[Academia Kuoh – Jueves, 8:00 am]
Rías Gremory miró a través de la ventana de su salón de clases con aburrimiento. Sus ojos azules vagaron por los árboles cercanos al área de estacionamiento, donde habían pocos vehículos.
Su profesora no vendría hoy, así que decidieron darles las dos horas libres, ya que no estaban en época de exámenes como para tener que estar estudiando.
Algo raro, ya que su profesora era bastante estricta y profesional. No faltaba nunca, y siempre había trabajos para la otra semana.
El salón estaba dividido en los grupos de amigos de siempre, ya sea hablando o jugando entre ellos, o simplemente compartiendo algo de desayuno.
"¿Rías?"
La pelirroja giró su cabeza y miró a su mejor amiga, Akeno Himejima, que la veía con curiosidad. Ambas estaban sentadas una frente a la otra.
"¿Sucede algo? Pareces distraída".
Rías negó con la cabeza, sonriendo suavemente.
"Solo estoy aburrida. Es nuestro último año, pero se siente bastante…"
La pelirroja no encontró palabra para describir lo que sentía. Akeno asintió, girando su cabeza para ver por la ventana.
La belleza de cabello negro guardó silencio unos segundos, antes de pensar en algo.
"¿Por qué no hacemos algo divertido?"
Al ver una sonrisa animada en Rías, Akeno ya se dio cuenta de lo que pensaba así que se rió suavemente.
"No habló de ver anime".
"Mouu~"
Rias hizo un puchero, causando la risa divertida de Akeno, que tapó su boca con su mano.
Después que ambas se detuvieron, Akeno volvió a hablar.
"Podríamos salir a pasear, comer algo, o… Ir a una fiesta".
Al ver la duda en los ojos de Rías, Akeno sacó su celular. La pelirroja a los pocos segundos miró el celular de su amiga, que lo dejó en la mesa para que ella vea.
Una invitación general a una fiesta, en una casa ubicada en zona de mansiones, resumidamente, zona de gente adinerada.
"He oído que las fiestas de millonarios son aburridas, y sabemos bastante de eso…"
Akeno asintió pero sonrió misteriosamente.
Rías miró con una ceja alzada la expresión de su mejor amiga.
"Los organizadores de esta fiesta no son sino niños de papi cansados de la vida monótona, y quieren una fiesta alocada en verdad. Ya sabes, alcohol, dro-"
"Entendí, Akeno. Si te dejo seguir vas a terminar convenciéndome de no ir".
Akeno sonrió felizmente, tapándose la boca con una mano.
…….
[Hogar de Rías – 23:00]
"¿Ya estás lista, Rias?"
Akeno entró a la habitación de Rías, viéndola frente a su espejo rodeado de figuras de anime y peluches, mientras se pintaba los labios.
La pelinegra mantuvo su cabello atado en una cola de caballo alta, pero su vestimenta era totalmente distinta. Ahora llevaba puesto un vestido negro hasta la mitad de sus rodillas ajustado a su cuerpo, resaltando totalmente sus senos y sus caderas tras el mismo. En la parte baja lleva unas botas blancas con tacón hasta la mitad de su pantorrilla.
Rías se giró y miró a Akeno con un silbido. La pelirroja tenía puesto un vestido rojo igualmente ajustado, que enmarca su cuerpo casi como el de Akeno. Abajo lleva botas negras con tacón hasta debajo de sus rodillas.
Otro detalle que ambas compartían es que solo llevaban labial, y nada más.
"Aún falta un poco para irnos. ¿Sabés si Sona y Tsubaki aceptaron venir?"
Akeno negó con la cabeza.
"Dijeron que no por ser jueves, pero que si nos ausentamos por… Bueno, nuestro posible estado, no nos preocupemos".
Rías asintió con un suspiro. De repente, alguien tocó la puerta, y Akeno abrió.
"Oh, Yuuto".
"Presidenta".
Kiba Yuuto saludó, dando una corta reverencia a Rías. Ambas mujeres asintieron viendo la apariencia actual del nombrado Príncipe de la Academia Kuoh.
Su cabello rubio está algo húmedo, producto de haberse duchado hace poco. Sus ojos azules brillan de felicidad, al igual que todo en su lenguaje corporal. Dejando por fin de lado su uniforme, Yuuto se puso una camiseta blanca un poco ajustada a su cuerpo, con dos botones de los tres que tiene desabrochados. Los pantalones de Jean negros y las zapatillas blancas completaron su estilo.
"Te vez bien, Yuuto. Tal vez te vuelvas con novia".
Kiba sonrió pero negó con la cabeza a las palabras de Akeno.
