Isaac Netero no se consideraba a sí mismo una buena persona, más bien era el tipo de persona que podía residir tanto en la luz como en la oscuridad. Él siempre pensaba que el fin justificará los medios, para cualquier cosa que considere lo mínimamente importante, y sus movimientos y acciones son impredecibles la mayor parte del tiempo.
Se trata de una persona muy pasional, que había llevado su entrenamiento marcial al límite como nadie. Incluso cuando ya había alcanzado su límite como artista marcial y era sumamente poderoso, había decidido emprender un nuevo entrenamiento.
Después de meditar por mucho tiempo, en qué era lo que podía ayudarle a hacerse todavía aún más fuerte, llegó a la conclusión de que la única forma era mostrando gratitud. Utilizando la cualidad del nen para crear contratos a base de limitaciones y castigos, para de esa forma aumentar el poder de sus técnicas ya aprendidas.
Había creado una limitación que consistía en que, por cada ataque ejecutado, primeramente debía rezar y agradecer, lo cual en cualquier otra persona que no se tratara de Netero resultaría una desventaja, porque era tiempo en el que el adversario podía contraatacar. Pero él había logrado convertir su desventaja en su mayor arma, llegando a una velocidad inhumana, para rezar y golpear. La limitación impuesta a esta técnica aún es desconocida.
Por cuatro años, únicamente se había concentrado en su entrenamiento sin descanso. Cabe mencionar que ese entrenamiento, a cualquier otra persona promedio la o lo habría llevado a la locura. Como resultado rompió sus límites humanos naturales y se convirtió en el usuario nen más fuerte del mundo, cuando bajo de las montañas se dijo que un nuevo monstruo había nacido.
Él había comprobado que estar en la sima podía volverse aburrido y solitario, y para hacer la vida más entretenida, en algunas ocasiones llevaba las cosas demasiado lejos, o cometía enormes equivocaciones ante los ojos de las demás personas. Algunas decisiones podían ser irresponsables.
Es sumamente realista, con defectos y aciertos, y un insaciable apetito por el combate.
Netero busca constantemente asociarse con personas fuertes, por eso había creado Al zodíaco que reunía a doce cazadores que él mismo había elegido para crear una comunidad, que podía actuar como vicepresidente en un caso de emergencia, aparte de que también le gustaba entrenar con ellos en su tiempo libre.
Constantemente le impone metas aparentemente inalcanzables a sus subordinados con el motivo de que salgan de su zona de confort para llevarlos más allá de sus límites, con la intención de separar a los mejores del resto y encontrar a personas que también sean extraordinarias.
La prueba del cazador, era un examen sumamente peligroso y difícil, pero gracias a esto, la asociación tenía integrantes de mucho talento, que hacían enormes aportaciones a la humanidad. No sentía ningún tipo de remordimiento al guiar a más del 95 % de los participantes del examen a una muerte prematura, si eso era necesario, para separar a los participantes con mayor potencial del resto.
Su filosofía explica que el rendirse ante las adversidades también requiere coraje, por esto mismo los participantes del examen pueden volverlo a intentar cuantas veces quieran.
Tampoco tenía problema en que asesinos, ladrones u otro tipo de delincuentes con dudosas motivaciones se convirtieran en cazadores. Porque la fuerza y el talento eran las principales cualidades de un cazador, y si una persona tenía la suficiente fuerza para convertirse en un cazador, entonces tenía derecho a hacerlo, sin importar su pasado, o sus crímenes.
Estaba el caso del número 44 del año en curso, Hisoka Morrow, que el año anterior había matado a uno de los examinadores durante la prueba. Y él, como presidente, no había buscado perjudicarlo de ninguna forma, incluso se le permitió volver a participar.
Cuándo Netero le había pedido a Gon y a Killua que jugarán juntos el juego de la pelota, podría parecer que solamente quería divertirse con ellos y enseñarles una valiosa lección, pero las verdaderas razones eran más egoístas. Al conocer las familias de las que venían los niños, vio la oportunidad de enfrentarse a quienes tenían un enorme potencial, pero se había encontrado con Sakura Haruno que mostró y rebasó el potencial que tanto buscaba.
Ahora se sentía ansioso porque ella alcanzara su potencial y buscar una pelea en un futuro. Presentía que Sakura estaba a un nivel más alto, tenía un presentimiento inusual en ella.
