Por fin me ha dado la inspiración para hacer un nuevo capítulo de esta historia. ¿Sería adecuado decir que tengo los dedos en carne viva?...En fin, ojalá que lo disfrutéis mucho.


Hacía dos días que las Mane Six, así como Mind y sus hijos habían regresado a Ponyville de haber conocido el palacio de Canterlot, así como que la princesa Luna y Mind se hubiesen revelado como pareja ante sus más acérrimos conocidos. La nobleza de Canterlot no tardó un solo día en presentar su opinión, la mayoría de las cuales, por supuesto, fueron negativas. Todos opinaron que alguien del calibre de la princesa Luna habría de estar con alguien de la nobleza, y en todo caso, con un semental. Pero según se interpuso la princesa My Amore Cadenza en la conversación, todos se vieron obligados a callarse. Ella, a todos los efectos, era la princesa del amor de Equestria. Si ella decía que la princesa Luna tenía todo el derecho de estar en una relación con quien ella lo desease, ninguno de los miembros de la nobleza de Canterlot, ni de ninguna parte de Equestria, por mucho que protestasen, podía argumentar absolutamente nada.

Un nuevo y agradable día comenzó en Ponyville. Mind se había despertado temprano esa mañana, pues tenía muchas cosas que hacer ese día.

Se dirigió al cuarto de sus hijos a dejar una nota en el interior de la puerta, diciéndoles en ella que saldría temprano y que no vendría a comer, que no tendrían la necesidad de esperarla. Se disponía a dejarla pegada con cinta adhesiva, cuando se sobresaltó al no ver a Chaos en su cama.

Mind: ¡¿Pero qué…?!-apenas susurró la unicornio lila, con el límite de su esfuerzo, con tal de no despertar a Sweet, que aún dormía.

Chaos: ¿Mamá?-preguntó Chaos desde la espalda de su madre, de nuevo sobresaltándola y haciendo que se girase de un salto.

Mind: ¿Se puede saber qué haces tú despierto a estas horas? Ni siquiera tenéis hoy clase con Twilight, ni con vuestro tutor.

Chaos: Voy al mercado de Ponyville con unos amigos que conocí hará una semana.-declaró sonriente el potro de ojos violetas, a lo que Mind puso un semblante extrañado.

Mind: No sabía que ya tuvieses amigos en el pueblo.

Chaos: ¿Qué le vamos a hacer? Siempre fui más social que Sweet. El es más de quedarse en casa leyendo y jugando con peluches.

Mind rodó los ojos ante la declaración de su hijo, y tras decirle que dejase vivir la infancia a su hermano a su manera, le dio a cada uno un beso en la frente y salió de la casa.

Chaos mientras siguió peinándose su larga crin, pues deseaba estar presentable para sus amigos. Todos eran un par de años mayores que él. El primero era Survey Speck, un potro terrestre de 10 años, de piel gris, crin y cola rojas con mechas azules, pecas blancas en las mejillas y ojos azules. Luego estaba Rose Crown, una potra unicornio blanquiverde de crin, cola y ojos rojos, también de 10 años. El último era el hermano menor de Rose Crown, Cookie Mass. Un potro unicornio de 9 años, de color amarronado claro con crin, cola y ojos marrones más oscuros. Sólo Survey Speck tenía su Cutie Mark, consistente en un microscopio. Habían conocido a Chaos en un día cualquiera en la biblioteca de Ponyville, se habían sorprendido al ver que un potro tan joven tenía su Cutie Mark, y al haber congeniado tan bien, se habían seguido viendo a partir de ahí.

Chaos salió de su casa, tras dejarle a su hermano una nota junto a la de su madre, y se dirigió al mercado de Ponyville, donde se encontró con sus amigos, ya esperándolo. Tras saludarse, se dirigieron, entre risas y chistes, a una tienda de juguetes que Chaos había querido visitar desde su llegada al pueblo.

Chaos: ¡Vaya! ¡Pues si que es chula esta tienda!