"¿Iremos en circulo mágico o pedimos un taxi?"
…...
[Cercanía a las afueras de Kuoh – 00:30, Viernes]
La música electrónica, algunos gritos de los más alegres, y el constante murmullo resonó en los oídos del grupo de Rías, Akeno y Yuuto, que entraron a la mansión para ver gente de todo tipo de color de piel, rasgos, vestimenta e incluso el lenguaje sonaba distinto en algunos.
Los tres identificaron gente de Europa, América del Sur y el Norte, y uno que otro Africano.
"¡Que tal grupo!"
Un hombre de unos 25 años, cercano al 1,75 de altura y con un físico algo delgado, bastante sudado y con una mezcla de olor a cigarrillo, alcohol y sudor, se paró frente a ellos con una sonrisa. El cabello negro y corto le dio una apariencia mas joven, sumado a sus ojos marrones llenos de vida.
"¡Hay barra libre y gratuita en los 3 pisos, con todo tipo de alcohol, drogas y lo que quieran! ¡Tengan cuidado con el cuarto piso porque es en el que la gente va a tener sexo!"
Sin decir más, el hombre caminó con alegría hasta el grupo detrás de ellos, y les dijo lo mismo que a ellos.
Una mujer pasó al lado de Yuuto y tocó su pecho con sus manos, siendo vista por el rubio con una leve sonrisa, la cual fue devuelta por la mujer con un guiño de su ojo.
Rías suspiró cuando vió a Akeno caminar hasta la barra con una sonrisa. La siguió, viendo de reojo como Yuuto le hacía una seña de que se iba a caminar por el lugar.
Unos minutos después, Akeno y Rías estaban caminando por la fiesta, que cada vez se llenaba más y más de gente. En sus manos cada una llevaba un vaso lleno de vodka, lo más fuerte que les ofrecieron, ya que las vieron como "novatas" en eso, y no se equivocaban.
Akeno se detuvo cerca de una zona con varios sofás grandes, y Rías le siguió. Ambas vieron un grupo de mujeres rodear un hombre, que estaba sentado con los brazos estirados a sus lados, abrazando a las dos mujeres más apegadas a el.
"Entonces le digo "Si aún sigues con tu esposo, no podemos seguir". ¿Saben que hizo?"
El cabello negro del hombre estaba recortado a los lados en un degradado redondo, con una cantidad de cabello arriba que mantenía peinado hacía abajo en su frente, como un flequillo corto.
Los ojos rosa penetrantes de ese varón les atrajo totalmente. Su sonrisa les mostró una dentadura blanca, con colmillos más sobresalientes de lo normal, pero nada extraño.
Su cuello poco más ancho que su cabeza tenía un collar de oro fino colgado. Su físico, atlético y bastante musculado, con hombros anchos y pectorales sobresalientes, resaltaron tras su camiseta manga corta de color negro, con detalles blancos en las mangas y el cuello de la misma.
Sus pantalones de jean azul oscuro estaban siendo tocados por las dos mujeres a su lado, mientras sus zapatillas blancas estaban siendo ocultas por otra mujer recostada en sus pies.
Todas las mujeres eran bellas y sexys, no tanto como Rías y Akeno en el departamento físico, pero el encanto de todas es innegable.
"¿Qué hizo, Naru?"
Akeno y Rías vieron como ese chico dejaba de abrazar a la mujer de su lado derecho, y le tomaba la barbilla con sus dedos.
Desde su lugar sentían la tensión en el aíre. Vieron claramente el deseo en los ojos de la mujer, y la expresión seductora y levemente soberbia del mismo.
"Esto".
Las dos amigas y el resto de mujeres dieron un jadeo colectivo, viendo como se besaban tan… Lujuriosamente. La mujer rodeó el cuello del chico con sus brazos, mientras el mismo bajaba su mano hasta la cintura de la misma y la apegaba un poco hacía el.
Todas estaban sonrojadas al ver como la lengua de ambos danzaba casi al compás de la electrónica de fondo, ahora un poco más lenta.
Unos segundos después, ambos rompieron el beso con un hilo de saliva uniéndolos. Naruto sonrió y la miró a los ojos, mostrando que el brillo rosa de los mismos aumentó un poco.
"Me besó, y luego tuve que devolverle el favor".
La mujer al lado del chico jadeó sorprendida, entendiendo lo que decía, algo que al parecer muchas de las otras no, así como Akeno y Rías.
"¿Tuviste sexo con ella, Naruto?"
El conocido como Naruto asintió con una sonrisa de dientes, viendo a la chica fijamente a los ojos, haciéndola sonrojar al ver la mirada del mismo bajar de sus ojos a su boca y subir.
