En palabras de Illumi, había crecido en una familia conservadora. Para él, la manipulación entre familiares era lo más normal y los roles dentro de la familia eran determinados desde el nacimiento. Como hermano mayor, el deber de illumi era proteger a sus hermanos y guiarlos. Cuando Killua nació, fue declarado como el siguiente jefe de la familia, y después de eso, illumi fue responsable de educarlo en el arte del asesinato junto con su abuelo Zeno.
Él había sido una figura paterna, porque su padre Silva no era del tipo que compartía tiempo o palabras con sus hijos, a pesar de que vivía con ellos.
Hace cuatro años, había colocado una aguja de rastreo y control en la cabeza de killua que conectaba con la parte prefrontal del cerebro, que influía en sus respuestas emocionales.
Illumi rara vez cambiaba la expresión en su rostro o el tono de voz al hablar. Podría parecer alguien excesivamente tranquilo, y hasta distraído por su forma de actuar, pero nada podría estar más alejado de la realidad. Illumi Zoldyck es extremadamente duro y despiadado, su forma de pensar es fría y no le importan los intereses de nadie más que los de él y su familia.
No solo se limita a tener un trabajo poco ético, él es capaz de cometer actos malvados únicamente por su satisfacción personal. Es un maestro de la manipulación, a través del nen y a nivel personal.
Un rasgo importante de su personalidad es que así como algunas personas encuentran su pasión en la vida y se dedican a ella con entusiasmo, en el caso de Illumi Zoldyck busca el control y esa obsesión, puede ser más fuerte que su profesión de asesino.
Tiene un interés sincero en el bienestar de su familia, y muestra un amor obsesivo. Y es incapaz de contenerse ante comportamientos extremos y violentos. Está completamente convencido de que su forma de actuar refleja su amor y rechaza la idea de que en realidad es una obsesión.
Si a illumi le preguntaran, ¿quién es la persona más importante en el mundo para Killua? Él contestaría que era el mismo. Vive en un mundo alejado de la realidad colectiva. Pero esa exageración de la realidad es lo que lo llevó a ser manipulador con Killua.
Illumi se encontraba en una misión fuera de la mansión cuando había recibido una llamada de su madre que se encontraba en un estado de histeria. Kikyo le había llamado para informarle que su hermano menor, Killua había abandonado la mansión, después de enfrentarse a dos de sus hermanos y a ella. Le pidió que lo llevara de vuelta a casa.
Él se había despertado en medio de la madrugada cuando sintió que la aguja de Killua había sido removida de su cabeza. La primera respuesta había sido entrar en pánico, porque pensó que alguien podría haberlo asesinado, pero medio minuto después había llegado a la conclusión de que alguien más le había retirado la aguja. Tenía entendido que la pelirrosa que lo acompañaba era doctora. Él había observado sus habilidades a distancia, mientras vigilaba a su hermano, porque no se había separado de ella desde que habían iniciado la prueba.
Illumi no pudo conciliar en sueño en toda la noche.
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Esa noche para Sakura fue como una de tantas, soñando sus recuerdos.
"" Retazos de un sueño que parecen recuerdos lejanos, recuerdos lejanos que parecen retazos de un sueño. Me gustaría unirlos todos junto a ti … Sakura""
— Llorabas mientras dormías, ¿Sakura estás bien? —Los ojos de Gon la miraban con preocupación desde la esquina más alejada de la cama, curioso y preocupado.
No era el único, porque los demás en la habitación también estaban curiosos, pero por lo menos eran más discretos, aunque podía sentir las miradas indiscretas de los demás chicos en la habitación.
—Yo estoy bien — ella solo intentó ignorar el tema.
Las bocinas de la aeronave sonaron, era la voz de un hombre: — A todos los pasajeros, esperamos que hayan disfrutado el desayuno en el comedor, ahora estamos listos para aterrizar. Comenzaremos el descenso, reúnanse en la sala principal. —
— ¡Nos quedamos dormidos!, ¡Hay!, ¡entonces no desayunaremos! — Leorio se quejaba en voz alta, mientras corría de un lado a otro tomando sus zapatos. Seguido por Gon que seguía sus pasos.
