Lily dio un aviso rápido sobre lo que haría únicamente en tres ocasiones. Primero fue a su escuela, excusando su ausencia la cual, al menos en un inicio, no tenía idea de cuánto duraría. Después lo hizo con su trabajo. En ambas ocasiones fue tan formal como consideró que sería apropiado y, al menos en lo referente a su trabajo, estaba segura de que recibiría una reprimenda por la forma tan inoportuna de ausentarse. Quizá incluso la despidan. Lo único que lamentaría de eso es causarle problemas a Lincoln por ser irresponsable siendo él quien intervino para conseguirle el empleo.
También, y por último, avisó a Lincoln sobre su abrupta ausencia. No era realmente necesario, pero quiso hacerle saber obre eso, y también le pidió que no se preocupara, después de todo, por cosas menos especificas él ya había mostrado cierta preocupación por ella. No dio aviso a nadie más porque simple y sencillamente no sentía que debiera hacerlo. Nancy y Kate eran muy amables con ella en el trabajo, pero Lily era aún incapaz de considerarlas amigas, así que pensó que bastaría con decirles sobre ello cuando regresara. Aquello era problemas familiares a fin de cuentas, y no necesitaba ser muy específica, solo mencionarlo.
Tenía que admitir que fue un poco dramática cuando pensaba en ello, pero no podía creer que fuera para tanto. Una vez que estuvo en casa de sus padres, convencida por su hermana de volver y tratar de resolver aquel problema, se sintió tan feliz como confundida de ver ahí a varias de sus hermanas. Y no solo eso, aquellas que estaban ausentes pasaron la noche hablando con ella a través de una video llamada. Lily estaba bastante acostumbrada a recibir ese tipo de atención de su familia, pero esta vez se sentía diferente, y de alguna manera, también se sentía extraño.
La plática con sus padres y hermana inmediata fue la primera que tuvo, y para ella la que mas culpa le hizo sentir. Siempre se supo consentida por sus padres, incluso algo sobre protegida, pero jamás esperó escuchar de sus padres el daño que les causó su partida. Descubrir como sufrieron ellos los primeros días después de regresar de aquel viaje por Europa, llegando a un hogar vacio y sin idea de a donde había ido, especialmente cuando Lisa no supo darles razón de su paradero.
Jamás fue su intención preocuparlos de aquella manera, pero era muy desgarrador para ella escuchar las voces rotas de sus padres hablando de lo mucho que les dolería perderla, y de lo muy arrepentidos que se sentían por haberla hecho sentir menos, la hizo reflexionar. Esto último estaba relacionado por la forma en que Lily se percibía frente a sus hermanas, cosa que a ella no le molestaba demasiado, o en absoluto, pero parecía que a sus padres, ahora enterados de eso, les acongojaba bastante.
Tenía una hermana genio, una un par deportistas, otras artistas, también algunas que sobresalían en los estudios, pero en general todas tenían un talento muy particular y distintivo, algo que las hacia resaltar de manera inmediata al ser mencionado o al ser presenciado. Todas menos Lily, quien solo tenía una memoria que, al menos para ella, solo era un poco mejor que la del resto de personas. A ella eso jamás le molesto, no se sentía menos que ninguna de sus hermanas, pues ellas siempre se encargaron de hacerla sentir especial y querida, sin mencionar el hecho de cuanto se ha esforzado ella con los años para tratar de sobresalir a su manera. Si llego a quejarse con Lisa sobre eso, es porque ella no dejaba de repetírselo, y habiendo aceptado su realidad, a Lily comenzaba a cansarle que su hermana le viera un potencial que no poseía.
Los primeros dos días aquella reunión improvisada con su familia comenzó como una intervención para convencer a Lily de que tenía talento y que aun si no lo tenía todos ellos la amaban, pero al final fue únicamente Lily tratando de convencerles que a ella le daba igual su talento, o su característica, o su futuro lejano. Tal parecía que quienes estaban acomplejadas por su talento o falta del mismo eran sus hermanas y no ella.
