¡Saludos, queridos lectores!

Una disculpa por la tardanza. A pesar de que sí he estado muy ocupada en el trabajo, tuve un inconveniente con mi celular y estuve incomunicada un tiempo.

Dicho lo anterior, hoy estaré actualizando lo que corresponde a los días 13, 14 y 15, y dependiendo del tiempo que me lleve hacerlo, es posible que decida subir el día 16, de esa manera, tendrán mucho material qué leer para lo que resta del fin de semana.

No queriendo hacer más larga la introducción, informo que este capítulo corresponde al Día 13: Actualización del calendario 1 del SasuKarin Month Junio 2024


No fue fácil, pero Kisho aceptó ir al parque porque aquella mujer lo había convencido de irse de una vez, aunque Sasuke estaba seguro que su hijo iba a volver a oponerse a dejar ir a su madre cuando el momento llegara. Por lo menos, cuando se fue, se veía emocionado, algo que lo alegraba, al mismo tiempo que le inquietaba.

Mientras esperaban que madre e hijo volvieran, Sasuke volvió a sumergirse en sus múltiples pensamientos, especialmente porque ahora que los sentimientos de rencor que había estado sintiendo por esa chica estaban cambiando, no estaba muy seguro de cómo proceder con la situación que tenía en manos. Es decir, aún estaba la posibilidad de pedirle a esa mujer que conviviera con su hijo un tiempo más, pero ahora se preguntaba, independientemente de si ella quería o no a Kisho, si ella aceptaría, pues quizá, querría negarse sólo para evitarlo a él.

Sí, evitarlo a él, porque ahora estaba seguro que ella lo odiaba, y que muy probablemente la causa era la forma en que la trató en el pasado… y no era para menos.

Ahora que su hermano le había hecho ver que él la trató como a una mujer frívola, en lugar de como a una niña asustada, podía entender que ella desconfiara de él de la forma en que lo había estado haciendo, y que, seguramente, también odiaba.

—¿Qué me sugieres? —Sasuke le preguntó a su hermano cuando, a pesar de tener algunas ideas, ahora tenía miedo de ejecutarlas en caso de no estar pensando bien las cosas.

No, no le gustaba nada tener que recurrir a alguien por ayuda, pero prefería hacerlo a cagarla de nuevo. No sólo porque entendía que le debía una disculpa a la madre de su hijo, sino que la relación que pudiera tener con ella, afectaba directamente a su pequeño.

—No quiero meterme más en esto —respondió Itachi, recibiendo un gesto de molestia de parte de su hermano menor.

—No dejabas de joderme para que hiciera algo al respecto y ahora que necesito ayuda…

—Escucha, Sasuke, yo no puedo decirte qué hacer, porque primero necesitas arreglar tus pensamientos y sentimientos. ¿Qué quieres hacer? ¿Quieres alejarla de Kisho o quieres mantenerla en su vida? Si quieres alejarla, ¿qué le dirás a Kisho? No puedes volver a decirle que su madre se fue a trabajar o sentirá que no fue suficiente para que su madre se quedara —le advirtió con seriedad— En ese caso, tendrías que ser sincero con él. No es necesario que le des detalles sobre cómo es que ella es su madre y al mismo tiempo no le ocultes lo esencial. Al menos así, mi sobrino dejará de vivir en una mentira que le da esperanza de que algún día su madre regresará.

—Yo…

—Si quieres que ella tenga contacto con Kisho, entonces plantéate esto: ¿cómo quieres que ella mantenga el contacto? ¿Será algo así como una niñera? ¿Será su madre teniendo tú una relación de copadres con ella? ¿O es que estás dispuesto a llevar la mentira tan lejos como para tratar de convencerla a ella de que se vuelva tu pareja, aunque sea en apariencia para darle a Kisho una familia? —planteó Itachi, algo que hizo reaccionar a Sasuke que estaba a punto de hablar. Sin embargo, el mayor le ganó la palabra— Antes de que respondas eso, creo que primero deberías plantearte la pregunta sobre qué sientes por ella ahora que todo lo que creías de ella ha cambiado. No sé si quieres una familia de mentiras sólo para cumplir el deseo de Kisho o si vas a usar su deseo para tratar de cubrir el tuyo, pero quiero que también pienses en ella. Ya la has lastimado mucho con los prejuicios que te armaste de ella.