Cookie: ¿Verdad que sí? ¡Tienen de todo!

Rose: Uy, y eso no es lo mejor. Tenemos un descuento "especial" en esta tienda.

Chaos: ¿Hmm? ¿Vuestras madres trabajan aquí o algo así?

Survey: Jejejeje, algo así. Para empezar, vamos a elegir algo que nos guste.

Cookie: Sep. Hoy esta todo MUY rebajado.-dijo el potro amarronado con una sonrisa astuta.

Chaos: Que raro. Yo no he visto ningún cartel de rebaja.-dijo Chaos extrañado.

Survey: Bueno, digamos que es una "rebaja privada". Nosotros lo llamamos "El descuento del casco".

Ante eso, Chaos miró atónito cómo uno de los potros cogía unas gafas de sol y se las metía sin más en las alforjas.

Chaos: ¡¿Se puede saber qué haces?!

Rose: ¿Tu qué crees que hacemos?-preguntó la potra unicornio con toda tranquilidad.

Chaos: Sabes que os van a acabar pillando, ¿Verdad?

Cookie: Por supuesto, aquí la seguridad es tremenda.-dijo Cookie con un marcado sarcasmo, moviendo la cabeza al encargado de seguridad, dispuesto en la puerta de la juguetería, el cual tenía unas gafas que se veía de lejos que tenían mucha graduación.

Rose: Ese semental no vería una mesa delante suya.-criticó Rose, consiguiendo un gesto lastimero por parte de Chaos.

Chaos: Supongo que, por lo menos, necesitareis mucho estas cosas, ¿No?-pregunto el potro blanco, consiguiendo que los otros tres soltaran unas ligeras risas.

Survey: ¡Venga ya, Chaos! Si lo necesitásemos, seríamos unos pringados. Robamos porque nos divierte, y porque eso nos mola.

Cookie: ¡Si! ¡Ni que fuese tan malo!

Rose: Adelante, Chaos. ¡A ver lo que los potrillos tan jóvenes pueden hacer!-dio un codazo amistoso la potra blanquiverde a Chaos, lo cual le hizo empezar a sudar frio. Él no era de hacer cosas cómo estas. Siempre pagaba por lo que cogía. O él o su madre. No era de robar. Pero tampoco quería que su nuevo grupo de amigos pensasen que era un cobarde o algo por el estilo.

Lentamente, se acercó a un llavero con forma de elefante de goma y lo metió distraídamente en sus alforjas.

Survey: ¡Genial! Ahora, vayámonos sin que nadie nos vea. Así de sencillo.-dijo sonriente el potro terrestre.

Mientras los tres potros salían de la tienda con amplias sonrisas en sus caras, Chaos dejó a toda prisa el llavero donde lo había encontrado, para después seguir a sus amigos, como si nada hubiese pasado. Lo curioso fue que el mundo parecía moverse mucho más lento que el propio Chaos mientras lo hacía.

(Unas horas después)

Chaos acababa de volver a casa, justo a la hora de comer. Se encontró a su hermano mirando por la ventana de la cocina y cantando, pensando que todavía estaba sólo.

Sweet: (Cantando) Dormiré mientras mis alas flotan, porque llegaré al destino donde un día yo mi corazón curaré…Y los pedazos de mi alma rota alguien recogerá…cómo una pluma, el viento me acunará…

Chaos: Cantas bastante bien.-dijo el potro de ojos violetas, consiguiendo que su hermano se girase hacia él, con la cara más roja que un tomate.

Sweet: P-Pensaba que est-taba sólo…

Chaos: Tranquilo hermanito, sé que no quieres que nadie te escuche cantar, porque te da mucha vergüenza. Lo mínimo que puedo hacer cómo tu hermano es respetar eso.

Sweet sonrió ante las palabras de su hermano, para después, con más ánimo, preguntarle que tal había ido la salida con sus nuevos amigos del pueblo. Chaos se puso nervioso al instante, cosa que Sweet pudo notar.

Sweet: ¿Te encuentras bien?

