Ni Glee Ni Sus Personajes Me Pertenece… Solo Esta Historia.


Advertencia Rachel G!P


Faltaba alrededor de veinte minutos para que dieran las seis de la tarde, el cielo comenzaba a pintarse de un gris oscuro, el camino había perdido la luz del sol.

Lo único que alumbraba aquella solitaria carretera, eran la luces del auto de la latina, y los relámpagos que se visualizaban a lo lejos, señal de que una fuerte tormenta se acercaba.

¿Y bien? — la voz de la latina se vió opacada por culpa de un fuerte trueno — ¿Alguna dirá algo con respecto a lo que pasó en casa de Shelby? Digo, porque lo que nos contó no fue cualquier cosa.

Me imagino que en tu cabeza ya debes tener muchas teorías — acertó la rubia quién llevaba su cabeza pegada al cristal, perdida en sus pensamientos.

¿Ustedes no? — preguntó la latina — ¡oh vamos! No puedo ser la única, no después de todo lo que nos dijo.

Yo, estoy confundida — por fin habló Emma — No sé qué pensar.

Quinn se incorporó para mirar a la pelirroja, sabía que por alguna razón, ella había salido muy afectada de casa de Shelby.

Santana le dedicó una mirada curiosa a través del espejo retrovisor, pero prefirió no comentar nada, no quería hacer sentir mal a la doctora.

¿Desde cuándo conoces a Will? — Santana juró que de haber sido ella la que hubiera hecho la pregunta no hubieran tenido tanto tacto sus palabras — creo que nunca no lo has contado — continuó la rubia mirándola.

Nos conocimos en un congreso — dijo Emma mirando por la ventanilla — nos vimos en el aeropuerto, pero no sabíamos que nos dirigíamos al mismo lugar, ni que ambos éramos médicos.

Emma se quedó en silencio, y las chicas creyeron que no iba a decir más.

El congreso fue en Los Ángeles, después de que aterrizó el avión, ya no lo vi de nuevo, hasta que llegamos al hotel, nos habíamos hospedado en el mismo, nuestras miradas volvieron a cruzarse — comentó la rubia — sin saberlo, un colega le había pedido que estuviera al pendiente de mi, que me llevara a cualquier lugar, ya que él había Sido mi profesor, y siempre fui como su alumna favorita.

Emma tenía toda la atención de Quinn, y por momentos, también la de Santana.

El preguntó por mí en la recepción, y cuando bajé, me dijeron que ya me esperaba, ambos nos sorprendimos, él no tenía idea de que yo era la chica que tenía que cuidar, y yo no sabía que ese chico sería mi niñero — soltó una pequeña risita — pero algo en mi despertó desde ese entonces.

¿Ustedes tuvieron una relación? — preguntó Santana sin apartar la mirada del espejo.

No, o sea , lo intentamos, pero la medicina no nos lo permitió, sin ser nada, teníamos muchos problemas, así que yo decidí poner una barrera entre nosotros, y no volví a saber nada de él, hasta hace unos meses, me lo encontré por ahí, por casualidad — la pelirroja se quedó pensando, y de repente abrió los ojos — Oh por dios — susurró.

¿Qué fue? — preguntaron las chicas.

No fue casualidad — dijo Emma incrédula.

¿Por qué lo dices Emma? — cuestionó la rubia.

Porque el día que lo vi, Rachel ya había ingresado al reclusorio, el me dijo que estaba haciendo ahora, y por eso, cuando comenzamos con la investigación, yo pensé en él, porque él fácilmente podría tener acceso a lo que yo necesitaba en ese entonces, y era justo eso lo que él quería lograr.

¿Crees que todo fue planeado por el? Porque si fue así, entonces él podría ser el responsable de todo lo que pasó con Rachel — dijo Santana molesta.

Quinn la miró, ella no lo había pensado, quizás Santana tenía razón, quizás Will era el responsable de todo, de la muerte de Henry, del cambio de Hiram, de su muerte, y posteriormente, de que Rachel estuviera en prisión, y por un segundo, la posibilidad de que Will también fuera responsable de la golpiza de Rachel pasó como una estrella fugaz por su cabeza.

