NI GLEE NI SUS PERSONAJES ME PERTENECE... SÓLO ESTA HISTORIA.
ADVERTENCIA RACHEL G!P
— ¡¿Que ustedes son que?! — gritó Brittany.
— Primas — respondieron al mismo tiempo sus compañeras.
— Baja la voz Britt — esta vez era rachel la que pedía — nadie se puede enterar de esto ¿vale? — Brittany asentía de manera lenta.
— ¿Por qué no me dijo nada? — se sentía ofendida la rubia.
— Yo creo que entre ustedes hay más historia de la que quieren contar — la acusó Mercedes.
Brittany se hizo la desentendida.
— No cambies el tema Mercedes — quería salir ilesa de la situación — mejor dinos Richie ¿cómo es que son primas?— mercedes la miraba sospechosa — digo, yo se que Burt no era su padre, pero ella me dijo que no sabia quien lo era.
— Resulta que Danielle es hija del tío Henry — les contaba la morena — me dijo que un día él llegó a su casa, y ahí lo conoció, y que al día siguiente encontró una carta que su madre había escrito para mi tío.
— ¿una carta? — preguntó la rubia, trataba de recordar algo.
— Así es , en esa carta, la madre de Danny le contaba a mi tío lo que había pasado en el colegio, que quedó embarazada cuando traicionaron a mi padre, también le contó que sus padres se la llevaron fuera y la obligaron a casarse — contaba la morena recordando lo que decía la carta que había leído.
— ¿Y qué hizo tu tío? — preguntó la rubia.
— Danielle dice que él no lo supo, que alguien encontró la carta, y la destruyó… solo sé que Danielle fue la razón por la que su madre dejó la escuela.
— Eso no lo esperaba — la rubia miraba a ambas chicas — ahora entiendo porqué comenzó a preguntar por ti, siempre que nos encontrábamos, era lo primero que hacía.
— Eso es un gran punto a tu favor Rachel, tener también a Danny cuidándote — comentó Mercedes.
— Espera un momento Mercedes — interrumpió Brittany — si ustedes son primas, hijas de hermanos gemelos, quiere decir que, no pueden tener sexo — miró fijamente a Rachel — entonces ¿Por qué demonios quiere acostarse contigo?
— Ella nunca quiso acostarse conmigo Britt, solo hizo todo esto para que nadie nos pudiera relacionar de esa manera.
— o sea que tiene todo calculado — Mercedes seguía sin poder creer.
— Rachel — habló la rubia — si no tuviste sexo con Saunders ¿Qué va a pasar con Fabray? — Brittany y Mercedes miraron a la morena.
— Justo eso es de lo que quería hablar con ustedes, y con Danny.
— ¿Danny sabe lo que pasó entre ustedes? — preguntó preocupada Mercedes
— No, no sabe nada, pero no hay nadie con más poder que Danielle, nadie, es la indicada para ayudarme.
— ¿Qué tienes planeado? — cuestionó Brittany — porque sabes que sea lo que sea, cuentas con nosotras — Mercedes asintió.
— Pues por eso estamos acá — las miró — necesito que me ayuden, tengo que hablar con la señorita Fabray.
— Sii — aplaudió emocionada la rubia.
— ¡Hey! ¿Por qué tanta felicidad? — Danny llegó a la celda de las chicas — ¿Qué celebramos? — en su mano llevaba una bolsa de papel.
— ¡Tu nada! — la señaló Brittany — ni siquiera deseo verte — Mercedes y Rachel la miraron sorprendidas.
Danielle puso su mejor puchero y se acercó a la rubia, que ya estaba cruzada de brazos.
— Oh vamos ¿ ya te contó Rachel? —
— Si, me contó lo que tú debiste de haberme contado.
— lo siento rubia, es solo que no quería ponerte en peligro.
— Pero tú siempre me cuentas todo ¡Todo! — la reina del drama en vivo y a todo color — oh bueno, eso era lo que yo creía.
