Izuna no puede confiar en él, preferiría clavarse una daga a sí mismo, antes de cerrar los ojos un segundo junto a Tobirama Senju. Podía, incluso, recibir a Hashirama en su casa y servirle una taza de té, mientras lo trata lo mejor posible, porque es el mejor amigo de su hermano mayor, y Madara nunca le permitiría ser un grosero con ese tipo; aunque, si lo piensa bien, Hashirama tiene un extraño don para hacerse querer por cualquiera, pero Tobirama, en cambio, a ese podría servirle té con lejía y luego danzaría sobre su ataúd. Sí, Uchiha Izuna detesta a Tobirama.
Pero, ¿por qué tendría sentimientos tan amargos?, si es que Tobirama es el más listo y sensato que va a poder conocer alguna vez, más sensato que su hermano y mucho más listo que Hashirama, él no es un chico malo, solo no sabe cómo ser muy alegre.
No es que las razones sean muy importantes, pero tienen su inicio desde su infancia, cuando su hermano mayor quiso hacerse el listillo y hacer amistad con otro tonto como él, y entonces, Tobirama y él se habían convertido inevitablemente en enemigos desde que los padres de ambos descubrieron a sus hijos mayores.
"—Pero, ¿por qué siempre tiene que venir el indeseable? —Izuna preguntó, no podía ni quería entender porqué cada vez eran más frecuentes las visitas de ese pálido en su casa.
—Porque es hermano de Hashirama, ya te lo he dicho.
—Es su hermano menor, no su hermano siamés.
Madara respiró lento: —Basta ya, Izuna, por favor".
"—No es justo, hermano, se suponía que sería una bonita noche, y ahora vendrá la rata Senju.
—No empieces, por favor. —Madara pidió, su hermano podía ser muy irritante si se lo proponía.
—Déjame ponerle cloro a su té.
—No. —Madara dijo, ese mocoso iba a provocarle dolor de cabeza. —No harás eso".
"—Esta cena será muy bonita, hermano, tu y yo, y también Hashirama. —Izuna dijo sonriendo —él me cae bien, aunque sea un Senju.
—Y también Tobirama.
—No. Maldita sea. —Izuna gritó, por qué demonios tenía que soportar a ese Senju y su cara de estúpido. —No es justo, hermano.
—Lo que no es justo es que seas tan necio —Madara le dijo —somos los clanes fundadores, ¿cuándo vas a entender que tenemos que llevarnos bien?
—Ya me llevo bien con Hashirama, ¿qué más quieres de mí? —preguntó, y Madara prefirió irse y dejar que se quejara solo".
Es que le resultaría imposible quererlo, incluso si lo intentara con toda la fuerza de su voluntad, porque Izuna quiere escupirle la cara cada vez que lo mira viendo a otros con su típico gesto de "ustedes son tontos, yo soy listo", quiere recortarle el estómago con una espada cuando es un atrevido haciendo que Madara se levante para servirle más comida, y quiere regresar el tiempo y volver a la guerra para matarlo sin generar dramas de más, cada vez que se entera que tendrá que soportarlo en su casa. Pero no puede quejarse demasiado, porque él solo tiene que tolerar al irritante Senju algunas veces; pobre de su hermano mayor que tenía que soportarlo muy a menudo, Izuna piensa que no podría nunca imaginar la tortura terrible que eso debe ser.
—Hermano —Izuna saluda, tiene esta desagradable costumbre de entrar a la habitación de Madara sin tocar o llamar antes. —Iré con Hashirama, parece que tiene algunos papeles para mí.
—¿Para ti? —preguntó, Madara, curioso —¿desde cuándo te haces cargo de documentos?
—No lo hago, parece ser que la cucaracha que tiene tu amigo por hermano los dejó —explicó —aunque no sé qué tiene que ver conmigo.
—¿Cuándo dejarás de pelear con Tobirama?
—Nunca —dijo, y enseguida se fue.
Madara suspiró y se regaló un suave y corto masaje en la frente, Izuna a veces quería destruir toda su paciencia, pero lo entendía, él también había odiado a Tobirama, hasta que pudo conocerlo.
