Crepúsculo pertenece a Stephanie Meyer.

El Harem de la Reina

(Harem: Alice Cullen, Rosalie Hale, Sasha Denali, Tanya Denali, Kate Denali, Irina Denali y Leah Clearwater)

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12: ¿Cómo consiguió esto?

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(Rosalie)

¿Cómo lo logró?

Era una pregunta, que tuve toda la semana en mi mente, pues no lograba comprenderlo del todo.

Fue el día lunes, cuando mis hermanos y yo, llegamos para iniciar otro día de secundaria. Me dirigí hacía mi casillero y allí, vi una nota, haciéndome fruncir el ceño — ¿Y esto? Oh, ya… seguramente, algún otro admirador ―y puse los ojos en blanco. He lidiado con ellos, por bastantes siglos, como para saber de qué forma quitármelos de encima. De todos modos, decidí ver el interior y leer las cursilerías que me escribieron. No quiero ser cruel, pero eso me divertiría mucho. Abrí el sobre y dentro, había una tarjeta, en su interior, una invitación al restaurante Noches de Enero, un nuevo restaurante cinco estrellas, que acababa de abrir en Forks y me quedé (figurativamente) de piedra, pues no cualquiera podría adquirir entradas como estas.

¿Quién enviaba la carta?

¿Cómo lo había logrado?

Hola hermosa.

Creo que ya sabes quién soy, ¿verdad?

El otro día, robaste un papel que yo había arrojado a la basura. Un movimiento bastante común en los Animes de Yandere, si querías tener algo con mi letra, entonces dame algunos días, para escribirte un poema.

Su acusación, me hizo sonrojarme.

Nos vemos el viernes a las 18:00, en la esquina de tu casa, no quiero armar un alboroto, ni romper las reglas, ni iniciar una guerra.

Las espero.

ATTE.: B.S.

Caminé hacía mi clase, con cierto asombro y al querer entrar al salón de biología, me estrellé con alguien, resultando ser Alice, quien se veía sonrojada y vi caer al suelo, un sobre. ― ¿También te llegó una invitación de una cita, por parte de Bella? ―Pregunté.

Ella asintió. ―Quiere verme el viernes a las 18:00 en Noches de Enero. Ese restaurante acaba de abrir, es cinco estrellas, horriblemente lujoso y no solo no tengo nada para ponerme, sino que… ―en su rostro pálido, el sonrojo era aún mayor. ― "Creo saber, quién escribió la carta"

― "Bella" ―susurré y ella asintió.

Sentí algo en mi cerebro, las piezas de un rompecabezas de pocas piezas, se acomodaron rápidamente y hablé de nuevo. ― "¿Bella quiere llevarnos a ambas a una cita?"

Saqué mi carta y se la enseñé a mi hermana. El sonrojo nunca me abandonó. ―viernes a las 18:00

El sonrojo no nos abandonó en toda la semana.

Cada mañana y cada tarde, éramos un desastre sonrojado, aparecían notas en nuestros casilleros o dentro de las paginas de los libros o cuadernos, que solo nos aseguraban, el profundo amor, que Bella sentía por nosotras.

Así que comenzamos a devolverle el gesto, pero como yo he querido ser tan seria y enfocada en mis metras a corto plazo en mi vida, intentando no destacarme, más allá de ser una supuesta alumna de secundaria, entonces lo cursi no me sale y acabé buscando poemas de amor en la internet y entremezclando dos o tres poemas, en frías hojas blancas de papel, a las cuales luego dibujaba corazoncitos…

Dios, que desastre soy para el romance.

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Finalmente, llegó el día viernes y a las seis de la tarde, Alice y yo, estábamos esperando a Bella. Ayudé a Alice a colocarse su vestido azul cielo, a elegir un collar de perlas y una pulsera de perlas y diamantes falsos, además de los aretes de zafiros.

