importancia

- Como ya me gradué de Hogwarts, actualmente estudio Historia de la magia con especialización en runas antiguas. Mis estudios los estoy llevando a cabo en Tokio

Hubo una exclamación de sorpresa conjunta

- Estoy orgullo de este James, sabia el apellido Malfoy hace la diferencia en el linaje – dijo un muy orgulloso Lucius

James se ofendió

- No me parece – respondio cuando vio a Remus y Sirus riéndose – te recuerdo canuto, que su segundo nombre es Sirius.

Sirius dejo de reírse cuando cayó en cuenta lo que significaba lo dicho, causando la risa de los demás adultos.

- Y para ir concluyendo fui el buscador del equipo en mi último año – fue bajando la voz poco a poco

- ¡Que! – fue el grito de Harry – Me niego

- Papá – trato de hablar

- ¡NO! ¡Casi se mata Zaphyr y vas tú también! – le grito

- Papá, lo sé, pero no ibas a poder mantener a todos tus hijos alejados de sus escobas.

- ¿Eso crees? Ponme a prueba – lo reto Harry más asustado que molesto

- Papá – llamo la voz de una niña que estaba casi al final de la tarima – de los que faltamos por presentarnos, 4 juegan Quidditch desde segundo año. Fue difícil para ti aceptarlo, pero aun así lo hiciste. Lo de Zaphyr fue horrible, yo solo tenía 6 años así que no tengo muy claros mis recuerdos. Pero si tengo presente fue que llorabas mucho cuando pensabas que no estábamos o creías que dormíamos. Entraste en una paranoia en la que a todos nos quitaste las escobas y las visitas a la casa Weasley también fueron prohibidas, ya que no nos querías cerca de su pequeño capo de quidditch.

- Si hasta meternos en Beauxbatons se te metió en la cabeza – dijeron una voces en conjunto – lo que dejo consternado a varios por un segundo.

- A lo que quiero llegar papá, es que no nos estabas protegiendo, estabas protegiéndote tú y apartándonos a nosotros de cualquier cosa que para ti podría suponer un peligro para nosotros. Cuando papá Draco intervenía, tu enfurecías. Lo echaste de casa muchas veces, según tu por ponernos en riesgo. No nos estabas dejando practicar para extender nuestras alas en un futuro. Fueron dos años, casi tres en esa rutina. Todos se alegraban de que por fin se podían ir al colegio, pero yo seguía enjaulada. Ellos preferían pasar las fiestas en el colegio donde eran libres y en compañía de los abuelos que en casa. Fue por eso por lo que Zaphyr se independizo y se fue. – decía entre sollozos.

Harry y Draco estaban asombrados por lo dicho y Harry se estaba sintiendo mal por lo dicho.

- Percea – la tomo el rubio por los hombros – Ya, detente, eso ya paso. Todo eso está en el pasado. Papá entendió y cambio. Además, no fue por eso por lo que me fui de casa, no mal entiendas las cosas. La cede de mi trabajo está en escocia. No me fui por ellos. Si así hubiera sido me los hubiera traído a todos. por otra parte, la forma en que lo dices suena bastante escalofriante.

- Ciertamente así es – hablo Jamie – papá no lloraba por Zaphyr.

- Cierto, papá lloraba era porque el susto que paso lo hizo perder al bebe que cargaba. Claramente estaba asustado. – volvió a decir Jamie

- Nunca nos mantuvo encerrados, pero tú eras la más pequeña y eras su bebe en ese momento, así es bastante entendible que fueran muy sobre protectores contigo. Me parece normal que lo hayas visto de esa forma – fue la voz de una chica de la fila que estaba encapuchada todavía. – además nosotros entregamos nuestras escobas voluntariamente, luego de que papi Draco hablara con nosotros. Las visitas y las salidas disminuyeron porque papá estaba de luto.

- Luto que duro casi tres años – soltó la niña

- SI – le respondieron sus hermanos

Los adultos estaban consternados por lo escuchado.

- Y las veces que papá hecho a papá Draco.

- Papá tenía depresión Percea, a veces papá estallaba y no quería a nadie cerca. Así que Padre se iba, pero James, Teddy y yo nos quedábamos pegados a papá toda la noche. A la mañana siguiente padre volvía con chocolates para papá, pero esas son cosas que ustedes los 5 menores no sabían y tampoco debían saber. Así que no confundas Percea – termino Zaphyr

- Si todo hubiese sido así de malo como dices, el abuelo Tom y los tíos hubieran intervenido desde un inicio. Además ¿No recuerdas que el abuelo Tom y el Abuelo Luni, casi vivían en la casa? – le dijo Jamie – además la tia Del venia por ti y ellos todos los fines de semana.

La niña quedo sin palabras y volvió a su lugar.