— Claro que te he contado todo, pero esto, era demasiado, y no fue falta de confianza, solo, no quería arriesgar la vida de alguien más — la rubia no parecía ceder — vamos Britt, perdóname ¿Si? — Brittany negó con la cabeza — ¿No? Entonces, si tú no me perdonas ¿Quien se comerá esta tarta de chocolate que me han traído? — abrió la bolsa que traía, metió su mano y de esta sacó una tarta enorme cubierta de chocolate.
— Si no la comes tu, la comeré yo rubia — ayudó Mercedes y Danny le sonrió agradecida.
Brittany miró la tarta y después miró a Danny, estaba teniendo una batalla mental.
— ¡De acuerdo! — dijo arrebatándole el postre — Te perdono, pero no lo vuelvas a hacer — todas sonrieron.
— Y bien — dijo Danny mirando a Rachel — ¿Cuál es ese favor que necesitas?
Rachel suspiró.
— Necesito hablar con la señorita Fabray — dijo sin rodeos.
Danielle las miró sin entender.
— ¿Con la subdirectora? — todas asintieron — ¿Y cuál es el problema?
— ¿será que puedes pedirle a Annie que me lleve a la subdirección?
— Rachel eso no es necesario, cualquier celadora te puede llevar, están obligadas, incluso López.
— Ese es el problema, que no quiero que nadie se entere, y pues , dudo mucho que la oficial López quiera llevarme a dónde la señorita Fabray.
Danny miró enseguida a Brittany, después a Rachel.
— ¿Por qué López no querría llevarte? — Danny odiaba no estar enterada de algo — Más bien ¿De qué quieres hablar con Fabray?.
— Yo, es una larga historia.
— Pues yo tengo todo el tiempo del mundo — se acostó en la cama de Rachel.
— No puedo decírtelo — agachó la mirada.
— ¿Por qué no? Somos primas Rachel, creí que ya te había demostrado que puedes confiar en mí.
— Si confío en ti , pero, no quiero que nadie tenga problemas — Danny miró de nuevo a las chicas, quería respuestas, pero nadie se las daría, solo Rachel.
— Rachel, nadie, a quien tú aprecies, tendrá problemas, yo me encargaré de eso, los protegeré con mi vida si es necesario, pero necesito saber qué es lo que está pasando, para poder ayudarte — se acercó y la tomó del rostro — confía en mí.
— Yo, tenía algo con la subdirectora — dijo sin mirarla.
Danny la soltó enseguida, Rachel se preocupó.
— ¿Algo? ¿Antes de venir a la prisión?
— No, comenzó cuando ya estaba dentro.
— Joder — habló entre dientes —¿Cómo pasó todo? — a esta altura, Brittany y Mercedes parecía que estaban en un partido de ping Pong, sus miradas iban de un lado a otro.
— Yo, no lo sé, solo pasó, y ahora la perderé si no hablo con ella.
— ¿Por qué dices que la perderás?
— Porque se enteró de que tendría sexo contigo, y ya no quiere verme.
— ¿Y ella como se enteró? — preguntó confusa.
— No tengo idea, por eso quiero hablar con ella, para explicarle lo que pasó, pero sé que López no me ayudará esta vez.
— ¿López lo sabe?
— Si.
— Vaya ¿Y qué piensas decirle.
— Todo, necesito que sepa que entre tú y yo no pasó nada.
— No estarás hablando de contarle que somos familia ¿verdad?
— ¿Por qué no?
— Porque no Rachel, Quinn Fabray jamás debe de enterarse de eso, sino, entonces sí estaremos en problemas — las tres chicas se miraron sin entender nada
— ¿Y entonces qué hago?
— Tendrás que inventarle algo.
— No voy a mentirle Danielle.
— ¿Quieres perderla?
— Por supuesto que no — respondió sin titubear
— Entonces ve pensando en lo que le dirás, ire a buscar a Annie, vuelvo enseguida.
Danielle se fué dejando a una chica intrigada, una angustiada, y a otra embarrada de chocolate.