Sabía que la técnica "Fuera del camino" que había utilizado en ella para abrir sus canales shoko había sido violenta para su espíritu y peligrosa, pero ella no lo había decepcionado cuando rápidamente había utilizado Ten para calmar el aura que había salido disparada en diversas direcciones, tal como él le había enseñado.
Si era necesario, él la guiaría lo suficiente para que ella lo alcanzara.
Después de que ella había salido por la puerta rumbo los dormitorios, él había llamado por teléfono a los que piloteaban la nave para pedirles que disminuyeran la velocidad a la que avanzaban al máximo, para que todos tengan mayor tiempo para descansar.
Sakura avanzaba a través de los pasillos de la aeronave. Toda la sensación del Aura rodeando su cuerpo se sentía extraña, podía verla de un color blanco, casi transparente, y experimentaba un ligero sentimiento de presión y vértigo. No le parecía del todo agradable.
Isaac Netero le había dado una breve explicación del uso del nen, y al notar que podía sentir el manejo del mismo, decidido abrir los canales shoko utilizando una técnica que el mismo había llamado "" Fuera del camino "" .
Le pidió que le diera la espalda y utilizado hatsu abrió los puntos shoko de su cuerpo. Ella había visto el aura salir de su cuerpo como si se tratara de vapor dispersándose en el aire, y él le había explicado que esa era su energía, su aura, y tenía que controlarla para no dejarla escapar. Le había pedido que visualizara esa aura de una forma calmada en su cuerpo, a lo que ella había pensado en el sistema circulatorio del chakra. Inmediatamente después, el aura había terminado de dispersarse en el aire y ella la había sentido cubriéndola de pies a cabeza de forma calmada.
Isaac Netero le había dicho que lo que estaba experimentando en ese momento era el uso de Ten, y que con el paso del tiempo debería ser consciente constantemente de la presencia de este, incluso cuando dormía. El entrenamiento sería mantener Ten de forma consciente todo el tiempo del día, y la noche, constantemente, hasta que esté sea usado de forma natural por el cuerpo, por memoria del mismo.
Le había explicado tantas cosas, que justo en ese momento le dolía la cabeza.
Entendió que era un funcionamiento similar al manejo del chakra, pero completamente diferente.
Había dejado de tener hambre y solo quería llegar a la habitación, donde descansaría hasta el día siguiente. Sentía bastante cansancio mental, aunque tenía el presentimiento de que la noche aún faltaba para terminar.
Cuando llegó a la puerta de su habitación, se encontró con la sorpresa, de que Killua se encontraba afuera de la misma, con la puerta cerrada.
Él tenía los brazos cruzados y estaba recargando su espalda sobre la pared. Cuando ella lo miró, inmediatamente pudo observar un punto en su frente. Sorprendentemente, encontró lo que parecía ser algo incrustado dentro del cráneo. También pudo ver el aura del mismo objeto, y era inquietante apreciar como era completamente diferente a la que le pertenecía al niño.
Era de un color púrpura oscuro y serpenteaba como llama de fuego.
El niño seguía mirándola por el rabillo de los ojos sin hablarle. Cuando parecía que por fin estaba a punto de hablarle, fue ella la que lo interrumpió.
— killua, ¿qué es ese punto en tu cabeza?, parece algo incrustado en tu frente — alzó el dedo índice apuntando en su dirección. Pero se arrepintió inmediatamente cuando notó la cara asustada y confundida del niño, su tono de piel había aclarado por si fuera posible un tomo más.
Pero rápidamente la puerta de la habitación se abrió, evitando que continuaran con su plática y Gon salió con entusiasmo y abrazando a Sakura por la cintura de forma cariñosa.
— muchas felicidades por pasar la prueba, eso fue asombroso. La forma en la que le quitaste la pelota al señor Netero, fue tan rápida que fue incluso imposible notarlo, hasta que ya la tenías entre tus manos. — sakura le acarició el cabello en respuesta y le sonrió . Ellos la habían estado esperando.
Leorio y Kurapika, hicieron acto de presencia, dejando ver sus cabezas sobre la puerta abierta. Sus caras que se veían aún más hinchadas en la luz del pasillo de las habitaciones, y Sakura sintió un cosquilleo de la vergüenza y la culpa en su estómago.
