Nashiko había terminado de empacar su mochila, había acordado el verse con las demás en la estación del tren para salir; todo esto dio inicio con hace dos días cuando ocurrió el torneo de mahjong, llegaron a la final pero solo Riche logró ganar y ella escogió el siguiente premio que era un viaje todo pagado a un pueblo de aguas termales ¿Cómo lo supo? Resulta que ella estuvo tan enceguecida por el premio en efectivo que no se dio cuenta que había otro apartado con otro premio de primer lugar, ya una vez se lo dijeron, se sintió avergonzada pero apreciaba el hecho de poder relajarse en aguas termales.

- Muy bien, todo listo. – Salió de su habitación para bajar, ahí se encontraba su madre.

- Será mejor que tengas cuidado, de igual modo espero estés llevando cambio de ropa interior.

- Madre, claro que lo estoy haciendo, no me lo recuerdes. – Exclamó la pelinegra con algo de vergüenza. – Ya me voy.

- Disfruta de tu viaje hija.

- Por supuesto. – Nashiko saludó de vuelta mientras salía de su casa, ya se encontraría con el resto de sus amigas en la entrada de la estación de trenes. Un tiempo de caminar luego, llegó donde vio a las demás. – Ya estoy aquí.

- Veo que no llegaste tarde, al menos no eres la última. – Señaló Izumi, Nashiko vio que Riche aún no había llegado.

- ¿Sí le avisaron de la ubicación de la estación?

- Me encargué de eso. – Respondió Pai, al poco tiempo apareció una limosina de la cual bajó la peligris.

- Gracias por traerme. – Una vez agradeció al conductor, fue con las demás. – Así que esto es una estación de trenes.

- ¿Nunca has venido a una? – Preguntó Nashiko, la peligris negó con la cabeza.

- Siempre que viajo a otro lado lo hacemos en nuestro avión privado o en limosina. – Respondió, la pelinegra e Izumi tenían rostros inexpresivos.

- (No podemos entender a los ricos.)

- Es una experiencia divertida viajar en tren, ya lo entenderás cuando subamos. – Expresó Pai a lo que Riche acotó a su palabra.

- Pronto saldrá nuestro tren, es momento de ir. – Avisó Haneru. El grupo de chicas entró a la estación para pagar por su boleto, aunque Riche estuvo casi por hacerlo con una tarjeta pero la detuvieron antes de hacerlo ya que ahí se paga con efectivo, una vez le enseñaron como, ya solo tenían que esperar al tren, cosa que no tardó demasiado, llegando en ese momento.

- Así que ese es un tren. – Riche lo vio como si descubriera un animal por primera vez.

- Vamos, hay que ir a nuestros asientos. – Señaló Izumi. Las chicas entraron para sentarse en sus asientos, ya luego del aviso, este empezó a moverse, Riche vio por la ventana como se movía.

- Traje algo para comer en lo que llegamos. – Pai sacó cajas de bento, lo cual alegró a las chicas.

- Pai-san, como siempre, lo tienes todo pensado. – Nashiko aceptó con gusto el bento al igual que las demás, abriéndolo para comer.

- Hice de todo un poco y ligero para que luego disfrutemos de la cena en el hotel. – Sonrió la rubia. De ese modo comieron y platicaron durante el viaje hasta llegar a su destino.

- Wow… - Una vez se bajaron del tren y salieron de la estación, empezaron a admirar el pueblo, se lograban observar establecimientos por todos lados y la gente llevaba yukatas de hotel.

- Esto no hace más que crecer mis ganas de querer entrar ya. – Expresó Izumi.

- Antes que nada, debemos de ir al hotel para registrar nuestras habitaciones, Riche ¿tienes la dirección? – Preguntó Haneru, la peligris asintió.

- Claro, no debería estar muy lejos de aquí, lo registré en el GPS de mi teléfono. – Respondió ella.

- Muy bien, vamos todas. – Exclamó Nashiko. Todas empezaron a caminar, lograban sentir el vapor de las aguas termales y es que esta pasaba incluso por debajo en un río, así que cruzaban por un puente por encima de este.

- Se siente algo de humedad. – Comentó Pai.

- Tan pronto lleguemos, vamos a cambiarnos a nuestras yukatas, así deberá estar más fresco. – Señaló la pelinegra.

- Lo que deseo probar son los pastelillos que hornean con el agua de las termas, dicen que son deliciosos. – A Izumi se le estaba haciendo agua la boca.

- Ya tendremos mucho tiempo para hacer lo que queramos. – Al cabo de un rato llegaron al hotel donde se hospedarían, este tenía un aire antiguo debido a la entrada de madera, al momento de entrar, fueron recibidas por una mujer que se veía en sus treinta.

- Bienvenidas, ustedes deben ser las huéspedes que ganaron una reservación ¿cierto?

- Claro, somos nosotras. – Respondió Riche, la mujer asintió.

- Les será mostrada su habitación, permitan que llevemos sus equipajes. – Aparecieron otras dependientas por detrás que empezaron a llevar las mochilas que ellas trajeron. – Tendrán sus yukatas listas en la habitación.