Casa de Shelby
Shelby lavaba los platos de la comida mientras ayudaba a su hijo a terminar la tarea cuando sonó el timbre de la casa.
— Nat ¿Puedes abrir cariño? — el niño levantó su vista y asintió.
Se alejó con rumbo a la puerta, pero ya no regresó.
— ¿Nathan? — se preocupó — cariño ¿Quien era?.
— Jamás podría olvidar lo delicioso que es entrar a la cocina de Shelby Berry — William Schuester llegó con su enorme sonrisa.
— ¡Will! — se abalanzó sobre el hombre — creí que vendrías hasta la semana entrante — de repente su semblante cambió — soy Shelby Corcoran ¿Recuerdas?.
— Para mi nunca dejarás de ser la esposa de mi mejor amigo, de mi hermano.
— Dudo mucho que la persona con quién estuve casada haya sido tu amigo.
— Shel, para todo hay una explicación, y no voy a descansar hasta que no se aclare todo.
— ¿Explicación? — sonrió sin ganas — ¿Qué explicación podría haber? — lo miró — nada explica el porqué mi esposo, el hombre de mis sueños, se haya convertido en un verdadero monstruo.
— Créeme que la hay Shelby.
— Pues no quiero saberla, no quiero saber nada de él.
— Sé que esto pudo haber sido difícil pero — no pudo terminar.
— ¿Difícil? — la felicidad que tenía por verlo, desapareció — no tienes ni maldita idea del infierno en el que vivíamos, el miedo que me daba solo pensar que llegaría borracho, porque sabía que me pegaría toda la noche, y que mis hijos podrían escuchar, o sufrir lo mismo, no tienes ni idea — lo golpeó apuntandole — No sabes lo difícil que fue, dejar a mi hija a lado de su padre en un charco de sangre, sabiendo que su vida se vendría abajo, de verdad no tienes idea William.
— Perdóname Shelby, no fue mi intención ponerte así, es verdad, no tengo idea de lo que tú y mis sobrinos pasaron, pero créeme cuando te digo que hay una explicación.
— ¿Y cuál es esa explicación? — sonaba más tranquila.
— Ahora no puedo dártela Shelby, pero pronto te voy a aclarar todo.
— ¿Por qué te has rodeado de tanto misterio Will?
— Misterio que va a desaparecer pronto, ya lo verás.
Shelby se relajó un poco.
— Dime que nos traes buenas noticias — dijo sentándose.
— Excelentes diría yo — sonrió enormemente — Conseguí al mejor abogado para Rachel — miró a Shelby esperando una reacción.
— Dime qué es de confianza por favor — se preocupó, había aprendido a no confiar en nadie.
— Por supuesto Shelby, y no solo eso, dentro de la prisión, hay muchas personas cuidando a Rachel.
— ¿Así como la cuidaron la noche que fue golpeada? — la pregunta desencajó a Will.
— ¿Quien te dijo eso?
— Eso es lo de menos Will, mi hija corre mucho peligro ahí adentro.
— No, ya no — dijo un poco confundido, él jamás había mencionado lo sucedido con Rachel — ¿Te suena el apellido Saunders?
— ¿Saunders? Solo conocí a tres personas con ese apellido, Elizabeth y sus padres.
— Exacto — dijo el chico
— Espera ¿Elizabeth está en prisión? — preguntó sorprendida
— No, por supuesto que no — sonrió — pero su hija si.
Shelby abrió los ojos sorprendida.
— ¿Hija? ¿Elizabeth tuvo una hija? — preguntó con asombro.
— Así es Shelby, no solo eso, su hija también es una Berry, como Rachel, y como Nathan.
— Una Berry — susurró — ¿Hiram lo supo? — sus ojos estaban cristalinos.
Will se acercó y se sentó frente a ella.
— No es hija de Hiram — Shelby lo miró enseguida y Will tomó sus manos — su padre era Henry.
— ¿Henry? ¿Pero como?.