Razones había de sobra para creer aquello, una de ellas era el trato que le daba Henry a Will en preparatoria, Shelby les había dicho que nunca se llevaron bien, y que Henry aprovechaba cualquier oportunidad para atacar al chico, entonces esa podría ser una razón para que lo matara, y la otra, quizás fuera la pelea que ocasionó el gemelo malvado entre Will y Hiram, cuando se metió con la novio de su hermano y culpó al mejor amigo, quizás Will nunca pudo perdonar que Hiram desconfiara de él, si, esa podría ser otra razón.

Pero…

¿Por qué proteger a Shelby y a Nathan?

¿Por qué mantenerlos ocultos, si es él, el responsable de todo?

Quinn también estaba bastante confundida.


Reclusorio Del Condado.

¿De nuevo te vas? — preguntó Mercedes.

Las chicas habían terminado temprano, y se habían dado una ducha y estaban listas para la cena.

Rachel había salido un par de veces de la celda, la celadora la llevó a la celda de Danny.

Si, pero no tardaré mucho — dijo mirándola

¿Vas de nuevo con Danny? — frunció el entrecejo.

No, iré a la biblioteca, solo tomaré un libro y vuelvo —

Vale, ve con cuidado, y de verdad — la miró intensamente — no tardes mucho.

Tranquila, no lo haré.

Abandonó la celda y se dirigió a la biblioteca.

Durante el trayecto, varias reclusas la miraban, y otras tantas susurraban a su paso, eso le dió un poco de miedo.

Parecía que cada una de las presas estaba atenta a cada paso que daba, por un momento dudo en seguir rumbo a la biblioteca, internamente quería correr a dónde Mercedes, era el único lugar donde ella se sentía protegida.

Llegó a la biblioteca, demasiado agitada, y no debido a lo mucho que caminó, si no al miedo que le provocó la mirada de sus compañeras.

Puso seguro a la puerta, y comenzó a buscar libros, quería irse pronto de allá.

Solo las celadoras pueden poner seguro a las puertas Berry.

Rachel reconoció esa voz.

Cómo no hacerlo si la dueña de dicha voz, se había adueñado de sus pesadillas más horribles que jamás había tenido.

Si, yo — su voz comenzó a quebrarse — solo vine por un libro y me voy, no quería molestarte.

¿Y por qué tan rápido? — dijo la chica — ¿Tan mala compañía soy? — cuestionó acercándose a Berry.

Rachel se paralizó.

¡No! Por supuesto que no, pero ya casi es la hora de la cena, y muero de hambre.

Berry no tardaré mucho — la morena retrocedió un poco — Por favor — no supo si eso fue una orden o una súplica, pero sintió un escalofrío en su cuerpo.

Si no llego pronto, Mercedes vendrá a buscarme, me lo dijo — la chica frente a ella sonrió con molestia.

Mercedes ¿ah? Que curioso, esa mujer, antes de tu llegada, no quería a nadie, no hablaba con nadie, y ahora resulta que es tu protectora — se burló — dime tú secreto Berry, yo también quiero que me cuiden de esa manera.

Mercedes es una buena persona — dijo la pequeña morena.

Cuando matas a una persona, dejas de ser alguien bueno.

¿Tu eres una buena persona? — preguntó temerosa.

No, y sé que aunque quiera, nunca lo seré — dijo pensativa — en fin, solo quería advertirte algo.

¿Advertirme que?

Que te cuides de la oficial Sue Sylvester.

Rachel no vió venir esa advertencia.

¿Como? Tu, la persona que casi me mata a golpes, ¿me dice que me cuide de alguien más?

Así es, yo te lo digo, ella irá tras de ti, y no se va a detener.

Fue ella la que te mandó a golpearme ¿cierto?.

Así es Berry, por eso debes cuidarte, y no solo de ella.

¿De qué hablas?.