Una vez agradecieron, fueron a la habitación reservada, así al entrar vieron una gran habitación de tatami con futones ya preparados, Izumi no tardó en tirarse encima de estos.

- Ah… que cómodo…

- Aquí están las yukatas. – Nashiko tomó una de estas. – Ya deberíamos cambiarnos.

- Por supuesto, vamos a hacerlo. – Izumi se levantó y tomó la suya, empezando a quitarse su blusa en ese momento.

- ¡E-Espera un momento Izumi, qué haces! – Exclamó Haneru con asombro, la pelinaranja se detuvo.

- ¿Qué más? Cambiarme. – Respondió ella como si fuera lo más normal del mundo.

- ¿Acaso no tienes vergüenza? No deberías quitarte la ropa tan a la ligera.

- Vamos que no hay problema, somos todas chicas después de todo, a menos que batees para el otro lado.

- C-Claro que no. – Se negó ella rotundamente.

- Pues entonces podemos hacerlo, así que blusa fuera. – Y continuó quitándose la ropa, Haneru solo pudo soltar un suspiro.

- Ser demasiado relajada debería ser un problema…

- Igual tiene algo de razón, sí después de todo todas entraremos a las termas, no debería ser raro vernos desnudas. – Expresó Nashiko.

- Tampoco es que sea fácil… lo cierto es que no disfruto mucho que me vean desnuda.

- Así que eres de esas. – Comentó Pai, Haneru puso rostro inexpresivo.

- ¿Qué tiene? Todos tenemos algo que nos de vergüenza.

- ¿Ya están listas? Quisiera salir a pasear. – Riche ya se había cambiado rápidamente a su yukata.

- Ya pronto, vamos a cambiarnos también. – Nashiko y Pai también empezaron a desvestirse, Haneru no pudo evitar verlas en ropa interior y notó algo en las dos, más que nada en el pecho y es que en su mente escuchó hasta el sonido de "Boing" cuando las montañas de ambas chicas fueron liberadas.

- (Como es que pueden tener ese tamaño, en cambio yo…) – Y volvió a suspirar, mejor decidió no seguir pensando en ello y tuvo que cambiarse. Una vez todas ya estaban con sus yukatas, se encontraban listas para pasear por la ciudad.

- Muy bien chicas, es momento de disfrutar de nuestro fin de semana. – Declaró Nashiko. Así salieron del hotel para empezar con su paseo y ver todo lo que este tenía que ofrecer.


- Siento que podríamos ver todo en el pueblo. – Comentó Pai. Las chicas se encontraban caminando por las calles. - ¿Por dónde podríamos empezar?

- Por la comida, es lo más obvio. – Respondió Izumi con brillo en los ojos, Nashiko soltó una pequeña risa.

- Es cierto que podríamos comer algo, hasta es seguro que Izumi ya debió de investigar sobre restaurantes.

- Vamos chicas, yo dirijo el camino. – Y siguieron a la pelinaranja en su primera aventura gastronómica, así el primer sitio a llegar fue un puesto ambulante. – Como no debería de hacerse esperar, compremos pan.

- Buen día jovencitas ¿Qué quisieran pedir? – Preguntó el dueño del puesto.

- Una bolsa con pan recién horneado por favor.

- Ya les sirvo. – Y recibieron su bolsa con el pan, al abrirla, el olor las invadió.

- Huele bien. – Exclamó Riche.

- Izumi, ya sírvelo de una vez que me abrió el hambre. – Nashiko deseaba comerlo ya, la pelinaranja no lo hizo esperar y dio a cada, dándoles una mordida. - ¡Está bueno!

- Es verdad, recién hecho se siente suave y tiene relleno de judías. – Comentó Haneru.

- Realmente nos llevaste a un buen sitio Izumi-chan. – Felicitó Pai, esta se sintió orgullosa.

- Cuando se trata de comida, claro que sé lo que estoy haciendo, pero eso no es todo, nos espera mucho más por delante.

Durante el resto del día no hicieron más que continuar paseando entre diversos puestos los cuales disfrutaron, así se les fue las horas hasta que ya regresaron al hotel para descansar.

- Estoy satisfecha… - Izumi se recostó en el tatami acariciando su estómago. – He comido lo de una semana.

- Pero seguro que mañana querrás más, o al menos hasta la cena. – Respondió Nashiko enarcando una ceja, la pelinaranja simplemente puso una gran sonrisa, siendo todo lo que ella necesitaba saber.

- Aún queda tiempo para la cena ¿ya entramos a las aguas termales? – Sugirió Pai y ese fue el pensamiento que se les cruzó a todas en aquel momento, la verdadera razón por la que fueron ahí. No cabe de más decir que se prepararon, tomaron sus toallas y fueron directamente hacia los baños, entrando al lado femenino.

- Sorprende que haya un lado mixto aquí. – Nashiko revisó que había tres puertas de acceso, el de hombres, el de mujeres y uno mixto. – No creo que pueda hacer algo así, me daría vergüenza.

- Seguro es porque vienen muchas parejas a relajarse también. – Respondió Haneru. – Por suerte, parecemos ser las únicas hospedadas aquí.