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Esa noche antes de dormir, Sakura había curado con ninjutsu médico las mejillas de leorio y kurapika. Los dos la habían felicitado por pasar el examen. Primero fue con Leorio a curarlo y este mismo le había pedido disculpas por entrar a la habitación, y ella lo había observado apenada, visiblemente arrepentida y le había contestado que fue parte de su error, no contestar que estaba indispuesta cuando ellos le llamaban.
Ella se recriminaba mentalmente que ya no era una niña inmadura para golpear a los hombres de su edad cuando la molestaban.
Recordó al antiguo equipo 7 de konoha, Naruto y Sai, a Sasuke nunca lo había golpeado, aunque en algún momento, cuando eran adolescentes, las ganas no le habían faltado.
Entre la oscuridad de la habitación, la brillante luz verde que salía de sus manos adoptaba un color fosforescente.
Fue cuando estaba utilizando ninjutsu médico en Kurapika, que su mente se disoció, mientras miraba detenidamente el verde brillando en la oscuridad.
Sakura varias veces se había preguntado por qué Kakashi sensei la había elegido como tercer miembro del equipo. Es decir, tenía a Sasuke, prodigio de la clase y con un alto potencial que traía consigo el simple hecho de nacer en el clan Uchiha. Después estaba Naruto, hijo del cuarto Hokage y con el chakra del zorro de las nueve colas en su interior.
Siempre había pensado que los dos eran especiales porque tenían un alto potencial, simplemente por ser las personas que eran, su suerte les daba ese beneficio. Lo vio en el Uchiha en un principio y después, con el paso del tiempo también lo vio en Naruto, eran especiales.
Se había dado cuenta de que sus compañeros estaban a otro nivel en el momento en el que, después de los exámenes Chunnin, cuando Sasuke aún estaba hospitalizado, se había llevado a cabo una pelea entre sus dos compañeros en el techo del hospital. Recordaba haberse sentido inútil, viendo su incapacidad para detener la pelea entre Naruto y Sasuke.
Pensaba que si los adultos no hubieran intervenido, probablemente la pelea hubiera terminado con la muerte de alguno de los dos. Naruto utilizando el rassengan y Sasuke haciendo uso del chidori.
En ese momento había aceptado su diferencia en habilidad y potencial. O tal vez era el reflejo de que, mientras ellos se estaban esforzando día a día en su entrenamiento, ella se había preocupado por verse bonita en el espejo.
En contraste con sus compañeros, ella ni siquiera pertenecía a una familia de ninjas, porque sus padres habían sido civiles. Recordó que su encaprichamiento por Sasuke uchiha a temprana edad había impulsado fuertemente su interés para entrar a la academia ninja después de cursar los estudios básicos en la academia. También estaba la rivalidad y los celos que había sentido por Ino Yamanaka, porque ella había sido todo lo que ella a esa edad quería ser. Hija de un clan de ninjas importante, la niña más bonita y popular de la academia. Brillaba entre los demás simplemente por su forma de ser y desenvolverse entre las personas.
Cuando tenía quince años y Sai había llegado a la aldea para formar parte del equipo siete, la había llamado fea, y el mismo día, más tarde, él había llamado hermosa a Ino durante una reunión. Eso había alimentado enormemente sus inseguridades, aunque jamás lo había comentado.
Se había esforzado mucho aprendiendo ninjutsu médico y estudiando medicina cuando estaba en tutoría de Tsunade sama por tres años, reuniendo el chakra suficiente para materializar el sello en su frente. Se había repetido una y otra vez que tendría que esforzarse, y que ella estaba bien con eso, incluso si eso significaba pasarla mal.
Pero había descubierto con el paso del tiempo que al lograr nuestras metas, no siempre nos sentimos satisfechos.
Paso poco tiempo, y Kurapika abrió los ojos con tranquilidad al sentir su presencia. Se había quedado dormido por un momento, la cara de Sakura tenía un gesto triste y cansado, sus ojos estaban perdidos en algún lugar de la cama a su regazo. Tenia un rostro resignado y ojos tristes, perdidos en otro lugar. Cuando por fin decidió hablarle le había dicho.