"—Es idea de Hashirama que trabajemos juntos en esto —Madara explicó —supongo que como yo, no entiendes su necesidad de hacer algo como esto, pero te pido que trabajemos lo mejor que nos sea posible, para poder concluir esto pronto.
—Estoy de acuerdo. —Fue todo lo que dijo, Madara creyó que era un grosero, pero a la larga eso no importó tanto, porque Tobirama resultó ser el mejor compañero que alguien pudiera pedir en un trabajo, mil veces mejor que el quejumbroso de Hashirama".
"—Déjame ver —Tobirama pidió, y le hizo sentir incómodo cuando inició a revisar el documento al lado suyo. —Está perfectamente hecho.
Madara se sintió halagado, pero no quiso admitirlo en voz alta, esa era una debilidad suya, le gustaba escuchar lo bueno que es.
—Sí.
—Me alegra haber trabajado contigo, Uchiha —Tobirama le dijo, ocupando su atención en algo más —al menos no eres un quejumbroso y dramático como mi hermano mayor, y trabajas más que él.
Madara rió: —Pensaba lo mismo sobre ti".
"—Pasaré mañana a tu casa, para que podamos irnos.
—¿A mi casa?, ¿eso significa que entrarás al distrito Uchiha, eh, Senju?
—No veo lo extraño.
—Ja, ja, ja. Ya quiero ver eso.
Y tal como lo dijo, a la mañana siguiente Tobirama estaba tocando su puerta".
Cuando lo pensaba mejor, suponía que todo había sido plan de Hashirama, nadie conocía a Tobirama y sus sentimientos mejor que él, y seguramente sabía que si los juntaba en algún trabajo, acabarían conociéndose mejor y dándose cuenta de que realmente no eran tan distintos. Y es que como era de parecido con él, el mismo temple y tenacidad reflejados en carácteres que no eran tan diferentes como habían pensado.
Estaba bebiendo su té cuando alguien tocó con dos golpes la madera que hacía de marco y entrada a su cocina, el descuidado de Izuna debía haber dejado la puerta principal abierta, pero solo dos personas se atreverían a entrar sin autorización y una de esas estaba trabajando.
—Hola, Tobi.
—Hola, Maddy —dijo él, acercándose por su espalda y dejando un beso sobre su cabello, a Madara le gustaba eso, y Tobirama bien lo sabía, ese Uchiha podía ser la máquina de pelea más agresiva que pudiera existir, pero también era alguien deseando muchos mimos; él mismo se lo había dicho una vez, era el mayor de cinco hermanos, y en los tiempos de guerra, Tajima no tuvo un minuto para demostrarle un poco de cariño o al menos dejarle saber que lo quería.
— ¿Qué papeles dejaste para mi hermano?
—Nada importante —Tobirama dijo riendo —pero si conozco bien a mi hermano, no lo dejará irse en un buen rato.
—Tienes razón –Madara negó con un gesto decepcionado —no entiendo cómo alguien tan fuerte como Hashirama, puede ser tan lento.
Tobirama rió un poco, también lo había pensado, y al final había concluido que la naturaleza o la vida habían hecho a Hashirama un blandengue para compensar el poder monstruoso que tenía.
—Tenía ganas de verte un rato —Tobirama dijo para cambiar el tema —casi siempre estamos con Hashirama o Izuna, y no puedo decirte ni hacerte alguna cosa.
—¿Y qué cosas quiere hacerme, Senju Tobirama? —Madara cuestionó volteando para finalmente verlo a la cara, la sensualidad impregnada en su voz al hacer esa pregunta, y el reto claro con la forma en que decidió llamarlo.
—¿No lo imaginas, Uchiha?
Madara sonrió con la piel erizándose al ritmo en que Tobirama le acariciaba las piernas, sabía bien qué cosas quería hacerle ese Senju, y no podía mentirse, las deseaba tal vez más que él.
—¿Estás seguro de que Izuna no regresará pronto?
—Sí. —respondió, estaba totalmente seguro de eso. —Dejé documentos muy largos, tardarán para darse cuenta que no tienen importancia.
—¿Qué dejaste?
—Los borradores de algunas leyes menores —él dijo, y ambos habían reído un poco.