— Nos quedamos dormidos— kurapika hablo después de él, este parecía mucho más calmado, estaba terminando de colocarse sus zapatos.
— Tal vez si pasamos corriendo en las cocinas podemos tomar algo — Gon interrumpió.
Sakura ya se había levantado y estaba buscando entre sus pertenencias, de las mismas sacó algunos pequeños pergaminos enrollados, después hizo dos sellos con sus manos y de los pergaminos esparcidos que tenían dibujados sellos extraños aparecieron bolas de galletas pequeñas, tenían un aspecto poco agradable.
—Pero, ¿qué fue eso? — esa vez killua habló acercándose a ella, mientras los demás también miraban curiosos.
— Son píldoras alimenticias, si las comen, los mantendrán satisfechos por horas, y también tienen todo el aporte energético que el cuerpo necesita para tener energía en el día — finalizó y extendió dos galletas redondas a cada uno. Cuando ellos las tomaron y las observaron con diferentes caras, y finalmente solamente Gon la había comido, porque los demás chicos habían decidido guardarlas entre sus pertenencias para comerlas más tarde.
5 minutos después, los cinco chicos corrían entre los pasillos para llegar al salón principal, donde todos ya deberían estar reunidos. Como ya era costumbre, Kurapika y Leorio discutían animadamente. En esta ocasión, el rubio le decía a leorio que debía ver por dónde pisaba mientras corría, porque aparentemente le había pisado un pie. Y como ya era costumbre, de cualquier cosa mínima se armaba una discusión más grande.
Cuando pasaron por los principales pasillos que conectaban con las cocinas y las máquinas expendedoras, Gon les había dicho que los alcanzaría después en el salón, porque iría por agua para todos. Kurapika se había ofrecido a acompañarlo pero Gon le contestó que iría y regresaría más rápido el solo.
Se apresuraron a bajar a la sala principal de la aeronave, donde ya todos los demás estaban esperando. La nave estaba aterrizando, pero apenas un momento después de que los cinco chicos habían llegado al salón principal, se pudo sentir un ambiente tenso y hostil en la sala de estar.
Sakura inmediatamente buscó entre todas las personas, a el dueño o la dueña del aura agresiva, que se sentía alrededor, y en ese momento se dio cuenta de que Killua a su costado estaba aterrado, con la cara pálida, y parecía que estaba sudando frío. Pero no fueron los únicos en la sala que podían sentirlo.
Y encontró al dueño de esa aura.
Entre el montón de personas que había en el salón, el número 301 avanzaba a paso calmado entre la multitud de personas para encontrarse con los recién llegados. Se trataba de Illumi disfrazado de uno de sus tantos personajes ficticios de los que le gustaba disfrazarse para cumplir sus trabajos en incógnito, Gittarackur.
Se acercó lo suficiente para estar a aproximadamente 10 metros de distancia de Killua y su compañía. Irradiaba su sed de sangre alrededor y se regocijó internamente cuando pudo apreciar la expresión de completo pánico en la cara de Killua.
Era alto, aproximadamente de 1,85 de altura, y tenía agujas enormes adornando la parte superior de su cuerpo y vestía ropa en diferentes tonos de color verde.
— killua, supongo que para este momento ya lo sabes — el número 301 había tomado una de las agujas incrustadas en su cabeza para retirarla de su piel. Y una por una, fue retirándolas sin perder tiempo, utilizando sus dos manos.
Cuando termino de retirar las nueve agujas doradas que adornaban su cabeza, su cara comenzó a cambiar de forma. Era una escena desagradable de apreciar. Todos los participantes habían aprovechado para hacerse a un lado, alejándose lo más posible de las cinco personas al centro del salón. Completamente atentos a la situación.
El cabello, que anteriormente había sido púrpura, había cambiado de color a un negro brillante y comenzó a caer en una cascada larga por su espalda. La piel oscura y bronceada, cambió por una blanca porcelana; todas las facciones de su rostro, incluyendo la forma completa de sus ojos, habían cambiado por una diferente. Era un rostro fino y delicado, parecía una mujer con el cuerpo de un hombre. Su voz reflejaba una tranquilidad engañosa, y tenía un timbre delicado. Parecía que cantaba sus palabras.