- Pensé que era un dictador en el futuro – dijo Harry por lo bajo

- Pensé que iban a mencionar algo referente al divorcio – le respondía Draco – te dejo claro algo Potter, de aquí en adelante no hay forma de que te libres de mí.

- Te digo también que no hay forma de que me quiera librar de ti Dragon – Harry lo beso con cariño, para luego abrazarlo. – Ya entendí lo que quisieron decir, pero eso no evitara que me de miedo saber que pueden matarse.

- Lo dice quien se cayó 4 veces de su escoba durante su estadía en Hogwarts – le recordó Delphiny – y de las cuatro, dos fueron arriba de los 30 metros de altura ¿o es que no lo recuerda, Sr. Potter?

Harry se hacía pequeño por la mirada de angustia que le enviaba su papá.

- Aun que la persona culpable debería ser la que fue su jefe de casa ya que en vez de castigarlo lo sumo al equipo como buscador. – menciono sedosamente Severus.

Las miradas fueron a dar a Minerva.

- No lo hiciste Minnie – le dijo Tom

- Es que tenías que verlo tomando la snitch una y otra vez – decía con emoción al recordar el momento

- ¡Solo estabas pensando en ese maldito juego de escobas! – le refunfuñona su colega

- No es mi culpa que seas demasiado obtuso a la hora de montar una escoba y apreciar lo maravilloso que es.

- Pues no es mi culpa que no sepas apreciar la belleza de las artes oscuras y sus pociones. – se cruzó de brazos

- Voy a apoyar a mi colega – decía Severus – pero quiero ver esas pociones – le decía y el oji verde aceptaba

- Ustedes dos son imposibles – negaba Minerva.

- ¿Ya puedo terminar? – pregunto Jamie

- ¿Quién es tu madrina o padrino? – pregunto Draco

- Bueno padre, mi padrino es el abuelo Luni.

- Se veía lógico que fuera el– menciona Lily

- Uhm – respondio Narcissa

- Y, por último, no tengo pareja todavía, pero tengo claro que soy Hetero. Tu turno rarito – lo empujo suave James

El siguiente encapuchado se retiró su capa y mostro a un joven de cabellos oscuros revueltos, de ojos verdes mezclados con plata y tez algo broceada. Cargaba puesto una camisa gris oscura casi victoriana amarrada con un pañuelo negro, un pantalón negro de vestir con ceñidor y botas altas negras. Sobre los hombros un abrigo clásico negro.

- Estos niños sí que tienen sentido de la moda – murmuraba Narcissa

- Y están más actualizados, mira como juegan con ese aparatito – señalo Lily al pequeño pelirrojo que estaba con Percy.

- Quisiera uno para ver qué tiene de especial – suspiro su esposa

- Buenas tardes Mi nombre es Alistair Severus – decía con inseguridad – y tengo 17

- Vaya un Potter con un nombre decoroso – anunciaba Severus con sorpresa - ¿Fue idea de Draco?

- Fue idea de papá Harry – dijo bajo – y tambien fue su idea que fueras mi padrino.

Severus asombrado, solo pudo asentir con agradecimiento al chico olivarda a quien le hizo parte de su estadía en la escuela imposible.

- Vamos querido nieto deja la timidez que cuando te besabas con el otro Malfoy no te estabas escondiendo – farfullaba James Potter (padre)

El chico solo atino a subirse su capucha para poder esconderse.

- ¿Qué Malfoy? – pregunto Draco con duda

- Conmigo primo Draco – sonreía Scorpius quien estaba feliz y contento sentado en medio de sus padres.

- Son familia

- Lejanos

- Eres el hijo de mi tio, lo que te hace mi primo y por ende su tio – señalaba Draco

- Si, si, si y todo el embrollo que quieras, estamos separados por tres líneas de consanguinidad, por lo cual no hay problema alguno y no es ilegal – concluyo el rubio de ojos platinados

Draco miraba con molestia a quien se hacía llamar su primo.

- Solo te digo que, si haces llorar a mi hijo, desaparezco tu cuerpo – Sentencio Harry con sus ojos verdes ardiendo

- Se los dije, no era imaginación mía, papá tiene una seria debilidad por Al – se quejaba uno de los encapuchados

- ¿Cómo dices que dijiste? – pregunto Harry confundido

- En el futuro, no es que tengas favoritismos, pero tienes una debilidad por Alistair, muy marcada. Lo que acabas de decir es lo mismo que le dijiste a ese – señalo a Scorp – en el futuro.

- Este "ese" tiene nombre Phyr – se quejó el joven.

El mencionado lo ignoro.

- Sigue cariño trataremos de no interrumpirte – animo Harry

- Si… estoy en séptimo. Soy… soy prefecto y premio anual.

- Hmm ya tengo dos nietos premio anual – festejaba James

- Dímelo a mi – sonreía Tom

- Mi materia favorita es pociones y no me gusta el quidditch, si se volar, pero no es algo que me apasione. – decía el olivarda mientras se retorcía los dedos y miraba a todas partes.