Pero cuando las cosas al fin se clamaron y Lily pudo hacer entender a su familia que no le molestaba no ser tan especial como todos ellos, minimizando incluso del temor que algunas de sus hermanas expresaron sobre ella huyendo o no volviendo a hablarles. Una vez más parecía que su familia hacia una tormenta en un vaso de agua, pero sabía que aquello ocurría por el mucho amor que le tenían.
Pese a que lo ideal hubiera sido regresar después de esos dos días donde todo entre ella y su familia volvió a la normalidad, Lily se queda dos días más ante la petición de sus hermanas mayores, aquellas que fueron hasta la casa para hablar con ella directamente. Ella no pudo perder la oportunidad de pasar tiempo con ellas y ver como su padre las consentía a todas como en los viejos tiempo.
Hablaron de muchas cosas, y siendo Lily alguien joven que ahora vivía de manera independiente, sus hermanas preguntaron de inmediato por su vida en emancipación. Querían saber tanto de ella como ayudarle con algunas cosas, de ser necesario. Pero se sintieron tranquilas al escuchar de su boca como ella seguía siendo la misma niña tranquila y hogareña de siempre, esa que prefería estar en casa todo el tiempo y que no tenía ningún tipo de interés en hacer cosas extravagantes ni en meterse en problemas.
También fue tranquilizador para todas sus hermanas presentes escuchar que pese a que su clase estaba inscrita por cinco estudiantes, solo dos eran constantes, incluyéndola y uno más era muy esporádico verlo presentarse. Para ellas era tranquilizador saber que Lily estaba muy concentrada en sus estudios, habló con soltura del ambiente en aquella escuela y de lo sencillas que le parecían las clases hasta ese momento. Y aunque las hermanas tenían en mente acorralar a Lily con ciertas preguntas referentes a temas más personales que académicos, temiendo por que algún extraño pudiera aprovecharse de su inocencia, al final fueron incapaces de incomodarla con eso.
Lily habló feliz con todas ellas, y hace tanto tiempo que podían reunirse así, fuera de algún festejo por temporada, prefirieron ir con calma ante las preguntas. Cosas simples, explicarles cómo es que era su casa, que tipo de persona era su rentera, el tipo de amistades que tenía, como era el ambiente en su trabajo. Querían hacerla sentir el interés y preocupación que tenían por ella, y lo cierto es que también se regocijaban de verla hablar tan feliz de todo eso que a ellas también les lleno de orgullo cuando dejaron la casa de sus padres.
"Lincoln". Esa fue la respuesta que Lily menciono varias veces en su mente, pero no se sintió cómoda de expresar en voz alta. Sabía que si lo hacía, todas sus hermanas presentes harían un escándalo con ello. No le era difícil recordar la forma en que todas ellas hacían que los pretendientes nuevos de cada una se sintieran incómodos ante una lluvia de preguntas e intervenciones indeseadas, así como sabia que la incomodarían a ella si mencionaba aquella amistad tan cercana que tenia con ese hombre.
En realidad también le preocupaba mucho que, pese a saber que sus hermanas y sus padres eran personas abiertas y dispuestas al dialogo, vieran con malos ojos su relación con aquel hombre quien le llevaba una buena ventaja de años. No quería mal pensar de su familia, pero seguramente tratarían de convencerla de que aquel hombre seguramente buscaba algo más que una amistad, y que siendo ella aún menor seguramente planeaba hacerle algo y después presumir la anécdota como un trofeo ante sus amigos.
Mientras hablaba con sus hermanas, esa idea que ella misma invento comenzó a invadir un poco su cabeza. Lincoln era alguien amable, ciertamente, y la cuidaba mirándola con ojos más fraternales que amorosos o de deseo. Pero, ¿podía estar segura de que él no tenía otras intenciones? Él es un hombre adulto en toda regla, y seguramente tiene una vida plena a esa edad, ¿cierto? Si el resto de sus compañeras de trabajo, incluida la señorita Anna, habían hablado de aquellas anécdotas tan intimas, era seguro que sus compañeros tendrían algunas también. Y si ellos las tenían, seguramente Lincoln también.
