Capítulo 35: Draco no tiene el peor San Valentín para variar

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—Qué molesto, ahora tendré que borrar su memoria o modificarla de nuevo. Leo no debería entrar aún en la historia, sin duda Draco Malfoy es un problema que mi esposo no puede controlar.

Dice la voz de una mujer que suena familiar, antes que Draco sienta que es arrastrado de alguna forma contra el suelo.

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Cuando Draco abre los ojos, se encuentra en medio de la enfermería, se medio incorpora sorprendido de estar en un lugar diferente al que recuerda; quisiera pensar que lo que pasó fue un extraño sueño sin sentido. Pero conociendo su suerte o los extraños vínculos con Percy Jackson, duda que eso fuera diferente. Intenta comunicarse con él, pero parece ser que de alguna forma está o dormido o fuera de combate ya que nadie responde. Pomfrey por otro lado parece saltar aliviada de verlo despierto, anunciando que había dormido por un día completo cuando lo encontraron inconsciente en un baño.

Sospechoso.

Coloca una mano en su mentón, mientras la mujer lo ayuda a tomar una pócima para vitaminas, siempre viendo de mala forma sus cicatrices.

Sí, bueno, no sabe qué estará pensando, pero duda que esté cerca de la realidad.

Es muy tarde en la noche, así que las visitas están prohibidas y probablemente mañana tenga mucho trabajo acumulado, igualmente Draco aprovecha para dormir un poco más.

No siempre tiene estas oportunidades.

Al día siguiente Draco se despierta mucho más tranquilo, el vínculo abierto con Percy deja ver que este parece soñar y por eso cuando Pomfrey lo deja salir a primera hora. Se estira un poco para caminar al comedor, solo para tropezar en la puerta cuando ve a Lavender gruñendo con Harry Potter en la entrada; solamente ellos dos, por algún motivo siente su migraña nacer cuando camina ignorándolos.

—Draco, dile a Potter que se aleje y que eres mío —gimotea Lavender saltando sobre su espalda, haciéndolo caer.

Pomfrey los regaña cuando vuelve a la enfermería luego de salir cinco minutos con sangre en la nariz.

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Draco ignora a Potter y compañía todo lo que puede ese día, quiere dormir un poco, pero al parecer el caos de que se desplomara hizo rumores por todos lados; funcionó para que Severus no se enojara con él cuando llegó unos momentos tarde luego de hablar con Percy en el baño. No mentalmente, el vínculo parecía un poco desgastado para eso, pero puede seguir viendo su reflejo y cuando pregunta por Leo, Percy admite que cuando despertó en el hospital con su madre, nadie sabía nada sobre un tal Leo. Se queda preocupado del niño que había visto monstruos a su lado, como si fuera un mal augurio, pero no tiene ni idea de cómo comenzar a buscar a un chico que solo sabe el nombre.

Está con vida, Draco lo salvó.

Eso es suficiente.

¿Verdad?

Mueve su pie inquieto.

—Deja de mover tu pie —gruñe Theo a su lado en la cama. Draco quiere decirle que se largue, pero este sigue durmiendo ahí como si fuera su cama.

Blaise pasa y solamente levanta una ceja, pero Vincent es su favorito porque le pasa una manzana verde que trae de la cena que Draco ignoró. Su padre le había dicho cuando habló con él por mensaje Iris, que había logrado obtener las Branquialgas, pero cuando quiso saber más de esta, la llamada se cortó.

Sabían que había perdido la consciencia, pero cuando Draco le dijo que era sobre vínculos, bueno, casi lo arrastran de regreso a su mansión para un descanso.

No lo hizo.

Su padre parece tenso, rascándose el brazo en su llamada antes de cortar.

—Probablemente enviarán a Twinky —musita Draco seguro.

No lo hacen.

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Es Nico.

Draco literalmente despierta un día, 14 de febrero, totalmente dormido antes de sentir que alguien lo empuja de la cama. Gruñe, maldice y cuando se levanta del suelo, se sorprende de ver a Nico totalmente dormido en la cama abrazándose a una mochila con el pie estirado que probablemente lo arrojó al suelo. Quiere abrazarlo como estrangularlo, pero como Blaise acaba de entrar al baño, solamente se adentra a las camas y cierra las cortinas. Nico gimotea un poco antes de seguir durmiendo como si no tuviera problemas, tiene que esperar horas hasta que sus otros compañeros salieran, hasta Theo que parecía haberse quedado dormido para su plan de ir a Hogsmeade para conseguir el nuevo libro que saldría hoy.

Draco había quedado de verlo más tarde, porque no pensaba madrugar y acompañarlo.

Luego de estar a solas hizo lo que cualquier hermano haría.

Arrojar a Nico de la cama, este se queja cuando cae de vientre, antes de levantarse y gruñir, a lo cual Draco sonríe divertido.

—Draco —chilla este saltando para abrazarlo, es adorable como su hermano realmente es aún el niño adorable que conoce, aun con toda la ropa negra sobre él.

Y anillos.

Joder.

Ese anillo sin duda es de Hades, pero cree ver uno que sin duda es de la familia Malfoy y suspira pensando en Lucius.

—Mi pequeña mazorca —dice cautivado.

Sí.

Tuvo que haber esperado el puñetazo en la quijada.

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El 14 de febrero de este año era un sábado, pero lejos de pasarlo con Anthony como había fantaseado antes de las vacaciones de año nuevo, la pasó ocultando a Nico para que nadie lo encontrara mientras intentaban salir de Hogwarts. El chico había convencido a Twinky (ya sabía que esos ojos de perro bajo la lluvia convencían a todos) para traerlo hasta el terreno cercano al castillo, donde usó el viaje en sombras que parecía ser más fácil ahora para él. Con las branquialgas seguras en las mazmorras, el niño tenía todo el día por petición de Twinky para pasarla con él, así que pensó en aprovechar Hogsmeade para mostrarle al niño un poco más del mundo mágico.

Lavender abrazó a Nico, quien le regresó el abrazo antes de que los tres salieran del castillo con poca dificultad.

—¿Por qué tienes la quijada hinchada? —pregunta Lavender, curiosa usando la bufanda nueva que Draco le había comprado.

—Porque un idiota me golpeó. —Su respuesta gana una patada de Nico, antes que este corra emocionado a la tienda de dulces.

Sigue siendo un niño, piensa divertido.

—Quiero llevarle esto a Will, si pregunta le diré que lo compré en una tienda rara —habla el chico, mientras tiene una gran bolsa llena de dulces.

Lavender y Draco comparten una mirada divertida, como queriendo comentar algo sobre el claro y evidente crush de Nico. Pero antes de poder hacer algo o decir cualquier cosa, Lavender es llamada por un chico lindo de Beauxbatons, que hace a Lavender ignorarlo olímpicamente y salir corriendo al chico que parece atractivo. Quisiera ir hacia el chico y decirle que, si hace algo a su amiga, él principalmente se encargará de atormentarlo hasta en sus pesadillas.