Entonces Madara, que es muy listo, pero a veces prefiere sacarse esa habilidad de encima, lo lleva a su habitación para que puedan divertirse un poco. "Finalmente te tengo a solas", Tobirama le ha dicho, su voz grave siendo tan ardiente y su respiración cayéndole sobre el cuello, están haciendo que toda la sensatez del líder Uchiha se vaya a la basura.
—Cállate, no digas nada, solo trabaja. —Madara ordena, pero Tobirama acaba riéndose, es una de esas risas demasiado calientes que Madara cree que él usa para abrirle las piernas, y es que Tobirama sabe a la perfección que Madara ama escuchar cosas sobre él, cosas buenas, cosas lindas, y cosas sucias también.
Lo besa sobre el cuello y las clavículas, con Madara siendo el salvaje agresivo de siempre y manteniéndolo cerca con dos manos tomando fuerte su cabello blanco, está bien así, Tobirama ya entiende que esa es la forma en que Madara se cobra lo que sucede después, y que además, ese Uchiha no es ningún sumiso que le hará fácil el juego, entonces no dice nada, incluso cuando Madara trata de tomarle una de las manos que trabajan tocando su cuerpo y trata de morderlo, no lo permite, claramente, en el pasado Hashirama había sido víctima de eso y la herida había sido terrible, y él no puede asumir que Madara se controlará solo porque no están en una batalla.
"—No dejaré que un Senju esté sobre mí —Madara le afirmó —aún así tengo ganas de divertirme, ¿bailas?, si me haces pasar un buen rato, tal vez no te mate.
—Si gano estaré sobre ti, y no te quejarás, aceptarás que perdiste y vas a colaborar conmigo.
Madara rió mucho y fuerte: —¿Crees que puedes ganarme?, está bien, acepto.
No fue un "baile" aburrido, y es que aunque Tobirama no estaba a la altura de su poder, sí tenía varios trucos bajo la manga que lo obligaron a sacar sus jutsus más poderosos, el katon fue rápidamente contrarrestado por su suiton, y cuando fue un inconsciente y usó el Gōka Mekkyaku, el jutsu clones de sombra se hizo cargo. Sin embargo, al final Tobirama había acabado tirado de rodillas sobre el piso con su chakra casi en cero.
—Te dije que no podías ganarme, mocoso Senju.
—¿Eso dijiste? —era Tobirama quien preguntaba, pero no el inútil de rodillas en el suelo, e hizo que Madara se preguntara de dónde sacó las fuerzas para hacer una sustitución y acabar detrás de su espalda, demasiado pegado para su gusto, y siendo un valiente que le amenazaba con un kunai en el cuello.
—¿Atacarme por la espalda?, qué listo, esto se lo habrás sacado a Hashirama. Está bien, Senju, tú ganas. —y aunque ambos sabían que Madara pudo fácilmente voltear la situación, ninguno dijo nada sobre eso".
Así que solo lo muerde suave sobre uno de los hombros, como para mostrarle cómo debería hacerlo y de paso hacer que se relaje un poco, y eso funciona porque Madara se ocupa más en gemir y se olvida del ataque que planeaba. Las ropas Senju caen, cortesía de Madara que no puede quedarse quieto y solo dejar que Tobirama lo ame un rato, ese no es su estilo, porque no importa si sabe que acabará sudando y gimiendo con el cuerpo pesado de Tobirama sobre él, aún necesita hacerle entender que sigue siendo el jefe; y Tobirama no se queja, porque la realidad es que no le gustaron demasiado los tontos que le dejaron todo el trabajo, y Madara siendo impulsivo, agresivo y hasta creativo, le parece lo más caliente del mundo.
—Es muy egoísta de tu parte seguir vestido —Tobirama dice, sus manos aprietan sin cuidado ni suavidad sobre el trasero contrario y Madara siente que quiere matarlo y estar sobre él a la vez. —Vamos, sé un niño bueno y quítate la ropa.
—¿A quién le dices algo como eso, Senju? —discute —no te olvides que...
—Shh, shh, shh —Tobirama interrumpe, y le hace el sonido molesto que alterna con pequeños besos sobre su boca, y las manos de Madara son tomadas para obligarlas a coger la ropa. —Sé un niño bueno y quítate la ropa.