—No digas estupideces. ¿Por qué sentiría algo por alguien que no ha estado aquí en años? Es una completa extraña para mí. Ni siquiera se parece a la chica que recuerdo —Sasuke se precipitó a decir de tal forma, que no notó que había señalado que él mismo ya había hecho mentalmente comparaciones de la joven mujer que se había presentado hacía algunas semanas, con la adolescente que se le ofreció por apuro hacía mucho tiempo.

—La odiaste por muchos años, incluso apenas ayer aún tenías un rencor por ella y ¿sabes a qué se debe? Sólo se odia a lo que se amó —señaló Itachi— Por supuesto, no estoy diciendo que ella vaya a corresponderte, o que el afecto que puedas llegar a sentir por ella no pueda cambiar, pero…

—Ese no es el tema de todo esto.

—De acuerdo, la prioridad es Kisho, pero sería bueno que resolvieras esos sentimientos lo antes posible para que puedas mediar una solución de la situación actual de tu hijo y tu relación con ella.

Sasuke estaba disgustado por el señalamiento de su hermano, pero no quiso seguir refutándolo, en primer lugar porque él había sido quien le había pedido consejo y en segundo lugar, porque no importaba si su hermano tenía o no razón, la verdad es que él ni siquiera estaba muy seguro de qué sentía por ella. De hecho, lo único que tenía claro era que estaba celoso de ella, porque Kisho era más obediente con su madre que con él, y que al parecer, la pelirroja tenía mucha más facilidad de cómo explicarle las cosas al niño.

¡Ah! ¿Y si ella le explicaba a Kisho la verdad? No, no es que quisiera dejarle toda la carga a ella de la situación, entendía que hacerlo, sería volver a darle un peso muy grande a la pelirroja cuando se suponía que él era el mayor y maduro, pero quizá, ella podría ayudarlo a encontrar las palabras, ya que su hermano no había sido de tanta ayuda en ese aspecto.

—Le preguntaré si tiene alguna intención de interactuar con Kisho y de qué forma, y de ahí podríamos llegar a algún acuerdo.

—Bien, al menos ya estás pensando más claro —comentó Itachi y Sasuke tronó la lengua.

—Mi consejo es que concertes una cita con ella, en un lugar donde no esté Kisho cerca. Lo último que necesitamos es que vaya a espiarlos o escuche por accidente algo que no —señaló Itachi— Habla con ella cuando regresen del parque y hagan una cita. Avísame y yo cuidaré de Kisho para que puedan tener el tiempo que necesiten —comentó el mayor— Además, creo que será más sencillo convencer a Kisho de dejarlos a solas, ahora que tiene muy metida la idea de que necesitan tiempo para "besarse desnudos".

El más joven de los hermanos Uchiha soltó un gruñido de irritación, pensando que su hermano se estaba burlando de él con lo último, pero al ver su cara, se dio cuenta que no era así.

Como fuera… tenía razón, esa estúpida idea que él le había metido a su hijo en la mente, le daría la oportunidad para tener una charla con esa mujer sin que su hijo hiciese un berrinche para estar con ella. Ahora el problema sería lograr que no hiciese ese berrinche cuando ella se fuese ese día, porque aunque parecía que ella había conseguido que el pequeño cediera, conocía muy bien a su hijo como para saber que intentaría manipularla con esos grandes ojos de cachorro, y Sasuke no conocía a nadie que fuese inmune a ellos.

El tiempo pasó, y Sasuke se mantuvo dentro de su oficina fingiendo trabajar, pero lo cierto es que él no dejaba de repasar opciones para lo que podría ser la interacción de su hijo con esa mujer. Sin embargo, de vez en cuando las ideas que su hermano le había metido a la mente también hacían de las suyas, y con ello, se remontaba al pasado en que había tenido claro, aún si había sido una locura, que se había enamorado de esa mujer hacía años.