Luego recuerda que Lavender es más que capaz de hacerlo ella misma.

Se cruza de brazos molesto.

Pero Lavender sonríe de forma brillante y levemente sonrojada, así que suspira resignado, si ella es feliz no puede enojarse mucho.

—Pensé que estarías con Anthony —admite Nico metiendo unas gomitas en forma de calavera en su boca. Draco hace una mueca con sus labios, mete las manos en sus bolsillos y empieza a caminar por el pueblo.

Hasta ahora solo había hablado con Percy sobre el incidente con Anthony.

Tomó aire antes de comenzar a explicar a Nico sobre no molestar a Afrodita (internamente odiándola) y comentando que la diosa del amor parecía obsesionada con Draco y otra persona. Odió la forma en como Nico no preguntó al respecto y todos parecían dar por hecho que era, bueno, no importa quién fuera. Saludó por la calle a Blaise cuando pasó a su lado, quien estaba al lado de Theo señalando su libro emocionado, pero no se acercó al ver a Nico.

Nadie preguntaba sobre Nico, los Slytherin lo conocían y los demás pensaron solo que era alguna persona visitando.

Tomó asiento en una banca, notando a Nico pensativo abrazando sus rodillas contra su cuerpo y parecía pensativo.

—Estaba mal —habla y Draco ve curioso a Nico quien tiene el ceño fruncido—. En Italia, cuando era pequeño y vivía con Bianca, ver a dos chicos juntos era malo —admite, pero no hay un asco en su voz que duda que hubiera.

Draco ha visto seriamente como Nico veía a Percy, también como no deja de hablar de Will y no es que tenga algo de malo ser solo amigo de ellos, sino sobre la ilusión y emoción que causa su voz cuando hablaba de ambos. Aunque odie admitirlo, ve mucho de Nico en un pequeño Draco que hablaba emocionado por conocer a Harry Potter o posteriormente sobre el encantador niño que se hizo su amigo durante el verán de locuras.

Para él fue difícil aceptarlo.

¿Pero para Nico?

Sabe un poco sobre el pasado, amaba las clases de historia muggle, pero conoció muchas cosas desagradables.

Entiende de lo que habla.

La situación social de Italia hace algunos años.

—Pero ya no es malo —dice Draco a Nico, que se encoge sin verlo aún—. Claro que hay personas intolerantes que probablemente hablen de eso de mala forma, pero las circunstancias han mejorado muchísimo para personas como yo. —No dice para Nico, no sabe si él siquiera entiende sus propios sentimientos.

Lo hace por supuesto.

Porque a diferencia de Percy, Nico no es un idiota.

—Me gustaba Percy, románticamente hablando. —Y parece sufrir al decirlo, como, aunque Draco mismo ha aceptado tener sentimientos por chicos frente a otros, fuera a decirle algo que lo lastimara.

Y lo comprendió.

No es fácil salir lastimado por palabras, pero sí es fácil salir lastimado por palabras de aquellos que aprecias. A Draco cualquier persona de Hogwarts podría decirle que era un «marica» u otros géneros despectivos y probablemente solo termine pateándolos y deseando que no nacieran.

Pero si fuera Percy o Lavender.

Si ellos le vieran con desprecio.

Draco se odiaría así mismo.

—Bueno, también me gustó Percy, es muy lindo físicamente, aunque es un idiota; lo dejo como un momento humilde que todos tenemos que pasar —dice orgulloso, empujándolo con diversión, a lo cual Nico suelta una risa casi ahogada.

Ve su mano temblar, finge no verla, porque el chico sigue nervioso.

—Creo que… creo que ya no me gusta. Creo que sigue siendo muy genial —dice rápidamente, a lo cual Draco asiente en aceptación y eso parece darme más ánimos—. Pero ahora parece… aburrido.

Eso rápidamente atrae su atención, porque si algo es Percy, no es alguien aburrido.

—¿Aburrido? —cuestiona divertido.

—Creo que Will es mucho más divertido. —Y justo cuando dice eso, se da cuenta que es algo que se supone no debe decir, porque su rostro se vuelve rojo y oculta su cabeza adorablemente entre sus manos.

Draco quiere molestarlo, si fuera cualquier otra persona, atacaría sin piedad específicamente si era su amigo.

Pero era Nico.

Le envía calor reconfortante por el vínculo, que hace al chico verlo entre sus dedos y Draco le sonríe de forma amigable.

—No es malo Nico, ser así, nunca dejes que nadie te diga lo contrario y si quiera alguien mencione algo al respecto; me lo dices y me encargo del problema.

Vaya, ahora entiende porque Percy se había portado tan protector con él cuando le confesó el año pasado sobre su orientación.

Si alguien hace llorar a Nico.

Sí.

Solamente podrán limpiar la sangre del suelo.

—¿Qué clase de pensamientos estás teniendo?

—No importa ahora Nico, estaba pensando en una mejor idea, tú y yo vamos a tener una cita ahora mismo.

—¿Qué? —La pregunta de Nico parece clara y lógica, pero Draco la ignora mientras se pone de pie con emoción.

—Se supone que tendría una cita con Anthony hoy, pero el desgraciado rompió conmigo, aunque no éramos nada, tú eres gay o bisexual. —Nico musita un inseguro: «creo que solo gay»—. Entonces te ofrezco la oferta de tu vida al tener una primera cita con el grandioso Draco Malfoy —musita con una mano en su pecho demostrando lo genial que es.

Nico parece totalmente horrorizado.

Draco suspira, luego de asegurarle que no se besaran (porque sinceramente besar a Nico es como besar a su hermano, o un hijo, y no le gusta el incesto, no importa que digan los olimpos) y que solamente será como una salida de amigos, pero con el termino de «cita» para que Nico saliera alguna vez con un chico.

Reanudan la visita a Hogsmeade.

Nada cambia.

Realmente nada es diferente a una salida de amigos.

Pero Nico parece ligeramente más tranquilo y un poco emocionado cuando Draco lo lleva a las tres escobas, donde juegan un poco de mitomagia. Anthony saluda amablemente a Draco viendo de reojo a Nico, probablemente pensando sinceramente donde estaría en todo el mundo de los dioses griegos. Nico lo saluda de regreso e incluso lo deja sentarse un rato entre ellos viéndolos jugar sobre mitomagia, antes de comentar con duda sobre que están en una cita.

—¿En serio? —pregunta más divertido que otra cosa Anthony al verlo. Draco le guiña un ojo a Nico que se sonroja por la acción incómodo, empujándolo, pero con una sonrisa divertida.

—Tengo un buen gusto Goldstein —determina Draco como respuesta. Anthony bufa antes de irse y Nico salta emocionado al probar la cerveza de mantequilla.

Dice que apesta.

Draco le dice que por eso y porque lo ve como un hijo, no serían una buena pareja.

La forma en como Nico se ríe, es encantadora.