Eso está bien, él no va a discutir, pero ¡qué pena siente!, el gran Uchiha Madara obedeciendo a un mocoso que lo llama "un niño bueno", porque no muy en el fondo, le gusta escuchar que le diga así. Y con todas las prendas sobre el suelo, ambos pueden divertirse un poco más, hay caricias rudas, nalgadas, mordidas y palabras sucias de Tobirama, y hay jalones de cabello, golpes, intentos de asfixia, y muchos gemidos de Madara.
Y cuando siente que ya no puede más, Tobirama es quien se vuelve un salvaje y toma con agresividad el cabello Uchiha para poder tirarlo sobre la cama, "abre las piernas", ordena, no pide, su voz siendo demasiado ruda y una mano abriendo paso entre las nalgas de Madara consiguen que el Uchiha no pueda darle pelea y acabe haciendo lo que le mandan.
—Luces como una perra —Tobirama dice, tiene a Madara sudando sobre la cama con las piernas muy abiertas, y dos dedos metidos en él, y Madara quiere pelear consigo mismo, porque lejos de buscarle pelea, ha acabado gimiendo con algo tan ofensivo y sucio. —Aww a Maddy le gusta que le diga que es mi perra.
—Cállate.
—A mí no me vas a decir cuándo puedo hablar —Tobirama aclara, y un golpe fuerte sobre el trasero, le deja claro a Madara que su mejor opción es cerrar la boca.
Eso hace, y es que Madara ni siquiera sabe cómo fue que llegaron a ese punto, cuándo sucedió el momento exacto que le dio luz verde a Tobirama para hablarle y tratarlo de esa forma, ¿en dónde había quedado el mocoso Senju que lo detestaba, pero lo trataba con el mayor de los respetos?, porque ahora tenía a este tipo fingiendo frente a sus hermanos, pero haciéndolo gemir como un loco cuando están a solas.
"Tobi", Madara dice, es apenas un susurro agotado y repleto de deseo, ya no quiere esperar más, no puede hacerlo, pero Tobirama no es malo con él, sabe que ya lo puso muy caliente con sus palabras sucias y sus dedos siendo rudos dentro de él y ahora va a darle a Madara lo que le hace falta; Uchiha sospecha un poco cuando el Senju es demasiado suave y dulce para entrar en él, Tobirama nunca era un imbécil capaz de lastimarlo, pero sí que era un animal que podía dejarlo tirado en la cama sin ganas de moverse, ¿pero esto?, no puede entender esa tonta necesidad de ternura, y no le gusta, a Madara le gusta más fuerte, le gusta que lo tome del cabello y lo obligue a arquearse, le gusta que lo golpee en el trasero y le diga las cosas más sucias que alguien se atrevería, pero eso no sucede, parece ser que Tobirama quiere tratarlo lindo, y Madara acaba aburrido y flojo tirado sobre la cama, y es entonces que se da cuenta que sus sospechas eran fundadas y que no debió bajar la guardia con él, porque de pronto Tobirama se ha convertido en el animal salvaje de siempre y lo ha inmovilizado con su cara siendo presionada contra la almohada y permitiéndole apenas respirar con dificultad, el pene dentro suyo moviéndose sin cuidado alguno, de la forma más agresiva que pone en Madara la necesidad de gritar y gemir aunque su rostro aplastado no se lo permita, no puede moverse, ni soltarse del agarre fuerte que Tobirama usó en él, y es que qué Senju tan listo, sabe que Madara es más fuerte y por eso antes lo llevó a perder la guardia, tomado por sorpresa, ahora Madara ve imposible abandonar la posición en que está sometido.
—Así es como te gusta, ¿cierto?, eres tan puta —Tobirama le dice y acaba riéndose cuando siente a Madara tratar de deshacer la posición incómoda en la que está y luego tratando de gritarle un montón de cosas incompresibles cuando se entera de que eso es algo que no puede conseguir.