Otro león y cohibido – pensaba Lucius – pero este león estaba interesado en pociones. Tal vez es maleable para inculcarles algunas costumbres Sly.

- ¿Pociones? – pregunto Severus

Hay algo en el… pero ¿qué es? – el pelinegro se sentía desconcertado por el muchacho en el escenario. Lo miro más detenidamente. – ¿Será?

- El mejor de la clase tio – intervino Scorpius – realmente entre él y Helena, ella todavía no le puede hacer competencia. Pociones es el don de AL. Tienes que verlo cuando prepara alguna, su personalidad cambia. Además, tomo como opcional alquimia

- ¿Alquimia? – fue el turno de Draco

- Tiene su lado divertido Pa' – sonrió de apoco – me gustan las pociones y la alquimia, es divertido crear cosas nuevas, en especial venenos – su sonrisa se ensombreció un poco y sus hermanos se hicieron a un lado.

- Cuando volvió en sí, se dio cuenta que lo estaban mirando rarito trato de fundirse más con su capa.

Muy tímido y adorable – pensaba Harry

- Cuando era niño fui con papá Draco a su trabajo y pude ver las diversas área que maneja en especial el ala de pociones. Mi fascinación por ella fue al ver como curaban estas a dos personas de una mente trastornada – menciono

- ¡Oh! ¿Cuál es mi trabajo? – pregunto con entusiasmo

- Eres el ministro de magia – dijo por lo bajo

Todos miraban a Draco con admiración.

A Lucius le brillaban los ojos.

- ¡MI HIJO ES MINISTRO! – empezó a alardear el hombre

Hermano y cuñado se dieron la vuelta para ignorarlo.

Abraxas miraba con los ojos entrecerrados al muchacho en el escenario.

El anciano empieza a sonreír con orgullo.

Tom miraba con diversión a Lucius y luego miro con atisbo a su nieto. Encontró cierto grado de diversión en sus ojos, aunque era mínimamente notable, ahí estaba. Tom sonrió en grande. La máscara estaba bien colocada.

Habían logrado engañar al grandísimo Lucius Malfoy

- Quién lo diría Draco, serás mi jefe – sonreía Harry

- Admito que no me veía, ni pensaba en ser ministro – dijo extrañado y sacado de onda

- Porque no lo eres, padre. – suspiro Zaphyr rodando los ojos – ya te permitimos tu pequeña bromita durante un rato Alistair, ahora ponte enserio.

Lucius paro su alardeo y miro otra vez al escenario.

En el niño ya no había ni un rastro de inseguridad, se estaba carcajeando

- Debía ver su rostro abuelo Luci – decía entre respiros por tanto reírse

- Tu… - empezó el rubio

- Soy el prefecto y Premio anual de Slytherin, tambien el primer puesto en todas mis materia principalmente en pociones. Y lo siento abuelo, pero fuiste el único, que cayó en mi broma. – se retiró una lagrimita.

Lucius miro a su padre quien negaba divertido. Tom lo miro con una sonrisa burlona. Severus trataba de mirar a otro lado mientras tapaba su sonrisa.

- Te vieron la cara hermanito – se burlaba Elliot.

- Papá Draco maneja las empresas de la familia además de su negocio de pociones. Suelo ayudar desde que comencé en cuarto año y el tio Severus dio el visto bueno que era tan bueno como un séptimo año.

- No te gustaría ser profesor de pociones – le pregunto su padrino

- Nop, gracias. Tengo suficiente con enseñarles a estos patosos que tengo por hermanos y primos. Además, que es Helena quien quiere el puesto. Mire como la ha dejado con solo decir eso – señalo a la pelirroja llorosa en la mesa

- Yo quiero ser la profesora de pociones – decía

Johan solo atino a acariciar la cabeza de su hija. Ra tan adorable.

- Yo voy a ser inefable, además ya estoy en la lista de ingreso apenas termine el colegio en un mes.

- ¿Inefable? – preguntaron Harry y James (padre)

- Sep y no me harán cambiar de idea. Saben cuántas pociones desconocidas y venenos debe haber tras esas puerta – expresaba con demasiado entusiasmo

- No sé si ese deba ser un buen motivo para volverse inefable – decía Minerva

- Por lo contrario, esa es una excelente razón para ser Inefable. – reconoció Severus – cuando el puesto sea de la Señorita Ponce, me interesaría explorar el área de los inefables – sonrió de la misma manera que su ahijado en el escenario.

No me parece buena idea – pensaron todos los presentes.

- Que más puedo decir… ohhh si, tengo un basilisco de mascota su nombre es Zar. – expuso feliz

- ¿Basilisco? – fue la pregunta horrorizada de todos los último año y los profesores.

Aun podían recordar todo el horro en segundo año.