Era sumamente inquietante ver sentirse observado por sus ojos completamente negros. El iris de los ojos se perdía completamente con el negro de la pupila. Tenía ese aspecto de no haber dormido en días.
El aura púrpura era hostil, y bailaba a su alrededor como si se tratara de llama de fuego. Era la misma que Sakura había encontrado la noche anterior en la aguja que estaba clavada en el cerebro del niño de cabello blanco que estaba aterrado a su lado. Ese tipo tenía que ser su hermano.
Killua parecía no podía formar palabra alguna por la impresión que le había dado el verlo cambiar de forma frente a él, sentía la sed de sangre que ya conocía perforando en forma de ansiedad su pecho y estómago, sus manos comenzaban a sudar. Su cuerpo se sentía pesado, completamente paralizado, y únicamente podía devolverle la mirada a los pozos negros reflejados en los ojos de su hermano.
— escuché que habías apuñalado a mamá y a Miluki al escapar —
— algo así — el niño le contestó sin parpadear
— mamá se puso a llorar — El sonido de la voz de Illumi se suavizó un tono más.
Leorio y Kurapika estaban a cinco metros de Killua y Sakura. Leorio parecía indignado por las palabras de Illumi y miraba con recelo a Killua.
—Apuesto a que sí, si la trato de esa manera su propio hijo. Después de todo — Leorio alzó la voz en dirección a Killua —, ¡eres un mocoso abusivo! — pero Killua no le prestó atención.
— Ella estaba muy emocionada, dijo. Estoy orgullosa de que mi hijo siga nuestras enseñanzas — Illumi observaba detenidamente a su hermano —, pero todavía tenía miedo de permitir que su hijo se desenvolviera solo, en el mundo exterior. Así que me pidió que lo cuidara sin que se diera cuenta. Pero qué coincidencia, nunca pensé que quisieras convertirte en cazador. Aunque hablando claramente, necesitaba una licencia para ejercer mi profesión. —
Leorio le habló a kurapika en una voz susurrante: —El disfraz que usó para vigilar a su hermano es horrible, ¡vaya!, ¡qué esfuerzo hizo! — El rubio a su lado no dejó de prestar atención a la conversación.
— Si consigo la licencia de cazador, gozaré de muchas ventajas, así que fue solo una casualidad encontrarte en este lugar. Lamento no habértelo dicho. —Por fin había pestañeado lentamente y desviado la mirada por un momento, parecía analizar sus palabras. —Y ¿qué hay contigo, Killua?—
— No tenía ningún deseo de convertirme en un cazador profesional, además no había buenas razones para ello. — El niño también desvió la mirada al suelo, evitando el contacto visual.
— sí, ya veo. Me alegra escucharlo. Así puedo darte un consejo abiertamente. —
Killua le devolvió la mirada detenidamente en respuesta.
— Killua — se detuvo un momento para observarlo detenidamente — no estás hecho para convertirte en cazador. Tu vocación es ser un asesino profesional. Eres un muñeco de la oscuridad sin ningún sentido de la pasión. Tú no deseas nada y no tienes absolutamente deseo alguno. El único momento en el que te sientes feliz es cuando te encuentras frente a la muerte de alguien. —
— ¡No! — la voz de Killua había salido rasguñada de forma golpeada.
— así es, porque fue la manera en la que fuiste criado por mí y por nuestro abuelo. Estás consciente de ese hecho más que cualquier otra persona, así que dime una cosa siendo de esa manera, ¿por qué quieres convertirte en cazador? — Illumi hablaba con calma, pero en sus palabras se sentía la cizaña.
Killua volvió a mirar al suelo, esa vez buscando los pies de Sakura a su lado izquierdo — en realidad no tengo ningún deseo de convertirme en un cazador —
Illumi hizo un gesto de aprobación, esperando a que él continuara de hablar.
