Estábamos en el centro de Los Ángeles, California, dentro del distrito comercial de la ciudad. Como siempre, las personas y familias disfrutaban de una agradable tarde caminando por las bulliciosas calles. Algunos se divertían o compraban en las tiendas cercanas, mientras que otros simplemente se sentaban a comer en las mesas de los locales de comida rápida.
Entre los comensales, había un niño de unos 10 años con cabello naranja claro y corto, salvo por un mechón que sobresalía debajo de su gorro verde. Frente a él, una niña de unos 8 años, con la misma piel clara y cabello anaranjado, aunque un poco más rojizo. Su cabello estaba recogido en una pequeña cola de caballo con un moño amarillo detrás de la cabeza.
La niña estaba tomando un sorbo de su refresco con espuma de vainilla, una combinación peculiar pero que no parecía molestarle en absoluto. Seguía bebiendo mientras veía videos de peleas de robots en su teléfono. Mientras tanto, el niño le daba un bocado a su hamburguesa con queso, mirando a su alrededor con tranquilidad, aunque con una leve expresión de aburrimiento.
- ¿No sientes que este sábado está un poco aburrido? - Preguntó el niño a la niña frente a él. Ella no apartaba la vista de la pantalla de su celular, que tenía una funda verde brillante.
- La verdad, no. ¿Y tú? - Respondió la niña sin dejar de ver el video de robots golpeándose.
- Creo que solo estoy aburrido. Nada interesante sucede en esta ciu...
Pero justo en ese momento, sus palabras fueron interrumpidas por una fuerte ráfaga de aire que pasó detrás de ellos. El niño quedó sorprendido, y su expresión cambió a una de asombro al ver una estela de color cian volando rápidamente sobre sus cabezas, llamando la atención de todos los presentes.
- Wow - Dijo la niña, para luego seguir viendo su video como si nada. El niño la miró con extrañeza; parecía que era la única a la que no le importaba el suceso fenomenal que acababa de ocurrir.
- Acaba de pasar una... cosa volando sobre nuestras cabezas, y solo dices "wow" - Continuó el niño, confundido por la actitud de la niña.
- Neh - Respondió ella, sin levantar la vista.
El niño solo se dio una bofetada en la cara al escuchar su respuesta. Sin más que hacer, volvió su vista hacia el cielo, pero ahora solo veía cómo la estela cian se desvanecía en el aire. Miró a su alrededor y se dio cuenta de que los demás, al igual que la niña, tampoco le daban mucha importancia a lo sucedido. Mientras el niño seguía perplejo por la reacción de los demás, un hombre mayor se acercaba a la mesa donde estaban los dos jóvenes. Llevaba un plato con un omelette, acompañado de tomates, cilantro y un jugo de naranja.
- Ya llegué, chicos. ¿De qué me perdí? - Preguntó el hombre a los niños.
- ¡Abu Hop! - Exclamó el niño, poniéndose de pie en su silla para captar la atención del viejo - ¡Acabo de ver algo volar! Dejó una estela azul, pero ya se fue. ¡Lo vi y a Polly no le interesó! - Aseguraba el niño, esperando que su abuelo le creyera. El abuelo soltó una corta carcajada ante la "historia" de su nieto.
- Jajaja, Sprig, tus historias siempre son tan fantasiosas. Creo que esa hamburguesa con queso te está haciendo alucinar - Respondió Abu Hop con su tranquilo tono de voz, propio de su avanzada edad. Esto frustró a Sprig, quien volvió a sentarse y le dio un bocado a su hamburguesa.
- Sin duda, esta es tu historia más fantasiosa, Sprig - Decía Abu Hop, aún divertido por el relato de su nieto, mientras tomaba un tenedor de plástico para probar su omelette - ¿Cómo puedes decir que una especie de cometa pasó y dejó una estela azul...?
Pero sus palabras fueron interrumpidas, igual que las de Sprig antes, cuando la misma estela cian pasó a toda velocidad. Esta vez captó la atención de más gente, e incluso Polly miró por unos segundos, mientras Sprig estaba maravillado al ver que su historia era cierta.
- ¡Ves, ves, ves, ves, Abu Hop, tenía razón! - Decía Sprig con notable entusiasmo, observando cómo la estela cian se alejaba. Mientras tanto, Abu Hop tenía parte del omelette en la cara junto con varias rodajas de tomate, y su expresión era de sorpresa por lo sucedido.