Allá afuera, hay alguien más que quiere hacerte daño, y Sue Sylvester es solo una intermediaria — Rachelestaba asustada.

¿Por qué haces esto? ¿Por qué tratas de protegerme?.

Es un favor que le debo a una persona, así que, no preguntes más — solo confundía a la morena — si llegas a sentir que estás en peligro, búscame, o a alguna de mi pandilla, nosotras estaremos al pendiente de ti, ¿Sabes quién es la celadora Annie?

Si, es la mano derecha de la oficial López ¿Cierto?

Así es , ella también estará cuidándote las espaldas.

Sin decir más, salió de la biblioteca y dejó sola a la morena.

Eso fue muy raro — susurró Rachel.

Sin tomar un solo libro la morena dejó la biblioteca, estaba muy confundida por la conversación que había tenido con Gordon.

Desde que dejó el hospital, había tratado a toda costa no toparse con la chica, le tenía demasiado miedo, aunque había estado entrenando un poco, no podía olvidar aquella noche cuando fue atacada por Gordon y su pandilla.

Por un momento, pensó que aquello pasaría de nuevo, lo esperaba todo, menos la protección que le había brindado.

Caminó de prisa a su celda, tenía que contárselo a Mercedes.

Al llegar, encontró a Brittany prácticamente encima de Mercedes.

¿Qué está pasando? — preguntó la morena, las chicas al escucharla voltearon a verla.

¡Llegaste! — dijeron al mismo tiempo.

¿Ves Mercedes? Te dije que no tardaría — dijo un poco agitada — estaba a punto de irte a buscar, pero la detuve.

¡Me dijo que no tardaría! — hizo pucheros mirando a Brittany

Lo sé, y lo siento, pero es que pasó algo rarísimo.

¿Qué pasó? ¿Estás bien? — preguntó Mercedes.

Si, solo que, en la biblioteca me encontré a Alex Gordon.

¿La matona sexy? — cuestionó Britt, Rachel y Mercedes la miraron — ¿Qué? Esa chica es sexy.

¿Y qué pasó? — Mercedes trató de ignorar el comentario de Britt.

Pues, me dijo que me cuidara de la oficial Sue Sylvester, porque quiere hacerme daño — la morena no quiso contar más que eso.

¿La nueva? — preguntó Brittany.

Mercedes se quedó callada.

¡Eso es! — gritó Mercedes.

¿Qué? — preguntaron las otras dos.

Ella comenzó a trabajar aquí, justo el día que te golpearon, yo la Vi con López en el patio, parecía que le estaba dando indicaciones, y cuando la buscaron por radio, ella pidió que la esperaran porque estaba dándole indicaciones a la chica nueva.

¿Crees que fue ella la que mandó a golpear a Rachel? — le preguntó Brittany a Mercedes.

Apuesto a que si Britt, ¿Tú qué piensas Rachel?

Fue ella, Alex me lo confirmó.

Brittany y Mercedes la miraron, después se miraron entre ellas.

¿Fue Alex y su pandilla las que te atacaron cierto? — más que una pregunta, pareciera que Mercedes lo estuviera confirmando.

Rachel no dijo nada y comenzó a llorar.

Brittany se acercó y la abrazó fuertemente.

No tienes porqué ocultarnos nada Richie, nosotras vamos a cuidarte, pero tienes que contarnos todo — Rachel se apretó más a la rubia.

Lo haré, se los prometo.

¿Y se puede saber por qué razón Gordon te hizo esa advertencia? — cuestionó Mercedes — digo, porque si ella y su pandilla te golpearon bajo la orden de alguien más, ¿Para que la advertencia? Si ella es culpable también.

Quizás lo hizo para que Rachel baje la guardia de nuevo — dijo Brittany.

No — se acercó a la litera y se sentó bajo la mirada de sus amigas — me dijo que era un favor que le debía a una persona, y también me dijo que si en algún momento sentía que estaba en peligro, la buscara a ella o a alguna chica de su pandilla, y también mencionó a la oficial Annie.

Danny — dijeron Mercedes y Brittany.