¿Aún sentía algo por ella como su hermano señalaba? ¿Eso podría ser posible después de tantos años sin verse ni saber uno del otro? Tal como él mismo lo había dicho, ahora eran unos completos extraños, y definitivamente ella no era la misma chica que recordaba aún si parecía que todavía conservaba ese temple para mostrarse firme en una decisión. Además, de nuevo, la edad era un factor importante.

Claro, admitía que había sido un imbécil de permitirse sentir algo por una niña. Era una locura y desde siempre lo había sabido, y siempre se explicó a sí mismo que el motivo de que eso ocurriera, era que él, en aquella época, había sido tan inmaduro y principiante en el amor como ella, pero si debía admitir algo, es que no sentía que ello lo convenciera por completo.

Por otro lado, ahora, después de ocho años sin verse, él había conseguido otras experiencias… no, no precisamente en el amor, porque siguió rechazando el tema, pues tras quedarse con la idea de que esa chica a la que había pensado como la excepción entre las mujeres que él conocía lo había decepcionando, no quiso saber del amor de nuevo, pero sí había tenido algunas interacciones íntimas con algunas mujeres, y seguramente ella también había tenido otras experiencias.

No, definitivamente no podía haber nada entre ellos, y ya ni siquiera debía pensar demasiado en la edad, porque después de todo lo que pasaron en aquél entonces, debería ser suficiente para que ninguno tuviese la intención de reanudar algo que ni siquiera en su momento tomó forma.

¿Y por qué estaba pensando en ello de nuevo? Lo importante ahora era buscar opciones sobre cómo manejar la convivencia de Kisho con su madre, si es que ella aceptaba hacerlo o de cómo le explicaría a su hijo la verdad sin entrar en detalles, si la pelirroja decidía desaparecer de sus vidas.

De repente, pensar en ello le recordó que el contrato de esa mujer seguía en su escritorio; ella ni siquiera había mencionado el contrato desde que lo dejó en su oficina. Miró el nombre de la mujer.

Hasta ese momento, no se había dado cuenta que desde aquella decepción, él no la llamaba ni mentalmente por su nombre, siempre era "esa mujer" o en el último de los casos, era "esa chica", y la verdad, es que no se merecía tanto desprecio por su parte, mucho menos cuando parecía que de verdad tenía un interés por Kisho si había dejado en el olvido el contrato.

Quizá…

Sus pensamientos fueron interrumpidos con la vocecita entusiasmada de su hijo, y no pudo evitar apresurarse a salir para encontrarse con madre e hijo que iban de la mano.

Kisho se encontraba sucio, despeinado con la ropa desarreglada, con una enorme sonrisa en el rostro y no dejaba de hablar un montón de cosas con entusiasmo dando saltitos de repente. La verdad, Sasuke no recordaba haberlo visto tan feliz antes.

—Vaya, parece que se han divertido mucho en el parque —comentó Itachi que también había salido al encuentro de madre e hijo.

—¡Sí! ¡Mamá es la mejor! —exclamó Kisho en voz alta— ¡Mamá jugó conmigo y se subió a los juegos que podía! —seguía dando saltitos sin soltar la mano de la pelirroja— ¡También me compró un helado!

—Me alegra mucho que te hayas divertido —respondió Itachi.

—Recuerda lo que te dije, debes comer bien o no volveré a comprarte dulces antes de la comida —comentó Karin en advertencia al pequeño.

—¡Sí mami! ¡Me comeré todo! —exclamó aún sonriente para luego preguntar con más entusiasmo— ¿Me prepararás de comer?

—No. Recuerda que quedamos en que al volver, tu irás a comer y después a hacer tu tarea, y yo hablaré con tu padre y después me iré a mi casa.

—¡No, mami! ¡Por favor! —exclamó el niño en pánico para abrazar con fuerza a la pelirroja— ¡No quiero que te vayas!

—Kisho…

—No quiero volverme a separar de ti —dijo Kisho comenzando a llorar mientras abrazaba con más fuerza a su madre ignorando por completo el hecho de que Itachi intentaba explicarle.