- ¡Oh, no puede ser, olvide a Seelena! – se levantó Tom con apremio – debe estar hambrienta

Harry se tensó en su sitio.

- ¿Quién es ella? – pregunto Minerva

- La basilisco que vive debajo del colegio en la cámara de Salazar – indico

- Ahí… ya no hay nada, Tom – trato de ser delicada al decirlo, luego de ver el cariño con el que había mencionado el nombre de la serpiente gigante.

- ¿Cómo dices?... puedes repetirlo Minnie

- El basilisco en lo profundo del colegio fue… - trato de buscar las palabras para explicarlo – exterminado, ataco a muchas estudiantes dejándolos petrificados.

Tom palideció al oír eso.

Su basilisco… su querida Seelena había sido asesinada.

No otra vez. otro de sus familiares había sido…

- ¿Quién mato a mi serpiente? – pregunto con voz gélida lo cual paralizo a todos los presente.

La temperatura empezó a descender y su magia a embullo pidiendo venganza.

Sus ojos empezaban a cristalizarse… su amada Seelena, tiene que haber sufrido.

Minerva lo miraba sin poder decir nada. Su mirada rápidamente cayo en Severus, el cual sin pensarlo dos veces miro a Harry. Tom siguió el trayecto y vio a su hijo pálido, mirando el piso con miedo y la mira perdida, siendo abrazado por su yerno.

Los séptimo años sentían pena por su profesor, pero el miedo que le habían tenido a dicho reptil en ese entonces todavía atormentaba a algunos en sus pesadillas.

Detrás de su hijo, James lo miraba con pesar. Sabia todo lo que significaba Seelena para él, después de que Hesper se fuera.

- Tom – llamo Severus

- No

- Fue necesario – trato de explicar

- ¿Por qué? – pregunto con la voz rota – Seelena no atacaba a nadie.

- Estuvo demasiado tiempo encerrada y el hambre la volvió inestable. – siguió intentando mediar

- ¿Por qué Harrison? – le pregunto a su hijo

- Fue cosa de Dumbledore. Introdujo ideas en mi cabeza y me hizo ir tras el basilisco aprovechando que sabia hablar parcel. – apretó sus manos – cuando llegue pasaron muchas cosas, el diario, el basilisco loco. No seguía mis ordenes, lo único que decía era que tenía hambre. Fawkes lo cegó, pero aun así me prosiguió por los túneles para cazarme. Ginny estaba muriendo, luego la espada de Godric apareció. El basilisco casi me mata, me enterró el colmillo en el brazo. – toco el brazo que había sido atravesado por el colmillo del animal.

Tom lo miro con los ojos muy abierto y bajo de la mesa de profesores para acercarse a su hijo y abrazarlo.

- Era matarlo o morir. No sabía que era tu mascota, si hubiera habido otra forma de salvarlo, lo hubiera hecho, pero solo tenía 12, perdón papa, lo siento mucho. – Harry abrazaba a Tom pidiendo disculpas.

- No hay nada que perdonar Harry, era tu vida la que corría peligro. Creo que, si yo hubiera estado presente, habría tenido que eliminarla antes de que te hiciera algo a ti, mi amor – dijo al oído de su hijo mientras depositaba un beso en su frente – ya me queda claro que no fue culpa tuya, sino que fue la cabra. Ahora despreocúpate.

Suspiro con tristeza. No podía poner a su familiar por encima de sus hijos.

- Me toca conseguir otro basilisco – menciono mientras volvía a su asiento

- Bueno abuelo, de mis hermanos soy el único que habla parcel – decía Altair – así que yo crie a Zar. Tú me lo regalaste. Papá nos contó la historia del basilisco y luego nos hablaste de ella. Sabía que algo como lo que acaba de ocurrir podría pasar, así que me dije que te traería un presente.

El joven se acercó hasta un lado de su abuelo y de su bolsillo saco una pequeña bolsita, la cual tenía un fondo mágico. De esta extrajo un huevo y lo puso en manos del mayor.

- Estoy seguro de que sabes lo que es y lo que debes hacer para que eclosione. Ya fue empollado por un sapo así que la mayor parte del trabajo está hecho. – le sonrió. – así le darás un compañero o compañera a mi Zar.

Tom sonrió y atrajo al niño a sus brazos.

- Ya se quién es mi favorito en el futuro – susurro a su oído

El menor rió y volvió a su lugar.

- Bueno eso sería todo de mí. – hizo una reverencia y les dio el pase a cuatro personas.

Los siguientes se quitaron las capas, revelando así a 3 rubios y un pelinegro

- ¡No! – exclamaron con terror Harry y Draco

- Sip – dijeron los cuatro – somos cuatrillizos

Lucius miraba con impaciencia a su hijo por trigésima vez.

- Creo que debemos reforzarle la charla sobre el control de natalidad – hablo Remus con una sonrisa forzada

- Ya lo creo. – sobo su entrecejo

- Y yo que decía que la tercera generación no tenía control – mencionaba Bellatrix divertida – ¿Quién diría que cuatrillizos?