— Shelby, Elizabeth y Hiram solo fueron novios de manita sudada, pensé que lo sabías, ustedes se contaban todo.
— Si, nos contábamos todo, pero cuando iniciamos una relación, hicimos la promesa de no hablar de los sucedido con ella y su hermano, incluso, Elizabeth me confesó que había perdido su virginidad con Hiram.
— Pues te mintió Shel, ellos nunca tuvieron sexo.
— ¿Y por qué nunca me dijo nada? Yo pude haberla ayudado.
— Su padre se enteró, y decidió que se irían, antes de que el pueblo se enterara, tiempo después la obligó a casarse con un hombre viudo y con mucho dinero — la miró fijamente — ¿La hubieras ayudado a pesar de todo lo que pasó?
— Por supuesto Will, ella era mi mejor amiga, era mi hermana — ninguno dijo nada — ¿Cómo diste con Elizabeth? — se interesó.
— En realidad, no he tenido contacto con ella, no la he visto desde que dejó el pueblo — Shelby lo miró confusa — su hija fue la que me buscó, no sé cómo dió conmigo, pero lo hizo, y está dispuesta a ayudar a Rachel.
— ¿Ayudarla como?
— Danny también está en prisión, y tiene mucho poder, tendrá a Rachel a salvo mientras su abogado trabaja en su caso.
— ¿Y qué condena está pagando?
— Ninguna, solo es retención preventiva que su propio abogado acordó, para que ella pudiera estar cerca de Rachel.
— No estoy entendiendo William — de verdad estaba perdida — ¿Por qué retención preventiva?
— Todo fue planeado Shelby, todo, ella tuvo un accidente automovilístico, conducía algo ebria y se estrelló contra un auto, pero con el poder que tiene su familia, no le fue difícil caer en la misma prisión que Rachel.
— Pobre Elizabeth, debe ser difícil también para ella.
— No lo sabe, ella cree que su hija se encuentra de vacaciones por europa.
— ¿Me estás diciendo que lo tenía perfectamente planeado? — preguntó sorprendida.
— así es, todo ha estado planeado, incluso el que tú y Nathan estén aquí, ella fue quien planeó el escape esa noche, solo que no pudimos sacar a Rachel también — agachó la cabeza — Ella sabe todo lo que pasó, desde el momento en que Henry murió, y no va a descansar hasta que Rachel quede libre.
— Mami — Nathan interrumpió — ¿Puedes ayudarme? — decía mientras caminaba con mucho esfuerzo cargando una enorme mochila.
— ¡Cariño! ¿Pero qué llevas en esa mochila? — su tono era divertido, le parecía graciosa la forma en que caminaba su hijo.
— Son nuestras cosas mamá, el tío Will dijo que iríamos a ver a Rachel — Shelby miró a su amigo enseguida, ahora sabía porque su hijo desapareció por un buen rato.
— ¿Es verdad? — el hombre sonrió.
— Si Shel, es verdad, quiero que vayan conmigo al condado, el abogado de Danny conseguirá una visita.
— ¿No es peligroso para Rachel? — se preocupó.
— Tranquila mujer, esto también está planeado, aunque no creo que sea pronto, quizás tomará una semana conseguir la visita.
— ¿Por qué tanto?
— Porque tenemos que ser muy discretos, por lo pronto ya tengo una casa para que se queden mientras pasa todo esto, ahí estarán seguros, está equipada, pero sobretodo, estaré muy cerca de ustedes, y ustedes de Rachel.
— ¡Dios William! — se cubrió el rostro tratando de ocultar su llanto — por fin siento que todo terminará, por fin, después de tanto tiempo, veré a mi bebé de nuevo.
— Shel, solo quiero que entiendas algo, y no te angusties — la mujer lo miró — Rachel ha cambiado mucho, no solo mental, sino también físicamente, así que quiero que estés bien para ella, que no te rompas al verla, así, ella no se romperá .
— Te prometo que estaré bien Will, por mis hijos — sonrió.
