Disclaimers: Harry Potter, los personajes, los nombres y los signos relacionados son marcas comerciales de Warner Bros. Entertainment Inc., los derechos de autor de la historia "Harry Potter", pertenecen a J.K. Rowling; por lo tanto, son usados sin intención de lucro alguno, la historia paralela, al igual que los personajes originales, me pertenece en su totalidad, y no pueden usarse sin mi autorización, cualquier tipo de adaptación de esta historia está prohibida.
Los últimos días habían sido bastante complicados para Scorpius, la conducta del rey James le era bastante confusa, ni siquiera su padre tenía tan poca flexibilidad en los aspectos de lealtad, no era como que aquello le molestara, los altos estándares que tenía James sobre la lealtad, pero por lo mismo, no encontraba la manera de demostrarle que sin importarle absolutamente nada, estaría de su parte.
Los alrededores del castillo estaban bastante bien vigilados, y no porque hubiese guardias en cada rincón, por el contrario, era algo más de estrategia que de otra cosa, sin duda ese chico lo maravillaba cada día más, no comprendía como era que Dios, otorgaba a una sola persona tantas habilidades, en combate, en inteligencia, estrategia, sí que sabía cómo relacionarse con los demás de tal forma que hicieran lo suyo.
Se detuvo a tiempo; antes de girar por aquella esquina, había un grupo de soldados, que no eran juramentados de ese reino, por el contrario, distinguió el color plata de sus capas, haciendo de ellos hombres leales a Draco Malfoy, aquello no le generó conflicto alguno, hubiese podido dejar pasar aquella reunión sin problemas, pero algo realmente llamó su atención.
—Con la llegada del príncipe Scorpius, las cosas mejoran, la princesa Druella estará más protegida una vez que hagamos lo que el rey Draco nos ordenó –habló ser Jackson, uno de los guardias favoritos del padre del rubio.
—Pero, el hecho de que el príncipe no haya dicho nada todavía, me hace pensar que tendremos que aguardar un poco más –musitó McAllister.
—La misión del príncipe heredero deben ser otras, más complicadas que las nuestras –rebatió Jackson –la criada que subyugué al llegar, me informó que el príncipe Scorpius se ha reunido en las cámaras del rey James, y que esos eventos son sumamente cuidados, no cualquier noble puede unirse, que lo hayan invitado es más que evidente que tiene como objetivo acercarse al rey.
—Posiblemente –interrumpió McAllister –pero tenemos que esperar a que digan sus votos, de nada servirá si la princesa Druella no es la heredera al trono, no habrá derecho...
—Tienes razón –lo interrumpió Jackson –quizás primero tendríamos que deshacernos de la hermana del rey, es la heredera legítima, su esposo será el siguiente rey.
—Por las leyes divinas, la princesa Lily, tanto como la princesa Druella, no pueden heredar el trono, en cualquier caso, si la princesa Lily muere, pasará a su esposo el reino, de ser el siguiente familiar del rey James, y al igual, la princesa Druella, de no tener un vástago del rey, pasará a quien sea que despose la hermana del rey, o, al príncipe Scorpius.
—De cualquier manera, heredera o no, la hermana del rey es completamente inútil e innecesaria, posiblemente él mismo opine igual.
—Tenemos que ser cuidadosos, cuando de las princesas se traten –informó McAllister.
—Nada va a pasarle a la princesa Druella, como ya lo mencioné, el príncipe Scorpius, no dejará que nada malo le pase a su hermana. Es cuestión de lealtad.
Scorpius se quedó escuchando completamente la charla, sin perder ningún detalle, todo aquello podía usarlo a su favor, y demostrarle a James que realmente le era leal, pero pudiese ser algo completamente planeado por dicho hombre, como para medir su lealtad, quizás aquello le costaría más, pero no iba a accionar como se suponía que tendría que hacerlo, quien fuera que organizara aquello.
Avanzó de regreso al castillo, la joven princesa pelirroja estaba trabajando ella misma sobre el jardín, aquello sin duda le pareció la cosa más ofensiva, ¿cómo la hermana del rey estaría hincada sobre tierra suelta? Completamente llena de tierra, sin duda mandaría azotar a todo aquel que no acató ordenes de ella.
—Princesa –la nombró, pero ésta no reaccionó –Princesa –repitió, pero la joven siguió con sus labores, provocando un poco de enfado en el rubio –Princesa Lily Luna –soltó en un tono frío.