Chaos: Eh…Si, sí. Me encuentro bien.-trató Chaos de disimular (cosa que no funcionó demasiado bien).

Sweet: Chaos, eres muy malo mintiendo. ¿Qué ha pasado?

Ante la mirada inquisitiva que su gemelo sabía poner en ese tipo de momentos, Chaos no tuvo más remedio que confesarle a su hermano lo que había pasado en la tienda de juguetes, así como lo del "Descuento del casco", cómo sus amigos lo llamaban. Tras su relato, miró por unos segundos la cara atónita de su hermano.

Chaos: Eh, ¿Sweet?

Sweet: ¡No me puedo creer que te hayas juntado con ponis así! ¡¿Sabes lo decepcionada que estará mamá en cuento se entere?!

Chaos: No va a ser necesario que se entere. Primero, porque voy a ser yo mismo quien se lo cuente. Y segundo, porque yo no robé nada de la tienda.

Sweet: ¿Pero no acabas de decir que te presionaron para que metieses un llavero o algo así en tus alforjas?

Chaos: Lo dejé en su sitio original cuando no miraban.-explicó Chaos a su hermano, para luego poner el semblante mucho más serio-Tuve que usar la "Magia del Abuelo" para ello.

Sweet puso una cara visiblemente sorprendida ante la confesión de Chaos, pero luego su semblante se volvió tan serio cómo el de su hermano.

Sweet: Y hablando de eso, ¿Ya has pensado alguna forma de confesarles a las Guardianas de la Armonía, o a las Princesas, quien es nuestro abuelo?

Chaos: En todo caso, eso lo tendríamos que pensar los tres. Mamá, tu y yo, juntos. Además, decírselo también requeriría decirles sobre nuestra "condición particular".

Sweet: ¡Eso si que no! ¡Nadie nos dejaría en paz si lo supiesen! ¡Pueden saber lo del abuelo sin saber de eso!

Chaos: Sweet, tarde o temprano se enterarán. Recuerda que la princesa Luna puede entrar en nuestros sueños, en nuestra mente. Ahí podría ver nuestra verdadera forma. El hechizo de camuflaje no servirá de nada.

Los ojos de Sweet se llenaron de lágrimas. Ambos hermanos se abrazaron. Era duro, pero sabían lo que tenían que hacer.

(Media hora después; Castillo de Twilight Sparkle)

Twilight estaba preparando todo para su primera clase de magia con Sweet y Chaos. Tenía libros repartidos por toda la biblioteca de su castillo, pergaminos por toda la mesa y una pizarra adecuada para la ocasión.

Twilight: Hmm…¿Me habré olvidado de algo?-se preguntaba a si misma la princesa alicornio, pero tuvo que interrumpir esos pensamientos cuando escuchó entrar a Spike por la puerta.

Spike: ¡Twilight! ¡Tenemos visita!-avisó el pequeño dragón con gesto jocoso, para dejar pasar detrás de él a los gemelos. Twilight sonrió al instante, para después dirigirse a ellos.

Twilight: Chicos, ¿Qué ocurre? No tenemos nuestra primera clase hasta mañana.-preguntó amablemente la princesa.

Ambos potros se miraron y asintieron entre sí. Por muy duro que fuese el momento, era algo que tenían que afrontar.

Chaos: Twilight, tenemos que hablar.

Twilight: ¿Hmm? ¿Ha ocurrido algo?

Sweet: Hablar…a solas.-dijo Sweet, mirando de reojo a Spike, el cual puso un gesto fastidiado, para después salir de la sala. Cuando hubo cerrado la puerta, ambos gemelos volvieron a mirar a la princesa.

Sweet: Si te contásemos algo…algo realmente importante…¿Podrías prometer no contárselo a nadie por ahora?

Twilight: ¿Tan importante es?-preguntó Twilight, a lo que ambos potros dieron un leve asentimiento-Bueno…claro, lo prometo.