Sasuke, por su parte, no estaba muy seguro de cómo actuar con toda la situación, no sólo de cómo convencer a su hijo de que debía dejar de ir a su madre, sino el cómo iba a actuar con ella de ahora en adelante.

—Voy a volver, te lo prometo —aseguró la mujer bajando a la altura del niño para mirarlo a los ojos y limpiarle las lágrimas— Pero debes dejarme ir.

—Pero…

—Aún si me quedara a vivir contigo, tendríamos que separarnos. Vas a la escuela y yo a trabajar, y seguramente en algún momento querrás ir a jugar con tus amigos.

—No, no me iré si te quedas —el niño hizo pucheros.

—Eso dices ahora, pero sabes que no será así. Piensa en tus amigos, no están pegados a sus madres todo el tiempo.

—Pero no has estado conmigo en muchos años —insistió el niño.

—Y para poder estar contigo más tiempo, yo tengo que hablar con tu padre —respondió ella— Y también debo volver a casa para poder arreglar mis asuntos.

—¿Qué asuntos?

—Mis horarios en el trabajo, por ejemplo. Si no los arreglo, ¿cómo podría tener tiempo para venir a verte?

—Pero puedes quedarte con nosotros. Ya te dije que papá tiene mucho dinero y…

—Kisho, tu madre no vendrá a vivir con nosotros ni aceptará mi dinero porque yo no he hecho las cosas bien con ella —Sasuke al fin había dado un paso al frente, porque si bien aún estaba confundido sobre su sentir y lo que debía decir o hacer, lo único que tenía seguro, era que debía dejar de mentirle incluso a su hijo— Por eso necesitamos hablar. Cuando hablemos, tendrá muchas cosas que pensar, y yo también.

—¿Qué le hiciste a mamá? ¿Por qué no hiciste las cosas bien con ella? —preguntó Kisho preocupado, pero Sasuke también podía percibir algo de enojo de su hijo.

—Esas son cosas de adultos —intervino Itachi acercándose a su sobrino— Vamos a llevarte a lavar para que te sientes a comer —le ofreció su mano— Así los dejaremos hablar.

—Pero…

—No me iré de la casa sin antes despedirme —dijo Karin enderezándose, para luego empujarlo suavemente hacia Itachi— Déjame hablar con tu padre. ¿Sí?

Sasuke notó que su hijo quería seguir objetando, pero su hijo era bastante listo, así que debió notar que aunque la pelirroja le sonreía y le hablaba con tranquilidad, se había puesto seria.

—Sí, mami, pero por favor, no te olvides de mí —la volvió a abrazar y luego corrió a tomar la mano de Itachi.

—No lo haré —ella le aseguró.

—Vamos —comentó Itachi antes de hacer avanzar a su sobrino para llevarlo a lavarse.

Ni él ni ella se miraban directamente mientras oían a Itachi y a Kisho alejarse, y aún después de que oyeron la puerta de la habitación del niño cerrarse, no reaccionaron de inmediato.

—¿Qué te parece si vamos afuera? —propuso Uchiha.


¿Cómo irá la plática entre Sasuke y Karin ahora que las emociones y mentes de ambos están enfocados de forma diferente? ¿Lograrán llegar a un acuerdo en el que ambos queden satisfechos, y que al mismo tiempo, complazca a Kisho? ¿Karin podrá irse a su casa sin que a Kisho se le rompa el corazón? ¿Qué otras preguntas les nacieron al leer el capítulo?

Me encantará leer sus teorías y dudas en los comentarios n.n

Como mencioné al principio, estaré subiendo los días que no pude conectarme, así que si aún no ven el resto de las actualizaciones, es porque me encuentro subiendo las historias en las tres plataformas en las que estoy activa actualmente, lo que me lleva algo de tiempo, así mismo, me encuentro preparando las notas al inicio del capítulo y al final. Por favor, sean pacientes mientras subo el resto.

Espero que las historias hasta ahora les estén gustando n.n

Sin más, me despido por el momento n.n

¡Hasta la próxima actualización!