Cbt1996: Hola linda. El pinche destino que quiere joder a Kagome jajaja. Y el rechazo que le hizo a esmeralda hasta yo lo disfrute jajaja. Y ahora Sota entremedio, la pregunta es, ¿será buena idea que Inuyasha haya conocido a Sota? saludos, linda.
Kayla Lynnet: Hola linda. Rosa Teresa ay no apoco así nos llevamos jajajja. Puedo imaginar tu cara esperando saber si tu duda era cierta y zaaaaa, si lo era. Y toda la razón ella no tenía ningún pretexto para rechazarlo jajaja
Oye es buena idea lo de la comida más cara, por un segundo me recordaste al fics de mi reina, Perlita, su fic que se llama: "Porque eres mía" donde Kag ese eso pero con Bankotsu jajaja
Ay si, pobre Sota, pero solo fueron cuatro peldaños tampoco quería que Sota se descogote por caer de las escaleras jaja.
¿Ves? te dije que mi perroyasha si tiene corazón y lo está descongelando para Kag pero esto se saldrá de control jajaja.
Juro que te veo como bruja riéndote de la secretaria mientras lees como fue rechazada jajajaja.
Saludos, linda.
Karri taisho: Hola linda. Exacto bella, más de una amistad esta a aprueba aquí, ya que el grupo de amigos de Kagome más que amigos son como hermanos. Hooo pero creme que no es solo por Inuaysha que aquí abra pelea, bella.
Las sorpresas que da la vida pueden ser muy agradables o muy desagradables, ¿como lo vera Kag? eso es un misterio aún, sobre todo por ver como Inuyasha le sigue mintiendo en la cara.
Ahora veremos las racciones de Sota y de Inuaysha, ¿será bueno o será malo? En este cap lo sabremos y en el próximo la reacción de nuestra Kikis.
Claro bella, escríbeme todas tus teorías que a mi me encanta leerlas, no podré responder todas pero me fascina como las haces en cada capitulo, yo te lo agradezco mucho, mucha gracias linda.
Annie Pérez: Hola linda. Así es, esto más temprano que tarde a Kag se le va salir de las manos. Saludos linda.
Guest: Hola linda. Muchas gracias por leer, me alegra muchos saber que te gustó el cap, saludos linda.
Capítulo 10
Perspectiva de Kagome
Cuando llegamos al colegio, salí como un rayo del auto.
- ¡Kag, espera!
No le hice caso y seguí corriendo. Llegué a la dirección y entre sin tocar.
- Señora directora, ¿Dónde está mi pequeño?
- Señorita Higurashi, por favor tranquilícese. Él está bien, está en la enfermería con la maestra.
- De acuerdo. - salí de la oficina y me fui a la enfermería. Cuando llegué, vi a Sota con su maestra Rin.
- ¡Sota!
- ¡Hermana!
- Oh, mi pequeño, ¿estás bien? - me acerqué para abrazarlo y llenarlo de besos en su pequeña carita. Luego miré a mi amiga - Rin, ¿Qué pasó?
- Hola, Kag. Sota iba bajando las escaleras corriendo y, por Kami, solo faltaban cuatro peldaños para llegar al suelo. Ahí fue donde se cayó. Solo se fracturó la muñeca, pero es muy poco. En unos días estará bien, y el chichón que se dio en el frente también estará bien.
- ¿Y la enfermera?
- Está atendiendo a otro niño que se cayó en su clase de gimnasia.
-Bien. -Miré a mi hermano. - Oh, mi pequeño Sota, ¿cuántas veces te he dicho que no corras cuando estás en las escaleras?
- Lo sé, perdón hermana, no lo volveré a hacer.
- Está bien, ven. - volvió a abrazarlo.
Perspectiva de Inuyasha
Al fin alcancé a Kag en la enfermería. Me quedé en la puerta viendo cómo abrazaba a su hermano pequeño. Sin darme cuenta, una sonrisa se me puso en el rostro.
Así que a Kag le gustan los niños,
Pensé. Bueno, tal vez sea solo con su hermano, aunque tal vez no... La forma como ella lo abrazaba y lo mimaba no lo haría cualquier hermana. Vi cómo la maestra miró hacia donde estaba yo, así que tuve que acercarme.
- Buenas tardes.
- Buenas tardes, señor. Kag, ¿es tu amigo?
- Eh, sí.
- Inuyasha Taisho, mucho gusto - le extendí la mano.
- Rin Kimo, el gusto es mío - me saludó.
- Hermana, ¿Quién es él?
Me acerqué a la camilla.
- Soy Inuyasha. ¿Y tú, campeón?
- Sota Higurashi, mucho gusto.
-Igualmente, Sota.
- ¿Usted es amigo o novio de mi hermana?
- ¡Sota!
Sonreí al ver la cara de Kagome y después miré al pequeño.
- Esa respuesta tu hermana te la puede dar.
- Hermana...
- Es un amigo, Sota, vale. Y ahora te llevaré a casa.
- Kag...
- Si, dime Rin.