- Muy bien, creo que esta vez te creo, Sprig... - Decía, aún pasmado, Abu Hop.
Sprig solo miraba maravillado aquella estela cian que se alejaba, una imagen que tal vez se había grabado en sus ojos. Mientras tanto, Polly le tomó una foto a Abu Hop, quien aún tenía restos del omelette en su rostro.
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En otra parte, o más bien sobrevolando los cielos de Los Ángeles, se encontraba Anne, rodeada por su aura de color cian mientras volaba sobre la ciudad.
- ¿Cómo voy, Marcy? - Preguntó Anne, con la mano izquierda sobre su oído izquierdo. Parecía tener un audífono Bluetooth para comunicarse con su amiga Marcy.
- ¡EXCELENTE! - Exclamó Marcy al otro lado de la llamada, pero su agudo tono casi dejó sorda a Anne.
- Ay, mi oído - Dijo Anne, un poco aturdida por la voz amplificada de su amiga.
- Ay, disculpa, Annie. Vas excelente. Te estoy viendo desde el localizador y tu velocidad es casi de 70 km por hora, aunque no es exacta - Dijo Marcy.
- ¿Entonces crees que pueda mejorar mi velocidad de vuelo? - Preguntó Anne, intrigada por sus habilidades.
- Por supuesto que sí. Creo que mientras más te adaptes, tus habilidades se harán más fuertes - Explicó Marcy con emoción.
Anne sonrió, sintiendo una nueva oleada de energía recorrer su cuerpo. Decidió poner a prueba las palabras de Marcy, inclinándose hacia adelante y acelerando. La ciudad de Los Ángeles se convirtió en un borrón debajo de ella mientras aumentaba su velocidad, el viento azotando su rostro y su aura cian brillando intensamente.
- ¡Esto es increíble, Marcy! - Gritó Anne, llena de emoción y adrenalina.
- Wow Anne, ¡alcanzaste los 90 km en solo un segundo, es asombroso! - Continuó Marcy con notable emoción.
Anne solo sonrió ante la emoción de su amiga, aunque frunció ligeramente el ceño al escuchar los ruidos de masticación que hacía Marcy mientras comía papas. Sin embargo, su molestia desapareció cuando notó un robo en proceso en una tienda de autoservicio. Anne frenó su velocidad y se quedó estática en el cielo observando la escena.
- Mar-Mar - Llamó Anne, tratando de captar la atención de su amiga mientras sacaba su palicete azul oscuro y sus goggles con cristales azules. Se ajustó los accesorios y con su sudadera amarilla con gorro, lucía como una verdadera superheroína novata.
- ¿Qué pasa, Annie? - Preguntó Marcy mientras se escuchaba el sorbo que daba a su refresco.
- Estoy cerca de un robo, creo que puedo encargarme - Dijo Anne, con confianza en su voz, que se vio reforzada al escuchar la respuesta entusiasta de Marcy.
- ¡Eso es más que excelente… ! Bueno, no por el robo, sino porque podrás probar tus poderes en una misión de campo - Añadió Marcy. Anne soltó una risilla ante el comentario de su amiga mientras descendía un poco y observaba cómo los ladrones amenazaban al dueño de la tienda para que les entregara el dinero.
- Solo hazme un favor, Mar-Mar - Dijo Anne mientras se estiraba los nudillos y se acercaba sigilosamente a la puerta trasera de la tienda.
- ¿Qué favor? - Preguntó Marcy con intriga.
- Deséame buena suerte - Respondió Anne, abriendo con cautela la puerta trasera de la tienda. Una vez dentro, avanzó sigilosamente hacia uno de los estantes, buscando cobertura.
- Claro, Anne. ¡Buena suerte! - Dijo Marcy con tono afectuoso, dándole apoyo a su amiga.
Anne estaba a punto de asomarse cuando Marcy volvió a hablar por el audífono
- Oye, ¿puedes encender la pequeña cámara que dejé en tus goggles? No veo nada - Dijo Marcy. Anne volvió a su posición inicial, mostrando una expresión de extrañeza por el comentario de su amiga.
- ¿Esta cosa tiene una cámara? ¿Cuándo se la pusiste? - Preguntó Anne con curiosidad.