"Mucho. Rompimos la cama y tuvimos que dormir en el suelo".
Aunque había un leve tono irónico en lo último, la palabra "mucho" sonó demasiado honesta.
Una mujer sentada detrás de la que fue besaba hablo, con una expresión seductora en todo su cuerpo.
"¿Cuántas mujeres crees que podrías manejar tú sólo?"
Naruto sonrió. Sus ojos destellaron levemente, llamando la atención de Akeno y Rías por un segundo al sentir como la vibración del aíre cambió a una mas…
"Subamos a la habitación y lo comprueban".
Rías y Akeno no se dieron cuenta en que minuto todas las mujeres estaban subiendo detrás del dichoso Naruto, que sonreía como un niño al que le dan un dulce.
Yuuto apareció caminando con una mujer castaña, con ella tomando el brazo de Kiba, y el tomando un poco de cerveza mientras hablaban y se reían.
"Bueno, no quiero acostarme ni besarme con nadie… Vamos a bailar y a tomar algo, después de las 5 nos volvemos".
Akeno asintió, con ambas yendo nuevamente a buscar algo a la barra.
La música volvió a cambiar el ritmo a una electrónica más movida, y todos empezaron a bailar. Akeno y Rías tardaron un poco en adaptarse, pero cuando tomaron un poco más, ya se habían liberado.
2:30.
Akeno y Rías estaban riéndose, ya algo borrachas, mientras bailaban con un grupo de chicas, que les enseñaron a mover su cuerpo al completo, en especial las caderas.
Ahora estaban pasando canciones de Reggaeton, y vieron como todas las chicas iban con su pareja o buscaban un chico para bailar.
Akeno se giró cuando sintió un toque en su hombro y sonrió, al igual que el chico que llamó su atención.
"¡Oh, eres el chico guapo que estaba con todas esas mujeres!"
Naruto sonrió cuando la chica estiró su mano, algo que el repitió. Levantó la misma y besó el dorso de la mano de Akeno, que le dio una sonrisa coqueta.
"Naruto para usted, señorita…"
"Akeno Himejima, y ella es mi amiga, Rias Gremory".
El brillo rosa en los ojos de Naruto aumentó al oír el apellido de la pelirroja, que fue saludada de la misma forma que Akeno, con un beso en el dorso de la mano.
Naruto miró a Akeno a los ojos, algo que fue devuelto por la chica, y sonrió con confianza real.
"¿Bailas?"
Akeno levantó su mano que fue tomada por Naruto. La pelinegra le guiño un ojo a Rías, que asintió con una sonrisa, mientras veía como su amiga era llevada al centro de la fiesta junto al conocido como Naruto.
Mientras tanto, la pelirroja, entre trago y trago, miró como Yuuto estaba aprendiendo a bailar de forma… Extraña con un grupo de africanos y americanos del sur, que hacían movimientos parecidos a los stripper en el suelo.
5:00.
Rías miró en medio de la pista a Naruto y Akeno bailar pegados, con su amiga dándole la espalda al pelinegro, que la abrazaba por detrás, usando sus manos para recorrer el cuerpo de Akeno con cuidado y lujuria a la vez, pero sin sobrepasarse.
Curioso, teniendo en cuenta que estaban bailando reggaetón, y desde su lugar veía a su amiga menear sus caderas seductora y…
Desvió la mirada hacía Yuuto, y…
Rías no se dio cuenta cuando Akeno y Naruto se acercaron, ya que tenía su vista borrosa.
"Oye… Rías… Mos… cas…"
El mundo de Rías se oscureció.
…….
[Día siguiente – Hogar de Rías]
La pelirroja abrió lentamente los ojos, sintiendo como su cabeza le pesaba, como si un yunque le hubiese caído encima.
Se incorporó poco a poco, notando que estaba desnuda. Miró su mesa de luz, donde había un papel y su teléfono. Agarró el papel y empezó a leer.
" Rías, te traje a tu casa porque estabas mal. Yo tengo que irme para arreglar unas cosas, pero tienes comida hecha en el horno en caso de que tengas hambre. Iré a la tarde al Club. Saludos, tu mejor amiga y reina, Akeno Himejima".
Rías suspiró y luego gruñó. Su cabeza le pesaba cada vez más.
Se levantó y emprendió camino al baño. Tal vez un poco de agua caliente le ayude.
……..
[Cercanía a las afueras de Kuoh]
Akeno abrió suavemente sus ojos, sintiendo su cuerpo totalmente descansado, como si no hubiese salido de fiesta ayer.