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Draco admira curioso desde el exterior de la tienda, Nico parecía haber asegurado dominar ya la moneda de cambio mágico y le dijo que le esperara afuera de la tienda mientras compraba lo que quería. Draco tiene sus dudas, pero Hades es el dios de las riquezas en el olimpo y Lucius le debió dar una mesada demasiado considerable al chico; espera un poco inquieto afuera. Percy no está por ningún lado y si todo sale bien, debería estar durmiendo, no tenía ningún plan para San Valentín y se había burlado de Draco cuando confesó que debido a lo de Anthony tampoco tenía ninguno. Mañana le diría en su cara que al final obtuvo una cita, no diría de quien, quiere verlo retorcerse de miseria un poco primero.

Qué puede decir.

Ama ver a su mejor amigo en caos.

—Draco. —Salta ligeramente antes de voltear a ver a su derecha, Potter había aparecido trotando emocionado.

A lo lejos puede ver a Weasley casi gruñirle antes de seguirlo a regañadientes, Granger no está por ningún lado, pero recuerda como Viktor había mencionado tímidamente el día anterior el tener algo que hacer el día de hoy.

Una cita.

Piensa molestar a la comadreja claramente por eso.

—Harry —dice con un tono de diversión viendo a la comadreja, que solo bufa molesto al ver a otro lado, cuando voltea a ver a Potter, este se encuentra ligeramente sonrojado por algún motivo.

Tiene que ser una condición de hombre lobo sin duda.

—¿Qué haces aquí, Malfoy? —cuestiona la comadreja como si le doliera verlo y el sentimiento era mutuo.

—Estoy en una cita —asegura divertido.

La comadreja parece sorprendida, antes de ver a Potter, que luce un rostro tranquilo, pero Draco nota como de alguna forma el ambiente se ha vuelto más frío. Mira a todos lados curioso, porque por un momento el rostro animado de Potter ha desaparecido para dejar un frío infernal que le recuerda un poco a alguien antes de atacar.

Se siente incómodo, ve a la comadreja que solamente cubre su rostro con sus manos luciendo miserable.

—Pensé que habías terminado con Goldstein. —Su voz es plana y carente de emociones, Draco se estremece por algún motivo.

Peligro.

Su animal interno, el hurón (tristemente), parece sentirse en alerta máxima.

Traga saliva nervioso.

—Es porque está en una cita conmigo, Potter. —La voz de Nico lo hace saltar alarmado, no lo había notado, pero el chico está detrás de Draco asomando la cabeza y luciendo algo divertido.

Potter parece sorprendido un momento como la comadreja, antes de que todo instinto de lucha desaparezca y se vea muy confundido. Por otro lado, la comadreja lo ve casi burlista, a lo cual Draco solamente suspira esperando el golpe que venga; listo para acabarlo.

—¿Sales con un niño Malfoy? —pregunta la comadreja.

Draco no dice nada.

Lo hace Nico.

—¿Tienes una cita? Veo que estás con tu amigo, así que al menos que sea una cita, al menos Draco tiene una y tú no. ¿Has tenido citas antes?

Sinceramente una apuñalada probablemente dolería menos, ve el rostro de la comadreja contraerse en molestia, mientras que Draco choca los cinco con un animado Nico que parece encantado de defenderlo de alguna forma. Draco no puede esperar para contarle esto a Percy, está seguro que su amigo se va a destornillar de risa ante los comentarios de Nico.

Joder.

Sin duda es su familia.

Sería un gran Slytherin su pequeño niño.

—No sabía que te gustaba Draco —dice Potter luciendo confundido, y claramente entendiendo que hay algo raro detrás de esto.

Nico parece un poco temeroso, pero fue él quien inició con la idea de la cita y ya se lo había dicho a Anthony. Debe haber algo más de confianza en decirlo a personas que no conoce, que el ir al campamento y decirlo abiertamente.

Curioso.

Draco prefirió primero ser sincero con el campamento.

—No me gusta, pero nunca tuve una cita antes y aunque no es mi tipo, es atractivo. —Draco lo ve claramente molesto de que diga que no es su tipo.

Es rubio.

Will es rubio, debería tener al menos eso.

Nico voltea a verlo con una sonrisa divertida y se cruza de brazos molesto.

—Sabes, nuestra cita iba muy bien hasta que me encontré con ustedes —musita viéndolos molesto, pero ambos Gryffindor se ven de reojo, la comadreja de forma acusadora y Potter solamente algo incómodo.

—Solo disfrutando de Hogsmeade.

—Lo que sea. —Draco ignora a Potter—. Nico trajo las branquialgas que te daré más tarde, ahora tengo una cita muy importante que continuar —añade divertido.

Nico estalla en una sonrisa antes de sacar de su espalda un libro, que Draco toma un poco curioso de ver que había comprado. Su sonrisa estalla en una ligera sonrisa al ver un libro de dragones en este, probablemente Nico no sabía totalmente su contenido o como los magos ven a los dragones, pero debe recordar su gusto por estos al siempre contarle la historia de Sparky el dragón.

Ve al chico antes de palmear su cabeza.

Nico parece complacido, se despide de Potter y la comadreja, Nico comienza hablar sobre la nueva competencia que tiene con Will ahora con Fire Emblem.

¿Un videojuego?

No importa.

Se pregunta cuánto tiempo durará Nico en comprender que si habla mucho de Will como lo hizo con Percy, no, en realidad nunca hablo así de Percy.

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Nico se marcha al atardecer, Twinky aparece y con una reverencia se lleva al chico. Draco vuelve a Hogwarts con Lavender y Theo, que lo estaban esperando en el inicio del puente. Lavender comenta emocionada sobre una sesión de besos, que ignora por su bien mental, mientras Theo sigue saltando por el libro entre sus manos que Draco encuentra mucho más interesante. Lavender le saca la lengua cuando llegan al castillo y aunque quisiera irse a dormir, la presencia de Potter al inicio de las escaleras de las mazmorras, hace que suspire antes de indicarle que espere. Theo parece confundido cuando pasa ignorando a Potter, pero cuando Draco regresa a su habitación toma el frasco de branquialgas para entregarlo. Según su padre no fue tan costoso, pero si vino de una fuente de dudosa reputación.

Hay varias dosis, la idea es que Potter pueda practicar algunas veces con ellas estos días antes de la prueba.

Tiene todo un plan de entrenamiento.

Que Potter ignora por supuesto.

—¿Cómo te fue en la cita? —pregunta curioso y Draco suspira, porque, aunque no es un semidiós, la capacidad de atención de Potter es increíblemente menor de lo que esperaría.

—Fue buena, era claramente una salida de amigos, pero le explicaba a Nico sobre qué hacer cuando empiece a tener citas; ahora escucha sobre este plan de entrenamiento. —Señala Draco a su hoja frente a Potter, que este ignora para verlo.

Nico es joven, pero tiene la leve sospecha que podría iniciar en el plan de citas antes de lo que le gustaría.