¿Danny? ¿Qué pasa con ella? — la morena no entendía nada.

La celadora Annie trabaja para ella — comentó Brittany

Lo que quiere decir que, Danny es quien está detrás de todo esto, ella te puso toda esa protección, la pregunta aquí es ¿por qué? — Mercedes tampoco entendía mucho de lo que estaba pasando.

Quizás sea porque le pedí ayuda.

No, ella jamás ha ofrecido ese tipo de ayuda, se ganó el respeto por todas si, pero nunca ha ofrecido protección para alguien más que no sea ella.

Entonces no entiendo porqué me está protegiendo.

Ni yo Rachel, pero esto no me gusta para nada — agregó Mercedes.

¿También piensas que se está involucrando demasiado? — preguntó Britt.

Así es Britt, y no sé con qué fin lo está haciendo.

¿Creen que debo cancelar el trato que tengo con ella?

No Rachel, tú sigue, solo que no confíes demasiado en ella, no sabemos qué es lo que está tramando — dijo Mercedes no tan convincente — Además, mañana lunes ella debe de entregarte algo de información, ahí sabremos a dónde quiere llegar, o qué es lo que está tramando con todo esto.

De acuerdo — suspiró.

Tú solo actúa como si nada pasara Richie.

Deberíamos irnos a cenar, ya es tarde.

¡Si! ¡Muero de hambre! — dijo Brittany

Andando Chicas.

Las chicas abandonaron la celda y se dirigieron al comedor.


Lunes 27 de Abril.

¿Has visto a Emma?

Llegó la latina con unas carpetas hasta la puerta de la subdirección, donde la rubia se encontraba apunto de abrir.

Al escucharla la rubia soltó las llaves.

Enserio te golpeare un día de estos Santana — dijo la rubia mientras se agachaba a recoger las llaves — Buenos días a ti también.

Entraron a la oficina.

Y no, no la he visto, su auto no está en el estacionamiento.

¿Crees que venga a trabajar? — la rubia la miró, supo porque hacía esa pregunta.

Emma es una mujer muy responsable, nunca falta al trabajo — dejó el portafolio y se fue a su escritorio — ¿Sue Sylvester ya llegó?

Si, desde hace media hora, por eso no pude pasar por ti, necesitaba llegar antes que ella.

Santana, necesito que la tengas vigilada, todo el tiempo que esté aquí.

No te preocupes por eso, no le quitaré los ojos de encima — se sentó frente a la rubia ¿Has pensado en lo que nos contó Shelby?

Poco o nada dormí por estar pensando en eso, y es que por más que trataba de crear una teoría lógica, nada, al final un detalle acababa con ella, y el hecho de que William Schuester esté involucrado en todo esto, tampoco ayuda mucho.

Lo sé, yo estoy igual.

Me imagino que Emma también pasó una mala noche, se veía demasiado afectada.

Si, lo se, y para serte sincera, me preocupa que no haya llegado aún, tampoco es de llegar tarde.

Voy a intentar comunicarme con ella — tomó su teléfono y buscó el número de la doctora pillsbury — ¿Hay algún recado o algo para mí? — preguntó mientras escuchaba cómo respondía la contestadora.

No, todo está en orden.

No responde.

¿Quieres que vaya a buscarla? — preguntó preocupada.

No, mejor ve a vigilar a Sue, no quiero sorpresas con esa mujer, yo seguiré intentando, y si no tengo respuesta, iré a buscarla.

De acuerdo, cualquier cosa avísame rubia.

Lo haré.

Hasta más tarde.

Hasta más tarde.

La rubia continuó marcando el número de la doctora, pero ésta no respondía, no quiso decirle nada a su mejor amiga por no alarmarla, pero, ella también estaba bastante preocupada.


¿Quieres que prepare la visita de tu abogado? — la celadoraAnnie llegó hasta la celda de Danny, quien se encontraba revisando su móvil.

Annie buen día ¿Por qué tan de malas? — Danny había escondido enseguida el teléfono, pensando que se trataba de alguien más.