Solo un poco más, Tobirama no es demasiado cruel, y libera su rostro un poco cuando sus penetraciones han sido suficientes como para saber que él pronto va a acabar, y Madara no puede evitar gritar, quiere gritarle mil insultos a él, pero todo su cuerpo es un traidor que lo único que le permite es un gemido demasiado largo y ruidoso, Tobirama lo mira y piensa que si ya se atrevió a tanto, tiene que atreverse a todo, usualmente termina en el condón, pero no esta vez, por esta ocasión va a ensuciar el cuerpo de Madara.
–Imbécil, ¿qué haces? —Madara dice sin fuerzas cuando siente a Tobirama descargarse sobre su espalda y su cabello.
—¿Qué pasa?, ¿lo prefieres aquí? —pregunta, y Madara se siente solo un poco avergonzado cuando él ha separado su trasero para seguir acabando allí.
Y con eso hecho y el Uchiha tirado aún sobre la cama sin intenciones de moverse o hacer cualquier cosa, Tobirama decide que puede tomar un poco de la dulzura Uchiha que tanto le gusta, se acuesta junto a él y lo atrae en un abrazo hasta hacer que su rostro choque contra su pecho, Madara está cómodo así, se siente terriblemente agotado y la mano del Senju acariciando su cabeza es bastante acogedora, podría quedarse por un buen rato, podría incluso dormirse sobre su pecho y dejar que él luego lo despierte con un par de besos, pero Madara sabe que eso no es posible, sería una insensatez hacer algo semejante.
—Izu llegará en cualquier momento.
—No lo creo —Tobirama dice —pero si quieres que me vaya, me voy.
—No quiero que te vayas —responde, todavía siendo abrazado por Tobirama y recibiendo sus caricias en la cabeza. —solo toma un baño y bajemos al comedor, si Izu llega podemos decirle que estamos trabajando en algo.
—Está bien, lo que quieras. —Senju le dice y mientras se levanta le da un beso en la frente como despedida antes de ir al baño.
Con sus palabras aclaradas, Madara decide descansar mientras Tobirama toma su baño, en cuanto salga podrá él mismo ducharse, luego bajarán a la cocina, se prepararán algo para comer, y podrá seguir recibiendo los mimos del Senju, hasta que llegue Izuna. Era un buen plan para él.
Por otra parte, Izuna está totalmente irritado y molesto, con Hashirama tratando de calmarle e intentando excusar a su hermano, pero es que, ¿acaso pensó que no lo notaría?, ¿lo creía tan tonto?, y es que Izuna se dio cuenta enseguida, fue muy fácil notar que los documentos no eran más que borradores inservibles, pero Hashirama había necesitado que le explicara porqué eso era de tal forma, ya que no podía creer que su hermano lo hiciera perder el tiempo de tal modo, es que, no cabía en su cabeza, ¿por qué Tobirama haría algo como eso?, él que siempre procura que no pierda el tiempo y trabaje; por supuesto, y es algo que Hashirama ni siquiera imagina, Tobirama tiene la excusa perfecta ya planeada.
Pero Izuna decide que no quiere seguir escuchando a Hashirama, esta vez no le importa que sea el hokage o el mejor amigo de su hermano, sus intentos de tapar las verdaderas intenciones de Tobirama, que según Izuna eran "hacerlos ver como los más grandes idiotas", estaban rayando el límite de lo tolerable.
—Lo siento, Hashirama, pero tengo que irme.
—No, espera, Izu, seguro que Tobi tendrá una buena explicación.
—Yo no quiero oírla. —y entonces, Hashirama no tiene cómo detenerlo de su partida, pero piensa que será mejor para Tobirama que sí tenga esa explicación, porque puede ser un blando, pero aún así sigue siendo su hermano mayor, el hokage y el líder Senju, no le perdonará ningún irrespeto.
Izuna usa su habilidad ninja para llegar pronto a casa, no se detiene ni cuando ha entrado a su distrito, y es que no tiene ganas de hablar con nadie, está demasiado indignado con toda la situación como para lograr ser amable con alguien. Y en cuanto llega a su casa escucha la ducha en la habitación de su hermano que es pronto apagada, es verdad que Madara estaría pronto a vestirse, pero no le importa, no es como si fuera un desconocido, conoce a su hermano, además sabe que él no tendrá problemas con escucharlo mientras se viste.