Es demasiado cercano a Will.

Y si Will no le es totalmente indiferente como sospecha, era cuestión de tiempo.

—¿Sabes mucho sobre cómo tener citas con chicos? —Bien ahora la pregunta es totalmente absurda, pero parece que Potter no le prestara atención hasta que hablen de temas irrelevantes.

Y ocupa explicarle sobre entrenar antes que se haga más tarde y el toque de queda haga a Severus salir a una ronda de patrulla, claramente Draco no quiere ser atrapado con Potter, menos por Severus que sin duda lo desconocería como ahijado.

—Salí con Anthony, además, no es tan difícil —musita cansado con una mano en el puente de su nariz. Le recuerda un poco a Nico, Potter debe estar curioso sobre las citas, había escuchado que intentó invitar a Chang al baile y debe tener interés en eso; Afrodita estaba loca al pensar que algo podría pasar entre Draco y el niño que vivió—. Probablemente los consejos no te sirvan ya que invitarías a una niña, pero en general salir entre dos chicos no tiene que ser muy diferente; me gusta ser consentido y tratado de forma especial, aunque con Anthony admito que tomé más el rol dominante —habla para sí mismo ahora curioso.

Potter frunce el ceño un poco.

—¿Dominante? —cuestiona confundido, genuinamente confundido.

No parece querer ofenderlo, así que tal vez solo está curioso.

—No es que soy una frágil flor de verano, sabes bien que puedo patear el trasero de alguien el triple de mi tamaño. —Mueve sus cejas divertido, Potter asiente a regañadientes—. Pero está bien sabes, aunque eres un chico, el querer que te traten como algo especial, regalarte flores, hacer estúpidos picnics y cosas; no solo las chicas deberían querer eso —habla Draco casi divertido—. Soy un poco perra por los regalos costosos o sentimentales —añade casi divertido al recordar los regalos de sus amigos en navidad.

Baja la mirada, Potter parece verlo curioso y también algo pensativo, levanta una ceja, este solamente aparta la mirada algo sonrojado.

—Es raro, no debería pensar en eso, estoy en medio de un torneo al borde de la muerte. —Parece intentar convencerse de eso por algún motivo.

Draco diría que sí.

Pero luego de estar al borde de la muerte durante casi 3 años seguidos, se encoge de hombros.

—No es que debas preocuparte, eres el niño que vivió, eso te debería dar vía libre para tener citas con cualquier chica que quieras. Aunque escuché que Chang te rechazó y tuviste una pésima cita con Parvati… No me mires así, Lavender y Pansy están a mi alrededor, claramente el chisme llega rápido.

—Ni siquiera sé porque invité a Cho, y Parvati me odia ahora —habla Potter con el rostro cansado.

Ante eso Draco levanta una ceja.

—Bueno Parvati es una chica atractiva, soy gay y no ciego; pensé que invitaste a la señorita Chang porque te gusta y es hábil en el quidditch. —Bueno, qué puede decir, se ha dado por vencido con Potter, pero eso no evita que al final del día sea un cotilla.

Piensa en Percy.

Joder.

Ambos eran unos chismosos.

Potter levanta el rostro confundido.

—Cho es agradable y juega bien al quidditch, es bonita. —Lo último parece una pregunta para él mismo—. Pensé que ir con ella lo haría más agradable, pero iría con Cedric. —Se encoge de hombros sin parecer afectado realmente.

Vaya.

Un poco decepcionante para los chismes.

Draco se cruza de brazos curioso.

—Ahora eso me da curiosidad. ¿Cuál es el tipo de niña que le gusta al salvador del mundo mágico? Esa información me hará rico si lo vendo a los periódicos.

Potter se sonroja y lo ve mal por su comentario, que hace sonreír a Draco divertido.

—Qué hay de ti. ¿Cuál es el chico que le gusta al gran semidiós Draco Malfoy?

Vaya, la pregunta de alguna forma regresa a él.

Entrecierra los ojos a Potter, pero, aunque parece interesado, más que todo parece divertido de hacer la pregunta.

Quién lo diría.

Draco Malfoy en horas de la noche, junto a Harry Potter bromeando como amigos.

El mundo sin duda era una ironía constante.

—Idiotas —admite pensando en Percy. Potter pestañea sorprendido antes de verlo—. ¿Con pectorales grandes? —pregunta ahora inocentemente.

Potter queda congelado, entonces se tapa la boca cuando un bufido escapa de sus labios, antes que la más melodiosa risa divertida salga de sus labios. Potter se queda ahí riéndose un buen rato, mientras Draco se une a sus risas y antes de saberlo, Potter comienza hablar sobre el quidditch, el señor de los anillos, sus problemas de hombre lobo entre susurros muy cerca de su rostro para que nadie escuche y lo emocionado que estaba de no morir en la primera prueba.

Draco lo escucha, ambos atrapados y casi atrapados por el toque de queda.

La pasa bien.

Y eso no significa nada.

Afrodita no tiene razón, pueden ser amigos, pudo ser amigo de Percy, el sentimiento murió eventualmente.

Draco aprieta la almohada contra su rostro, porque su rostro no deja de sonreír y se odia por eso.

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Había iniciado en una clase de Herbología donde la profesora Sprout tuvo que dejarlos cuando el director lo llamó, les había amenazado varias veces de no tocar nada, así que es normal que un grupo de Slytherin se aburriera. A pesar de lo que pueden decir esos mentirosos Gryffindor, (solo rescata a su querida Lavender) Slytherin realmente no es tan odiada por todo el colegio como piensan. Tomen por ejemplo los Hufflepuff amables, hay muchos amigos que disfrutan tener Slytherin como amigos, especialmente aquellos Hufflepuff de sangre pura siempre son bien recibidos entre los Slytherin de ser necesario. Los Ravenclaw por otro lado, es la segunda casa de Hogwarts con mayor tasa de sangre pura, está claro que entre los Slytherin se tomarían de mejor forma las clases con ellos.

Como herbología.

Y aunque le gustara decir que la astucia más inteligencia haría grandes cosas.

También terribles cosas.

—Otro punto a favor para tener sexo con un Vampiro. —Anota Blaise en el pizarrón con un poco de tiza, a lo cual hay un sonido de varios levantando las manos en apoyo y muchas risas.

Draco se ríe al lado de Theo mientras que Anthony solo niega con la cabeza.

La charla había sido entre niñas, Padma Patil estaba hablando con Lisa Turpin sobre algo de un hombre lobo, Pansy escuchó y lejos de ser la perra que era, en general se unió interesada a la charla con Daphne antes que Michael Corner escuchara; entonces dijo en voz alta para atraer la atención.

Entonces sucedió.

La alianza de Ravenclaw y Slytherin que su generación se instauró en primer año, dio inicio nuevamente. Usualmente no la usaban, ya que no tenían muchas clases juntos y en general solo andaban por sus lados, pero en casos como este cuando alguien alza la voz para un concilio.