—Oh –la chica levantó la mirada hasta él, cuando escuchó su nombre.
Scorpius se quedó completamente embobado, la chica era bastante joven, tenía los ojos del color de una aceituna, eran bonitos y brillantes, sin duda podía quedarse mirándolos por un tiempo indeterminado, era sin duda hermosa, para ser una belleza un tanto común.
—Lo lamento, no me termino de acostumbrar a ser llamada princesa –se disculpó con Scorpius.
—Descuide, creo que no hemos sido presentados formalmente, soy Scorpius Malfoy, hermano de la princesa Druella.
—Un placer, soy Lily Luna –sonrió.
—Me pregunto, princesa, ¿por qué está haciendo usted el trabajo de los empleados?
—Oh, no es algo que no hubiese hecho antes sonrió.
—De cualquier forma, los sirvientes...
—Ellos están bastante ocupados haciendo lo que tienen que hacer para el baile de presentación de la princesa Druella, así que... decidí que...
—No creo que al rey James le agrade, princesa, sobre todo, porque por su personalidad, supongo que la aridez de estos jardines, es lo que él se ha propuesto, digo, es un gobernante magnífico, de querer demostrar cuán capaz es su reino de mantener grandes jardines llenos de vida, sin duda lo estarían, ¿no lo cree?
—Supongo que tiene razón –suspiró –es solo que su hermana comenzó con esto...
—Bueno, en ese caso, debería dejar que sea ella quien se encargue, a menos que el rey indique todo lo contrario.
El joven se acercó a ella y extendió su mano, la joven lo sujetó sin dudarlo ni un momento, haciendo que el rubio amusgara la mirada en completo recelo, aquella actitud lo confundía, o era completamente temeraria, o estúpida, si actuaba así con cualquier persona, sin duda era un blanco completamente fácil, y el hecho de no saber si la plática que había escuchado antes era o no, un plan verdadero para asesinarla, tenía que tenerla más vigilada de lo que realmente planeaba en realidad.
—Oh, es maravilloso, encontrarlos en el mismo lugar, Princesa, ¿Qué diría su prometido si se enterara de que está sujetando la mano de otro caballero? –Se burló Lysander.
—Ya que el otro idéntico debe estar ocupado con la boda, supondré que eres Lysander, el lame botas, personal del rey ¿me equivoco? –Se burló Scorpius.
—Supongo que es la envidia lo que habla, ¿preferirías estar en mi lugar o en el de tu hermana? –Sonrió de lado Lysander.
—Lysander –lo interrumpió Lily –no deberías estar comportándote de esa manera –lo observó con el ceño fruncido la chica.
—Como sea –le restó importancia –el rey me pidió que los buscara y les informara, y como ya están juntos, me han ahorrado tener que perder mi tiempo buscando a uno –sujetó la empuñadura de su espalda mientras observó al rubio –el rey James ha decidido que serás el guardia personal de la princesa Lily.
—Supongo que esperabas ver decepción en mi rostro al darme la noticia, pero la verdad es que no me desagrada el trabajo, la princesa es una dama hermosa –comentó, haciendo que la joven se pusiera roja ante el halago.
—Mantén tus manos donde sirvan –le informó –está comprometida, con el hijo de Remus Lupin –comentó Lysander.
—Lo sé, quizás te ponga triste, pero lo hablé con el rey James, le hice ver que era la mejor opción –sonrió.
Lysander le otorgó una mirada de fastidio y se dio media vuelta sin decir nada más, provocando una sonrisa de triunfo en ambos, que ninguno pudo ver en el otro, el rubio se giró hasta su nueva tarea, ahora sin duda podría tenerla vigilada con un buen pretexto, sin que el rey creyera que se atribuía las cosas, y sobre todo, sin levantar sospechas de nadie, o que pensaran que estaba interesado románticamente de la princesa Lily.
—Así que te han comprometido con Lupin, por un momento, pensé que tu hermano, el rey, no lo tomaría en cuenta realmente.
—Usted le dio la idea –murmuró la joven.
—Quizás no le guste la idea ahora, pero de todos los hombres en el reino, creo que le he conseguido el mejor –se encogió de hombros –pero ahora no lo puede ver del todo.
—Entonces ese día le agradeceré, no antes –soltó enfadada.