Yo, estaba arreglada, vistiendo con un Saint Frank Boulevard de color rojo, con collares de perlas y una pulsera de claveles. Me maquillé, con la ayuda de Esme y ella me ayudó a elegir aretes de rubíes.

Un coche resonó en la noche fría y solitaria, vimos los faros pasar por delante y comenzar a pitar moderadamente, antes de estacionarse a la vuelta. El dulce olor a pino y vainilla de Bella nos llegó, gracias al viento y tomando nuestras carteras, fuimos a su encuentro, siguiendo el olor.

Al subirnos a su automóvil, dejamos de lado las formalidades de una primera cita, debido a que iríamos a comer en las grandes ligas y simplemente le plantamos besos con lengua en los labios a nuestra bella gatita.

El restaurante era definitivamente de lujo. Era TAN lujoso, que las tres nos sentimos completamente fuera de lugar, pero ya estábamos allí y no íbamos a retroceder. Ella estaba divina, con aquel vestido verde y rápidamente, tomó las riendas, al pasarnos a cada una, una mano por la cadera e invitarnos a ingresar. Con tan solo decir su nombre, el guardia se apartó y al oler a mi alrededor, supe que el guardia era un Lobo. Oh por Dios, ¿En dónde nos estábamos metiendo?

A nuestro alrededor, no había más que lujo y personas de la farándula, que tanto me gustan.

El menú era exquisito, pero tan caro, que, de no ser porque estoy muerta, hubiera sufrido un paro cardiaco. Intenté decirle a Bella, que fuéramos a otro lugar, pero ella tomó las riendas y nos obligó a pedir, por lo cual yo estoy tremendamente avergonzada.

La carne finalmente llegó, estaba sangrienta en el medio, lo cual fue perfecto para mi hermana y para mí, dándonos un manjar como nunca antes nos lo habíamos dado, en nuestra época de vivas.

Bella parecía saborear definitivamente, la delicia de platillo que se había pedido, así que definí que todo estaba saliendo según sus planes. Y ella misma, era una comida visual, que estaba disfrutando aun más, que la sangre de res, que degustaba en esos momentos y sabía que, con Alice, pasaba lo mismo, pues ella tampoco le quitaba los ojos de encima.

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Dejamos a Bella en una casa común y corriente, mientras que nosotras conducíamos hacia nuestra casa.

Solo deseábamos llegar a casa y dejarnos caer en nuestras camas, desmayadas por su belleza, ¿estaría acaso, usando feromonas con nosotras o algo así?

¿Tendría necesidad de hacerlo?

¿Esta Impronta podría acaso, ser impuesta a alguien? ¿Y si lo hizo con nosotras? No. Isabella no parece ser esa clase de mujer.

Ha tenido un bello gesto con nosotras, al no solo tener una reserva en un lugar así, sino que además de eso, tuvo la decencia de pedir por nosotras, una carne cocinada al mínimo y todavía presentando muchísima sangre, para que nosotras la bebiéramos (y luego ir a vomitar la carne sin digerir al baño).

No cualquiera tiene gestos así de bellos contigo y se haría llamar "amiga".

No.

Claramente, Bella quiere tener una relación formal con nosotras y lo está consiguiendo, al hacerse un lugar especial, en nuestros corazones.

―Lo importante ahora mismo, Rosalie, es descubrir como evitaremos irnos de Washington, cuando el resto de la familia, decida irse ―mi hermana rompió el silencio. Yo la miré por un instante, antes de asentir.

―Tienes razón, pero sé que algo se nos ocurrirá, para quedarnos o al menos… buscar un estado cercano a Washington con el día nublado.

Si pudiéramos suspirar, lo haríamos. Pero solo nos dirigimos a casa, en un silencio total y sintiendo el peso de nuestras almas, ante un futuro que claramente vendría sobre nosotras, tarde o temprano.

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(N/A: Perdón por la demora en escribir este capítulo. Y si alguien se le ocurre, como continuar la historia por el lado Canónico, se los agradeceríamos)