Bueno.

Eso significa que todo tema utilizado en estas cuatro paredes de invernadero, se quedan en estas cuatro paredes.

Incluso Draco en su peor momento de primer año, había respetado la regla. Claro que se burlaría porque en Ravenclaw había mestizos en su año que solía ignorar, pero ahora en cuarto año y haberse besado con un mestizo por todo el castillo, en realidad su percepción había cambiado bastante y lo hizo disfrutar mucho más este tipo de momentos.

¿Con que criatura mitológica tendrías sexo?

Joder.

Sin duda los temas han comenzado a varias desde el primer año donde se votaba al niño o la niña más atractiva de generación, Draco piensa con orgullo que había sido bastante popular entonces. Aunque dudaba que la mayoría de presentes hubieran dado si quiera un primer beso, parecía que el tema de besar era muy fácil y todos apuntaron a tener sexo.

Las hormonas, piensa Draco divertido.

—Nadie ha mencionado a los hombres lobo —chilla Michael de Ravenclaw, ganando varios abucheos, aunque Draco permanece tranquilamente en silencio curioso—. Vamos esperen, tengo un buen punto —se defiende el chico luciendo abochornado.

Otra fila de chiflidos, quien viera a los herederos de muchas casas comportarse como muggles, Draco estaba encantado.

—Da tu punto, miembro del consejo Michael —señala Blaise sonriendo divertido.

Michael tiene el descaro de sonrojarse humillado de la atención de todos.

—Las dinámicas de los hombres lobo, se han sacado estudios interesantes que determinan que hay 3 sub géneros entre ellos —habla Michael y puede que sea por morbo o curiosidad como Draco, que todos prestan más atención. El año pasado no entraron tanto en ese detalle ya que cuando vieron sobre hombres lobo fue gracias a Severus, que más que todo parecía que vieran características de cómo identificarlos—. Betas que son los más tranquilos, omegas que se dice incluso los masculinos podrían criar y los alfa que podrían tener rutinas de celo; creo que si habláramos de solamente el aspecto sexual, un hombre lobo sería la mejor criatura —determina Michael con el mentón en alto, pero todos quedan en silencio antes de parecer comentarlo entre los suyos.

Draco solo agradece que Lavender no esté aquí para darle cierta mirada e insinuación, cuando Theo abre la boca, Draco lo patea en el tobillo haciéndolo maldecirlo.

Pero es interesante.

Se pregunta vagamente sobre Lupin y Potter, ambos serían hombres lobo, pero el subgénero no parece algo que se pregunte a la ligera.

Pone un pin mental en su cabeza para estudiar más del caso, ya saben, solo por conocimiento académico.

Cuando llega su hora de responder, puede notar la mirada de chicos y chicas curiosos por igual, Anthony había contestado abochornado sobre gustarle las Veelas un poco; alguien había comentado sobre el cabello de Draco y algunas similitudes que abochornaron al Ravenclaw.

—Un vampiro por supuesto —comenta Draco como si la pregunta ofendiera, algunas niñas sueltan risas divertidas y hay algunos chicos que le dan malas miradas.

Pero es verdad.

El sexo con un vampiro sin duda es la respuesta mejor aceptada y digan lo que digan, Draco en realidad no es un idiota.

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La segunda prueba está cerca y es casi luna llena, Draco no ha hablado con Potter demasiado, pero el chico suele detenerse con él en algunos pasillos para saludar o para indicar algo de clases como si fuera un estudiante normal; lo cual no son. Draco lo ignoraría o llamaría necesitado de atención, si no fuera porque Weasley parece molesto y es demasiado divertido para no seguir haciéndolo. Theo ignora a todos, aunque comienza a reconocer más a Granger y Potter, Lavender por otra lado cuenta encantada sobre cómo Potter habla de él y eso parece siempre molestar a Weasley en la torre de Gryffindor.

Claro que calmar a Percy es lo más difícil.

—¿Tienes un vínculo con Potter? ¿Estás seguro? —había preguntado casi esperando que no tuviera una respuesta positiva.

Intenta explicarle que no sabe qué vínculo es, aunque Afrodita ha dejado claro que clase de vínculo podría ser, se niega aceptarlo. Pero la verdad es que no ha sentido ningún vínculo o sentimiento fuerte como tal, lo cual puede ser debido a que Potter en realidad no es un mestizo, quienes habían sido hasta ahora las únicas personas con las cuales había estado vinculado; así que algo en el vínculo no puede ser muy normal que se diga.

Percy parece amargado, como ese día, que curiosamente recordó que es luna llena e intentó mantenerlo todo lo posible charlando después de clase.

Draco lo corta.

Es un exagerado.

Canceló claramente el entrenamiento con Lavender porque ella ocupaba descansar (Lavender le dio una mirada incrédula), le dijo a Theo que no podría hacer la tarea con él de runas porque tenía que ir a entrenar solo (Theo levantó una ceja cuando le dijo que no podía ir con él), Blaise lo había invitado a charlar con un chico de sexto año de Slytherin que había visto demasiado su trasero, pero Draco solo salió ignorando que ya casi era de noche y probablemente todo Slytherin notó que se había escabullido.

No fue tan difícil.

Eso es lo divertido.

Como hurón escabullirse fuera del castillo era tan fácil, que era ofensivo. También había cancelado a Anthony que le comentó sobre cómo Sparky y ver a sus crías que nacieron hace poco, ya las había visto y aunque el hurón fue amable en presentarles, no había ido tanto como quisiera.

Anthony la cuidaría mejor que él y Sparky estaba claramente emocionada con Thorin.

A diferencias de otras veces que ha llegado a Potter antes de la luna llena, no está solo, Draco observa curioso desde el árbol donde se subió como hurón al chico de brazos cruzados, mientras Granger y la comadreja están presentes. Levanta su ceja divertido, con el conocimiento de Potter sobre su entorno debe saber que ya llegó y Draco se siente incómodo porque aunque está atardeciendo, es peligroso estar con humanos normales por los alrededores.

¿Draco no era normal?

No lo había sido desde el primer año.

—Harry solo queríamos hacerte compañía, el profesor Snape es quien hace el acónito para mata lobos pero estoy aprendiendo a hacerlo; solo no queremos dejarte solo. —Granger es un poco como madre gallina, lo cual hace que Draco la acepte a regañadientes, porque suele ser él así con su grupo de amigos.

—Estoy bien, ya lo dije, no cupo niñeras —farfulla Potter casi irritado, pero también, debe tener debilidad por su amiga porque no se aleja de ella.

—Bueno es un poco tenebroso por aquí —habla la comadreja, inquieto, a lo cual Potter rueda los ojos.

—En realidad el bosque no es tan malo —menciona este curioso.