- La tenía desde antes, pero se me olvidó decírtelo cuando fuiste a salvar a la niña del incendio. El botón de la cámara está cerca del armazón de los goggles - Explicó Marcy. Anne buscó el botón mencionado por Marcy.
- Listo, ahora puedo ver lo que tú ves... aunque en 30 fps - Dijo Marcy, un poco molesta por la limitación de velocidad de la cámara.
- Bueno, pues diviértete, amiga - Dijo Anne en voz baja mientras se asomaba. Observó cómo los dos ladrones seguían amenazando al dueño de la tienda para que les entregara el dinero. Anne estaba algo asustada, lo cual se notaba por su respiración agitada. Respiró lentamente para calmarse, pero entonces...
- ¡POR QUÉ RAYOS TE ESTÁS TARDANDO, AMIGO! - Exclamó el ladrón mientras levantaba su pistola hacia el dueño. Anne había tenido suficiente de esa actitud y se intensificó al escuchar el sonido del arma siendo cargada. Salió de su escondite.
- Wow, wow, wow. Cálmense, amigos - Dijo Anne repetidamente a los ladrones, quienes la miraron de manera extraña. Bajo su máscara de superheroína, Anne tenía una expresión nerviosa.
- "¿Cálmense, amigos", ¿enserio? - Cuestionó Marcy desde el comunicador.
- Fue lo primero que se me ocurrió, ¿okay? - Respondió Anne en voz baja.
Los dos ladrones seguían mirándola con extrañeza, y el que sostenía la pistola simplemente la apuntó a Anne y sin titubear disparó.
- ¡ESPERA! —exclamó Anne, cubriéndose la cara con las manos. A pesar de que el hombre había disparado, la bala parecía no haberle alcanzado. Abrió los ojos sorprendida y pudo ver que los ladrones también estaban impresionados por lo ocurrido. Anne bajó la mirada hacia el suelo y notó que la bala yacía ahí, abollada como si hubiera chocado con una barrera de metal duro.
- ¡ANTI-BALAS! - Exclamó Marcy desde el comunicador al ver lo sucedido desde la cámara de los goggles de Anne - ¡Amiga, eres a prueba de balas! - Volvió a exclamar Marcy, sorprendida y emocionada en su voz.
- Wow - Dijo Anne, sin poder creer lo ocurrido - Pregúntales si pueden intentar dispararte de nuevo... espera, eso suena mal. Pero hay que ver si tienes algún campo de fuerza o algo así, piel invulnerable, ¿no? - Explicó Marcy, tratando de transmitir su emoción. Anne se dejó persuadir por la emoción de su amiga y levantó la vista hacia los ladrones, quienes aún la miraban con extrañeza.
- Disculpen, esto sonará extraño, ¿pero podrían intentar dispararme de nuevo? - Preguntó Anne a los ladrones. Estos se miraron confusos pero, sin poder hacer otra cosa, procedieron y comenzaron a disparar hacia ella.
Por un momento, Anne cerró los ojos, pero al igual que con la primera bala, las siguientes fueron detenidas por lo que parecía ser un campo de fuerza de energía, emanando de la misma aura cian que la rodeaba. Las balas salidas de las pistolas caían al suelo, algunas se quemaban al tocar el campo de energía.
- Esto es asombroso - Decía Anne, emocionada al ver lo que estaba sucediendo.
- Ni que lo digas, Annie. Parece que eres una caja llena de sorpresas - Continuó Marcy, igualmente emocionada.
Los ladrones dejaron de disparar, claramente asustados por lo que estaban presenciando. Se miraron entre ellos, aún más confundidos
- ¿Cómo...?, ¿cómo haces eso? - Preguntó uno de los ladrones, impresionado por la peculiaridad de Anne.
- Bueno, es una historia larga, pero puedo contarles la versión corta… - Pero Anne fue interrumpida por Marcy desde el audífono.
- Anne, no hables con los ladrones - Sugirió Marcy desde el comunicador.
- Ah, sí, disculpa - Continuó Anne con una risilla corta.
- Llegó su hora - Dijo Anne con seriedad, mientras dirigía una mirada intensa hacia los ladrones. A pesar de llevar sus goggles puestos, su determinación se reflejaba a través de los cristales azules.
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Unos minutos después, los ladrones salieron volando por la ventana de la tienda, rompiéndola en el proceso. Se levantaron rápidamente, pero esta vez mostraban temor mientras huían de la escena. Anne salió de la tienda, emocionada por haber logrado sacar a los ladrones.