Aunque no era tan tarde, creyendo que estaba algo agotada, sus hermanas la dejaron descansar después de ver el sonrojo en su rostro y su expresión poco común. En realidad Lily se vio de aquella manera al pensar que quizá Lincoln la veía no tanto como una hermana sino como una posible pareja. No estaba muy familiarizada con eso, pero por lo que decían sus compañeras, parece que a esa edad en muy común el sexo casual. Si ella realmente se volviera la pareja de Lincoln, ¿debería estar preparada para eso?
Se altero aún más, solo de pensar en tener su primera experiencia sexual ya la abochornaba bastante, pero pensar en que incluso si no fuera Lincoln su pareja, lo que esperaba por ella era un noviazgo con sexo casual la intimidaba. Después de todo para ella el sexo aún le parecía algo ceremonioso, lejano y por demás incomodo. No tenía experiencia alguna y si bien había probado dándose placer a sí misma en algunas ocasiones, no era alguien con un libido especialmente intenso. En caso de que llegara a ser la novia de Lincoln, ¿podría mantener el paso? Él era alguien experimentado seguramente, y al ser ella virginal, seguramente le perdería el interés. En realidad no sabía bien cómo funcionaban esas cosas, pero parecía lógico no tener mucho interés en alguien con poca experiencia, como sucede en los deportes. Siempre es mejor estar con alguien que conoce bien las reglas y sabe moverse en la cancha, ¿cierto? Al menos eso es lo que se imaginó que su hermana mayor Lenna diría.
No, debía quitarse eso de la mente, para empezar no había forma de que Lincoln la viera como pareja, él la trataba como a una niña pequeña y sin duda, para él, ella era algo así como su hermana menor. De la misma forma ella lo veía como a un hermano mayor. No había forma de que se volvieran pareja en esas condiciones. La diferencia de edad también era un factor, siendo que Lincoln seguramente buscaría a una mujer cercana a su edad, con experiencia y con valores que alguien como él tendría, no a una niña inexperta y algo mimada, como lo era ella.
No quería pensar mucho en eso tampoco, pero también estaba lo que Emma y la señorita Anna mencionaron sobre Lincoln en aquella reunión. Y El hecho de que la señorita Anna de vez en cuando lo manoseaba. ¿En verdad el sexo era tan "casual" para los adultos? ¿Son así de informales sus hermanas también con sus relaciones? Le daba miedo pensar en eso, y era lo suficientemente preocupante como para hacerla sentir necesario hablar de eso con ellas. Encontraría la forma de no hacerlo ver como algo muy relevante.
Debía ser precavida, no quería dudar de Lincoln, pero él es alguien mayor y como cualquier hombre, seguramente tenga deseos. Quizá Lincoln si la ve con deseo, no es tan descabellado después de todo, hay hombres que hacen cosas muy específicas o rebuscadas con tal de tener algo de sexo. ¿Puede ser ese el caso? ¿Lincoln es amable con ella porque quiere conseguir eso? No, él es alguien amable, da igual si tuvo algo que ver con Emma, seguramente lo hizo como un caballero, al menos así se imagina que Lincoln seria con las mujeres. Pero Emma tiene cierta reputación en el trabajo, y si a eso le agrega lo que llego a mencionar la señorita Anna…
Sin darse cuenta, Lily frunció el ceño con molestia. Ella no quería saber sobre la aventura que Emma tuvo con Lincoln, ni esperaba tanta sinceridad y aparente cercanía de la señorita Anna, de hecho ella ni siquiera estaba convencida de ir a esa reunión. Básicamente hablaron solo sobre cosas que a ella le incomodaban mucho, especialmente las que incluían a Lincoln. Trató de relajarse pensando en algo más, pero repentinamente algo la distrajo, el hecho de que se sentía mal de lo que descubrió de Lincoln en aquella reunión. Pero no le molestaba porque Lincoln lo hubiera hecho, lo hacía porque aunque no fue nada malo, manchaba la imagen que ella tenía de él. Lily había comenzado a idealizar a Lincoln, y ahora estaba molesta con unas mujeres que lo único que hicieron fue ser cercanas a ese hombre. ¿Era posible que esos fueran celos?