Draco observa a la distancia, la noche se acerca y por eso salta al suelo, técnicamente ya saben que es amigo de Potter; así que no deberían molestarlo. Granger salta alarmada y Weasley suelta un chillido divertido, se incorpora fácilmente, antes de ver a Potter que parece ligeramente sonrojado, pero aunque incómodo, sus ojos parecen felices de verle.

Realmente no sabe mentir ni para salvar su vida.

—¿Malfoy? —cuestiona la comadreja incrédula, a lo cual Potter gruñe, como literalmente gruñe.

Todos se congelan, pero Draco es el primero en dar rápidos pasos para estar al lado de la comadreja, no le agrada, pero tampoco quiere que Potter lastime a su amigo. Potter parece calmado al verlo más cerca, pero aun así le lanza una mala mirada a la comadreja que está a su lado, como si hubiera hecho algo mal.

—No es muy inteligente llevarle la contraria a un hombre lobo cerca de luna llena si no puedes controlarlos, matemáticas simples comadreja —habla Draco divertido. Weasley le da una mirada de muerte, Granger es quien se aclara la garganta luciendo como lista para reprenderlo—. Relájate Granger, soy un animago registrado. —Bueno técnicamente no tan registrado legalmente, su padre se encargó de todo y su padre puede o no usar métodos legales—. Soy ahora amigo de este perro viejo y puedo estar aquí sin morir a diferencia de ustedes —añade de forma seria.

Granger parpadea sorprendida, aunque en su mente parece estar maquinando algo, por otro lado, la comadreja solo levanta las manos al cielo cansado.

—Claro que eres un animago, no sé ni porque me sorprende; lo que me sorprende es que para todo lo que Harry habla de ti olvidara ese detalle por fuera —farfulla la comadreja resentido y Draco está por decir algo mordaz cuando su cuerpo reacciona por instinto, se mueve rápidamente para interponerse entre la comadreja y Potter.

Este parece en medio de una transformación, no todavía, pero sus garras parecen más largas, sus dientes un poco afilados y sus ojos desorbitados.

No debe haber tenido un buen día.

El chico queda contra su pecho, sujetándolo contra él mientras gruñe a la comadreja; Draco no sabe quién está más sorprendido entre Granger, Weasley o él mismo.

—Al menos Draco me creyó cuando le dije lo del torneo —habla con cierto tono ronco que no, no hizo nada en el interior de Draco.

O si lo hizo, está demasiado ocupado conteniéndolo.

De reojo ve a la comadreja que parece apagarse avergonzado y luciendo culpable. Aunque lo odia, realmente no quiere que Potter sea así; si quiere decirle sus verdades, siempre puede hablar con él cuando no esté en este estado.

—Harry —llama Granger alarmada, pero cuando este le gruñe, bueno Draco toma la decisión.

Potter no está preparado para cuando se mueve ágilmente, cuando golpea la parte trasera de su rodilla o cuando cae al suelo. Draco coloca su rodilla contra su espalda y con la mano estampa el rostro del niño contra el suelo. Su "yo" pequeño de 11 años que fue rechazado por Potter, se siente deleitado por la forma tan fácil que pudo dominarlo contra el suelo.

Weasley gruñe listo para hacer algo, pero la mirada de combate lo congela aterrado, no tiene tiempo para satisfacción.

Potter intenta soltarse, Draco aprieta con más fuerza la rodilla contra la espalda del chico hasta que deja de luchar.

—Alto ahí cachorro —dice con voz divertida y algo jadeante, porque ocupa toda su fuerza para contenerlo. Potter lo ve de reojo—. Un perro bueno no ladra a sus amigos, no me agradan, pero aun así si quieres tener una vida agradable tienes que aprender a comportarte —añade burlón, a lo cual Potter lo ve de reojo agitado y algo sonrojado por el esfuerzo.

—Malf… —intenta decir Granger, pero la misma mirada de antes la detiene.

Parece nerviosa sujetando sus manos, pero su rostro quiere ayudar a su amigo, sin saber bien cómo es que ahora es Draco quien le ayuda.

Si los atacara.

Potter nunca lo perdonaría.

—Ahora Harry, se un buen chico y discúlpate. —Sujeta con más fuerza la cabeza del chico, quien gimotea un poco antes de suspirar.

—Lo siento Ron y Hermione. —Es pequeño, casi un susurro, pero Draco se aleja de este con un salto.

El niño queda en el suelo de rodillas luciendo abochornado, pero aunque parece tener aún sus dientes afilados, sus garras y ojos volvieron a su estado normal. Draco asiente satisfecho, antes de ver a Granger y Weasley que parecen verlo con la boca abierta.

¿Qué?

—Por favor me vieron enfrentarme a Lupin, este cachorro es fácil de dominar —habla viendo a Potter, que le da un puchero, pero por algún motivo sus ojos parecen brillantes—. Ahora, es normal estar alterados, luego deberían hablar sobre sentimientos y esas cosas; pero lo digo de verdad, largo de aquí ahora. —Señala el atardecer y sus tonalidades naranjas que están desapareciendo.

Weasley parece querer luchar, como si hubiera alguna forma de que le gane, estúpido.

Granger lo detiene, con una mano sobre el brazo, viendo a Draco como si quisiera averiguar qué oculta, pero sin hacerlo.

Jamás podría hacerlo.

La realidad era demasiado absurda para llegar a ella.

Granger asiente antes de arrastrar a Weasley que parece de mal humor, pero no le queda otra más que seguir a la niña ante el inminente peligro. Draco voltea a ver a Potter, que está viendo ahora el suelo, suspira antes de palmear la cabeza del chico y es estúpido.

Pero la tímida sonrisa que le da Potter, hace que su interior se caliente un poco.

.

.

Draco espera como hurón sobre un tronco, piensa en Severus como el encargado de la poción mata lobos de Potter y si bien es una gran opción porque es el mejor cervecero para hacerla; Granger no está mal de que sería útil si ella aprende hacer la poción también, es inteligente después de todo. Cuando Potter llega a su lado ya es un lobo, esta vez no parece que se hubiera herido al transformarse e incluso llega a su lado con un trote mientras mueve la cola. Se pregunta vagamente como terminaron siendo de los niños que se odiaban a muerte en primer año, a casi amigos que están ahora en esta forma, un hombre lobo y un hurón. La vida da muchas vueltas curiosas.

Piensa que irán a la cueva de siempre, pero Potter lo detiene con la nariz.

—Paseo, Harry quiere paseo —gimotea el chico.

Aunque mantiene cierto grado de conciencia gracias a la poción, sigue siendo un lenguaje un tanto rústico y sus instintos deben dominarlo ahora más que la parte humana.

Draco termina sobre la cabeza del niño que parece emocionado de explorar el bosque. Aunque anteriormente parecía horrorizado en esas noches, verlo casi como un lobo gigante normal; es relajante. Draco rápidamente le enseña hasta dónde ir, los centauros no estarían felices de ir a su terreno, así que le enseña rápidamente que camino tomar y que no.

Se siente bien.

Sobre su cabeza y sin caminar.