La celadora echó un vistazo al pasillo, para cerciorarse de que estaban solas.

Perdón, ni siquiera los buenos días te di.

¿Todo bien?

Si, es solo que mi oficial ya llegó, y ya anda rondando las celdas, no quiero darle motivos para que desconfíe de mí.

Así que la oficial López ya está de vuelta, que felicidad — dijo con sarcasmo y molestia.

Si, y al parecer, ya está sospechando de Sylvester.

¿Por qué lo dices? — preguntó curiosa.

Pues, desde que llegó, no ha dejado de preguntar por ella, la he visto siguiéndola por los pasillos, incluso habló con las celadoras más antiguas y de toda su confianza, para pedirnos que la vigilaramos, y cualquier cosa se le avisara.

¿Crees que tenga algo que ver con lo que le pasó a Berry?

No estoy del todo segura, pero apuesto a que si, nunca se había vigilado a ninguna celadora, por más nueva que ésta fuera.

Si es así, tal vez sepa más cosas.

¿Quieres que me encargue de averiguarlo?

Si, encárgate de eso, pero, con mucha cautela.

Por supuesto, y entonces, ¿Quieres que arregle la visita de tu abogado?

No, hablé hace un momento con él y me dijo que no vendría, lo que si quiero que hagas, es que estés pendiente de López, y cuando veas que no se acercará a mi celda, quiero que le digas a Berry que venga a verme.

De acuerdo, ¿Algo más?

No, eso es todo Annie.

Perfecto, nos vemos.

Adiós.


Brittany y Rachel lanzaban pequeñas rocas a un par de botellas de plástico que habían encontrado en las basura.

La rubia estuvo presumiendo todo el fin de semana que aparte de buena bailarina, también tenía una excelente puntería, y Mercedes decidió retarla.

A las tres les había tocado barrer el patio, mientras disfrutaban de un descanso.

¿En serio Rachel? — mercedes no paraba de reír, más bien de burlarse de la puntería de la pequeña morena — Brittany ya tiró cuatro veces su botella, y tú no has podido tirarla ni una sola vez.

Definitivamente la puntería no es lo mío — dijo frustrada.

¿Ven? Se los dije, a mí todo se me da — presumió caminando alrededor de sus compañeras, moviendo exageradamente sus caderas.

Las chicas se sentaron en una banca, y miraron a la oficial López, quien discretamente se giraba para verlas.

¿ Será que López tenga algo que ver con lo de tu protección? Lo digo porque no deja de mirarte — dijo Brittany mirando a la oficial.

¿De qué hablas rubia? La oficial te estaba mirando a ti, bueno, estaba mirando tu trasero y como lo movias — dijo riéndose Mercedes.

Es verdad, a mí ni siquiera ha volteado a verme, apuesto a que no sé a dado cuenta de que Mercedes y yo estamos aquí también — siguió la morena.

Que chistosas — respondió con molestia.

Rachel dejó de mirar a la oficial cuando se sintió observada, buscó a la responsable, y la encontró parada en aquella enorme ventana.

Ahí estaba ella, de nuevo.

Rachel se preguntó si la rubia tenía alguna idea de cuánto la había echado de menos el día anterior.

Si la rubia sabía de la manera salvaje en que su corazón estaba latiendo solo con verla de nuevo.

Escuchó un pequeño silbido a su lado, que la bajó de su nube, había olvidado que sus amigas estaban ahí a lado.

Ahora entiendo porqué el movimiento de la litera todas las noches, no andas nada perdida niña.

¿Movimiento? ¿De qué hablas Mercedes?

La morena estaba roja como manzana, no podía creer lo que estaba escuchando.

Ella pensaba que Mercedes dormía mientras ella hacía sus "cositas"

Pues de qué va a ser rubia, de qué junior es un travieso que no deja dormir a Rachel, ¿Cierto enana?

Rachel no dijo nada.

¿Junior? No entiendo, ¿Por qué no te deja dormir Richie?