- Mejor, más para nosotras. – Exclamó Izumi. Las cinco chicas entraron al vestidor para quitarse sus ropas y entrar con sus toallas.

- Nashiko-chan ¿te han crecido? – Preguntó Pai viendo de lado a su amiga pelinegra, esta se cubrió.

- ¿Q-Qué estás viendo Pai? No es algo que debas de decir en voz alta.

- Es que no pude evitar no fijarme… es sospechoso…

- ¿De qué hablan? – Izumi se cruzó a un lado en ese momento, ya desnuda y llevando su toalla.

- Solo hablamos de que le crecieron los pechos a Nashiko-chan. – Respondió la castaña clara.

- No es cierto… ¿o sí? – Y ahora ella revisó con sumo detalle la zona frontal de Nashiko, esta se puso roja.

- ¡Y-Ya basta, no sigan viendo!

- Es cierto camarada Pai, puede que hayan crecido… ahora hagamos una prueba manual. – Empezó a mover sus dedos de forma peligrosa, cosa que atemorizó a la pelinegra que empezó a huir. - ¡No corras Nashiko, voy a sentir tu suavidad! – Y fue tras ella, Haneru y Riche igual se habían desvestido para entrar.

- Jeje, se están divirtiendo. – Exclamó la peligris, Haneru enarcó una ceja.

- ¿Es enserio?

Una vez pasada toda la euforia, las cinco chicas abrieron la puerta de acceso, viendo con asombro afuera, la fuente termal al aire libre era grande y daba una buena vista hacia la montaña.

- Es asombroso… - Exclamó Nashiko.

- Muy bien ¿qué esperamos? Adentro. – Izumi estaba ya a punto de entrar pero Haneru la sujetó del brazo, casi causando que ella se caiga. - ¡Haneru, qué haces!

- Antes de entrar al agua termal, hay que enjuagarse primero, no creo que quieras quemarte sin haberte acostumbrado aún. – le advirtió, la pelinaranja no tuvo de otra que obedecer, así las chicas fueron a sentarse justo debajo de las regaderas, el agua fría empezó a caer sobre sus cuerpos.

- ¿Puedes pasarme el shampoo Nashiko? – Preguntó Riche, esta lo hizo y se lo dio, aprovechando a lavarse antes de entrar a relajarse al agua termal.

- Tienes una piel blanca y brillante Riche-chan. – Pai observó a la peligris. - ¿Cómo la mantienes así?

- No hago nada en especial, uso lo que toda la gente usa, un shampoo y jabón normales, creo que mi padre compra uno especial que cuesta como unos veinte mil yenes. – Respondió, Nashiko sintió un dolor en el pecho.

- Ahí está otra vez… lo que diferencia a los ricos de nosotros las personas normales…

- Déjame ayudo a lavar tu espalda Haneru. – Izumi se ofreció a lavar la espalda de su amiga, tomando la esponja para empezar a tallarla. – Jeje, tienes una espalda pequeña y fina~

- ¿Qué tiene? Es lo normal en una chica.

- Por supuesto pero no es todo… igual un trasero chico. – Y le tocó justo ahí, sacando un pequeño gemido a Haneru. – Wow…

- ¡No hagas eso de nuevo! – Le reclamó molesta. – No me gusta que me toquen el trasero.

- Ok, entiendo, acabemos con esto.

Un rato después que terminaron de lavarse, ahora podían entrar a la fuente termal, empezaron a sumergirse lentamente, el calor de esta empezó a envolverlas.

- Ah… que bien se siente… - Pai se dejó recostar en la orilla, todas empezaron a disfrutar del agua que envolvía sus cuerpos.

- Ciertamente, creo que mi piel estará brillante una vez salgamos. – Comentó Nashiko.

- Gracias nuevamente Riche, por esta oportunidad. – Agradeció Izumi, la peligris sonrió.

- No es nada, realmente quería que todas disfrutáramos en un sitio, han pasado muchas cosas últimamente.

- Es cierto, hemos jugado muchas veces en mahjong, casi cierran nuestro salón y participamos en un torneo, relajarse así de vez en cuando no está mal. – Expresó Nashiko mirando al cielo.

- Este es apenas el inicio Nashiko, nos esperan otros dos días llenos de diversión. – Comentó Izumi, la pelinegra asintió.

- Muy bien, vamos a disfrutar de este viaje lo más que se pueda para luego volver totalmente relajadas. – Respondió ella con una sonrisa. El primer día del viaje terminó con mucha diversión y relajación para las chicas, les quedaban otros dos donde seguirán viendo de todo, más diversión les espera al día siguiente.


Franco Yuzaki: Ya era mejor premio el viaje sí es que desea una actividad con todas juntas, así entonces se dio la cosa para relajarse un poco, ya es algo que se verá.

Aquí va entonces la primera parte de este viaje de aguas termales, las chicas se han relajado, comido de todo y al final disfrutan de las aguas termales, ya quedan otros dos días y se verá entonces qué pasará ahí, puede que haya algunas locuras en camino, quien sabe, ya se sabrá más adelante lo que se tiene en mente, hasta el próximo cap. Saludos.