— Bueno pues entonces — se puso de pie — terminemos de empacar y larguémonos de aquí.
— ¡Si! — gritó Nathan, moría por ver a su hermana mayor.
— ¿Por qué tarda tanto Saunders? — Brittany se movía de un lado a otro.
— Tranquila rubia, pareces más interesada tú que la enana — dijo Mercedes un poco mareada de ver a Brittany andar de acá para allá
— Es verdad Brittany, Mercedes ya está un poco mareada de solo verte — comentó divertida — quizás y Danny ya no vuelva — dijo resignada.
— Te juro que cuando la vea, me las va a pagar — las chicas escucharon la voz de Danielle, parecía molesta.
Ella y Annie llegaron hasta la celda de Rachel, y parecían de mal humor.
— Tranquilas Chicas — habló Mercedes al verlas.
— Ya sé cómo se enteró Fabray de el trato que teníamos Rachel — dijo una molesta Danielle que de inmediato tuvo la atención de la morena.
— ¿Cómo? — Rachel se levantó como un resorte del piso, dónde se encontraba sentada.
Danielle no dijo nada, solo miró a la celadora, esta este dió perfectamente.
— Fue Kitty Wilde — dijo Annie sin rodeos y mirando a todas — se encargó de contarle a todas las celadora, incluida nuestra jefa, Santana López.
— No lo puedo creer — Rachel estaba muy molesta — ¿Por qué carajos hizo eso?
— Por celos ¿Qué más? — dijo la rubia
— No se preocupen chicas, de ella me encargaré yo después, ahora lo importante , es llevarte con la subdirectora — miró a Rachel — Solo recuerda que no puedes contarle nada.
— De acuerdo — respondió resignada.
— La oficial tiene que estar preparando un comunicado en la torre, lo que nos da unos minutos nada más — habló Annie — te llevaré allá, y me quedaré vigilando, pero solo unos minutos — salió a revisar los pasillos y volvió por Rachel — vámonos, es ahora o nunca.
Las chicas le desearon suerte a Rachel, quien iba siguiendo a la celadora, pero sin esposas.
Caminaban tratando de hacer el menor ruido posible, no era bueno que alguien las viera.
Al llegar al pasillo que lleva a la subdirección, Annie echó un último vistazo y le dio indicaciones a la morena.
Annie no se movió de su lugar.
La morena caminó a paso muy lento, no quería alertar a Quinn,
De vez en cuando miraba hacia atrás, quería asegurarse de que la celadora estuviera atenta a cualquier movimiento.
Solo faltaban unos pasos, solo un poco más para llegar a la puerta, pero esta se abrió de repente, dejando ver a la temible oficial de celadoras que la vió enseguida.
— ¿A dónde crée que va reclusa ? — preguntó Santana molesta.
El nerviosismo se apoderó de Rachel.
— Yo, necesito hablar con la señorita Fabray — respiró profundamente — necesito aclarar algunas cosas con ella.
— ¿Como carajos has llegado aquí? Rachel miró discretamente hacia el lugar donde se suponía que debía estar Annie, pero no había nadie, se alegró.
— Llegué sola, de verdad, tengo que hablar con la subdirectora.
— Pues lamento decirte que no está aquí, se fue temprano — mintió.
— Ella no se marcha temprano.
— Pues hoy lo hizo.
— Mentira — Trato de llegar a la puerta pero Santana fue más rápida y la tomó del brazo girándola, logrando que el rostro de Rachel chocara contra la pared, la oficial comenzó una dolorosa tortura contra el brazo de la reclusa.
— Más te vale que te largues ahora mismo y no vuelvas — susurraba cerca del oído de Rachel — la próxima vez, no tendré piedad.
Santana empujó a Rachel y esta cayó al suelo.
Cómo pudo la morena, se levantó y prácticamente se echó a correr, con su rostro lleno de lágrimas.
¡NOS LEEMOS PRONTO! ¡SALUDOS!