—Pero, ¡si tengo un deseo ahora! — la voz del niño sonaba envalentonada y le devolvía la mirada con fuerza.
— no lo tienes — lo interrumpió rápidamente Illumi.
— ¡Si lo tengo!, ¡en este momento deseo algo! — el niño cada vez alzaba más la voz.
illumi hizo un ademán con la palma de su mano — Y dime, ¿de qué se trata? — hizo una ligera pausa en la que el niño se vio pensativo — honestamente te digo que tengo la impresión de que no tienes deseo alguno, ¿no es verdad? —
—Lo tengo — le contestó más tranquilo, pero se podía notar que le costaba expresar sus palabras —. Yo quiero conocer el mundo fuera de casa, ¡quiero encontrar mi verdadera identidad! Ya estoy cansado de asesinar a la gente. Quiero vivir una vida normal, como cualquier chico de mi edad, y quiero divertirme como lo hacen los demás. —
— Eso es imposible. Simplemente no puedes. Tú solamente puedes juzgar a la gente basándote en la premisa de, si los matas o no. Porque esa fue la forma en la que te educamos. No tienes ningún deseo en experimentar más de lo que tu vida tiene para ofrecer. Si te quedas a un lado de las personas en las que tienes algún tipo de interés, terminarás matándolos. Porque naciste para ser asesino. — Terminó de hablar analizando detenidamente sus gestos faciales.
Sakura para ese momento, estaba apretando la mandíbula para no hablar. Vio cómo las manos de Killua que habían estado apretadas en puños, se suavizaban lentamente hasta soltar sus manos y sus ojos estaban fijos en el suelo.
Gon venía caminando con pasos calmados, con cinco botellas grandes de agua en los brazos, cuando encontró a sus cuatro amigos, con un desconocido discutiendo.
La voz de leorio se escuchó una vez más en el salón. — Killua, no me importa que sea de tu familia, déjame decirte algo, es una mala persona. ¡No le hagas caso!
El salón se quedó en completo silencio después. Illumi miraba en dirección a Kurapika y al moreno a su costado. Gon se había acercado a ellos dos, abrazando cinco botellas de agua entre los brazos.
—Si interfieren, entonces ¡los mataré! —A pesar de sus palabras, su voz no dejaba de sonar calmada, pero había una especie de burla en ella.
— ¿Cómo es que puedes decir? ¡Soy tu hermano!, o ¡yo te he criado!, si es que eres capaz de intentar pisotear las ilusiones de su corazón de esa manera. Quieres tenerlo a tu lado para decirle qué debe y qué no debe hacer con su vida. Él no tiene por qué escucharte. — Leorio le estaba gritando a todo pulmón a Illumi completamente indignado, sin ni una pizca de miedo en su voz. -- no hay forma de que lo que sientes por Killua sea amor--
Tomó tres de las aparatosas agujas entre sus dedos, empuñando la mano, listo para lanzarlas. Pero antes de que pudiera hacer el siguiente movimiento, salió disparado en dirección contraria después de escuchar un estruendo golpeando sus oídos. Y su cuerpo había golpeado tremendamente la pared más alejada. Le costó trabajo respirar, y vio el humo de los escombros que había dejado la pared al derrumbarse delante de él. El golpe había sido tan fuerte, que presentaba algún tipo de insensibilidad en la cabeza, y la sensación de pérdida de ubicación y mareo. No podía mover su cuerpo una vez que estaba en el piso, solo alcanzó a mover una de sus manos en dirección a su cara volteada hacia atrás. Al sentir ligeramente la parte baja de su cara donde había sido golpeado, se dio cuenta de que la mandíbula debía de tener múltiples fracturas. Los escombros y el polvo le hacían casi imposible respirar. La confusión en su mente no dejaba que recordara el momento anterior borrosamente, no sabía qué o quién lo había golpeado. Nunca en toda su vida había recibido un golpe de ese poder. Incluso sus órganos internos se sentían golpeados. Enfocó ligeramente, con los ojos entrecerrados el azul del cielo, mientras su cuerpo reposaba en la roca y se pregunto, ¿En qué momento habían aterrizado la nave?