Se incorporó, limpiándose la lagaña de los ojos con sus dedos. Miró la habitación, y abrió sus ojos algo sorprendida.
Esta no era su casa.
Quitó la manta de su cuerpo, notando su estado totalmente desnudo. Miró a un lado del suelo, donde estaba su ropa.
Casi saltó de la cama, y salió por la única puerta que había, sin importarle su desnudez.
Llegó a lo que parecía la cocina, y ahí lo vió.
Una espalda ancha y marcada, totalmente entrenada, con un tatuaje de una estrella en la zona de su escápula izquierda.
La atención de Akeno, sin embargo, no se quedó ahí. Bajó por su espalda hasta su trasero, y abrió sus ojos.
'Tiene más trasero que yo…'
Ese chico se giró, y ahí estaba Naruto, sonriendo levemente al ver a la pelinegra despierta. Soltó el cuchillo con el que estaba cortando la carne, y cambió su sonrisa a una mas divertida.
"Eres una fiera, mujer. Casi me partes la pelvis en más de 5 ocasiones".
Akeno se sonrojó, pero al instante su sonrojo cambió a una leve mirada de miedo.
"¿No hemos-"
"¿Sexo?"
Akeno asintió. Naruto se rió, y la pelinegra sintió su mundo en pausa por un segundo.
"No, para bien o para mal, me pediste que te haga masajes para empezar, y te dormiste cuando liberé casi toda la tensión de tu cuerpo".
La pelinegra miró a Naruto, buscando un signo de mentira claro, pero no había ninguno. Decía la verdad.
"Si hubiésemos tenido sexo, no estarías caminando ahora".
Naruto se giró con una sonrisa burlona, ignorando el sonrojo de Akeno por eso.
La pelinegra en ese instante notó su estado desnudo, y casi hace un círculo mágico para cambiarse. Al segundo dejó de enviar magia, notando como Naruto se quedó quieto por un segundo, antes de levantar la tabla donde estaba cortando la carne y tirar los trozos dentro de un wok.
"Iré a cambiarme".
"No te preocupes por usar magia".
Los ojos violeta de Akeno se llenaron de sorpresa. Miró a Naruto, que giró levemente su cabeza, sonriendo casi diabólicamente.
"No soy del todo humano, princesa".
Akeno no dio muchas vueltas y, usando un círculo mágico, se vistió rápidamente con algo más casual.
La pelinegra caminó hasta el lado de Naruto, que se giró para quedar frente a ella, luciendo bastante sereno y tranquilo, mientras ella tenía un rostro serio.
Aunque era casi 10 centímetros más alto que ella, llegando a los 1,80 metros, Akeno levantó su mirada para no quitar su vista de esos ojos rosa que eran tan raros como atrayentes.
"¿Qué eres exactamente?"
Akeno intentó sentir su aura para identificarlo, pero no podía.
Naruto sonrió, con sus ojos brillando por unos segundos.
"Soy lo que conocen como un mestizo, mitad humano, mitad demonio. Eso es todo lo que necesitas saber".
Sin dar palabra más, Naruto agarró una cuchara, se giró y empezó a revolver los fideos hirviendo en una olla. Akeno se giró, no satisfecha con esa respuesta pero algo era algo.
Emprendió camino hacía la puerta abierta donde veía el baño, y cerró la puerta una vez entró.
Naruto miró su mano una vez terminó de revolver todo para que no se pegué. Un brillo rosa, parecido al humo, se hizo presente.
Cerró su mano y ese humo desapareció. Negó con la cabeza, y volvió a lo suyo.
….
Yuuto abrió sus ojos lentamente, con total pesadez. Gruñó un poco, suspirando para liberar la tensión que sentía en su cuerpo.
'Se siente bien dejar de ser tan caballero por un rato…'
Se levantó, analizando su entorno con pocas ganas, antes de abrir sus ojos con sorpresa. Su boca cayó levemente cuando miró toda la habitación.
Estaba en una cama para unas 5 personas, rodeado de mujeres y hombres totalmente desnudos y con claros signos de sudor total.
Por el suelo y sentados en algunas sillas habían más, e incluso algunos esparcidos por el suelo.
Yuuto se tomó la cabeza con una mano, rascándose el cabello levemente.
'¿Qué pasó ayer?'
……..
Nueva historia.
El nombre ya da una idea. El otro día me acordé de un Naruto que portaba el pecado de la lujuria, pero era bastante… Vamos a decir que el fanfic es malísimo para mi gusto.
Voy a hacer un Naruto así, aunque le agregaré otras cosas extra para que no quedé solo como un Naruto casi hermano de Afrodita.
Dudas aquí.