Un descanso bien merecido.

—¡Jugar! —Salta de repente Potter, haciendo que Draco caiga al suelo, gruñe una maldición viéndolo con tanta ferocidad como puede un hurón, pero el enorme lobo está ahí.

Agitando su cola fuertemente y con ojos demasiado grandes. Draco se sacude su cuerpo, tomando asiento sobre su torso en el musgo fresco. Claramente no quiere jugar, pero Potter sigue haciendo sonidos tristes para incitarlo, y Draco termina mordiéndole en la cabeza haciendo al enorme lobo gimotear más.

Era divertido como había reducido a un enorme depredador.

—No.

—Juego.

—No.

—Juego, jugar, Draco jugar.

Estaba comenzando a ser fastidioso, le recordó un poco cuando Nico quería que jugara mitomagia con él, pero no se vio tan tentado a jugar esa noche. Estaba un poco cansado en realidad, había entrenado toda la semana, estudió mucho, intentó hacer que el culo perezoso de Theo comenzara a ponerse en forma y la verdad es que Lavender ya daba buena competencia en los entrenamientos.

No.

No quiere jugar.

Pero los ojos de Potter parecían incrementar y eso era sumamente injusto, Draco suspira de forma hurón al verlo.

—No actúes como un niño, Harry —dice palmeando su nariz con su diminuta pata, el enorme lobo parece ahora más decaído.

—No jugar, Harry niño trabaja. —Ahora ese comentario le hizo ladear la cabeza, el lobo aparta la mirada, pero Draco vuelve a ponerse frente a él curioso—. Limpiar, cocinar, no jugar, familia dice Harry no jugar.

Bien eso tiene más preguntas que respuestas, no sabe nada del pasado de Potter, pero ahora que lo piensa de niño pensaba mucho que la vida de Potter era perfecta. Había sido el niño que vivió, debería tener muchos admiradores como Draco siguiéndolo por todos lados, la fortuna de los Potter también debió darle una vida de muchas riquezas y debería ser amado por todos.

Pero no parecía ser el caso.

Ahora en su cuarto año, piensa que tanto sabe realmente sobre Potter y que tanto no sabe sobre él.

El niño que siempre parece usar ropa de segunda mano, que no parece conocer las costumbres mágicas y que siempre está lleno de problemas.

Limpiar.

Cocinar.

No jugar.

Suena como un elfo doméstico.

¿Qué pasó en tu infancia?, quiere preguntarle, pero la mirada del lobo parece lejana y Draco simplemente piensa que no es el momento.

Lo ve fijamente, antes de gruñir mentalmente.

Idiota.

Draco eres un idiota.

—¿Jugar? —pregunta dándole manotazos en la nariz, el lobo gira a verlo curioso, antes de sacar la lengua y lamer todo su rostro.

Es desagradable, asqueroso y poco higiénico.

Al final el lobo está feliz, salta frente a él y cuando Draco sale corriendo, este lo persigue en un extraño juego de atrapadas que claramente no debería ganar. Puede escurrirse entre árboles o espacios pequeños, pero en rapidez el lobo rápidamente lo alcanza y cuando es su turno, Potter apenas si corre solo trotando para que Draco pueda alcanzarlo.

Es ridículo.

Estúpido.

Sin sentido.

Draco no recuerda pasarla tan bien en mucho tiempo, incluso en el campamento había comenzado a obtener cada vez más responsabilidades. La guerra contra Cronos se acercaba y al final del día solo podía entrenar, cada momento libre era ahora en Hogwarts, pero incluso entonces con Theo y Anthony dentro de un mundo sobrenatural, no se siente libre.

No como ahora.

Chilla cuando Harry lo atrapa cerca del lago, quiere huir, pero el lobo coloca todo su rostro sobre Draco, quien gruñe antes de darse por vencido. Potter parece feliz por eso, moviendo su cola mientras mantiene al chico entre sus patas delanteras y su rostro, Draco se deja porque hace mucho frío y aquí en ese lugar.

Cálido.

Suave.

—Gordo —bromea Draco, a lo cual el lobo solamente suelta un gruñido, antes de empezar a darle mordidas sobre su torso, que lo hacen chillar divertido.

Si fueran humanos esto sería totalmente inapropiado, pero ahora ambos con sus instintos más animales que otra cosa, se siente natural. Aún como hurón, Draco odia a Afrodita porque piensa que todos estos sentimientos de felicidad son debido a ella, es culpa de ella lo que es Draco.

Sentirse feliz.

Confundido.

Emocionado.

Preocupado.

Aterrado.

—¿Draco triste? —pregunta Potter, con su estúpido olfato que puede oler sentimientos a un kilómetro de distancia.

Lo patea en el hocico, este solamente lo ve intensamente con esos ojos verdes tan brillantes, que provocan que rayos y tormentas crezcan en el vientre de Draco. Gruñe mentalmente una maldición a Afrodita y casi puede jurar que la estúpida olimpo en alguna parte se ríe.

—Confundido, sobre todo, mucho, solamente mucho. —No sabe que es mucho, pero algo solamente es mucho.

Potter usa su cabeza para abrazarlo más contra él, Draco se deja, porque es solo un simple hurón indefenso y no porque quiera, no es como si pudiera huir de Potter o someterlo si quisiera.

Está tan jodido.

—No pensar, Draco aquí, Harry aquí, Harry feliz. —Y es tan malditamente honesto o tal vez todo son sentimientos animales, instinto.

Pero lo odia.

Odia todo.

Estúpido Potter.

Draco solo se deja caer en la calidez de su abrazo pensando en lo maldito que está de todo esto. El lago, la vista casi sacada de una película romántica, el aire levemente frío y la noche despejada, el arrullo de los árboles mientras Potter parece solamente poder verlo a él.

Sí.

Muy pero muy jodido.

.

.

Draco ni siquiera sabe cómo llega a las mazmorras, había dejado el lugar antes del amanecer y simplemente pensó que todo iba ser normal ahora que estaba despierto. Potter seguía siendo un hombre lobo dormido cuando Draco se marchó, probablemente pasaría el resto del día cuando despertara en la enfermería y todo estaba bien. No tiene que pensar en nada como sentimientos estúpidos, pero el llegar a la cama y no poder dormir, mientras sujeta una almohada contra su rostro comienza a volverse costumbre que no debería tener.

Sentimientos.

Los odia.

Odia estar enamorado de Harry Potter.

Abraza la almohada mientras ve al otro lado de la cama, pensando en cuando tuvo un crush por Percy y cómo al final no estuvo destinado a suceder. Tiene miedo que esto vuelva a suceder nuevamente y por eso tiene que encontrar una forma de asesinar estos sentimientos antes que sigan apareciendo.

.

.