— hace juego con el color de tus ojos — ella miró inmediatamente sus ojos azules, regresando a la realidad, mientras Kurapika la seguía observando desde su lugar, con completa tranquilidad — el verde agua —.
Ella sonrió ligeramente de tal forma que la sonrisa no alcanzó a llegar a sus ojos, lo que terminó por convertirse en una expresión melancólica, y el término por darle las gracias observándola desde su lugar en la almohada.
Le había deseado buenas noches al rubio de forma discreta, mientras se dirigía a la cama restante de la habitación, que también resultaba ser, para su gusto, la más alejada a los demás .
Ella había dejado todo listo y se había metido en la cama. Pasaron alrededor de 15 minutos donde no dejaba de pensar. A pesar de tener tanto cansancio físico, su mente estaba distraída en la nada. Era como estar en un cuarto vacío y gris, solo acompañado de la melancolía que se mezclaba con la tranquilidad de estar sola consigo misma. Había más personas en la habitación, pero ella se sentía completamente sola. Se sentía en soledad, sin un lugar donde correr o esconderse de sus lamentos y recuerdos que la atormentaban.
Killua no podía conciliar el sueño, había esperado a que todos se durmieran para intentar hablar a solas con Sakura. Tenía la esperanza de que ella no se quedara dormida como los demás. Pero cuando se suponía que él debía ir a buscarla para hablar con ella le dio vergüenza, y después fue consciente de que su orgullo era demasiado grande como para ir a pedirle cualquier tipo de ayuda, pero la curiosidad logró ser más grande, y se sentó en la cama esperando que ella aún estuviera despierta.
Camino hasta el borde de cama de ella y la miro en silencio, viéndola despierta.
— ¿Podemos hablar? — él le pidió, en medio de la oscuridad.
—Sí, está bien — ella tomó asiento en la cama y lo observó detenidamente, sabía a qué iba todo eso. Killua le había pedido que lo siguiera al baño de la habitación.
Finalmente, como Sakura sospechaba, Killua hablaba de lo que ella le había comentado anteriormente que podía ver en su cabeza, haciéndole algunas preguntas. Parecía un tanto alarmado, pero también se notaba mucho su esfuerzo por verse relajado ante la situación. Ella no entendía por qué un niño de 12 años se sentía tan forzado a actuar como un adulto .
— ¿Puedes intentar quitarlo, por favor, o intentar verlo mejor para decirme qué es lo que podría ser? — el niño preguntó incómodo.
Y así fue como después de examinarlo por un momento, Sakura le dijo que parecía un diminuto objeto de metal, y de tamaño diminuto, que de alguna forma estaba incrustado en medio de la parte superior de su cerebro, que nunca antes había visto algo así. Parecía incluso una antena diminuta .
Después de un momento en silencio en el que killua parecía meditar la información que ella le había dado, no tardó en hablarle de su hermano mayor, al cual llamó Ilumi . Le dijo que seguramente se trataba de una de las agujas que utilizaba constantemente, le dijo que seguramente la estaba utilizando para rastrearlo y manipularlo. Y que esa última era la razón principal por la que estaba incrustada en su cerebro.
Finalizó diciendo que seguramente Ilumi se las había arreglado para seguirlo hasta ese lugar, porque era una persona tan manipuladora que no podía soportar que algo se saliera de su control, y el mismo siempre había estado a su cuidado desde muy temprana edad. Que así era desde que lo habían declarado sucesor de la cabeza de la familia Zoldyck.
Fue entonces que Sakura decidió ayudarlo, pero comenzó a tener dudas, porque presentía que el problema no sería quitarle la aguja a Killua, sino más bien, que este se presentaría de diversas formas después de hacerlo.
En el baño había una bañera completamente seca al fondo . Killua se había recostado dentro de ella, reposando su cabeza sobre la pared, tal y como ella se lo había pedido y la observaba con curiosidad, con ojos ligeramente nerviosos.
Esta era la mayor prueba de confianza que le había dado a alguien que no perteneciera a su familia, en su mente sabía que ella podría hacerle daño en cualquier momento, y más aún tomando en cuenta que ella ahora sabía que él había sido asignado como el siguiente sucesor de la cabeza de la familia Zoldyck. Su cabeza tenía un precio. Normalmente, él no confiaría en alguien más, no lo haría, lo habían criado para no confiar en nadie y tampoco para tener amigos. No estaba claro en su mente, pero de verdad quería hacerlo. Tenía una sensación de seguridad dentro de él, que le decía que ella no sería capaz de lastimarlo o hacerle algún daño. No sabía por qué, simplemente lo presentía, que podía confiar en ella.