- Toma, estos son los medicamentos que Sota tiene que tomar cada 8 horas. Solo es para reducir la inflamación, ¿sí?
- De acuerdo, muchas gracias.
- No hay de qué, amiga. Oye, ¿podemos hablar a solas?
- Sí.
Perspectiva de Kagome
Salimos de la sala.
- ¿Quién es? No sabía que tenías novio.
- No, Rin, no es mi novio, es un amigo.
- ¿Segura?
- Sí - le sonreí mientras me maldecía mentalmente.
Rin era amiga mía, de Sango, de Kikyo, de Koshó, Asuka y Naraku, pero ella no tenía ni idea de lo que nosotras teníamos pensado hacer con el idiota de Taisho. ¿Cuál era la razón? Sencillo, Rin era la chica más dulce y frágil del mundo. Ella no aceptaría lo que nosotras teníamos planeado hacer. Ella siempre decía que todo cae por su propio peso y que el destino hace justicia por sí solo. Sí, claro, muy bonito como piensa, pero la realidad era otra. Una realidad que trataba de no dañar el mundo rosa de mi amiga Rin.
- Kag, ¿me escuchas?
- Ah, sí, perdón, ¿Qué decías?
- Sí de verdad solo son amigos.
- Sí, Rin, solo amigos. Ah, por cierto, el sábado vamos a celebrar que Naraku regresó.
- Ah, sí, Sango me mandó un mensaje. Ahí estaré.
- Perfecto, nos vemos el sábado. Rin, ya es hora de tu clase.
- Sí, ya me voy. Adiós.
Nos despedimos con un abrazo.
- Me despides de Sota y de tu supuesto amigo - me guiñó un ojo y yo puse los ojos en blanco.
- Sí, Rin, lo que digas.
Vi cómo se iba por el pasillo y entré al cuarto, pero me quedé con la boca abierta con lo que veían mis ojos. Sota e Inuyasha hablaban como si se conocieran de toda la vida. Inuyasha le contaba algo, no sé qué cosa, y Sota sonreía y escuchaba con total fascinación.
- ¿De verdad todo eso haces, Inuyasha?
- Así es, Sota.
Me acerqué a ellos algo dudosa.
- Hermana.
- Sí, ¿Qué pasa?
- Tu novio es fantástico.
- ¡Que no es mi novio!
- Inuyasha ha viajado por muchos países y ¿sabes algo más? Tiene el manga completo de Dragon Ball y todos están autografiados por el gran Akira Toriyama. ¿¡No es fantástico!?
Bien, ahora ya sabía por qué Sota estaba tan feliz. Él era muy fanático de Dragon Ball. Aún recuerdo lo que nos costó a mi madre, mis amigas ya mí consolar a Sota cuando se enteró de la muerte de su gran ídolo Akira Toriyama meses atrás.
- Hermana, ¿me estás escuchando?
- Sí, Sota, pero ya tenemos que irnos.
- Yo los llevo.
- ¡NO!
Tanto Inuyasha como Sota me miraron confundidos y allí me di cuenta de que más que un no suave, les había pegado un grito.
- Bueno, lo que quise decir es que Inuyasha debe estar muy ocupado, Sota.
- Claro que no, Kag. Yo los llevo. Pero, ¿no sería mejor pasar a un lugar donde Sota almuerce primero?
- No, gracias, mamá está en casa.
- Hermana, mamá no está. Ella fue a ver a una amiga.
Y yo miré a Sota con regaño en la mirada.
- Bien, entonces vamos a ir a comer algo y después lo llevamos a casa, ¿vale?
- ¡Siii! - dice Sota.
Solté un suspiro de derrota. No quería que Inuyasha conociera a nadie de mi familia y ahora íbamos a comer con mi hermano pequeño. Esto no me gustaba nada. Tomé mi cartera e iba a tomar la mochila de Sota, pero Inuyasha me ganó.
- Yo la llevo. Vamos, Sota - Inuyasha bajó de la camilla a Sota y se fueron los dos juntos y yo los seguía de atrás.
Llegamos a su auto.
- Y bien, Sota, ¿Qué quieres comer? - preguntó.
- Papas fritas.
- Bien, papas fritas serán.
Inuyasha condujo unos minutos hasta que llegamos a un lugar y cuando me di cuenta, nos había llevado a un centro de entretenimiento . La tienda se llamaba Round1: una tienda que ofrece una variedad de actividades que incluyen boliche, karaoke, arcade, comida y más.
- Un centro de entretenimiento - le susurré a Inuyasha.
- Sí, aquí hay buena comida y juegos para que Sota pueda jugar.
- ¿De verdad? - gritó emocionado.
- Así es, campeón.
- Inuyasha, no creo que...
- Vamos, Kag, solo tiene fracturada la muñeca. Hay muchos juegos donde él puede jugar.
- Sí, vamos, hermana - Sota me puso cara de perro degollado.
Y yo suspiré derrotada nuevamente.
- Está bien, acepto.
- ¡Siii! - gritó emocionado.
Sota sí que sabe manipularme
Bajamos del auto y entramos. Pedimos papas fritas y bebidas.