—No le agrada Lupin –sonrió –eso quiere decir que hay alguien que llamó su atención, ¿es noble o fue antes de que llegara al castillo? –Se burló –si es un plebeyo, su hermano jamás lo permitiría, usted, al igual que todos los que carecemos el título de rey, y tenemos la mala suerte de tener sangre real, no somos más que simple ganado, que pueden intercambiar por mejores cosas, no lo tomes personal, pero es mejor tener un buen dueño, a uno malo.
—El señor Lupin es una persona agradable y amable...
—Pudo ser Lorcan Scamander, y no creo que te gustara estar en el lugar de su futura esposa.
Scorpius observó como la princesa se giraba, no quiso atribuir a nada aquella actitud, suponía que, si había alguien que le llamara la atención, pero si no era Lupin, que muchas decían que era guapo, ¿Quién podría ser como para que su matrimonio la afectara así?
—LHR—
Para ir a tierras de los Scamander, a Lily le tocó compartir el carruaje con Druella, realmente no comprendía la razón por la cual el solo verla le desagradaba, la joven no había sido del todo grosera con ella, más bien, era su personalidad, tampoco tenía la culpa de haber tenido la fortuna de haber nacido, vivido y crecido en un castillo, contrario de Lily, que había pasado parte de su vida viviendo como una campesina, y no es que aquello le hiciera sentir avergonzada, todo lo contrario.
—Lo malo de esto –habló Druella –es que no puedo pasar tiempo con James, como lo hicimos en el trayecto al reino del centro –suspiró abatida.
Pansy observó a la joven, que tenía una cara llena de ilusión, giró la cabeza para observar por la pequeña ventana del carruaje, quizás la jovencita a su lado, pudiese creer todo lo que la princesa Malfoy decía, pero ella conocía demasiado a James como para creer aquello, además, lo había visto cerca de la rubia y si algo hubiese pasado, no se comportaría como si ella no existiera, Druella Malfoy, era para James, un espantoso trámite del cual jamás podría deshacerse.
—Debería tener más cuidado con esas palabras, princesa –habló Pansy –si alguien más la escuchara hablar así, pensaría que el rey ha aprovechado el camino para quitar su virtud.
—Bueno –la joven se puso roja –no sería nada malo, tomando en cuenta que voy a desposarlo –bajó el rostro con el sonrojo más intenso.
—Entonces, el rey ya la desvirgó antes de los votos –inquirió la mujer de cabello negro.
—Es el rey, no sería algo malo ¿o sí?
—Bueno, su padre supongo que no estaría muy feliz, si esos rumores comenzaran a circular, ni siquiera ha sido presentada oficialmente como la prometida del rey, y ya están diciendo que la desvirgó –negó.
—No estoy diciendo que sería algo de lo cual sentirse orgullosa, claramente –sonrió nerviosa –pero supongo que hay ocasiones en las que las cosas no pasan como Dios lo planea.
Pansy observó a Lily, que apretó la tela de su vestido, la información que Druella había dicho, no la hacía para nada feliz, aquello sin duda provocó una sonrisa divertida en el rostro de la mujer mayor, pero no dijo nada, no quería que ese tipo de atención de volcada en Lily.
—Este viaje, por fortuna para ti, no será muy largo, llegaremos al amanecer –informó Pansy.
—Eso es maravilloso –comentó completamente feliz.
Contrario a lo que Pansy y Druella pensaron, tomaron un descanso, normalmente el rey James le gustaba descansar lo menos posible, así que cuando Scorpius Malfoy abrió el carruaje para informar la decisión del rey, y ayudó a Lily a bajar, las otras dos mujeres se miraron confundidas, fue donde Pansy notó, que todo lo que salía de la boca de la princesa rubia, era solo creado por sus fantasías.
—Llegaremos a medio día, majestad –comentó Scorpius –si es que no vuelve a detenerse.
—¿Todo bien contigo? –Le preguntó a Lily.
—Sí, todo bien, ¿ocurrió algo?
—No, absolutamente nada, creo que los Scamander no merecen nuestra llegada al amanecer –se burló.
Lily observó sobre su hombro cuando su hermano puso mala cara, notó a Edward Lupin acercarse a ellos, llevaba un poco de agua para la joven pelirroja, que lo tomó agradecida.
—Espero que no esté muy cansada, princesa –le sonrió –es su primer viaje tan largo, agradezco que el rey decidiera descansar, así no será tan agotador para usted.
—No, yo estoy realmente bien, la princesa Druella, es la que se lamentaba no poder pasar más tiempo con el rey –observó al castaño.