Esa noche, Sakura extrajo la aguja de su cabeza, había utilizado su manejo en el elemento agua, con la ayuda de su ninjutsu médico. Fue un tanto parecido a como había retirado el veneno del cuerpo de Kankuro de la arena, en la tierra de Suna, años anteriormente.
Una vez retirando la aguja de su cuerpo y observándola entre sus dedos, pudo sentir y ver el aura de color morado, y desprendía un sentimiento que le causaba completo rechazo, era como si esa misma aguja entre sus dedos tuviera una intención y tarea hostil en el cerebro del niño.
Lo más impresionante para Sakura era que, según lo relatado anteriormente por el niño, esa misma aguja pertenecía a su hermano mayor.
Una vez que el niño lo tenía entre sus manos, se sintió conmocionada, y bastó con ver la cara asustada de Killua para pasar de la incredulidad y la sorpresa , y después, inmediatamente a la indignación.
Estaba enojada con la familia Zoldyck, por ser capaz de hacerle, o de permitir algo así.
Killua había tomado la aguja entre sus manos por 2 minutos, mientras la observaba detenidamente, sentado en la bañera. Cuando Sakura la había retirado, él había experimentado una sensación de alivio que nunca antes había sentido. Se había quitado un peso extra de encima que no pensó que cargaba con él. De un segundo a otro se sintió diferente. Era como si el miedo y las dudas se hubieran esfumado inmediatamente.
Sakura lo había arropado en su cama y le había deseado buenas noches, incluso había esperado a que se durmiera primero para ir en dirección a su cama nuevamente. El sueño y cansancio que había sentido anteriormente se había esfumado. Presentía que esa sería una larga noche.
Al inicio del examen del cazador, Sakura había notado como inmediatamente Killua había sentido curiosidad por Gon. Bastó conocerlo un poco más para que se diera cuenta de que muy posiblemente se había acercado a Gon porque quería ver, ¿cómo era la vida normal de un niño de su edad?
Quería compararse y buscar nuevas experiencias, escuchar a otro niño, hablar de su estilo de vida y de su familia. Porque tal vez de esa manera él encontraría una forma de entender que él es más que una simple herramienta al uso de su familia.
Sentía la necesidad constante de mostrar que era superior a todos los demás y en el camino minimizarlos, tenía un ego enorme, pero no podía culparlo porque entendía el contexto de su historia, y no dejaba de tratarse de solo un niño.
Cuando estaban jugando el juego de la pelota con el Presidente Netero, Sakura había visto como en la inutilidad que Killua había sentido al ver todos sus intentos fallidos por quitarle la pelota, había terminado por darle intencionalmente una fuerte patada en el hueso de la tibia y el peroné que a cualquier otra persona le habría roto la pierna. Lo había hecho solamente en respuesta a su frustración de verse superado por la habilidad del viejo. Su ego era sumamente frágil.
Aunque las personas piensan que tienen la capacidad de vivir bajo sus propios términos, Sin darse cuenta, su entorno es capaz de programarlos y transformarnos en las personas que serán en un futuro. Ella era muy consciente de eso.
Killua había salido de su casa buscando participar en el examen del cazador, en su idea de que eso le traería libertad y la posibilidad de elegir su camino. Pero lo que realmente parecía estar buscando en esa libertad era un propósito personal para vivir su vida y una motivación más allá de lo que le imponían en casa. Parecía no saber lo que quería y buscaba luz para iluminar la oscuridad que se escondía dentro de él. Parecía buscar una identidad propia, tal y como se encontraba ella en ese momento de su vida . La diferencia era que el contexto de su historia era completamente diferente y Killua era solamente un niño de 12 años.
Sakura tenía la premonición de que una genuina amistad y lazos que lo unirían con otras personas, terminarían por liberarlo de la oscuridad en la que vivía actualmente. Y no pudo evitar sentir la necesidad de acompañarlo y cuidarlo en el proceso.