- Lily, querida ¿Qué hechizos tienes para amarrarle las bolas a mi querido yerno? – preguntaba Tom con dulzura mientras limpiaba con una servilleta labios, luego de haber escupido su vin… jugo, su jugo.

Esta lo miro con una sonrisa nerviosa.

James Potter estaba siendo retenido por Sirius y Elliot para no brincarle al susodicho que tenía por yerno.

- Vea Draco, donde pones el ojo pone la bala – le decía Blaise – o balas, mejor dicho

Los amigos de Harry veían la cómica escena. Los de draco solo echaban más leña al fuego, haciéndole cumplidos que más que molestar a Draco, ponían furioso a su suegro.

- Ahí hay una pequeña discordancia tio Blaise – dice con nervios Jamie mirando a sus hermanos.

- ¿Por qué lo dices? – pregunto Delphiny con sospecha

- Porque la persona que nos dio a luz no fue papá, Harry – dijo Alistair – debo decir que cuando nos contaron la historia resulto divertida.

- ¿Quién fue? – pregunto James

Delphiny ya estaba riendo a rienda suelta al igual que Hermione y Pansy.

- Papá Draco – fue la respuesta de los cuatrillizos

Draco quedo en blanco.

A Harry le brillaron los ojos

- Fue como… ¿regalo de aniversario? – dijo en duda el único pelinegro de los cuatro.

- Entonces ¿son Potter Malfoy? – pregunto Harry

- Seguimos siendo Malfoy Potter, el apellido no cambio – dijo el chico

- Bueno, tendré que volver a intentarlo en el futuro – hablo el oji verde viendo a su novio.

- Son cuatro… cuatro

Draco aún estaba en blanco por las noticias

- Así se puso cuando se enteró que iban a ser cuatro – comentaba Zaphyr

- Lily, ya no serán necesarios los hechizos – volvía a sonreír su compañero

- Todavía quedan dos en la cola – indico Severus y Minerva le dio un manotazo por instigador.

- Creo que es aceptable ese hecho – James Potter se había calmado – bien hecho Harry, palmeo el hombro de su hijo.

Esos cuatro chicos eran sin duda, eran un deleite a la vista. Mas de un estudiante estaba salivando al verlos

- Y tú bien hecho, mamá Draco – "felicito" Ron

Los amigos de la pareja se carcajearon por el término usado.

- Ahora mi hijo es muerde almohadas – lloraba Lucius y Remus consolaba a su demasiado dramático esposo.

Padre e hijo eran tal para cual.

- Ahora si nos permiten nos presentaremos. Yo soy la mayor de los cuatro, me llamo Ivy Lilian.

Rubia de cabello lacio como todos los Malfoy y facciones delicadas. Era como ver a draco en versión femenina, sin contar los ojos verdes de Harry. Traía un vestido de dos piezas conformado por una camisa smock, amarrada con un lazo en el cuello, una falda pañuelo negra hasta las rodillas, medias negras transparente y unos delicados zapatos bailarinas negros.

- Yo soy el segundo, Basil Lucius

La viva imagen de Draco, por no decir que era la copia. Rubio (sin el pelo alborotado) de ojos gris y facciones aristocráticas. Suéter blanco encima y un sastre celeste. Jeans blanco roto en las rodillas, sujetado por una correa del mismo color que su sastre. Por último, unas Oxford grises.

- Lander Thomas, el tercero – hizo una pequeña inclinación

Versión un año menos que Alistair, solo que este tenía el cabello negro decente y no como sus hermanos mayores. Suéter blanco grande de mangas larga, un pantalón ancho rojo vino y unas Vans de cuadros blanca y negro.

- Raissa Luna, la última, pero soy la primera en todas las materias antes -

Era lo mismo que ver a Ivy, rubia de ojos verdes. Suéter azul por dentro un pantalón de cargo remangado de color beige, medias negras y unas Vans negras altas. A diferencia de su hermana quien llevaba el cabello suelto, ella tenía el su cabello atado en una cola alta con algunos mechones cayendo por su rostro.

- Veo que con ustedes la sangre Malfoy predomino – admiraba Blaise – Del, cariño, me arrepentiré de lo que diré, pero si yo engendro a nuestros siguientes hijos, el problema del cabello revuelto se solucionará – expreso convencido

Los hombres lo miraron expectante.

¿Qué clases de lógica era esa?

- Claro amor, hay que intentarlo – no desaprovecho la oferta

Merlín se apiade de tu alma – fue el pensamiento conjunto de todos los hombres.

Aquí había otro soldado caído.

- Altea, recuérdame esto en el futuro – pidió la Delphiny

Esta hizo una pose militar.