- ¿Hace cuanto tiempo que conoces a mi hermana?
- Hace muy poco.
-Ya veo. ¿Y trabajas, Inuyasha?
- Sota - lo regañé.
- ¿Dije algo malo?
- Kag, no te preocupes. No, Sota, no dijiste nada malo y sí, trabajo. En una empresa, soy arquitecto.
- ¡Oh! ¿Y te gusta lo que haces?
- Claro, por eso lo estudié.
- Genial, yo igual quiero ser arquitecto cuando sea grande.
- Sota, ¿tú no querías ser bombero cuando grande? - le preguntó.
Él se encogió de hombros.
- Quería, ahora quiero ser como Inuyasha.
Me quedé viendo a mi hermano con la boca abierta.
- Ah, ya veo - fue todo lo que dije mientras la charla de esos dos seguía.
- Sota, tú puedes hacer lo que quieras siempre y cuando estudies mucho.
- ¿Tú estudias mucho?
- Claro, por eso estoy donde estoy.
- Genial, yo quiero ser como tú, Inuyasha.
Me atoré con la papá que estaba ingresando en mi boca.
- ¿Kag, estás bien? - Inuyasha me palmeó la espalda.
- Hermana...
Moví la mano en señal de que estaba bien.
¿Qué fue lo que escuché? ¿Qué Sota quiere ser como él? Sobre mi cadáver.
Tragué lo que me queda en la boca y sonreí.
- Estoy bien, no se preocupen.
Seguimos la comida entre las charlas que solo hacían Sota e Inuyasha, y por un momento pensé que la que sobraba en esa mesa era yo.
- ¿Sota, ya terminaste?
- Sí, Inuyasha, gracias.
- Bien, ¿quieres ir a jugar a los juegos?
- Sí, tú vienes conmigo, ¿verdad, Inu?
¿Inú? ¿Desde cuándo Sota le dice Inu?
- Claro, vamos.
Los vi levantarse de la mesa e ir a los juegos.
- ¿Tú no vienes, Kag? - preguntó Inuyasha.
- Oh, sí, claro, ahí voy. - me levanté y los seguí.
Jugamos a los autos chocadores, a las carreras, al ping-pong y muchos más, y en todos perdía.
- ¡Sí, ganamos otra vez, Inuyasha!
- Así es, Sota.
- Eso no es justo, ustedes son dos y yo soy una, era obvio que ganarían. - me quejé como una niña.
- No seas mala perdedora, hermana.
- No lo soy. - me crucé de brazos.
Odiaba perder.
- Kag, no seas mala perdedora. - fue el turno de Inuyasha de burlarse de mí.
- No lo soy, ¿de acuerdo? -mentí.
- Sigamos jugando, ¿sí? - Escuché a Sota.
Miré la hora en mi reloj para ver lo tarde que era. ¡Por Kami, eran las 5:30 de la tarde y llegamos al centro comercial a la 1:30!
- No, Sota, ya es tarde, tengo que ir a dejarte a la casa.
- Oh, está bien.
- Sota, no te pongas triste, podemos venir otro día, ¿sí?
- ¿De verdad, Inuyasha?
- Sí.
- ¡Súper, gracias!
Vi cómo Sota abrazaba a Inuyasha y, por primera vez, una sonrisa verdadera se formó en mi rostro, pero así como llegó, se fue.
¿Qué mierda? ¿Por qué sonreí?
Me recriminó.
- Bien, vamos.
Salimos del centro comercial para subir al auto y nos fuimos. Cuando llegamos al templo, Inuyasha apagó el auto.
- Bien, iré a dejar a Sota y nos vamos, ¿sí?
- ¿No quieres que te acompañe?
- No, gracias, mi madre debe estar preocupada.
- Vale, te espero aquí.
- Sí.
- Adiós, Inuyasha.
- Adiós, campeón.
Bajé a Sota y subimos las escaleras. Entramos a la casa.
- ¡Mamá!
- Kag, hija, hablé con Rin. ¿Pero por qué llegas a estas horas con Sota?
- Perdón, mamá, se me pasó el tiempo, no me di cuenta.
- Está bien, ya no importa.
- Sota, cariño, ¿Cómo estás?
- Bien, mamá, pasé un día súper con mi amigo Inuyasha.
- ¿Inuyasha?
- Es un amigo, mamá, me está esperando, me tengo que ir.
- ¿Pero por qué no lo haces pasar?
- Otro día, mamá, voy a ir a ver a Kikyo.
- Está bien, hija, cuídate.
- Claro, adiós.
- Adiós.
Salí de mi casa para empezar a bajar los peldaños mientras mi mente era un caos.
¿Ahora qué haré? Inuyasha ya conoce a Sota y el templo... No será fácil desaparecer de su vida cuando logre mi venganza.
Llegué al final de las escaleras y lo vi recostado en el auto.
- ¿Lista, bonita?
- Claro, vamos.
Me subí a su auto y nos fuimos.
Continuará...
Si llegaron hasta aquí, ¡gracias! Crédito de la ortografía a la bella autora Cbt1996, ¡gracias linda!