—No sabes lo que el Senju estúpido me hizo —Izuna dice, casi un grito, ni siquiera un "hola", ni siquiera un "hermano, entiendo que estás vistiéndote, pero, ¿puedo pasar?", solo la misma costumbre de siempre de abrir la puerta sin aviso. Culpa de Madara que conociendo a Izuna fue tan descuidado como para no poner seguro, y culpa de Tobirama que se pensó demasiado listo y creyó que no se darían cuenta pronto de su burla.
Izuna está en shock tomado aún de la manija de la puerta, la escena frente a él es por supuesto traumante y asquerosa, la rata de los Senju recién duchado con apenas una toalla cubriéndole los genitales y el cabello mojado, y su hermano echado sobre la cama con sustancias indeseables esparcidas por su cuerpo. No sabe qué lo ha enfurecido más, toda la situación sumada a su enojo anterior o la forma en que Madara se ha cubierto rápidamente mientras hace un intento patético por dar una excusa a tan aberrante situación; no le importa mucho, y es que ni siquiera ha dejado a su hermano hablar, solo le ha gritado cosas horribles y se ha largado de ahí dando un portazo.
—Maddy —Tobirama lo llama, yendo con él para consolarlo, sabe lo importante que es Izuna para Madara, y que esas palabras tuvieron que herirlo, y no se equivoca, porque los ojos de él brillan con el indicio de prontas lágrimas. —no le hagas caso, solo está molesto, no pensó sus palabras.
—Ahora él me odia, Tobi.
—Eso es imposible —Tobirama aclara —Izuna te ama.
Madara no dice más, pero decide dejarse abrazar por él y llorar un poco, y luego se ha tranquilizado cuando Tobirama le dice que irá a hablar con Izuna y le explicará la situación, "ve y toma un baño, mientras hablo con él", le ha dicho y Madara piensa que es buena idea.
La habitación de Izuna está bastante cerca, y Tobirama recibe un "lárgate" gritado apenas ha tocado, Izuna no sabe que es él quien se atreve a tocar su puerta, de hecho, ni siquiera lo piensa capaz de semejante valentía.
—¿Crees que eres el único que puede entrar a la habitación de otros sin tocar?
—Maldito Senju —Izuna le grita tan fuerte que Madara puede escucharlo desde su baño —¿cómo pudiste poner tus asquerosas manos sobre mi hermano?
—Tu hermano es un hombre y mayor que tú, puede decidir cuáles manos quiere sobre su cuerpo.
—No tienes vergüenza —le dice, y Tobirama tiene que hacer un esfuerzo titánico para sacarselo de encima, no recordaba que Izuna fuera tan fuerte, o tal vez el enojo le había dado fuerzas de más para intentar golpearlo.
—Si me golpeas, tendré que regresarte el golpe —Tobirama avisa —y ambos sabemos que soy más fuerte.
—¿Crees que te tengo miedo? —pregunta riendo, pero Tobirama decide evadir el innecesario tema.
—Las cosas que le dijiste a Madara fueron repugnantes...
—Merece lo que le dije —interrumpió, casi gritando de nuevo.
—Estás actuando como un niño idiota, sabes lo que tu hermano te ama, y aún así eres capaz de decir cosas horribles como esto —Tobirama dice, está usando esa voz que usa para regañar a Hashirama aun siendo este su hermano mayor —entendería que descargues tu odio conmigo, pero ¿realmente te importan tan poco los sentimientos de él?
—Entendería que se acostara con cualquiera, incluso con cualquier otro Senju —aclara —pero no contigo.
—Pues será mejor que te hagas a la idea, porque seguirá pasando. —entonces esas palabras hacen que Izuna imagine a su hermano en la cama de ese Senju y lo hace preguntarse cuántas veces antes ha estado Madara en esa situación, la duda lo hace molestarse de más y acaba atacando a Tobirama, quien con dificultad puede detener o esquivar cada golpe que él le envía.
—Suficiente —es Madara quien habla —Tobirama, por favor vete, yo soy quien debe encargarse de Izuna.
Tobirama no quiere hacerlo, sabe que Madara es sensible y débil ante él, y no quiere que ese mocoso lo haga llorar de nuevo; sin embargo, no le queda más opción que acatar el pedido que le han hecho.