- Pobre papá, a perdido la cabeza – negaba Tyre

- Pobre niño que no se da cuenta que será el quien pase por lo mismo que su padre – dijo Valkan por lo bajo

- ¿Qué quieres decir? – le pregunto Charlie

- Ivantie mi "prima" es más bien mi primo, su nombre es Iván. Solo que el puede cambiar su género a su conveniencia. Según él, se siente más cómodo siendo hembra, pero para mi solo es un a provechado ya que así le dan lo que quiere, cuando quiere. – sentencio

- ¿Me estas diciendo que Ivantie es macho? – pregunto Charlie en voz baja escandalizado. Su esposo asintió con una sonrisa – Pobre niño.

- Y mas por que "Ivantie" ya a mencionado que sus crías las tendrá su futura pareja. No se como el cuerpo de un humano sobrelleve el tener un huevo del tamaño de una sandia en su interior. Pero eso puede, en mi opinión, llegar a ser muy peligroso para ustedes. Si las cosas van tan bien como el niño explico, es muy probable que él lo haya elegido ya como futura pareja para procrear. Así que pronto el niño lo sabrá.9

Charlie miraba con pesar al niño moreno que no sabia lo que le venia bajando en el futuro.

- ¿Cuántos años tienen? – pregunto Harry

- Tenemos 16, estamos en sexto año y pertenecemos a diferentes casas – explicaba Ivy – Yo fui a Slytherin, Basil está en Hufflepuff, Raissa en Ravenclaw y Lander en Gryffindor.

Hubo un vitoreo en norme, todas las casa celebraban tener a un Potter.

- Vaya, me sorprende que no estuvieran en la misma casa. – exclamó Sirius.

- No digas eso tio, que a ti te cuesta mantenerlo a ellos a raya, son dos por clase a los que tienes que tratar y ellos cuatro son el terror de la familia – señalo Alistair – además ellos tienen telepatía gemelar a pesar de ser 4.

Sirius sudo frio al igual que el resto del profesorado.

- Yo soy prefecta y juego quidditch como buscadora. – Harry y Tom se tensaron al oír eso – Mi materia favorita es cuidado de criaturas mágicas. Cuando me gradué quiero estudiar magizoologia. Mi madrina es la tia Pansy. Tengo recientemente obtuve una camada de Crups a los cuales me encargo de buscarle hogar. Mi sueño es tener un refugio de animales y estudiar más sobre ellos y sus cuidados. – culmino.

Su forma de moverse era muy grácil por lo cual parecía una princesa, al igual que su hermana.

- Soy Raissa, pertenezco a la casa de los Raven. Soy prefecta y la única disputante a premio anual entre nosotros cuatro.

- Ya comenzó – dijeron con cansancio los otros tres

- Me gustan todas las materias, no hay favoritas ya que todas son importantes, mi madrina es la Tia Mione.

La mencionada tomo la mano de Harry por encima de la mesa.

- Fui miembro del club de música. Si no estaba ahí estaba en la biblioteca. Mis materia optativas fueron runas y Aritmancia. Mi sueño es ser la dueña de los negocios Malfoy y lo voy a lograr – decía con tal convicción que nadie se atrevió a interrumpirla. Su fuerte carácter dejo en claro que ella era un cuervo de los pies a la cabeza. – yo tambien jugué quidditch en el puesto de buscadora.

Prefecta, próximamente premio anual, club de música, Aritmancia y runas, jugadora de quidditch y futura dueña de mis empresas… mi nieta es toda una Malfoy – se envanecía Abraxas

- Definitivamente es la sangre Malfoy hablando – le siguió Elliot

- Son cuatro… cuatro…

Draco aún seguía atrapado en su mundo.

- No se preocupen – hablo con voz suave Basil – así estuvo una semana cuando se enteró que estaba en cinta otra vez

- ¿Cómo? – pregunto este sin entender

- Que Draco ahora mismo en el futuro está esperando un par de gemelos – respondía Teddy

- ¿gemelos? – pregunto Narcisa con sorpresa

- Si – respondieron los hermanos

- Vaya, así que Harry tiene un excelente tiro para los gemelos – felicitaba Ron

- Cuatro… más dos… No… ¿Por qué soy yo quien carga los pares? – empezó a quejarse Draco

Este empezó a hacer su rabieta, la cual era escuchada por su padre, dándole la razón, mientras el resto ignoraba al Drama Queen mayor y su progenie.

- Como venia diciendo soy Basil Lucius y pertenezco a la noble casa de Hufflepuff, soy su buscador. Además de eso soy Prefecto. Soy bueno en herbología y medianamente bueno en pociones. Raissa será la "mejor"

- ¡Lo soy!

- Como diga, reina narcisista – la corto – no estoy en algún club, pero de vez en cuando suelo pasarme por DCAO y practico con el tio Sirius. Quiero ser herbolario y tener mi propia tienda. Mi padrino es el Tio Theodore y el para mi cumple años, conjunto a su esposo construyeron un invernadero para mi en casa. Podrán imaginar mi impresión cuando me dijeron que podía llenarlo con lo que yo quisiera.