Pues porque va a ser Britt, por estar pensando en esa rubia de allá arriba.

Brittany levantó su mirada, y se encontró con la de Quinn, miró a Rachel, quien estaba cabizbaja y por último miró a Mercedes, quien movía sus cejas de manera muy sugerente.

Y por fin algo hizo clic en su cabeza.

¡Oh por dios! — estaba con los ojos muy abiertos — ¿te masturbas pensando en la subdirectora? — la rubia casi lo gritó.

Por Dios rubia, baja la voz, recuerda que la oficial López y la subdirectora son mejores amigas.

Brittany se cubrió la boca por inercia.

Lo siento lo siento, es solo que, me sorprendió enterarme de eso — susurró Brittany.

¿Te sorprendió? ¿Por qué? Digo, no sé si recuerdas que Rachel tiene pene.

si, claro que lo recuerdo, es solo que, Rachel es tan inocente, no sabía que ya tenía esas necesidades.

Pues ni tan inocente he, si vieras con qué velocidad se mueve la litera, sabrá Dios qué cosas piensa esa niña — bromeó Mercedes

Rachel no sabía dónde meter la cabeza.

Era verdad, desde que conoció a Quinn, ella sentía la necesidad de tocarse, y parecía no poder controlarse.

Y no era que antes no lo hiciera ya, pero no con tanta frecuencia o intensidad.

Nuestra pequeña ya está creciendo Mercedes — dijo con nostalgia.

¿Será que podemos cambiar el tema? — Rachel no quería hablar de esas cosas con sus compañeras.

Santana observaba la interacción de las reclusas, y se dió cuenta que las tres miraban hacia la ventana de Quinn, ella también lo hizo, y se dió cuenta que su mejor amiga estaba parada en la ventana, seguramente observando a Rachel.

Rubia tonta — susurró Santana — ¿Así o más obvia?

Dejó enseguida el patio, y se fué rumbo a la subdirección, tenía que hablar con la rubia cuanto antes .


Y como ya era costumbre de la latina, ni siquiera tocó la puerta.

¿Se puede saber que carajo haces ahí? — la rubia se sobresaltó.

Estoy mirando por la ventana ¿Qué no ves? — respondió a la defensiva pero no despegó su vista del cristal

¿Y qué demonios ves por esa estúpida ventana?

Pues el paisaje Santana ¿Cuál es tu problema latina estúpida? — por fin la miró, y ambas estaban molestas.

¿El paisaje Quinn? ¿Me quieres ver la cara de idiota? ¡Estás en un reclusorio carajo! ¿Cuál es el maldito paisaje? — se alteró la oficial.

Santana baja la voz ¿quieres?

No , no quiero — gritó aún más

¡Te ordeno que bajes la voz! — gritó también — ¿o quieres un castigo? Que no se te olvide que soy tu superior, y no te voy a permitir que me hables así.

Santana sabía que su amiga no bromeaba, le daría un castigo si seguía hablándole así.

Se calmó y le dió la espalda a su jefa, estaba demasiado molesta y no quería verla a la cara.

Ninguna dijo nada, pasaron más de diez minutos y todo era silencio en ese lugar.

Lo siento — dijo la latina, la rubia la miró sorprendida.

Que la temible Santana López diga que lo siente, solo pasa una vez en un millón de años.

¿Por qué te pusiste así? — a la rubia no le había gustado para nada esa actitud, pero Santana no dijo nada, de nuevo le dió la espalda — ¿Qué pasa Santana? Dime.

Dije que te apoyaría con lo que fuera que tuvieras con Berry, pero te pedí que te cuidaras, que fueras discreta para que no te metieras en problemas — Quinn la miró sabiendo lo que diría — ¿no entiendes que puedes meterte en líos?

No entiendo a por qué lo dices Santana — se desentendió.

Ah claro, ahora resulta que no entiendes porque lo digo, claro que lo entiendes rubia — se acercó a Quinn — ¿Crees que no me doy cuenta que todos los días te paras en esa estúpida ventana para mirar a Berry? ¿Y crees que no veo que ella hace lo mismo desde el patio?