La clase de defensa contra artes oscuras era tan inútil como siempre, Draco al igual que el año anterior parecía dormir en la mayoría de las clases y la verdad es que Moody había comenzado a ignorarlo; nada como una buena siesta para descansar de la noche anterior. Potter como bien sabía pasó la mañana en la enfermería, pero nadie comentó mucho al respecto, ya que nadie tenía la capacidad de una neurona de sumar 1 + 1, no se quejaba ya que en este caso en particular era de ayuda. Volvió a ver cómo Moody sigue intentando intimidar a todos con el imperio, porque aparentemente el ex auror estaba loco y como siempre Dumbledore contrataba profesores de dudosa procedencia.

Para ser el mago más importante de su generación, era bastante deficiente en esto.

Y otras cosas más.

Por dicha no era ministro de magia.

El mundo mágico caería fácilmente.

—Son como hilos —menciona Pansy aburrida cuando termina la clase y Draco se queda viéndole, porque es mejor que notar como Lavender parece ahorcar a Theo que se sigue quejando de un hechizo que ambos están practicando sin varita.

Y sin éxito.

Ambos legados de Hécate (bueno, uno probablemente hijo directo) parecían enojados de la facilidad de Draco para la magia, mientras que ellos tenían dificultad para usar sus poderes.

Ya era hora que ganara en algo.

—¿De qué hablas? —pregunta Draco curioso a Pansy, quien solamente sonríe como si fuera un pequeño gato que disfruta jugar con otros.

Lavender estaba arrojando a Theo contra la pared de forma poco amistosa, mientras este se quejaba que era un ogro, a lo cual Draco ignoró al pobre idiota que buscaba su muerte fácil.

—El hechizo imperius, es raro, parece como si tuviera hilos invisibles; aunque claro, siempre he sido más susceptible a la magia porque soy asombrosa tesoro.

—Pensé que era porque eras una perra.

Al igual que Theo, Draco parece buscar su propia muerte, Pansy lo estampa con fuerza contra la pared. Está por quejarse, pero la presencia de Granger y Weasley, evita que Pansy lo asesine por aburrimiento. Se aleja de la chica con una mirada de advertencia, ella le saca el dedo del medio antes de correr al lado de Blaise que parece brindarle el brazo para que le acompañe.

Nada serio.

Blaise probablemente sea más promiscuo que Pansy, pero ambos son mejores amigos.

Lavender se apresura a seguir a Parvati para su siguiente clase, al ver la compañía, Theo se apresura con Pansy y Blaise.

Con ambas manos en sus bolsillos ve a Granger, ignorando a la comadreja lo más que puede.

Porque es la comadreja.

—Harry está en la enfermería, íbamos a verlo y queríamos saber si quieres acompañarnos. —Su forma de hablar era calmada, pero había una especie de demanda y al notar la mirada de la comadreja, cree que no todos están de acuerdo con eso.

El pelirrojo hace una mueca, solo por eso los acompaña, no porque tenga interés en ver a Potter.

Joder era tan patético y débil.

—¿Se disculpó? —cuestionó Draco curioso, porque había comentado a Potter que debería pedir perdón a sus amigos.

No porque le importara en lo absoluto Granger o Weasley, pero al final del día eran amigos de Potter, los había elegido de alguna manera y para Draco la amistad lo era todo. Era lo que lo impulsaba en cada misión, que le hizo seguir adelante cuando todo parecía perder sentido, Percy era su lazo más fuerte; pero cada uno de sus lazos y vínculos era tan importante para él, más que nada.

Entonces Potter debe respetar a sus amigos, le gusten o no a Draco.

Lo obligaría a hacerlo si fuera necesario.

—Sí, aunque estaba algo cansado cuando lo hizo esta mañana, parecía arrepentido o probablemente fue porque lo solicitaste —habla Granger con calma. Draco voltea a verle curioso, pero ella solamente sigue su camino con una leve sonrisa.

Rara.

Ve a Weasley, porque está ahí y es molesto, porque tiene el cabello rojo y destaca, aunque no quiera. Este parece querer vomitar, pero una mirada de Granger hace que el chico se vea mucho más incómodo y Draco levanta la ceja curioso.

Va hablar, pero alguien lo hace más rápido.

La comadreja.

—Gracias por ayudarnos con el ataque el año pasado. —Cada palabra parece dolorosa en su boca, Draco toma un momento confundido el saber que pasó, pero luego recuerda sobre hombres lobo.

Ya saben, esa batalla que se supone es traumática, pero no parece nada comparada a la lucha del laberinto o que su padre le dijera que lo odia por solo existir.

Sigue su camino.

Odia hablar de sentimientos.

En el campamento mestizo nunca lo hizo, siempre se salvaban el culo, pero nunca había visto a Clarisse agradecer por eso y Draco no lo haría si ella lo hiciera; solamente siguen adelante. Pero este no es el campamento mestizo y estos son niños de alguna forma, a pesar de sus experiencias traumáticas, siguen siendo algo inocentes en algunas cosas.

¿Han visto morir a alguien?

Piensa en Lee Fletcher con algo similar a un nudo en su garganta.

—Lo que sea —menciona porque tiene que decir algo, ellos lo ven expectante, pero realmente no quiere decir nada.

Comadreja farfulla, Draco se pregunta por qué hacerlo ahora.

—Le agradas a Harry, llegamos a una tregua sobre tener que llevarnos «mejor» contigo —comenta Granger a lo cual Draco hace una mueca al mismo tiempo que la comadreja, como si ambos pensaran que eso era algo que no tiene sentido y es algo que tienen en común—. Aunque aún tengo mucha curiosidad por algunas cosas sobre ti, como tu fuerza, la forma de luchar y que usas una lanza de la nada.

Bueno, era obvio que no olvidaría eso.

Se pregunta porque no lo cuestiona, se pregunta qué le ha dicho Harry para controlarla y también se pregunta porque últimamente el nombre de Potter se desliza en sus pensamientos.

—La vida tiene misterios que es mejor no entrometerse Granger.

—¿Sabes que estás hablando de Hermione?

—Lo sé comadreja, pero tenía que intentarlo.

—¿No vas a dejar de decirme comadreja?

—Puedes jurarlo.

Weasley parece como si comiera un limón cuando entran a la enfermería, pero al menos no se va sobre él y Draco simplemente lo ignora mientras saluda divertido a Pomfrey que suspira al verlo. Granger se encamina donde Potter, que está luciendo como la persona más miserable en la camilla, pero cuando voltea a verlo hay una sonrisa resplandeciente en su rostro cansado y…

Joder.

Draco actúa normal, con calma, rostro en blanco.

Pero por dentro sabe que está jodido.

—Hey, Draco —saluda el chico algo débil, pero intentando lucir animado.

Sí.

Draco no sabe qué hacer con su pecho y su corazón agitado.

Maldita sea, aquí vamos otra vez, enamorarse es una mierda.

Continuará…

Entonces Draco comienza aceptar que esta enamorado, bien por él, como podemos ver muchas cosas han pasado y cada vez más nos acercamos al final de este arco que tiene aún muchos misterios por resolver.