- Como pueden adivinar, nadie lo saca de ahí – señalo su segundo hermano.

- Así como nadie te saca de tu celular cuando hablas con Adaleth o como nadie te puede separar de Adaleth cuando esta de visita. Por no decir que nadie la saca de tu habitación. – enumeraba el rubio

Sin embargo, su hermano solo atino colorearse, mientras que, en la mesa del futuro, varios voltearon a ver hacia la encapuchada mencionada.

- ¿Adaleth y James? – fue la pregunta dudosa de Zaphyr

- ¿Algún problema conmigo? - pregunto una voz femenina desde esa mesa

- Ni una – levanto los brazos con rapidez en señal de paz

- Además, somos los mejor amigo ¿Qué tiene eso de malo? – pregunto la chica

Para muchos fue casi imperceptible el dolor que mostro el castaño ante dicho sustantivo, pero para sus abuelos y Harry no.

- ¿Ven? No hay nada de malo Ada y yo solo somos amigo – lo ultimo casi forzado. – continua Basil.

- Me gusta cocinar con el abuelo Tom, papá Harry y Al. Soy alérgico al marisco y me encantan las películas de acción, así como tambien los videojuegos. Lander – le dio paso al pelinegro restante del cuarteto.

- Soy Lander Thomas, pertenezco a Gryffindor. soy su prefecto y su buscador. Mi padrino es el tio Ron. – el mencionado se emocionó.

- Vaya todos son buscadores en sus casas – admiraba Giny

- ¿Verdad que si tia? – hablaba animada la Raissa – los cuatrillizos somos los mejores buscadores de nuestra generación.

Lander rodo los ojos antes de proseguir.

- Soy bueno en DCAO. Quiero ser Auror como papá y el abuelo James. Me cuesta, pero trato de esmerarme en pociones ya que es una materia fundamental en la academia. Por lo demás me gusta hacer ejercicio o completar circuitos con el abuelo James o el tio Sirius y a veces con papá Harry.

- Es de admirar que tus cuatrillizos sean todos prefectos – felicitaba Hermione a Harry y Draco

Si es de admirar – acepto el rubio – pero hijo cuando mencionaste ser prefecto no lo dijiste con la misma emoción que lo demás – lo miro con una ceja alzada.

- No creas, papá, que soy prefecto porque quiero – señalo a su hermana Ravenclaw – Me comento que Ivy estaba desanimada porque solo iba a ser prefecta y que soñaba con que sus hermanos la acompañaran por las noches recorriendo los pasillos oscuros. Por querer cumplir el capricho de mi hermana acepte convertirme en prefecto. – hablo desairado.

Basil y Ivy lo miraron raro.

- Oh vamos, es divertido ver que la gente admire que los cuatro seamos prefectos – comenzó Raissa tratando de zanjar el tema.

Basil la corto.

- Eso es falso, yo acepte ser prefecta porque Raissa me dijo a mí, que tú, Basil, soñabas con ser prefecto y que Lander emocionado se había apuntado. Yo por no querer ser mala hermana y arruinarle los planes, acepte volverme prefecta. – espetaba apática la chica

- Para nada, en primer lugar, yo no quería ser prefecto – punto el chico rubio – acepte ser prefecto porque Raissa – señalo la rubia Sly. – Me dijo que tu Lander había descubierto que era esencial para la academia y que tu Ivy habías aceptado para ayudarlo. Solo por eso acepte ser prefecto. Para ayudar a Lander con su sueño.

Los tres hermanos se miraron entre ellos escépticos y se giraron hacia la Ravenclaw.

- ¡NOS MANIPULASTE A TU ANTOJO! – le gritaron con ira Lander, Ivy y Basil.

- ¿y que van a hacer? Ya los volví prefectos – sonrió arrogante – anímense, solo falta un año para que se acabe su sufrimiento ¿No? – movió la mano para restarle importancia a sus hermanos

- ¿Por qué no estas en Slytherin? – pregunto Alistair consternado.

- El maldito sombrero se negó. Me dijo que, con los leones, llegaría a Azkaban por homicidio a alguno de los chicos, que no en Hufflepuff porque me aprovecharía de todos en la casa, y sobre todo que no tenia nada que hacer nada en Slytherin ya que los valores que debía aprender de esa casa yo los sabía. Ravenclaw seria la opción más lógica y que me supondría un reto. Cierto es por que no cae en manipulaciones fácilmente. Les seré honesta con algo. Ravenclaw es la verdadera casa de las serpientes, diría yo. – sonrió

Sus hermanos la veían con nuevos ojos.

Había un monstruo bullendo bajo esa delicada apariencia.