Santana yo..

No, Santana nada — no la dejó continuar — ahora, Berry y compañía te estaban mirando, no alcancé a escuchar lo que decían, pero sé que estaban hablando de ti.

¿Cómo lo sabes?

Lo sé porque Berry estaba sonrojada, y ni siquiera se atrevía a levantar su mirada — Quinn no pudo decir más, su amiga tenía razón — sí Berry cuenta algo, sobre cualquier cosa que pase contigo, vete despidiendo de tu trabajo.

Crees que diga algo?

No lo sé, la verdad no me preocupan las otras dos, me preocupa que cuando hablen de ello, alguien las escuche y se esparce el chisme.

¿Entonces me alejo de ella? — preguntó la rubia, su semblante le partió el corazón a Santana.

No rubia, solo — Santana no quería acabar con lo que tenían aquellas chicas — Habla con ella, dile que tenga cuidado, que no hable de esto con nadie, por el bien de ambas.

Lo haré Santana.

¿Me lo prometes? — se acercó a su amiga.

Si, te lo prometo.

Genial, iré a seguir trabajando — se acercó a la puerta — ¿Supiste algo de Emma?

Aún nada Santana, ya me preocupé demasiado.

¿Quieres que vayamos a buscarla?

No, esperaré una media hora más, sino llama, iré a buscarla, no quiero que dejes el reclusorio.

De acuerdo, cualquier cosa que vayas a hacer, me avisas primero.

Si, lo haré.

Bien, nos vemos.

Adiós El teléfono de la rubia sonó y de inmediato detuvo la partida de Santana — Santana espera…

La oficial alcanzó a escucharla y se acercó al escritorio donde se encontraba ya su jefa.

Es Emma — dijo mirando la pantalla de su teléfono — ¿Hola? Por dios Emma ¿Dónde te habías metido? La rubia escuchaba atentamente lo que la doctora le decía, mientras Santana la miraba esperando alguna explicación — ¿ Quieres que vaya a apoyarte? — Santana no entendía nada y comenzaba a desesperarse — De acuerdo, ten mucho cuidado con lo que le digas, y por favor, cuídate mucho, por favor, ok, nos vemos más tarde.

Quinn colgó y miró a la latina.

¿Qué pasa con Emma? — Santana no podía con el silencio de su amiga.

Fue a buscar a William Schuester.

¡¿Qué?! ¡Eso es peligroso!

Lo sé Santana, cálmate.

Quinn, como quieres que me calme si fue a meterse a la boca del lobo.

Me dijo que no diría nada de lo que sabemos, que hablaría con él para saber cuáles son sus planes, y hasta dónde quiere llevar esta farsa, pero me prometió que va a cuidarse.

¿Y después qué hará?

Vendrá para acá.

Espero que Emma pueda controlarse.

Confiemos en ella Santana, y ahora, que ya sabemos que está bien, sigamos trabajando.

De acuerdo, estaré en la torre por si necesitas algo.

¿Y Sue Sylvester?

Tranquila, estará conmigo.

Perfecto, no la pierdas de vista.

No lo haré, nos vemos.

Con cuidado López.

A ese punto, Quinn sabía que todas tenían que andarse con cuidado, no sabía hasta dónde llegaría la maldad de esas personas.


¡Hola! Me da mucho gusto que sigan leyendo la historia (a pesar de la tardanza xd)

Ya tengo la mitad del siguiente capítulo listo, así que, espero actualizar de nuevo el sábado.

Sé que siempre les digo cuánto amo sus reviews pero ¡EN SERIO LOS AMO!

Y ESPERO NO SE ABURRAN.

A la lectora venezolana ¡GRACIAS POR COMENTAR!

Porque aunque no lo crean, estoy al pendiente de sus comentarios, y también de lo que pasa en el mundo entero.

Sé que hay más de un venezolano leyendo mi fic, y espero que con mi historia, les alegre un poco la vida.

Pórtense bien!

¡Nos leemos pronto!