Las palabras de Lily hicieron que Scorpius y Edward observaran al rey, que su mueca fue de desagrado, se dio media vuelta, y se alejó, al parecer, no le agradaba pasar mucho tiempo con la gente, Scorpius sujetó la empuñadura de su espada, cuando notó a Lysander Scamander ir tras él.
—Descuide, ser Malfoy –le habló Lupin –estamos rodeados de soldados, dudo que algo malo le pase a la princesa, de cualquier forma, estaré cerca de ella.
—No se ofenda, pero no es experto con ninguna clase de arma –lo observó enfadado –no puedo estar tan tranquilo dejándola a solas con usted, los dejaré charlar, pero estaré lo prudentemente cerca.
Los prometidos se observaron, los dos sonrieron un poco nerviosos, él la dirigió a un pequeño banco improvisado con troncos, y a ella no pareció incomodarle, ya que se sentó de forma tranquila, sin hacer algún comentario desagradable, quizás por esa crianza sencilla de la princesa, había logrado que a Edward le agradara la joven, no solo por su extremada belleza física, sin duda estaba agradecido de que el rey lo eligiera a él, sobre su hermano Lyall, o el heredero Scamander, Lorcan.
—Tengo que aceptar que me sorprende que se detuviera –habló Lupin.
—No tendría –murmuró Lily –la princesa Druella ha mencionado que cuando viajaban de regreso al reino del Centro, el rey, prefería pasar tiempo con ella que en el camino.
—No estuve en esa caravana, y aunque sí tomó mucho tiempo, a los soldados que viajan siempre con él, los confundió que ordenara tomar un descanso.
—La princesa Druella, debe importarle más de lo que la gente piensa.
—Posiblemente.
Ninguno dijo nada más, se quedaron callados por un largo rato que hizo que Lily se sintiera un poco incómoda, se suponía que se casaría con ese hombre, así que sus días estarían llenos de esos silencios incómodos, y para sumarle cosas malas, tendría que yacer con él, tal y como las mujeres en el burdel lo hacían con los clientes varones, no se creía lo suficientemente valiente para hacer algo así con el hombre frente a ella, el tan solo pensarlo, un espantoso escalofrío la recorría, pero en realidad, la idea de hacer semejantes cosas vulgares con un hombre, fuese quien fuese, le hacía sentirse extremadamente temerosa.
Sus pensamientos fueron a segundo plano, cuando lo vio volver, James regresó cubierto de sangre, haciendo que ella se pusiera de pie preocupada, avanzó hasta él, sin importarle que estaba con su prometido.
—Alteza –soltó asustada –¿Está bien?
James se observó a sí mismo, sonrió de lado y señaló a Lysander que estaba enfadado, los soldados fueron a ayudarle, había cazado un venado para alimentarse, Lily no sabía que tan necesario había sido eso, pero ya lo había hecho.
—No ha sido rival para mí –murmuró decepcionado.
—Comienzo a pensar que no hay nadie digno de ser su rival, majestad –musitó la joven.
—Realmente no hay nadie digno de ser un rival competente para mí –le sonrió y se alejó de ella, no sin antes dedicarle una mirada intensa.
Lily se giró para seguir observándolo, realmente su hermano era un hombre increíble, nada le daba miedo, había algo en él, que simplemente cautivaba a la joven, y por lo visto, no era la única que lo veía como si fuese realmente maravilloso.
—Mi rey –la voz de Druella se escuchó en todo el improvisado campamento –mi rey, ¿Se encuentra usted bien?
La joven se aventó a los brazos del rey, que la sujetó para que no se pegara a él completamente, todos observaron a otro lado cuando la alejó de él, con un gesto enfadado, pero ella forcejeó un poco para abrazarlo, logrando mancharse el hermoso vestido con sangre.
—Princesa –habló Scorpius Malfoy –el rey está bien, es sangre de venado, además, quitar la sangre de su vestido favorito, será complicado.
La rubia observó enfadada a su hermano, y después observó a su vestido, e hizo una mueca de disgusto, el olor a sangre no se iba a ir pronto tampoco.
—Preparen algo para comer –ordenó James –iré a lavarme.
La gente no dijo nada, se limitó a seguir con sus encomiendas, Scorpius le dio la espalda a su hermana y regresó hasta su puesto, para asegurarse de que nada le ocurriera a Lily Luna, mientras cuidaba de ella, observaba la dirección en la cual, James desapareció, nadie lo siguió, así que eso lo consternó un poco.