- Venga, Percea – la llamo Raissa – es tu turno

La niña se acerco y se quitó la capucha

- Era la cara de Harry aun con grasa de bebe, ojos verdes y rubia (sin el cabello revoltoso). Su cabello rubio estaba suelto en delicadas ondas que caían hasta más debajo de su espalda baja y decorándolo una diadema de flores silvestres. Un top blanco de tirantes con encaje resaltaba su piel algo bronceada. Una falda cola de pato azul, en los pies medias blancas arriba de los tobillos y unas Jordan negras con blanco.

- Holis, soy Percea Alecta, la última, por ahora de los 8 hermanos Malfoy Potter.

- Y el encapuchado al final – señalo Remus

- Yo soy harina de otro costal, Padrino – menciono el chico mientras se quitaba la capucha con torpeza. Casi se le caen los lentes y él con ellos.

Remus perdió el habla y casi se le salen los ojos.

Sirius no estaba en mejores condiciones.

Era ver James (padre), H. James (hijo) y James S. (nieto) con el cabello alborotado solo que y sin lentes – como el ultimo – y ojos color avellana como su padre. Suéter polo blanco con los dos botones sin abrochar, unos pantalones de pinza negros y converse blancas sin medias.

- Yo no soy hermano – sonrió – soy Su tio y de los Zabini Tambien – rasco su cabeza

- ¿Tio? – preguntaron todos

- Sip – respondio, dejando a todos en espera de la respuesta

- Tu nombre – le susurro Percea palmeando su cara con exasperación.

- Ahhh – recordó – sí, si, mi nombre. Soy Fleamont Thomas II Potter Ryddle

Tom estaba aturdido, otro niño más. Uno con el que si lograra experimentar todo lo que se perdió con Harry y Delphiny.

Sus ojos se cristalizaron, tapo su boca con su mano para retener un sollozo.

Su mirada busco a James el cual veía del mismo modo al niño en el escenario.

Unas manos se posaron en sus hombros, Minerva y Severus le brindaban su apoyo en silencio, sabiendo lo que estaba sintiendo en ese momento.

- Nosotros seremos la última presentación del día – aclaro la niña – tengo 15 años y estoy en Hufflepuff

- Yo tambien tengo 15 y soy Hufflepuff

- A pesar de que el es nuestro tio, somos contemporáneos así que nos tratamos mas como primos. Yo no soy Prefecta, no juego quidditch, soy mala en pociones a pesar de las clases de Al, lo siento – el chico negó con una fingida tristeza – pero soy buena en con la magia terrestre. Cuando salga de Hogwarts quiero estudiar la magia antigua.

- Yo, tampoco soy prefecto, pero si juego quidditch como cazador. Empecé el año anterior, porque papi me prometió que solo podía entrar cuando cumpliera 14 – miro a Tom – yo quiero estudiar cuando salga de Hogwarts es tomar una especialización en demonios necrófagos

- Demonios necrófagos – repitió James

- Hablare con unos conocidos míos – le interrumpió Tom – claro que estudiaras lo que tu quiera

James lo miraba si estar convencido aún.

- Y bueno eso sería todo de nosotros ¿verdad? – Zaphyr miro a sus hermanos y... tio. Aún sonaba raro.

Todos asintieron y bajaron del escenario para caminar con sus padres para comer.

- Minerva, me retiro con tu permiso

Sin esperar respuesta, Tom casi corrió a la mesa con su esposo y sus hijos.

Tomo la cara de su ahora menor hijo y lo miró fijamente.

- ¿papi? – pregunto con extrañez el niño

Tom lo abrazo con amor y deposito un beso en su frente.

James miraba a su esposo con amor.

Al fin pudo ver el brillo del tom de su pasado.

Miraba a ese niño de la misma forma que miraba a Harrison y Delphiny cuando nacieron.

Desde que volvieron, ocultaba su dolor en lo más profundo de su ser, al ver todo el tiempo que había perdido en la vida de los gemelos.

Lo consumía el no poder haber visto sus primeros pasos, sus primeros despliegues de magia accidental, entre otras cosas.

Pero el futuro que se avecinaba traía la cura a su dolor.

No era los gemelos no se dejarán mimar. El problema era que ya eran adultos. Estuvieron en una guerra y maduraron demasiado rápido. Además, los dos ya estaban esperando a su primer hijo.

James suspiro y volvió la vista a su esposo.

Del otro lado de la mesa, Harry y Delphiny vieron la sonrisa amorosa de su padre gestante dirigida a su ahora hermano menor.

¿Crees que podrás recuperar el tiempo perdido? – pregunto Harry a su hermana en su mente.

El tiempo no regresa, Harrison. Pero si va a poder invertir su tiempo en crear nuevos recuerdos – le respondio Delphiny

Me duele no haber podido ayudar – lamento.

Igual que a mí, pero observa – señalo con la vista – nuestro pequeño hermano, es su salvación.

Ambos se miraron y sonrieron .