- ¡Y será mejor que no vuelvan, o si no yo... ! en serio necesito mejorar mis frases - Dijo Anne mientras se rascaba la nuca, tratando de pensar en algo más para completar su frase heroica. El dueño de la tienda se acercó a ella, visiblemente agradecido.
- Oh, muchas gracias, chica superhéroe. No quiero pensar qué hubiera pasado si no me hubieras ayudado - Dijo el dueño con una sonrisa, evidenciando su gratitud en la voz.
- Bueno, no hay de qué... solo hago mi trabajo - Respondió Anne, un tanto nerviosa, mientras dejaba escapar una risilla leve. Luego, el dueño le preguntó cómo podía recompensarla por su acción. Anne dudó un momento antes de responder, pero finalmente se le ocurrió algo.
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En una azotea de una casa algo lujosa, se encontraba Marcy viendo la grabación de lo sucedido en la tienda gracias a los goggles de Anne. Marcy estaba emocionada al ver cómo Anne sacaba a los ladrones de la tienda.
- Uno, dos y tres, ¡fuera! - Exclamó Marcy con emoción, imitando los golpes de Anne. Se le notaba muy feliz por la forma en que defendía al dueño de la tienda de los ladrones.
- Veo que alguien es mi admiradora número uno - Dijo una voz detrás de Marcy. Ella se volteó y vio que era Anne, quien sostenía una bolsa con las compras. La chica estaba encantada de ver a su amiga.
- Ya baja aquí, superheroína - Dijo burlonamente Marcy. Anne rió y procedió a bajar lentamente, casi tropezando pero recuperando la compostura en su andar. Se sentó junto a Marcy en el suelo de la azotea mientras colocaba la bolsa de compras entre ellas.
- ¿Y esa bolsa? - Preguntó Marcy, examinando su contenido mientras la sostenía en las manos. Sacó lo que había dentro y esperó la respuesta de Anne.
- El dueño de la tienda me ofreció darme una recompensa a cambio de haberle ayudado a proteger su tienda. Iba a aceptar... - Explicó Anne con una sonrisa cálida, mientras tomaba un refresco del interior de la bolsa - Pero al final no lo acepté. Pensé que sería abusar de mis poderes.
- Entonces, ¿compraste todo esto tú? - Preguntó Marcy, mientras sacaba una hamburguesa de microondas de la bolsa.
- Bueno, más bien me gasté la mitad de mi mesada, pero la hamburguesa lo... vale - Respondió Anne antes de que Marcy le diera un mordisco a la hamburguesa.
- Disculpa, no sabía que era tuya - Se disculpó Marcy. En lugar de enojarse, Anne soltó una cálida risa, seguida por una risita más tímida de Marcy.
- No te preocupes, me compré otra... por si acaso - Dijo Anne con una sonrisa.
Ambas chicas contemplaron la vista desde la azotea de la ciudad, ahora más relajadas mientras descansaban y las nubes del cielo se movían y eran iluminadas por el fuerte sol de la tarde.
- ¿Y si mejor calentamos las hamburguesas? - Propuso Anne a Marcy. Esta última se levantó inmediatamente del suelo de la azotea, y Anne también se puso de pie.
- Pensé que nunca lo dirías - Bromeó Marcy.
- ¿No has notado que siempre terminamos mirando al cielo? ¿Por qué será? - Preguntó Anne con curiosidad en su voz.
- La verdad, ni idea. Creo que es una de esas casualidades del universo - Respondió Marcy mientras caminaban juntas hacia la cocina de su casa.
Aquí les traigo el capítulo 6 de Nova, Anne. Espero que les guste.
Como mencioné en el capítulo 3 de Fantastic Heroes, ha comenzado la dinámica de preguntas y respuestas. Pueden dejar sus preguntas, pero sería ideal que cada pregunta esté destinada a cada fanfic del Orange Verse, y también pueden dejarme una pregunta a mí.
En fin, eso sería todo. Solo quiero avisarles que el maratón de capítulos continúa mañana, viernes, con el capítulo 13 de Web of Spider-Luz y el capítulo 4 de Fantastic Heroes.
La dinámica de preguntas y respuestas seguirá, espero que participen. Sin más que decir, adiós.