Y una vez con Tobirama fuera de casa ambos se miran un rato, Izuna tiene un gesto que mezcla decepción y asco, y Madara no puede evitar que su corazón se sienta herido, él no planeó querer a Tobirama, y el Senju tampoco planeó quererlo solo para molestar a Izuna, había ocurrido sin que lo quisieran y eso era todo.
—¿No dirás nada? —pregunta Izuna, parece que la tristeza de su hermano le está otorgando valentía para ser grosero, y es que poco le falta a Madara para bajar la cabeza y pedir perdón, y como Izuna bien lo nota, parece querer aprovechar tanta vulnerabilidad a favor de su enojo.
—Izu, entiendo que estés odiándome ahora —Madara habla al fin, y no puede evitar que su voz se quiebre antes de continuar —pero no tenías derecho de tratarme como lo hiciste, y no importa lo enojado que estés, estás equivocado, no merezco esto.
Pasa que Izuna solo tomo en cuenta que Madara es débil ante él, pero no pensó en que sucede lo mismo en viceversa, y es que la voz herida de su hermano lo ha hecho detenerse un momento y darse cuenta de que ha ido demasiado lejos, él tenía razón, dijo cosas que no debió haber dicho.
—Pero, ¿por qué justo él? —Izuna pregunta y el asunto se dirige a una conversación de unas pocas horas que incluye la historia de cómo Tobirama dejó de caerle mal y cómo llegó a quererlo, para Izuna aún es difícil tolerarlo, pero si en algo tenía razón Tobirama, era en que Madara es un adulto que puede elegir con quien acostarse, además según le contó su hermano, el Senju ese lo trataba muy bonito y lo hacía sentir amado, así que sus enojos ya no eran tan relevantes, también tenía que darle créditos al valiente por ir a darle la cara y querer arreglar la situación con su hermano.
El asunto acaba con Izuna disculpándose por las palabras usadas anteriormente, y explicando que aunque todavía le diera asco Tobirama, entendía que nadie podía elegir a quien querer; y luego despidiéndose, tenía cosas importantes que hacer.
Claramente no piensa justo que Tobirama salga ileso de todo ese asunto, así que va con Hashirama, sabe que después de todo el tiempo que Tobirama les hizo perder el pobre estará encerrado en su oficina hasta altas horas de la noche. Apenas da un saludo corto y va al punto "Tobirama dejó borradores inservibles a propósito, porque quería deshacerse de mí, para poder coger con mi hermano". Hashirama solo lo mira y no dice nada, pero Izuna lo entiende, el tipo está demasiado agotado como para eso, pero no le hace falta decir nada, porque sus ojos están ardiendo en furia y su chakra se siente demasiado pesado, e Izuna sonríe satisfecho cuando sin siquiera despedirse Hashirama ha salido de allí. No se equivoca con sus pensamientos, Tobirama está en problemas.
Cuando los días han transcurrido, Hashirama y Madara han conversado al respecto, y sobretodo, Tobirama se ha recuperado de la paliza que su hermano le ha dado, ellos vuelven a planear otra cena de esas en la que todos se reúnen.
—Hermano, le compré un obsequio a Tobirama, para aceptarlo en la familia —Izuna cuenta y Madara no puede evitar sonreír —mira.
—¿Qué es esto, Izu?
—Alimento para ratas —responde y no puede evitar reír ruidosamente; sin embargo, alguien tocando a la puerta le corta la burla y escapa de la mirada molesta de Madara cuando va a abrir. —Hermano, Hashirama y tu novio rata ya llegaron.
Así estará bien, eso es lo que harán por un rato. Por ahora, Hashirama entra con su típica calidez de siempre y saluda a ambos, y Tobirama solo le da una mirada fría a Izuna y pronto le da toda su atención a Madara, abrazándole por la cintura, mientras Izuna hace sonidos infantiles que asemejan el vomito.
"¿Qué puedes esperar de un mocoso?", Tobirama cuestiona en voz alta, haciendo a Izuna enojar y responder con otra pregunta: "¿qué puedes esperar de una rata?". ¿Madara y Hashirama?, ellos solo han acabado riendo.