Ambos potros, ante la promesa de su maestra, se pusieron uno enfrente del otro. Sweet aún le daba una mirada insegura a su hermano, pero este le dio una pequeña sonrisa y le puso una pata en el hombro, como un pequeño gesto de apoyo. Ambos, a partir de ahí, concentraron magia en sus cuernos y juntaron sus puntas. Cualquier unicornio podría sentir el poder que estaban juntando y sincronizando esos potros. Una intensa luz rodeo los cuerpos de ambos, una que cegaba los ojos de Twilight.

Cuando esa luz se desvaneció, la princesa pudo ver a ambos potros con un aspecto completamente nuevo. Ambos tenían un par de alas en el lomo, la crin y cola con un aspecto etéreo y unos ojos mucho más brillantes. Incluso podría decir que habían crecido unos pocos centímetros. Ambos potros eran alicornios.

(5 minutos después)

Sweet y Chaos alternaban la mirada entre el otro y Twilight. Su maestra, desde que se habían transformado, no se había movido del sitio. Parecía una estatua boquiabierta.

Sweet: Sabía que era una mala idea.

Chaos: Ñeh, puede que tuvieses razón.

Sweet: Oye, ahora que me acuerdo, ¿Qué dijo mamá cuando le contaste lo de tus amigos y lo de su "afición"?

Chaos: ¿Eso? Ah, dijo que estaba orgullosa de mí, tanto por no haber cedido a eso de robar, cómo por haber podido contárselo. Y también me dijo que fuese contigo a esto del castillo, que ya se encargaría ella de mis "amigos"…Aunque, ¿Cómo podemos encargarnos nosotros de esto?-preguntó el potro de ojos violetas, mirando a la aún paralizada princesa de la amistad.

Sweet: Buena pregunta. Bah, simplemente podríamos esperar a que…

Twilight: ¡SPIIIIIIIIIIIIIIIIIIIKE!

Sweet: Si, a eso.

(Mientras, con los "amigos" de Chaos, en SugarCube Corner)

Cookie: ¿Por qué creéis que Chaos no habrá podido venir hoy?

Survey: Era su primera vez, el pobre habrá tenido miedo.-dijo Survey con una risa tan despectiva como burlona.

Rose: No me extraña, hay que tener muchas agallas para estas cosas.

Applejack: Disculpad.

Los tres potros volvieron la cabeza, y al instante palidecieron.

Delante de ellos estaban varios guardias del castillo de la princesa Twilight, la Guardiana del Elemento de la Honestidad y algunos ponis policías de la comisaría de Ponyville.

Applejack: Vosotros no seréis los potros que han estado robando por algunas tiendas de Ponyville, y que han incitado a un potro aún más joven que vosotros a cometer delito de hurto, ¿Verdad?

Applejack ponía una sonrisa amable dirigida hacia los potrillos, pero cualquiera con dos cascos de frente distinguiría que era sonrisa era falsa. Ponía una mirada de hierro dirigida hacia los potros.

Cualquier pony que tuviese un mínimo de inteligencia sabía que no se le podía mentir a la Guardiana de la Honestidad. Ella podía detectar las mentiras en cualquier pony. Los tres potros estaban sudando frío.

Cookie: ¡Ellos me convencieron de hacerlo!

Survey: ¡¿Cómo?!

Cookie: ¡Ellos tuvieron la idea y me convencieron de probar por primera vez!

Rose: ¡Serás traidor!

Applejack: Agentes, ya saben qué hacer.

Entre gritos y peleas entre los potros, los guardias los sacaron del local. Una yegua unicornio se acercó a Applejack.

Mind: Te agradezco tu ayuda, AJ.

Applejack: Nah, con que vengas a Sweet Apple Acress a probar unas recetas nuevas, ya es más que suficiente.

Ambas yeguas intercambiaron unas risas, para después ponerse a trotar hacia la granja de manzanas.

FIN CAP 5


Bueno, no habrá sido la mejor de mis obras, pero algo habrá que hacer en esta vida XDD. Espero que os haya gustado. ¡Os veré en el siguiente!