Sakura observó a la distancia las dos paredes destrozadas de la aeronave y a través de los escombros y el polvo levantado vislumbró la luz del sol de la mañana.
Fue consciente de sus acciones, tres segundos después de haber golpeado a Illumi. Lo había hecho sin pensar, temió no haber controlado su fuerza. No tenía intención de matarlo, ¡era hermano de Killua! Ensanchó los ojos buscando al niño a su costado, y su pecho se apretó cuando lo vio correr en dirección a los escombros de la nave.
El cuerpo de illumi había destrozado dos paredes hasta salir disparado de la aeronave. Si esta no hubiera aterrizado anteriormente, su cuerpo habría salido despedido por el cielo.
Cuando Killua lo había encontrado fuera de la nave, se había calmado cuando lo vio devolverle la mirada con tranquilidad desde el suelo.
Y es que a pesar de ser una relación de hermanos sumamente tóxica, Killua genuinamente se preocupaba por su hermano.
Illumi encontró con resignación la preocupación en los ojos de su hermano menor. Y sonrió internamente, porque mientras Killua lo amara, él tendría control sobre él.
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Cuando todos salieron de la aeronave, los examinadores habían declarado a Illumi Zoldyck incapaz para seguir adelante en la competencia, tenía heridas internas, importantes.
El presidente había dado indicaciones para llevar a Illumi al servicio médico de la asociación, y lo llevarían con ellos al momento de partir.
Dieron indicaciones de cómo se llevaría a cabo la tercera parte del examen. Las cuales consistían en bajar la torre de los engaños por dentro de la misma. Pedían que pasaran las pruebas que se encontraban dentro de ella, con un límite de tiempo de 72 horas.
Parecía haber olvidado decirles cómo ingresar a la torre. Cuando el último examinador se subió a la aeronave sin despedirse de los participantes, la mayoría parecían confundidos.
Inicio de la tercera prueba, con un número de 40 participantes.
Uno de los participantes había optado por intentar bajar escalando la torre desde afuera, para evitar las pruebas y lograr bajar en tiempo récord. No había reglas, la única regla era bajar antes de las 72 horas que habían marcado.
Pero cuando el participante estaba escalando cuesta abajo, mientras muchos lo veían desde arriba, unas aves gigantescas, con medio cuerpo humanoide y garras monstruosas lo habían tomado por la espalda, para llevarlo con ellas sobre el aire, y en el proceso desgarrar su carne.
El número 384 se arrodilló en el piso, y con una de sus manos empujó el mosaico del suelo. Tal parecía que los mosaicos estaban flojos, entonces alineó sus pasos para que quedaran en medio del mosaico y esperó poco tiempo para que el mosaico se moviera y llegara a la parte baja de La Torre.
Sakura había visto por el rabillo del ojo lo que había pasado y se apresuró a decirle a sus compañeros. Ellos aún se encontraban viendo con asombro y terror, como las bestias se habían llevado al hombre que había intentado bajar escalando los muros de la torre desde la parte de afuera.
Cuando Sakura les explicó lo que había visto, y sus suposiciones, Leorio dijo que parecía lo más lógico, y buscaron acercarse al centro del lugar, para ser absorbidos por los mosaicos del suelo, tal y como ella lo había relatado. Pasaron apenas 20 segundos en los que no movieron sus pies.
Sakura se encontraba a un lado de Killua y de Kurapika, cuando estaban buscando la apertura de la puerta. Y no tardaron en dejarse caer cuando el mosaico debajo de sus pies se movió para dejarlos ingresar. Adentro de la habitación en la que Sakura había caído, se escuchó el eco del golpe de sus pies golpear el suelo de roca, seguido de un ruido más pesado y sordo a su lado. Ella volteó y se encontró con kurapika.
— Ese golpe que le diste al Zoldyck fue bastante bueno, ¡ que agradable sorpresa es tenerlos aquí! — los dos voltearon y se trataba de Hisoka. Estaba recargado en la pared con los brazos cruzados, jugando con una de sus cartas de póker sobre sus dedos.
